Lcf#14

Page 1

LACHIMENEA14

ELCONTORNO UN TEBEO DE KB


Fíjese bien en el nombre que firma este texto, querido lector. Efectivamente soy hermano del autor de estas páginas. ¿Qué puedo contarle yo que le interese de KB? Puedo contarle que cuando dibuja arquea su cuerpo y rodea el papel, lo cubre y lo arrincona para que no se le escape al tiempo que agarra el instrumento de una forma un tanto basta y agresiva, asoma la lengua pegada a una pared lateral de la boca y comienza a gesticular al ritmo que marcan las líneas que proyecta su mano. Todo va acompañado de fuertes respiraciones. Es de una manera -pequeña manía más bien- muy divertida, digna de verse. Con este pequeño ritual han surgido sus historietas más celebradas, desde ayer hasta hoy, desde KπQA y Pardao a este Schiele pasando por su inspector Marlowe y su John Holmes. Fundador e impulsor del Planeta Clandestino, ha escrito y dibujado cómics desde sus propias publicaciones, desde Xkoria Zine a La Ratilla Fanzine y de ahí al

Pasaje al Planeta Clandestino, El Señor Gordo y Melitón el can malvao; desde el suplemento Imagina del periódico de La Rioja con los seriales Te pillé!, Ciudad sin sueño y Dos veces Miranda a las aventuras de Agua del Nilo; todo ello apoyando e impulsando nuevos autores desde aquellos Esto es la leche y Sanatorio al Aula Abierta del Cómic o el Foro de Jóvenes Creadores de Logroño con publicaciones especiales de El Pasajero Clandestino y el Tleo. Algunos lugares donde ha publicado sus viñetas son Plagio de encantes, Tos y la colección Solysombra de Edicions De Ponent, Idiota y Diminuto, TMEO, Cabezabajo, Encontraste, Monográfico, Subterfuge Comix, Pussytron, etc. También ganó la Muestra Jóven de Arte de La Rioja en dicha modalidad, no se crean. Y no hablo ni de su faceta como escritor ni músico, ni siquiera de ilustrador, sólo como dibujante de cómics que, de entre todas ellas, reconozco que es mi debilidad. Admiro su capacidad y valentía para explorar terrenos comúnmente aceptados como más ambiciosos desde la historieta, pequeño laboratorio donde sus experimentos siempre salen bien, y admiro su trazo y destreza con el lapicero, descuidada y veloz en apariencia pero expresiva y calculada en última instancia. Adoro las geometrías, simetrías y paradojas de Prometeo (Planeta Clandestino, 1996), la poética de Cementerio de las horas (Edicions De Ponent, 2004), el expresionismo de El guitón Honofre (Kabemayor, 2005) y la vehemencia y desnudez de Tras el ratón (Ediciones del 4 de Agosto, 2004), sin duda sus cuatro obras mayores en este ámbito. Su incontinencia creativa, como algunos sabréis, le ha llevado por otros derroteros y aquí estamos nosotros para devolverle a ese camino tan suyo aunque sea por un instante. Porque no soy sólo yo: los editores y un buen número de autores de La Chimenea Fanzine hemos crecido leyendo sus publicaciones y e incluso hemos participado en ellas. Ahora que disponemos de los medios nos parece justo mostrarle nuestra gratitud y admiración como se merece, desde las pocas páginas impresas que quedan por nuestras tierras donde cabe el cómic. Él se ha mostrado encantado y nos ha brindado un cómic con sabor a poema que un día proyectó con un grandísimo artista como es Eduardo Alvarado. Y sí, la cosa ha surgido como usted amado lector imagina, con un sencillo: "Hermano, lo que tú me pidas"

