Contenido Consejo CEEGS David Garza Lagüera Federico Garza Santos Alicia Navarro de Martínez Alejandra Rangel Hinojosa Alberto G. Villarreal González Director general CEEGS Francisco Suárez Warden Editora Sonia Ma. Monroy Fraustro Colaboradores en esta edición Rodrigo Carbajal Alejandra Marroquín Maricruz Treviño María Lozano Diseño Editorial Daniel Galván Sánchez LA CASONA, Año III, número 9, octubre 2014. Esta revista es una publicación trimestral editada por el Centro de Estudios Eugenio Garza Sada A.C. Calle Cerro del Obispado, 603, Col. Obispado, Monterrey, C.P. 64060, Tel. +52 (81) 59 80 1000. www.cegs.mx Correo electrónico: publicaciones@cegs.mx Reserva de Derechos al uso exclusivo No. 04-2013-032012111400-102 ISSN: 2007-6827 Ambos otorgados por el Instituto Nacional del Derecho de Autor. Responsable de la última actualización de este número: Sonia Ma. Monroy Fraustro Calle Cerro del Obispado, 603, Col. Obispado, Monterrey, Nuevo León, C.P. 64060
Fecha de última publicación, 31 de marzo de 2014. Queda prohibida la reproducción total o parcial de los contenidos e imágenes de la publicación sin previa autorización del Centro de Estudios Eugenio Garza Sada, A.C.
Portada: Fotografía de Daniel Galván del 2014.
Nota del Editor
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Editorial / Francisco Suárez Warden - Director general CEEGS
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Covolución / Edgar Barroso
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Participación Ciudadana en la Reforma Penal y Energética / Ernesto Canales Santos
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Eugenio Garza Sada y su ingreso a MIT en 1910/ Gabriela Recio Cavazos
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El compromiso de don Eugenio con la educación y el capital humano / Carlos J. Mijares
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Mi recuerdo de don Eugenio / Carlos Cruz Limón
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Tecnología y liderazgo para la educación / Aurelio Collado Torres
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Monólogo con don Eugenio Garza Sada / Virgilio S. Mena Becerra
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FEMSA: 124 años construyendo una exitosa historia de valores y cultura de trabajo / Roberto Lara Durán - Colección Histórica FEMSA
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Restauración guiada: La casa sede del Centro Eugenio Garza Sada / Oscar Martínez
Escuchar el nombre de Eugenio Garza Sada evoca, para muchos, una manera de ser, de vivir, una cultura de trabajo y valores. Evoca también progreso, desarrollo, estabilidad laboral, crecimiento... una forma de pensar y de ser del regiomontano, del nuevoleonés, gente “luchona, trabajadora y madrugadora”. Para algunos más jóvenes el nombre les es apenas cercano, lo relacionan más a una institución educativa, a una avenida al sur de Monterrey llamada así en honor a un personaje importante para la ciudad, pero el cuestionamiento o la curiosidad no va más allá. Para estos niños y jóvenes el personaje pertenece a otros tiempos. De ahí la importancia de acercar a estas nuevas generaciones, más que al recuerdo, al ejemplo de don Eugenio, para quien la responsabilidad, la constancia, la honradez, el respeto y la ética, no dependían de la circunstancia ni se adaptaban a los intereses personales del momento; estos valores y principios se vivían ante todo, día a día. Al cumplirse 41 años de la ausencia de don Eugenio, en esta edición especial recordamos su legado y abordamos temas que para él fueron invaluables, como la participación ciudadana. El liderazgo empresarial y su compromiso social fueron características sello de Eugenio Garza Sada, como lo es hoy también de Ernesto Canales, presidente del Consejo de Renace, quien generosamente colabora en este número de la revista para abordar dos asuntos trascendentales donde la participación ciudadana ha hecho diferencia: la Reforma Penal y la Reforma Energética. Asimismo, Edgar Barroso nos lleva a reflexionar sobre la importancia de la participación organizada y la comunicación constructiva de los ciudadanos que conformamos este país para enfrentar activamente y de manera conjunta los retos del siglo XXI. Carlos Mijares López nos habla de la visión de don Eugenio en la educación, en la que contemplaba la preparación de profesionistas verdaderamente comprometidos con el desarrollo de sus comunidades, con una visión mayor a su
propia empresa, que tuvieran ese compromiso y espíritu de solidaridad y desarrollo social. Además nos presenta un panorama del desarrollo, nivel y reconocimiento que el Tecnológico de Monterrey ha logrado. Don Eugenio fue sensible e impulsó las artes y el deporte, Carlos Cruz Limón nos comparte sus recuerdos en dichas áreas. Aurelio Collado, a través de su amena narración, nos relata cómo se experimentó y quiénes implementaron las innovaciones y el desarrollo tecnológico en el Tecnológico de Monterrey. Virgilio Mena, en un monólogo con don Eugenio, nos da un recorrido por su obra social en el Grupo Industrial y cómo se conserva y valora la filosofía humanista de Eugenio Garza Sada, promoviendo el desarrollo integral del personal y sus familias, su salud, su formación y compromiso cívico así como el desarrollo de nuestras comunidades y medio ambiente, como una forma de que los colaboradores trascienden como personas y como ciudadanos. La Colección histórica FEMSA nace del interés de conservar la historia empresarial y el acervo, integrado por más de 35 mil piezas; Luis Quirós nos cuenta al respecto. Gabriela Recio nos habla de los años en que el joven Eugenio Garza Sada estudió en el Instituto Tecnológico de Massachusetts. Finalmente, Oscar Martínez, a manera de visita guiada, menciona el proceso de restauración de la casa donde vivió don Eugenio con su esposa doña Consuelo y sus ocho hijos. Don Eugenio no se ha ido, sigue vivo en la memoria de muchos, en las obras que creó; nos corresponde a nosotros difundir y compartir su legado. Sonia Ma. Monroy Fraustro
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Nota del Editor
Las opiniones expresadas por los autores no necesariamente reflejan la postura de la institución ni del editor de la publicación.
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Nota del editor sobre don Eugenio
CENTRO EUGENIO GARZA SADA
Foto: Daniel Galván Sánchez
CIMIENTOS, MISIÓN, PROGRAMAS Francisco Suárez Warden / Director general CEEGS Cuando un hombre muere y sus obras continúan, eso es trascender. Junto a la obra de restauración de la casa de don Eugenio Garza Sada, una contribución tan necesaria al entorno urbano de la ciudad, se desarrolla otra, diferente, pero relacionada y complementaria.
El Centro Eugenio Garza Sada tiene sus cimientos en el legado de don Eugenio y concretamente en su vida y su obra, en el modelo que nos dejó con su ejemplo en el campo del desarrollo económico, social, humano, en sus luchas por la justicia, la libertad, el equilibrio de vida, de “nobleza obliga”, de orientación a la acción. Y el legado de don Eugenio, está más vigente que nunca. No obstante el paso del tiempo, mantiene una frescura que nos da optimismo, nos señala caminos y acciones posibles de renovación.
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En un país libre, cuando un propósito relevante se puede lograr mediante acciones conjuntas de personas, surgen las organizaciones de la sociedad civil. Así surge el Centro Eugenio Garza Sada (CEGS). La misión del CEGS es contribuir a la mejoría del bienestar de los mexicanos, impulsando el desarrollo humano en todas sus facetas, mediante acciones concretas comprometidas con la comunidad. Los programas del Centro son: Ideario: Lo que convierte a un conjunto de personas en una sociedad, es la cohesión que se deriva de valores, propósitos y creencias compartidas, así, por dos años consecutivos, se promueve, en sociedad con la Secretaría de Educación, el conocimiento, la difusión y la práctica del ideario de don Eugenio entre los alumnos de cuarto año de primaria a tercero de secundaria de las escuelas de Nuevo León. Y el tercer año está ya programado, su objetivo es una biografía ilustrada para adolecentes, desarrollada con la contribución de los alumnos, que esperamos inspire la formación del Eugenio Garza Sada del mañana.
Archivo Historico:
Tecnología de Información y Comunicaciones:
Los archivos personales de don Eugenio se complementan con otros representativos del desarrollo económico y social de Nuevo León de finales del siglo XIX a mediados del siglo XX con el propósito de reunir esta valiosa parte de nuestra historia en un solo sitio e incorporar tecnología de vanguardia para que su contenido sea accesible y útil, para que “nos ayude a perseverar en aquellos objetivos que han sido sabios e inspiradores en el pasado”.
La sede restaurada del centro cuenta con infraestructura tecnológica de vanguardia, su desarrollo y operación es estratégica para el CEGS, que ya tiene presencia en varias plataformas.
Congreso: Por primera vez en su historia, el Congreso Nacional de Bibliotecas y Archivos privados se desarrollará fuera de la ciudad de México, su sede será Monterrey y precisamente la casa de don Eugenio; será nuestro primer evento nacional y contaremos con la presencia de los representantes de los archivos públicos y privados más importantes del país. Participación Ciudadana: Este programa, núcleo del CEGS, está en pleno desarrollo, en conjunto con otras organizaciones de la sociedad civil. Oportunamente se darán a conocer sus características.
Organización: El Consejo del Centro se reúne cada mes, establece el rumbo, la estrategia y revisa la operación y en esta etapa, la construcción de la organización y su alineación. Se cuenta con personal comprometido en la operación y se suman esfuerzos con otras Organizaciones y personas como la Secretaría de Educación, la Asociación Mexicana de Bibliotecas y Archivos Privados, el Archivo Gomez Morín, el Consejo Cívico de las Instituciones, entre otras, para potenciar esfuerzos y evitar redundancias. Viendo a Futuro: Se trabaja en la incorporación de otros archivos que enriquezcan la historia del desarrollo económico y social de Nuevo León de finales del siglo XIX a mediados del siglo XX, con el propósito de aprovechar las lecciones de la historia mediante la preservación y difusión de sus contenidos.
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BREVARIO
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Los materiales de aquella son el acero, la madera, la piedra, el yeso; de ésta son la historia, las ideas, el ejemplo y la obra de don Eugenio. Ambas van dirigidas a las personas, su medio ambiente, entorno, desarrollo. Ambas obras nacieron al mismo tiempo: la material está concluida, habrá que mantenerla y compartirla con la comunidad, para que cumpla su propósito; la otra es y será siempre una obra en proceso, inacabada, en búsqueda incansable de cumplir su misión.
La sede del CEGS es la casa donde habitó Eugenio Garza Sada con su familia.
Foto: Daniel Galván Sánchez.
Foto: Tomada de su sitio web.
COVOLUCIÓN Unidad de propósito para cambiar a México
Edgar Barroso En nuestras instalaciones resguardamos el Archivo Eugenio Garza Sada, documentos originales pertenecientes al empresario, encontrados en su estudio.
A finales de este año se contará con un sitio de Internet que permita la difusión de las ideas e información del Centro a través de estas herramientas. Y se procuran alianzas con instituciones nacionales e internacionales que fortalezcan al Centro en materia de TI, archivos históricos y su difusión y desarrollo de competencias en materia de participación ciudadana. Quizá uno de los roles más importantes de don Eugenio fue el de maestro, en el aula no convencional de la vida cotidiana, así, en su escritorio, que permaneció como él lo dejó por cerca de 40 años, encontramos una reflexión recortada por el de la revista “Trabajo y Ahorro”, en mi opinión, retrata en cierta forma su actuar, creo que puede ser fuente de inspiración para el Centro, creo que puede ser fuente de inspiración para todos y cada uno de nosotros.
“La peor parcialidad es no pronunciarse, la peor ignorancia es no querer hacer, la peor mentira es no arriesgarse”. Sin duda, don Eugenio continúa su labor de maestro.
Francisco Suárez Warden / Director general CEEGS 6 La Casona | Octubre 2014
hemos reaccionado a nuestro descontento culpando a nuestros gobernantes de lo que no está bien. Rara vez nos cuestionamos a nosotros mismos como ciudadanía. Pareciera que señalar lo corruptos, ineficientes y carentes de ideas que han sido o son los “otros” es la única forma que conocemos para expresar nuestra participación ciudadana, siempre y cuando ésta se limite a manifestarse solamente durante una carne asada, una fiesta o una reunión con amigos.
Esto es tan absurdo como trazar un plan que comprenda absolutamente todos los asuntos que su familia deberá tratar en los próximos tres años; pedirle a otro miembro de su familia que haga lo mismo, y después solicitarle al resto de sus familiares que voten por su plan o el de su “contrincante” -respecto de asuntos que impactarán directamente a todos ellos- no sin antes advertirles que una vez emitido el voto no hay vuelta atrás y que la siguiente reunión para postular nuevos planes familiares ocurrirá en tres años. ¿Usted cree que esto funcionaría? ¿Su familia estaría contenta con esta forma de operar? ¿Le suena ridículo? Pues así funciona la concepción del sistema democrático que utilizamos para conducir el país entero. De ahí surge nuestro eterno y francamente somnífero descontento respecto de nuestros gobernantes y nuestra participación ciudadana.
Claramente estas “conversaciones políticas” no nos han llevado muy lejos ni han contribuido al cambio que queremos ver en nuestro país. Y es que la tentación de llevarlas a cabo es muy grande: primero porque comportan una postura muy cómoda que no representa ninguna responsabilidad ni compromiso de nuestra parte, y segundo porque indudablemente muchos políticos mexicanos nos han dado motivos y razones para hablar mal de ellos. Para que veamos un México más próspero, pacífico y justo, tenemos que empezar a equilibrar la balanza de la coresponsabilidad haciéndonos honestamente esta pregunta: ¿qué tan buenos ciudadanos somos los mexicanos? Y es que los problemas de México son tanto del gobierno como de nosotros. No nos hagamos guaje.
Sin temor a equivocarme, creo que usted y yo coincidimos en que las cosas en México pueden y deben ser mejores. Tradicionalmente, durante muchos años los mexicanos
Los mexicanos no podemos esperar resultados diferentes en nuestra vida pública reaccionando siempre de la misma manera ante los problemas que afectan a la ciudadanía: hablando sin proponer y sin actuar. No sugiero que la solución radique en recursos civiles como salir a las La Casona | Octubre 2014 7
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La reflexión dice:
Para la mayoría de los mexicanos la participación ciudadana se limita a emitir un voto a favor o en contra de un candidato, a decirle “sí” o “no” a un partido político al cabo de una campaña electoral. Imagine el tamaño de la ironía: en un mundo hiperconectado por la internet, donde millones de datos salen de nuestras oficinas diariamente, nuestra voz y participación ciudadana se limita a escribir un “0” o un “1” cada tres o seis años para decidir el futuro de nuestro país.
Ha llegado el momento de que los mexicanos, usted, yo, y todos los demás, cambiemos a México
Los tiempos han cambiado: hoy los canales de comunicación en línea nos han dado voz a una cantidad histórica de personas, habilitándonos para participar activamente en la vida de nuestro país de una manera distinta. Quiero pensar que ha llegado el momento de dejar de aportar un “0” o un “1” cada tres o seis años, y empezar a organizarnos para generar acciones que sean relevantes para el futuro de México, a disminuir la queja sin consecuencias, el reclamo sin coresponsabilidad, y enfocarnos en la unificación de propósitos que todos queremos para nuestro país. Ha llegado el momento de que los mexicanos, usted, yo, y todos los demás, cambiemos a México juntos. Gracias a la tecnología, participar en fortalecer a nuestro país es ahora una elección que está en nuestras manos: la internet ha hecho que se nos agoten los pretextos para participar y colaborar.
