Septiembre de 2014 El Retiro, Antioquia DISTRIBUCIÓN GRATUITA
PERIÓDICO TRIMESTRAL
<A caballo regalado no se le mira el diente>
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CAMINAR EL RETIRO Darío Ruiz / p • 3 DEL CAMPO A LA CIUDAD (Y DE VUELTA) Nicolás Naranjo / p • 4 ENMASCARADOS DE AYER Elkin Obregón / p • 6 ¿DE QUIÉN ES EL RETIRO? Julián Estrada / p • 7 VIIVIR ENTRE MUCHOS Marisol Henao Luz Mirella Bedoya / p • 12 BOSQUES PARA LA VIDA Nora Londoño / p • 14
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ALEJANDRA ESTRADA SIERRA Directora, diseñadora, ilustradora GLORIA BERMÚDEZ BERMÚDEZ Coordinadora
¿PARA QUÉ UN PERIÓDICO RURAL?
DIANA MATILDE MÚNERA HOYOS Asistente general DORIS ÁLVAREZ RUIZ Diseño, diagramación JAVIER NARANJO MORENO JULIÁN ESTRADA OCHOA ELKIN OBREGÓN SANÍN NICOLÁS NARANJO BOZA Comité Editorial FOTO CARÁTULA: Henry Villegas. Alto de la Cruz, El Retiro 2014 ISSN: 2389-8747 Corporación rural Laboratorio del Espíritu Km 6, vía El Retiro - La Ceja. Vereda Pantanillo Teléfono: (574) 5410579 www.laboratoriodelespiritu.org monteadentro@laboratoriodelespiritu.org Colombia, 2014
EL PASADO A CUESTAS Hace unos meses, cuando Monteadentro era sólo un proyecto, hablamos con Henry Villegas Salazar sobre la idea de que sus fotografías estuvieran en el periódico. El material enviado fue de tal calidad que no tuvimos otra opción que elegirla como carátula. A pocos días de mandar a impresión el primer tiraje de Monteadentro, nos enteramos de que Henry ha ganado, con estas mismas fotos, el segundo puesto en el Salón Colombiano de Fotografía. Henry es guarceño, fotógrafo de profesión y tomó estas fotos en el Alto de la Cruz que tituló “El pasado a cuestas”. Acá las publicamos para su disfrute.
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as respuestas las fuimos encontrando sin advertirlo. Lentamente, mientras acompañamos a quienes llegan a la biblioteca, cuando vamos a las veredas, al mariposario, a escribir y leer, a hacer música con los niños. O estamos con ellos cuando llegan por primera vez, asombrados, al mar misterioso que baña sus ojos con otra sal. Fuimos creciendo juntos y la idea del periódico llegó natural sembrando razones, preguntas y verdades también.
Un periódico rural para el gozo de la lectura, el saboreo de las palabras antiguas (y nuevas), la comprobación de que en tantos viejos se conserva una memoria feliz de muchas cosas que necesitamos. Y la seguridad de cuánto hace falta su voz y su silencio en nuestros días.
Las dudas y las razones siempre aparecían para pensar su conveniencia, lo que costaría hacerlo, qué debería contener, los escritores conocidos que escribirían, y la importancia de las palabras de ustedes puestas en el papel, sin cambiar nada de lo que charlan tranquilos en sus casas, ni ninguna de las historias que se cuentan en los caminos. ¿Lo leerían?, ¿tendría sentido?, ¿valdría la pena el empeño?, ¿meternos en ese brete?
Un periódico rural para darnos el gusto de hacerlo. Y ver los rostros felices de quienes lo reciben en las fincas, en las casas, en los salones comunales, en las escuelas, en las tiendas de las veredas.
Un periódico rural para que habite la poesía, el cuento, el drama, la comedia. El pensamiento, la risa, la alegría, y la cercanía cuando estemos bien y cuando estemos llevados.
Un periódico rural para saber los derechos que tenemos y nuestras responsabilidades, las vueltas malucas y buenas, o a quiénes debemos acudir para saber lo que no sabemos, y aprender qué es eso de ser ciudadanos y a no Les cuento algunos de los motivos que nos tragar entero nunca, para decir en calma y bien decidieron, para que ustedes los conozcan, parados lo que haya que decir. aunque lo que están leyendo ahora pesa más Un periódico rural para que la familia se que cualquier justificación. encuentre a leerlo, por ejemplo en la cocina, Un periódico rural para llegar más a las y vuelva al sitio donde conversaban, comían, vidas de ustedes, los campesinos de El Reti- se contaban las historias de bultos en los caro; y de cuantos quieran leerlo, volviendo más minos, y se entregaban al cariño bonito de rericas las conversas y agrandando los saberes. unirse, con los ojos brillantes por las suaves Un periódico rural para oír transparen- llamas del hogar. tes las voces del campo, escucharlas atentos, Un periódico rural para madurar los mientras luchamos juntos contra la tontina de aguacates y recoger la basura, hacer gorros y los que sólo paran bolas a sus propios asuntos. barcos, limpiar vidrios, alimentar el fuego, abUn periódico rural para que recordemos, sorber un charco y secar las semillas de tomate ayudados por los pocos que no han olvidado, para que tengamos con que hacer más hogao. y contar cosas a los que apenas crecen, y a los Sin tanta cháchara, vamos pa´ que venimos de la ciudad, en ese desplazaMonteadentro. miento bueno que es devolverse al principio. monteadentro 02
CAMINAR EL RETIRO Los caminos fueron antes que la carretera DARÍO RUIZ GÓMEZ
|Henry Villegas. Alto de la Cruz, El Retiro 2014|
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aminar El Retiro no es lo mismo que caminar en El Retiro ya que lo primero responde ante todo al propósito secreto de crear y de verificar un territorio y lo segundo obedece a un acto impremeditado de salir a caminar. Como recuerda Antonio Machado. “Caminante no hay camino/ Se hace camino al andar”. Un mapa es una abstracción, una vaguedad de geógrafos que responde muchas veces a imperativos políticos y no a la verdad de los paisajes ni a la construcción de espacios significativos por parte de los pobladores. Mirar es crear y de este modo caminando nació el concepto de panorámica tal como lo podemos ver en el cuadro de Cano, “Horizontes”. Verificar un territorio consiste en recorrerlo caminándolo, convirtiéndolo en ocasión propicia de una meditación tal como lo hizo magistralmente Rousseau, tal como lo hizo Thoureau y tal como lo hizo Fernando González para el cual el camino que conduce de Envigado a El Retiro se convirtió en motivación para lanzarse a ese itinerario de sentimientos que lo condujo hacia las tierras de Abejorral, Sonsón, Aguadas, Salamina y Manizales. La presencia del ser humano y su acción sobre la naturaleza nos da como resultado un paisaje construido a través del tiempo y convertido por lo tanto en un patrimonio intangible que no puede ser arrasado impunemente. monteadentro 03
Lo desconocido se hace próximo, lo folclórico se convierte en el el rostro que nos pregunta, la fuente de agua despierta el murmullo de la fuente bíblica, el árbol sin nombre es bautizado por la emoción de quien lo descubre como parte misma de su alma peregrina, el horizonte llama a avanzar hacia la hondonada, la cuesta empinada nos lleva hacia otro horizonte y así sucesivamente se convierte el camino en metáfora de nuestra propia búsqueda existencial. Los caminos fueron antes que la carretera, las fondas camineras se convirtieron en los hitos del recorrido convertido en definidor de nuestra vida. Lo que se desconoce no se ama y aquí a través de los caminos está el país real con el cual nunca tuvimos el diálogo necesario, el prójimo que espera nuestra compañía. El Retiro cuenta con el territorio que señalaron sus creadores de horizontes desde el siglo XIX. Frente al despojo abierto del territorio real que implica el concepto de la propiedad privada de la tierra, la privatización de los caminos, la destrucción de la herencia campesina y su derecho sagrado a morar en su territorio, necesitamos rescatar al paseante y sus caminos, la presencia del jardín campesino, la salvaguarda de los arroyos, al necesitado de horizontes para que el territorio no desaparezca o sea vulnerado y El Retiro pueda ser aún el territorio de la luz.
