Monteadentro 010 / diciembre 2016

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Diciembre de 2016 El Retiro, Antioquia DISTRIBUCIÓN GRATUITA

PERIÓDICO TRIMESTRAL

< A río revuelto, ganancia de pescadores >

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FIESTAS DE LIBROS Elkin Obregón / p • 4 EL MÚSICO Y SU PATRONA Gustavo Vives / p • 5 EL SANCOCHO DE PIEDRAS Agustín Jaramillo / p • 8 GUADUA Hebert Soto / p • 12

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NICOLÁS NARANJO BOZA ELKIN OBREGÓN SANÍN LUIS GERMÁN SIERRA JARAMILLO PATRICIA NIETO NIETO Comité Editorial ALEJANDRA ESTRADA SIERRA Directora artística y de contenido GLORIA BERMÚDEZ BERMÚDEZ Coordinadora

|Ilustración: Samuel Castaño|

ELKIN OBREGÓN SANÍN

CONTRASTES

JUAN JOSÉ ESCOBAR LÓPEZ Correctores LAURA BUSTAMANTE CORTÉS Diseño y diagramación

ALEJANDRA ESTRADA SIERRA

FOTO CARÁTULA: Fredy Castañeda.

Directora Monteadentro

Fiesta de los negritos, El Retiro. 2013 ISSN: 2389-8747 Impreso en El Colombiano

Corporación rural Laboratorio del Espíritu Km 6, vía El Retiro - La Ceja. Vereda Pantanillo Teléfono: (574) 5410579 www.laboratoriodelespiritu.org monteadentro@laboratoriodelespiritu.org Antioquia, Colombia

APOYAN

ALIADOS

T

ierra de contrastes. No solo de luces y sombras, lluvias y sequías, montañas y valles. Colombia se ha caracterizado por ser un país de relieves contundentes, de geografías cambiantes, de ecosistemas y climas variados; muchos, muy diversos, en poco espacio. Estos contrastes naturales han alimentado, sin duda, diferencias de otro tipo; sociales, económicas y políticas (la disparidad política más reciente y evidente, ha sido generada por el proceso de paz: que sí, que no). Formas de vida, músicas, gastronomías, culturas, hábitos. El olvido del campo por parte del Estado es causa y a la vez efecto de esas disparidades: el difícil acceso a la mayor parte del país, la diferencia de razas, economías y culturas, sirve de excusa, profundizando la desigualdad social y económica. De esta manera se genera otro contraste: el país rural se levanta lejos del país urbano, creando dos realidades apartadas, casi inconexas. En esta edición vemos una oposición más. El resultado arrojado por el Censo Nacional Agropecuario (que por demás, se hace cada 40 años) y cuyas cifras, desoladoras, explican el contexto rural y lo que para muchos es una de las causas de la guerra. Por otro lado, vemos que en ese contexto difícil nacen propuestas tan atrevidas como las Comunidades de Paz (lugares donde los campesinos han decidido que la guerra no entra a su territorio y se enfrentan a los grupos armados de manera no violenta), llenos de valentía y solidaridad, iniciativas que conmueven hasta al más duro. En medio de la magnificencia natural, de la bulla de la biodiversidad, nos maravilla la belleza a la vez que la dureza y el desastre. Somos testigos de la vitalidad de razas y culturas, que a la vez son minimizadas por una sociedad elitista y centralizada. En el mismo lugar que se olvida, se desplaza y se asesina; se trabaja, se ayuda, se crea, se hace resistencia pacífica. Sí, tierra de contrastes que saca lo peor y lo mejor de las personas, componiendo un país que no podemos dejar de amar y odiar al mismo tiempo, apasionadamente. EDITORIAL

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¡ALERTA!, ¡INCREÍBLE!: AÚN HAY CAMPO EN COLOMBIA Reflexiones sobre el Censo Nacional Agropecuario ENÁN ARRIETA BURGOS Profesor asociado de la Escuela de Derecho y Ciencias Políticas de la Universidad Pontificia Bolivariana

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ciegas. Así se ha conducido nuestra política agraria durante casi medio siglo. Sin saber muy bien de dónde venimos, qué tenemos y hacia dónde vamos, conviene preguntarse: ¿qué tanto conocemos el campo colombiano? Desde 1970 no teníamos forma precisa de responder a esta pregunta. Por esta razón, entre 2013 y 2014, el Departamento Administrativo Nacional de Estadísticas (DANE) llevó a cabo el Tercer Censo Nacional Agropecuario. El Censo consultó al campesinado y recogió información de casi la totalidad de unidades productivas distribuidas en más de 100 millones de hectáreas de zona rural dispersa. Veamos algunos resultados que han sido publicados. Cuarenta y tres millones de hectáreas en Colombia se destinan a la agricultura y a la ganadería. De estas, ocho de cada diez están sembradas en pastos y rastrojos, y el resto en cultivos. El nuestro, ha sido un modelo rural de ganadería extensiva y escasa agricultura. Habría que aprovechar de otra manera la tierra productiva: más cultivos y mejor ganadería. Cantidad agrícola y calidad pecuaria, inteligencia y tecnificación del agro, desde luego, con asistencia estatal. Este no es el único aspecto que preocupa en cuanto al uso de la tierra. Antioquia es, en términos proporcionales, el departamento con más tierras productivas sin uso agropecuario. Síntoma de una realidad innegable: la presencia de más y más lotes de engorde.

Los números son fríos, pero para que el lector se haga una idea, tomo prestada una comparación del profesor Carlos Suescún Barón (de la Universidad Nacional): en Colombia, una vaca tiene más tierra para pastar que un campesino hectáreas para trabajar. El uso y la distribución de la tierra no son los únicos problemas que inquietan. El agro y la ganadería, en un país de casi cincuenta millones de habitantes, se soporta en apenas dos millones setecientos mil productores. De estos, solo 725 mil viven en la zona rural dispersa. Seis de cada diez residentes en el campo son hombres. En su mayoría, los productores campesinos rondan entre los 40 y los 54 años de edad. Casi el 20% de ellos nunca ha ido a una escuela. La primaria ha sido el más alto nivel educativo al que ha accedido la mayor parte del campesinado. Preocupa, también, que dos de cada diez niños en edad de estudiar no asistan a la escuela. Como si fuera poco, la pobreza se ha ensañado en contra de la población campesina. Duplicando el promedio nacional, el 45,6% de los campesinos sobreviven al flagelo de la pobreza.