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En este momento, México no necesita agitarse o polarizarse más, México necesita una “Covolución”. Me explico: covolución es un neologismo formado por el prefijo “co” (unión, convergencia) -que alude a los verbos conectar, colaborar, compartir- el verbo en latín, volveré (movimiento, cambio, transformación) y el sufijo, “ción”, que significa acción y efecto. La Covolución es, pues, un neologismo que comporta una propuesta y promueve la participación organizada y la comunicación constructiva entre nosotros, los ciudadanos que conformamos este país, para que activamente y de manera conjunta enfrentemos los retos del siglo XXI, que son muchos y complejos. La covolución es necesaria porque sabemos que no podemos participar solos, ni queremos quitar responsabilidades a nuestros servidores públicos, pero reconocemos que enfrentamos una labor conjunta y que es una mala idea prolongar el estado de “divorcio” entre los ciudadanos y el gobierno, por lo que nos toca reconciliarnos y trabajar como una unidad de propósito para cambiar a México. Ahora, ¿qué necesitamos para emprender una covolución en México? Es necesario que los ciudadanos de México:
PERSPECTIVAS
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calles, hacer plantones o cadenas humanas, los cuales aplaudo cuando obedecen a razones justificadas y al uso honesto del derecho constitucional a manifestarse en la vía pública. Sin embargo, ¿cuántas manifestaciones o reclamaciones sociales han terminado en un montón de buenos deseos y, en el peor de los casos, en el más terrible olvido? Desgraciadamente, casi todas. Las manifestaciones sociales de antaño ya no tienen el mismo impacto que cuando surgieron como una forma de resistencia civil o reclamo social. Hoy se emplean para lograr cambios y ejercer presiones a corto plazo respecto de temas específicos. Lamentablemente, esta persecución de fines aislados es especialmente problemática en un país tan desigual, fragmentado y socialmente paralizado como el nuestro.
Imagen: http://www.rsablogs.org.uk/
Nos reconciliemos con nosotros mismos en lugar de señalar los factores que pueden separarnos. Tenemos que empezar a encontrarnos más y conocernos mejor, sobre todo con las personas que son muy diferentes a nosotros para conocer su realidad, entender su forma de actuar y pensar desde una perspectiva empática, de apertura, no desde la descalificación, la arrogancia, los complejos o los prejuicios; la reconciliación sólo es posible si nos escuchamos unos a otros. Escuchar nos educa, informa y fortalece. Lo mismo va para el gobierno: tenemos que escucharlo para que nos escuche. La Casona | Octubre 2014 9
Foto: Tomada de su sitio web
Un país donde la gente deja de ser curiosa, es un país que no tiene futuro Aprendamos a estar de acuerdo en no estar de acuerdo. A entender que hay muchas verdades en el mundo, y que no siempre tenemos la razón. Tendemos a creer que cuando las personas no coinciden con nuestra opinión algo está mal con ellos, no con nosotros. Muchas veces los dos están bien o los dos están mal. En este país debemos aspirar a que quepan todas las opiniones. Nos hagamos más fiables. Tenemos que mejorar nuestra reputación confiando en la conducta futura de nosotros mismos y los demás. En alemán esa fiabilidad se expresa con el término Verlässlichkeit, que significa algo similar a “puedes contar conmigo y lo que me toca hacer en el momento que me toca hacerlo”. El día que México pueda contar con nosotros, sus ciudadanos haciendo lo que nos toca hacer cuando nos toca hacerlo (no tirar basura, no pasarse los altos, tratar siempre con amabilidad y dignidad a los demás, ofrecer siempre ayuda, pagar impuestos, ser honestos, no dar mordidas, etc.) podremos sentar las bases para atacar dos de nuestros más grandes problemas: la corrupción y la falta de productividad.
Dejemos de culpar a todos y a nadie aceptando la coresponsabilidad entre la ciudadanía y el gobierno, asimilando que compartimos una labor conjunta: no basta con “aventarnos la bolita”. Tenemos que pasar del reclamo y la queja hacia una población que busca permanentemente la reconciliación y la construcción independientemente del partido político, el candidato o la ideología de nuestra preferencia. Involucremos a los mejores ciudadanos posibles en la política. No podemos olvidar que el futuro del país dependerá de las personas. Si tenemos representantes honestos y capaces podemos empezar a coquetear con la idea de estar orgullosos de nuestros políticos y también saber que van a cometer aciertos y errores, porque adivine qué: los políticos son humanos. 10 La Casona | Octubre 2014
Comprendamos que estamos de paso y que nuestra principal misión como país es cuidar a nuestra comunidad inmediata y extendida para crear juntos un futuro mejor para nuestra generación y para los mexicanos que todavía no han nacido. Tanto la ciudadanía como el Estado Mexicano no hemos estado a la altura de lo que merece este país, sus jóvenes y sus niños. Hagamos lo necesario para que la generación siguiente no crezca preguntándose lo mismo que nosotros: ¿por qué los integrantes de las generaciones anteriores no trabajaron juntos por los mismos ideales? Entendamos que cambiar a México es un proceso permanente, a largo plazo, con calma que llevamos prisa. Tampoco significa que debamos hacer proezas épicas y mejorar todo de tajo. Recordemos que no existen los países perfectos, siempre pueden ser mejorados. Cambiar a México significa que nos hagamos responsables de lo que nos toca. Y por supuesto, implica hacer que nuestros jóvenes mantengan este mismo enfoque: que sus anhelos y metas contemplen e incluyan los anhelos y metas de los demás. Nos enfoquemos en mejorar cosas específicas, pequeños logros hechos por pequeños grupos de personas, preferir la precisión sobre la ambigüedad o grandiosidad en nuestra participación ciudadana. Cambiar a México será la suma de cientos de miles de pequeños logros conectados en redes de cooperación, microcomunidades interconectadas unidas por propósitos, no por partidos políticos. Hay que recordar: es más poderosa la idea de muchas personas haciendo poco, que pocas personas haciendo mucho. Cuidemos nuestro entorno, especialmente el entorno público, que también nos pertenece y forma parte del único planeta que tenemos.
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PERSPECTIVAS
PERSPECTIVAS
Hablemos con franqueza, enunciemos claramente nuestros problemas y enfrentemos que en México coexisten el racismo, la discriminación, el fraude, la corrupción, la injusticia, la apatía y la infiabilidad, que estamos rezagados en educación, investigación e innovación y tantas, tantas cosas más que están muy mal; pero no los pronunciemos para auto flagelarnos, sino para darnos cuenta de dónde podemos contribuir a una solución mediante nuestros talentos, habilidades y recursos, y, lo más importante, para escoger nuestras “batallas” sabiendo que todos podemos contribuir en algo. ¡Todos! Tenemos que entender que cambiar a México es un esfuerzo individual y colectivo al mismo tiempo.
Luchemos por educar y formar en todos los niveles y a todas las edades a nuestros ciudadanos. Debemos fomentar la curiosidad, porque un país donde la gente deja de ser curiosa, es un país que no tiene futuro.
encontrar soluciones, no a ver quién grita más fuerte. La covolución fomenta la crítica informada y constructiva, la denuncia fundamentada y la rendición de cuentas que deben existir siempre en México. La covolución condena la violencia en todas sus formas, aunque no duda enfrentar un problema que amenace nuestra integridad física o psicológica. Aunque siempre pacífica y conciliadora, la covolución es un modo de fortalecimiento del país. Lo invito pues a que se haga “covolucionista”. ¿Cómo? Busque y encuentre una causa que a usted le parezca relevante; empiece con algo pequeño; invite a personas cercanas y afines a usted (amigos, familiares, vecinos, etc.), inicie con un grupo de no más de seis personas y póngase en acción. Utilice la tecnología a su favor para conectarse con otras personas, colabore con ellas y comparta información y sus acciones emprendidas. Y por favor, por favor, no pase demasiado tiempo consecutivo realizando su tarea de su participación ciudadana, porque ocurrirá que dejará de hacerla. Recuerde: es mejor tener muchas personas haciendo poco pero de manera constante, que una persona haciendo mucho una vez y luego nada. ¿Dónde puede empezar? Donde quiera. Piense: ¿cuántos metros cuadrados de mi entorno han mejorado porque yo existo? o ¿cuántas personas han mejorado su vida porque yo existo? Expanda su radio de acción gradualmente y aumente ese número en la medida de sus posibilidades. Recuerde no tiene que hacerlo solo. ¿Cuándo puede empezar? Ayer. No podemos resignarnos y dejar de luchar por crear esa unidad de propósito, esa covolución permanente que se basa en la reconciliación y en el trabajo, no en reclamos y quejas aisladas que polarizan al país, y nos debilitan. La clave para despertar al “gigante dormido” es la covolución. Como guanajuatense les dejo esta reflexión a mis queridos amigos regios con la consciencia de que todos los cambios importantes de este país han iniciado en el norte. ¿Están listos para iniciar la covolución de México?
Mtro. Edgar Barroso Fundador del modelo Open Source Creation. Candidato a Doctor en Composición Musical por la Universidad de Harvard.
Uno de los principales problemas que tenemos para involucrar a más personas radica en el modo en que nos organizamos. El primer error que hemos cometido los mexicanos es pensar que todos nos vamos a poner de acuerdo en todo. Eso no va a pasar, y que bueno. México es un país de contrastes, en donde la diversidad es un denominador común en todo el territorio, donde minorías y mayorías deben ser representadas y tener su propia voz en las decisiones del país. Tenemos que actuar y colaborar organizados, pero no “en bola” sino en pequeñas células, pequeños grupos de personas que llamamos “microcomunidades”, que se encargan de verificar que se logren pequeños cambios que afecten primero a su comunidad inmediata y poco a poco aumenten su radio de acción hacia su comunidad extendida. La manera de pensar de la covolución se basa en la autonomía de estas microcomunidades formadas por ciudadanos.
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Si usted coincide con la mayoría de estos principios, entonces usted es un “covolucionista de closet” y no está solo. Si usted está pensando ahora: “... están muy bien estas propuestas, pero yo no tengo tiempo”, lo invitamos a conocer iniciativas como 60 Minutos por México, dónde pedimos a los ciudadanos que donen apenas una hora (el 0.59 por ciento de nuestro tiempo) a la semana a cualquier causa que elijan, ayudando a una persona o haciendo algo por el país. Si el cuatro por ciento de los mexicanos lo hiciéramos en un año, tendríamos alrededor de 240,000,000 de horas dedicadas a mejorar el país mediante tareas concretas con beneficios tangibles. ¿Se imagina lo que podríamos mejorar al año? ¿Se imagina si convencemos a las escuelas y universidades de que los proyectos finales de sus cursos sean proyectos sociales en lugar de exámenes convencionales? ¿O si organizamos a nuestros amigos para mejorar algo en nuestro entorno o mejorar la vida de otro grupo pequeño de personas, como un hábito? Hay tantos ejemplos de iniciativas maravillosas realizadas por gente comprometida y solidaria. No los dejemos solos.
Sólo para aclarar, la covolución no es asistencialista, pero sí solidaria. Creemos que si nos acostumbramos a pedir nos paralizaremos, pero si nos acostumbramos a dar, nos fortaleceremos. La covolución no evita el conflicto por debilidad, sino que dirige su energía a la lucha por 12 La Casona | Octubre 2014
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Participación Ciudadana en la Reforma Penal y Energética
Organismos de la sociedad civil realizaron un trabajo de análisis y convencimiento de alta resonancia, que sentó las bases para que “los políticos” se percataran que, por la presión social creada, era en su beneficio atender la petición de cambio proveniente del campo no oficial. Después de que Nuevo León, en 2004, desde el poder reconociera que el sistema penal era un fracaso y emprendiera una reforma penal, este proceso de participación ciudadana continuó, con resultados de humedad imparable, en el resto del país, logrando modificaciones sustanciales en más de la mitad de los estados de la República.
Ernesto Canales Santos Voy a referirme a dos asuntos de gran actualidad e interés que han recorrido caminos diferentes para convertirse en normas de conducta obligatorias: la Reforma Penal y la Energética. La primera fue gestionada por organizaciones civiles, mientras la segunda proviene de la cúpula partidaria como vehículo de desarrollo económico del país. La Reforma Penal de Juicios Orales nunca estuvo en los principios o programas de gobierno de los partidos políticos, tampoco en el imaginario de sus candidatos. Organizaciones civiles en Nuevo León lograron en la campaña para gobernador del 2002 que Mauricio Fernández, candidato por el PAN, la adoptara en su proyecto de gobierno, lo que motivó al candidato del PRI, Natividad González Parás, a hacer lo mismo. ¿Cómo es que la sociedad civil de Nuevo León consiguió incrustar el tema penal en la agenda política?
PERSPECTIVAS
No únicamente se presentaron ante la opinión pública errores de técnica legislativa, como el otorgar a los Ministerios Públicos en los procesos penales facultades superiores a la de las otras partes del juicio, Víctimas y Acusados, sino se señalaban, también, la manera de corregir estos “hoyos” sistémicos. 14 La Casona | Octubre 2014
En febrero de este año, el movimiento social privado consiguió la aprobación del Código Único de Procedimientos Penales por unanimidad en ambas Cámaras, que viene a transformar la manera en que se administra la justicia penal en todo el territorio nacional. ¿Cuál ha sido el recorrido de la Reforma Energética? Una participación ciudadana mínima, limitada a acompañar al poder público en la forma y tiempos que estos han ido determinando; los Foros, convocados a efecto de crear una opinión pública favorable, han sido más bien “acartonados”, no de discusión abierta y participativa, convirtiendo a la iniciativa privada más en comparsa que en socio participativo, cómplice; el ejemplo cúspide de esta cerrazón es el dejar sin respuesta el cuestionario del director cinematográfico Cuarón. En la Reforma Penal grupos de la sociedad civil detectaron el problema y lo hicieron propio, participando intensamente en la solución; organizaciones de profesionales, académicas y de filantropía, más de cien, llevaron la batuta de la discusión sobre los temas que deberían ser tratados en el nuevo Código; fue un largo proceso de consensar posiciones fuera de instancias gubernamentales.
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Sus armas fueron recabar “datos duros” sobre la forma en que funcionaba el sistema penal, demostrando ante la opinión pública fallas en la administración de justicia e individualizándolas en casos reales de injusticias emblemáticas que movilizaron la conciencia social hacia el cambio. El ejemplo más conspicuo, por su amplísima difusión, lo fue el de Antonio Zúñiga que quedó constatado en el documental Presunto Culpable.
Primera réplica de Institución Renace ABP a nivel nacional ubicada en San Luis Potosí.
En la Energética, por contraposición, la sociedad civil no se dio la tarea de saber ni siquiera qué tipo de Reforma quería; vaya contraste: la Penal no estaba en la agenda política y la Energética no la traían los organismos privados. La Casona | Octubre 2014 15
Una consecuencia de esta doble génesis de cambios estructurales es que la implementación de la Reforma Penal está siendo acompañada por organismos privados robustos, pendientes de apoyar mejores prácticas y denunciar desviaciones; no podemos esperar lo mismo respecto la legislación Energética. Hay una pregunta clave en esta comparación: ¿qué es mejor para el país, una reforma socialmente consensada u otra políticamente acordada? En lo penal, iniciativa civil reconoció que “los políticos”, que hoy están y mañana no, carecen de condiciones para solucionar situaciones complejas. La participación de la ciudadanía, que se realiza con persistencia y amplia discusión pública, cambia al país con un sano ingrediente democrático; está pues en nosotros organizarnos para llevarlo a cabo.