DEL CAMPO A LA CIUDAD (Y DE VUELTA) ALIMENTO CULTURAL IMPARABLE NICOLÁS NARANJO BOZA
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a relación entre el campo y la ciudad la ilustra la vida olvidada de un gran antioqueño –es significativo tanto para su pueblo natal, como para la ciudad, para el país entero y hasta para otro país– llamado Fabriciano Botero, y permite establecer la relación entre El Retiro y Medellín. Este insigne matemático e ingeniero nació en El Retiro y estudió en el Instituto Caldas de su pueblo natal. En 1873 se matriculó en Matemáticas e Historia natural en la Universidad de Antioquia, cuando era rector de la institución Pedro Justo Berrío. Estudió hasta que la Guerra civil de 1876 le obligó a suspender estudios. El vicerrector de la Universidad, Tomás Herrán, lo envió a la Escuela Militar de Bogotá para estudiar Ingeniería y Táctica militar americana. El presidente Rafael Núñez le condecoró con una espada de empuñadura de oro la cual el homenajeado pidió le fuese cambiada por los derechos de navegación hasta los Estados Unidos para formarse profesionalmente. Viajó y comenzó estudios de inglés en el Colegio de York Town en 1881. En septiembre de ese mismo año se matriculó en el Instituto Politécnico Rannslear, en Troy, en la carrera de Ingeniería, donde fue condiscípulo del Dr. Edgar Marting (quien posteriormente fue Director de Ingeniería en la Universidad de Pennsylvannia). El Dr. Burr, profesor de Fabriciano Botero, le dedicó su obra sobre “Resistencia de materiales” (obra de consulta general) así: “A mi discípulo Botero a quien nunca se le halló un error en sus composiciones.” En septiembre de 1885 se graduó. Trabajó en la ciudad de Troy y en otras ciudades cercanas en Agrimensura y otros trabajos importantes en asocio de su amigo Marting. Regresó a Antioquia el 25 de septiembre de 1887. El Dr. Marceliano Vélez lo nombró Director de trabajos de la Carretera al Norte y enseñó Trigonometría en la Escuela de Minas donde fue maestro de ingenieros significativos como por ejemplo Clodomiro Ramírez, Carlos Cock, Juan de la Cruz Posada, Germán Uribe H., Alejandro López, Germán Jaramillo Villa, Jorge Rodríguez, Antonio J. Duque, José M. Jaramillo Mtz., Francisco Gómez Escobar,
(de Ríonegro), Gregorio Gutiérrez González (de La Ceja), Agripina Montes del Valle (de Salamina), Porfirio Barba Jacob (de Santa Rosa de Osos), Tomás Carrasquilla (de Santo Domingo), Julio Vives Guerra (de Santa Fe de Antioquia), Pedro Nel Gómez (de Anorí), para solo mencionar unos cuantos y a una de las mujeres antioqueñas más especiales.
Fabriciano Botero Alonso Robledo, Juan de D. Vásquez y Antonio Álvarez R. Como docente escribió un Estudio del ferrocarril, en dos tomos, el cual sirvió para la construcción del Ferrocarril de Antioquia –una obra magna del departamento–. Luego fue Administrador del Ferrocarril de Antioquia. Regresó a su pueblo natal y se ocupó de trabajos de Agrimensura para luego volver al Ferrocarril de Antioquia como Gerente e Ingeniero. Desde comienzos del siglo XX y a causa de problemas de salud, regresó a El Retiro, donde vivió diecisiete años, en los cuales su ambiente familiar, el clima y la naturaleza le ayudaron a sobrellevar su enfermedad.1 Pensémoslo: Medellín es una ciudad hecha, en gran medida, por los llegados a ella de los pueblos de Antioquia. Y muchos de nuestros grandes hombres muestran que desde el campo se puede llegar muy lejos, y precisamente eso le trae conocimiento y lustre al pueblo natal a su vez. Si no, piénsese en estos eminentes antioqueños: José María Villa (de Sopetrán), Francisco Gómez Escobar (de Fredonia), Benigno A. Gutiérrez (de Sonsón), Antonio José Restrepo (de Concordia), Esteban Jaramillo (de Abejorral). En el arte pensemos en Juan José Botero
Datos tomados del artículo “Un héroe del trabajo y mártir del deber” por F. A. Uribe M. Medellín, agosto 27 de 1918. En “Boletín de la sociedad antioqueña de ingenieros Año 4, Medellín-Colombia, Números 4 y 5. Comité de Redacción José María Escovar, Alejandro López I.C., Luis F. Osorio, Julio Jiménez. págs. 96-99. 1
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Sus vidas nos muestran esto: hay que trabajar duro para “sacar la cabeza”, ser “echado para adelante” como se dice. Esto se logra atemperándose, formándose. La lección es clara: el campo da un ánimo especial, un carácter perseverante, un cuidado sabio por los seres vivos, por el entorno, una alegría en la vida y, si atesoras y cuidas estos legados, podrás hacer cosas grandes. Si llevas tu pueblo en ti conquistarás ciudades. Solo se requiere estudio y amor. Y casi siempre el campo facilita ambas cosas.
NO TUVIMOS TIEMPO SINO DE SER FELICES Con seis meses de antelación, el Laboratorio del Espíritu prepara a un grupo de niños campesinos para un viaje único que los sacará por una semana de su rutina de ordeñar las vacas, recoger los huevos en el galpón y cumplir con los deberes de la escuela. Cada año, con la excusa de conocer el mar, descubren el mundo mientras aprenden geografía, biología y hasta antropología, y se preparan para el encuentro maravilloso: el bus no ha parado aún cuando ya todos los niños se quieren bajar y correr hacia el agua. A partir de allí, lo que sigue es aguamalas, cocos, iguanas, micos, manglares, danzas, volcán de lodo, arepa de huevo, cangrejos y hasta serpientes. Lo que sigue son dibujos en un diario pintado y una colección de recuerdos inolvidables que marcaron la vida de estos niños. Tomado del texto No tuvimos tiempo sino de ser felices de Lina Arboleda. Gracias a Fraternidad Medellín por ayudar al Laboratorio del espíritu a llevar cada año a los niños campesinos a conocer el mar.