En Colombia, una vaca tiene más tierra para pastar que un campesino hectáreas para trabajar.

En cuanto a la distribución de la tierra, el Censo confirma lo que siempre hemos sabido y, al mismo tiempo, ignorado: Colombia es, en este punto, uno de los países más desiguales del mundo. No es un cuento chino. La cifra, escalofriante por demás, es reconocida por el propio Estado. Para ponerlo en plata blanca, y sin contar los territorios indígenas, tenemos que, aproximadamente, el 80% de la tierra productiva se concentra en fincas que superan las quinientas hectáreas. Estas fincas representan menos del 1% del total de unidades productivas. En cambio, las parcelas que poseen menos de cinco hectáreas representan el 71,2% del total de unidades productivas, pero apenas ocupan el 2% de la tierra. Dicho de otro modo, prácticamente, ocho de cada diez hectáreas en Colombia son de propiedad de grandes hacendados. monteadentro 03

El panorama entristece: un campo despoblado, envejecido y empobrecido. En un futuro harán falta todas las personas que se vieron forzadas a abandonar sus tierras a consecuencia de la violencia armada o de la violencia económica. Llegará el momento en que el país tenga que darle la cara al campo. Sí, a ese campo al que le dimos la espalda cuando, asediado por las balas y la ausencia de oportunidades, le respondimos con olvido e indiferencia. “Falta todo por hacer en el campo”. Estas fueron las palabras que expresó el presidente Santos al conocer los resultados del Censo. En cierto sentido, el Presidente tenía razón. Sí, porque la clase dirigente, pudiendo haber hecho mucho, poco hizo por el campo colombiano. Pero el Presidente se equivoca, porque, haciendo posible lo imposible, los campesinos han logrado mucho. En suma, lo increíble es que, pese a todo, e incluso en contra de todo pronóstico, hoy podamos decir: aún hay campo en Colombia. A todos los campesinos, mi respeto y admiración.


FIESTAS DE LIBROS ELKIN OBREGÓN SANÍN Caricaturista y escritor

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ecretos para Contar es una empresa de edición y distribución de libros que ignoran olímpicamente los medios de comunicación. Secretos… publica —sin prisa ni pausa— libros de temas más o menos monográficos, concebidos para su público lector: campesinos, maestros, estudiantes y otros; sobre todo, gentes del campo. Sus tirajes, de muchos miles de ejemplares, se distribuyen gratuitamente por pueblos, veredas, escuelas, centros comunales, bibliotecas, casas de la cultura. Las dificultades, tropiezos y peligros que deben enfrentar los encargados de llevar esos volúmenes hasta los más remotos lugares de la geografía antioqueña, darían para escribir un libro entero, que, ojalá, alguna vez se haga. Porque es una historia de esfuerzos y logros tan admirables como los mismos libros que transportan. Cada tomo nace de una investigación rigurosa —en donde se analizan temas, contenidos, oferta gráfica—, presidida por un grupo de estudiosos y colaboradores siempre dispuestos a aportar lo mejor de sí. Cito apenas a tres que conozco y admiro: Tita Maya, Lina Mejía, Carolina Bernal. Pero hay otros muchos. Ninguno de ellos recibe los aplausos mediáticos, ni les importa. Trabajan a la sombra, como conspiradores; pero no son tal cosa, son gestores, constructores de cultura. En fin, es esencial destacar la calidad gráfica de estos volúmenes. Las imágenes, tanto de grandes pintores, dibujantes e ilustradores de todo el mundo, como las elaboradas expresamente para ellos, hacen de todos y cada uno de los tomos verdaderos libros de arte. No conozco todos los libros de la colección, pero sí los suficientes para saber (y admirar) lo que son y representan. Menciono sólo algunos, por no traspasar mi espacio en Monteadentro:

|Del libro “Lecturas fantásticas”. Edwing Boboring, “Mi novia y mi suegra”. ¿Puede ud detectar los dos rostros en este dibujo?. |

Las dificultades, tropiezos y peligros que deben enfrentar los encargados de llevar esos volúmenes hasta los más remotos lugares de la geografía antioqueña, darían para escribir un libro entero, que, ojalá, alguna vez se haga.

La casa y el campo Relatos y textos que hablan del agua, de las plantas, de cultivos, de animales, de recetas caseras, con un buen número de informaciones y consejos prácticos. Al lado de un poema de Rafael Pombo o de Rubén Darío, bellas páginas de Tita Maya y Celso Román. Los primeros años El mundo de los niños, con variedad de registros sobre su infancia y crecimiento, y nociones acerca de su crianza, el cuidado de su salud, etc. El epígrafe resume sus intenciones: “El niño es el padre del hombre, dijo el poeta; el niño es el futuro del país, dijo el político; el niño soy yo, dijo el niño”. La tierra, el cielo y más allá Minucioso aporte de datos sobre el universo, con variedad de ilustraciones, gráficos y mapas celestes. Leerlo nos vuelve humildes, pues nos hace recordar lo mucho que ignoramos. Por último en este recuento, Lecturas fantásticas, estupenda colección de relatos fantásticos, repletos de enigmas y de sorpresas. No resisto la tentación de transcribir uno de ellos —“Sola y su alma”, del norteamericano Thomas Bailey Aldrich—, tan breve como misterioso: “Una mujer está sentada sola en su casa. Sabe que no hay nadie más en el mundo: todos los otros han muerto. Golpean a la puerta”.

Lecturas para todos los días Arrume de poemas, cuentos, apólogos, mitos y coplas, colombianos e internacionales.

