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Octubre 2013 Número 04

Educación: un continuum Constantino Bértolo, Xabier Bilbao, Richard Ford, Donatella Ianuzzi, Rodrigo Fresán, Marina Garcés, Jordi Llovet, Jesús Marchamalo, Jan Martí, Dani Moreno, Óscar Palmer, Julián Rodríguez, Philippe Touron...


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La Central de callao Postigo de San Martín, 8 28013 Madrid T.  917 909 930 La Central de la Fundación Mapfre Paseo de Recoletos, 23 28004 Madrid T.  917 020 237 La Central del MNCARS Ronda de Atocha, 2 28012 Madrid T.  917 878 782 La Central de Callao. www.lacentral.com // www.facebook.com/ el Bistró de La Central

La Central Mallorca, 237 08008 Barcelona T.  934 875 018 La Central del Macba Plaça dels Àngels, 1 08001 Barcelona T.  934 125 908 La Central del MUHBA Baixada de la Llibreteria, 7 08002 Barcelona T.  932 690 804 La Central del Raval Elisabets, 6 08001 Barcelona T.  933 170 293

Academia Otoño 2013 Gabinetes Los gabinetes de lectura persiguen el objetivo de dar a conocer nuevos valores de la literatura, adentrarnos en los «clásicos» o en las voces más modernas ya consolidadas. Disfrutamos de la colaboración impagable de autores, traductores, editores y críticos dispuestos a ayudarnos a exprimir todavía más los textos literarios.

Del 1 de octubre al 3 de diciembre

www.lacentral.com Twitter @La_Central_ @LaCentralenMad Facebook La Central El Cafè de La Central La Central de Callao El Bistró de La Central

Conciertos en el Garito Octubre 2013 La Central de Callao Postigo de San Martín, 8. Madrid

Berlina 10.10 Montserrat 17.10 Los Terrier 24.10 Al Berkowitz 31.10 El coleccionista 03.10

la central / octubre 2013

Gabinete de Lectura Jesús Casals Un martes cada quince días Del 8 de octubre al 3 de diciembre Gabinete de Cómic Mireia Pérez Un martes cada quince días

Más información: www.lacentral.com/web/talleres Inscripciones: La Central de Callao Postigo de San Martín, 8 28013 Madrid Reservas: comunicacion@lacentral.com


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editorial

La educación: un compromiso

Índice Literatura Cómic Dossier Ensayo Arte y Artes escénicas Infantil y juvenil Miscelánea Inclasificados

Créditos Editor Ediciones de la Central, 2013

Cuando se ha cumplido un lustro desde el estallido de la crisis financiera, la profundidad y el alcance de la transformación que ha acarreado tras de sí en casi todos los ámbitos de nuestras vidas es plenamente palpable. Uno de estos ámbitos que se halla situado en el epicentro del re­molino de cambios es el de la educación: los recortes en el gasto público, los ajustes hacia el modelo de estado neoliberal, los desequilibrios en el mercado de trabajo han impuesto como tarea urgente en la agenda política la remodelación de nuestro sistema educativo, siguiendo un principio ideológico según el cual, en época de austeridad, los recursos públicos destinados a la educación deben centrarse solo en lo esencial: formar aquellas capacidades técnicas y aptitudes profesionales que demanda el mercado. El envite de esta suerte de «vulgata» que en la esfera pública ya casi nadie discute ha puesto a la educación humanística contra las cuerdas. Hemos querido contribuir al debate proponiendo en este número un «dossier» dedicado a la educación en clave «realista» y multidisciplinar. En él nos preguntamos cuáles son las posibilidades de la educación en la época del derrumbe de la institución, en una mirada retrospectiva visitamos a los autores más des-

Ilustración de Dash Shaw

tacados que en los últimos siglos han propuesto modelos de educación alternativa, nos acercamos a recientes investigaciones en neurociencia sobre las predisposiciones y mecanismos de nuestro cerebro que favorecen el aprendizaje, y dialogamos en torno a la crisis del modelo de enseñanza con el filólogo y catedrático retirado de Teoría de la Literatura y Literatura Comparada Jordi Llovet y la profesora de Filosofía ­Marina Garcés. Con Durkheim, pensamos que una mirada en detalle al microcosmos que es la escuela nos proporciona algunas claves para entender mejor las transformaciones que sufre nuestra ­sociedad en su conjunto; por eso, lo que allí ocurre nos interpela y nos compromete a todos. Estamos convencidos que la educación humanística –es decir, la preparación para el despliegue individual de la plena capacidad crítica, la sensibilidad, la imaginación y la responsabilidad ciudadana– no es en modo alguno un ornamento suntuoso que ya no nos debamos permitir; todo lo contrario: prescindir de ella, como estamos haciendo hoy, es una frivolidad que nuestra democracia futura pagará, y muy caro, con el deterioro de sus valores fundamentales: tolerancia, pluralidad y respeto.

Coordina Fani Manresa Núria Solsona Redacción Sílvia Aymí Nacho Borraz Neus Botellé Jesús Casals Álex Cerrudo Joan Flores Marta Hereu Noemí Jiménez Alberto Martín Elena Martín Elisabeth Massana Marc Navarro Cristina Pérez Mireia Pérez Meritxell Ral Antonio Ramírez Abel Ramon Marta Ramoneda i Molins Susana Sánchez Armando Sousa Mireya Valencia

Diseño gráfico Hermanos Berenguer Impresión Rotimprés D.L: B.7077-2013

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literatura

Richard Ford: esto es América

Richard Ford Canadá Anagrama, 2013 pvp: 24.90 €

David Foster Wallace En cuerpo y en lo otro Mondadori, 2013 pvp: 18.90 €

Nell Leyshon Del color de la leche Sexto Piso, 2013 pvp: 16.00 €

Nadine Gordimer Mejor hoy que mañana Acantilado, 2013 pvp: 29 €

Thomas Pynchon Bleeding Edge Penguin Press, 2013 pvp: 25.60 €

la central / octubre 2013

entrevista

El pasado 5 de septiembre tuvimos la suerte de pasar una tarde con Richard Ford en una de nuestras librerías. Aprovechamos la ocasión para hacerle algunas preguntas y saciar nuestra curiosidad. Neus Botellé. ¿Cómo afronta la elaboración de un nuevo libro? ¿Cuándo decide que es el momento de empezarlo? ¿Cuando tiene todo bien definido, o bien empieza a escribir y se deja llevar por la escritura diaria? Richard Ford. Un poco de las dos cosas, pero invierto mucho tiempo en planear, porque tengo mucho miedo de darme contra un muro negro. Si escribo un libro, una novela, paso un año recopilando tanto material como me sea posible, de manera que, cuando empiezo, si me doy contra ese muro, dispongo de un material al que recurrir para bordearlo. Planifico, pero luego también me comprometo cada día, pase lo que pase, a la posibilidad de ser sorprendido. N.B. Mientras escribe, ¿lee, o bien prefiere mantenerse al margen para no contaminarse de posibles influencias? R.F. Aunque realmente no puedes llamar a la literatura «contaminante», entiendo a qué te refieres. Efectivamente hay libros que leería si estuviera escribiendo algo. Tiendo a leer más ensayo y a no leer tanto ficción muy estilizada, como la de Faulkner o algunos de mis amigos que son escritores muy estilísticos, como ­Thomas McGuane, e incluso James Salter. Pero tengo que seguir leyendo, el día es muy largo; puedes pasar la mañana escribiendo una novela y después tienes el resto del día, así que leer es parte del proceso. Leer te alienta. N.B. La importancia del sonido de las palabras puede equipararse a la composición musical, quizá la poesía esté más cerca de esa musicalidad. ¿En qué medida trabaja para hacer que esa poesía traspase en su prosa? ¿Qué poetas lee? R.F. Sí que leo a los poetas. Leo a Philip Larkin porque tengo cierta afinidad con su punto de

vista, aunque no creo que yo sea tan mezquino, ni en la página ni en la vida, como él parece ser. Leo mucha poesía americana, porque siempre escribo sobre americanos y sobre América, así que busco cosas en la poesía que me hagan reponer mi sentido de lo posible. Pero al escribir frases, como soy disléxico y lento, gracias a la lentitud de mi lectura y a la de mi escritura, tengo acceso a todo tipo de cualidades del lenguaje que otra persona que estuviera leyendo por placer, quizás no percibiría. Soy tan consciente de las frases que percibo de cuántas sílabas tiene una palabra, cuántos sonidos de «a» largas, cuántas consonantes y cuánto ritmo tiene una frase. Creo que son cualidades a las que los lectores son sensibles por debajo de su nivel de consciencia. Trato de ofrecer esas posibilidades del lenguaje tanto como puedo. N.B. Nació en Jackson, la misma ciudad en la que nació Eudora Welty, las comparaciones son odiosas, pero ha de ser un honor para un joven escritor tener ese vínculo con una escritora que parecía tan próxima y que tan bien reflejó su Jackson natal. Al igual que en lo que ella escribía, ¿hay mucho de la vida que le rodea en sus escritos? R.F. Bueno, ella permaneció en Misisipi la mayor parte de su vida. Su relación con Misisipi era única. Yo, de hecho, trato de recrear lugares con una especificidad, con detalles y lenguaje que creo que crearán un sentido del lugar de la historia de los personajes. Eso es lo que hicieron Eudora y Faulkner, mis dos principales influencias cuando era joven, aunque fueran gente (como es el caso de Eudora) a quienes no leí hasta mis veinte. N.B. Sus personajes siempre están muy elaborados, cuida hasta el último detalle de su indumentaria. ¿Cómo los estructura en una historia? ¿Hace que la historia se adapte al carácter que usted les ha dado, o bien son así por exigencias del argumento?


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literatura

R.F. Soy consciente de que mi personaje principal conocerá a alguien en un momento determinado del libro. Tengo una idea de quién es esa persona, pero puede que cuando llegue finalmente al momento del encuentro, cambie de opinión acerca de algo porque escribo una frase y no me gusta como pensaba que me gustaría, así que cambio la frase y cambio el aspecto. Lo que dice y cómo piensa la persona. Y esto necesariamente afecta a todo lo que viene después, así que hay parte de azar en la manera de proceder. Planeas todo lo que puedes planear, hasta llegar al momento de escribir, y no sabes cómo van a funcionar tus planes ahí. A menudo se da el caso de que abandonas el plan inicial. N.B. ¿Es más fácil escribir sobre un personaje nuevo que continuar con otro que ya tiene multitud de seguidores? R.F. Es mucho más fácil seguir con un mismo personaje. Muchísimo más fácil. El verdadero truco para crear personajes, es empezar a creer en ellos tú mismo. Y cuando empiezas con rudi­ mentos, frases, líneas de descripción, es muy difícil pensar «este es alguien»; pero cuando tienes un libro entero con ese personaje, escribir otro libro usando extensiblemente el mismo personaje es más fácil. Y muy divertido. Es como visitar a alguien que te cae bien. N.B. ¿Piensa en el lector cuando escribe? R.F. Todo el tiempo. Si no, no escribiría. Bajo ninguna circunstancia escribiría libros a los 69 años, si no estuviera en colaboración con el lector. Quiero decir, el lector no me dice qué tengo que hacer; el lector me dice cosas acerca de lo que he hecho. Pero estoy seguro de que siempre escribí porque quería de alguna forma ser leído. Para eso están los libros. No son manifestaciones personales de los autores: son para los lectores. N.B. Ajedrez y apicultura, dos mundos muy ordenados para un chico, Dell, protagonista de Canadá, que pronto verá cómo se derrumba su normalidad. R.F. Supongo que sí. Verás, cuando escribí Wild Life en los ochenta, una de las cosas que nunca conseguí hacer fue darle al narrador una vida fuera de las exigencias del libro. Así que esta vez estaba determinado a darle una vida en vez de intereses, o pasiones, que estuviera fuera de las exigencias inmediatas del libro. Así que elegí cosas que me parecieron interesantes y de las que no sabía nada. Sabía un poquito acerca del ajedrez, pero nada sobre abejas. Así que aprendí cosas sobre abejas y las puse en la cabeza de ese niño. Pero lo hice de forma muy calculada, no porque me importaran en absoluto las cosas de las abejas ni las de ajedrez (creo que el ajedrez es el último confín de lo más aburrido).

N.B. ¿Cuento o novela? ¿En qué género se siente más cómodo? R.F. Para mí escribir es escribir. A veces escribes algo largo y a veces corto. Es la única diferencia que conozco. Hay momentos en la vida de cada uno en que una novela larga es algo que no puedes tolerar. Hay otros momentos en los que una novela larga está a bordo, pero quieres seguir escribiendo porque hay cosas sobre las que deseas escribir, cosas que quieres convertir en historias, y en cuentos… O las nouvelles, ahora estoy escribiendo nouvelles. En las lenguas romances a veces se confunde con «novela». Mi noción de nouvelle es la de algo entre una novela y un relato corto. Lo que Henry James denominó «la hermosa nouvelle». N.B. ¿Escribe en silencio? ¿Con música? R.F. No, en silencio. Escribo con un bolígrafo (este pequeño bolígrafo azul de mi bolsillo), en papel blanco sin nada en él, y en silencio absoluto. En un pequeño cobertizo en medio del Océano Atlántico, sin ventanas.