EL ESPÍRITU DE LA MÚSICA VIVE EN EL LABORATORIO DEL ESPÍRITU Con la música como medio de expresión logramos transmitir diferentes sensaciones y podemos representar en ella nuestros pensamientos y sentimientos más profundos. VALENTINA GARCÍA GALLEGO -SANTIAGO RENDÓN ECHEVERRI Integrantes del semillero de periodismo
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a Escuela de Música del Laboratorio del Espíritu con el acompañamiento de la Corporación Orquesta Sinfónica de Antioquia, ofrece talleres semanales de iniciación musical para niños desde los cuatro hasta los ocho años, clases de piano y guitarra para pequeños y grandes y un ensamble de cuerdas de música tradicional colombiana.
cantando, palmeando ritmos, imitando sonidos y melodías, jugando con la música y descubriendo que está dentro de ellos; es símbolo de que están recibiendo una educación alegre y diferente. En clases de piano y guitarra es increíble descubrir el talento que lleva cada uno de los alumnos sin importar su situación y ver cómo lo cultivan con gusto, dedicación y amor.
sentido de pertenencia, no solo porque siendo tan jóvenes están siguiendo la tradición de nuestra música autóctona, que poco a poco se ha perdido, sino porque el sonido que sale de sus corazones es limpio y representa muy bien los pasillos, guabinas y bambucos que nos hacen sentir en casa.
Un día de música en el Laboratorio es mágico: sentir la alegría de los niños cuando llegan al taller de iniciación musical; escucharlos
Escuchar a los niños y jóvenes de la estudiantina interpretando nuestra música colombiana es de admirar y genera un gran
“En la clase de guitarra el profe nos explica nota por nota la canción que debemos aprendernos, es muy interesante la clase porque nos divertimos mucho y es como trasladarnos a otro mundo, un mundo imaginario donde todo se puede lograr, donde nos reímos, jugamos con la música, nos expresamos cantando y tocando, me encanta la música, más que todo la guitarra “ Pamela Villada, 14 años
La Escuela de música del Laboratorio del Espíritu es posible gracias al apoyo de la Corporación Orquesta Sinfónica de
|Clases de música en la vereda Pantalio|
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Antioquia, las Fundaciones Éxito, Sofía Pérez de Soto y John Ramírez Moreno, Yamaha Musical.
ENMASCARADOS DE AYER ELKIN OBREGÓN SANÍN
|Dibujo a pluma de Horacio Longas|
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o sé si todavía hay sainetes en Antioquia. Es una tradición viejísima, y, al parecer, nada acorde con los tiempos de hoy; pero uno nunca sabe, las raíces son tercas. Me copio a mí mismo, o mejor, al joven que fui: “El sainete vino de España, su cuna, embarcado en los primeros veleros, en las bocas de los navegantes conquistadores. Pero es un producto puro de nuestro folclore, pues aquí se aclimató, se reformó, se incorporó al anónimo y riquísimo patrimonio cultural del pueblo, como una especie de festejo campesino, siempre decembrino, destinado a presentarse en casas, veredas y fincas de recreo. Es una pieza en verso, casi siempre en octosílabos, a la manera del romance español, en un acto, con ciertas características constantes; los personajes varían entre un número de 16 a 25, todos -incluso las damas- interpretados por hombres, y todos ataviados con máscaras o caretas. Arturo Escobar Uribe, en su libro Rezadores y ayudados, describe así el desarrollo del sainete: ‘Entraban bailando, apareados al son de una danza, precedidos por el abanderado, y una vez en el lugar escogido para su representación, el abanderado, plantándose en mitad del recinto, hacía la salutación. La comparsa se desplegaba en
círculo, dando comienzo a la escena. Quienes intervenían en ella avanzaban al centro mientras hablaban, y el abanderado ocupaba uno de los extremos, desde donde los dirigía’. A más del director, aparecen siempre en la obra dos novios rivales, que se disputan el amor de una muchacha; tres novias, o más, pues al final habrá varios matrimonios, según el número de personajes; nunca falta en la acción una riña, y son también fijos los padrinos y madrinas, el alcalde, el alguacil o policía, y varias ‘muertes’ y diablos”. Vuelvo al presente. La memoria de los viejos es selectiva: recuerdo aún, con nitidez, el comienzo de “mi” primer sainete, cuando salió a la palestra el director de escena:
Yo soy el abanderado que viene de La Turquía, a ver si me dan permiso de entrar con mi compañía. Si me dan este permiso, me lo dan en un momento porque voy de correría y no puedo perder tiempo. monteadentro 06
Al final se recogía una contribución, siempre voluntaria, y por lo general corría también el aguardiente, y algún plato de empanadas o de chicharrones. Aquel ritual nocturno se repetía en diversos lugares a lo largo del mes, y tal vez nadie -ni actores, ni espectadores- era en verdad consciente de la profunda belleza de esas funciones. Ni tampoco de que aquella invasión de hombres enmascarados no encerraba más peligro que el del trasnocho. Demasiado han cambiado los tiempos. Pero ahí vamos.
PD. Gloria Bermúdez me sugiere que ilustre esta croniquita con una viñeta mía. Incluyo algo mucho más elocuente: un dibujo a pluma de Horacio Longas, el gran pintor de temas y tipos antioqueños. No conozco mejor ni más bella estampa de nuestro olvidado sainete. Se trata de un dibujo casi inédito, y el cómo llegó a mis archivos daría pie a una linda anécdota. Pero no cabe en esta página, me temo. Es otra historia.
CÓMO NARRABA LA HISTORIA SAGRADA EL MAESTRO FELICIANO RÍOS RAFAEL ARANGO VILLEGAS Tomado de “Bobadas mías...” (1933) Casa Editorial y Talleres Gráficos Arturo Zapata, Manizales - Colombia Agradecemos a la familia de Rafael Arango Villegas su autorización para publicar el presente texto.