Me quito el sombrero ante estos callados obreros de la cultura. Viendo lo que hacen, llega uno a pensar que este país tiene futuro. monteadentro 04


EL MÚSICO Y SU PATRONA La Santa Cecilia de don Lázaro Villa GUSTAVO A. VIVES MEJÍA Investigador de historia del arte

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uando realicé en 1995 el inventario del patrimonio cultural de El Retiro, visité la casa de don Lázaro Villa Cadavid para reseñar el paso del Señor de la Piedra, uno de los más antiguos e importantes de la Semana Santa guarceña, que allí se ha guardado por varias generaciones.

Don Lázaro, muy amable, me dio toda la información necesaria para el trabajo y luego recorrimos su residencia, atestada de vejeces y recuerdos. En una habitación me enseñó una escultura, de tamaño casi natural, era Santa Cecilia tocando un arpa. Al preguntarle por ella, me contó que él era músico por tradición familiar, que desde joven tenía devoción por la santa patrona de los músicos y que siempre quiso tener su imagen. Empezó con una colorida litografía de la casa Molinari, una empresa caleña que desde principios del siglo XX distribuyó por todo el país láminas de santos, paisajes y alegorías de un gusto muy popular.

La escultura es una fiel copia de la litografía en todos sus detalles. Desde entonces, la imponente imagen de la Santa inspiró a don Lázaro en su fecunda vida como músico y docente de su arte, cuya labor dejó huella en la historia cultural de su terruño. El pasado mes de julio don Lázaro murió casi centenario. Ahora se encuentra al lado de Santa Cecilia haciendo parte de los músicos de la corte celestial.

|Néstor Álvarez, Santa Cecilia, 139 x 64 x 50 cm Escultura en yeso, policromado, c. 1940|

Espero que esta breve crónica sea un sentido homenaje a su memoria.

|Santa Cecilia

Litografía de la casa Molinari|

Santa Cecilia fue una doncella romana que vivió en el siglo III D. C. Era cristiana y siendo muy joven hizo votos de castidad. Se casó con Valeriano, un pagano, quien se convirtió al cristianismo junto con su hermano, por lo que fueron martirizados. Después de la muerte de su marido y de su cuñado, Santa Cecilia fue decapitada por no renegar de su fe.

En los años 40, don Lázaro se decidió por una imagen tridimensional, para lo cual llevó la estampa a Medellín, al Taller de Arte Religioso y Decorativo de Néstor Álvarez. Su establecimiento estaba situado en el Barrio Colombia, casi en la esquina de la carrera Bolívar con la calle 37. El maestro Álvarez, un imaginero hasta ahora desconocido, interpretó muy bien el encargo de su cliente, tal como lo hicieron los artistas coloniales al copiar los grabados europeos.

Su relación con la música surgió de un error al transcribir un texto latino sobre su vida, que decía que la Santa no oyó la música de su fiesta de bodas por estar absorta renovando sus votos. Con el correr de los siglos, la devoción y las leyendas la hicieron Patrona de los músicos.

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FIESTAS DE LOS NEGRITOS EN EL RETIRO

Reportaje grรกfico desfile del 28 de diciembre de 2013 FREDY CASTAร EDA Fotรณgrafo



EL SANCOCHO DE PIEDRAS

|Ilustración: Alejandra Estrada|

AGUSTÍN JARAMILLO LONDOÑO Citado por: Cuentos para contar. Cuentos colombianos. Medellín, Fundación Secretos para Contar, 2014, pp. 96-101.

I

ba un hombre de viaje, a pie, caminando por un caminito en medio del monte, hora tras hora. Iba sin comer nada desde la madrugada, cuando salió con unos tragos de café.

Pensó que tal vez en el camino encontraría que comer, pero no encontró nada, ninguna fruta, ni animal ninguno que pudiera cazar. Pensó que en las casitas le darían algo, pero no había encontrado ninguna casita, solo pantano y tierra y un camino a ratos perdido entre el monte. Ya eran como las dos de la tarde, cuando vio un ranchito a la orilla del camino. ¡Qué alegría! Llamó a la puerta. —¡Ave María purísima! —Nada. —¡Ave María purísima! —Repitió. Y al ratico le contestó una vieja. —¡Sin pecado concebida! —Y salió a abrir. Era una viejita muy vieja y casi sorda. Estaba parada en la puertecita del rancho, que era un ranchito de cuatro guaduas clavadas en el suelo, al puro bordito del camino, y techado con paja. La vieja miró al recién llegado, joven, moreno claro, de ojos y cabellos castaños, con sombrero de paja echado hacia atrás, una ruana colgada del hombro, los pies descalzos y el pantano casi le llegaba a la rodilla. La vieja lo mira como diciéndole: “¿Qué se le ofrece?”. El hombre sonríe —Buenas y santas... —dice. —Vengo rendido. ¡Qué camino! A ver si usted me hace la caridad y me regala un clarito con panela. —Eh, ¡Ojalá! —La vieja menea la cabeza— Hoy no se hizo mazamorra en este ranchito. —Bueno —vuelve a sonreír—. Me conformo con un traguito de leche. Con dulce de macho. —¡Hum! —gruñó la vieja —Ojalá. ¡Pero aquí no hay vaca! LECTURAS PARA COMPARTIR EN LA COCINA 08


