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XI Lourdes Goce Silva
XI. Lourdes Goce Silva
Si pasas en cualquier momento por la casa de Lourdes Goce Silva, en el comienzo de la subida a la Virgen de la Roca, te encontrarás siempre con distinta gente de la familia: hermanos, hijos, sobrinos, nietos, primos… Como si se tratase su vivienda de un “lugar de encuentro”, prefijado como tal para los familiares con más o menos cercanía. La única mujer de los cuatro hermanos Goce Silva, hijos de Alejandro “o neghro” y Olivia “a portughesa”, y madre a su vez de siete hijos, tiene su hogar como centro abierto a la reunión de todos… y por allí van pasando… sin cita y sin hora fija… “Lule” llega a media mañana y se prepara un café… Cristina sale con su hijo a entrenar en el club de lucha… “Nasi” llega con su brazo en cabestrillo… Su primo “O ghalo” se cita conmigo en “la de Lourdes”… Con “Canco” y “Lalo” quedo a las once en su casa… “Mi hijo José va a venir pronto a comer”, me dice Lourdes una mañana… Su casa es un lugar de plena acogida. Y un día que la encuentro por la calle regresando de sus compras, se cruza con “Canco”, y éste le recrimina de que no estuviese en casa…”Y aún encima tu hija no me invitó ni a un café”… Lourdes es nieta de comediante, Alejandro Goce Guerra, hija de marinero, “O neghro”, esposa de marinero, Avelino, hermana de tres marineros, Suso, “Canco” y “Lalo”, tía, sobrina y prima de muchos marineros Goce y Denis… y finalmente madre de un marinero, y también durante poco tiempo lo fue de otros dos, que ya cansados del oficio han cambiado de trabajo. <<Yo de niña ya ayudaba a mi madre en la limpieza del cuartel de la Guardia Civil -recuerda Lourdes-. Por entonces estaba situado en la Rúa Alférez Barreiro, donde hoy es el “Restaurante Naveira”. Y allí hacíamos de todo: buscábamos el agua a la fuente, lavábamos la ropa, limpiábamos las dependencias, planchábamos… Éramos casi como de la familia con los guardias civiles. También acompañé muchas veces a mi madre a Vigo, a vender el pescado que traía mi padre de la mar.
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<<Durante esa época aprendí costura con Tilducha Nartallo, pero nunca cosí para afuera. Lo que siempre me tocaba, año tras año en carnavales, era hacer los disfraces de todos los rapaces de la familia… y para cualquier otra fiesta que surgiera a lo largo del año. >>
Baiona, años cincuenta.“Fiesta de Santa Bárbara”, patrona de Artillería, que el destacamento de Cabo Silleiro celebraba cada año en el Casino de Baiona, por entonces en la Rúa Alférez Barreiro, encima de la actual sucursal del Banco de Bilbao. Rosa Carrillo, Nely y Lourdes Goce, disfrazadas de jamaicanas, incluso luciendo pantorrilla, que en aquellos años no era poco lucir. “Las faldas del disfraz se hicieron con unas cortinas viejas”, cuenta Lourdes. (Archivo Familia Goce Silva).
<<Los Goce siempre fuimos muy animados para los disfraces. Hubo años en que íbamos toda la familia disfrazada haciendo un mismo grupo. Padres, madres, hijos, tíos, primos… >>
<<En una ocasión formamos el grupo de “Mariñeiros e Pescantinas”, y hasta salimos por las calles de Baiona con una gamela. No faltaba nadie de la familia. >>
Baiona, O Entroido, años noventa: Grupo de disfraces “Mariñeiros e Pescantinas”, compuesto por las familias Denis, Goce y Sanromán. Entre otros: Marina, Roberto, Raquel, María, Berto, Jorge, “Rober”, “O ghalo”, Laura, María del Mar… Es un hecho que los jóvenes baioneses de mitad del siglo pasado, en especial hacia atrás, vivieron tiempos extremadamente difíciles. Ellos, con escasos diez, doce años… e interrumpiendo su educación escolar, salían al mar con sus padres y familiares; ellas, suspendiendo también la escuela, atendían desde corta edad las muchas faenas de casa, como cuidar de sus hermanos pequeños, buscar agua a la fuente con aquellos baldes que llenos tenían un peso considerable, ir al monte a buscar leña, a O Burgo a lavar la ropa, trabajar de redeiras muy pronto… Pero llegado el momento de diversión, ellos y ellas disfrutaron felices de las fiestas y romerías, y de las salas de baile que comenzaron a aparecer por entonces.