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onocí al maestro Feliciano Ríos hace muchísimos años. Quizá fue por allá en mi “edad de piedra”, es decir, cuando yo arrojaba piedras a los transeúntes en estas calles natales. El era zapatero y tenía su establecimiento en la vecindad de mi casa. Cuando yo me “mamaba” de la escuela (o “hacía novillos” como dicen ahora), me iba a la zapatería del maestro Feliciano y allí pasaba las horas hasta que calculaba que era tiempo de regresar a la casa. Un día estábamos en la zapatería el maestro y yo. El echaba suelas a unos zapatos viejos y yo le ponía las “presillas” a una “horqueta” de “nigüito”. Andábamos por lo mejor del trabajo cuando pasó una “ñapanga” muy empingorotada, contoneándose mucho, y dejando tras de sí una estela de perfume que embalsamaba la calle. Yo apenas levanté los ojos al sentir el taconeo, como que aquello no me interesaba ni mucho ni poco estando, como estaba, empeñado en la confección de la “cauchera”. No así el maestro Feliciano: como movido por un resorte se levantó del asiento, tiró a un lado la obra que tenía entre las manos y
se lanzó a la puerta. Siguió a la jamona con la vista hasta que se le perdió a lo lejos. Cuando regresó a su asiento me dijo: - Quien las ve tan empingorotadas, y están en este mundo porque a nosotros nos dio la gana. Yo volví hacia el maestro mis ojos interrogantes, y él, entonces, me dio una lección de Historia Sagrada que voy a transcribir textualmente, sin quitarle una sola palabra: ¡Ya ve! (empezó el maestro Feliciano), como son de orgullosas las mujeres, y sepa que están aquí en el mundo porque a nosotros nos dio la gana. Porque nos dio lástima de ellas y le dijimos a mi Dios que las hiciera. El no había pensado ni por un momento en ellas. Este mundo estaba organizado para funcionar con hombres. Nada más que con hombres. Pero Adán, de puro majadero, se puso a pedírselas a mi Dios. Le dijo que le diera una compañera, y vea la “nadita” que nos acomodaron encima, después de lo sabroso que estábamos así solos. Las cosas –continúo el maestro- pasaron de esta manera: cuando mi Dios empezó a “mon-
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tar” el mundo, es decir, a “abrirlo”, creó a Adán y lo puso de mayordomo, estableciéndolo en el Paraíso, que era el único “abierto” que en ese entonces había. Adán lo hacía todo, pues el Señor no bajaba sino una vez a la semana a darle vuelta a la “finca”. Se venía los domingos por la mañana, a caballo, acompañado por un ángel para que le abriera las puertas y le tuviera el estribo. El ángel andaba también a caballo, y llevaba un capacho de sal y una botella de veterina en la cabeza de la silla. Veían los potreros, recorrían los sembrados y daban vuelta a los animales. Cuando encontraban alguna res con gusanos, el ángel se desmontaba, la enlazaba, se arrancaba una pluma de la “cola”, la metía entre la botella y le aplicaba la veterina. Luego seguían en sus quehaceres. Al medio día, cuando hacía mucho calor, el Señor se bañaba en el Eufrates, que corría por allí cerquita; en seguida echaban un “perrito” a la sombra, y por la tarde se volvían al Cielo. Pero una tarde, cuando ya se iban a despedir, Adán, que estaba recostado en el cañón de un manzano, le dijo al Señor:
- Yo que le iba a decir a usté una cosita, patrón… Y el Señor, pensando que Adán iba por cierto lado, le dijo arrebatándole la palabra: - ¿Qué le mejore el “partido”? ¡Imposible! Ahora está la situación muy mala y, además, usted sabe que yo estoy gastando un platal en el montaje de esto, y que hasta ahora no he visto el primer centavo. Espere un poco a ver si mejoran las cosas. - No, si no es eso. Es otra cosa; pero es que a mí me da mucha pena decirle a usté…- y se puso a hacer rayas con la uña del dedo gordo de la mano en el cañón del manzano. - Pues diga a ver si se puede… - Era que yo le iba a decir que… que… a mi me da mucha pena, pero que… - Diga, hombre; no sea tan montañero, que yo no le voy a hacer nada. - Pues era que yo le iba a decir que… que me diera a mí también una compañerita. Ya ve que el tigre tiene su tigra, el hipopótamo su hipopótama, el rinoceronte su rinoceronta, el mamut su mammuta, el ardito su ardita, y hasta el pisco tiene su “pisca”. El único que está aquí varado soy yo… El Señor le replicó con mucha calma: - Vea, hombre Adán; le voy a decir una cosa: yo si se la doy, si usted quiere; pero le advierto que le va a pesar. Usted está muy muchacho todavía, y no conoce la vida. La encartada que se va a meter es horrible. Yo sé por qué se lo digo. Es mucho mejor que desista de eso. Adán bajó la cabeza y siguió haciendo rayas en el cañón del árbol. Entonces terció el ángel: - Hombre, Adán; no me debiera meter en estas cosas, pero sí le digo que el Señor tiene mucha razón en lo que le está diciendo. Piense mejor la cosa. No crea que a Él le da trabajo hacerle una compañera; se la hace de cualquier cosa. De lo primero que encuentre a la mano: de un palo de escoba, o de una “tusa”. Pero sepa que usté se va a meter en la grande. El Señor volvió a tomar la palabra: Bueno, vamos a ver: ¿para qué quiere usted la compañera? - Pues yo la quiero como para que me cuide la casa, me haga la comidita y me remiende las “hojitas de parra”, que están vueltas hilachas. - Está bien: tráigame de qué hacérsela. Y como Adán no encontraba nada apropiado en el momento, por estar muy azorado, el Señor le dijo que se acercara, le sacó una lata de costilla, la tomó en las manos, le hizo cierto manipuleo, sopló sobre ella y saltó una mujer hermosísima, tirándole besos a todo el mundo, inclusive el Señor, y haciendo mil monerías. Adán, que no “conocía el almendrón”, le dio mil gracias al Señor por el beneficio tan grande que le había hecho. El Señor le contestó muy serio “que no había de qué”, y en seguida se fue con el ángel otra vez al cielo. Pues no habían pasado todavía quince días (continuó el maestro Feliciano), cuando ya la
tal compañerita tenía metido a nuestro padre Adán en la hondura más grande del mundo entero: había detrás de la casa un manzano muy bonito, que se mantenía lleno de manzanas. El Señor lo quería muchísimo, porque dizque era de una semilla extranjera.
poco de “vainas”, y hasta nos rumba de aquí. Si es que tiene mucha gana de comer frutas, yo le traigo mañana uchuvas de la huerta, que hay muchas y muy bonitas. O si quiere cómase una cañafístula o un aguacate, o una guanábana. Pero no vaya a tocar ese palo, que después no es sino para vainas. Póngase a hacer sus oficios y no le haga caso a esa culebra cuando le vuelva a hablar.
Ese sábado, antes de irse, les había dicho a Adán y a Eva: “Ya saben que a ese manzano que hay detrás de la cocina no le cogen una sola fruta, porque esta es la primera cosecha, y es un árbol muy delicado; fue mucho el trabajo que me dio hacerlo prender. Si le llegan a coger una sola fruta los echo en el acto de aquí”. Ambos le contestaron que no tuviera cuidado.
Pero a ella no le valían razones. Tenía la cabeza más dura que un pilar de chonta. Empezó a refunfuñar: - ¡Sí, que no lo contemplan a uno y no le dan gusto en nada!… (Y se le encaró a Adán):
Al otro día ya estaba Eva coqueteándole a las manzanas y arrancándole pedacitos con las uñas a las que estaban más bajitas. Además, una culebra que tenía nido en el árbol le decía constantemente: “No sea tan boba; si le provocan las manzanas coja las que quiera y cómaselas”. Y Eva le replicaba:
- Pues si usté no quiere que nos comamos una entre los dos, yo me la como sola. Yo no me voy a aguantar estas ganas… Adán trataba de convencerla: - No, mija, no sea golosa; no haga eso. Fíjese que si después pasa algo yo soy el que pago el pato. ¡Nos quitan la finca, nos sacan de aquí
- ¿Sí? ¿Y si va y el Señor lo sabe? ¿Y si va y las tiene contadas?
enseguida, y el embromado soy yo. Deje eso,
- Vea, hombre Adán; le voy a decir una cosa: yo si se la doy, si usted quiere; pero le advierto que le va a pesar. “reinita”. ¡Si usté no ha sido caprichosa nunca! Yo le prometo que mañana me encaramo a estos otros árboles y le cojo hartas frutas para que coma hasta que se las toque con el dedo, sea juiciosa, “negrita”.
- No crea. El no las tiene contadas. Yo he visto que apenas se acerca al árbol y les da un vistazo. Bien pueda; coja todas las que quiera que yo respondo. Esa es la fruta más deliciosa. Y no sólo eso, sino que el que las come queda sabiendo tanto como su patrón. Pues por eso es que El no las deja comer: para que ustedes no le vayan a aprender las “paradas”.