¡Y ese hombre muriéndose de hambre! —¿Yo qué pidiera, por la virgen...? Sonríe y medio rascándose la cabeza, dice muy tranquilo. —Bueno, está bien. ¡Deme, pues, un chocolatico y quedamos arreglados! La vieja se pone la mano en la cara y dice muy preocupada: —Vea señor, en esta casa no hay nada, nada. Y por aquí cerquita no se consigue nada, nada. ¿Usted viene de arriba? Para ese lado no hay nada; y para el lado de abajo se gastan dos o tres horas para llegar al pueblo. Yo aquí vivo con un hijo mío, que anda por el pueblo. Él se fue de madrugada, y debe llegar esta noche con mercado para la semana. Pero hoy no hay nada, ¡Nada! La vieja está muy preocupada y quisiera ayudar al muchacho. Tiene pena de que en el rancho no haya nada. Nada. Y de golpe piensa que ese pobre muchacho puede ser Cristo, que anda sufriendo por el mundo y ella quiere ayudarlo, pero no hay nada. Si hubiera venido mañana... —¡Pero, éntrese! Entre y descanse. Cúbrase, que viene bañado en sudor... —¡Recorriendo! Ando recorriendo, señora, y lo malo es que todavía tengo que echar mucha pata hasta salir al Valle, o el Tolima—. Sonríe. Y luego, con cara de mucha resignación, dice: —Bueno. ¡Será hacer un sancocho de piedras! —¿Sancocho de piedras? —dice la viejita... —¿Habrase visto? —¿Hay candela? —Pues leña es lo único que sobra aquí.

—¡Jim! ¡Sancocho de piedras! ¡Jim! —Ya verá lo bueno que queda, mi señora. Ya verá. ¡Ah, pero nos faltaba la sal! ¡Qué descuido el de nosotros! La sal. ¡Qué mal cocinero soy! ¿Y qué más nos falta? Los aliños: ¿tiene un poquito? Eso es, cebolla, tomate, yerbitas. —Tenga a ver. ¿Con esto habrá? —¡Demás! —El paisano cuelga la ruana en un clavito y pregunta: —¿Qué estaba haciendo usted cuando yo llegué...? —¿Yo? Iba a barrer la cocina. —Preste acá la escoba, yo se la barro — sonríe. —¡No, ni por pienso! ¡Cómo se le ocurre! —¡Yo se la barro! ¡Quite de ahí, para no echarle tierra en las patas! —¡Ave María! —dice la vieja—. ¡Je, je, Je! Qué tentación es ver un hombre barriendo, je, je, je—. Sale la mujer, muerta de la risa, y al momento regresa.

—A ver mi señora: ¿tiene una ollita por ahí? Álcemela al fogón, me hace el bien. Llénemela de agua y atice la candela, que yo voy a traer las piedras para el sancocho. —Vea, allí me encontré dos papas y una yuca: ¿Se le pueden echar al sancocho de piedras? —¡Uh, de más! Écheselas picadas en trocitos. La mujercita empieza a picarlas con un cuchillo cocinero y dice de pronto:

—A ver mi señora: ¿tiene una ollita por ahí? Álcemela al fogón, me hace el bien. Llénemela de agua y atice la candela, que yo voy a traer las piedras para el sancocho.

—¿Con este sancocho también se come aguacates?

Salta el paisa al camino y escoge tres piedras lisas, del tamaño de papas, las lava bien en el chorro y las echa a la olla. Después se sienta en la banquita y dice:

Sale el muchacho, y a poco regresa con un hermoso aguacate maduro, dos chócolos, plátano verde y una tira de carne oscura, seca, que muestra a la vieja mientras pregunta:

—Bueno, ahora lo único que hay que hacer es esperar a que hierva. Descansemos.

—¡Pues claro! ¿Dónde está el garabato para tumbarlos?

—¿Qué será esta gurupera, vieja? —¿A dónde la encontró? —Colgando de una horqueta.

La vieja, con los ojos muy abiertos, mira la ollita y mira al hombre, mientras refunfuña:

—Ah, sí: eso es un pedazo de carne de guagua, de una que dejó Manuel secándose al sol.

LECTURAS PARA COMPARTIR EN LA COCINA 09

—¿Y se pondrá bravo si la echamos a nadar un ratico? La vieja ríe y la carne va a templar a la olla, con los chócolos partidos en rodajas, mientras la vieja aplasta tajadas de plátano verde para hacer patacones, que reemplazan el pan y hasta la arepa. Un poco más de candela, un agitar de la china y ya la olla empieza a hervir. El muchacho se sienta en un banquito y se pone a charlar con la vieja de las madremontes y los duendes, de las patasolas y los rescoldaos. Hablan también del tigre, que se oye por la noche en las cañadas, y de las culebras de todas clases y colores. Hasta que al fin la vieja dice: —Bueno: esto como que ya está. Bajan la olla, y empieza el muchacho a servirse un buen sancocho de guagua en un plato de peltre con flores amarillas, que lavó bien al chorro. Un aroma exquisito llena la cocina. El hombre come en silencio, sin dar descanso a la pañadora de naranjo. Engulle de lo lindo y la vieja goza viéndolo comer. No le quita los ojos de encima, esperando el momento en que se coma las piedras del fondo. El hombre come y come, hasta que ya no puede más. Con la última cucharada se levanta y dice: —Comida hecha, compañía deshecha, pero me tengo que ir ligero, no vaya a ser que me coja la noche en el camino... —Que mi Dios le pague y le dé el cielo... Sale el joven a la puerta del ranchito, se tira su ruana al hombro.... —¿Y las piedras, joven...? ¡Las piedras! ¿No se las va a comer, pues? —Ojalá, mi señora —dice el paisa, guiñando un ojo con gracia y con marrulla. La vieja se recuesta en la puerta del rancho y ve cómo se va alejando el muchacho a grandes zancadas, camino adelante. —Adiós, niño. ¡Que la virgen lo lleve con bien! Piensa la vieja en sus hijos, que andan recorriendo el mundo, y una lágrima enturbia sus pupilas... y sonríe feliz.


ESCASEA EL AGUA EN MI FINCA La restauración ecológica, una solución Entrevista por Monteadentro1 WILLIAM VARGAS

RICHIERI ANTONIO SARTORI

Ingeniero agrónomo y máster en biología

Profesor del departamento de biología de la Pontifícia Universidade Católica de Rio de Janeiro

¿

Qué es restauración ecológica?