A propósito de Canadá Dell Parsons es un muchacho que ve alterada su tranquila vida por un atraco que cometen sus padres y la posterior desaparición de su hermana, viéndose forzado a exiliarse a Canadá para huir de las autoridades estadounidenses; esta es la trama de Canadá, que queda desvelada en el primer párrafo de la novela. El propio Dell es quien relata la historia de su juventud, atendiendo a tres fuentes de información: su propio recuerdo, el relato de su hermana y unas crónicas que escribió su madre desde la cárcel en la que estaba recluida y que son el verdadero nudo argumental, el desencadenante a partir del cual se despliega Canadá, las «memorias» de Dell: memorias sobre memorias. Canadá no es solamente un libro maravilloso en que cada episodio articula un relato por sí mismo; es un catálogo de virtudes narrativas, una muestra indiscutible del temperamento de un escritor que ha alcanzado la excelencia, un manual de novelística imprescindible, la obra definitiva de un deslumbrante genio de las letras universales, una inesperada vuelta de tuerca en la obra del norteamericano, el culmen de la excelencia; una novela de las que marcan época y que desmiente con rotundidad ese velatorio en el que se han instalado los apocalípticos vates, fruto, a su pesar, de un posmodernismo fatalmente asimilado, que insisten en anunciar el irremediable deceso del género literario por excelencia, afectado, y ya va para un siglo, por una excelente mala salud de hierro. Joan Flores

Mark Z. Danielewski La casa de hojas Alpha Decay, Pálido fuego, 2013 pvp: 29.90 €

Elena Ferrante Un mal nombre Lumen, 2013 pvp: 24.90 €

George V. Higgins La rata en llamas Asteroide, 2013 pvp: 17.95 €

Delphine de Vigan Días sin hambre Anagrama, 2013 pvp: 14.90 €

Julian Barnes Levels of life Jonathan Cape, 2013 pvp: 13.75 €


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Willy Uribe El último viaje del Omphalos Libros del Lince, 2013 pvp: 18.90 €

literatura

Juan Gabriel Vásquez Las reputaciones

Eduardo Lago Siempre supe que volvería a verte, Aurora Lee Malpaso, 2013 pvp: 23 €

Leila Guerriero Una historia sencilla Anagrama, 2013 pvp: 14.90 €

Leonardo Padura Herejes Tusquets, 2013 pvp: 21 €

El nuevo libro de Juan Gabriel Vásquez es una nouvelle construida en un registro muy diferente a El ruido de las cosas al caer pero con la misma prosa límpida, clara, sin prisas ni demoras innecesarias, con una técnica narrativa impecable. Pero no solo se trata de un artilugio literario elaborado con meticulosidad y precisión, sino también de una suerte de reportaje sobre el poder particular de la sátira y la caricatura para destruir la imagen de los personajes públicos; cuenta la historia de Javier Mallarino, el más célebre caricaturista de Bogotá, que con su sentido crítico lograba sintetizar en apenas unos trazos lo esencial de los protagonistas de la vida política y social. La figura de Mallarino se apoya en dos personajes a su vez construidos con delicadeza extrema: uno presente, Magdalena, su mujer, actriz radiofónica de carácter independiente y fuerte que actúa como contrapunto ético; y el otro mítico, apenas evocado, Ricardo Rendón, el admirado maestro caricaturista de principios de siglo, tan agudo y mordaz como Daumier –cada uno de sus dardos certeros era «un aguijón cubierto de miel»–. Esta frase y su trágico final, el suicidio en el viejo café Gran Vía, son

para Mallarino algo así como el «bajo continuo» que durante todo el relato acompaña su trabajo y el rumbo de su vida personal. La tragedia de Cuéllar, un personaje político sórdido y mendaz que, pretendiendo congraciarse con Mallarino, acaba cometiendo una acción bizarra, y al final, por ella, es víctima del más terrible escarmiento público en forma de viñeta, está narrada de manera admirable; las consecuencias regresan veinte años más tarde, cuando ya al término de su carrera la gloria acompaña a Mallarino, confrontándolo con el poder destructivo de su arte satírico. Esta breve novela se lee con fluidez; su aparente tono menor no oculta la excelente prosa de uno de los grandes narradores latinoamericanos de hoy. Antonio Ramírez

Las reputaciones Alfaguara, 2013 pvp: 17.50 €

Jean Echenoz 14

14 Anagrama, 2013 pvp: 12.90 €

la central / octubre 2013

Echenoz afronta el reto de novelar la I Guerra Mundial en menos de 100 páginas. ¿Desafío imposible? ¿Otra novela sobre la I GM? Obviando los grandes movimientos de tropas, las estrategias planeadas desde los despachos de los generales y las descripciones de las batallas decisivas, Echenoz enfoca, mediante un teleobjetivo tan potente como preciso, con la elegancia de estilo acostumbrada y una aparente sencillez que se revela complejidad a medida que el texto desvela, por omisión, los horrores

de todo conflicto armado, las vidas de cuatro amigos a los que sigue a través de los campos de batalla, convirtiendo la guerra no en un conflicto entre naciones, sino en una sucesión de episodios personales en los que la implicación con el ejército no importa tanto como el conflicto vivido a escala individual. Joan Flores


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literatura

Ricardo Piglia

Mario Vargas Llosa El héroe discreto Alfaguara, 2013 pvp: 19.50 €

El camino de Ida La historia de Theodore Kaczynski, conocido también como Unabomber, es uno de los ejes que componen este relato que es, a su vez, una novela de campus norteamericano, un tributo al escritor W. H. Hudson, un thriller policiaco y una autobiografía académica de Ricardo Piglia. Todo empieza con la llegada del profesor Emilio Renzi a una elitista universidad norteamericana, bajo la dirección de Ida Brown, apasionada de Conrad, y con quien mantiene una relación amorosa en secreto. Pero un día Brown aparece muerta y Renzi inicia su propia investigación, que lo llevará a conocer en profundidad la vida de Thomas Munk, un brillante matemático licenciado en Harvard que lo abandona todo y se retira a un bosque en Montana, siguiendo el espíritu del Walden de Thoreau. Desde allí perpetrará varios atentados contra el mundo académico fruto de su rechazo a la vida moderna, tal y como defiende en un artículo publicado en la prensa titulado «Manifiesto sobre el capitalismo tecnológico». El FBI no consigue dar con él hasta que su hermano lo delata. Esta trama, inspirada en el caso real de Unabomber, adquiere tintes quijotescos al descubrir Emilio Renzi claves de la

investigación en El agente secreto de Conrad, es decir, que la intriga policial se resuelve gracias a la literatura. Desde esta inmersión académica en la burbuja universitaria estadounidense, Piglia construye el retrato de una sociedad repleta de claroscuros que permiten vivir en y de la pasión literaria, de la crítica cultural, de la investigación humanística, aunque siempre con el acecho de la amenaza, expresada aquí por un terrorista contra la vida moderna.

José María Guelbenzu Mentiras aceptadas Siruela, 2013 pvp: 19.95 €

Jesús Casals Haruki Murakami Los años de peregrinación del chico sin color Tusquets, 2013 pvp: 19.95 €

Isaac Rosa La habitación oscura Seix Barral, 2013 pvp: 18 €

El camino de Ida Anagrama, 2013 pvp: 17.90 €

Elizabeth Strout Los hermanos Burgess

Los hermanos Jim, Bob y Susan se ven obligados a reencontrarse en el pueblo de Shirley Falls cuando Zach, el hijo de Susan, decide lanzar una cabeza de cerdo congelada a la entrada de una mezquita, generando un conflicto social y político. Elizabeth Strout describe, en una combinación de sensibilidad, ternura y humor, toda una red de relaciones familiares, amorosas y sociales que giran en torno al silencio, el miedo y la incomprensión. La incapacidad de ponerse en el lugar

del otro, el no ser capaz de traspasar la frontera invisible que existe entre el yo y la alteridad es el núcleo de esta narración y constituye el auténtico conflicto entre los hermanos Burgess, reflejado en la tensa relación que mantienen los habitantes de Shirley Falls y los somalíes que van llegando. Como la cabeza de cerdo, la incomprensión se irá fundiendo: quedará la marca, sin duda, pero en este charco nos podremos ­mirar, reflejar y comprender. Alberto Martín

Los hermanos Burgess El Aleph, 2013 pvp: 20 €


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literatura

Jarett Kobek

Ian McEwan

Atta

Operación Dulce

Stéphane Chaumet Aun para no vencer Vaso Roto, 2013 pvp: 16 €

Leif GW Persson El detective moribundo Grijalbo, 2013 pvp: 20.90 €

Orhan Pamuk Cevdet Bey e hijos Mondadori, 2013 pvp: 24.90 €

Gonzalo Torné Divorcio en el aire Mondadori, 2013 pvp: 19.90 €

Hay algo de fascinante en leer un libro cuyo final ya conocemos. Nuestros sentidos se desplazan y podemos dedicar más atención a aspectos que tal vez hubiéramos pasado por alto. Es lo que sucede en esta breve novela en la que Jarett Kobek traza la biografía alucinada de Mohamed Atta, uno de los terroristas que atentó contra las torres gemelas de Nueva York. El punto de partida de Kobek es replantear los motivos que se esconden detrás del atentado. ¿Y si el conflicto que dio lugar al 11 de Septiembre se pudiera explicar a partir de la arquitectura? ¿Y si los motivos de Atta para pilotar uno de los aviones que se estrelló en la torre norte del World Trade Center no fueran religiosos sino arquitectónicos? Los enigmas que rodean al personaje se nos desvelan, a la vez que descubrimos enigmas nuevos, en una narración que hay que leer sin prestar atención a los tiempos, como si observáramos la vida del terrorista desde otro plano y todo se sucediera en una cronología loca y desordenada. Así, los acontecimientos se suceden casi simultáneamente y se nos presentan a modo de cortes, como si de un diagrama de Koolhaas se tratara. Brincamos por los viajes de Atta a Pakistán, Afganistán y La Meca; su época de estudiante en Hamburgo; sus reacciones frente a la pecaminosa vida occidental y sus conversaciones con los edificios. A través de sus ojos podremos examinar algunos aspectos de la vida occidental que muchas veces damos por sentados e interpelarnos a nosotros mismos. Elisabeth Massana

A principios de los años setenta, la Guerra Fría todavía forma parte de la vida cotidiana de los ciudadanos del mundo, junto con Vietnam y el Watergate. En Inglaterra, la fuerte crisis económica y las revueltas de los mineros provocan una problemática social grave, acentuada por los ataques terroristas del IRA, que reclama una Irlanda libre, y los furibundos contraataques unionistas que persiguen lo contrario. Serena Frome, inteligente, guapa y brillante, es una auténtica apasionada de la lectura, algo que, por raro que parezca, la lleva a estudiar Matemáticas. Licenciada en Cambridge con una nota discreta, un culto profesor de Historia se convierte en su amante y Pigmalión y la persuade de presentar su candidatura en el MI5, con el que él estuvo vinculado. Una ruptura precipitada con su amante la convence para aceptar su nueva profesión sin apenas planteárselo. El decorado lo podemos imaginar como una de las muchas películas de espías que protagonizó Michael Caine en un Londres de tiempo inclemente, pero la verdad es que Serena se va a mover entre las novelas que sigue leyendo, por lo que resulta elegida para participar en la llamada Operación Dulce, una misión encargada de reclutar a talentosos novelistas que puedan generar, con sus escritos, propaganda anticomunista. En el libro encontramos un buen reco­ rrido por las novelas británicas de la época, así como reflexiones sobre la situación socio­ económica y los terrores paranoicos que generó el comunismo en los países capitalistas. McEwan, una vez más, vuelve a sorprender al lector con un giro argumental inesperado. Neus Botellé

James M. Cain La camarera RBA, 2013 pvp: 18 €

la central / octubre 2013

Atta Alpha Decay, 2013 pvp: 18.90 €

Operación Dulce Anagrama, 2013 pvp: 19.90 €


literatura

Forzar. David Foster Wallace

Carta de una lectora

propuesta

Cuando Roger Federer se retuerce para preparar su servicio al tiempo que comienza a alzar las punteras de sus zapatillas, un reflejo instintivo le lleva a hacer coincidir la pelota sostenida en una mano con el espacio que salva las cuerdas del mango de la raqueta, en la otra. Es una liturgia memorizada, ingenua, como si la cinética y la técnica templada y los años de preparación física y el revés liftado y la dejada en la red necesitaran hacer hueco a lo otro. «Aprende a no hacer nada, y lo que te rodea lo hará por ti», incitaba el profesor de tenis de La broma infinita a los novicios. Es lo que se conoce como error no forzado: resistir y esperar que todo vaya bien. Algo muy español y la treta preferida de Nadal, el archienemigo, que Wallace utiliza como recurso para resumir todo lo que la vida significa: una lucha entre opuestos. Federer y Nadal. Norte y sur. Apolo y Dioniso. La suma culminación estética y el calzón atrapándose en la nalga. A Wallace se le saltaban las palomitas del bol con el suizo en la pantalla. Aunque a menudo insistía en la «puñetera experiencia casi religiosa» de ver a Federer zurrar rivales en directo. El escritor tuvo con el tenis uno de esos idilios que brotan en la infancia. A los doce agarró su primera raqueta y la convirtió en la gran compañera de su juventud, junto a la marihuana. Siguió muy interesado en esta, pero relegó el tenis a algunas colaboraciones para New York Times Magazine o Tennis. Wallace hace con Federer lo que Mailer con Ali, Talese con DiMaggio o Chaves Nogales con Belmonte. Una hagiografía para el final de los tiempos, un recorrido que resume la pulsión colectiva desde la hazaña individual.

propuesta

Veamos: repasando lo que he leído a lo largo de los últimos meses y pasando por alto todo lo que no me ha despertado ningún tipo de interés, dedicaré estas cuatro líneas a tres libros que han reafirmado, cada uno a su manera, mi gusto por la lectura. Un libro desconcertante, La infancia de Jesús de Coetzee. Hace días que lo terminé y, aunque lo he leído de pies a cabeza, atentamente, abrumada por una especie de magnetismo, todavía no sé qué es lo que su autor quería mostrar en él. Sea el relato utopía, broma, chiste, denuncia o revelación, todo a la vez o nada de esto, es palabra literaria para disfrutar. Y un libro redondo, El Leviatán de Joseph Roth, setenta hojas en forma de parábola en las que Roth encuentra la manera más perfecta de decir que merece la pena no engañar ni engañarse, merece la pena estar tranquilo con uno mismo. Todo un hallazgo, Alguien de Pinget, para los dispuestos a leer un libro en el que el hilo argumental es la búsqueda de un papelito que ya no se encuentra encima de la mesa donde el narrador creía haberlo dejado. Uno de esos libros en los que no ocurre exactamente nada, o lo que ocurre es la vida. ¡Ah, lo olvidaba! Que un libro sea desconcertante es mucho mejor que no que te provoque indiferencia o que tengas que abandonarlo por aburrimiento. Marta Ramoneda i Molins