Pero harto que le valían los consejos. Le entraban por un oído y le salían por el otro. “Juró a taco” que se comía la fruta. Y refunfuñaba, y daba zapatazos en el suelo, hasta que se puso como una hidra. Entonces Adán se calentó y le dijo:
Eva no se dejó seducir en el primer momento, pero quedó con una provocación espantosa. Por la tarde, cuando Adán llegó del “corte” y colgó el azadón en los palos de la cocina, y se quitó los zamarros de cuero de tatabra, lo llamó Eva por allá a un rincón y le dijo:
- ¡Pues no se come esa fruta! ¡Ya se lo dije! ¡Y si se la come, le meto una pela, porque yo soy el que manda aquí!
- Si viera, mijo, lo que me dijo una culebra que hay allá en el manzano…
Esto que el pobre le dice, y ella que se vuelve una fiera. Se lo quería comer:
- ¿A ver: qué le dijo?
- ¡Pues sí me la como! ¡Y sí me la como! ¡Porque usté no me manda a mí!
- Pues me dijo que no fuéramos tan bobos; que comiéramos de esas manzanas; que esa fruta no solamente es muy deliciosa, sino que el que la come se vuelve sabio; que por eso es que el patrón sabe tanto y tiene tanto verbo, y habla tan bien. ¿Quiere que yo coja una chiquita y coma un pedacito chirriquitico a ver qué me pasa?
Y se emperró a llorar. Adán, creyendo que le iba a dar un ataque, según lo desfigurada que estaba, fue y cogió la fruta y se la comió con ella. Estaban acabando de comer el último bocado cuando se les apareció un ángel calientísimo, con un fierro al rojo en la mano, y les echó un mundo de vainas y los rumbó de allí…
A Adán no le sonó la cosa, y le contestó con mucho mimo:
Después (terminó el maestro Feliciano), ya me ve usté aquí aventándole martillo a esta suela para ganarme el bocado de comida, y ya las ve a ellas tongoniándose por esas calles, como si fueran mi Dios…
- No, mija; deje esa “culequera”. No se meta con esas frutas, que le puede pasar un “cacho”. Fíjese que después va a saber el patrón que usté le está tocando esas frutas, y nos echa un
LECTURAS PARA COMPARTIR EN LA COCINA
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PALABRA DE NIÑO ¿CUÁL ES EL PRIMER RECUERDO DE PAZ QUE TIENES? Yo recuerdo que mi mamá me acaricia, me da un beso en la mejilla cuando me peina. Jesús, 10 años / Pasto. El primer recuerdo de paz que tuvimos con mi papá fue que tuvimos un día lindo. Esteban, 8 años / Pasto. La sonrisa de mi madre. Katherin, 9 años / Quibdó. Cuando mi mamá volvió con mi papá. Laury, 10 años / Leticia. Yo me sentí en paz cuando mi papá encontró trabajo y pudimos comer todos. David, 11 años / Pasto.
¿CUÁL ES EL PRIMER RECUERDO DE GUERRA QUE TIENES? Mi familia. Gina, 8 años / San Andrés. Cuando mataron a mi papá y a mi abuela. Yefersson, 12 años / Pasto. Estaban tirando tiros y mataron a un señor. Lina, 10 años / Quibdó. Cuando mi papá le pegaba mi mamá. Denilson, 9 años / Santa Marta. Trompa con mis hermanos. Santiago, 9 años / Santa Marta.
Del Proyecto: “Los niños piensan la paz”, realizado por el Laboratorio del espíritu y la Subgerencia Cultural del Banco de la República. Actualmente se adelanta la edición de un libro con estas poderosas voces infantiles.
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|Ilustración: José Antonio Suárez |
CASA DE LAS ESTRELLAS El año pasado, el Laboratorio del Espíritu se estrenó como editorial al publicar el libro Casa de las estrellas. Javier Naranjo, director de nuestra biblioteca y compilador, lleva más de 20 años leyendo y escribiendo con niños. En este libro se recogen definiciones de palabras que varios niños dieron a lo largo de los años, a manera de diccionario. Es un libro que saca sonrisas, suspiros y hasta lágrimas, con una renovación de los significados que ya todos creemos conocer, un pisoteo de la rutina; es una oda a la libre asociación, al juego, a la fragilidad de los niños. Puedes consultarlo o adquirirlo en la biblioteca del Laboratorio del Espíritu, Librerías a nivel nacional, Museo de Antioquia, Museo de Arte Moderno, Parque Explora. Informes: 5410579, 3155164303, javierorange@yahoo.com.
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CARRIZALES ENVIGADO
RIONEGRO LOS SALADOS DON DIEGO NORMANDÍA SANTA ELENA
EL PORTENTO
EL CHUSCAL
LEJOS DEL NIDO
EL CARMEN
CALDAS
PANTANILLO PUENTE PELÁEZ
LA HONDA
LA LUZ
LA AMAPOLA
LA HONDITA
PANTALIO EL BARCINO NAZARETH
LA CEJA TABACAL
LOS MEDIOS
EN LEJOS DEL NIDO LOS LÍDERES NO ESTÁN LEJOS RICARDO SUAZA Y JOHN JAIRO ROJO Integrantes del semillero de periodismo
MONTEBELLO
Lejos del Nido queda en el Oriente de Antioquia, a aproximadamente 30 minutos del casco urbano de El Retiro. Allí viven 600 habitantes, entre ellos estos líderes muy comprometidos que han ayudado y mejorado el desarrollo y convivencia con sus buenas obras.
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ivir como una sola familia, que nos duelan los otros y las situaciones por las que pasan, son las principales preocupaciones de don Manuel Villada y Jorge Blandón, dos líderes de la vereda Lejos del Nido. Gracias a ellos, la mayoría de la comunidad vive hoy integrada y trabaja por un mejor futuro para todos. Lejos del Nido queda en el Oriente de Antioquia, a aproximadamente 30 minutos del casco urbano de El Retiro. Allí viven 600 habitantes, entre ellos estos líderes muy comprometidos que han ayudado y mejorado el desarrollo y convivencia con sus buenas obras. Manuel Villada ha sido quien más ha marcado a la comunidad. Gracias a este señor campesino y a otros líderes de la comunidad tenemos agua, luz y vías por las cuales transitar. Él ha estado toda la vida en la vereda, que antes se llamaba el Chuscal y, luego de la división, quedó como Lejos del Nido. Don Manuel comenzó a trabajar por sacar a su gente adelante desde 1969. En ese tiempo él era presidente de las dos juntas que existían en la vereda, que se alumbraba con velas, y por eso uno de sus primeros retos fue llevar la energía. Un año después, gracias a la colaboración del alcalde de ese entonces y a su persistencia, se pudo realizar el proyecto, que era una necesitad primordial. En ese tiempo tampoco existían vías y ellos caminaban por los famosos “caminos de herradura” para ir a trabajar o a mercar. Con su liderazgo, habló con algunos políticos para pedir colaboración y fue escuchado y pudo hacer real este proyecto; luego de la luz y las vías faltaba algo más importante: el agua.
|Cultivo de hortencias. Proyecto productivo de la Junta de Acción Comunal |
Un día él se fue, machete en mano, siguiendo el cauce de una quebrada y calculando en principal la altura, se fue en busca del nacimiento hasta que encontró dos canales de agua y notó que este era el espacio adecuado para hacer la monteadentro 11
represa. Todas estas cosas logró don Manuel con su liderazgo y sentido de pertenencia.