Ernesto Canales Santos Presidente del Patronato de Institución Renace ABP e integrante de la Red Nacional de Organizaciones Civiles a Favor de los Juicios Orales y el Debido Proceso.
PERSPECTIVAS
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Familia Garza Sada. 1892.
Eugenio Garza Sada y su ingreso a MIT en 1910 A finales del siglo XIX México se encontraba inmerso en un proceso de cambios y transformaciones económicas. La aparición de mejores medios de comunicación como el ferrocarril y el telégrafo le dio oportunidad a las ciudades de comunicarse con mayor agilidad y menores costos, dando como resultado que el país se desarrollara a niveles no vistos con anterioridad. Igualmente, el sistema financiero comenzó a ofrecer mejores servicios a sus clientes abonando al desarrollo de medios de pagos más atractivos, e incidiendo positivamente en la puesta en marcha de nuevos comercios e industrias. Monterrey, ciudad natal de Eugenio Garza Sada, no se mantuvo ajena a estos cambios, ya que con las nuevas líneas de ferrocarril que se construyeron se convirtió en un punto nodal al conectar a la Ciudad de México con el sur de los Estados Unidos; y asimismo enlazar el comercio procedente del Golfo de México con el Pacífico. 18 La Casona | Octubre 2014
En 1880, al inicio del Porfiriato, México contaba con 963 kilómetros de vías férreas, lo que permitió transportar aproximadamente a un millón de pasajeros y 250 mil toneladas de carga. En cuestión de servicios telegráficos se contaba con 196 oficinas que ofrecían dicho servicio y los mensajes transmitidos fueron aproximadamente 212 mil. La nación no contaba con un sistema financiero desarrollado, ya que solamente un banco -el Banco de Londres y México- ofrecía servicios financieros. Treinta años más tarde ya existía una red ferroviaria con casi 20 mil kilómetros que transportó aproximadamente cerca de 18 millones de personas y 14 millones de toneladas de carga. Además, 520 oficinas de telégrafos transmitieron 4.8 millones de mensajes y 35 bancos con concesión federal más las sucursales regionales de éstos, abrieron sus puertas.1
Cuadro 1 Compañía Minera Dolores Compañía Minera Norias de Baján Compañía Minera el Carmen Compañía El Barco Banco Mercantil Compañía Minera del Norte Fábrica de Cartón de Monterrey Compañía Ladrillera Unión Compañía Tipográfica de Monterrey Empresa Editorial Monterrey Compañía Minera El Porvenir Compañía Minera La Salvadora Compañía Minera La Providencia Compañía Minera San Rafael Compañía Minera Gran Cuadra Compañía Minera San Francisco de la Soledad Fábrica de Vidrios y Cristales Monterrey Fuente: Alex M. Saragoza, The Monterrey Elite and the Mexican State, 1880-1910 , University of Texas Press, Austin, 1988, Table 6, pp. 44-48. La Casona | Octubre 2014 19
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Gabriela Recio Cavazos
Eugenio Garza Sada nació en Monterrey el 11 de enero de 1892 en una etapa de importantes transformaciones económicas. Su padre, Isaac Garza Garza, formaba parte del círculo de los más importantes empresarios e industriales de la ciudad. Dos años antes del nacimiento de su hijo, junto con José A. Muguerza Crespo, Francisco Sada Gómez y Joseph Schneider, Garza estableció la Cervecería Cuauhtémoc, que llegaría a ser pieza fundamental del desarrollo industrial regiomontano del siglo XX. Además de participar en la fundación de una de las empresas cerveceras más importantes del país, tuvo vínculos relevantes en el desarrollo de otras grandes empresas compañías como se aprecia en el cuadro 1.
Al participar de lleno en la pujante industria de Monterrey y tener como referente los modelos industriales de Texas, a Isaac Garza le quedó claro que para que las empresas en Monterrey tuvieran acceso y pudieran implementar la tecnología de punta de los Estados Unidos y Europa, era necesario que las generaciones que en un futuro tomarán las riendas de los negocios regiomontanos, contaran con una formación técnica de alta calidad. En 1910 las opciones de educación superior que existían para los jóvenes mexicanos no eran amplias ni variadas. En una nación con 15 millones de habitantes en donde el 71.3 por ciento de la población vivía predominantemente en localidades con menos de cuatro mil habitantes y en la cual el 72.3 por ciento de la población mayor a 10 años no sabía leer ni escribir, las opciones eran escasas. Si bien, en el estado de Nuevo León las cifras eran comparativamente mejores: el 54 por ciento de la población mayor a 10 años era analfabeta. 2
Western Military Academy, 1915.
Colegio Saltillo. 1902-1906.
Western Military Academy, 1915.
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Ante las necesidades que diariamente se le presentaban a Isaac Garza en el manejo de sus fábricas y debido a la escasez de jóvenes con conocimientos técnicos, se dio a la tarea, desde épocas tempranas, de buscar una preparación técnica de alta calidad para sus hijos5. Isaac Garza sabía que para que adquiriesen estos conocimientos debería buscar opciones en instituciones extranjeras, ya que él mismo, con tan solo 12 años, fue enviado a España en donde a los 15 años obtuvo el título de perito mercantil del Instituto Provincial de Segunda Enseñanza de Santander en 1869.6 Isaac envió a sus hijos varones a Saltillo a estudiar la primaria al Colegio San Juan, dirigido por Jesuitas, y en 1906 Eugenio regresó a Monterrey para continuar sus estudios preparación académica en el Instituto Científico de la Sagrada Familia, conocido como el Colegio Hidalgo. Posteriormente, Eugenio continuó sus estudios de preparatoria en el Western Military Academy en Illinois, Estados Unidos, 7 y en Chauncy Hall en Boston, Massachusetts, asistió a cursos para estar en condiciones de presentar el examen de admisión del Massachsetts Institute of Technology (MIT). 8
A principios del XX la población estudiantil extranjera en MIT era pequeña y aquella proveniente de México mucho menor. En 1910 MIT contaba con mil 506 alumnos de los cuales el 6.8 por ciento provenían del extranjero. El número más numeroso de estudiantes de otros países era el de China (27 por ciento), Canadá (18 por ciento) y México (nueve por ciento).10 Es importante señalar que la mayoría de los jóvenes extranjeros eran aceptados como “alumnos especiales”, esto significaba que cursaban algunas materias que ofrecía el instituto pero no las necesarias para obtener un título. En 1910 solamente dos mexicanos fueron aceptados como estudiantes regulares: Eugenio Garza Sada y Augusto Dario Caballero; y como alumnos especiales: Ignacio L. Corcuera de Guadalajara y Alfonso Cross Lamargue de Matamoros. 11 Cuando Eugenio ingresó a MIT a estudiar Ingeniería Civil ya se encontraba ahí Juan Garza, quien cursaba su tercer año de Ingeniería Mecánica, y Javier G. Sada en su segundo año, abocado a convertirse en ingeniero de Minas y Metalurgia. Tanto Juan como Javier eran oriundos de Monterrey y al menos en 1910 compartieron residencia con Eugenio en 16 St. James Avenue de la Ciudad de Boston. 12 Eugenio ingresó el 28 de septiembre de 1910 a MIT y el 9 de junio de 1914 obtuvo su título de “Bachelor of Science in Civil Engineering”. Junto con Armando González Longoria, originario de Cuba, escribió su tesis titulada “An Experimental Investigation of a Method of Measuring the Velocity of Water in Open Channels by Means of a Moving Vane” que fue presentada en mayo de 1914 al Departamento de Ingeniería Civil como parte de los requisitos necesarios para obtener su título. En el cuadro 2 se presentan las materias que cursó Eugenio. Además de sus estudios, el joven Eugenio participó en actividades extracurriculares al ser miembro de la Sociedad de Ingenieros Civiles y en 1913 fue electo como representante del Club Latinoamericano. 13
PERSPECTIVAS
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En 1900 la inscripción anual total en las instituciones que ofrecían una carrera profesional en México fue de 9 mil 757 alumnos. En la ciudad de México la oferta fue más variada que en el resto de los estados, al contar con escuelas de Jurisprudencia, Medicina, Ingeniería, Comercio y Administración, Agricultura y Veterinaria, Bellas Artes, Música y Normal para Profesores. Aun cuando la capital contaba con la mejor escuela de ingenieros del país, en el periodo 1895-1908, se matricularon 157 jóvenes en promedio por año y solamente 17 obtuvieron su título cada año. Si bien, para finales del siglo XIX en la ciudad de Monterrey existía una escuela de ingenieros, en 1900 cerró sus puertas ante la falta de estudiantes. 3 Así, las opciones para los jóvenes habitantes de Nuevo León se circunscribían a la Escuela de Jurisprudencia, la Escuela Normal de Profesores, la Escuela Profesional de Señoritas y Curso de Comercio y Ensayes. 4
Para poder ser admitido en MIT, en 1910, se debía cumplir con varios requisitos. El examen de admisión consistía en acreditar las siguientes materias: Algebra, Geometría Plana (Plane Geometry), Geometría Sólida (Solid Geometry), Física, Francés, Alemán, Inglés e Historia. Además, se debía demostrar que el alumno tenía una fuerte preparación en dos de las siguientes optativas: Francés intermedio, Alemán intermedio, Español, Latín, Inglés, Historia, Química, Dibujo mecánico y Artes mecánicas o Biología. También debía comprobar que contaba con experiencia en prácticas de laboratorio, para lo cual se les pedía a los estudiantes que presentasen los cuadernos utilizados en sus prácticas de las materias que cursaron en la preparatoria. 9
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Bulletin of the Massachusetts Institute of Technology Boston. Catalogue of the Officers and Students with a Satatement of the Requiremets for Admission and a Description of the Courses of Instruction, December, 1910, p. 79.
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Bulletin of the Massachusetts Institute of Technology Boston. Catalogue of the Officers and Students with a Satatement of the Requiremets for Admission and a Description of the Courses of Instruction, December, 1910, p. 77.
Al finalizar sus estudios, Eugenio no pudo regresar a Monterrey, ya que entre 1914 y 1916 la familia Garza Sada estuvo exiliada en el estado de Texas debido a que los ejércitos revolucionarios incautaron la Cervecería Cuauhtémoc, propiedad de la familia. Se desconoce qué actividades realizó en esos años ya que fue hasta 1919 que ingresó a laborar en el Departamento de Estadística de la Cervecería y en 1925 ya era gerente del Departamento de Ventas de la empresa. A lo largo de los años, Eugenio continuó colaborando con MIT, ya que asesoró al departamento de Admisiones sobre posibles candidatos que contasen con la preparación para llevar a buen término sus estudios. Es por ello que de 1949 a 1954 fue designado secterario honorario de dicha institución. 14 Dra. Gabriela Recio Cavazos Autora de la biografía de Eugenio Garza Sada
Fuentes: 1. INEGI, Estadísticas Históricas de México, Tomo II, 1990, Cuadros 15.3 y 15.14 pp. 573-574 y 590-591 y The Mexican Year Book. A Statistical, Financial, and Economic Annual, Compiled from Official and Other Returns 1909-10, Mexican Yearbook Publishing Co., 1910, pp.239-268. 2. INEGI, Estadísticas Históricas de México, Tomo I, 1990, cuadro 1.1 y cuadro 2.3. 3. La información sobre el número de ingenieros inscritos y titulados proviene de Mílada Bazant, “La enseñanaza y la práctica de la ingeniería durante el Porfiriato”, Historia Mexicana, Vol. 33, No. 3 (Enero-Marzo 1984). Otros estados donde también se cerraron las Escuelas de Ingenieros fueron Aguascalientes, Estado de México, Oaxaca, Zacatecas, Puebla, Sinaloa y Jalisco. 4. Mílada Bazant, “La República Restaurada y el Porfiriato” en Francisco Arce Gurza et al., Historia de las profesiones en México, El Colegio de México, 1982, Anexo 2. 5. Isaac Garza se casó con Consuelo Sada y tuvieron 8 hijos: Consuelo, Isaac, Angelina, Eugenio, Rosario, Roberto, Carmen y Amparo. 6. Archivo del Centro de Estudios Eugenio Garza Sada, Título de Isaac Garza Garza, 1 julio 1869. 7. Roberto Elizondo, “Biografía de Don Eugenio Garza Sada”, inédito. 8. Ver por ejemplo los anuncios de Chauncy Hall que aparecen en la revista estudiantil de MIT. The Tech, Vol. 6, Num. 1, 21 octubre 1886, p.ii, y Vol. 30, Num. 129, 10 abril 1911, p. 21. La información sobre la asistencia de Eugenio Garza Sada en Chauncy Hall proviene de información del MIT Institute Archives and Special Collections. 9. Bulletin of the Massachusetts Institute of Technology Boston. Catalogue of the Officers and Students with a Statement of the Requirements for Admission and a Description of the Courses of Instruction, December, 1909, pp. 50-70. 10. Bulletin of the Massachusetts Institute of Technology Boston, President´s Report, January 1911, p. 64. 11. Bulletin of the Massachusetts Institute of Technology Boston. Catalogue of the Officers and Students with a Statement of the Requirements for Admission and a Description of the Courses of Instruction, December, 1910, pp. 422-442.
12. Ibid. The Tech, Vol. 33, No.90. Esta información proviene del MIT Institute Archives and Special Collections.
Tecnológico de Monterrey, 1955.
El compromiso de don Eugenio con la educación y el capital humano Carlos J. Mijares
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Tecnológico de Monterrey en la actualidad.
Sociedad Cuauhtémoc y Famosa (SCYF). 1954 Monterrey, N.L. Fototeca Nuevo León – CONARTE, Fondo Eugenio Espino Barros.
Al hablar de educación y sobre las razones para educar a los niños, jóvenes y en general a la población de un país, generalmente pensamos en tres:
Era hombre de principios, ideas y acciones. Lo que se proponía se avocaba a conseguirlo de la forma más eficiente. Sus obras, personalmente supervisadas, tenían siempre ese sello de excelencia, siempre tendiendo a la perfección.
• Social: Educamos para que las personas comprendan, se comprometan y apoyen al desarrollo y bienestar social de las comunidades.
Apoyó económicamente la educación en todos los niveles, habiendo colaborado en la fundación de colegios y escuelas, pero su energía la enfocó a la educación superior. Su sueño, hecho una gran realidad, fue la creación del Tecnológico de Monterrey.
• Economía: Educamos para que las personas eventualmente tomen y ocupen un lugar en alguna actividad que mueva la economía de una región, país y del mundo.
Garza Sada era un convencido que la educación siempre será el gran factor de cambio, pero en este caso, el cambio para mover la economía de nuestro país, generar empleos y bienestar, y erradicar la pobreza.
• Cultural: Educamos para que las personas eventualmente tengan un sentido de identidad cultural, logren un desarrollo integral y una vida digna.