William Vargas (W.V.) De la manera más sencilla, es tratar de disminuir los daños en los ecosistemas, hayan sido causados por nuestra actividad o por procesos naturales (hay eventos naturales que los generan, como un derrumbe, una avalancha). Hay zonas donde es imposible generar un bosque parecido al que había, porque los bosques se acabaron hace muchísimo tiempo, entonces nos toca usar mucho la imaginación y el sentido común para tratar de recuperarlos. Es fácil entender qué es restauración, cuando a uno le dicen “vamos a restaurar la casa” es “vamos a arreglar la casa”, es exactamente lo mismo, solo que lo estamos haciendo con plantas y árboles. Richieri Antonio Sartori (R.A.S.) Al hacerlo, pensamos mucho en el suelo, el agua, las especies. Cuando hablamos de una restauración ambiental hablamos de algo muy profundo ¿no? Es como una rehabilitación, es intentar hacer algo que se parece a lo que había antes. Es una imitación donde tratamos de que las cosas funcionen como solían hacerlo. Que el suelo pueda sustentar las plantas, y que estas puedan preservar el agua, y así…

Pero, ¿Hasta donde se restaura? ¿Cómo se decide hasta dónde se llega? W. V. Son procesos realmente largos, entonces tratamos de hacer unos procesos que funcionen y que tengamos que hacer la menor inversión posible. Yo uso, por ejemplo, ciertos grupos de especies que aceleran los procesos de sucesión y sé que con unas dos intervenciones que haga, el sistema se va a regenerar solo. Son tantas las zonas que lo necesitan que quedarse 50 años en una hectárea no tiene sentido. Yo hora trabajo con bosque seco2, y la meta es recuperar 1.800 hectáreas para 2018. Trabajamos con propietarios particulares, las tierras no son del Estado, son de la gente y la gente tiene que vivir de la tierra. Yo no le puedo decir “deje de sembrar maíz porque esto hay que volverlo bosque”, esas personas tienen que pagar impuestos, tienen que comer, pagar la educación de sus hijos, etc. Entonces lo que se busca es que la restauración no vaya en contra de la productividad de la finca, que sea interesante para el propietario en términos de recuperar el agua, que uno ayude a la biodiversidad y al suelo a recuperarse sin dejar de ser productivo. ¿Hasta dónde restaurar? Es la primera pregunta que uno se hace y esa respuesta no existe. R.A.S. No tenemos la respuesta… Porque, entre otras, cosas no restauramos para nosotros, restauramos para los hijos y nietos. Es muy lento y es algo que no sabemos. Sabemos si va ocurriendo o no, pero la restauración acabada todavía no existe.

¿Como los ha recibido la comunidad? R.A.S. En Brasil nos reciben con plomo (risas), porque siempre están usando sitios que no se deben usar y les da miedo que les quitemos esa tierra para restaurar. Eso fue un conflicto durante mucho tiempo, en Sao Paulo ha disminuido un poco, pero en estados como Amazonas muchos ecologistas mueren por cuenta de esto. Pero debemos encontrar la manera de que la restauración no ocupe los sitios que las personas explotan. Esto ya esta surgiendo, es algo que pinta muy bueno y que esta creciendo bastante, que se llama agroecología, es otro tipo de proceso, otro método. 1 Entrevista realizada en el marco del III Congreso Colombiano de Restauración Ecológica, que se llevó a cabo el 19, 20 y 21 de octubre en Rionegro, Antioquia. 2 Bosque seco: tiene una biodiversidad única de plantas y animales que se han adaptado a condiciones de estrés hídrico, por lo cual presenta altos niveles de endemismo, es decir, de especies que solo existen ahí. Originalmente este ecosistema cubría más de 9 millones de hectáreas, de las cuales quedan en la actualidad apenas un 8%.

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Retos El reto más grande ahora es que hay que reinventar muchas cosas de las que se están haciendo. Se está desperdiciando mucha plata haciendo cosas que no funcionan, como la reforestación de las corporaciones del Ministerio. Hay que darle más valor a las especies pioneras, las que crecen rápido y que rápidamente llenan el suelo, como el drago, el roble, el encenillo… que en 3 años son árboles de 5 o 6 metros. Eso es lo que tenemos que usar para hacer restauración ahora.

W. V. Yo trabajo en Nariño, Cesar, Guajira, Bolívar, Huila, Tolima y Valle del Cauca, y en todas las zonas trabajamos con campesinos, de un origen o del otro: pastusos, negros, mestizos, desplazados, indígenas, pero en todos los casos hay un común denominador y es que la gente se está dando cuenta que las condiciones para cultivar, vivir, tener su ganado, están cambiando, que cada vez es mucho más difícil, que el valor de las fincas se está deteriorando porque ya no tienen agua. La gente lo entiende y dice “yo tengo que hacer algo”. No hacemos restauración sino al final del proceso. Toda la parte inicial es de caracterización biológica y socioeconómica, para saber qué hay en las zonas, finca por finca. Luego, empezamos una serie de talleres para mostrarles la realidad: están fregados, no hay agua ni biodiversidad, si no cuidan esto, en diez años se van a tener que ir y sus fincas no van a valer nada porque una finca que no tiene agua no vale nada.

¿Cuál es la diferencia entre reforestación y restauración? W. V. La reforestación es una manera de hacer restauración, el problema es que la manejan como un sistema productivo, con fertilizaciones y medidas. Eliminan la competencia y la regeneración natural, como sembrando aguacates. Lo que uno busca es que el sistema se vuelva lo más heterogéneo posible. Y es que los árboles crecen más cuando hay competencia porque están compitiendo por luz. La competencia en restauración es importantísima porque acelera la sucesión. El gobierno hace reforestación con técnicas muy comerciales. Todo lo que hemos hecho a lo largo de estos años es decirle a las Corporaciones Autónomas, al Ministerio: -Mire, no se desgaste haciendo cultivos de 3 x 3, hagamos restauración de otra manera, sembremos muchas especies juntas, mezclemos especies, pero no, eso que ellos hacen es para cultivo, no para la protección y restauración.