Las tradicionales fiestas patronales del Carmen, de La Anunciada, de la Virgen de la Cela en Baredo, de Santa Marta, de Santa Cristina en Sabarís, Las Angustias en Nigrán… eran momentos celebrados con entusiasmo por la juventud de la época. También gozaron de gran popularidad el “Salón Océano” en Baiona, la “Sala de Fiestas Nigrán”, la “Sala Villa María” de Sabarís… todos desaparecidos.
Baiona, 1956. Avelino Míguez y Lourdes Goce, todavía novios, bailando en el desaparecido “Salón Océano”, la nave de la antigua fábrica de salazón.
Baiona, “Salón Océano”, años cincuenta. Reunión de primos para la fotografía. Arriba, de pie:Pepa “a quintana”, Roque Goce, Rosita -mujer de Quin-, la hija de Fael “o da gemela” y Tito Goce “Naveira”. Agachados: Lourdes Goce y Baldo Cedeira. Abajo, además de los anteriores: “a pequena do Pinillas”, los hijos de Pepe “o carrero”, Pepa, “Quin” y Pepe “o Piñote”… (Archivo Familia Goce Silva).
En aquellas décadas de los cuarenta, cincuenta, sesenta… la juventud de la villa era mucho más religiosa que en la actualidad, sobre todo en el caso de las mujeres. La asistencia a misa, la participación en las procesiones, la catequesis, las actividades del salón parroquial… ocupaban bastantes momentos de ocio de los jóvenes baioneses.
Baiona, años cincuenta. Lourdes Goce Silva, con sus sobrinos Ana y “Tito” Denis Goce, durante una procesión, por delante del “Hospital Sancti Spiritus ”. Detrás, su íntima amiga Gelines Seijo, hija de Lola “a avellana” y de Alejandro Seijo.
Baiona, 1956. Lourdes Goce Silva, con dieciocho años.
Del matrimonio de Lourdes Goce Silva (Baiona, 1938) y Avelino Míguez Misa (1938), de profesión marinero, nacerían siete hijos: Flori (1962), José Ignacio “Nasi” (1965), Avelino “Tito” (1966), José (1969), Lourdes “Lule” (1972), Cristina (1975) y Susi (1982). Los Míguez Goce forman parte de la cuarta generación de Goces en Baiona. Enseguida llegarían las primeras comuniones a la familia, años después las bodas… pero el apellido Goce estará condenado a desaparecer con los nietos… a no ser que alguno de los descendientes le añada el Goce a su segundo apellido en el Registro Civil. Los de “Lule” podrían apellidarse, por ejemplo, Otero Míguez-Goce. Sabemos de varios familiares que les disgusta haber perdido su apellido Goce, y puede que la posibilidad que apunto sea llevada a la práctica por más de uno.
Baiona, Ex Colegiata de Santa María, 1960. Lourdes Goce Silva y su marido Avelino Míguez Misa, en la Primera Comunión de Flori, la hija mayor. (Fotografía Jesús. Archivo Familia Míguez Goce).
Durante sus estancias en Baiona, el popular fotógrafo madrileño Jesús no se perdía ni un solo acto social, ni religioso, ni familiar, ni festivo… Con sus excelentes trabajos ha dejado para la posteridad infinitas fotografías que reflejan con fidelidad la vida de la villa del pasado siglo.
Baiona, 1974. Fotografía para el “Libro de Familia”. Lourdes y Avelino, con cinco de sus hijos: “Lule”, en brazos de su madre, “Tito”, “Nasi”, Joséy Flori.
