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El coste de la seguridad e higiene
resultar de interés para la empresa española, tanto más si tiene una efectividad reconocida como es el caso del CTP.
Sería un error de la empresa considerar esta técnica como una estrate- gia separada de la gestión empresarial, como si nada tuviese que ver con las nuevas aportaciones del tipo círculos de calidad, que pretenden mejorar las condiciones de trabajo, la calidad de los productos y los costes; del just in time (justo a tiempo), que persigue la rápida respuesta del área de fabrica- ción a la demanda, con la cantidad requerida, en el momento preciso, con la calidad adecuada y con el menor coste posible; de la técnica kanban (tarjeta), complementaria del justo a tiempo, que persigue la reducción de costes de almacenaje y los inherentes a la financiación de stocks.
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Cuando resulta que existe un gran interés y confianza en la aplicación de técnicas que buscan la reducción de costes, resultaría paradójico dejar de considerar aquellas estrategias que, como el CTP de la seguridad e higiene en el trabajo, reducen costes por sí mismas e inciden de forma importante en la reducción de costes que persiguen las demás técnicas mencionadas.
EL COSTE DE LA SEGURIDAD E HIGIENE
En su dependencia con la producción los costes totales de la empresa se desglosan en costes fijos y costes variables.
La seguridad e higiene inciden en ambos: en los costes fijos para todo aquello que represente adopción de medidas técnicas y organizativas
Figura 85. Curvas de costes fijos medios y costes variables medios.
Figura 86. Costes de la seguridad e inseguridad. cuya finalidad sea la de incrementar el nivel o grado de seguridad e higiene, y en los costes variables a través de las pérdidas que tienen lugar como consecuencia de los accidentes.
Si estudiamos la evolución de las curvas representativas de los costes fijos medios y los costes variables medios (referidos a la unidad productiva), observaremos que la curva de costes medios (obtenida de la suma de las otras dos) tiene un comportamiento muy favorable cuando reducimos los costes variables en relación con cualquier aumento de productividad, incluido el aumento de coste fijo necesario para ese incremento producti- vo.
Debemos deducir, en pura lógica económica, que los costes fijos sus- ceptibles de influenciar sensibles reducciones de costes variables son beneficiosos para el resultado del coste medio.
Dicho de otra forma: mientras no se supere el punto de cruce de la curva de costes (pérdidas) por accidentes con la curva de costes fijos en seguridad e higiene, podemos afirmar que no debe existir ningún reparo en considerar como inversión rentable esos costes fijos. Los malos resulta- dos, si se producen en un supuesto como el anterior, serán debidos a defectos de gestión pero no a mera mala suerte.
Existe una amplia bibliografía sobre estudios de costes de accidentes que nos hace comprender el gran error empresarial al permitir esas eleva- das pérdidas por no hacer inversiones en seguridad. Los métodos de Heinrich y Somonds han sido, durante muchos años, la referencia para tener algún tipo de conocimiento sobre la importancia de esos costes.