Confiaba en nuestro país, creía firmemente que como mexicanos teníamos la capacidad para crear instituciones educativas de gran calidad, a todos los niveles, pero especialmente a nivel superior. Aunque su inspiración fue sin duda la experiencia que vivió estudiando su carrera profesional en Estados Unidos, confió en la capacidad de nuestros profesores y directivos para crear una institución de educación superior de calidad, adaptada a nuestras necesidades y que a su vez fuera detonadora para que se crearan otras instituciones.
Sin duda, don Eugenio fue un gran visionario en muchos aspectos, en el desarrollo de empresas, en la valoración de los trabajadores y en el apoyo que les brindó en los ámbitos de salud, capacitación, recreación y educación de sus hijos. También fue un visionario en el ámbito filantrópico y social, pero ahora nos toca destacar su capacidad visionaria en la educación. Hijo de una familia “acomodada”, recibió una educación intelectual a la que muy pocos mexicanos tenían acceso. Teniéndolo todo, no olvidó nunca a su prójimo. Fue extremadamente sensible a las carencias de los demás; se preocupó por la justicia social dándoles a sus empleados lo primordial en cuanto a sus necesidades básicas. Aspiró por un México grande, y sabiendo que la educación es el camino seguro para el crecimiento y transformación positiva de la sociedad, se avocó con decisión y confianza a crear y apoyar al Tecnológico de Monterrey y otras escuelas. 26 La Casona | Octubre 2014
¿Don Eugenio apoyó la educación superior de calidad únicamente con el objetivo de preparar profesionistas que pudieran desarrollar y colaborar en las empresas que en este tiempo se estaban creando? Al analizar su pensamiento, su ideario, su forma de ser y sobre todo sus obras, sin duda podemos concluir que su visión era mucho más amplia, iba mucho más allá de este objetivo. Su visión contemplaba la preparación de profesionistas verdaderamente comprometidos con el desarrollo de sus comunidades. Profesionistas con una visión mayor a su propia empresa, que tuvieran ese compromiso y espíritu de solidaridad y desarrollo social. Su compromiso con la educación superior fue más allá que el de buscar el crecimiento e imagen de la industrialización.
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¿Cuál era el México en 1943 cuando don Eugenio Garza Sada fundó el Tecnológico de Monterrey? Nuestro país contaba con aproximadamente 20,000,000 de habitantes y Monterrey con 210 mil. La educación superior era ofrecida principalmente por universidades públicas. La Universidad de Nuevo León se había fundado en 1933 y en otros ocho estados ya se habían constituido formalmente otras universidades estatales.
Sin embargo, también vería que esta cobertura es muy dispareja entre los deciles socioeconómicos: en el decil I, la cobertura es apenas de un 4.9 por ciento; en el II de un 15 por ciento y en el X es de un 58 por ciento.
¿Qué estaría viendo don Eugenio en 2014 a 71 años de la fundación del Tecnológico de Monterrey?
La educación superior, como el gran factor de cambio, ha sido reconocida y ubicada como prioridad estratégica en otros países.
• Vería casi 100 mil alumnos en los tres niveles: preparatoria, profesional y posgrado • Más de 9 mil profesores • 31 campus • 57 carreras a nivel profesional • Más de 60 programas de posgrado • Más de 260 mil egresados de sus programas de licenciatura y posgrado ¿Y en nuestro país? Sin duda estaría viendo avances importantes en la economía, industrialización y en las empresas. La población de México es ahora de aproximadamente 117,000,000 y la de Monterrey es ya superior a los 4,000,000. Pero también contemplaría ese otro rostro de México, el rostro de quiénes aún no satisfacen sus necesidades básicas. Según datos del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (CONEVAL) en 2012, el 45.5 por ciento de los mexicanos (53.3 millones) viven en una situación de pobreza, y el 9.8 por ciento de los mexicanos (11.5 millones) viven en pobreza extrema, sin poder satisfacer las necesidades básicas de alimentación. La desigualdad de los ingresos en nuestro país sigue siendo sumamente alta y no ha bajado, ocupa el segundo lugar entre los países de la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE) con mayor desigualdad de los ingresos, sólo superado por Chile. El coeficiente GINI en 2010 fue de 0.466. Este coeficiente va de 0 (cuando todas las personas tienen ingresos idénticos) a 1 (cuando la persona más rica recibe todos los ingresos). También en este 2014, don Eugenio Garza Sada vería que más que nunca en nuestro país, los jóvenes están realizando estudios superiores. A pesar del crecimiento, la oferta sigue siendo baja. La cobertura en la educación superior es de un 33 por ciento, lo que indica que sólo 33 de cada 100 jóvenes entre 18 y 22 años están estudiando una licenciatura en cualquiera de sus modalidades. La meta para el Gobierno Federal actual es la de llegar a una cifra del 40 por ciento, lo que implica crear espacios adicionales en las universidades para aproximadamente un millón más de jóvenes para 2018. 28 La Casona | Octubre 2014
Asimismo, vería que un problema más grave que el del acceso a la educación superior es la alta deserción en este nivel educativo.
Veamos brevemente el caso de Corea del Sur, en base a información del estudio Education at a Glance 2013 de la OCDE que resume datos del 2011. El porcentaje de personas con edad entre 55 y 64 años, con estudios universitarios en Corea era del 40 por ciento, y en México del 17 por ciento, una diferencia de 23 puntos Sin embargo el porcentaje de personas con edad entre 25 y 34 con estudios universitarios en Corea era del 64 por ciento, y en México del 23 por ciento, una diferencia de 41 puntos. La inversión en educación superior en nuestro país es de sólo un 1.4 por ciento del PIB (uno por ciento en instituciones públicas y 0.4 por ciento en instituciones privadas). El promedio en los países de la OCDE es de 1.6 por ciento y el de Corea es de 2.6 por ciento. Claramente Corea enfocó su estrategia de desarrollo y de inversión en la formación del capital humano. La misión de una institución educativa se cumple a través de sus graduados. El impacto de sus egresados en la calidad de vida de la sociedad es realmente el fin último de una universidad. ¿Qué estaría viendo don Eugenio Garza Sada ahora en cuanto a la presencia e impacto de los egresados del Tecnológico de Monterrey? A nivel licenciatura y posgrado, el Tecnológico de Monterrey tiene ya más de 260 mil egresados, quienes sin duda, han contribuido en múltiples aspectos al crecimiento y desarrollo de nuestro país. En el emprendimiento y la generación de empleos, vemos que a un año de haberse graduado, el 11 por ciento de los exalumnos ya es emprendedor, con un negocio propio, socio o dueño de una empresa. A los 25 años de graduados, más de un 60 por ciento de los egresados han sido emprendedores. En cuanto al liderazgo, a los 25 años de graduados más de un 70 por ciento ocupan un puesto de liderazgo. En el 17 por ciento de las 200 empresas más importantes de México, el director general (CEO) es un egresado del Tecnológico de Monterrey.
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En el sector público, los graduados de ésta institución representan el 13 por ciento de los gobernadores, el siete por ciento de los senadores, también un siete por ciento de los diputados y el cinco por ciento de los alcaldes de las ciudades más pobladas. En cuanto a la participación en el sector social, a los cinco años de su graduación, el tres por ciento de los egresados del Tecnológico de Monterrey han fundado ya una ONG. El impacto de los egresados de las universidades y en particular del Tecnológico de Monterrey es creciente. El número de personas con estudios universitarios es mayor, lo cual representa una gran oportunidad para contribuir al desarrollo de nuestro país y al mismo tiempo una gran responsabilidad. Una responsabilidad tanto del graduado por su compromiso personal de ver más allá de su desarrollo personal, como de las universidades quienes deben aspirar a graduar no únicamente más personas sino a formarlos con una gran calidad y verdaderamente comprometidos a transformar positivamente y liderar el desarrollo de sus comunidades. Con todo esto, ¿qué podemos concluir? Que don Eugenio Garza Sada fue verdaderamente un visionario, que percibió en la educación superior la estrategia para contribuir de una manera importante a desarrollar a su país que tanto quería. También hemos podido ver que en nuestro país, a pesar de los avances, la educación superior muestra rezagos importantes en comparación con otros países; el reto es todavía mayúsculo en diferentes ámbitos: cobertura, calidad, inversión estratégica, deserción y pertinencia de la oferta académica. Sin duda estamos todavía a tiempo para enfocar los esfuerzos y políticas educativas en nuestro país para que nos permitan competir en un entorno globalizado en el que muchos países ya han identificado y encauzado sus recursos para apoyar el crecimiento y la innovación en la educación superior. Dr. Carlos J. Mijares López Ex vicerrector académico Tecnológico de Monterrey
Familia Garza Laguera, 6 de mayo de 1946. Monterrey, N.L., Fondo fotográfico AEGS.
Mi recuerdo de
don Eugenio Carlos Cruz Limón Llegué a Monterrey a estudiar en el Tecnológico de Monterrey por mi mamá, ella fue la gran promotora para que estuviéramos aquí, pues siempre tuvo gran admiración por la institución, pues la consideraba de gran calidad. Así me trasladé a esta ciudad con dos de mis hermanos. Yo tenía 15 años cuando vine por primera vez, en 1967, con el propósito de estudiar la preparatoria, y aquí me quedé. En la segunda mitad de la carrera de ingeniero mecánico administrador me involucré en el Consejo Estudiantil, el órgano de gobierno de alumnos más importante en ese momento. Recién había terminado una etapa muy difícil de confrontaciones estudiantiles a nivel mundial. Siendo presidente de dicho consejo estudiantil, me tocó participar en el fortalecimiento de la relación de los estudiantes con el Tecnológico de Monterrey. Al terminar mi período el ingeniero, Fernando García Roel, entonces rector, me invitó a integrarme profesionalmente a la institución.
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Siempre recuerdo a don Eugenio caminando por el campus, formado en la fila del comedor de estudiantes como si fuera uno de nosotros, entraba a los baños para asegurarse de que estaban en buenas condiciones, y aunque realmente no tuve una relación directa con él, todos lo conocíamos y coincidíamos con él en el campus. Su muerte me tocó siendo aún estudiante, fue un evento muy impactante para todos y recuerdo el sentimiento general del por qué la gente buena muere de esa manera. Su ideario lo vivimos en la institución todos los días. Él era un verdadero ejemplo, predicaba sin palabras. Don Eugenio tenía presencia en todo México, ejercía un gran liderazgo en el país, hablaba muy poco, pero cuando hablaba, comunicaba mucho y era escuchado, fuera el Presidente del país o el empresariado. La Casona | Octubre 2014 31
Seminario de matemáticas, Alumnos ITESM, Remigio Valdés Gámez, Carlos F. Madero, Humberto Gutierrez, Pedro Rubio, Ismael Galán, Pedro Treviño Madero, Pedro Tijerina, Alberto Páez Garza, Monterrey N.L., 1950, Fototeca del Tecnológico de Monterrey, Fondo G-Tec de Monterrey.
Don Eugenio Garza Sada con alumno, ITESM, Monterrey N.L.,1970, Fototeca del Tecnológico de Monterrey, Fondo G-Tec de Monterrey.
Colaboradores del ITESM, Alfonso González Segura, Ricardo Margain, Armando Ravizé, Bernanrdo Elosua, Eugenio Garza Sada, Virgilio Garza, Fernando García Roel, Jesús Llaguno, 4 de Junio de 1963. Monterrey, N.L., Fondo fotográfico AEGS.
El tenía gran ascendencia en los empresarios del noreste de México. La ciudad y el estado se volvieron tan pujantes por personas como don Eugenio Garza Sada. La creación del Tecnológico de Monterrey también fue con la visión de forjar talento para las empresas del territorio nacional, no sólo para las propias. Al fundarlo, don Eugenio, sin proponérselo, sembraba un semillero de personas que podrían seguir su filosofía e ideales. Hoy hay más de 250 mil egresados, muchos de ellos empresarios. El 67 por ciento de los egresados mayores de 25 años tienen o han tenido una empresa y de las 200 empresas más grandes de México, la universidad que más egresados ha dado es el Tecnológico de Monterrey. El impacto de la institución al día de hoy como sistema nacional, incluyendo el TecMilenio, es de 140 mil alumnos y 30 mil colaboradores, sin considerar los miles de egresados. Es sorprendente el crecimiento que ha alcanzado la institución. Don Eugenio apoyó la expansión fuera de Monterrey, idea 32 La Casona | Octubre 2014
Don Eugenio Garza Sada, fundador del Tecnológico de Monterrey, Ca. 1960, Fondo fotográfico AEGS.
del ingeniero García Roel. El primer campus fue el CETYS (Centro de Enseñanza Técnica y Superior) de Mexicali, que eventualmente se separó del Tecnológico de Monterrey. Más tarde se abrió el campus Guaymas en 1965. Hoy, el Tecnológico de Monterrey es la única y verdadera universidad nacional, por los campus que tiene en el país. El Tec, como regularmente lo llamamos, es un caso especial en el mundo, por ser una universidad privada con presencia física en todo el país.
Don Eugenio Garza Sada fue un visionario, inició obras que en principio parecían modestas y se convirtieron en extraordinarias, como Cervecería Cuauhtémoc, el Grupo Visa y el Tecnológico de Monterrey, por mencionar algunas. Dentro del Tecnológico de Monterrey impulsó el arte, la cultura y el deporte, enfocado a la vida estudiantil. Se creó la Sociedad Artística Tecnológico (SAT); se invertía mucho en actividades extra académicas.