Álex Cerrudo

J.M. Coetzee, La infancia de Jesús Mondadori, 2013 / pvp: 17.90 € D.T. Max David Foster Wallace. Una biografía Debate, 2013 pvp: 23.90 €

Joseph Roth, El Leviatán. Acantilado, 2013 / pvp: 11 € Robert Pinget, Alguien Hueders, 2013 / pvp: Por determinar

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literatura

El gran poema latinoamericano

Silvia Baron Supervielle Al margen / En marge Adriana Hidalgo, 2013 pvp: 25 €

propuesta

«Inventamos lo que descubrimos; descu­ brimos lo que imaginamos. Nuestra recompensa es el asombro.» José Lezama Lima Presencias y figuras Renacimiento, 2013 pvp: 12 €

Maria Polydouri Los trinos que se extinguen Vaso Roto, 2013 pvp: 14 €

Carlos Fuentes, La gran novela Latinoamericana (2011)

«¿Pero adónde, adónde iremos? ¿Por fortuna encontraremos en la pampa algún asilo, donde nuestro amor tranquilo logre burlar su furor? ¿Podremos sin ser sentidos escapar, y desvalidos caminar a pie, ijadeando, con el hambre y sed luchando, el cansancio y el dolor?» Esteban Echeverría, La cautiva (1837)

«América arboleda, zarza salvaje entre los mares, de polo a polo balanceabas, tesoro verde, tu espesura.» Pablo Neruda, Canto general (1950)

Ada Salas Limbo y otros poemas Pre-textos, 2013 pvp: 13 €

Martín López-Vega Retrovisor Papeles Mínimos, 2013 pvp: 15 €

la central / octubre 2013

Borges presagió internet en «La Biblioteca de Babel» y Cortázar prefiguró el hipertexto de links con Rayuela. Estas dos hipérboles conceptuales, pura licencia poética, pueden darnos a entender la capacidad de innovación y el carácter fundacional de la literatura latino­ americana. Sin duda una trampa: sintetizar la miríada de conceptos, lenguajes, modos de vida... culturas que comprende Latinoamérica en una sola. Ni siquiera todos los autores argentinos del continente podrían servir como metonimia para una variedad de países tal. Estados Unidos necesita su Gran Novela Americana. Llana, unificadora, eterna. Quizás Latinoamérica necesite los versos para narrar sus particularidades: la génesis gauchesca del Martín Fierro; el existencialismo del Trilce de César Vallejo; la aventura metafísica envuelta en

juego de palabras del Altazor de Huidobro; la síntesis histórica versificada del Canto general de Neruda, quizás el más conscientemente Gran Poema Latinoamericano de todos; los Mosaicos que un nómada panameño nacido en Colón, Edison Simons, dibujó con tinta de indigencia en una de las aventuras poéticas más insólitas jamás realizadas... Así como una inversión genérica poco original pero efectiva permite encontrar la Gran Novela Americana en poemas de largo alcance como los de Whitman, Eliot o Pound, también puede uno ver el Gran Poema Latinoamericano en relatos narrativos como Los pasos perdidos de Carpentier, Cien años de soledad de García Márquez o el Paradiso, de Lezama Lima. Textos de un mismo latido: forcejeo del lenguaje; lucha de identidades; voluntad de transcendencia. Viaje, frontera, intemperie, imaginación y volcán. En un continente en el que los llamados «autores jóvenes» son jóvenes de verdad y en el que la mayoría de los jóvenes (escritores o no) aprenden mucho más de la vida que los europeos (también llamados occidentales), quizás la particularidad lírica que los conjugue sea no solo la lucha por la vida, sino también la lucha por la ­escritura. Abel Ramon

Edison Simons Mosaicos Galaxia Gutenberg, 2009 pvp: 24.50 €

Vicente Huidobro Altazor Visor, 1991 pvp: 10 €


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literatura

Javier Aparicio Continuidad y ruptura En tiempos del tuit, se agradecen textos verdaderamente sintéticos y seriamente trabajados como el de Javier Aparicio. Continuidad y ruptura es el título que el profesor y crítico literario le pone a su propuesta. Un libro erizo que se caracteriza por su competencia de zorro. En él existe una tesis (la tradición y sus perpetuas innovaciones a lo largo de la historia de la cultura), situada en el epicentro de su relato, y esta reverbera desde la caja de resonancias de sus referentes. De este modo, el estudio –riguroso, amplio, desmadejado– se va ramificando. De la angustia de las influencias a la irrupción de las vanguardias, el libro dibuja un mapa (no solo teórico) que supone al mismo tiempo reto competencial para el lector, aventura e hipertexto de la historia de la cultura. Hasta el mismísimo día de hoy. Aparicio se propone describir una torsión aparentemente fácil pero llena de complicaciones. Permanente eclosión. De un modo quizás hiperbólico e innecesario, diría que Continuidad y ruptura se parece a lo que Derrida quiso explicar a través de la différance; a lo que Cortázar dejó entender a través de su cuento

Las babas del diablo; o incluso a lo que en psicoanálisis sería el «objeto a». Continuidad y ruptura podría ser el texto que Steiner (con su paradoja del eco fértil) y Eco (hiperlector in fabula) llevarían bajo el brazo si un día se encontraran en un jardín de caminos bifurcados. El relato de Aparicio es, eso sí, sin duda, un logro teórico de alguien que, por cierto, hace ya tiempo trazó una senda fértil en el mapa hipertextual de la teoría y crítica literaria. A.R.

Sigrid Nunez Siempre Susan Errata Naturae, 2013 pvp: 15.50 €

Jorge Carrión Librerías Anagrama, 2013 pvp: 19.90 €

Continuidad y ruptura Alianza, 2013 pvp: 9.49 €

W. H. Auden El arte de leer

He aquí un libro generoso, tanto en su concepción como en su desarrollo. Los dieciséis capítulos que lo conforman muestran un mismo credo: exigencia intelectual y sencillez formal. Los ensayos de W. H. Auden –seleccionados con esmero por el editor Andreu Jaume– son el testimonio de la dignidad intelectual y moral con la que el poeta se dedicó a la literatura. Tres libros subyacen en el texto de El arte de leer: biografía intelectual, crítica lite-

raria de alto nivel y libro de espejos en el que el lector completa la historia de la literatura personal del poeta a través de los textos citados (también generosamente, por cierto). La prosa de Auden se erige como un templo de sabiduría sin erudición, de los griegos a T. S. Eliot pasando por Carroll o Valéry. Un relato de enorme lucidez. A.R. El arte de leer Lumen, 2013 pvp: 34.90 €


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literatura

El papel no se rinde

Kim Stanley Robinson 2312 Minotauro, 2013 pvp: 21.95 €

Parte 2

entrevista

Continuamos dando voz al debate acerca del futuro del papel, incorporando al resto de ponentes del ciclo «Paper Lovers», celebrado en La Central de Callao el pasado mes de mayo. Marcellus Emants Una confesión póstuma Sajalín, 2013 pvp: 19.50 €

T. C. Boyle El pequeño salvaje Mondadori, 2013 pvp: 16.95 €

Muriel Spark Robinson La Bestia Equilátera, 2013 pvp: 20 €

Jim Thompson El exterminio RBA, 2013 pvp: 18 €

la central / octubre 2013

1. ¿Estamos asistiendo al fin de la gran industria del libro en papel? ¿Es posible sustituirlo? 2. ¿Existen nichos para una supervivencia a largo plazo del libro? ¿Por dónde pasan?

Óscar Palmer (Es Pop Ediciones) 1. No sé si estamos asistiendo tanto al fin como a un lento declive, que podría alargarse si los grandes grupos siguen destinando cada vez más dinero y esfuerzos a crear grandes fenómenos de temporada que les permitan mantenerse a flote. Esta dedicación cada vez más exclusiva al blockbuster literario va en detrimento del fondo y la variedad editorial, ya que lo que se busca es vender más con menos títulos. Creo que lo que sí vamos a ver será la desaparición de las ediciones económicas y de bolsillo. 2. Pasan por una gestión más racional del mercado: editoriales más pequeñas que conozcan a sus compradores y realicen una labor a medida para ellos, en vez de seguir inundando las librerías en busca de un público inexistente. Las editoriales que quieran sobrevivir tendrán que empezar a tratar el libro de papel como el producto minoritario que es y ajustar sus esfuerzos y sus presupuestos en consecuencia. Constantino Bértolo (editorial Caballo de T ­ roya) 1. Hablaría más de un punto y aparte o incluso de un punto y seguido. El libro en papel sobrevivirá pero no a gran escala. La edición digital supone una mengua en los costes de financiación, producción y distribución del producto libro y un ahorro muy significativo en lo que atañe a venta y logística. Y todos estos cambios acarrearán una seria transformación

de las herramientas, modos y maneras en las actuales industrias de la edición. 2. Sin duda existen esos nichos y como tales nichos que son pasan... por el cementerio. A partir de ahí resulta difícil creer –acto de fe– en la resurrección de los cuerpos de Gutenberg & Cía., pero creo –acto de fe también– que podemos tener esperanzas de que al menos «el alma» de lo que durante siglos ha sido la cultura del papel sabrá sobrevivir, quizá revestida bajo el manto protector de algunas tozudas y resistentes minorías que seguirán viendo en el libro de papel la distinción propia de un instrumento de cultura que durante siglos ha estado asociado a un consumo de élites. Jesús Marchamalo (escritor y periodista) 1. Vivimos un momento de transformación del que es muy probable que surja un nuevo modelo de mercado del libro. La tecnología está provocando cambios profundos en todo tipo de ámbitos y es absurdo pensar que el libro, tal y como lo conocemos, va a pervivir sin modificaciones en un contexto en el que todo está cambiando. La pregunta no es si es posible –yo diría que es inevitable– sino si va a ser mejor. 2. Probablemente tengan que ver con la idea de que lectura y libro no son sinónimos. Que el libro es solo una manera de leer y que tiene una serie de valores y ventajas respecto a otros soportes. Cobrará valor todo lo que tiene que ver con la edición tradicional: la encuadernación, las ilustraciones, la tipografía... Y que se valorará el libro como objeto. Donatella Ianuzzi (editorial Gallo Nero) 1. Estamos asistiendo al fin de la gran industria del libro, no solo del papel, y quizás no habrá mucha gente que la eche de menos. En las últimas décadas hemos sido testigos de cómo el despiadado engranaje que movía a los grandes lobbies también estaba movien-


literatura

do a los grupos editoriales, que sustituyeron el concepto de «editar» por el de «producir» y el concepto de «libro» por el de «objeto de consumo». También se acabó el espejismo del best-seller que algún optimista vendió como el gancho que iba a crear nuevos lectores, pero no ha sido así. La industria del libro tiene que replantearse su esencia. 2. El libro no va a morir nunca. Lo que está muriendo es la actual industria del libro y su lógica de mercado. Se reformará y tendrá que asumir sus límites, sobre todo los económicos: el libro no volverá a ser un negocio millonario, quizás nunca tuvo esta vocación, pero forzaron la máquina y generaron la burbuja en la que nos encontramos. Xabier Bilbao (colaborador en Jot Down) 1. Siempre es aventurado hacer predicciones. Pero al mismo tiempo tenemos la necesidad de imaginar qué es lo que va a pasar para poder tomar decisiones, así que ahí van mis augurios para dentro de 20 años. a) Las Google Glass dominarán el mundo y quien no las tenga será un ciego en el país de los tuertos, dado que ya solo veremos la realidad por un ojo. b) Los libros seguirán existiendo. Cada libro es un trofeo exhibido en la estantería, un objeto que tiene valor por sí mismo, por su tacto, olor, portada... 2. El libro electrónico será útil para aquellos que necesiten procesar grandes cantidades de información por cuestiones académicas y profesionales. Pero aquellos que lean por curiosidad, placer o afición y no por obligación, seguirán prefiriendo el papel. Quizá eso lleve al libro a una paradójica vuelta a sus orígenes, a aquellos incunables previos a la invención de la imprenta que eran obras de artesanía. Y poder sentir su tacto entre los dedos, tener algo real en las manos. Aunque luego antes de salir a la calle nos pongamos las Google Glass. Jan Martí (editorial Blackie Books) 1. No creo que estemos asistiendo al fin de la industria, sino que lo que se acerca es un estadio de convivencia entre el libro en papel y el e-book. Es positivo, en ese sentido, que muchos libros cuyo uso no debe estar ligado a la experiencia clásica de lectura, se piensen directamente en e-book: libros de texto, obras de consulta, ensayos o libros de consumo rápido. Por otro lado, es imposible substituir al libro. Cuando hablamos de un libro no hablamos solo de aquello que se lee, su contenido. Hablamos de la presentación de su contenido, de lo que atrae a la gente a comprarlo, de aquello a lo que la gente asocia lo leído. Un libro se asocia a la experiencia de leerlo: la vida de un libro es indudablemente la de un objeto.