Carlos Cabezón


esta es la trampa de la soledad: este es un autorretrato y un retrato familiar, «sí, corred a los museos y despedazad las mejores obras de arte; el que reniega del sexo es un cerdo que mancilla del modo más vil a sus propios padres, que lo han engendrado»

conmigo ha muerto el mundo, dejó de ser arte el arte, perdió la mano y quiso ser oficio; hace setenta y dos horas que ha muerto e. junto a octubre y yo zozobro lentamente como una barcaza vieja, voy a seguir sus pasos como tantos millones en este amarillo noviembre 3


por fin la guerra me ha devuelto a Viena, a la que tanto odié y he amado pero ¿para esto?, para ver morir el amor en mis brazos este otoño maldito ¿no he sufrido ya suficiente tormento?, para ver a febrero cruel arrebatarnos a g... para fundar una galería que no termina de funcionar... 4


ha venido la fama ahora, con la muerte amenazante de la mano y la guerra de los pueblos que ha llenado de lodo europa, de arena y lĂĄgrimas y de ciudades muertas, tan muertas como las carnes que visitaron mis cuencas, que mis manos trasladaron al papel salvĂĄndolas del polvo, del olvido y los aĂąos, de la podredumbre 5


tantos pechos ajados, tantas caderas elĂĄsticas abiertas como un pan: preparadas para parir muertos para la brutalidad de esta guerra, de esta epidemia terrible que nos viene de espaĂąa 6


como ventanas verdaderas a la niebla reinante, por qué veían mal que quisiese dibujar la pureza, los cuerpos gráciles de la juventud, mis terribles días en la cárcel confirmaron mi disidencia, no cabían más dudas de que la sinceridad iba contracorriente, me martirizaron 7


pero el encierro fue un camino a la catarsis, una purificación en apenas tres días, una confirmación de haber elegido el camino correcto, ¿cómo podía ser obsceno representar algo sagrado?, ¿no es obra de dios nuestro cuerpo?, pero tú entendiste bien qué veía en las mujeres, amor en g., en w., en ti, en los valientes versos de rimbaud, tú lo sabías bien 8


con w. tuve problemas en la ciudad muerta, ¿no es acaso puro el amor fuera del matrimonio?, las mujeres y los niños; «el arte no puede ser moderno; el arte es eterno» 9


primero me despreció el uniforme, no les importaron mis antecedentes sino la anchura de mi espalda, mis brazos débiles y fibrosos como un conejo despellejado; pero la barbarie exigió más carne y me reclamaron, no soportaba verme solo tan lejos, amarré un ancla a ti, e., inútil intenté que no me arrastrase la corriente, estaba tan lejos de todo, tan en desacuerdo con los que no entendían mi arte, tan por encima, amor, tan consciente de mi propia fragilidad; no vi jamas el frente pero olí el humo de carne quemada, no fue un trabajo excesivamente desagradable y pude continuar mi cometido

10


os di mi arte y lo rechazasteis, recuerdo mirarte desde la boharda a ti, amor, a a., brillabais en un tiempo de bruma, iluminabais la carne gris del centenar de mujeres que me visitó entonces y a las que salvaba tatuándolas al olvido; ya había llevado mi obra a muchos rincones de europa pero en ningún sitio brillaba como en el reflejo de tus ojos, iluminaba los lienzos y los papeles y mi corazón oscuro, borraba de un plumazo los montones de pena que me devolvió la guerra cuando todo parecía encaminado, era tan cansino buscar el triunfo, esperar a tener el dinero suficiente que siempre se fugaba y aquellos que no entendieron nada, como en neulengbach, cuando vino aquella niña a verme desde viena, quizá seducida por las trémulas formas de mi mundo