Igualmente se promovía mucho entre los estudiantes la práctica deportiva del básquetbol, gimnasia, futbol soccer, natación, futbol americano; el equipo de Borregos Salvajes ganó muchos campeonatos a nivel nacional. En los campus se edificaron instalaciones deportivas de primer nivel, como la alberca olímpica y el gimnasio, que fue una gran obra de ingeniaría, sujeto sólo en cuatro pilares, el espacio sin columnas es gigantesco y sorprendente para la época en que se construyó. Estas eran las obras que don Eugenio creaba, no un espacio cualquiera. Otro claro ejemplo es el edificio de Rectoría con el mural del artista Jorge González Camarena, que simboliza la lucha del conocimiento y la sabiduría en contra de la ignorancia; o la Biblioteca Cervantina, donde hay libros incunables, y una de las más importantes colecciones en el mundo sobre Historia de México, además de la Fototeca con uno de los acervos más valiosos del país. En el Tecnológico de Monterrey procuramos integrar en los planes de estudio, incluso en los programas de ingeniería,
cursos que tengan relación con humanidades, el arte y la historia, pues tenemos un compromiso con don Eugenio de formar seres humanos integrales. A 41 años de su ausencia, aún se extraña su figura. Faltan líderes empresariales como don Eugenio para sacar al país adelante, empresarios que sean tan arrojados como él. Don Eugenio tenía un impacto y una presencia muy fuerte en el país, se expresaba y corría riesgos. Era un hombre valiente y honorable. Como mexicanos, como ciudadanos, no debemos olvidar su ejemplo, por ello debemos buscar la forma de preservar esas enseñanzas, esos valores, esa forma de ser, su concepto de prosperidad y justicia para todos... ese es el mayor legado que nos entregó. Dr. Carlos Cruz Limón Vicerrector de Relaciones y Desarrollo Sistema Tecnológico de Monterrey La Casona | Octubre 2014 33
Tecnología y liderazgo para la educación
“No están todos los que son pero sí son todos los que están” Aurelio Collado Torres
En el sistema de educación tradicional, aún vigente, el aula es un campo de enfrentamiento generacional. Los maestros enseñan, los alumnos aprenden…por las buenas o por las malas. La autoridad del profesor está fuera de duda en el paradigma de la trasmisión del conocimiento y de la experiencia. Se supone que se aprende de esa fuente oral que es el maestro quien remite a otras cuyo epítome es el libro. Al final se mide qué tanto “asimiló” el estudiante aquello transmitido directamente u ordenado vía la lectura y el estudio. Se asigna un número que estima el “rendimiento”. Fin del proceso. En el siglo XX se experimentó una transformación de la noción de educación en general hasta unirla a la instrucción tradicional; fue un resultado de las necesidades de las grandes guerras. No interesaba tanto formar, sino instruir a la mano de obra que producía para sortear las necesidades económicas de las conflagraciones. Al masificar estos procesos, también se volvió fundamental medir la eficacia y aportar objetividad a la clasificación de la mano de obra generada (calificar a la mano de obra). Uno de los legados de las guerras mundiales fue la reformulación de la educación en aras de la instrucción. Enseñar a hacer es vital para el proceso económico en el capitalismo. Para garantizar la eficiencia de la maquinaria bélica que demandaba mano de obra, el sistema se adaptó y produjo a su vez una maquinaria de instrucción en cuyo núcleo encontramos a la tecnología educativa o tecnología educativa instruccional. Originalmente basada en la psicología conductista, este modo de ver el proceso educativo se trasladó hacia aquellos centros de formación que nacieron justo en medio de la crisis de medio siglo durante la Segunda Guerra Mundial y que buscaban dar respuesta a las necesidades del momento. A imagen y semejanza del Massachusetts Institute of Technology (MIT), alma mater de su fundador don Eugenio Garza Sada, el Tecnológico de Monterrey no quedó al margen de esa tendencia mundial. Al nacer en una casona de Padre Mier, lo hizo con las marcas del siglo XX. Una reflexión dominante desde entonces en sus aulas ha sido sobre su propio modelo educativo. ¿Cómo atraer maestros de nivel superior? ¿Cuántos maestros se necesitan? ¿Qué tipo de actividades van a desarrollar? De ese proceso de reflexión y de la necesidad de—hoy diríamos—mente de obra, para la industria regiomontana, nace el Tecnológico de Monterrey. Quizá la primera innovación educativa del instituto fueron los profesores que se dedicaban a enseñar en el nivel superior como actividad profesional, profesores de tiempo completo también llamados profesores de planta. Las universidades en México tenían como profesores a profesionales que, trabajando en la industria o en empleos adecuadamente remunerados, asistían unas pocas horas a la semana a enseñar a los futuros jóvenes profesionistas, que además no eran muchos. Algunos otros profesores se dedicaban a la docencia como actividad de retiro una vez concluida una ajetreada vida profesional y donaban sus últimos años a los jóvenes universitarios. El Tecnológico de Monterrey tuvo que innovar para hacer frente a los primeros 133 alumnos inscritos en 1943, y a los miles que se han inscrito desde entonces. 34 La Casona | Octubre 2014
Aurelio Collado Torres.
En poco más de 70 años, la tecnología, innovación, la cultura del trabajo y el esfuerzo académico, han sido característicos del Tecnológico de Monterrey. Y en esa historia también han sido muchos quienes han aportado su visión para hacer del Tec lo que es hoy. Los trazos a continuación son un bosquejo de lo que ocurrió entre la década de los sesentas y la primera década del siglo XXI. Cuatro voces que describen desde lo que les tocó vivir, la transformación y los aportes del Tecnológico de Monterrey ligados todos a las tecnologías de información y comunicación. Las entrevistas fueron apresuradas y el reto a sus memorias fue casi una violencia que se agradece. Apenas ha quedado aquí una pequeña parte de todo lo que compartieron, el resto deberá quedar en un texto más grande y sus memorias deberán nuevamente ser estrujadas. Una disculpa por adelantado para las muy probables imprecisiones, interprétenlas por lo pronto como licencias literarias. La narración sigue un orden peculiar: inicia con la perspectiva de un joven estudiante sentado en un estudio de televisión educativa en los sesentas y continua con la de un científico que se formó en la misma década pero que encabezaría los esfuerzos por desarrollar las ciencias computacionales en el Tec; sigue con la mirada de un administrador que se convertiría en director de Servicios Escolares en los años setenta y vicerrector académico en los ochenta, y finaliza con una profesora que encabezó la difusión de las innovaciones encarnadas en la computadora en los noventa. Las historias se cruzan en diferentes puntos y de distintas formas que aún están por narrarse. Hay que decir que no están todos los que son: faltan voces imprescindibles como la de Horacio Gómez Junco, José Treviño Ábrego y la de Rafael Rangel, una disculpa por no haber tenido el tiempo de buscarles en medio de un verano ajetreado y las prisas de los editores. Pronto estaremos charlando. Faltan más que quizá quieran sumarse para construir una mejor y más fiel narrativa de esos casi 50 años. Hay que decir también que sí son todos los que están.
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Patricio López del Puerto: La necesidad es madre de la inventiva Ya jubilado, no lo parece. Es decir, es un lugar común pensar en el jubilado que se aferra a los recuerdos y a que todo tiempo pasado fue mejor. No es el caso con Patricio López del Puerto. Surge una pregunta: ¿cómo son los primeros jubilados de la llamada era de la información? Jubilados que fueron (son) líderes en la introducción de tecnologías de información, que moldearon instituciones para adecuarlas a las necesidades del momento (de su momento) y que hoy, formalmente fuera de ellas, reflexionan sobre las primeras computadoras, los retos de las necesidades y contingencias de una época que ya pasó pero que dejó una transformación aun en marcha y, lo que los distingue: su mirada hacia el futuro. El caso de López del Puerto hay que leerlo también en esta clave, sólo que aquí no alcanza el espacio. El ingeniero Patricio, como se le conoce en el ambiente de aún jóvenes tecnólogos, gadgeteros (si disculpan la expresión), que hoy siguen al frente de las decisiones y la operación del complejo mundo tecnológico del Tecnológico de Monterrey, es un personaje emblemático e indispensable para comprender las transformaciones de esa institución en las últimas cuatro décadas. Tiene su propia página web (http://www.patriciolopez.com/) donde se puede recorrer su trayectoria a detalle, claro, su detalle. Es desde luego su punto de vista, limitado por la visión que tenemos todos de nosotros mismos. Él explica que esa página se la regalaron cuando se retiró hace apenas unos meses. Admite en su vida mucho trabajo de talacha, pero admite poco en cuanto a visión y liderazgo; fiel a su modestia, es pudoroso al hablar de sí mismo aunque tampoco se contiene. A otros tocará reconocerle esos méritos. Tres fases pudieran encuadrar la trayectoria de PLP (pe-ele-pe), como también se le conoce. Primero como estudiante en la segunda mitad de la década de los sesentas; después como empleado y directivo en ascenso durante 26 años y finalmente como vicerrector de Innovación Tecnológica e Internacionalización y rector de lo que se llamó Universidad Virtual del Tecnológico de Monterrey hasta 2013, y que él fundó con otro nombre: SEIS (Sistema de Educación Interactiva por Satélite).
De esa experiencia Patricio López sacó lo mejor y al llegar la oportunidad supo aprovecharla. Cuando en 1986 al novel rector Rafael Rangel Sostmann se le convocó para recibir la decisión de acreditación de la Southern Association of Colleges and Schools, el resultado no fue lo esperado. A los maestros del Tec les faltaban grados académicos y había que hacer algo, hacerlo bien y hacerlo rápido, o se perdería la codiciada acreditación con la que el Tecnológico de Monterrey, tenía ya varias décadas. Había que ofrecer maestrías para todos los profesores en todos los campus al mismo tiempo. Patricio López y su equipo de trabajo aportaron primero el Sistema de Educación Interactiva por Satélite (SEIS), el tercer esfuerzo en el empleo de la televisión como apoyo a la educación (el segundo fue CEMPAE, Centro de Medios y Procedimientos Avanzados de la Educación en la segunda mitad de los setenta, pero esa historia aún está por narrarse) y después, la Universidad Virtual, pionera en América Latina. Primero una combinación de emisiones de televisión vía satélite con interacción basada en el fax, luego usando internet y, finalmente, eliminando completamente el satélite y apoyándose sólo en internet para la entrega de cursos con video en línea y otras plataformas de interacción. Patricio López se defiende del peligro de los halagos excesivos. Afirma que más que andar buscando innovaciones, el SEIS primero y la Universidad Virtual después, fueron respuestas a necesidades; necesidades apremiantes, así como la presión y la demanda de la administración encabezada por Rafael Rangel. Había que encontrar soluciones y hacer realidad lo que parecía imposible: lograr los porcentajes de profesores con maestría que demandaba la SACS. La UV cumplió, dice con orgullo quien fuera su fundador y Rector.
Como estudiante, el joven Patricio López del Puerto se sentó en 1966 en un estudio de televisión montado por el Tecnológico de Monterrey para recibir una clase que era grabada en videotape de dos pulgadas. Fue parte de pequeños grupos de estudiantes que acompañaban la grabación de clases en video con un profesor que debía comportarse como un profesional de la tele y no equivocarse, pues de lo contrario…da capo, y a empezar de nuevo. Una clase grabada así llegaba a durar varias horas debido a que no se adquirió la tecnología de la época para editar y tampoco existía el telepromter. Fue el primero de los esfuerzos del Tec para usar la televisión como una herramienta para la educación. Casi medio siglo después, López del Puerto reconoce: era aburridísimo. La idea de que los mejores profesores grabaran sus clases para luego ser proyectadas parecía buena; no obstante, el experimento mostró que sólo había una cosa más aburrida que escuchar recitar a un profesor, y era escucharlo por televisión en pequeñas pantallas en blanco y negro. Le quitaba la espontaneidad. La ventana para el empleo de la televisión no era apropiada. La tecnología era limitada y la necesidad tampoco era tangible. Los visionarios se habían adelantado. 36 La Casona | Octubre 2014
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Fernando Jaimes Pastrana: Democratización de la computadora
Fernando Esquivel Junco: “Escucho y olvido, veo y recuerdo, hago y aprendo”
Es difícil seguirle el paso. Su pensamiento fluye de una forma analítica y detallada, inadecuada para el género periodístico que lo único que puede hacer es bosquejarlo. Es el año de 1963, está llegando al Tec la primera computadora, la IBM 1620, y él se está recibiendo de Ingeniero Mecánico Electricista (IME), una de las primeras carreras dobles, y también una innovación.
La frase del Tao Te Ching inspiró a Horacio Gómez Junco, su primo, y a él mismo para desarrollar desde los años sesenta proyectos como el de usar la televisión para apoyar las clases en el Tec, pero también fuera del Tec.
Ya había una computadora al menos en Monterrey, la tenía Cervecería Cuauhtémoc, narra Fernando Jaimes; pero el ingeniero Horacio Gómez Junco trae al Tec una máquina que serviría para facilitar procesos administrativos. Se detiene y detalla nombres de máquinas célebres entre los informáticos, aunque él mismo no se siente uno: de hecho él no estudia Ciencias Computacionales, él se declara más cercano a las matemáticas, un científico, más como un usuario intensivo del enorme recurso que fueron y siguen siendo las computadoras, tan omnipresentes que ya no las notamos. Como estudiante en vías de graduación y luego ya graduado, lo invitan a trabajar con la IBM1620 y, aunque no lo declara así, le brillan los ojos al recordar las ganas con que empezó a utilizar el artefacto. Paladea la aplicación métodos numéricos usando la máquina, casi brinca de la silla recordando cómo se empiezan a desarrollar sistemas en el Tec. Aquí se detiene en un largo rato para anotar la relevancia conceptual de los sistemas ligados a las ciencias computacionales nacientes y al surgimiento del legendario “Centro Electrónico de Cálculo”, cuyo primer director fue José Treviño Ábrego, él mismo sería el segundo. La misión de ese centro era sistematizar los procesos del departamento de Servicios Escolares, pero no exclusivamente, afirma el dr. Jaimes. Se empezó a ver la necesidad de ir más allá casi desde que llegó la máquina. Las primeras materias sin crédito de programación y las matemáticas orientadas a la programación aparecieron a mediados de los años sesenta para pasar a la primera carrera en sistemas computacionales y al énfasis en el cómputo científico y el procesamiento de datos acompañado todo en el entorno académico de la formalización de la teoría de sistemas. Al regresar de su doctorado en 1971, Fernando Jaimes se hace cargo, como segundo director, del Centro Electrónico de Cálculo. Es el inicio de la incorporación de la computación a la vida académica en general, no sólo de la carrera orientada a “sistemas”, sino de otras como las del área administrativa, y por supuesto, de las ingenierías. Él mismo usa una frase, de esas que siempre dejan un buen sabor de boca pero muchas preguntas: Es el inicio de la democratización de la computadora, mucho antes de las computadoras personales. A finales de los setenta las computadoras personales, las Apple I y II, llegan al mercado. Fernando Jaimes va a verlas y decide que debe haber computadoras al servicio de todos los que las quieran y puedan usar, después vendrá el tener que usarlas. El cambio es espectacular: primero llegan cinco máquinas Apple II, luego son 100 computadoras para uso de alumnos y maestros en el cuarto piso de la biblioteca central del campus: el lugar se transforma en un destino turístico. Nadie en América Latina tiene tantas computadoras juntas y menos una universidad. La democratización de las computadoras va viento en popa. Al camino de la democratización del uso de las computadoras se sumarán el momento en el que el Tec se convierte en la primera universidad de América Latina en conectarse a internet, con la consecuente explosión en el uso de tecnologías de comunicación que inició (entre otras aplicaciones) con BITNET (Because It’s Time) como un primitivo sistema de correo electrónico en 1989; y posteriormente con los primeros aportes al World Wide Web (www) en la forma de uno de los primeros sitios web mexicanos y el primero de una universidad, el del propio Tec, en los albores de la década de los noventa del siglo pasado.