Otro reto es que hay que trabajar con la gente. La restauración solo tiene sentido, y solo funciona si se hace con la gente, si se hace con cada uno de los propietarios. Pero también hay que involucrar a la gente de las ciudades, que entiendan qué está pasando y que entiendan que es un trabajo de todos.

¿Qué le diría a los campesinos? R.A.S. Yo les recordaría la importancia del agua y del suelo, estas dos son las cosas más importantes que ellos tienen, y para preservar esas cosas necesitan de bosques y de especies nativas. Las especies nativas las ven como algo que no usan y deciden cortarlas para sembrar eucaliptos porque después tienen plata. Pero a largo plazo es una mala decisión, pues atentan contra la salud de su finca. W. V. Ese es el resumen de todo. Que la gente entienda que hemos llegado a un punto de degradación en el que hay que hacer algo. Nos tocó a nosotros hacer algo, no le echemos la culpa a los que vivieron atrás. Esto es lo que recibimos, y si queremos que mejore para los que vienen, para nuestros hijos y nietos, pues tenemos que hacer algo AHORA. Más adelante ya es demasiado tarde, y eso es un compromiso de cada persona, desde el solo hecho de usar papel en vez de plástico, no usar pitillo, contaminar menos… pero la gente del campo tiene mucho más por hacer: ser más eficientes en la producción, usar menos área, trabajar lo más limpio posible, con menos veneno (ese veneno genera impactos que no vemos, pero contamina el suelo, el agua). Al final, se trata de restaurarnos también nosotros por dentro, cambiar las costumbres, la manera de pensar, hacer y actuar.

¿QUÉ COSAS PUEDO HACER EN MI FINCA? -Disminuir el pastoreo en zonas muy pendientes.

La gente se está dando cuenta que las condiciones para cultivar, vivir, tener su ganado, están cambiando, que cada vez es mucho más difícil, que el valor de las fincas se está deteriorando porque ya no tienen agua.

-Que el ganado no entre directamente hasta las fuentes de agua. Puede haber bebederos externos para que el agua no se contamine, pero no es solamente eso, es que cuando la vaca entra hasta la quebrada destruye semillas, aplasta plántulas, impide que los ecosistemas se regeneren. -Los bosques cercanos al agua no deben tocarse, así se contribuye a la conservación del agua. -Usar cercas vivas. Tienen un papel importantísimo en la conservación de las especies pues no necesitan ser cambiadas. -Los cultivos de madera a pequeña escala dentro de las fincas permite que tu explotes la madera de esos cultivos y no la del bosque.

R.A.S. Al gobierno no le interesa porque lleva mucho tiempo, necesitamos de 40 o 50 años, pero ellos quieren cosas para hoy, para dos años, con resultados. W. V. Una de las cosas que tiene la reforestación es que no funciona. El 95% de los proyectos que han montado están muertos, y son inversiones muy grandes. Hoy, reforestar una hectárea cuesta 6 millones de pesos. La restauración en bosque seco sale por 500.000 pesos la hectárea, es decir, la doceava parte de lo que el Estado invierte. Nadie sabe cuánto se demora la tierra desnuda en convertirse en bosque, pero dicen que 200 o 300 años, mucho más de lo que podemos vivir usted o yo.

-Modificar las maneras en las que se hace producción: usar menos área, usar especies más productivas, usar métodos de producción más amigables. -Recuperar especies que son muy valiosas y las vuelvan a sembrar en las fincas: cedros, cominos, robles, laureles. En El Retiro que el roble es tan escaso ahora, podrían hacer cercas vivas con roble, 50 arbolitos que les sirvan para sacar madera más adelante. *El objetivo es que haya cada vez menos intervención del bosque. Que el campesino proteja su fuente de agua, que sea consciente de protegerla al cuidar el bosque nativo. Que haga todo para no necesitar talarlo: que tenga su cultivo aparte para sacar madera, bejucos, etc.

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GUADUA

Establecimiento y cultivo* HEBERT ENRIQUE SOTO SALAMANCA

Ingeniero forestal. Asesor forestal y ambiental.

L

a Guadua es la principal especie de un tipo de Bosque Natural que se conoce como Guaduales o Ecosistema Guaduales. La presión de las actividades productivas agropecuarias, la urbanización del campo, los sistemas extractivos, la ausencia de buenas prácticas ambientales y la debilidad en la aplicación y cumplimiento de la normatividad, ha dado como resultado la destrucción de áreas con guaduales en Antioquia, la Región Centro Occidental y otras regiones de Colombia. Ante la desaparición de los Guaduales surge la alternativa de cultivar y manejar la guadua, estableciendo plantaciones de Guadua.

Si quiero empezar a cultivar la guadua ¿Qué debo hacer? Se deben tener muy claros 1. El propósito del cultivo: producción, protección, ornamentación o mixto 2. Las características y condiciones del sitio y 3. El material a sembrar (plántulas).

¿Cómo hago el banco de propagación? Se selecciona un sitio rectangular o cuadrado según la forma y terreno disponible, la cantidad de plántulas requeridas y la facilidad de acceso al agua. Para producir semestralmente 1.000 plántulas, se requieren 10 m2. Las eras pueden ser de 1,30 m de ancho y 10 m de largo según el terreno y el espacio entre eras de 1 m. Cada 30 cm se siembra un chusquín. El Banco requiere labores de limpia de malezas manual, plateo y riego. Se recomienda fertilización a los 30 y a los 75 días. Entre los 90 y 120 días se realiza el deshije y los nuevos chusquines se transplantan a bolsa y permanece en ellas hasta una altura promedio de 25cms, quedando listas para el transporte al sitio definitivo de plantación. Banco de propagación

¿Dónde obtengo las plántulas de Guadua ?

1m

En un guadual que haya sido aprovechado recientemente para extraer los chusquines, estableciendo un banco de propagación o en un vivero especializado que garantice la calidad del material. La propagación que más se utiliza es la vegetativa a partir de partes de la planta como ramas, yemas, tallos y rizomas.