Baiona, 1976. Lourdes y Avelino ya tienen una hija más, Cristina, en brazos del padre. Con ellos: Flori, la abuela Flora “a serena”, José, “Nasi”, “Tito” y “Lule”, en brazos de su madre.(Archivo Familia Goce Silva).
Avelino Míguez Misa, nacido en Baiona en 1938, se dedicó a la pesca desde muy niño, como era costumbre en la villa. Al principio anduvo en una gamela con un primo; luego llegó a trabajar en la fábrica de conservas de Puga durante un tiempo; y en 1958 cumplió el servicio militar por la Armada en Ferrol.
1958. Fotografía de Avelino Míguez Misa en su “Cartilla Naval”. Con veinte años, se incorpora al servicio militar en la Armada y es destinado a Ferrol.
Al volver del servicio militar en 1960, embarca en uno de los pesqueros de los Maciel, en el que estaría por poco tiempo. Luego se enrola en el “José Ángel”, del armador Pepe “o Caringa”, con el que permanecería fiel hasta su jubilación en 1988. Más de veinte años en sus barcos, primero en el mencionado “José Ángel”, luego en el “Marta Elena”, y por último en el “Nuevo José Ángel”. Tuvo como patrones a tres eminentes “lobos de mar” de Baiona: Pepe “o Caringa”, su hermano Carlos “o Caringa”, y el hijo de éste, Carlos Vilar Rodríguez. En estos barcos, Avelino anduvo a la sardina por la costa de Aveiro con el arte de “á ardora”, al bonito por el Cantábrico, a la merluza por Marruecos con redes de “volanta”, y siempre fue un marinero muy bien considerado por sus patrones.
Años cincuenta. El “José Ángel” saliendo “á ardora”,rumbo a las costas portuguesas de Aveiro.Lleva de patrón a Pepe “o Caringa”, y van cuarenta marineros, entre los que se encuentraAvelino Míguez Misa. (Archivo Familia “Os Caringa”).
1971. El “Nuevo José Ángel”, saliendo de los astilleros de Burela, rumbo a Baiona. Fue tal vez el mejor barco de madera que hubo en la villa. Contaba con una formidable potencia de motor.(Archivo Familia “Os Caringa”).
Años sesenta. El “José Ángel”, lavando el aparejo de “á ardora”. En el puente, Vicente Cedeira Vilar, hijo de Emilia Vilar Ochoa, hermana de Policarpo “O Caringa”. Entre los marineros, Avelino Míguez Misa. (Archivo MaríaLuisa Cedeira Martín).
Años setenta. Delante, en primer plano, Avelino Míguez Misa, toda su vida marinera a bordo delos barcos de “Os Caringa”de Baiona. Le acompaña en la fotografía el baionés Remigio “Calero”, marinero muy divertido, que un buen día en Algeciras, disfrazado de Guardia Civil, multó a todos sus compañeros portrabajar en domingo. Estaban repasando el aparejo. En el recuadro de la derecha, Avelino Míguez Misa.(Archivo Familia Míguez Goce).
Baiona, 1968. Ernesto Denis Goce, “Tito”, a los veintiún años de edad, paseando por la Calle de Elduayen. (Archivo Familia Denis Goce).
<<Este chico de la fotografía anterior -comenta Suso “o neghro”-, mi sobrino “Tito ” Denis Goce, hijo de mi hermana Carmen, se murió ahogado cuando faenaba conmigo. Me quedó
dentro ese peso para toda la vida. Íbamos de pesca en mi barco, el “Anzuelo”, y mientras nos acercábamos a A Guarda, lo dejamos pescando en la gamela auxiliar por la zona de Oia con la idea de recogerlo de regreso. Un golpe de mar volcó la barca, y como no sabía nadar, se murió ahogado. Los dos vecinos que lo recogieron no supieron hacerle el “boca a boca”, sino posiblemente se hubiera salvado. Muy triste, tenía treinta y siete años. >>
Baiona, 1971. El “Anzuelo”, la lancha de Suso “o neghro”, sale a faenar desde el puerto. Iban “a la faneca”. (Archivo Suso Goce).