Fernando Esquivel, ingeniero civil, recuerda cómo a principios de la década de los sesenta anduvo por la hoy avenida Eugenio Garza Sada, tirando un cable con personal de Teléfonos de México para llevar señal de video a la Escuela Jaime Torres Bodet, a sólo unas cuadras del campus Monterrey. Se grababan en video clases de física, química y matemáticas para estudiantes del Tec, pero también la idea era llevar el experimento a los niveles básicos. Así también se produjeron clases que se transmitían por un primitivo cable de video, a la primaria Torres Bodet. El proyecto fue financiado por la Fundación Ford y participaron el profesor Ismael Vidales y la profesora Etelvina Torres, probablemente fueron las clases de Ciencias Naturales para sexto año e Eistoria para tercero. La siguiente fase de ese experimento (Sistema de Televisión Educativa) era llevar cursos de capacitación al personal de las empresas para que no tuvieran que trasladarse; esta fase nunca se concretó. Las innovaciones en el mundo de la educación se reflejaban en el Tec que vivió tiempos de consolidación y estructura entre sesenta y setenta. El liderazgo de Horacio Gómez Junco aportó otro proyecto innovador que le fue legado al ingeniero Esquivel ya como director de Servicios Escolares: el Plan SIP. Resultado de la sistematización del Tec, el Sistema de Instrucción Personalizada, fue una idea importada de Inglaterra que dejaba en libertad a los estudiantes para que estudiaran y aprendieran a su ritmo. No había clases. Había manuales, materiales de apoyo, laboratorios, maestros asesores y exámenes que tenían que aprobar con 10 (la máxima nota posible). Era 10 o cero. En principio sólo algunas materias podían cursarse en plan SIP, ya para los setenta y con el liderazgo de Jorge Ángel Díaz, el plan SIP se transformó en el Proyecto Año 2000, para todas las ingenierías. Nunca llegó a ser para todas las carreras. Después de todo siempre hubo la sospecha de que “algo” faltaba…probablemente los maestros y las clases. La innovación es también un proceso de ensayo y error. El éxito del SEIS y la Universidad Virtual empleando al satélite y a internet para llevar cursos a otros campus es un ejemplo de innovación exitosa, enfatiza Fernando Esquivel quien llegó a ser Vicerrector Académico con la llegada de Rafael Rangel Sostmann como rector en 1985. Brillante y atrabancado, Rafael Rangel tenía como práctica cotidiana “todo se puede” y eso era exactamente lo que exigía a su equipo de trabajo. El uso de la tecnología de información y comunicación fue la marca del Tec desde los años sesenta, desde que la propia tecnología estuvo disponible. El uso que de ella se hizo en el Tec fue resultado de necesidades específicas y de la conciencia de que ahí hay un recurso vital para masificar la cultura Tec. Fernando Esquivel contribuyó con una extraordinaria capacidad de organización, una temible atención a los detalles y un profundo sentido humano a sostener los esfuerzos innovadores, primero como administrador de los procesos escolares y luego como vicerrector académico.
Fernando Jaimes está a cargo del Centro Electrónico de Cálculo hasta 1985, cuando la institución sufre una sacudida, una especie de terremoto, más bien un huracán: el huracán de Parral, como apoda el ingeniero Fernando Esquivel Junco a Rafael Rangel Sostmann.
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Desde luego, el entorno para que se produjera esta explosión en el uso de las computadoras fue el del surgimiento de internet. El Tec se volvió un ISP (Internet Service Provider): alumnos y maestros marcaban números de teléfono para establecer conexiones tipo dial-up para conectar con los servidores del campus y con internet. A veces establecer una conexión podía tardar media hora, todavía eran limitados los accesos y el ancho de banda minúsculo, comparado con los actuales estándares. El CIETE era una especie de laboratorio para que los profesores acudieran a buscar asesoría, a diseñar sus cursos y sus primeras páginas web. En ese entorno inicialmente fue que Cervantes con su equipo de geeks desarrolló la primera página web del Tecnológico de Monterrey e inició la discusión sobre los parámetros de la usabilidad de las páginas y los sitios en internet, hoy ya a años luz de ese modesto origen. Estudiar los procesos que han guiado al Tecnológico al liderazgo que hoy tiene en México y en el mundo permitirá entender algunas de las características que han singularizado la cultura Tec a lo largo de sus primeros 70 años de vida. Los más recientes 50 años han estado marcados desde distintos ángulos por la computadora, por su difusión, por su uso, por la adopción que los maestros han hecho de ella, por las ambiciones y expectativas creadas en y por las autoridades desde diferentes ángulos.
Cristina Cervantes: Evangelizar Al finalizar la charla con Patricio López del Puerto él acota: no se te vaya a olvidar el SIETE. El siete es un número indispensable para entender al Tec. La mística de la exigencia en el Tec está ligada a que la nota de pase solía ser siete, hoy es 70. Así que el siete implica la línea que separa la ignominia del éxito, es algo así como una frontera para dar el siguiente paso pues, en el Tecnológico de Monterrey no hay segundas oportunidades, esa es otra innovación: o se pasa o se reprueba.
Hay muchas discusiones aún pendientes y hay muchos protagonistas que deberán quedar representados con sus aportes en un trabajo mucho más extenso, detallado y de mayor precisión que este breve apunte. Dr. Aurelio Collado Torres Director de carrera Periodismo y Medios de Información Tecnológico de Monterrey, Campus Monterrey
Cristina Cervantes se fue becada a realizar su maestría en Tecnología Educativa a Wisconsin-Stout en 1988. Estando allá fue una de las primeras usuarias de internet en el Tec, recuerda. Se conectaba por BITNET (Because It’s Time) con quien ya era su esposo, quien esto escribe. “Nos salía gratis” dice riendo. Apasionada de los gadgets y deslumbrada con internet y su potencial, Cristina se lanza a lo que entonces ya se llamaba “evangelizar”. Cristina recuerda que no lo necesitó con Patricio López entonces director de la División de Ciencias y Humanidades, él ya era un creyente. Patricio López del Puerto se refería al CIETE y no al siete. Centro de Innovación y Entrenamiento en Tecnología Educativa (CIETE). El CIETE, el siguiente paso, lo funda Cervantes siguiendo su misión evangelizadora, tratando de acercar a los profesores a los recursos tecnológicos disponibles a través de un espacio donde agrupó a jóvenes (hoy llamados geeks) especialistas natos en el manejo de los recursos pero no necesariamente especialistas en su aplicación, y se dedicaba a traer software y hardware para experimentar, mostrando las cosas que se podían hacer y ayudando a muchos maestros a dar el primer paso hacia la adopción de tecnologías para mejorar su práctica docente. Como había ocurrido en los sesenta y setenta, no sólo hacia adentro del Tec el CIETE hizo su labor evangelizadora, sino también hacia afuera, colaborando con instituciones como el ya extinto Museo de Monterrey, produciendo CD-ROM con la colección permanente y muchas otras piezas que ejercitaban la recién inventada interactividad con la máquina. Darle una computadora a cada maestro del Tecnológico y pedirla a cada estudiante fue un paso que López del Puerto y Cervantes recuerdan cada uno por su lado. El primero como quien produjo la decisión, controversial y criticada en su momento: ¿para qué una laptop para cada maestro? El esfuerzo de mediados de los noventa recordaba el de una década anterior, cuando el campus se pobló de computadoras en la biblioteca y en las oficinas; el siguiente paso era lógico. Cervantes lo recuerda como el reto de facilitar que cada maestro con una computadora supiera qué hacer con ella. “No eran máquinas de escribir muy caras” había que ir más allá. 40 La Casona | Octubre 2014
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MONÓLOGO CON DON EUGENIO GARZA SADA Virgilio S. Mena Becerra
Hola don Eugenio, le pido me permita su atención unos minutos.
Quiero hablarle de su obra social en el Grupo Industrial y en particular de VISA, ahora FEMSA. Quiero expresarle la importancia de su pensamiento traducido en una Filosofía Humanista que caracteriza nuestra organización. Quiero hacerle patente que seguimos impulsando sus principios y valores, ahora integrados en dimensiones a nuestro Sistema de Desarrollo Social. Por lo anterior es imperativo partir de su máxima: “El respeto a la dignidad humana está por encima de cualquier consideración económica”. Empiezo por agradecer su legado: SU FORMA DE SER COMO PERSONA, ESPOSO Y PADRE, ya que junto con su esposa, Doña Consuelo Lagüera, nos dieron ejemplo de una familia unida, orientada a la formación de sus hijos y a servir voluntariamente a las personas y a su comunidad. SU CARÁCTER EMPRENDEDOR que fue impulsor en el crecimiento del Grupo Industrial, del que en su momento nace VISA, ahora FEMSA. SU VISIÓN DEL MUNDO, derivada de vivir en una época afecta a nuestra revolución, a crisis económicas, guerras mundiales, cambios de todo orden, que sin duda marcaron tendencias sociales, económicas y políticas, que usted tomó como áreas de oportunidad para determinar el rumbo del Grupo. SU HUMANISMO, que lo acercó a sus colaboradores, hasta saludarlos de mano y visitarlos en las líneas de producción o áreas de distribución, para entenderlos, estimularlos y reconocerlos, pero también para servirles de ejemplo con sus propios actos. SU FILOSOFÍA SOCIAL, que definió y consolidó a partir del estudio y análisis de doctrinas y encíclicas humanistas, que por su vocación puso en práctica y hoy siguen marcando nuestro rumbo. SU HUMILDAD en espíritu y actuación, que traducida en austeridad sigue siendo un valor de nuestra organización.
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Desde luego, SU LIDERAZGO en los ámbitos social y familiar, académico, político, laboral y empresarial, siendo ejemplo como filántropo en obras sociales, buen esposo y padre de familia; impulsor de la educación y formación técnica y profesional de sus colaboradores y de la juventud en general, creando instituciones técnicas, de nivel primaria y secundaria (Centro Escolar Cuauhtémoc A.C, CECAC), de estudios de especialidad y profesional (Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey, ITESM); participando como referente obligado, formador de opinión y siendo llamado a involucrarse en las decisiones de los diferentes niveles de autoridades a partir de presidentes de la República; en lo laboral y empresarial, apoyó la consolidación de instituciones como el Centro Patronal de Nuevo León, la Confederación Patronal de la República Mexicana, COPARMEX, y organizaciones como la Unión de Trabajadores Cuauhtémoc y Famosa, precursora de la Federación Nacional de Sindicatos Independientes (FNSI) y la Confederación de Agrupaciones Sindicales Mexicanas (CONASIM); desde luego, la Sociedad Cuauhtémoc y Famosa, con nuestros Centros de Desarrollo Social, la Clínica Cuauhtémoc y Famosa, y el Patrimonio de la Vivienda para los Trabajadores, todo para favorecer el desarrollo integral de los colaboradores y sus familias, su patrimonio familiar, su salud e integridad física y su formación como ciudadanos ejemplares, para apoyar nuestras comunidades y el medio ambiente. Desde luego, estimado señor, no puedo dejar de resaltar SU IDEARIO, que es la personificación de su forma de ser; usted lo redactó de una manera tan sencilla que retrata su personalidad y su carácter; por su relevancia, lo transcribo para beneficio de todos:
Reconocer el mérito en los demás
Expresarse concisamente
Controlar el temperamento
Depurar el vocabulario
Nunca hacer burla
Asegurarse de disfrutar el trabajo
Ser cortés
Reconocer el enorme valor del trabajador manual
Ser tolerante
Pensar en el interés del negocio más que en el propio
Ser puntual
Análisis por encima de las inspiración o de la intuición
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Si uno es vanidoso, hay que ocultarlo
La dedicación al trabajo
No alterar la verdad
Ser modesto
Dejar que los demás se explayen
Todo lo anterior es la base de nuestra cultura de trabajo, es parte del ADN de FEMSA. Si me lo permite, le comento que seguimos trabajado en impulsar SU MANERA DE SER, con la forma y orientación que nos dejó, mediante el reconocimiento, en primer lugar, de ser FEMSA, una organización humanista, y continuamos consolidando esa filosofía con nuestro Sistema de Desarrollo Social. Sí, señor, ahora la impulsamos mediante un sistema con aplicación en toda la organización. Perdone, usted, -¿que si tenemos buena disposición de todos?-, bueno, don Eugenio, tenemos de todo en la viña del Señor, pero seguimos implantándolo en todos los territorios donde operamos. Don Eugenio, antes de seguir actualizándolo sobre el desarrollo de su obra social, permítame compartir mi propuesta sobre cómo entiendo su filosofía humanista: Consideramos a la persona como centro y propósito (humana, inteligente, innovadora, creativa, emprendedora, impulsora, productiva, buen ciudadano) en: Su dignidad como valor Su desarrollo y calidad de vida como visión Su contribución como generador de valor y riqueza social Su participación social como ciudadano ejemplar Su trascendencia como propósito fundamental Igualmente debo expresarle que para impulsar su visión de bien ser y bien estar de nuestro personal, nuestro Sistema de Desarrollo Social se sustenta en siete dimensiones, a saber: • Valores: promovemos en nuestros colaboradores y sus familias el conocimiento y vivencia de los valores humanos y los valores FEMSA para contribuir a la formación de mejores personas y mejores colaboradores.