10 m

¿Cómo identifico los chusquines? El chusquín brota del rizoma (raíz-caimán) y tiene tallo, hojas, ramas y pequeñas raíces. Cada uno puede producir entre 5 y 12 nuevas plantas en 3 o 4 meses. Se pueden recolectar en Guaduales intervenidos o entresacados al menos 2 meses atrás y que el Guadual sea vigoroso y sano, extrayendo el material sin dañarlo, con pan de tierra y se transportan en el menor tiempo posible al vivero, al banco de propagación o al sitio de siembra definitivo para el cultivo.

30 cm

30 cm

¿Cómo se siembra la guadua en el cultivo o plantación?

Plántula o chusquín

Raíz caimán

monteadentro 12

Cumpliendo los requisitos de suelos, condiciones climáticas, altitud y el propósito del cultivo, se selecciona el sitio y se espera el comienzo de una época lluviosa. Se prepara el terreno eliminando rastrojos y malezas, se procede al trazado de acuerdo al arreglo (al triángulo o al cuadrado) y a la densidad de siembra que puede estar entre 400 y 500 plántulas por hectárea y que equivale a distancias entre 4m y 5m entre cada chusquín. Se hace un plateo en-


tre 1,5m y 2m de diámetro. En el centro del plato se hace un hoyo de 40 x 40 x 40 cm y se repica el suelo. En este sitio se siembra el chusquin con pan de tierra, se le adiciona más tierra y se aplana suavemente con el pié. Durante los dos primeros años el plato debe mantenerse libre de malezas y en los dos años siguientes se limpian las hileras entre las plántulas. Si las malezas son muy agresivas se deben hacer limpias generales. En esta etapa se deben hacer resiembras, control de plagas y enfermedades, de animales domésticos, de robos, de incendios y si se considera necesario, algunas fertilizaciones. La abundancia de rebrotes y tallos de diferentes diámetros pueden retardar la conformación y crecimiento del guadual, por lo que se recomienda podar ramas y entresacar los tallos no deseables. En el quinto año, se hacen entresacas selectivas de mejoramiento para que el guadual busque su estructura, la cual puede darse entre el sexto y octavo año dependiendo de la calidad del sitio y el manejo que se le haya dado a la plantación.

Trazado de cultivo en triángulo

4a5m

Trazado de cultivo en cuadrado

¿La Guadua crece sola? La Guadua tiende a crecer sola, pero se pueden encontrar especies asociadas a los Guaduales como heliconias, palmas, leguminosas y árboles como balso, caracolí, dormilón y algunos arbustos, que permiten la aparición y permanencia de fauna. La plantación puede asociarse en los tres primeros años con cultivos agrícolas como frijol y maíz, lo cual sirve para el control de malezas y disminuir costos de manejo.

¿Qué otros aspectos deben tenerse en cuenta? En el transporte de las plántulas o chusquines desde el vivero o banco de propagación hasta el sisitio definitivo de siembra, el material en bolsa debe acomodarse muy bien, máximo en dos cubiertas para garantizar que las pántulas llegen a su destino con pan de tierra. Si las áreas a plantar son grandes, se deben planificar desde el establecimiento del Guadual, los caminos y métodos de extracción de los productos del aprovechamiento o cosecha. Si el propósito de la plantación de Guadua es productora debe inscribirse en el ICA y si es protectora en la Corporación Autónoma Regional o Autoridad Ambiental que tenga jurisdicción donde esté ubicado el predio o finca del cultivo.

4a5m

¿Cómo plantar el chusquín?

40 cm

plateo

40 cm

*En la próxima entrega, usos de la guadua.

2m

monteadentro 013


CONSTRUCTORES DE PAZ En Urabá, las comunidades de campesinos de las etnias negras y mestizas construyen paz y defienden su territorio ESTEBAN GONZÁLEZ JIMÉNEZ Director de investigaciones Museo Casa de la Memoria

|Foto: Observatorio Audiovisual e Investigativo sobre procesos comunitarios y de resistencia|

E

ra diciembre de 1996 cuando la creciente presencia de grupos armados en los pueblos cercanos al río Atrato en Antioquia y en Chocó generó grandes episodios de violencia en toda la región. Las constantes disputas entre la guerrilla y los paramilitares, junto a la participación de la Fuerzas Armadas en los enfrentamientos, provocó que las comunidades campesinas se desintegraran y que poblados enteros empezaran a desplazarse por miedo a la violencia. En las comunidades rurales del Municipio de Riosucio (Chocó), los campesinos eran acusados por guerrilleros y paramilitares de pertenecer al grupo contrario. Cada vez eran más comunes los enfrentamientos y los actos de violencia, hasta que las Fuerzas Armadas decidieron intervenir. En febrero de 1997, la Fuerza pública emprendió la “Operación Génesis” que tenía por objetivo sacar a las FARC de la región, pero en medio de los bombardeos, cientos de personas tuvieron que abandonar sus hogares para salvar sus vidas. Muchos de los campesinos que se vieron obligados a huir, se fueron a Quibdó, Turbo, Apartadó, Chigorodó o a Medellín. La mayor parte de ellos, se fue a Pavarandó, en el Municipio antioqueño de Mutatá. En el camino que emprendieron los campesinos al corregimiento de Pavarandó, se seguían sumando personas desplazadas de otros pueblos cercanos al río Atrato. Al final, más de 5.500 personas llegaron allá, en un

viaje por las trochas de la selva chocoana que para muchos de ellos duró más de un mes. En Pavarandó, los campesinos desplazados fueron acogidos por los habitantes de ese pequeño corregimiento, y con la ayuda de la Iglesia Católica, no se rindieron, sino que emprendieron entre todos, un proyecto para defender su territorio y retornar a sus hogares: las Comunidades de Paz.