<<Nosotros también andábamos faenando por aquella zona cuando aconteció el desastre -cuenta su pariente “Tano” Goce Moldes. Yo iba con el tío Balbino, y vimos como un golpe de mar lo lanzaba por el aire, y ponía su gamela de punta para arriba. Cayó en una zona llena de rocas, muy batida por las olas, y nos fue imposible ayudarle sin poner nuestras vidas en serio peligro. Había mucho mar en aquellos momentos. Pedimos auxilio, pero todo sucedió tan rápido que no hubo tiempo para nada. Sin embargo, pensamos que simplemente se ahogó por no saber nadar. >>
“Faro de Vigo”, 1985. Noticia del fallecimiento de Ernesto Denis Goce, “Tito”, ahogado en Santa María de Oia. (Archivo Luciano Goce Moldes).
Es tan cierto como increíble. En la primera mitad del siglo pasado, la mayoría de los marineros de Baiona no sabían nadar, y las nuevas generaciones que se iban incorporando a las faenas del mar tampoco sabían. De forma que si caían al agua, y no recibían ayuda inmediata, acababan ahogándose. Entre las muchas víctimas de naufragios y accidentes de mar, una gran parte se habrá muerto por esta causa. En la actualidad, años dos mil, para recibir el carnet de marinero, es exigencia primordial saber nadar.
Baiona, Barrio de La Anunciada, años sesenta. “Nasi”Míguez Goce, nieto de Alejandro “o neghro”, con Emilia “a cochera”. (Archivo Familia Míguez Goce).
Baiona, Barrio de La Anunciada, años setenta. “Nasi”Míguez Goce, hijo de Lourdes y nieto de Alejandro “o neghro”, preparando la cesta para el “palangre”.
Baiona, Ex Colegiata de Santa María, años setenta. Tres de los hermanos Míguez Goce, preparados para salir en una de las procesiones de Semana Santa: Ignacio “Nasi”, Flori y Avelino “Tito”.Los niños de la familia fueron todos monaguillos en la iglesia parroquial. (Archivo Familia Míguez Goce).
Años setenta. Avelino “Tito”, Flori e Ignacio “Nasi”.
Baiona, Praia de A Concheira, 31 de julio de 1966. Ana Denis Goce, Flori y “Nasi” Míguez Goce, y María Rosa Goce Carneiro. Las familias de Goces y Denis solían mantener una estrecha relación entre ellos. (Foto Jesús. Archivo Familia Denis Goce).
De los tres chicos, solamente uno, “Nasi”, es marinero de profesión. Los otros dos, “Tito” y Jose, se iniciaron en la mar, pero se pasaron ambos a la empresa “Alservi”, auxiliar de la factoría de Citroën en Vigo.
Baiona, 1982. Fotografía para el “Libro de Familia”. El matrimonio Avelino Míguez Misa y Lourdes Goce Silva, con sus siete hijos: Flori, Avelino “Tito”, Ignacio “Nasi”, Lourdes “Lule”, José, Cristina y Susi, en los brazos de su madre.
En aquellos años de juventud, como vemos en la siguiente fotografía de 1959, quién le iba a decir a Lourdes que llegaría a ser madre de siete hijos y abuela de nueve nietos. Por entonces, disfrutaba con sus amigos de las fiestas de Baiona, y hasta es posible que aún no tuviera relaciones con su futuro esposo… aunque ya sabía de él, porque lo reconoce con facilidad en las fotos de colegiales de las monjas cuando apenas tendría doce años. Pero en la siguiente imagen, pasados nada menos que treinta años, aparecen los dos Avelinos de su vida, el padre y el hijo. En su lancha “Susi III”, se supone que con ese nombre en honor a su última hija, salen a pasear por la bahía en un día de fiesta, tal vez acudan a la procesión marítima de la Virgen del Carmen. También contemplaremos a toda la familia en el “Botones”, dispuestos para una de las citadas procesiones del Carmen.