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• Familiar: promovemos el desarrollo de las familias FEMSA con el propósito de fomentar su integración como núcleo afectivo y formativo fuertemente consolidado. • Social: promovemos el desarrollo de ciudadanos responsables y comprometidos con su comunidad, la sociedad y el medio ambiente. • Salud: promovemos estilos de vida saludables y comportamientos seguros dentro y fuera del trabajo • Económica: promovemos la formación y protección de un patrimonio familiar adecuado a sus posibilidades, necesidades y aspiraciones de calidad de vida. • Laboral: estimulamos el excelente desempeño personal y profesional de nuestros colaboradores, fomentamos la pasión y excelencia en el trabajo, la identidad con nuestras empresas y un ambiente en el trabajo de armonía laboral. • Educativa: promovemos la mejora de sus niveles de escolaridad, desarrollo cultural, la lectura, el aprendizaje de idiomas y las habilidades para aprovechar las tecnologías de información; mejorando su autoestima, calidad de vida y patrimonio familiar. Estas dimensiones se orientan a impulsar el desarrollo integral de nuestro personal y su familia, su salud, a apoyar su formación y compromiso cívico y, desde luego, a servir al desarrollo de nuestras comunidades y medio ambiente; en esta forma nuestros colaboradores trascienden como personas y en nuestra sociedad. En este punto debo decirle que la visión de FEMSA cambió en 2013 para orientarse más a la sociedad, al pasar, en nuestro tema, de: “Contribuir al desarrollo social” a “Transformamos positivamente las comunidades en donde participamos; somos el mejor lugar para trabajar”. Este cambio nos lleva a impulsar con mayor determinación nuestro Sistema de Desarrollo Social para consolidar nuestra Cultura de Armonía Laboral, pilar indiscutible de la productividad, competitividad y crecimiento sostenible de nuestras empresas. Estimado don Eugenio, usted recordará que los programas sociales orientados a apoyar a nuestros colaboradores en los años de la Revolución fueron para atender sus necesidades básicas de alimentación, de donde nacieron las despensas familiares; su salud, antes de la Seguridad Social, mediante vales de atención médica; la vivienda, mucho antes del INFONAVIT, para darles a los trabajadores un lugar digno para su hogar; su desarrollo integral, con escuelas; su sana convivencia familiar, con áreas especiales. Bueno, en su gestión se construyeron centros de desarrollo social, clínica-hospital, escuelas como Francisco G. Sada, La Salle, Isabel la Católica (CECAC) y su gran obra,
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el Tecnológico de Monterrey, de ahí que el sentido de su obra ahora lo entendemos y enmarcamos en principios y valores que se generan para las empresas con la ejecución de acciones de desarrollo social; bueno, tal vez no le suene muy ejecutivo, pero son logros o productos intangibles que paso a enunciar: Identidad
Arraigo
Orgullo
Asiduidad
Respeto
Identificación
Integración
Confianza
Constancia
Satisfacción/felicidad
Lealtad
Solidaridad
Disposición
Armonía en el trabajo
Pertenencia Estimado don Eugenio, espero no aburrirlo, pero necesito hablarle de dos elementos fundamentales del Sistema de Desarrollo Social que igualmente usted impulsó: Las Asociaciones de Colaboradores o Esquemas Participativos y del que seguro es el más importante el Vocal-Líder. Como Usted sabe, SCyF, A. C. es una asociación de colaboradores pero en su carácter de “personas”, donde todos los socios participamos con nuestras familias fuera de las estructuras organizacionales, y por ello, todos somos iguales, pero además, la asociación civil se rige por sus propios estatutos y es dirigida por un comité directivo que se renueva y elige en asamblea anualmente. No me lo va a creer, pero a la asamblea de este año asistimos más de dos mil 800 socios, más los que votaron desde su lugar de trabajo. Como puede ver, esta práctica de democracia social es ejemplo y fomenta la vida cívica y participativa. Don Eugenio, otra herramienta que recibimos de usted, antes de la promulgación de la Ley Federal del Trabajo en 1931, que después las reguló, son las Comisiones Mixtas Departamentales, que ahora norman aspectos como capacitación, adiestramiento y productividad para la participación en las utilidades de las empresas, para seguridad e higiene, entre otras. Esas comisiones nosotros las integramos preferentemente en cada departamento de los centros de trabajo, con representantes de los trabajadores y de la administración, para recibir, atender y resolver, en el momento y lugar donde se originan, cualquier planteamiento, convirtiéndose en un mecanismo muy eficiente para asegurar el cumplimiento de la legislación y de los compromisos laborales colectivos, con lo que atendemos nuestro compromiso de legalidad y fortalecemos nuestro ambiente de armonía laboral. Don Eugenio muchas gracias, créame que las estamos impulsando, respetando legislación y costumbres de los diferentes países donde tenemos presencia. Estas herramientas siguen demostrando ser un mecanismo de comunicación permanente y aseguramiento de nuestra cultura de atender nuestros compromisos legales y convencionales. Así respetamos las prerrogativas de todos nuestros colaboradores, y con ello, los derechos humanos y laborales fundamentales de orden internacional. 46 La Casona | Octubre 2014
Mire, usted, ahora el Corporativo FEMSA.... sí, don Eugenio, ahora tenemos esa estructura; le decía, el corporativo con las Unidades de Negocio, definimos que para asegurar sentido y consistencia en la implantación del Sistema de Desarrollo Social, en todo FEMSA, debemos hacerlo mediante la ejecución de Programas Transversales, que atienden las siete dimensiones de nuestro sistema y que aceptan proyectos flexibles y adaptables, pero con el lineamiento de las propias dimensiones para la elaboración de planes estratégicos anuales. Debo decirle que un impulsor muy importante para esos programas es la Red de Voluntarios FEMSA que contribuye con gran pasión en la materialización de proyectos para el cuidado de la salud (carreras, práctica de hábitos saludables, etc.) de beneficio para nuestros colaboradores y comunidades, así como al cuidado del medio ambiente, con acciones de reforestación, mejoramiento de escuelas, construcción de casas modulares para personas de grupos vulnerables, apoyo a la formación de minis y pequeños emprendedores, pláticas para estudiantes para orientar su vocación y el emprendurismo, apertura Prepa-net, etc. Debo destacar que nuestro Sistema de Integración Laboral de personas con Discapacidad es otro gran ejemplo de orientación social que apoya su proceso en los programas transversales, así honramos su memoria y mantenemos viva su filosofía social en todos los territorios donde contamos con operaciones. Esta práctica nos distingue como buenos empleadores y nos representa una ventaja competitiva en el mundo laboral. Quiero compartirle que seguimos publicando la revista de comunicación interna para nuestros colaboradores, socios de SCyF, con el mismo lema: “Trabajo y Ahorro”, considerada hoy la segunda más antigua en su género en América Latina. Nuevamente mi reconocimiento por su visión de mantenernos en contacto con todo el personal. Como usted puede notar, es muy alta nuestra preocupación por impulsar el desarrollo integral de trabajadores y sus familias, su bienestar, apoyo a la comunidad y al medio ambiente. Nosotros lo identificamos con lo que he denominado Cadenas de Valor Humano. Con todo ello se genera un ambiente de compromiso, respeto y dedicación que se traduce en mejora de indicadores laborales, de recursos humanos y sin duda, de negocio, al incrementarse la productividad de los trabajadores y la competitividad de las empresas. Lo que quiero destacar es que en el ámbito de las relaciones de trabajo, la puesta en práctica de su visión genera armonía laboral y equilibrio social. Pero hoy en día necesitamos reforzar nuestro liderazgo y posición como empleadores, requerimos volver a ser referentes e influir en las decisiones de impacto nacional e internacional, generando valor económico y social. Estimado don Eugenio, en la vida de nuestra organización debo destacarlo como forjador de nuestra filosofía humanista y de sus principios y valores, y a don Eugenio Garza Lagüera como la persona que además de respetarlos los impulsó fuertemente.
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Ahora, la gran preocupación de mi parte es que si bien, seguimos formando personas para impulsar su forma de ser y estructuramos el Sistema de Desarrollo Social, el tiempo y el crecimiento de FEMSA avanzan más rápido que nuestras acciones. Eso, aunado a que hoy se conjugan otras circunstancias de moda que se tornan en prioridades organizacionales, como el crecimiento sostenible, nos lleva a insistir en que sus enseñanzas, su legado, retome su carácter de prioridad estratégica de los negocios y en general de nuestra organización. Su obra nos ha dado:
Carácter como empleadores
Cultura y armonía en las relaciones de trabajo
Bienestar y calidad de vida para los colaboradores y sus familias
Éxito como empresarios
Equilibrio social
Trascendencia en las comunidades donde operamos
Cervecería Cuauhtémoc y Famosa.
Debo terminar, y lo hago con una reflexión de don Eugenio Garza Lagüera:
“El tiempo pasa rápidamente, pero las obras de los grandes hombres permanecen como testimonio e inspiración para las generaciones por venir”
Muchas gracias, don Eugenio
Virgilio S. Mena Becerra Director Desarrollo Social y Laboral FEMSA
FEMSA:
124 años construyendo una exitosa historia de valores y cultura de trabajo Roberto Lara Durán / Colección Histórica FEMSA Referirnos a FEMSA es más que hablar de 124 años de estrategias de negocio exitoso y expansión de sus operaciones en México y el extranjero, es también aludir a la puesta en práctica de un compendio de valores, una singular cultura de trabajo y una filosofía de operaciones donde la generación de valor económico siempre ha estado ligada a la preocupación por la sociedad y el cuidado del ambiente. En este camino centenario, que se inició con la fundación de la Cervecería Cuauhtémoc en 1890, la empresa ha producido una infinidad de materiales para los más diversas fines, que hoy conforman la Colección Histórica FEMSA, una de los pocos acervos empresariales que existen en el país y que atestigua más que el desarrollo de una compañía, el crecimiento de una ciudad y una nación. El acervo, conformado por más de 35 mil piezas, fue originalmente el resultado de un esfuerzo colectivo, espontáneo y mayoritariamente anónimo, donde los colaboradores y sus familias se dieron a la tarea de rescatar parte de la historia de la compañía mediante la conservación de elementos que iban desde botellas, latas y empaques de las distintas marcas, hasta fotografías y antigua parafernalia utilizada por la empresa en sus primeras décadas de actividad. Si bien, la directiva durante mucho tiempo tuvo en mente la idea de establecer un repositorio histórico como Colección Histórica FEMSA, la misma dinámica del negocio impidió enfocarse en este tipo de proyectos culturales, que no obstante, jamás se perdieron de vista. Durante los festejos del primer siglo de vida de la empresa, en 1990, FEMSA y Cervecería Cuauhtémoc encabezaron diversas iniciativas tendientes a la revalorización de su historia, entre las cuales destacaron el proyecto editorial Cien años son un buen principio y una exposición de elementos históricos de la compañía, que fue montada tendiendo como base el préstamo de las piezas que en distintas áreas de la empresa se tenían resguardadas, así como también aquellas facilitadas por los colaboradores y sus familias. Este fue el punto de inflexión en que la alta directiva, encabezada por don Eugenio Garza Lagüera, apostó por identificar y concentrar aquellas piezas históricas con alto valor para la compañía en un espacio específico para su posterior utilización con fines culturales.
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Poco más de una década después estas piezas históricas representaron los cimientos de otro proyecto editorial, pero ahora más científico y de mayor envergadura que fue ejecutado por Editorial Clío; sus resultados, tras algunos años de seleccionar y organizar la información, se materializaron en 2006 en el libro Una empresa a través de los siglos. Cervecería Cuauhtémoc Moctezuma, que relataba los orígenes de la compañía, su desarrollo, las dificultades a través de los años, así como su diversificación en las distintas Unidades de Negocio que hoy conforman a FEMSA. La calidad de la publicación y la buena recepción entre nuestros públicos internos y externos fue el antecedente exitoso más inmediato de la constitución definitiva del archivo histórico de la empresa, poniendo en manos del área de Comunicación Corporativa la responsabilizar de ejecutar la iniciativa.
En algunos meses, y gracias al apoyo de FEMSA en general y del departamento en particular, se logró establecer un esquema de organización que progresivamente fue robusteciéndose, hasta llegar al que hoy rige la Colección Histórica FEMSA. Actualmente la colección se encuentra compuesta por un aproximado de 35 mil elementos de la más diversa tipología, agrupados en seis fondos, seis secciones de fondo, 24 colecciones y un número considerable de subcolecciones dependiendo de las características particulares de cada pieza.
Primera junta directiva Cervecerí ca.1900.
En junio de 2008, ya con un proyecto claro sobre la mesa y contratado el personal necesario, se iniciaron las actividades de la Colección Histórica FEMSA, que en sus primeros meses se caracterizaron por centrarse en la organización y estabilización de los elementos históricos que se tenían identificados. La primera gran dificultad que vino a flote fueron las malas condiciones de algunas piezas como producto de su resguardo en materiales no apropiados, la exposición a temperaturas y humedad inadecuadas, así como la falta de restauración de algunas de ellas que a priori se encontraban dañadas. Otro obstáculo inicial lo constituyó la localización diversa (y algunas veces desconocida) de elementos históricos que se habían prestado para diversas actividades en momentos en que no se había protocolarizado este procedimiento, lo que dificultaba el inventariado total de la colección. Gracias a una búsqueda pormenorizada se logró rescatar la mayoría de estas piezas y reintegrarlas nuevamente al acervo. 50 La Casona | Octubre 2014
Bajo este esquema, las labores al interior de colección histórica se enfocaron en registrar cada uno de sus elementos y establecer las condiciones ambientales y materiales para su óptima conservación, por ello se adquirieron los aditamentos y el equipo necesario para tal fin, además de gestionar la designación de un espacio específico para la Colección Histórica FEMSA, en aras de proteger aquellas piezas de importancia crítica para la organización. Sin embargo, y a pesar de que el registro y conservación es una tarea permanente en nuestra agenda, tiempo después fue palpable la necesidad de dar a conocer el acervo mediante la elaboración de planes de difusión dirigidos a nuestras audiencias internas y externas. Participación en espacios virtuales de FEMSA y sus Unidades de Negocio con publicaciones históricas (páginas web, Twitter, pantallas digitales, wallpaper corporativo, etc.), gestión de eventos culturales relacionados a la historia de nuestra empresa, comunicación con museos y espacios ad hoc en que nuestra presencia pudiera generar valor agregado y el mantenimiento y difusión La Casona | Octubre 2014 51
de los espacios históricos propios fueron algunas de las nuevas atribuciones que tuvo la colección histórica. Asimismo, se trató de darle continuidad a nuestra política base de apoyo a las solicitudes de información histórica procedentes tanto de los diversos departamentos de FEMSA como de solicitantes externos a la empresa. Gracias a ello, la colección histórica ha sido pieza importante en la elaboración de proyectos editoriales, iniciativas culturales, trabajos académicos e inclusive en la validación y renovación del mercadeo de nuestros productos de consumo; huelga decir, todo lo anterior siempre alineado al posicionamiento de nuestros valores y cultura de trabajo centenaria.
Otra de las directrices del departamento en esta nueva etapa fue fortalecer el ramo de la investigación, es decir, destinar parte de nuestro tiempo en la generación de conocimientos sobre periodos menos conocidos en la historia del negocio. A raíz de ello, en este 2014 los esfuerzos giraron en torno a dos episodios que se han estudiado muy superficialmente, pero que gracias al acceso a documentación oficial y con el apoyo bibliográfico de autores importantes en los temas se han ido construyendo. La primera investigación, ya concluida y que se publicará este año en una revista lleva el título de “Una empresa en peligro: Cervecería Cuauhtémoc ante la Revolución Mexicana (1913 – 1915)”, la cual versa sobre las estrategias de nuestros primeros directivos para mantener en pie a la compañía ante la violencia, la crisis económica y la incautación de la misma por el Gobierno Revolucionario; la segunda y que está en fase de construcción, se centrará en los orígenes del concepto Valores Industriales, S.A. (VISA), creado por Eugenio Garza Sada, Roberto Garza Sada y Manuel Gómez Morín en 1936, siendo la primera compañía tenedora, o holding , establecida en México, y que permitió a la directiva controlar separadamente las operaciones administrativas y de producción de la Cervecería Cuauhtémoc, así como de sus fábricas de insumos.
Adquisición de PANAMCO. 2003. El acervo ha buscado incrementar el número de elementos históricos de otras Unidades de Negocio, que por ser de creación reciente respecto a la Cervecería Cuauhtémoc Moctezuma, tienen una menor cantidad de información. Congruente con esta necesidad, el área de Comunicación Corporativa de FEMSA estableció que destináramos parte de nuestro tiempo en nutrirlas, cuestión vital en el conocimiento del desarrollo de FEMSA en sus últimos 36 años. Desde ese entonces hemos comenzado a indagar los orígenes de Coca-Cola FEMSA, OXXO y de los servicios de empaques y sistemas de distribución, puntualizando en su evolución a través del tiempo, las maneras de afrontar las coyunturas de crisis político-económicas en México y la identificación de los actores clave en su proceso de consolidación. A la vez de procurar rescatar elementos intangibles, la colección histórica trata constantemente de recuperar piezas físicas que arrojen luz sobre otras facetas en las operaciones de estas unidades, como la evolución de su marketing a través de los años.
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Es así que después de seis años de constituida, Colección Histórica FEMSA pasó de ser una instancia responsabilizada sólo del registro y conservación de las piezas históricas de la compañía, a ser un organismo generador de conocimientos, impulsor de nuestros valores y cultura de trabajo ante los públicos internos y externos, además de establecerse como uno de los activos reputacionales de FEMSA en materia cultural ante la comunidad. A pesar de que las actividades se han multiplicado y el acervo está en permanente crecimiento, la visión a futuro de colección histórica sigue siendo constante desde sus primeros días de operación y que podemos sintetizar de la siguiente manera: “Convertirnos en una organización que sistematice y resguarde la totalidad de los materiales de corte histórico pertenecientes a las Unidades de Negocio FEMSA, estableciendo parámetros de alta calidad en cuanto a infraestructura, conservación de las piezas y acceso a la información se refiere. Además de ello y como consecuencia, pretendemos ofrecer un servicio profesional de archivo que garantice la plena satisfacción de los consultantes, la integridad de los elementos históricos y la difusión interna y externa de los valores y cultura de trabajo que ha caracterizado a FEMSA desde 1890”. Luis Quirós S. Relaciones Públicas FEMSA
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Restauración guiada: La casa sede del Centro Eugenio Garza Sada
La arquitectura de la edificación representa la asociación entre las corrientes académicas realizadas en la ciudad por el suegro y socio de Green, el arquitecto Alfred Giles, autor del Arco de la Independencia, el Banco Mercantil y la residencia de don Isaac Garza. La historia oral proporcionada por los familiares más cercanos del empresario y los recuerdos de los espacios en momentos cálidamente familiares, confirmaron igualmente los elementos de arquitectura y decoración que ya asumíamos a través de los documentos de Green. Gradualmente, se fueron revelando las antiguas pilastras estriadas, los capiteles decorados, molduras de yeso ocultas bajo los cielos falsos y detalles de tapices antiguos, todos, encubiertos por las intervenciones realizadas a través de los años en su intento de modernización. Estos elementos debieron formar parte de la casa a principio de los años veinte y confirmaron la ambientación que se practicaba por esos años en la arquitectura residencial de Monterrey, representada especialmente en la zona del Obispado.