Al final, más de 5.500 personas llegaron allá, en un viaje por las trochas de la selva chocoana que para muchos de ellos duró más de un mes. Estos incansables líderes campesinos, decidieron enfrentar a los grupos armados con acciones de resistencia civil no violenta y de construcción de nuevas alternativas de paz y desarrollo para sus territorios. Haciendo uso de toda la fuerza de sus comunidades, los campesinos no se resignaron al destierro, sino que optaron por la figura de las Comunidades de Paz como estrategia para regresar a sus territorios. Este, era su manifiesto fundacional: “Nosotros los desplazados de las Comunidades de Riosucio, Chocó, hoy 19 de Octubre de 1997, monteadentro 14

aquí en Pavarandó, Municipio de Mutatá, Urabá antioqueño, luego de una reflexión comunitaria y de una consulta interna y acogiendo la voluntad mayoritaria de todos los habitantes hemos decidido declararnos como una Comunidad de Paz, la cual se denomina San Francisco de Asís”. A través de las Comunidades de Paz, los campesinos se comprometieron a trabajar por la búsqueda de una salida pacífica al conflicto de la región del Urabá, no brindar ayuda de ningún tipo a los grupos armados, defender la vida y el territorio, apoyar a las comunidades en la recuperación de su identidad cultural, proteger el ejercicio de la autonomía de los campesinos y exigir el derecho de recuperar sus territorios. Gracias al esfuerzo de estos líderes campesinos de las etnias negras y mestizas del Bajo Atrato, hoy existen en toda la región del Urabá diferentes comunidades campesinas que se han convertido en Comunidades de Paz y se han agrupado en la Asociación de Consejos Comunitarios y Organizaciones del Bajo Atrato (ASCOBA) para seguir luchando por la devolución de sus tierras, la solución pacífica de los conflictos y el retorno a sus territorios. Todo esto, es una prueba más de que a través de la movilización social, los campesinos se han convertido en los protagonistas de la construcción de la paz en Colombia: una paz que insiste en un país más justo y con más oportunidades para el campo y para todos los campesinos.


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Buenas Doña Pastora Tengo inquietud sobre cómo hablar con los hijos de sexualidad, me parece un tema muy difícil, y me preocupa que nuestros hijos se embarazan muy rápido… yo la verdad no sé qué hacer. Me gustaría que me diera algunas recomendaciones que me ayudaran a manejar esta situación. Mamá inquieta

DOÑA PASTORA

Pregúntele lo que quiera que ella es una biblia

Querida mamá inquieta

E

ntiendo muy bien su preocupación. La sexualidad es un tema que en nuestra cultura ha sido prohibido, le tenemos temor y nos acostumbramos a no hablarlo en familia. Entender que confundimos sexualidad con relaciones sexuales puede ayudarnos a hablar de este tema más tranquilamente. Desde el momento que nacen nuestros hijos les estamos dando educación sexual: los valores que les estamos enseñando (respeto, confianza, compasión, responsabilidad), la manera como asignamos roles femeninos y/o masculinos, los juegos que permitimos o propiciamos y la manera como vamos “contando” con nuestro ejemplo de vida cómo se es hombre y/o mujer. Ahí entran a jugar un papel muy importante las creencias culturales y religiosas, y los valores que estas establecen sobre lo que es bueno o malo; así como el tipo de familia y el lugar donde vivo y sus costumbres. Esto quiere decir que la sexualidad está en nosotros desde que nacemos, no es algo que aparece de pronto en los adolescentes. Pero tarde o temprano llegarán las “temidas” preguntas que nos van a poner de frente como padres con un tema que es tabú... Mami, ¿por dónde salen los niños? ¿Cómo así que masturbar? Las preguntas van cambiando su calibre en la medida que los niños van creciendo. Generalmente son los pequeños de 3 a 5 años los que empiezan a preguntar y uno como padre debe estar atento a ese despertar de su curiosidad. Mostrar siempre un interés genuino en su pregunta e indagar un poquito antes de responder: “y qué entiendes tu por...” “qué quieres decirme con...”, porque muchas veces los niños tienen una necesidad muy puntual y no es necesario responder más de lo que ellos estén necesitando en ese momento. Además de interés genuino e indagar un poquito más sobre la inquietud del niño, está la necesidad de ser honestos y decir “no

sé, voy a consultarlo y te lo aclaro después”. Es mejor eso que inventar algo o decir una cosa de la que uno no está seguro. La vida sexual activa cada vez comienza a más corta edad. Los papás no debemos confundir los juegos de exploración o de curiosidad con “maldad” o perversión, pero sí debemos estar muy atentos y enseñarle a los niños desde pequeños a cuidar su cuerpo y a decir NO a quien sea cuando sientan incomodidad o disgusto ante una caricia o un acercamiento “cariñoso” o “de juego” de alguien. Es importante respetar mucho la intimidad de los chicos y no estar queriendo controlar de manera casi obsesiva sus momentos de soledad y aislamiento. Hablar con ellos sobre la importancia de tomar decisiones, de la responsabilidad... y si en el colegio no les han hablado de métodos anticonceptivos, hacerlo nosotros. Llevar a las adolescentes al médico para una revisión ginecológica y tal vez una asesoría en planificación es muy importante. Como también es muy importante que las niñas adolescentes sepan y entiendan que tener un hijo no les va a solucionar su situación económica, ni sentimental con el novio o el papá de su bebé. Hay una herramienta fundamental que nos permite conocer qué sienten, piensan y viven nuestros hijos. Se trata de una comunicación frecuente, amorosa y respetuosa en la familia. La manera como les hablamos y la confianza que generemos con ellos serán nuestros mejores aliados para conocer sus inquietudes y dificultades, y para acompañarlos a crecer sanamente. La única fórmula para la salud de nuestros hijos es que la familia sea un ambiente que los proteja y cuide amorosamente. Y recuerda que, el ejemplo de nuestras acciones tiene mucho más peso que nuestras palabras.

Los invitamos a darnos sus opiniones, sugerencias, quejas y comentarios. Recuerde que puede suscribirse o pautar con nosotros. monteadentro@laboratoriodelespiritu.org 5410579 / 3155164303 www.laboratoriodelespiritu.org/monteadentro

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