Baiona, A Palma, 1959. Lourdes Goce Silva, en un día de fiesta con sus amigos: Antonio Balboa “Xilgaro”, Carmen Allú, Feluco Rodal, Lourdes y José “o Judas”.Detrás se puede observar el kiosko de la desaparecida churrería que había en el centro del parque. (Archivo Familia Rodal).
Bahía de Baiona, años noventa. Avelino hijo y Avelino padre, en su barca “Susi III”, engalanada con banderas en un día de fiesta.(Archivo Familia Míguez Goce).
Baiona, años noventa. Procesión marítima de la Virgen del Carmen en el “Botones”. De proa a popa: Mateo, Desiré, Diego Otero, Mingos “o sorayo”, José “o carrizo”, Manolo “Amberes”, Antonio, las hermanas “Lule”, Cristina y Flori Míguez Goce, “O Belesar”, Rosi, José “o ghalo”, Tonio “o fumegha” y Carlos “o macareno”. (Archivo Familia Míguez Goce).
Baiona, patio del “Hospital Sancti Spiritu”, 1969. “Colegio Virgen de la Roca”. Las monjas Hermana Laura, Hermana Inmaculada y Hermana Elisa, rodeadas de sus alumnos. Entre otros: Malén y María Jesús Maciel, Begoña “a de Norio”, María José “a do Lorito” -se haría monja de mayor, SoliGoce, Mar Denis, Bebé, Rosamari, Bea Cabrera, “Keti” , “Chona”, Monchi “a cotonesa”…
Una de las tradiciones inexcusables de los Goce es la “Danza de las Espadas”, que se baila en la villa desde tiempos inmemoriales. Ya la bailó el abuelo Alejandro, los tíos “Canco”, “Lalo” y José “o ghalo”… y ahora les toca a los hijos de Lourdes, “Tito” y José… y ya comienza un nieto, Óscar.
Concello de Baiona, 1998. Esperando para bailar la “Danza de las Espadas”: “Tito” Míguez Goce -con el sobrino Gabriel Míguez Pena en brazos- y José Míguez Goce, preparado para actuarde “rabero”.(Archivo Familia Míguez Goce).
“Fiestas de la Virgen del Carmen”, años 2000. Jorge Denis Goce, Cristina y “Tito” Míguez Goce. Agachado: José Míguez Goce, con su sobrino Diego -hijo de Lule- en brazos.
Puerto de Baiona, “Fiestas del Carmen”, 2008. José Miguez Goce, con su esposa Rosa Lorenzo y sus hijos Óscar y Fátima. (Archivo Familia Míguez Goce).
Puerto de Baiona, 2012. José Míguez Goce, de “rabero” en las “Fiestas del Carmen”. Es costumbre regalarle la pandereta firmada por todos los componentes de la “Danza de las Espadas” al marinero más veterano, homenajeado cada año por la Cofradía de Pescadores.(Archivo Familia Míguez Goce).
Puerto de Baiona, “Fiestas de La Anunciada”, 2016. José Míguez Goce, con sus hijos Óscar y Fátima, y su sobrino Pedro. (Archivo FamiliaMíguez Goce).
Y dejando un bello testimonio fotográfico para la posteridad, surgen los genes de artista de los Goce, brindándonos unas imágenes de ensueño. Es Li Goce, la autora… y ahora que la descubrimos en la inmensidad de la saga, le pediremos que adorne este libro con su arte.
Baiona, Puerto Pesquero, 2014. “Danza de las Espadas” en las “Fiestas del Carmen”. Dos generaciones de Goce bailando juntos: atrás, José Míguez Goce, de “rabero”; en medio, el historiador baionés Anxo Rodríguez Lemos; delante, Óscar Míguez Lorenzo, hijo de José, en su primer día de baile en el grupo. (Fotografía Li Goce).
Baiona, “Fiestas del Carmen”, Puerto Pesquero, 2014. Anxo Rodríguez Lemos y Óscar Míguez Lorenzo, bailando la “Danza de las Espadas. (Fotografía Li Goce).