Liderazgos del presente Lejos del Nido cuenta con diversidad de talentos y, entre ellos está Jorge Blandón, otro líder de la vereda que ya lleva 8 años como presidente de la Junta de Acción Comunal. A este cargo llegó por casualidad. Un día, un amigo lo invitó a conformar un grupo para postularse a dirigir la Junta. Él dijo que sí sin dudarlo y ganaron, pero el presidente de la Junta renunció por motivos personales y a él le tocó asumir este conpromiso pues era el vicepresidente. Aunque no tenía mucha experiencia en el trato con comunidades, sí sabía de trabajar, pues a los 15 años comenzó a labrar la tierra y a generar empleo en las partes donde ha estado. Por eso, gracias a su liderazgo, la vereda coordina actualmente un proyecto productivo con el que buscan generar empleo e ingresos para la Junta de Acción Comunal. Otro proyecto que se realiza gracias a su gestión es un programa de panadería para madres y otros habitantes de la vereda. Aunque la infancia de don Jorge fue un poco dura y estuvo llena de retos, se siente muy orgulloso de ser de Lejos del Nido, donde tiene una familia con una hija de 15 años y el hijo de 13. Él señala con mucha preocupación: “La gente de aquí no se siente orgullosa de ser lo que son, descendientes de un resguardo indígena que todos saben es una realidad. A ellos les aterra y les duele que les digan que son descendientes de los indios”. Para él esto se convirtió en un reto, el de rescatar nuestras costumbres y tradiciones, en especial, fomentar la cultura campesina y cambiar la mentalidad negativa de la gente de la comunidad. Ha estado, ha trabajado y ha sido.
VIVIR ENTRE MUCHOS LUZ MIRELLA BEDOYA BEDOYA MARISOL HENAO BEDOYA Integrantes del semillero de periodismo
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CARRIZALES ENVIGADO
RIONEGRO LOS SALADOS DON DIEGO NORMANDÍA SANTA ELENA
EL PORTENTO
EL CHUSCAL
LEJOS DEL NIDO
EL CARMEN
CALDAS
PANTANILLO PUENTE PELÁEZ
ASOPROMORA. LA UNIÓN HACE LA FUERZA. Asopromora es una asociación que hace 20 años reúne a un grupo de pequeños productores de mora de la vereda Pantalio, con el propósito de mejorar la comercialización del producto. Inicialmente se comercializaba a través de plazas de mercado y no se contaba con personal capacitado para el manejo administrativo y contable, en parte porque la producción era pequeña. Con el transcurrir de los años, la asociación logra negociaciones con clientes reconocidos en el mercado y gestiona proyectos productivos, fortaleciendo de esta manera al productor y al manejo administrativo de la asociación. Además de esto se crea el almacén de insumos, uno de los servicios más representativos que en la actualidad ofrece “Asopromora”. ¡Nuestro compromiso, trabajar con sentido social! Para más información, llama al 564 04 94 o escribe a el correo asopromora@gmail.com
LA HONDA
LA LUZ LA HONDITA
LA AMAPOLA PANTALIO LA CEJA
EL BARCINO NAZARETH
TABACAL
LOS MEDIOS MONTEBELLO
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e piensa que caminar con el pasado es no querer seguir tranquilo, pero está mal pensarlo de esta manera, no se trata de apegarnos a él, se trata de recordarlo, porque sin él no tendríamos memoria, o como dice Samuel Butler “Memoria y olvido son como la vida y la muerte. Vivir es recordar y recordar es vivir. Morir es olvidar y olvidar es morir”. Es por eso que después de 15 años de historia en los que la vida, las personas y las situaciones pasan desapercibidas al ojo de otros seres, para nosotros no, pues recordar nos permite contar cómo fue la realidad de toda la zona Sur del municipio de El Retiro, su pasado y presente en relación a la guerra y a las oportunidades que surgieron después de todo. Así que Estrella y yo nos pusimos a recuperar momentos, para vivir lo que pasó en la vereda Pantalio, territorio que queda a 40 minutos del casco urbano; un lugar en el que uno encuentra personas trabajadoras y cordiales, monteadentro 12
paisajes inigualables, y una montaña que por ser alta, te da la mejor vista y los mejores colores. Puedes ver las casas y pueblos diminutos que quedan a lo lejos, como Montebello, Versalles, el corregimiento de San José (La Ceja) y Tabacal, entre otras veredas. Como no es de mucho bosque, podemos ver el sol radiante, y en la tarde al esconderse, nos ofrece el mejor atardecer. De esta tierra somos y gracias a ella tenemos buenos recuerdos, y otros no tan buenos. Empieza la historia de unas vidas que, unidas por un mismo sueño, hacen parte de una guerra que no era de nosotras, sino de personas egoístas que toman la justicia con medidas que difunden el odio, el miedo, pero también la confianza y el sentirse mirados por otros. -¿Te acordás, Estrella, cuando teníamos como 8 años y nos íbamos para el morro de tu casa, después de la escuela, a jugar a la cocinita?, ¿o a ver jugar los muchachos en la cancha
|Vereda Pantalio| (que realmente no era una cancha, sino el patio de la escuela, pero para jugar los partidos y ponchado, para muchos lo era)?, ¿esas parrandas en los diciembres hasta el amanecer? Andábamos felices, libres y tranquilas en nuestra infancia, no nos preocupaba mucho de la vida. Pero como las cosas cambian, un día inesperado llegó un grupo armado a la vereda, cosa que no se había visto nunca. Más que miedo, nos sorprendió y atrapó la confusión, nos preguntábamos por qué ellos estaban invadiendo nuestro territorio. Decían ser del pueblo y que traían la paz y la tranquilidad a nuestra comunidad; fueron acercándose a nuestra familia en reuniones y encuentros que ellos mismos programaban para contarnos porqué estaban en nuestra vereda. Nos asustaban un poco sus palabras cuando decían que estaban “para hacer limpieza” y que para esto era necesario que nadie estuviera después de las seis de la tarde en la calle porque si no, no respondían por sus actos; el lema que ellos utilizaban era: “el que nada debe, nada teme”. Con esa “limpieza” tres personas de la vereda fueron asesinadas, hasta ahora también son ausentes las razones del porqué de estos hechos. - Sí, también recuerdo cuando llegaron a nuestra escuela a quedarse por un tiempo y a nosotros nos tocó aprender a convivir con ellos. Nos hicimos amigos de algunos, jugábamos ponchado, nos ayudaban a amarrar un lazo de un lado a otro para jugar vóleibol; en otras ocasiones también jugábamos yeimi, escondidijo y lo más absurdo: a policías y ladrones. Al entrar a clase anhelábamos que se llegara el otro descanso para encontrarnos nuevamente. Por largos momentos se nos olvidaba quiénes eran, creo que a ellos igual. Al finalizar la jornada nos acompañaban cuando íbamos de regreso a casa, no llegábamos temprano, y todo por quedarnos hablando y contando chistes en el camino. Al anochecer solían recorrer las veredas para protegernos, “según ellos”. Pero una
de esas noches llegaron dos de esos amigos cuando tú, mi hermana Diana y yo realizábamos una tarea de la escuela, la suspendimos, y nos pusimos a conversar con ellos; sentimos emoción y adrenalina cuando vimos que uno de ellos cargaba no solo su vida, sino un arma para defender esa justicia que nosotros no entendíamos, renunciamos a ese miedo y dejamos que sus vidas invadieran la nuestra y nosotros la de ellos. Hasta permitimos que nos explicaran cómo se maneja un arma y la sentimos en nuestras manos. Esa sensación es difícil de explicar.
mi madre decía que cantáramos, para opacar el miedo; cuando pasamos por el sitio, ya la balacera había terminado; veíamos mucho ejército, las hojas de los árboles caídas y rotas. Mis piernas temblaban, aun así cantaba más duro, para que nadie notara que tenía ganas de llorar, mucho menos mi mamá, pues ella tenía que sacar fuerzas y valentía de donde no tenía para tranquilizarnos y poder llegar. En tu casa esperaban tus papás, ansiosos y preocupados. Sus ojos húmedos mostraban angustia, miedo; pero también, creo yo, esas lágrimas eran de felicidad al verlas.