Oscar Martínez Historia Y Evolución La zona del cerro del Obispado en Monterrey recibió en el primer tercio del siglo XX corrientes y estilos arquitectónicos muy diversos. Al concluir el Porfitriato se reinterpretaron las influencias europeas de la arquitectura francesa, la italiana, la inglesa y el modernismo entre otros, todos ellos ingeniosamente adaptados a nuevas formas constructivas que ya prevalecían o se gestaban desde el siglo XIX. Estas influencias convocaron un tipo especial de eclecticismo –la aplicación libre de estilos y formas diversas– y sus derivaciones arribaron a Monterrey desde Europa, Ciudad de Mexico o Estados Unidos. Por otra parte, la ciudad de Monterrey mostraba su potencial industrial que se vertía igualmente en los materiales usados en la construcción, como el acero, el cemento y el yeso. Éste es precisamente el punto de partida del diseño y construcción de la casa de don Eugenio Garza Sada y su esposa Consuelo Lagüera después de 1920.
El proceso de rescate y conservación de la residencia nos ha concedido un reencuentro histórico inapreciable. A través de documentos fotográficos de la época podemos asegurar que su edificación fue la primera o una de las primeras en la zona, y su enclave urbano permitió delinear los trazos de las primeras calles del área.
Arcadas de madera, pilastras, dinteles y molduras decoraron su ambiente interior. Ventanas de formas caprichosas recordando el Art Nouveau, así como un par de balcones de gran estilo y una elegante torre a cuatro aguas ordenaron la vista de la fachada oriente, su principal. Hemos logrado constatar la ejecución fiel de los planos diseñados por el arquitecto Herbert Green, autor de la versión original. Recordemos que los planos de la casa realizados por Green y fechados en 1920 fueron encontrados en los archivos personales de Eugenio Garza Sada, en esta casa.
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Otro factor que persiste en nuestro recorrido histórico de la residencia es su enclave urbano, su ubicación justamente frente a la histórica avenida Padre Mier. Es de asumirse que no es una casualidad, mucho menos una condición impensada; la gran terraza mirador con vista al oriente confirma plenamente su intencionalidad de observar panorámicamente la ciudad y disfrutar de los vientos favorables que cruzan el valle. Afirmamos entonces que la estructura construida después de 1920, basada en los planos de Green, se componía de tres niveles y tres cuerpos asimétricos que se posaban sobre la gran terraza-mirador, la que rodeaba prácticamente la casa en sus lados norte, oriente y sur, y contaba con dos niveles que se comunicaban entre sí por escaleras. La residencia evolucionó durante los siguientes 30 años añadiendo espacios en sus costados norte y sur, siguiendo los planos del ingeniero Armando Ravize. Primeramente su crecimiento se dio hacia el norte, justo donde se ubica el estudio personal de don Eugenio en la planta alta, y en la parte inferior se adaptó una cocina más amplia. Posteriormente, se construyeron habitaciones hacia el sur añadiendo el salón de música en planta baja y recamaras y baños en la planta alta. Este ultimo crecimiento transformó radicalmente las fachadas oriente y sur y se fincó la demolición de un balcón de estilo europeo que se encontraba en la sala. La Casona | Octubre 2014 55
La estructura antigua quedo flanqueada por estos nuevos cuerpos siguiendo las mismas alturas y sistemas de frisos y volados de madera y lamina coloreada. Es probable que durante esos ajustes se haya decidido transformar también el antiguo acceso de servicio al poniente de la casa para convertirlo entonces en el acceso principal con mayor amplitud que el anterior, accediendo así directamente al área social de la casa.
La gran terraza fue la plataforma sobre la que se extendieron estas dos nuevas secciones, lo que permitió que todo el cuerpo del edificio quedara inscrito en ella. Por otra parte, en el modulo inferior de la terraza se creó un salón de juegos, añadiendo grandes ventanales entre los pilares estructurales ya existentes convirtiéndolo en un espacio cerrado. Éste último paso consolidó prácticamente el esquema arquitectónico que encontramos hasta hace algunos años.
La residencia vivió simultáneamente un impulso de modernización propiciando ciertos ajustes en su interior. El antiguo sistema de ventilación natural ideado por Green que incluía flujos horizontales y verticales se sustituyó por aparatos de aire acondicionado y calefacción, quizá el primero en su género en la ciudad. Los pasos de grandes ductos de inyección de aire se fueron acomodando en el interior de la residencia, reduciendo alturas de cielos o modificando elementos como es el caso del tríptico de ventanas del salón central en la planta alta, las cuales redujeron su ante pecho para dar paso a los conductos de aire.
Ventilación aire frio.
Ventilación aire caliente.
Igualmente se incorporó un sistema de intercomunicación entre los distintos niveles y más tarde se canceló la doble altura en el salón distribuidor de la planta baja. Seguramente, la búsqueda de confort utilizando la tecnología disponible en aquellos años obligó a realizar ciertos cambios y, por consecuencia, debieron ocultarse los cielos y vigas antiguas con sus plafones de madera y molduras de yeso para presentar una ambientación más moderna. Sistema constructivo El proceso constructivo de la casa en los años veinte fue altamente eficiente. Consideremos que su estructura, presuntamente fabricada en la Fundidora de Monterrey, fue hecha a base de columnas y vigas de acero con remaches atornillados, lo que hace evidente la época de manufactura. Este sistema poco común en Monterrey, y menos aun en obras residenciales, permitiría una reducción sustancial en el tiempo de edificación. Los muretes divisorios originales utilizados en la casa son de concreto armado colados en sitio, una especialidad rara vez practicada, pero permitiendo tiempos más cortos en la construcción; las losas de entre pisos y azotea son placas de concreto posadas sobre las vigas de acero. Todos estos métodos nos permiten concluir que la casa se construyó en un tiempo relativamente corto, al menos en su etapa estructural. Por otra parte, la naturaleza del terreno y sus materiales del subsuelo complementan ese ideal de eficiencia: los grandes muros de piedra extraída del lugar que forman el contorno original de los años veinte funcionan como elementos de carga y contención, simultáneamente. Esta acción es indispensable si consideramos las pendientes naturales tan pronunciadas del lugar, consiguiendo así una gran estabilidad estructural. Justamente en estos muros se confeccionaron las fachadas exteriores, y se insertaron tallas de una sola pieza como los mascarones de piedra de la fachada oriente y las guirnaldas de los frisos superiores. No cabe duda que la planeación de la construcción fue muy esmerada, tanto en su forma arquitectónica como en su procedimiento constructivo. Las extensiones que se agregaron posteriormente a la residencia de los años veinte fueron construidas con otros materiales, principalmente se utilizó ladrillo, elaborado en Monterrey, lo que permitió, por sus mismas propiedades, que se adaptara perfectamente a la continuidad arquitectónica.
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Restauración y hallazgos El análisis de los espacios históricos de la casa y los elementos que se revelaron en el proceso de búsqueda fueron guiando el proyecto de restauración. Los dos momentos históricos hacia los que se encauzó el proceso se determinaron de la siguiente manera: por un lado, la casa construida en los años veinte apoyados en los planos de Green, y por otro, las expansiones finalizadas en los años cincuenta con algunos planos de Ravize. Estos fueron los dos objetivos a restaurar. Los planos de Green nos ofrecieron la visión de la casa en su concepción original, sin embargo, igualmente informativa fue la exploración y reconocimiento de las estructuras y espacios de la residencia donde pudimos desentrañar elementos y materiales antiguos que señalaron de manera precisa los distintos periodos de las intervenciones que se realizaron. Consideremos además que el punto determinante en todo el proceso fue la concepción del nuevo uso que tendrá la casa como sede del Centro Eugenio Garza Sada, un gran reto no sólo para el proyecto mismo sino para la arquitectura del siglo XX en Monterrey. La Casona | Octubre 2014 57
Se concibió un esquema por medio del cual, sin alterar la arquitectura original, se logro dotar al edificio de la tecnología de punta necesaria que le permitirá operar con eficiencia en el siglo XXI. Precisamente, aprovechando la ubicación de los espacios de crecimiento de la casa, en el costado norte y el área sur y debido al hecho de que en ambos casos se contaba con cielos falsos desde su construcción, se propuso instalar ahí el equipo de circulación de aire acondicionado así como sistemas hidráulicos, sistema contra incendio además de sensores y el circuito cerrado de televisión. Desde estos dos extremos se extienden a través de dobles muros sistemas que permiten que la casa antigua es decir, el proyecto de Green, mantenga integra su arquitectura interior tanto la altura de sus cielos originales como los decorados y detalles arquitectónicos beneficiando al proyecto de la tecnología mas avanzada. La primera versión interior de la casa puede apreciarse en el salón central de la planta baja que las vigas de acero originales están nuevamente revestidas y ornamentadas con molduras de yeso, las columnas estriadas y sus capiteles recuperaron sus decorados como parte de la reintegración de elementos basados en los hallazgos localizados en la misma casa. Los 58 La Casona | Octubre 2014
tres arcos que dividen el comedor del salón fueron reconstruidos siguiendo los planos de Green asi como el arco de tres puntos que da salida a la terraza mirador. Aun cuando este espacio fue originalmente de doble altura en su parte central, se puede advertir que las vigas medias son menos peraltadas que las laterales, debido a que se agregaron algún tiempo después para clausurar esa doble altura. De la misma forma se rediseñó la escalera de madera utilizando los mismo peldaños de la encontrada en sitio y se fabricaron nuevamente los travesaños y balaustrada. En la sala norte junto al salón central, se advierte la restauración del cielo falso original fabricado con tableta de madera y yeso como una segunda versión del tratamiento de espacios de la casa. Las molduras perimetrales fueron rescatadas en un 80 por ciento y el resto fue reconstruido. Precisamente ahí se descubrieron los capiteles de madera de la puertas que también son de la misma época, y en su extremo oriente se logró la restitución de los ventanales del balcón monumental. En el extremos sur del edificio se localiza el llamado Salón de Música, un área que pertenece al ultimo crecimiento de la casa en los años cincuenta, el cual conserva las dimensiones de las ventanas panorámicas y el ensamble en tipo petatillo de la duela que ya fue restaurada siguiendo el mismo diseño y acomodo que la original. Los hallazgos más interesantes durante la exploración se encontraron en la planta alta, al descubrir un muro donde se encontraron porciones de capiteles a medio destruir, pero suficientemente conservados para ofrecernos información muy valiosa. Los capiteles antiguos diseñados por Green y fabricados La Casona | Octubre 2014 59
en yeso fueron restaurados a su forma original y tomados como base para la reconstrucción de los restantes. También se localizó una sección de columna estriada con acabados originales, en la que nos apoyamos para la fabricación de otras más. También encontramos molduras de yeso adheridas a las vigas de acero que nos permitieron comprender y emular el sistema decorativo de los años veinte y utilizarlo como modelo en las distintas áreas de la casa. La fachada oriente, vista principal de la residencia, prácticamente logró recuperar su arquitectura original. El balcón monumental de estilo europeo que se proyecta desde el paramento de la casa sobre la terraza fue restablecido utilizando concreto ligero y con apoyo en planos y fotografías antiguas. Una tarea muy minuciosa que se realizó siguiendo una metodología de trazos reguladores y plomadas, sin hacer uso de medidas métricas. De igual forma, el tríptico de ventanas tipo herradura que se ubican sobre el portal o ábside retomaron su longitud original permitiendo igualar exactamente el proyecto de Green. Todos los trabajos realizados en la fachada oriente fueron analizados por el equipo de diseño y de acuerdo a las exploraciones de muros de piedra que permitieron señalar con exactitud las formas originales de construcción. En un esfuerzo por unificar la totalidad de la casa, se continuaron los frisos decorados con flores del pretil superior y el volado de madera y lamina coloreada que circunda el perímetro actual. Sin embargo, son notables los cinco mascarones monolíticos en la fachada oriente tallados en piedra e insertados en los muros y que pertenecen a la ABSIDE versión de 1920.
Atrio y sótano El sótano, compuesto por la parte baja de la doble terraza mirador, había recibido mejoras al convertir la terraza inferior en un área cerrada con grandes ventanales. El resto lo componían áreas de mantenimiento y servicios, incluyendo cuartos de maquinas y conductos de extracción de aire. El espacio original no contaba con iluminación suficiente para usos prácticos y conservaba su estructura de acero y muros de piedra originales.
La propuesta de abrir el costado sur de la casa para incorporar los más de 350 metros cuadrados al proyecto se llevó a cabo con el apoyo de especialistas en estructuras y minería. Una porción del jardín se excavó desde el nivel de sótano para administrar luz y ventilación a toda esa área, así como la parte inferior del Salón de Música hasta sus cimientos. En ambos casos, la roca azul del cerro dificultó enormemente las tareas que se realizaron. De manera preventiva, y cuidando que la vibración de la maquinaria no dañara la casa o sus cimientos, se utilizó una cimbra metálica ajustable para sostener artificialmente una tercera parte del edificio mientras las labores de demolición y excavación se llevaban a cabo. Esta cimbra se instaló en los tres niveles, convirtiendo las losas de entrepiso en soportes de carga, liberando a los muros de su función original y, por lo mismo, permitiendo la demolición de las cimentaciones. El proceso del colado de las grandes vigas que ahora sostienen la casa en su lado sur fue exitoso, y se logró dotar al sótano de espacios abiertos a la luz y útiles para sus nuevas funciones: la sala Consuelo Lagüera de Garza, la sala Isaac Garza, cubículos y áreas de reunión, así como las áreas de mantenimiento del edificio y el atrio exterior. El papel de la restauración contemporánea es el de poner en valor –del francés mise en valeur - el bien inmueble, mostrando sus atributos con fidelidad y claridad, cuidando sus formas, procedimiento y materiales originales e integrándolo a los usos contemporáneos para que, esa valorización que ha sido rescatada, pueda perdurar en una utilización digna y respetuosa como sede del Centro Eugenio Garza Sada. Arq. Oscar Martínez Director del Proyecto de Restauración.
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“Si no se comprende que los lujos, títulos y la ostentación nada tienen que ver con el valor de la persona, y si estas cosas significan más que la tarea bien y calladamente cumplida y los conocimientos y el refinamiento espiritual para adquirirlos, entonces se precisa un cambio de actitud” Eugenio Garza Sada