Si analizamos la vida de los Goce y de los Denis de ahora, los del presente siglo, en lo que a su actividad laboral se refiere, nos encontraremos con la palpable realidad de que las últimas generaciones, la quinta o la sexta, ya no han elegido la vida del mar para su ocupación. Carreras universitarias, empleos administrativos, dependientes de tiendas, operadores de fábrica, comerciales, empleados de banca, camioneros… sin dejar en el olvido a los artistas, que también los hay, y que en cambio encajan en el sentir ancestral de Goces y Denis. Ignacio Míguez Goce, “Nasi”, el segundo hijo de Lourdes y Avelino, es uno de los pocos jóvenes de hoy que hace la excepción. Como su padre, como sus muchos tíos, como sus abuelos y bisabuelos, “Nasi” es marinero. Sus hermanos “Tito” y José, que se iniciaron en la pesca, pronto abandonaron la profesión.
1987. En el “Almuiña”, José Míguez Goce,con un bonito.
1987. En la popa del “Almuiña”, José Míguez Goce, Manuel y Manuel Goce Garrido -hijo de “Tanano”.(Archivo Familia Míguez Goce).
Lonja de Baiona, años ochenta. Congrio pescado en el “Zulemita”. Lo sostienen José Míguez Goce y Jesús López -patrón del barco-. Detrás, Manolo Valea, el vigilante de la lonja. (Archivo Familia Míguez Goce).
José Ignacio “Nasi”, el segundo de los siete hermanos, decidió ser marinero como su padre, como sus tíos, como sus abuelos… Después de estudiar en el instituto hasta los dieciséis años, se embarca por primera vez en 1982 en el “Monte Mandado” de Vigo. Antes ya había salido muchas veces a pescar por las costas de Baiona en el “Botones”, la lancha de sus primos. De su primer barco, pasa al “Nuevo José Ángel”, y hace una campaña con su padre. Luego sigue en el “Cruz de Almena”, primer barco de acero de Pepe “o Caringa, en el “Manolita Suárez” de Vigo, en el “Monte Ventoso” de 1984 a 1987, en el “Doña Paz” de Las Palmas, en el “Dolupa” de Vigo, en el “Quinito” de Baiona por unos días…
1892. En el “Dolupa”, con un ejemplar de pescado desconocido. En O Berbés de Vigo no consiguieron venderlo. En medio “Nasi” Míguez Goce; a su izquierda, dos compañeros; a su derecha, José “o navarro”, hijo de “Quin”Goce.(Archivo F. Míguez Goce).
Es en 1989, cuando “Nasi” Míguez Goce embarca en el atunero vasco “Alcaudón”, de la armadora “Impesca” de Bermeo. En esta compañía permanecerá alternado embarques con el “Txori”, barco gemelo del anterior. En 1997, “Impesca” incorpora a su flota el “Txori Zuri”, barco al que trasladan a “Nasi”, y en el que permanece enrolado hasta el año 2000.
Años ochenta. El atunero vasco “Alcaudón”, de la armadora “Impesca” de Bermeo (Vizcaya).Barco gemelo del “Txori”, en el que también anduvo embarcado “Nasi”.
José Ignacio “Nasi”,al lado deun gran atún, y con dos “serruchos “ en la mano.
Dakar (Senegal), años noventa. En el atunero vasco “Txori”. “Nasi” Míguez Goce, con un enorme ejemplar de atún.(Archivo Familia Míguez Goce).
Dakar (Senegal), años noventa. “Nasi” y un compañero senegalés, con un buen ejemplar de “pez vela”.(Archivo Familia Míguez Goce).
Años noventa. El atunero vasco “Txori”, faenando en el Golfo de Guinea.