2. Sin duda. Pasan por el cuidado del libro como objeto, como regalo, por el valor material del objeto «libro». No temo por la super­ vivencia de esos objetos ni de las tiendas que los venden y recomiendan, las librerías. Julián Rodríguez (editorial Periférica) 1. No creo que el libro en papel sea obsoleto. Hay que promover no solo objetos de consumo, sino espacios de «generación». Porque esa idea del libro como objeto, etc. es tan atrayente como repulsiva a la vez, y encierra una idea de mercancía que no me interesa: prefiero pensar en ese término de «belleza necesaria» o «belleza generadora» a la que alguna vez se refirió, a propósito de los libros hermosos, Walter Benjamin. El libro es un patrimonio, y una biblioteca privada, el patrimonio de los que muchas veces tienen poco más. Esa idea de patrimonio, ligada al libro, y ligada al arte, es para mí esencial. 2. Todo pasa por no pensar solo en términos «locales». Una editorial de este tiempo ha de trabajar tanto fuera como dentro del Estado español. Creo que ahí está una de las claves para la supervivencia de los más jóvenes proyectos editoriales. Dani Moreno (editorial Capitán Swing) 1. Seguramente estamos asistiendo no al fin pero sí a la reconversión industrial del sector. Como todas las transiciones, será de largo alcance, con lo que se augura un largo período de convivencia de lo digital y lo impreso, una especie de guerra fría o coexistencia pacífica que creo que no afectará profundamente a modelos minoritarios de papel como los nuestros, sino todo lo contrario, los reforzará. 2. Sobre todo para proyectos más sostenibles en lo económico. Es cierto que la edición digital favorece la demanda de nicho, pero proyectos en papel como los nuestros siguen un poco esa lógica que sin duda pasará y está pasando por la agrupación en redes editoriales que permitan generar contenidos de interés y creando comunidades lectoras que giren en torno a esos proyectos. Álex Cerrudo

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cómic

Sammy Harkham Todo y nada Sammy Harkham (Los Ángeles, 1980) suele llevar barba y sombrero y dibuja tebeos en los que aparecen golems o desiertos. Supongo que puede permitirse hacer este tipo de cosas porque es judío, ha crecido en Australia y además puede presumir de ser un grandísimo historietista. Esta última conclusión la saco después de haber leído Todo y nada, el cómic que acaba de publicar (en una edición llena de detalles y las cuidadísimas calidades a las que nos tiene acostumbrados) Fulgencio Pimentel (el título original es Everything Together, Picture Box) y que recopila veintiuna historias cortas dibujadas por Harkham. Algunas ya vieron la luz en su día en diferentes publicaciones. Un ejemplo es la historia ganadora de un Best American Nonrequired Reading en 2004, Pobre Marinero, que fue publicada por ApaApa también en nuestro país en una bonita edición chiquita que todavía puede encontrarse en algunas librerías. Otras muchas de las historias han aparecido antes en Kramers Ergot, la antología que el propio Harkham creó en el año 2000 y que probablemente sea la publicación colectiva más importante de la última década en lo que a cómic se refiere. En ella han publicado artistas como Anders Nilsen, Ron Regé, Jr. Marc Bell, Gabrielle Bell, Gary Panter, Dash Shaw, Adrian Tomine y un largo etcétera de grandes narradores contemporáneos. La existencia del Kramers Ergot, junto a la labor de Harkham como ilustrador y su presencia como organizador de saraos, le convierten también en una de las figuras más relevantes de la cultura de hoy. Me gusta mucho lo que cuenta Sammy Harkham, pero especialmente me gusta cómo lo cuenta. En sus historias convergen la belleza (paisajes desérticos, exuberancia, personas hermosas), lo siniestro (apariciones y asesinatos) y lo sublime (bosques, mares y lugares lejanos en la distancia y en el tiempo) con lo cotidiano y el humor. ¡Y nada de esto la central / octubre 2013

sobra! Todo encaja perfectamente en una armonía narrativa que te pasea entre los temas clásicos (recurre en muchas ocasiones a la tradición judía) hacia la autobiografía (los dibujantes protagonizan muchas de sus historias, algunas basadas en hechos reales) o el terror. Me gusta que te meta directamente en el meollo de la historia con un dominio magistral de la elipsis. Me gusta que sus personajes sean héroes embriagados de pochez abismal y que no dejes de quererles aunque les hayas visto vivir solamente durante dos páginas. Me gusta que la muerte y la vida fluyan a través de unas viñetas construidas con un trazo suelto, dominio de las figuras y una personalidad única. ¡Ay!, me gusta Sammy Harkham. ¡Y encima tiene una librería! Mireia Pérez

Todo y nada Fulgencio Pimentel, 2013 pvp: 19 €


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cómic

Juan Sáez Valiente Norton Gutiérrez Bang!, 2013 pvp: 20 €

Max Paseo Astral La Cúpula, 2013 pvp: 23 €

Nadar Papel estrujado Astiberri, 2013 pvp: 19 €

Extracto de Todo y Nada de Sammy Arkham Osamu Tezuka Libro de los insectos humanos Astiberri, 2013 pvp: 23 €

Laurent Maffre Mañana, mañana Sins Entido, 2013 pvp: 22 € Ana Alberto Biografiktion Nobrow, 2013 pvp: 25.70 €

Brecht Vandenbroucke White Cube Fulgencio Pimentel, 2013 pvp: 19 €

Thomas Bernhard y Nicolas Mahler Maestros Antiguos según Mahler Sins Entido, 2013 pvp: 20 €


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dossier. educación: un continuum

Continuar siendo

Charles Homer Haskins El renacimiento del siglo XII Ático de Libros, 2013 pvp: 26.50 €

Trazos de pedagogía crítica

Zygmunt Bauman La cultura en la era de la modernidad líquida Fondo de Cultura Económica, 2013 pvp: 13 €

Viktor Mayer-Schönberger y Kenneth Cukier Big data. La revolución de los datos masivos Turner, 2013 pvp: 22.90 €

Jacques Rancière El filósofo y sus pobres Universidad Nacional de General Sarmiento, 2013 pvp: 24 €

Biruté M. F. Galdikas Reflejos del Edén Pepitas de calabaza, 2013 pvp: 29.50 €

la central / octubre 2013

propuesta

Cuando los adultos entraban en aquella escuela, quedaban sorprendidos por su desorden inicial. Era Yásnaia Poliana, fundada por Tolstói, donde los escolares escogían el método, las materias y resolvían sus conflictos. Donde los niños eran libres. Con este planteamiento, Tolstói se convertía en uno de los autores que, desde el siglo XVIII hasta la actualidad, han protagonizado el desarrollo de pedagogías alternativas a las tradicionales. En ellas, se ha concebido la educación en un sentido amplio; como proceso de reconstrucción continua de la experiencia, aludiendo a Dewey, y con una mayor flexibilidad de los roles educativos. La enseñanza se ha considerado como eminentemente social, es decir, tal y como apuntaba Durkheim, inseparable de las otras esferas de la sociedad. Precisamente, estas corrientes se han mostrado contrarias a la alienación que generaba la escuela con respecto a la vida social y han pretendido reconstruir tal correlación. En esta dirección, Rousseau proponía en Émile una educación basada en competencias prácticas que permitiesen al niño negociar mejor su entorno social y ser más empático, resolviendo así la pasividad y la impotencia de lo que en última instancia define como la debilidad del ser, que se fomentaban en la escuela. Las formas mismas de institucionalización han sido foco de crítica por ser una vía de control de la circulación del conocimiento, haciendo, según Ferrer i Guàrdia, de cada cerebro el motor de la voluntad del Estado, y por reproducir las estructuras de desigualdad social, como indican Bourdieu y Passeron. Semejantes argumentos son los que llevaron a Ivan Illich a plantear la desescolarización de la sociedad, apostando por la desvinculación de toda institución a favor del libre desarrollo personal. Estas pedagogías se han opuesto a la homogeneización del pensamiento o a lo que Deligny denominaba la «semejanti-

zación» de la enseñanza. Han significado la búsqueda de un sistema articulado de tal forma que asegurase una mayor individualidad y que a la vez contribuyera a la cohesión social. De este modo, Ferrer i Guàrdia prescribía una escuela moderna racional, científica, laica y libre de castigos para la consecución de una sociedad solidaria y justa. Más recientemente, Nussbaum ha expuesto que para favorecer la democracia es necesaria una educación socrática, basada en la capacidad de argumentación, y fomentada en las artes y las humanidades, que plantee desafíos para la activación del intelecto y fomente el pensamiento crítico. Todas estas pedagogías tienen un espíritu de reforma social. Con mayor o menor vehemencia, constituyen formas de insurgencia desde la educación. Nos invitan a explotar más el potencial de cada uno y el de todos en comunidad. En esencia, son propuestas con una gran sensibilidad para el aprendizaje y confianza en el ser humano. Nos recuerdan aquello que fue la constante de Dewey en su libro Democracia y educación: «la verdadera naturaleza de la vida consiste en luchar por continuar siendo». Marta Hereu

John Dewey Democracia y educación Morata, 1995 pvp: 23.80 €

Maite Larrauri La educación según John Dewey Tàndem, 2012 pvp: 14.50 €


dossier. educación: un continuum

Ajardine su cerebro

Piergiorgio Odifreddi Érase una vez una paradoja RBA, 2013 pvp: 20 €

La educación sostenible

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propuesta

«La educación es al cerebro lo que la jardinería al paisaje» con esta analogía, la neuróloga S. -J. Blakemore nos avisa de la enorme transformación física que padece nuestro cerebro a lo largo (y ancho) de nuestra vida. Los neurólogos lo confirman: la plasticidad del cerebro, el cambio de nuestras conexiones neuronales, no se detiene con el final de los estudios académicos. Por el contrario, el cerebro adulto es, en algunas regiones, tan maleable como lo es el de un niño. Pero esta asombrosa capacidad de recableado cerebral depende absolutamente, como ya habrán adivinado ustedes, de la experiencia ambiental. Gardner nos dice que aprender es (¿sencillamente?) ser capaz de sobrevivir, algo que por suerte los humanos venimos haciendo desde hace unos millones de años. Para ello, nuestro cerebro se encarga de podar las ramas secas e inútiles que invaden el paisaje, afianza y abona las flores y los árboles que han sido cultivados con esmero, regados día a día. En definitiva, lo que no se utiliza, se pierde. Esto en lo que se refiere a conocimientos y habilidades adquiridas, pero además, para un mantenimiento óptimo, esto es, para que se aceleren las transmisiones que pasan de una neurona a otra, es preciso aprender a aprender. Hay que no dejar nunca de querer aprender. También hay que emocionarse aprendiendo. Utilizar hasta la última rama de nuestro maravilloso jardín. Morin describe magníficamente la naturaleza de la dimensión cognitiva necesaria para toda organización biológica: «Esta dimensión puede ser llamada computacional; la computación es el tratamiento de estímulos, de datos, de mensajes que nos permite conocer tanto el universo exterior como el universo interior». Si la naturaleza de nuestro cerebro es estar preparado para adaptarse continuamente a circunstancias cambiantes, adquirir nuevos talentos, y no dejar nunca de hacerlo, quizás ha llegado el momento de replantearse la dimensión y el peso real que la educación merece en todos los ámbitos de nuestra so-

ciedad, más allá de la educación obligatoria. Gardner sostiene que para que lo alumnos estén en condiciones de continuar su propia formación indefinidamente, lo importante es aprender cómo explorar profundamente un tema determinado. Algo así como convertirse en un magnífico tutor de uno mismo. Suena bien, pero ¿cómo se plantea este reto en las sociedades cibernéticas? Aunque aún no hay datos concluyentes al respecto, todo apunta a que el uso de internet puede ir en detrimento del desarrollo de la atención sostenida necesaria para el estudio, ya que se trata de un foco de atención corto y cambiante, enemigo del pensamiento lento, profundo y creativo del que habla Gardner. A este respecto, queda también por ver el resultado del nuevo paradigma de transmisión del conocimiento. No sabemos si se cumplirá la profecía según la cual las viejas lecciones aprendidas generación tras generación quedarán huérfanas al verse interrumpidas por el ascenso de una red de información inabarcable, siempre accesible y preparada para ser procesada. Lo que sí parece cierto es que nuestro cerebro tiene una inclinación natural hacia el cultivo de un paisaje fértil para la creatividad y sobre todo para el pensamiento crítico. Seamos pues, fieles a este maravilloso horizonte. Cristina Pérez

Howard Gardner El desarrollo y la educación de la mente Paidós, 2012 pvp: 32 €

Rita Levi-Montalcini Atrévete a saber Crítica, 2013 pvp: 19.90 €

Philip Ball Curiosidad. Por qué todo nos interesa Turner, 2013 pvp: 29.90 €

Joseph Campbell Las extensiones interiores del espacio exterior Atalanta, 2013 pvp: 24 €

Ambrosio García Leal El azar creador Tusquets, 2013 pvp: 18 €


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dossier. educación: un continuum

Marina Garcés: la educación en un mundo común

Jacques Rancière Figuras de la historia Eterna Cadencia, 2013 pvp: 19.30 €

Suzanne Saïd Le Monde à l'envers Les Belles Lettres, 2013 pvp: 34.80 €

Juan José Tamayo Cincuenta intelectuales para una conciencia crítica Fragmenta, 2013 pvp: 29 €

David Caute Isaac & Isaiah Yale University, 2013 pvp: 26.78 €

Zygmunt Bauman y David Lyon Vigilancia líquida Paidós, 2013 pvp: 14.95 €

la central / octubre 2013

entrevista

Como en Un mundo común, su libro más reciente, Marina Garcés nos invita a liberar la riqueza de aquello que compartimos. Hablamos con ella sobre el papel de la educación desde esta perspectiva integradora. Marta Hereu: En 1916, en su libro Democracy and Education, John Dewey definía la educación como la reconstrucción continua de la experiencia y como proceso social. ¿Cómo la definirías hoy? Marina Garcés: Para mí, la educación es todo lo que tiene que ver con el hecho de que para los humanos vivir es aprender a vivir. Como dice el refrán «no nacemos enseñados». Esto es así tanto a nivel individual –la trayectoria vital de cada uno de nosotros– como colectivamente. La vida social se basa en el aprendizaje y la continua transformación de los saberes, prácticas y conocimientos que organizan, en cada sitio y en cada momento, unas determinadas formas de vida. A partir de ahí, podríamos decir que la educación se confunde con la vida misma de la humanidad, con la de sus individuos, también como especie. De esta primera definición derivan los sentidos, incluso contradictorios, que damos a la palabra educación: por un lado, si vivir es aprender a vivir, la educación es el sistema institucional que organiza la vida y la formación de los individuos desde su primera infancia hasta su plena capacitación para funcionar en sociedad, en todas sus dimensiones. Y aun, si vivir es aprender a vivir, la educación es el nombre de un ideal o el camino que apunta hacia el alcance de una vida mejor, más sabia, más virtuosa, más capaz y más libre. Para mí, hoy, una persona o una sociedad educadas son aquellas capaces de determinar libremente su valor y el de sus criterios a la vez que asumen que la vida, esta que tenemos que aprender, es un problema común. M.H. ¿De qué hablamos cuando hablamos de educación después del final de la institución?