No solo en nuestra memoria quedan estas anécdotas, también recuerdo aquellas veces cuando la profesora Nubia Serna, muy calmada, nos decía “enciérrense en el salón”, mientras terminaban los enfrentamientos con el ejército, que por aire atacaba a la Guerrilla en la vereda La Luz; además no solo era en esta vereda sino en el Corregimiento San José de La Ceja, donde habitaban las AUC. Es necesario aclarar que en nuestra vereda sólo tuvimos la presencia del ejército y las AUC. No hubo enfrentamientos por la ubicación que tiene, pero como estamos en la mitad de las dos zonas, nos debíamos refugiar por precaución.
- Bueno Mari, las historias no terminan, continúan, pero una nueva historia se construyó con oportunidades grandiosas para toda la vereda: sentirnos mirados por otros y no por los mismos nos permitía confiar en que la comunidad podría resurgir, que la vida es valiosa y que no debemos doblegarnos ante situaciones como la guerra. El Segundo Laboratorio de Paz y la Fundación el Cinco nos acompañaron con proyectos agrícolas y educativos, con esto la vereda empezó a trabajar como “comunidad”, Asopromora empezó a fortalecerse y a crecer, de esta forma las familias obtuvieron mejor calidad de vida, que se extendió a las veredas vecinas cuando se unieron a esta cooperativa, y se originaron recursos para el sostenimiento de vidas que merecen crecer, estar felices y tranquilas en su territorio.
- Estrella, todas estas cosas son imborrables, como aquella vez que fuimos a piscina todos los de la escuela. Esas salidas se convertían en una excusa para ser más felices. Mientras regresábamos, algo inesperado pasó: en la vereda Pantanillo, más exactamente en la zona del acueducto, nos paró un señor diciendo que no siguiéramos porque más adelante encontraríamos un enfrentamiento, así que el conductor por miedo o cobardía nos hizo bajar del turbo y dijo que iría a buscar refuerzos para protegernos de lo que pasaba. Nosotros seguíamos esperando. Como a las dos horas decidimos volver a casa solos, porque este señor nunca regresó. Únicamente nos acompañaba un adulto, era mi mamá, la que nos hacía la comida en la escuela. Todos nos fuimos cogidos de la mano, monteadentro 13
Para terminar, como dice Butler, hay que “recordar para vivir” y estas historias nos hicieron vivir momentos que ya estaban muriendo, porque a muchos se nos estaba olvidando. Como dice el dicho: “después de la tormenta viene la calma”. Aprendimos que los sueños son alcanzables, que las cosas difíciles enseñan, te permiten alumbrar lo que ves a tu alrededor, pero si les permites más, pueden alumbrar tu alma, y así saber y sentir con sabiduría, que lo malo no siempre es tan malo porque nos enseña a convivir con el otro, a “vivir entre muchos”.
|Bosque nativo El Retiro|
BOSQUES PARA LA VIDA NORA LONDOÑO FERNÁNDEZ
E
s un proyecto de la Asociación Ecológica Madremonte. Una invitación a conocer, valorar y conservar los bosques nativos y nuestra biodiversidad. Es también un llamado a apreciar el papel que desempeñan las poblaciones que viven en la zona rural, esenciales en el desarrollo del país. Los bosques nativos son muy importantes. La vida de cada uno de los seres humanos depende de la existencia de ellos, tanto, que sin ellos NO podríamos vivir, porque nos prestan muchos beneficios: Le proporcionan protección, abrigo y alimento a muchas especies de fauna, flora y microorganismos, que comparten con nosotros esta casa común, la Tierra, y dependen de los bosques para su supervivencia. Nosotros, a su vez, dependemos de estas especies: polinizan las flores para que se puedan formar frutos y semillas, controlan plagas y enfermedades en los cultivos, descomponen la materia orgánica ayudando a mantener la fertilidad del suelo, dispersan semillas, controlan el crecimiento de otras poblaciones… Los bosques regulan el agua de nacimientos y quebradas. El agua que tomas, que utili-
zas para cocinar los alimentos, bañarte, lavar la ropa y tantas otras cosas, proviene de los bosques nativos. Purifican el aire, captan CO₂ y producen el oxígeno que necesitamos para respirar.
mariposas diurnas, anfibios, peces de agua dulce, orquídeas y magnolias; tercero en mamíferos y reptiles. Sin duda, el principal patrimonio del país y una de sus mayores fortalezas, son los recursos ambientales.
Regulan el clima, dan sombra, disminuyen la evaporación causada por el sol, retienen agua y crean un ambiente húmedo y fresco, ayudando a disminuir el calentamiento global.
Sin embargo, cada día se talan en Colombia cerca de 1000 hectáreas de bosques, con la consecuente pérdida de este maravilloso patrimonio natural.
Contribuyen a la conservación de los suelos, los retienen y los protegen de la erosión, así podemos tener suelos fértiles para cultivar nuestros alimentos.
La deforestación ha ocasionado, además, la pérdida de innumerables fuentes de agua y Colombia ha pasado en 24 años de ser el 4° país más rico del mundo en agua, a ser en la fecha el número 24.
Nos brindan frutos y flores silvestres, medicinas, fibras, semillas, aportando a la supervivencia de muchas comunidades. Proporcionan compuestos químicos para la industria (aceites esenciales, resinas, antioxidantes, tintes, etc.). Embellecen el paisaje y son escenarios para la investigación, el descanso y la recreación, entre muchos beneficios. Colombia está considerado como el segundo país más biodiverso del mundo: primero en aves, anturios y heliconias; segundo en
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Desde Bosques para la Vida, te hacemos un llamado a conservar los bosques, a sembrar más árboles nativos y a proteger estos maravillosos santuarios para la vida. Si deseas más información, puedes visitar los sitios web: www.madremonte.org Youtube: https://www.youtube.com/watch?v=588w1sdP84o Nora Londoño, cel: 3154252544.
CON LA MIRADA EN LA TIERRA: ALLÍ ESTÁ NUESTRO PATRIMONIO S
emillas como patrimonio es un proyecto de la Subgerencia Cultural del Banco de la República que surge a partir del propósito de volver la mirada sobre el mundo rural, y sobre la necesidad de ubicar lugares físicos y virtuales para el intercambio de conocimientos ancestrales y académicos, sobre usos y saberes de las semillas. El Banco de la República, en su misión de propiciar el acceso al conocimiento y contribuir con la preservación y difusión del patrimonio cultural de la nación, se propone un acercamiento a las comunidades campesinas de vocación agrícola, que ancestralmente utilizan las semillas como el medio principal de transmisión de su conocimiento y de sus prácticas de trabajo con la tierra. Por ser la fuente misma de la vida, las semillas constituyen un patrimonio colectivo y valorado que tiene funciones prácticas y simbólicas, y los alimentos que se cultivan a partir de ellas están asociados a rituales y reuniones, eventos y afectos, que constituyen los vínculos esenciales de una sociedad. Temas relacionados con el conocimiento biológico de las semillas, saberes tradicionales, soberanía y seguridad alimentaria, custodios y guardianes de semillas, son algunos de los temas de este proyecto que se divulgará en las 28 Agencias Culturales del Banco de la República.