En octubre del 2000, “Nasi” Míguez Goce cambia de compañía armadora y embarca en Vigo en el “Intertuna Tres”, de Willemstad (Isla de Curaçao). En 2005 comienza a alternar sus embarques con el “Intertuna Uno”, de la misma armadora, domiciliada ahora en Victoria-Mahé (Islas Seychelles). En 2008 se pasa al “Albatún Dos”, de armadora vasca con base en Cádiz, y al cabo de un año cambia al “Albacán”, de la misma compañía. Durante unos años, va alternando embarques en estos dos atuneros, y también en el “Intertuna Uno”. La flota atunera vasca faena por el Índico, el océano más peligroso del mundo, y fue a menudo acosada por los “esquifes” piratas de la zona. Tanto el “Albacán”, como el “Albatún Dos”, sufrieron intentos de abordaje en más de una ocasión, de los que siempre consiguieron escapar. <<Ahora -explica “Nasi”, al saber que los atuneros españoles llevan agentes de seguridad a bordo, y que hay buques de guerra vigilando la zona, apenas ya se producen ataques de los piratas somalíes. Pero hubo una época, hace unos seis o siete años, en la que pasamos bastante miedo, y teníamos que andar siempre vigilantes de que apareciesen >>
El “Albatún Dos” es uno de los atuneros más grandes construidos en España. Fue botado en los “Astilleros Hijos de J.Barreras”de Vigo,en 2004.
“Nasi” Míguez Goce, al lado de un buen ejemplar de atún, pescado en el Océano Índico. Por el suelo, una cantidad importante de “serruchos”.
El “Albacán ” , atunero vasco construido en los “Astilleros Hijos de J. Barreras” de Vigo, en 1991.
“Nasi” Míguez Goce, con una dorada en la mano. A su lado, colgado, un buen atún.
A punto de finalizar el 2016, “Nasi” Míguez Goce se recupera de una fuerte lesión en un brazo. Después de un mes con el brazo en cabestrillo, necesitará otro más para recibir el alta médica. Pronto embarcará de nuevo en algún atunero de la compañía. “Nasi” es uno de los últimos marineros de la saga de los Goce que sigue en activo. En el pasado agosto de 2016 cumplió sus treinta y cinco años en la mar.
Baiona, 1996. Marga Pena Dafonte y José Ignacio Míguez Goce, “Nasi”, en el día de su boda.(Archivo Familia Míguez Goce).
Atrás queda el día de su boda con Marga Pena Dafonte. Han pasado veinte años, siguen viviendo en Baiona como sus antepasados, y tienen dos hijos: Gabriel, de diecinueve años, y Alejandra, de trece.
Baiona, Paseo Marítimo, 2001. Arriba: “Lule” Míguez Goce, Mena, “Marsi”, Lourdes
Goce Silva, Marga Pena,
“Nasi” Míguez Goce, Avelino Míguez Misa y Rosi. Delante: DiegoOtero Míguez, GabrielMíguez Pena, Ángela y JoséMíguez Goce.
Baiona,Rompeolas, 2009. La abuela Lourdes Goce Silva, con sus nietos “Nico”, hijo de “Lule”, y Pedro, hijo de Cristina. (Archivo Familia Míguez Goce).
Los nueve nietos de Lourdes Goce Silva forman parte de la quinta generación de los Goce llegados a Baiona en 1890, pero el apellido, si no se remedia, se perderá con ellos.
Baiona, 2012. Los nuevenietos de Lourdes Goce Silva. Arriba: Diego y Óscar. En medio: Pedro, Mateo, Alejandra y Gabriel. Abajo: “Nico”, Fátima y Miguel. (Archivo Familia Míguez Goce).
Los genes de artistas de los Goce se han esfumado con los nietos de Lourdes. Ni uno sólo canta, ni nadie toca instrumento mu-
sical alguno, no hay actores ni actrices de teatro, tampoco existen bailarines entre ellos… aunque Óscar mantiene la tradición de los Goce de bailar la “Danza de las Espadas”. Pero al menos queda el deporte en la familia: Diego es campeón de lucha libre olímpica, con muchos títulos y medallas nacionales en su haber; Óscar es del Club Val Miñor de fútbol, y disputa la Liga Gallega de cadetes; “Nico” y Miguel empiezan en el Erizana; y Pedro, se inicia en el deporte de la lucha en el Clube de Loita Sabarís, igual que su primo. Los futbolistas, promesas todavía, con que salgan tan buenos como sus tíos abuelos “Lanina, “Cabecitas”, “Rato”, “Lalo”… históricos jugadores del Erizana, ya habrán cumplido sobradamente.