M.G. Estamos en un momento de impasse en el que parece que las instituciones sociales que conocemos se están viniendo abajo, una tras otra. Esto está muy claro respecto de las instituciones educativas, pero también cada vez más respecto de las políticas, económicas, jurídicas, familiares, etc. Aún así, el «después» del sistema escolar no es necesariamente un territorio abierto a la emancipación y a la libertad, como esperaba la crítica institucional. Es un campo de batalla sangriento, donde fuerzas muy diversas (económicas, religiosas, ideológicas, etc.) se disputan el monopolio, o al menos parte del pastel de nuestra necesidad de aprender y educarnos. Por eso creo que tenemos que ser atrevidos y prudentes al mismo tiempo, son las dos condiciones para una verdadera experimentación. Solo así podremos avanzar en la creación de contextos educa­tivos y nuevas formas de institucionalidad capaces de ofrecer alternativas reales, sólidas y a la vez estimulantes, al sistema asfixiado con que contamos en la actualidad. M.H. ¿Cómo se prepara la educación institucional (infantil, secundaria y superior) para la educación posinstitucional? M.G. En general, la educación formal actual, en sus diferentes etapas, sobre todo en las últimas, nos prepara en la caducidad de nuestros conocimientos y en la dependencia de nuestra relaciones –quizá dicho así suene muy duro–, aunque, a su vez, reconozco muchos de los valores que tanto la escuela como la universidad de nuestro país han incorporado en las últimas décadas. Pero, por mi propia experiencia como profesora y madre, creo que hay un mal creciente relacionado con estos dos aspectos que acabo de mencionar. La caducidad y la dependencia, relacionadas, nos convierten en algo así como las semillas de la Monsanto, es decir, semillas programadas para dar un determinado producto e incapa­ ces de transformarse y de regenerarse a sí


dossier. educación: un continuum

mismas. En clave educativa, esto significa que el sistema está preparado para acoger clientes incapaces de autodeterminar sus procesos de aprendizaje y que necesitan la oferta del propio sistema para transformarse. Resumiendo: a cada cambio en la vida, un nuevo máster; a cada cambio de etapa, un nuevo curso de formación. El mercado y las instituciones no entran en tensión, sino que más bien se refuerzan en esta lógica. La educación actual da muchas competencias, como se dice ahora, pero muy poca autonomía. M.H. Estamos viendo el surgimiento de nuevos espacios y de estructuras alternativas al modelo tradicional de escuela. ¿En qué espacios consideras que se materializa la educación más allá de la institución? M.G. La creciente situación de caducidad y de dependencia se ve contrastada, como no podía ser de otra forma, por un deseo también creciente de autoformación, de experimentación con el aprendizaje y con las relaciones que se estructuran en torno a sus procesos. Existe un deseo de reencontrarse con las preguntas que verdaderamente importan y los contextos de vida en los que realmente tienen sentido. No es anecdótico que los espacios culturales, artísticos, tecnológicos e incluso activistas se hayan llenado de proyectos educativos y formativos. Se retoma una situación que ya había existido históricamente, al final del Antiguo Régimen en el siglo XVIII o a finales del siglo XIX y principios del siglo XX en los barrios obreros: cuando las instituciones que tenemos nos asfixian y someten, es necesario salir fuera y construir otras nuevas, nosotros. Así, la mala hierba se expande y poco a poco agrieta los muros de esos espacios que defensivamente pretenden seguir imponiéndose. Nos encontramos en uno de esos momentos, y la sensación es a la vez de riqueza y de fragilidad. Riqueza por la diversidad de propuestas, de ideas, de proyectos y de mundos que se abren (ateneos, grupos de lectura, tertulias, revistas, universidades populares, educación no reglada dentro y fuera de la red…). Fragilidad porque las condiciones de precariedad material y vital son difíciles y estas tentativas tienen poco recorrido. Cristina Pérez: Esto nos obliga a pensar en la enorme diversidad de opciones y de formas de captar la realidad. ¿Cómo encaja la idea de lo «común» en esta apertura tan heterogénea? M.G. El reto, tal como lo reflejáis en vuestra pregunta, es cómo ir más allá de los experimentos particulares, cómo evitar que la hierba que crece en los márgenes acabe en la marginalidad inoperante o en la autorrefe-

rencia autocomplaciente. La educación tiene que llenarse de diferencias, de disonancias, de ­autonomía, de conflictos y de sorpresas, pero no puede perder, a mi entender, la exigencia de la universalidad. Durante muchos años esta palabra ha dado miedo. Sonaba a imperialismo occidental, a violencia ideológica. Pero hay una universalidad concreta que es la de la igualdad: no hay una educación digna que no sea accesible a cualquiera. Y no hay una sociedad digna en la que no se atribuya a cualquiera la posibilidad de ser educado hasta las últimas consecuencias. C.P. Propones abrir el espacio y dar tiempo para pensar en contra del peso que tiene la mercadotecnia en las instituciones actuales. ¿Puede desvincularse la educación del control que tiene el poder sobre la fuerza productiva? M.G. Más que desvincularse en el sentido de apartarse, la educación debe ser una práctica y un espacio de resistencia. Si de lo que se trata es de aprender a vivir, de hacernos capaces de apreciar y de discernir libremente lo que verdaderamente importa y tiene valor, no hay espacios neutrales para la educación. Toda verdadera práctica educativa, sea al nivel que sea, sea del tipo que sea, tiene que intentar hacernos más capaces de liberarnos de las vidas formateadas y de los conocimientos tasados que nos impone el dictado de la competitividad. La presión ideológica y económica en estos momentos es extrema. La desigualdad social, en todos sus aspectos, se impone de nuevo con todas sus consecuencias, también educativas. Por esto creo que ya no podemos apelar simplemente a una idea purista de educación. Por un lado, desde el siglo XX y sus desastres bélicos, ecológicos y tecnológicos, ya no es posible confiar ingenuamente en las bondades del conocimiento y de la educación por sí mismos. Las sociedades más educadas también han sido, como sabemos, las más crueles y mortíferas. Por otra parte, también hemos aprendido que no existe un «afuera», que no existe un «fuera del sistema», una ­tierra virgen en la que simplemente ponerse al margen o empezar de nuevo. Educar y aprender es inevitablemente luchar, ir a ­contracorriente desde el corazón mismo de la vida social. C.P. ¿Crees que los medios digitales pueden convertirse en una verdadera plataforma desde la que reinventar las políticas de distribución y creación del conocimiento? M.G. Las nuevas tecnologías han sido un factor importante en el desarrollo del sistema educativo tal y como lo conocemos y de sus formas de legitimación. Por un lado, lo que

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Álvaro Enrigue Valiente clase media. Dinero, letras y cursilería Anagrama, 2013 pvp: 16.90 €

Marshall Berman Todo lo sólido se desvanece en el aire Anthropos, 2013 pvp: 20 €

Georg von Wallwitz Ulises y la comadreja Acantilado, 2013 pvp: 12 €

Matthew G. Specter Habermas: Una biografía intelectual Avarigani, 2013 pvp: 20 €

Voltaire Aforismos Hermida, 2013 pvp: 17 €


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Jared Diamond El mundo hasta ayer Debate, 2013 pvp: 24.90 €

Juan Pablo Fusi Historia de nuestro tiempo Galaxia Gutenberg, 2013 pvp: 20.90 €

Samir Amin El capitalismo contemporáneo El Viejo Topo, 2013 PVP: 18.75 €

Vidal Castaño Exiliados republicanos en Septfonds (1939) Libros de la Catarata, 2013 pvp: 17 €

Enrique Vila-Matas Fuera de aquí Galaxia Gutenberg, 2013 PVP: 21 €

la central / octubre 2013

dossier. educación: un continuum

llamamos red y los medios digitales en general han puesto en tela de juicio los límites del acceso al conocimiento y a la información, no solo de su recepción, sino de su producción. Por otro lado, la red ha vuelto a poner en práctica, en una escala de amplio alcance, maneras de compartir y desarrollar los saberes de forma colectiva que han puesto también en cuestión nociones como la propiedad y la autoría intelectuales, que pese a ser históricamente muy recientes, habíamos casi dado por naturales e incuestionables. Finalmente, la red hace posible pensar en una educación en cualquier momento y en cualquier parte, sin necesidad de pasar por los sitios, las etapas y las autoridades reconocidas. ¿Quién, por consiguiente, puede monopolizarla y cómo? Aún así, los medios digitales también han creado nuevas formas de captura de la atención, de homogeneización cultural y de interferencia mental continua. No hay ningún peligro del que la red nos pueda salvar, y no hay ninguna estupidez ni ninguna maldad que los medios digitales puedan evitar. Creo que todos lo sabemos de sobras, aunque caigamos en la tentación o en la mala fe de pensar que, ahora sí, vendrá la tecnología –o el dios– que nos salvará. C.P. En tu libro defiendes que, en última instancia, la educación debe encender el deseo de pensar. ¿Qué elementos apagan el fuego educativo del pensamiento en los estudiantes del sistema educativo actual? M.G. El sistema educativo actual asfixia y neutraliza el pensamiento básicamente de dos maneras: a través de la estandarización de los procedimientos y de los conocimientos aprendidos, y promoviendo el cinismo. La estandarización es una constante desde la escuela hasta la universidad: cada vez más se trata de aprender a aplicar procedimientos y meto­ dologías vacías y repetitivas que se verifican no en interés de las cuestiones que abren, sino en el éxito de los resultados que obtienen. En el caso de la investigación universitaria, esta situación es dramática. En el de la escuela, aparte de en las primeras etapas, llega a ser, en muchos casos, desoladora. El cinismo es una consecuencia de lo anterior. Si lo que se premia es lo que aparentemente funciona y el cálculo de resultados, la instrumentalización de toda situación y de toda relación se imponen fácilmente. ¿Por qué arriesgar, si no nos lleva a ninguna parte? Para poder pensar, para tener ganas de cualquier cosa, por concreta que sea, hay que dejarse asaltar por el nosaber y sus incertidumbres. Hay que dejarse afectar y transformar. Hay que emprender un desplazamiento sin resultados garantizados.

No sé si estas experiencias han sido alguna vez centrales en el sistema educativo formal; no me gusta idealizar cada época pasada, pero en la actualidad están, claramente, no prohibidas (porque no hace falta), pero sí ­neutralizadas. M.H. El compromiso tiene un punto central en tu libro. ¿La educación compromete? M.G. La educación está hecha de diferentes compromisos entrelazados que se encuentran sobre un mismo fondo: aprender es dejarse comprometer. Nadie puede enseñar sin dejarse comprometer por lo que enseña, como nadie puede tampoco aprender si no se deja comprometer por lo que aprende. En este sentido, consumir y aprender son actividades antitéticas. La primera es una manera de relacionarse con las cosas, con las ideas y con los demás que no deja rastro, como entrar y salir de un supermercado o de una página web. En la segunda, el rastro inevitable son las transformaciones sobre uno mismo y sobre la colectividad de la cual uno forma parte. En este sentido, no hay un compromiso del maestro hacia sus alumnos o hacia la sociedad. La educación es el espacio de un compromiso en el cual todos estamos implicados.

Marina Garcés Un mundo común Bellaterra, 2013 pvp: 12 €

Marina Garcés En las prisiones de lo posible Bellaterra, 2013 pvp: 15 €


dossier. educación: un continuum

Universidad: el eclipse total Jordi Llovet

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Josep Ramoneda (ed.) Revista La Maleta de Portbou pvp: 9 €

invitado : jordi llovet

Desde que publiqué Adiós a la universidad. El eclipse de las Humanidades, la situación en la universidad catalana y española no ha hecho más que empeorar. Sin pretender actuar como profeta, el caso es que todas las predicciones de aquel libro se están cumpliendo: las becas han sido drásticamente reducidas (las domésticas y las internacionales); las cátedras vacantes no han sido cubiertas por razones de ahorro o con la idea de transformar el profesorado en personal contratado; los grados y las asignaturas cada día tienen menos sentido –véase, por ejemplo, la creación de un grado en «Comunicación e Industrias Culturales» en la UB mientras continúan desconectadas las tres facultades de letras: Filología, Filosofía e Historia–; la orientación Cultural Studies no ha hecho más que multiplicarse («La lengua de los aborígenes de Australia», por ejemplo, que no se sabe muy bien a quién le puede interesar); los actos culturales complementarios han alcanzado el cero –¡cómo se echan de menos aquellos centenarios de Goethe, de Kafka, de Benjamin, de décadas pasadas!–; los decanos de las facultades de Letras bloquean toda iniciativa razonada, progresista o humanística; y los profesores asociados, casi el 50% de los docentes en las universidades catalanas, ganan la décima parte que un catedrático (450 y 4.500 euros respectivamente, de media). Hay una novedad que da miedo: como la nota de corte para cursar una carrera humanística es la más baja de todas, el alumnado de las ramas de humanidades se ha proletarizado enormemente: los estudiantes no pueden comprar libros, ni viajar, ni dedicarse a estudiar a tiempo completo. Sumadle el hecho de que, como se ha dicho, la mitad de los profesores de Humanidades cobran un sueldo miserable, y obtendréis la emergencia de un Lumpenproletariat intelectual que no hará ningún favor al despliegue de las disciplinas humanísticas en nuestro país.

Más aún: las nuevas tecnologías son el medio más habitual de comunicación entre los que acaban el bachillerato, y los estudiantes universitarios no constituyen, en ese sentido, ninguna excepción: proliferan los ordenadores personales en las aulas; los alumnos cada día dominan menos la lengua –empezando por la ortografía y terminando por la redacción coordinada de las ideas–; a muchos alumnos les parece extravagante que una clase se imparta únicamente sobre la base de una explicación elocuente; y la información necesaria para cualquier trabajo de investigación se realiza, de entrada y de salida, a partir de lo que se encuentra en Google y otros navegadores. Y para terminar: las carreras humanísticas, que son las que deberían estar más cerca de la discusión política, son las que se encuentran más alejadas, porque la urgencia de nuestro momento, o la deriva pragmática en la que nos encontramos, desvía toda la cuestión sobre ciudadanía y cultura política hacia las facultades de Derecho, Economía y Ciencias Políticas: facultades en las que, por otra parte, los presupuestos de toda aventura politizada no exceden el marco de los planteamientos neoliberales. En suma: una gran catástrofe. Como le comentaron al rector de mi universidad a raíz de la publicación del mencionado libro, «si los estudios humanísticos van mal, quizás sería mejor liquidarlos».