11


cuando miraba alrededor solo estaba la densidad del humo, el olor a hierro de la modernidad, necesitaba marcar los bordes en mis dibujos para ver las cosas, verlas de verdad, cerrar las formas, definirlas para que existiesen entre la densa bruma artificial 12


oir las lágrimas de g. hasta el próximo tren en su regular paso, mientras faltan quince minutos, pensaban que continuaría la tradición familiar de trabajar como empleado ferroviario, yo dibujaba, era simplemente el humo, me tenía obsesionado tanta indefinición 13


me gustan los trenes, todavía no intuía ni la atmósfera, un concepto demasiado ajeno a la cándida niñez, sin embargo, la atmósfera vino un día a reclamar su lugar, aún oigo el crepitar de mis dibujos en el fuego, como deseé ver arder allí mismo, en la pira, a mi padre 14


lo maldije y lloré, despues enloqueció, el tren, el tren cabalgando por la sangre, me sentí enfermizamente culpable, intentaba hablar conmigo, al fin y al cabo yo era su hijo, e., los trenes son la tristeza, voy a morirme un día 15


me acusaron de tocamientos, de secuestros, pero solo los toque con los ojos o les dirigí los miembros hasta alcanzar la posición deseada para la pose, fue la segunda vez que ardieron mis dibujos, fue una pérdida menor porque conservé la mano y solo fueron tres días lo que pudieron ser veinte años, ahora en tu lecho de muerte me confieso, a veces cuando hacíamos el amor, en ese tiempo vacío en que los parpados se cierran y se abren, veía tu cara distinta y aunque era el mismo cuerpo 16


a veces era g., a veces w., a veces tú, a veces mi madre, o cualquier otra modelo que alguna vez despertó mi deseo, creo que siempre quise volver al útero primigenio, es allí donde encontré más amor que en frente suyo, pero te amé, te amé, y has muerto con mi fruto dentro, aquí se muere el tallo de esta rama, no crecerá ya, mi hijo, así que aquí estoy, viena hirviendo desde la ventana, solo, la ciudad histérica que habita solo en mis ojos 17


mi tío renunciando a mí, h. g. fracasando en su inversión, mi madre esperando que heredase el oficio de su padre, papá quemando mis dibujos antes de enloquecer para volver a quemar, esta vez, las acciones familiares, haciéndonos recibir a un invitado invisible, pegándome palizas si no aceptaba su macabro juego, muriendo como tantas veces yo había deseado, haciendome sentir culpable incluso muerto 18


la academia donde se acumulaba el polvo, en las estatuas, en las bocas de los profesores, donde no entraban las mujeres que yo anhelaba, mi pubertad llena de rápidos, como un río a veces tan calmado y otras urgente y explotando, k. tan vivo con el corazón aún funcionando, voy hacia atrás, quizá he acabado ya lo que venía a hacer g. en mis brazos de niño acobardado, en mi pincel vibrante como su carne latente, papa muerto y l. apoyando en un principio mi vocación, mi hermana m. temblando, y al principio una estación llena de humo, un montón de hijos muertos antes que yo, quizá vine en brazos de la muerte por todos mis hermanos que no vivieron

19


me reclama hoy este esputo asqueroso, los trenes rugiendo como fieras, el metal hablando idiomas extraños y, yo, minúsculo germen de unos ojos que poco o nada tenían que ver con aquel mundo , ahora venís familia y sois como fantasmas, rugientes y cargados como los trenes, llenos de soledad como pequeñas larvas, y yo, percibo el amor inmaculado y blanco, el amor inocente, el amor puro, el amor de un niño que mira la vía y entiende el mecanismo de la metáfora, la vida y su contorno, la vida y su filo 20


y recuerdos, tan solo en un día para destruir lo que me ha costado tanto..., ¿papá? un tren por la mañana corriendo hacia poniente, hijo, el aire..., el cielo el humo que levanta pechos con la mano que hiere..., cómo te inclinan las horas, las meadas de los pollinos , hijos de los trenes..., y yo, yo maté a mi saturno para precipitar mi destino terminé con el humo que representaba para definir un mundo nuevo y acogerlo con la crudeza que me había recibido, para gozar de aquella poética de la destrucción que aprendí de mi padre, era hora de dibujar, el contorno de las cosas, áspero y rudo como la vida, solo una sucesión de horas indefinidas como el humo, solo una sucesión de horas asesinas, solo al final un hombre hueco, que no encuentra la manera de llenar ese vacío y su inexplicable contorno

21





Turn static files into dynamic content formats.

Create a flipbook
Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.