Nigrán, Campo de Condomínguez, 2016. Óscar Míguez Lorenzo, con el Club Val Miñor, en un partido de la Liga Gallega Cadete Zona Sur. (Archivo F. Míguez Goce).
“I Gala do Deporte Municipal de Baiona 2011”, Auditorio V Centenario, 14 de enero de 2012. Óscar Míguez Lorenzo, ”Nominado” como “Mellor Deportista de Base”.
Baiona, Campo del Aral, 2016. “Nico” Otero Míguez, con el Club Erizana, en un partido de la competición infantil.(Archivo Familia Míguez Goce).
“IV Gala do Deporte de Baiona 2014”. Nicolás Otero Míguez,
“Nominado” al premio de “Mellor Deportista de Base”. (Archivo Familia Míguez Goce).
“IV Gala do Deporte de Baiona 2014”. Auditorio V Centenario, 31 de enero de 2015. Los dos hermanos, Diego y Nicolás Otero Míguez, galardonados en la gala, posan con sus padres, José Manuel Otero Carreray Lourdes Míguez Goce.
Los dos hermanos con sus diplomas: Diego, como “Mellor Deportista de Base Masculino 2014”; Nicolás, como “Nominado” al premio de “Mellor Deportista de Base”. (Archivo Familia Míguez Goce).
De los nietos de Lourdes Goce Silva, es Diego el que más destaca como deportista. En la actualidad, y desde hace tres años, está concentrado en el Centro Gallego de Tecnificación Deportiva de Pontevedra, donde recibe entrenamiento intensivo de lucha libre olímpica, y cursa sus estudios de bachillerato.
Diego Otero Míguez, con maillot negro liso y rodilleras, en sendas actuaciones en un Campeonato Gallego y en un Campeonato de España.
Diego Otero Míguez ya cuenta con un abundante palmarés: Medalla de Bronce en el “Campeonato de España 2015”, categoría 63 K Cadete; Medalla de Bronce el “Campeonato de España
Escolar 2015”; Medalla de Bronce en el “Internacional Jovenes Promesas Lucha Libre 2016”, categoría 63 K Cadete; Medalla de Oro en el “Campeonato de Lucha Grecorromana 2016”, celebrado en Braga (Portugal), en categoría 63 K Cadete; Medalla de Plata en el “Campeonato de Lucha Libre 2016”, celebrado en Lisboa (Portugal), en categoría 66 K Cadete; y recientemente, Campeón Gallego 2017 de Lucha Libre y de Grecoromana en categoría 63 K Cadete. Por dos años consecutivos, 2014 y 2015, ha sido nombrado “Mellor Deportita Base Masculino” en la “Gala do Deporte de Baiona”.
“V Gala do Deporte de Baiona 2015” . Diego Otero Míguez, nombrado “Mellor Deportista de Base Masculino 2015”. (Archivo Familia Míguez Goce).
Diego está considerado en la actualidad como una firme promesa de la Lucha Libre Olímpica nacional. De seguir en esa destacada progresión, no sería extraño que Baiona cuente pronto con un deportista olímpico.
Ahora, en 2017, en su casa al pie de la Virgen de la Roca, Lourdes Goce Silva, a los setenta y ocho años, sigue con la presencia cercana de sus siete hijos, sus nueve nietos, sus tres hermanos, sus incontables primos, sus yernos y nueras… que no dejan de pasar a menudo por su hogar. Allí convive con sus muchos recuerdos, con los cuadros por las paredes de escenas familiares, con sus álbumes repletos de imágenes… y con la actividad ruidosa de alguno de sus nietos.
Baiona, 2008. Lourdes Goce Silva.
“Mis nietos ya no son Goce”, dice Lourdes con cierta nostalgia.