Jordi Llovet Adiós a la universidad. El eclipse de las Humanidades Galaxia Gutenberg, 2011 pvp: 21€

Julio Camba Maneras de ser periodista Libros del K.O., 2013 pvp: 13.90 €

Paul Bowles Desafío a la identidad. Viajes 1950-1993 Galaxia Gutenberg, 2013 pvp: 24 €

Josep Mengual A dos tintas. Josep Janés, poeta y editor Debate, 2013 pvp: 22.90 €

Jean-François Duval Kerouac y la generación beat Anagrama, 2013 pvp: 19.90 €


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Roger Crowley Imperios del mar Ático de los libros, 2013 pvp: 26.50 €

Ángel Viñas Las armas y el oro Pasado y Presente, 2013 pvp: 26 €

Helga Weiss El diario de Helga Sexto Piso, 2013 pvp: 21 €

Martin Aurell El Imperio Plantagenet. 1154-1224 Sílex, 2013 pvp: 24 €

Christian Duverger Hernán Cortés. Más allá de la leyenda Taurus, 2013 pvp: 20 €

la central / octubre 2013

ensayo

Jean-Clément Martin La Revolución Francesa El estudio de la Revolución Francesa siempre ha vivido luchas muy intensas, definidas por posiciones ideológicas que han ido montando una historiografía polarizada y, en muchos casos, fruto de las políticas de la época. Lo que intenta Jean-Clément Martin en La Revolución Francesa. Una nueva historia es precisamente apartarse de la apropiación de los discursos políticos, con el objetivo claro de «describir los mecanismos en marcha y enumerar los engranajes encajados». Estableciendo el reinado de Luis XV como el punto de partida de su narración, Martin divide la obra en cuatro grandes capítulos que coinciden con los cuatro grandes momentos del periodo revolucionario y que acaba con la ascensión de Napoleón Bonaparte al poder. Exactamente en la definición de este marco temporal reside una de las particularidades del libro. En ese primer capítulo, Martin explica cómo las reformas de los últimos monarcas borbones promueven la Revolución, una revolución inscrita en el contexto revolucionario burgués europeo. Aun así, el historiador francés siempre subraya la multiplicidad de factores que lleva a la toma de la Bastilla, en el verano de 1789. Ese momento establece un cambio, que no es definitivo, pero que trae consigo el advenimiento de cuestiones de suma importancia, como la aparición de la esfera pública o las luchas religiosas. El encarcelamiento del rey, después de su intento de huida, sella la caída de los borbones y su desaparición del mapa político revolucionario. Su ejecución y la declaración de guerra a Austria precipitan el país a una segunda revolución. Esta nueva revolución, ahora social y republicana, responde también a los intentos para acabar con el proceso iniciado en 1789. Más violento que nunca, este periodo está marcado por luchas políticas, no solo en el seno de las nuevas estructuras políticas, como la Convención o los comités, sino

también en los intentos de acallar a los contrarrevolucionarios. Francia se ve entonces hundida en pequeñas guerras civiles como la Vendée. Jean-Clément Martin describe estas luchas con detalle, centrándose sobre todo en los personajes (como Marat, Saint-Just o Robespierre) y sus decisiones, para explicar la inestabilidad política que caracteriza los años del Terror. Es exactamente con la ejecución de Robespierre y con el 9 de termidor como Martin empieza el análisis de la fase última de la Revolución. Un periodo «que tradicionalmente se considera confuso y de escaso interés» y que prima por la búsqueda de la estabilidad política a través de la creación del Directorio. Los esfuerzos de expansión y los intentos de golpe de Estado van redefiniendo el mapa político, que ve la reaparición tanto de los contrarrevolucionarios como de los jacobinos. El punto final en la Revolución coincide con la ascensión de Napoleón Bonaparte, más tarde convertido en Napoleón I. Lo que Jean-Clément Martin nos ofrece es una obra de referencia muy rigurosa que no dejará de interesar a estudiantes y curiosos. Armando Sousa

La Revolución Francesa. Una nueva historia Crítica, 2013 pvp: 38 €


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ensayo

César Rendueles

Carmen Sanz Ayán Los banqueros y la crisis de la Monarquía Hispánica de 1640 Marcial Pons, 2013 pvp: 23 €

Sociofobia Contaba Morozov, gurú de la desilusión digital, que cierta universidad americana había desarrollado una herramienta que permitía a usuarios de países donde existía censura digital conectarse a la red gracias a la ayuda prestada por usuarios de otros países, que ofrecían la conexión de sus terminales como si de vientres de alquiler virtuales se tratara. La emoción era total. La utopía digital, la democracia suma, una tupida red ciudadana universal cogida de la mano luchando contra los gobiernos opresores y cantando el Kumbayá. ¿Para qué usaron finalmente, en este caso los chinos, Internet? Pues para descargar porno, como todo el mundo. No salvaban los bosques tropicales ni buscaban curas contra el cáncer. No, porno y fotos de gatitos. «Al final del camino de la búsqueda de la sofisticación tecnológica parece haber una casa de juegos donde la humanidad retrocede hasta el jardín de infancia», disparaba Lanier, otro neoludita. Tal vez eso sea precisamente Internet. El lugar donde nos dejan ser tan idiotas como podamos, sin barreras. Todos, al fin, con la misma oportunidad de acceder a la estupidez global. La ciberutopía, amigos. Se nos pincha el globo y lo peor es que no seremos capaces de verlo. No es tanto que la cibercosa nos haga más estúpidos, o menos comprometidos políticamente, sino que nos hace creer que no somos ni una cosa ni la otra. A modo de espejo cóncavo, nos genera la ilusión del compromiso y la interconectividad, un grado cero de la caverna platónica aliñada con gotitas de sofisticación geek. Nuestras relaciones sociales son ahora más habituales precisamente porque son menos intensas. La sociofobia no es otra cosa que «el pánico a la deliberación común». No solo significa relegar las formas tradicionales de asociacionismo y/o felicitación navideña, sino que produce una simulada sensación de deseo satisfecho. «El ciberfetichismo oculta y legitima los vicios del capitalismo dándole una patina de

modernidad progresista», fija Rendueles. Si el izquierdismo era la enfermedad infantil del comunismo, el ciberfetichismo es el berrinche de la Izquierda iPhone. En Internet, participar se ha convertido en otra forma de consumo. El compromiso y la solidaridad se acompaña de una manifiesta desgana política y cierta complicidad por habitar un entorno mercantilizado, perfumado y reciclable. Estamos conectados, sí, pero los límites de esta fraternidad llegan hasta donde comienza la desigualdad. La cuestión verdaderamente importante es si esto nos importa. Si la visión desfigurada de nosotros que vemos ante el espejo es la que nos queremos quedar. Si nos conformamos con interactuar, si no juntos, al menos a la vez. No es la primera vez que la humanidad liga su desarrollo al de la técnica, es cierto. Pero sí la primera donde el medio pasa a ser el fin. La herramienta devora su función. Internet acaba en sí misma. Y aún nos preguntamos por qué la gente no sale a la calle. Pues porque cada vez más, la calle no es nada. La hemos convertido en el no lugar de la tecnología.

Ignacio Álvarez, Fernando Luengo y Jorge Uxó Fracturas y crisis en Europa Klave intelectual, 2013 pvp: 21 €

Dambisa Moyo El ganador se queda con todo Galaxia Gutenberg, 2013 pvp: 23 €

Álex Cerrudo

Jesús Hernández Bestias Nazis Melusina, 2013 pvp: 19.10 €

Sociofobia Capitán Swing, 2013 pvp: 15 €

Emilio Mitre Ciudades medievales europeas Cátedra, 2013 pvp: 16 €


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Nadine y Thierry Ribault Los santuarios del abismo Pepitas de calabaza, 2013 pvp: 15 €

Walt Whitman Perspectivas democráticas y otros escritos Capitán Swing, 2013 pvp: 23 €

Robert D. Kaplan La venganza de la geografía RBA, 2013 pvp: 24 €

Theodor Mommsen Figuras de la historia de Roma Espuela de plata, 2013 pvp: 16 €

ensayo

Simon Garfield En el mapa Los mapas nos fascinan tanto por lo que muestran como por lo que ocultan y los continentes mal dibujados o los espacios en blanco resultan igual de irresistibles (o más) que el detalle fotográfico del Google Street Map. En una época de revolución digital que está eliminando los mapas de nuestra vida cotidiana, llega Simon Garfield con una historia de la cartografía que se lee como una serie de anécdotas que exploran el papel de los mapas en la formación del ser humano como tal desde tiempos antiguos. Nos explica, por ejemplo, que el Este se encontraba en la parte superior de los mapas medievales y que por eso nos «orientamos», que el primer puzle de la historia fue un mapa, cómo un mapa detuvo el cólera en Londres, en el siglo XIX, al determinar su origen, o el misterio del mapa de Vinland, un mapa medieval en el que figura el Nuevo Mundo siglos antes del viaje de Colón. Este es un libro sobre el progreso del mundo, porque los mapas son mucho más que herramientas para orientarse, y el autor no se conforma con trazar una historia tradicional de los mismos. Garfield nos habla de mapas literarios y cinematográficos, de mapas del tesoro, de W. Graham Arader III,

el marchante de mapas más importante del mundo, de si las mujeres son capaces de leer los mapas y de tantos otros asuntos aledaños a la cartografía propiamente dicha. Esta colección completamente heterodoxa y divertida es capaz de compaginar el mapa hecho por Eratóstenes para la gran Biblioteca de Alejandría con un mapa hecho con las conexiones de los usuarios de Facebook y hará que volváis a enamoraros de la geografía, que empecéis a planificar vuestro próximo viaje y resucitéis vuestro espíritu explorador. Mireya Valencia

En el mapa Taurus, 2013 pvp: 21 €

Martin Aurell

Des chrétiens contre les croisades. XIIe-XIIIe siècle

Des chrétiens contre les croisades. XIIe-XIIIe siècle Fayard, 2013 pvp: 26.70 €

la central / octubre 2013

En pleno debate sobre la intervención estadounidense en Siria, esta lectura resulta más que apropiada, ya que nos recuerda que el espíritu crítico ha existido en todas las épocas de la historia. Este libro nos habla de las voces, marginales al principio y cada vez más importantes a medida que se sucedían las derrotas, que se elevaron contra los que decidieron liberar Jerusalén. La documentación no es abundante y el autor rescata meticulosamente crónicas, poemas de trovadores y

escritos de pensadores de la Iglesia que intentan responder a la cuestión de cómo compaginar el mensaje pacífico del Evangelio con una concepción doctrinal agresiva. Las críticas se harán más fuertes con la creación del Orden del Temple, la recogida de impuestos para financiar las expediciones y las cruzadas contra cátaros y valdenses. Muchos «no a la guerra» medievales. M.V.


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arte y artes escénicas

Greil Marcus

Jimi Hendrix Empezar de cero Sexto Piso, 2013 pvp: 22 €

Mystery Train Mystery Train es el título del último sencillo de Elvis Presley para Sun Records. Es, en realidad, una canción compuesta por Junio Parker para Sam Phillips, que adaptaba el tema de la Carter Family Worried Man Blues. Es asimismo una novela policíaca de Lynn Turner, y una película de Jim Jarmusch estrenada en 1989. Y, finalmente, es también el título del clásico libro sobre rock & roll y América escrito por Greil Marcus, que Contra acaba de reeditar. Repasando el largo rastro de Mystery Train en la cultura norteamericana, no parece casual que Marcus escogiera el sencillo de Elvis para titular su ensayo. Porque el libro no es un libro de rock. O no es básicamente un libro de rock. Mystery Train es un ensayo sobre un país, Estados Unidos, y sobre una época, mediados de los 70, cuando las promesas e ideales surgidos de los 50 y los 60 ya resultaban amargos. Pero Mystery Train nos habla también a nosotros, porque es una crónica cultural de cualquier país, porque la cultura popular norteamericana ha acabado siendo la de todos. Y porque, pese a estar escrito antes del 75, su vigencia resulta increíble. América se presenta como una gran contradicción, la tierra de los sueños, sí, pero a la vez un enorme páramo físico y moral. A través de seis artistas relacionados con el rock, Marcus es capaz de mostrarnos los matices más delicados de la idiosincrasia de su sociedad: cómo el hedonismo de los Beach Boys pudo derivar en el fanatismo de Manson; el puritanismo del Sur, alimentando la revolución sexual; el individualismo subyacente en la idea de comunidad americana; la esclavitud; el Black Power. Chandler, Los Ángeles, el jukebox, el western, Huckleberry Finn, el Gran Gatsby, Hendrix... Referentes culturales que crean los mitos de los que tirar para crear una historia, una cosmología cultural para sobrevivir; raíces sobre las que sujetarse que, tal como afirma Marcus, son escogidas, no impuestas.

El libro comienza con el capítulo dedicado a Harmony Frank, un cantante de country blanco que usaba el humor y la picaresca (una especie de Huckleberry Finn), y se cierra con Elvis. Por el camino, cuatro artistas que amplían el retrato de esta América ambivalente: Robert Johnson, o el diablo como contraplano puritano; The Band y la idea de comunidad disgregada; Sly Stone y la castigada mitología afroamericana, y Randy Newman y el límite entre el éxito y el aislamiento. Y finalmente, un capítulo extenso para analizar la figura de Elvis Presley, la que mejor puede definir la quintaesencia del rock. Elvis es la imagen de América porque encarna a un artista tan poliédrico y contradictorio como el propio país. De origen sureño y humilde, consiguió alcanzar el sueño de todos los chicos humildes del Sur. Autoexcluido por su condición social, no necesitó forzar su distancia de la comunidad imitando la cultura del blues afroamericano, como muchos chicos blancos de la época. Su exclusión le permitió, así, adoptar los cánones del blues y mezclarlos con su propia cultura evangélica. América, de ese modo, queda reflejada como un espejismo de oportunidades, cuyo intrincado contraplano esconde el fracaso y la exclusión. Ya lo dijo Updike: América es una vasta conspiración para hacerte feliz. Elena Martín

Mystery Train Contra, 2013 pvp: 22.90 €

Raúl Zambrano Historia mínima de la música en Occidente Turner, 2013 pvp: 14.90 €

Ramón Andrés El luthier de Delft Acantilado, 2013 pvp: 30 €

Fredric Jameson Brecht y el Método Ediciones del Manantial, 2013 pvp: 20 €

Cipriano de Rivas Cherif Cómo hacer teatro Pre-Textos, 2013 pvp: 25 €


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Alberto Hernando El arte en carne viva SD Edicions, 2013 pvp: 23.50 €

arte y artes escénicas

Alexander Dumbadze Bas Jan Ader. Death is Elsewhere

Francis Picabia Cannibale Universidad de Castilla La Mancha, 2013 pvp: 20 €

Walter Benjamin El surrealismo Casimiro, 2013 pvp: 7 €

Jean-Luc Nancy La partición de las artes Pre-Textos, 2013 pvp: 20 €

El mito dice así: El 6 de julio del año 1975, Bas Jan Ader zarpó del puerto de Chatham a bordo del Ocean Wave, una precario velero de apenas cuatro metros de eslora. Su intención: cruzar el Océano Atlántico siguiendo una ruta que le conduciría desde Cape Cod hasta Irlanda en menos de noventa días. Diez meses más tarde un pesquero halló la embarcación cerca de su destino final; su cuerpo jamás fue encontrado. Ader, navegante experimentado, planeó meticulosamente su viaje; si nada se interponía a su voluntad, llegaría a su destino a tiempo para su exposición en Groningen. Llevaba consigo una grabadora y un cuaderno con el que confeccionar un diario de viaje inspirado en las crónicas de a bordo de osados marineros que, por aquel entonces, leía con fruición. Siguiendo la lógica argumental del mito, la trayectoria artística de Ader parece encontrar la plenitud de su significado en este final trágico y heroico, no exento de controversia. Sin embargo, la biografía de Alexander Dumbadze evita deliberadamente los terrenos pantanosos en un acto de honestidad hacia Ader, consciente de que perteneció a una

generación de artistas para quienes el arte simplemente sucedía, a pesar del artista y sus circunstancias. A principios de los años setenta, Los Ángeles acogía las primeras exposiciones de Daniel Buren, Allen Ruppersberg o Ger van Elk, donde exploraban las posibilidades del hecho artístico más allá del contexto institucional, oponiendo su definición a la mera representación. Death is Elsewhere combina el relato intimista –pero sin florituras– de estos años decisivos para la consolidación del lenguaje conceptual, con el retrato riguroso de un artista radical confundido a menudo con su leyenda. Marc Navarro

Bas Jan Ader. Death is Elsewhere University of Chicago Press, 2013 pvp: 24.60 €

Hal Foster

El complejo arte-arquitectura

El complejo arte-arquitectura Turner, 2013 pvp: 24.90 €

la central / octubre 2013

En este apocalíptico ensayo, Hal Foster analiza la arquitectura de los últimos cincuenta años desde el prisma del arte, o más bien desde su constante interpelación al campo del arte. Foster sostiene que la arquitectura posmoderna ha integrado los procesos y principios propios de un campo tradicionalmente ajeno, en aras de una nueva representatividad. Según Foster este giro coincide con el auge del capitalismo y el nacimiento de un estilo «global», estableciendo un juego de analogías con el Modern

Style de Mies, Le Corbusier y Gropius. Es evidente que la arquitectura se ha convertido en un poderoso medio de masas, y que en los proyectos de artistas como Richard Serra advertimos una creciente monumentalidad. Al margen de imperativos económicos, la cuestión sigue siendo: ¿mejor juntos pero no revueltos? M.N.


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arte y artes escénicas

Umberto Eco

Rafael Argullol Maldita perfección Acantilado, 2013 pvp: 24 €

Historia de la tierra y los lugares legendarios

avance editorial

Alamut, el viejo de la montaña de los asesinos Siempre ha habido lugares reales (que pueden visitarse incluso hoy en día), que se transforman en lugares legendarios, a menudo por razones políticas. Y eso es lo que ocurre con la fortaleza, castillo o roca de Alamut, que se elevaba, y de la que se elevan todavía hoy algunas ruinas, al sudoeste del Caspio. Alamut, el Nido de la Águilas. Debía de tener un aspecto terrible en la época de su apogeo, especialmente a los ojos de quienes intentaban asediarla, sin éxito, hasta que fue conquistada y destruida por los mongoles en 1256. Tal como era, pero sobre todo tal como nos la ha transmitido la leyenda, construida sobre una elevada cresta de cuatrocientos metros de longitud y apenas unos pocos pasos de anchura, treinta a lo sumo, el que llegaba por el camino de Azerbaiyán tenía la visión de una muralla natural, blanca, deslumbrante a la luz del Sol, azulada al atardecer purpúreo, pálida al despuntar el alba y ensangrentada a la aurora, desvanecida entre las nubes algunos días o refulgente a la luz de los rayos. A lo largo de sus bordes superiores apenas se distinguía un remate impreciso y artificial de torres tetragona-

les; desde abajo parecía un conjunto de cuchillas rocosas que se precipitaban amenazantes, y la vertiente más accesible era un resbaladizo alud de guijarros. Cuando la fortaleza estaba entera y habitada, se accedía a ella a través de una escalera de caracol secreta excavada en la roca, que podía defenderse con un único arquero. Así ha sido descrita Alamut, la fortaleza inexpugnable de los Asesinos, que solo se podía alcanzar cabalgando sobre las águilas.

Victòria Combalia Dora Maar Circe, 2013 pvp: 23 €

p.279. Umberto Eco Historia de la tierra y los lugares legendarios Próxima publicación: noviembre, 2013 Camille Pissarro Desgracias sociales Casimiro, 2013 pvp: 7 €

Historia de la tierra y los lugares legendarios Lumen, 2013 pvp: 23.90 €

Rosalind Krauss El inconsciente óptico Tecnos, 2013 pvp: 19.99 €

Eugenio Trías

De cine. Aventuras y extravíos El filósofo catalán, en esta obra póstuma, nos ha tendido la mano para pasear por lo que podríamos considerar su canon cinematográfico. Y lo ha hecho de forma inmejorable, como todo crítico o pensador debería hacer: abriendo nuevos caminos por célebres cinematografías como las de Fritz Lang, Coppola, Bergman, etc. Su capacidad para sintetizar sus reflexiones en breves líneas nos permite vislumbrar nuevas consideraciones que nos aproximan a lindes poco frecuentadas por

los senderos del celuloide: la obra de Stanley Kubrick considerada como una disección de la inteligencia y sus abominaciones, sus apreciaciones referentes a la categoría moral de la obra de Orson Welles, así como la materialidad onírica de las imágenes de Andréi Tarkovski y David Lynch. En definitiva, Trías nos legó una nueva luz desde la que iluminar a sus cineastas favoritos. Alberto Martín

De cine. Aventuras y extravíos Galaxia Gutenberg, 2013 pvp: 23 €


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Lemony Snicket ¿Quién será a estas horas? La Galera, 2013 pvp: 14.90 €

Andrew Lane El joven Sherlock Holmes. La nube de la muerte Siruela, 2013 pvp: 16.95 €

infantil y juvenil

Adela Turín y Nella Bosnia

Randy Siegel y Serge Bloch

La historia de los bonobos con gafas

Mi boa Bob

La editorial Kalandraka recupera uno de los títulos publicados por Esther Tusquets dentro de la colección «A favor de las niñas», de la editorial Lumen, que reivindicaba la igualdad de género. En este cuento conocemos la historia de unos bonobos y unas bonobas que viven juntos en un manglar. Mientras los bonobos aprenden palabras nuevas, viajan y juegan, las bonobas recolectan y se ocupan del bienestar de los pequeños y mayores del manglar. Cuando las bonobas ven que no se les permite aprender y evolucionar, llevar gafas ni cambiar su aspecto, deciden mudarse a otro bosque para crear una comunidad de bonobos justa e igualitaria para todos. Meritxell Ral

James Thurber La maravillosa O Ático de los Libros, 2013 pvp: 15 €

Vale, tener una mascota está genial. Tener un gato, un perro, un periquito o una tortuga no está nada mal. Te dejan acariciarlos, te llevan el periódico a la cama, te cantan por las mañanas o básicamente están allí, compartiendo su espacio vital contigo. Pero tener una boa, eso, eso sí que es tener ¡un t­ esoro! No os dejéis engañar por las falsas apariencias, Bob, la boa, puede ser la mejor mascota del mundo: sabe escribir, te ayuda a hacer los deberes, te saca de cualquier apuro y encima... ¡es verde! De la mano de Serge Bloch, autor también y junto a Randy Siegel de El enemigo, ­publicado por SM, nos llega esta surrealista historia sobre la amistad. El hilarante texto, de tono clásico, viene respaldado por un dibujo rápido, en blanco y negro, con sutiles muestras de color, que ayuda a dotar a la obra de un mayor dinamismo e insolencia. Noemí Jiménez

Hans Magnus Enzensberger El diablo de los números Siruela, 2013 pvp: 12.95 €

Mi boa Bob Juventud, 2013 pvp: 13 €

La historia de los bonobos con gafas Kalandraka, 2013 pvp: 15 €

Bianca Pitzorno

La increíble historia de Lavinia

La increíble historia de Lavinia Anaya, 2013 pvp: 9 €

la central / octubre 2013

Una pequeña cerillera, en un fría Nochebuena, intenta, con poco éxito, vender sus fósforos. No os preocupéis, Lavinia tiene la inmensa suerte de conocer a un hada que le regala un simple anillo –¡pero qué anillo!–, mientras la advierte: «Ten en cuenta que no es un regalo de poco valor como tú crees; si lo usas con inteligencia, ya verás que con el poder del anillo serás capaz de hacer grandes cosas. Lo único que hace falta es aguzar el ingenio». Lo que sigue no es apto para tiquismiquis; hay partes algo

repugnantes, pero tan divertidas que os reiréis un buen rato. ¿Por qué? Porque el poder del anillo es convertir en caca todo lo que desee su dueña. Lavinia nos enseña que la generosidad y la amistad son más importantes que los tesoros y las riquezas, por mucho que creamos necesitarlas o quererlas. Si te gusta la magia, los libros divertidos aunque algo escatológicos (esta palabra la puedes buscar en el diccionario), tienes que leer las aventuras de Lavinia. Susana Sánchez


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miscelánea

Alessandro Porcelli (ed.) Cook it Raw

David Japy Élodie Rambaud Victor Garnier Hamburguesas Gourmet

Este libro de Phaidon no es un libro de cocina al uso. Se trata de un documento-catálogo sobre lo ocurrido en las cuatro últimas reuniones del colectivo Raw en Dinamarca, Italia, Finlandia y Japón. El proyecto Raw nace en la cumbre sobre el cambio climático de 2009 en Copenhague, en el que los mejores chefs del mundo se reúnen durante cinco días y exploran temas sociales, ambientales y culturales alrededor de la cocina. Su creador, Alessandro Porcelli, invita a los chefs a experimentar, compartir ideas y preparar una comida sin procesar, inspirada en el entorno y bajo un lema concreto y apropiado en cada una de las localizaciones. Apadrinados por el gurú de «lo crudo» Anthony Bourdain y por cocineros estrella como Albert Adrià, René Redzepi o Daniel Patterson, los eventos del movimiento Raw van más allá de la experiencia culinaria y se instalan en terrenos más propios de la antropología, la geografía y, por supuesto, la ecología. Sílvia Aymí

Cook it Raw Phaidon, 2013 pvp: 45 €

Cuando uno se enfrenta a un plato de dificilísima confección, suele contener el aliento para no equivocarse con los tiempos de cocción y con las cantidades de cada ingrediente. Un ligero cambio en la receta y te arriesgas a un fiasco. Pero cuando te pones a cocinar unas bolas de carne (o de pescado, o de hortalizas, o de legumbres, o de cereales…) lo importante es que la imaginación no pare de funcionar incluso en el momento en que estás deglutiendo el ágape. Hay que comenzar por encontrar la mejor mezcla para la masa de la hamburguesa y manipularla con levedad. Pero también conviene contar con un panecillo de calidad (y aquí indican cómo prepararlo y hornearlo), con una compota excelsa para realzar el sabor del yantar (de cebolla, de membrillo, de zanahorias, pimientos y menta…), una salsa casera adecuada y una guarnición de primera. Y de esto tratan estas páginas: de sabor, de productos de primera y de imaginación.

Los nuevos jerséis de toda la vida www.marcelinus.cat info@marcelinus.cat / T. 646681411

Jez Felwick The Bowler's Meatball Cookbook Mitchell Beazley, 2013 pvp: 22.10 €

Nacho Borraz

Kristin Frederick Burgers. Les recettes du camion qui fume Tana, 2013 pvp: 20 €

Hamburguesas Gourmet Lunwerg, 2013 pvp: 17.95 €

Matt O'Connor The Icecreamists

En lo básico, un helado se compone de minúsculas agujas de agua helada, de la grasa (generalmente nata o leche de vaca) que las recubre y aglutina, y de burbujas de aire atrapadas que aportan la ligereza y el volumen a la mezcla. A partir de aquí, las posibilidades de sabores y texturas son tan extensas como ubérrima sea la imaginación del heladero. Hace ya algunos años un grupo de heladeros rockeros abrió un establecimiento en el Covent Garden londinense con la idea de darle

otra vuelta de aspas a los helados tradicionales: The Icecreamists. El éxito de sus cremosos helados negros, de sus picantes conos de chile, de su combinados alcohólicos reinventados fue rotundo. Hubo que convencerles para que hicieran públicas sus recetas y trasladaran a un libro el carácter cool de su establecimiento y de su trabajo. Aquí está. Un maravilloso libro de estética punk repleto de tentaciones fáciles de realizar. God Save the Cream. N.B.

The Icecreamists Mitchell Beazley, 2012 pvp: 23.70 €


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inclasificados

Lectoróscopo

Los libros de Stalker de Andréi Tarkovski

Rodrigo Fresán

Geoff Dyer desgrana en Zona (ed. Mondadori) la película del director ruso Andréi Tarkovski escena por escena, relatando a través de esta descripción su relación con el film. Una ocasión perfecta para revisionar y repensar Stalker. Una Zona de la que todo el mundo habla y en la que pocos han estado es la protagonista de la película, basada –remotamente– en el libro de los hermanos Strugatski Picnic al borde del camino; una Zona prohibida, separada por una alambrada y vigilada recelosamente por las fuerzas militares. De origen desconocido –¿un meteorito? ¿la obra de alienígenas?– constituye una especie de paraíso perdido, un edén donde los deseos de las personas se hacen realidad. Hacia ella se embarcan el Profesor y el Escritor con la ayuda de Stalker, el guía, en un viaje que no deja de ser, como en la mayoría de las narraciones, más interior que físico –¿se desplazan realmente los personajes aquí?–. Plagada de trampas y caminos circulares, una especie de cárcel piranesiana, el recorrido a través de la Zona presenta una estructura compleja similar a la de Kafka en El Proceso y El castillo (también aquí nos encontramos, como dijo Calasso, en «el umbral de un mundo oculto del que sospechamos implícitamente que es este mundo»). Se convierte en una especie de Montaña Mágica de caminos insondables, que obliga a los tres hombres a enfrentarse a su propia fe. La Zona es un paisaje de inspiración romántica, de vegetación exuberante y donde las ruinas, vestigios de la civilización moderna, se confunden con la vegetación. Volvemos a Piranesi, o a las proyecciones de un poema de Wordsworth. Aunque, tal como Tarkovski describe en sus diarios, pretendió con Stalker abandonar los elementos propios de la ciencia ficción, demasiadas imágenes lo emparentan con las obras clásicas del género (1984, Un mundo feliz, etc.): la sociedad alienada que busca espacios que la rescaten de la mediocridad, la felicidad como una utopía que mueve a los personajes, y sobre todo, la creación de un mundo concreto que parece funcionar como metáfora de una realidad social. Elena Martín

ARIES. Tristeza, desilusión y, sí, impotencia: después de tantos años de imaginar en secreto inconfesables postales, alguien te ha explicado qué es eso de la rentrée. Y, no, no se trata de una compleja e infalible y revolucionaria y francesa posición sexual. Lo siento mucho. Por las dudas: el dirty realism, tampoco. TAURO. El según las encuestas ­españolísimo escritor y Nobel de Literatura madrileño Mario Vargas Llosa publica –para tu renovado desconcierto– otra novela que transcurre en Perú. Está bien eso de buscar nuevos mercados, pensarás; pero tampoco –ahora que las cosas están difíciles por aquí– hay que extralimitarse y olvidarse de los compatriotas cuando más lo necesitan. GÉMINIS. A propósito de lo anterior, sorprendido, te descubrirás en una encuesta de suplemento literario como joven promesa de la novelística española. Intrigado, llamarás al periódico para informar que: a) eres odontólogo, b) naciste en el D.F. mexicano y, c) tus fantasías siempre pasaron por jugar en el Barça y, al retirarte, comprarte un velero para dar la vuelta al mundo. Te dirán que no te preocupes, que se trata de uno de esos errores que comete Hacienda con propiedades reales e imaginarias. CÁNCER. Las hijas góticas de Zapatero debutarán en la literatura juvenil con la ya exitosa antes de salir a la venta primera entrega de una versión zombi mash-up de Don Quijote a titularse Don Zombiote. Y –lo siento mucho– a ti te tocará editarla. Es decir: escribirla. Consuélate: no serás un simple y común y vulgar negro. Serás un negro dark. LEO. Sin brújula ni sonrisas y perdido –pensando que se trata de otros de esos libros amables y sentimentales de títulos largos y que tanto te gustan– te comprarás De qué hablamos cuando hablamos de amor y Si me necesitas, llámame de Raymond Carver. Será el error más acertado que cometerás en tu vida; pero no sabrás reconocerlo y te quejarás mucho. Pero mucho de verdad. Tu mujer, cansada, te dirá «¿Quieres hacer el favor de callarte, por favor?». Pues eso. VIRGO. Apasionada joven: a propósito de la edición de Taipei, te pelearás con tu novio. Tu dirás que Tao Lin es un genio. Tu novio –varias modas mayor que tú– te dirá que genio es Bret Easton Ellis. Tu contraatacarás diciéndole que, en la contraportada de Taipei,

la central / octubre 2013

Bret Easton Ellis afirma que Tao Lin es «el estilista más interesante de su generación». Consejo para ambos: hacer el amor un poco más seguido. La vida está en otra parte. LIBRA. En Estocolmo, se abrirá una puertita y saldrá un señor con cara de cucú y dirá el nombre del nuevo Nobel de Literatura. Y –como todos esos octubres– tu dirás: «Ah…» o «¿Uh…?», y si hay suerte, como muy de tanto en tanto, «¡Oh!». ESCORPIO. Te entusiasmará que la nueva novela de Richard Ford se titule Canadá y te la comprarás pensando que se trata de una señal que te indica el sitio exacto de tu lugar en el mundo. A las pocas páginas descubrirás que se trata de la historia de un matrimonio de desempleados que decide robar un banco para que sus pobres hijos… Advertencia: aunque esté tan bien escrita, prohibido pensar en cosas raras, ¿de acuerdo? SAGITARIO. Ambiciosa agente literaria: adolescente e inédito escritor, al que nadie llevó el apunte, entrará armado hasta los colmillos en la próxima Feria del Libro de Frankfurt, y ya saben como sigue. Meses después, lo visitarás en la cárcel, ofrecerás tus servicios y, para la feria del 2014, su manuscrito autobiográ­fico romperá todo los récords de adelantos por primera novela. Y (casi) todos ­contentos. CAPRICORNIO. El gobierno decidirá implementar el IVA al lector. Habrá protestas y el ministro de Hacienda y Educación y Cultura y Deporte y Economía (se habrán fusionado para ahorrar gastos) introducirá la enmienda de que la lectura de los autores en dominio público pagará la mitad del impuesto. También se gravará la lectura en transportes públicos o en parques. Te negarás a ello y te condenarán a algún tipo de servicio c­ omunitario como ayuda en el desmantelamiento de librerías y bibliotecas y editoriales. ACUARIO. Con amor y sordidez, tu madre –muy preocupada– te comentará que, leyendo la nueva y muy promocionada biografía de J. D. Salinger, se ha enterado de que fuiste su amante y maestra de origami en Nueva York, luego de la Segunda ­Guerra Mundial. Le explicarás a tu madre que, además de no haber estado nunca en los Estados Unidos, tú naciste hace veintiocho años. Acabaréis discutiendo, como siempre. Amenazarás con irte de casa. «¿A dónde?», preguntará tu

madre. Fin de la discusión y otro día imperfecto para el pez por la boca muere. PISCIS. Alentado por el éxito de la literatura étnico/mestiza/ inmigrante en Estados Unidos, leerás a Junot Díaz tomando abundantes notas en los márgenes y decidirás probar suerte. Pero me temo que «I was eating a paella and mirando the Barça en la tele when Montse said que el pringao de Iñaki was arriving from Bilbao bringing txistorras y un montón de alegría y olé» no va a interesar mucho. ARIES, TAURO, GÉMINIS, CÁNCER, LEO, VIRGO, LIBRA, ESCORPIO, ­SAGITARIO, CAPRICORNIO, ACUARIO Y PISCIS (Y OFIUCO Y CETUS). Síndrome de abstinencia, desorientación, náuseas: agotado lo de las Cincuenta sombras de Grey, habiendo descendido al Inferno de Dan Brown, lees las cada vez más incultas páginas de cultura de los diarios a la espera de que, rápido, alguien te informe de cuál es el inminente próximo título/ fenómeno a consumir. Mientras esperas, ruegas porque incluya coches de Fórmula 1, rascacielos de Dubai, dieta mediterránea y –como decía aquella tía tuya cuando le preguntaban qué películas le gustaban más– «ropa lujosa y bonitas canciones y muchos romances».


31

inclasificados

Agenda de octubre

Le Divan Una librería francesa

Actividades: día

librería

actividad

01

La Central de Callao 2ª planta, 19.30 h

Presentación:

02

La Central de Callao 2ª planta, 19.30 h

Presentación:

La Central de Callao El garito, 20 h

Presentación:

Las 10 mareas del cambio, Juan Luis Sánchez. Roca editorial La Sal, Jean-Baptiste del Amo. Cabaret Voltaire Nueva editorial Ardicia

04

La Central de Callao El garito, 12.30 h

I Taller de Apreciación musical, con Iris Azquinezer

05

La Central de Callao Sala de talleres, 19 h

Taller infantil de ciencia: Science4you

07

La Central de Callao El garito, 19.30 h

Presentación:

08

La Central de Callao El garito, 19 h

Recital:

09

La Central de Callao El garito, 19.30 h

11

La Central de Callao El garito, 19 h

14

La Central de Callao

15

Cines Callao 18 h

Presentación y pase película:

La Central de Callao El garito, 19 h

Charla:

Taller:

Taller infantil:

Sexorama. Donde caben dos caben tres, Manuel Bartual. Astiberri. Sea una piñata social. Pregúnteme cómo, Ruben Fernández. ¡Caramba!

Festival Días Nórdicos, recital de poesía. Nórdica Editorial Presentación:

El espanto y el miedo, François Foronda. Ed. Dykinson

Taller:

II Taller de Apreciación musical, con Iris Azquinezer Concurso:

Fallo del jurado Concurso Relatos del Bistró (Se anunciarán los 11 finalistas en: www.lacentral.com) Amanece que no es poco, José Luis Cuerda. Pepitas de Calabaza Encuentro con Erri de Lucca. Instituto Italiano de Cultura de Madrid

18 /19

La Central de Callao Sala de talleres, 18 y 11 h

19

La Central de Callao El garito, 12.30 h

Contacuentos:

La Central de Callao El garito, 19.30 h

Presentación:

21

La Central de Callao El garito, 19.30 h

Presentación:

24

La Central de Callao El garito, 18 h La Central del Reina Sofía 2ª planta, 19 h

Taller:

Pop up para adultos, con Ana Pez Mamá se va a la guerra. Ed. Cuento de Luz Adiós prados felices, de Kathleen Raine. Ed. Renacimiento Curso urgente de política para gente decente, de J. C. Monedero. Ed. Seix Barral

Concurso:

Entrega de premios Concurso Relatos del Bistró Presentación:

El devorador íntimo, de Eduardo Gruber. Ed. Desvelo

Exposición:

25

La Central de Callao El garito, 19.30 h

Ilustraciones de Joaquín Reyes, Realidad a la piedra. Ed. Mondadori

26

La Central de Callao El garito, 12.30 h

Gato rojo, gato azul. Ed. Lata de sal

28

La Central de Callao El garito, 19.30 h

Cuentacuentos: Presentación:

Ahora que amaneces, de Felipe Sérvulo. Ed. Playa de Ákaba

Gabinetes y ciclos: día

librería

01 /15 /29 La Central de Callao

Sala de talleres, 19.30 h

8 /22

La Central de Callao Sala de talleres, 19.30 h

03/10 /17 / La Central de Callao 24 /31 El garito, 22h 16 /30

La Central de Callao Sala de talleres, 19.30 h

actividad

Gabinete de cómic:

No cambies nunca, de David Sánchez. Ed. Astiberri Huracán de sensatez, de Paco Alcázar. Diábolo Ediciones Miércoles, de Juan Berrio, Sins Entido Gabinete de lectura:

Mentiras aceptadas, de José María Guelbenzu. Siruela La habitación oscura, de Isaac Rosa. Seix Barral Ciclo de conciertos:

03.10 Berlina, 10.10 Montserrat, 17.10 Los Terrier, 24.10 Al Berkowitz, 31.10 El coleccionista Ciclo de Poesía: Tinta Roja

Con Sara Herrera Peralta, Ada Salas, Estíbaliz Espinosa (videopoema)

Le Divan es una librería francesa emblemática desde los años veinte, cuando se construyó como punto de encuentro, venta y edición (Les éditions du Divan) de libros, animado por un gran stendhaliano, Henri Martineau. En manos de Gallimard, durante los 70/80 se convirtió en una librería de referencia por sus secciones de psicoanálisis y poesía, sus encuentros y debates e, im­ pulsada por la señora Kaspar, por su excelencia en cuestiones de gestión de stock e informatización. Instalada desde 1996 en el XVº arrondissement de París y dividida en dos librerías, una de ellas infantil, de 600 m2, Le Divan es una de las librerías más importantes de París (y de Francia) sin dejar de ser fiel a su historia. La literatura y su actualidad –sobre todo durante la rentrée– son elementos fuertes de la identidad francesa y de sus ritos. La librería es el lugar donde eso toma forma, donde nos encontramos con los libros y los autores. De hecho es en este papel fundamental donde creo que la librería puede asegurar su futuro: un sitio de encuentro agradable, donde comprar objetos agradables y bien de precio: los libros. En un momento en que el comercio electrónico al estilo de Amazon está cada vez más presente, debemos prosperar con nuestros puntos fuertes y sobre otro terreno. En esta rentrée hay mucha presencia de nuestros amigos españoles, con el magnífico Comme les amours de Javier Marías y el Confiteor de Jaume Cabré que ha entusiasmado a los libreros. En literatura francesa, el panorama es siempre muy rico y diverso; destacaríamos Faber de Tristan Garcia, impresionante, y el último libro de Marie Darrieussecq, Il faut beaucoup aimer les hommes, formidable, así como el catálogo de Éditions Verdier, siempre apasionante. Philippe Touron



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