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|“Lo que estoy dibujando es el Asaí. ¿para qué nos sirve? A nosotros los indígenas nos sirve para hacer nuestra caguana. De aquí sacamos jugo para nosotros. También esa hoja de chonque para cocinar con pescado y ají, para invitar a los que vienen de visitantes. Chonque: se coge su hoja y su pepa y los ponen en medio de la maloka para que coman los niños y los abuelos” Laura Albán Soria. Indígena Uitota de la comunidad del kilómetro 11 en Leticia. Fotografía de Alberto Sierra • Resultados del taller «Significado cultural de las semillas», tomadas durante el 2º Encuentro de Mujeres, Semillas y Soberanía Alimentaria. Leticia 2013.|
SEMBRAR PARA EL FUTURO Con el apoyo y acompañamiento de la FUNDACIÓN CELSIA, los jóvenes del Club de Amigos del Espíritu, sembraron árboles nativos en un afluente del río Pantanillo que regula los caudales y protege y alimenta la fauna silvestrecon el compromiso de darle sostenibilidad en el tiempo, para la conservación y protección de los recursos naturales.
Respetada doctora doña Pastora, soy una persona que vive en una vereda de El Retiro, en una finca de unos señores ricos de Medellín, mi hija mayor trabaja en una aguacatera pero vive con nosotros, mis otros tres hijos de siete, ocho y diez años van a una escuela cerquita de la casa. Somos mayordomos dedicados a cuidar los animales y las cosas de los patrones, a atenderlos los fines de semana y a cuidar también unos frutales y una huertica que es el embeleco de misia Lucrecia. La consulto para ver qué puedo hacer porque mi marido se bebe toda la platica que recibe cada ocho días. Más se demora Aicardo en recibir el paguito que en quedar sin un peso. Cada domingo sale pa’ una tienda cerquita y llega borracho, gritando, maltrata a los muchachitos y ya una vez me pegó porque le dije que no había arroz, ni panela, y que había que mercar. Me da pensión molestarla con esto, pero le pido que me ayude a ver qué puedo hacer, o con quién hablo pa´ que le ponga el tatequieto a esto, porque cada fin de semana es la misma cosa. Ayúdeme por favor doña Pastora, porque ya ni sé qué hacer. Lo que le digo a mi esposo le entra por un oído y le sale por el otro, y cada día nos trata pior a todos, y ya a los niños se les ven las costillas. Yo no hago sino llorar. Deme una lucecita Doña Pastora y que mi Dios le pague.
Atentamente, Madre sufrida y desesperada.
DOÑA PASTORA
Pregúntele lo que quiera que ella es una biblia
H
Querida madre sufrida y desesperada
e leído tu carta atentamente y estoy dispuesta a darte esa lucecita que solicitas, que en realidad es una invitación para que seas tú quien revise tu realidad presente, tomes decisiones y pongas en tu diario vivir las actitudes que te traigan todo el bienestar que deseas. Serás tú quien encienda las luces de tu corazón para que desde tu amor pongas en práctica aquello que te dé más amor por ti, por tu vida y por tu familia. Así que te invito a dos cosas: A que entiendas el dolor que hay en cada ser humano. Cuando una persona tiene un comportamiento agresivo, es porque aún no ha despertado el amor que le permite sentirse bien consigo mismo, con todos los seres y con la vida misma. Así que esconde ese dolor detrás de maltratos hacia sí mismo y hacia los demás. Es decir, disfraza el dolor con otras formas de comportarse, aunque no se esté dando cuenta de eso. Con ello logra dos cosas: una es obtener el rechazo de las personas cercanas; y otra es hundirse cada vez más, sufrir más, sentirse más vacío, más frustrado y menos amado. Entonces reacciona con más agresividad hacia sí mismo y sus seres queridos. Es como montarse en una rueda donde uno se siente mal, y sin embargo uno se queda allí dando vueltas porque tiene miedo de bajarse y enfrentar el dolor que lleva en su ser para poder hacer su vida realmente como la quisiera, que es en bienestar y en amor. Así que lo del otro es lo del otro, la otra persona es la que lleva un dolor que le impide ver lo que le pasa realmente. Y por eso nadie puede salvar a nadie, ni arreglar la vida de nadie, aunque sí podemos aportar para que haya armonía, sea que estemos o no estemos permanentemente con las otras personas. A que te mires a ti misma. Esta es una invitación a que tomes en cuenta que eres tú quien tienes que dirigir tu vida diaria, decidir si serás feliz o si sufrirás, y escuchar aquello que puedes darte a ti misma. Es decir, después de comprender al otro, escoges cuáles actitudes, cuáles
Los invitamos a difundir sus productos o servicios aquí, a suscribirse, darnos sus opiniones, cuestionamientos, sugerencias, quejas… Mejor dicho: ocúpenos con lo que quiera que estamos atentos a sus requerimientos.
comportamientos tuyos, te llevarían a sentirte feliz, qué podrías hacer para sentirte amada por ti misma. Por ejemplo: puedes sentir que estás bien contigo misma cuando cocinas aquello que tanto te gusta; cuando haces actividades, no porque están de moda, sino porque a ti te alegran; cuando sientes que tú existes y tienes una vida para encontrar tu bienestar; cuando eliges vivir en paz cada día, aunque haya circunstancias que quieran llevarte a la guerra; cuando te aceptas tal como eres en el cuerpo, la mente y el espíritu; cuando sabes que lo que sucede son circunstancias que te conducen a decidir si ese camino es el que te trae bienestar, o si necesitas parar un momento y después decidir con consciencia qué es lo que te haría sentir que estás plena; cuando eres honesta contigo y con tus allegados. Porque sé que puedes dirigir tu vivir y por respeto a tu ser, considero que es innecesario aconsejar seguir o no seguir en una relación de pareja, sino que al comprender a la otra persona y empezar desde hoy mismo a vivir apreciando lo que eres y lo que tienes, tú sacas tus conclusiones del armario de tu corazón a medida que te encuentras más contigo misma. Así que ahora no es el momento para tomar decisiones, sino para amarte y amarte, hasta que ames al otro y estés segura de qué es lo que hay que elegir para estar bien. Simplemente puedes escoger ser feliz como eres ahora y con lo que tienes ahora a tu favor, pasar de estar mal a encontrar cada una de tus cosas buenas, cada una de las cosas buenas de tus hijos, de tu pareja y de la vida. Invita a todo lo bello que hay en ti para que esté contigo cada día, para que sea visible en cada momento. Te doy las gracias por tener el valor de compartir tu sentir, sé que ello será una bendición para muchas personas que viven una situación similar y que tal vez no se atreven a comentarla.
5414163 / 5410579 monteadentro@laboratoriodelespiritu.org Monteadentro www.laboratoriodelespiritu.org