3 minute read

AVANCES MÉDICOS

Next Article
VIDA Y FAMILIA

VIDA Y FAMILIA

SUPERBACTERIAS Un peligro real, presente y futuro

“Llegará un día en que cualquier persona pueda comprar la penicilina en las tiendas. Entonces existirá el peligro de que un hombre ignorante pueda fácilmente tomar una dosis insuficiente, y que al exponer a sus microbios a cantidades no letales del fármaco los haga resistentes”.

Advertisement

Estas palabras proféticas fueron pronunciadas por Alexander Fleming el 11 de diciembre de 1945, en el discurso que ofreció durante la ceremonia de concesión del premio Nobel.

En la actualidad, las bacterias resistentes a los antibióticos causan 700,000 muertes al año. La situación no va a mejorar y se estima que en 2025 muchos de los antibióticos habituales serán ineficaces frente a las “superbacterias”. Las predicciones apuntan que para el 2050 las superbacterias pueden causar 10 millones de muertes anuales en el mundo.

Las bacterias patógenas multirresistentes en tres grupos de prioridad:

▶ El grupo 1: prioridad crítica. Incluye a Acinetobacter baumannii, Pseudomonas aeruginosa y algunas enterobacterias como Klebsiella pneumonie, Escherichia coli y varias especies de los géneros Serratia y Proteus. Todas ellas son resistentes a los carbapenémicos. ▶ El grupo 2: prioridad elevada. Incluye a Enterococcus faecium (resistente a la vancomicina), Staphylococcus aureus (resistente a la meticilina y con sensibilidad intermedia y resistencia a la vancomicina), Helicobacter pylori (resistente a la claritromicina), Campylobacter spp. (resistente a las fluoroquinolonas), Salmonella (resistente a las fluoroquinolonas) y Neisseria gonorrhoeae (resistente a la cefalosporina y a las fluoroquinolonas). ▶ El grupo 3: prioridad media. Incluye a Streptococcus pneumoniae (sin sensibilidad a la penicilina), Haemophilus influenzae (resistente a la ampicilina) y Shigella spp. (resistente a las fluoroquinolonas).

Resistencias que llevan décadas fraguándose

En la década de 1980, se descubrió que algunas cepas de Klebsiella pneumonie eran resistentes a muchos antibióticos betalactámicos, grupo al que pertenece la penicilina y que son de los más recetados. Las cepas de Klebsiella pneumonie eran capaces de producir unas enzimas llamadas betalactamasas que inactivaban químicamente a los antibióticos betalactámicos. Este fenómeno anunció la primera ola de resistencia a los antibióticos observada en esta bacteria.

En 2010 se descubrió que algunas cepas de Klebsiella pneumonie eran resistentes a la colistina. En el año 2015, el descubrimiento de resistencia a la colistina provocó una aguda preocupación mundial sobre la posibilidad de transferencia horizontal de este gen entre los aislados humanos y animales.

Históricamente, la colistina se usó por primera vez en la década de 1950 de forma intravenosa. La colistina y la polimixina B se han usado durante décadas en veterinaria con fines profilácticos y terapéuticos. Pero la resistencia cruzada entre la colistina y la polimixina B es casi del 100%.

En 2017, en Nevada hubo un caso de una mujer que murió en Reno en septiembre de 2016 a causa de una infección provocada por una cepa de Klebsiella pneumoniae resistente a 26 antibióticos diferentes. Es decir, todos los disponibles en los Estados Unidos.

Mil millones de dólares para romper la resistencia

El problema ha alcanzado tal magnitud que más de 20 compañías biofarmacéuticas, con el apoyo de la Federación Internacional de Asociaciones y Fabricantes de Productos Farmacéuticos (IFPMA), anunciaron el lanzamiento del Fondo de Acción Resistencia a los Antimicrobianos (AMR), para invertir más de 1000 millones de dólares en el desarrollo de nuevos tratamientos antibacterianos. El objetivo es desarrollar en 2030 de 2 a 4 nuevos antibióticos para los pacientes que sufren infecciones multirresistentes.

Es clave entender el peligro que representan estos patógenos y promover la concienciación en los hospitales y centros de investigación. También abrir un espacio para la discusión de los diversos enfoques y nuevos hallazgos.

Medidas de prevención y control

▶ Tomar antibióticos solo cuándo los prescriba un médico. No comprarlos si no han sido recetados por un profesional. ▶ Seguir las instrucciones médicassobre el uso de los antibióticos. ▶ Completar los tratamientos. ▶ No reusar antibióticos ni tomar los sobrantes de otro tratamiento. ▶ No usarlos para estimular el crecimiento de animales y administrarlos solo bajo supervisión veterinaria. Vacunar a los animales para reducir la necesidad de emplear estos fármacos. ▶ Prevenir las infecciones con las medidas higiénico-sanitarias pertinentes y manipular de forma correcta e higiénica los alimentos.

This article is from: