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Al principio fue por protección, después por devoción; más tarde por dinero y finalmente por mero orden. Hoy, dos mil quince, diciembre, veinte, habéis vendido vuestra libertad a cambio de promesas. De promesas que sabéis se volatilizarán mañana. Tras la orgía de sonrisas que duró semanas, tras el aluvión de palabras sonoras y vacuas sobre esfuerzos comunes y futuros felices, ha llegado el sorprendente e inesperado final. Vuestras almas impenitentes, que valían lo que un augurio seductor susurrado por una lengua viperina, quedan ancladas en la ruina de costumbre, mientras ellos galopan hacia una tarjeta negra sin límite de saldo. Cómo culpar a ese hombre encorbatado del cartel por olvidar el lunes, si tú no recordaste el domingo. Te esforzaste en borrar los «Luis, sé fuerte», los juegos olímpicos y las fórmulas uno; el «ay payo, dame un tres por ciento pa coger el autobús a Hospitalet», los fórums, las macrociudades de la megajusticia, el «hago como que te contrato y nos repartimos tu despido, pero mientras tú haz como que te caes y…»; las embajadas de Villarriba en Ulan Bator, los palos a las viejas que se aferran a los pomos de sus casas; el «cómo no voy a fiarme del yerno del Rey» o el «toma un aguinaldo chiguito y acuérdate de mí cuando haya que licitar la rotonda más grande del universo». ¿Qué es una caseta de aperos? Te esforzaste en olvidar, por un momento, que eres pobre y gilipollas. Y lo lograste. ¿Viste la sinceridad de sus sonrisas? Pues así todo. Y ellos se alejaron, rumbo a una vida hecha en la que tú ya no cuentas —de momento, pues tiempo habrá para que el cielo
crepite de nuevo, y Satanás te tiente con sandeces que ya ni siquiera aspiras a recibir de verdad—. Y no es lo malo que huyan, lejos de tu miseria, rumbo a una cartera y un escaño azul. Peor es que se vayan con un billete que has pagado tú. Al principio fue por protección… hoy ha sido por costumbre. Vistieron el caciquismo de siempre con la piel de una urna, y lo abrazasteis encantados. No digas que te engañaron. Frente a la evidencia del crimen organizado flotando en el ambiente sólo puedes ser ladrón, cómplice, ciego o tonto. Eres un esclavo que sonríe ante la perspectiva de recibir unas cadenas nuevas. El aliento del necio, el consuelo del manso.
VIVAN LAS CAENAS
Antes no eras, no erais, no éramos así. Quizás igual de tontos e incluso puede que más pobres, pero con mala sangre. El viejo Goya necesitó la pobreza y el exilio, quizás también el frío húmedo de la Gironda y el aroma de la propia muerte, pero nos caló al detalle. Dos patanes anclados en el cieno hasta las rodillas, descoyuntándose a garrotazos. Esa era España: la de odio y la venganza, la de la altivez extrema de aquellos muertos de hambre que todo lo sufrían en cualquier asalto, pero no sufrían que les hablaran alto. Balcánicos de andar por casa que no necesitaban otra etnia a la que aborrecer si podían odiar a su vecino porque tenía la acera mejor barrida. Lo que no pintó Goya fueron los hilos que ascendían de las estacas. Y si a Caín no le mueve el odio, sino un cordel, la bilis se reduce a simple estupidez bajo las carcajadas del titiritero. Así, aquel solar que fue de perros callejeros, indómitos y envidiosos, es hoy una legión de ovejas que balan según la canción que les canta el lobo. Votad, malditos. Pero luego no lloréis cuando os palpéis el alma y veáis que han extirpado de ella la libertad. Quizás haya mil y un modos de perderla, pero hay mil menos de poderla conservar: enarbolando una única bandera, que es negra como el humo de la hoguera en la que arden todas las demás.
diego rioja
Ruge el trueno, retumban las nubes; los cielos se agitan, fieros y convulsos. Es día veinte por la noche y ha vuelto a pasar. Una vez más, desde que el mundo es mundo y el hombre es hombre. Desde que hay listos y tontos, arribas y abajos; desde que el diablo es diablo.
me dejo arrastrar hasta la orilla de tus orejas y te susurro, con la voz de mi niña casi sin fuerza y con mucha vergüenza. “No me hagas daño, no he venido aquí para amenazarte solo quiero contarte un secreto: No estamos vivos, todo es mentira” ALMENAS DE SILENCIO
noemí calvo daniel tena
A mí, que de vez en cuando me gusta viajar al sur para quemar las ropas viejas. A mí que trabajo cada día en las aguas profundas para salir vapuleada, y cuando me canso de luchar La retorcida mueca que llamas sonrisa se dibuja a la mañana frente al espejo y borra otro número de la claqueta de la vida. Por eso fascina la risa efervescente de un niño, por eso sus ocurrencias libres son maná, por eso anhelamos vibrar de amor reír a carcajadas, sentir sin dueños. Por eso la luna nos hechiza por igual, por eso las estrellas nos guiñan ojos, por eso los suspiros se escapan.
A MI QUEMÉ
Humeantes almenas de silencio se alzan en el oscuro gris de los días, y pasos rápidos de centellas humanas un día fueron ilusiones ahora son cetrinas caras. El polvo de los coches muerde entrañas, la química de alientos depurados al brillo de las rosadas frutas del mercado cercena los estómagos y sus sentimientos. Rodeados de belleza prefabricada no damos en distinguir lo que importa y lo que no.
marina melo
invento nuevas formas de expresarme a duras penas creo, lo consigo los labios del delirio que persigo denuncian la anarquía de mis frases
acudo al beneficio de la excusa respiro los aromas hoy ,respiro, que emanan de tu piel, mientras suspiro mirando la abertura de tu blusa vigilo cauteloso la demora esclava del reloj, que es mi enemigo rutina amarga y lenta, soy testigo del paso silencioso de las horas
asido al vértice pueril en su apogeo desnudo en mil pedazos al olvido tratando de permanecer cosido al brazo que alimenta mi deseo ignoro quién implora en la alturas si hay alguien que despierta haciendo ruido valiente tempestad, ardor furtivo lanzando la desgana a la basura
sin ánimo, sin nadie que calumnie sus legados, en la pequeña planicie, de muros altos y puertas abiertas, con bóveda de estrellas y añoros filtrados, tumbas de arenisca y granito desgastados,
ángeles caídos, otros elevados, miradas curiosas, sueños acabados, sólo quedarán huesos, huesos enterrados, y una nube de polvo tras nuestro corto paso.
SIN OPORTUNO
como todos los pesares que a las almas invade se apilan en bancos de despojos Poderoso destino, el que el azar encierra, en losas de piedra y musgo mojado, en largos cipreses, tristes, solitarios, sin nada que meza, sus juntos brazos, una brisa sin aire,
secos están los párpados yertas las manos en corazones enmarañados de tristezas infinitas
víctor gorrindo
RENDIDO
escucho atento el grito que abuchea el paso atrás que indica mi retiro blasfemo en blanco y negro, me repito y bailo como siempre con la fea
vacío los bolsillos a las musas abrazo los regalos que me ofrecen devoto de tus manos por mis sienes del vicio, del calor, de la locura
los ojos detenidos en el amparo de otros no es azul el horizonte ni cesa de llover sobre estos cristales de insomnio
témpanos son las ganas y el deseo puro voluntario en el horizonte detrás de los cristales alguien pregunta si esto es valido la respuesta es otoño, otoño
El beso ya no besa ni tiene peso lo abstracto palabras que gritan espantando el silencio nada le es oportuno sin horizonte sin vida se reptan juegan al sexo para poder soportar las tardes. Amargo.
rendido por extraño que parezca herido ¿sin saberlo? estoy, herido esclavo de la vida mientras vivo queriéndola vivir a tu manera
silbando melodías imperfectas exagero si me abrazo al desconcierto inocente condenado estoy atento busco el lado más amable de tu ausencia
“gritaré tu nombre para ver si me señalan con el dedo les daré un lugar donde lo oculten en algún sucio agujero”
ya no basta tu pupila gritando algo las uñas desgastadas en humos que acompasan la histeria las horas muertas en navajas reventando el llanto
lágrima cruel del cielo no cesa hojas muertas que caen y caen
cristina difuminada
Ya no hay agua para calmar sed ni boca que pretenda agua
alejandro mata
CAMPO SANTO
vicente f. hurtado
COCIDO DE GARBANZOS
jesús domingo
Recuerdo estar haciendo fotos en Labradores para un cuadro. Muchas veces había recorrido esa calle viniendo de cortejar a alguna novieta o de pimplar en el chamizo cuadrillero. Siempre me había llamado la atención la figura iluminada del edificio Torre Blanca visto desde ese punto. La acentuada perspectiva de dicha calle hace que el encuadre varíe poco durante un buen trecho. Estaba yo tan concentrado en los requisitos que debía cumplir aquella foto que ni me fijé en los dos gañanes que venían por la misma acera. Eran de esos paletos cincuentones, gordos, con bigote y permanente, que tanto abunda en sitios como este. Aunque eran sólo las 19:30 venían ya un poco cocidos. Uno de ellos preguntó amenazante y a voces (no podía ser de otra manera) que si estaba sacándoles fotos. No tenía ganas de dar explicaciones a gañanes y me limité a contestar secamente que no. Como era previsible aquel bocazas quiso decir la última palabra. Farfulló algo así como que si le sacaba en las fotos me iba a enseñar el artículo treinta y algo. No recuerdo bien cuantas veces pronunció la “ch”. Yo seguí a lo mío sin hacer caso, pues quería la relación ideal entre diafragma y obturador.
LOS GAÑANES Y EL ARTÍCULO X
Hice bien en no dejarme llevar. Aunque quedarse con las ganas siempre tiene un retrogusto amargo, en situaciones como esa procuro recordar que el dinero y los cojones son para las ocasiones.
pàblo garay
Me quedé con las ganas de decirle que iba a hacer las fotos que me salieran de la polla, con o sin él, que estando en vía pública puedo sacar las fotos que me de la gana, y que no me interesaba retratar a asquerosos contrahechos. Hubiera añadido además que desprecio profundamente a la chusma pueblerina e ignorante como él, su aspecto y sus gustos, que los considero seres cultural y físicamente inferiores, y que seguro que sin su amigo y el vino que le envalentonaba no tendría huevos para ponérseme tonto.
lizada como hombre que se alimenta de celulosa impresa, y que enfermo de bulimia, desconsolado arrepentido por su desviada gula, vomita titulares, escupe editoriales, defeca columnas de opinión; o como el Toxicómano Tecnócrata, antiguo yonqui ahora adicto a su Iphone, rata de cloaca superior, huraño antipático que aspira a formar parte del mobiliario de la estancia. La Asociación de Vecinos se moviliza contra los recortes en Sanidad, han quitado un pediatra, y las turbas ancianas se posicionan guerreras en las puertas del Centro de Salud local, fue un coche con megafonía deficiente el que convocó a las honorables huestes de la tercera edad para hacer retumbar la calle. ¿Les sorprende la afición a la petanca? La pasaré a pasión, a tenor del número de clubes y campos destinados al juego: entretenimiento para parados, precarios y jubilados. No hay noche en El Carmel, a las once es un barrio fantasma, los chicos del veneno bajamos a Grácia, los chicos okupillas buscamos el hardcorepunk en otros barrios. El autobús 24, el autobús clásico que te lleva o te trae del Paralelo, estuvo a punto de arrollarme, ¿se contabilizaría en los anales barrionalistas como heroica muerte? Atropellado por el automóvil público que enlaza El Carmel con la ciudad condal, ¿existirá mejor forma de enraizarme, integrarme desintegrándome? La urbanización lo ha convertido en un barrio funcional, agradable para familias obreras estabilizadas, y posible de habitar para otros espectros urbanos desestabilizados. Todavía desprende algo de esas impresiones que apunta la criada de Teresa: "El descubrimiento del Carmelo significó para la criada una esperanzadora afirmación de principios. La misma materia degradada y resignada de la cual estaba hecho su amor parecía haber conformado aquel barrio casi olvidado, aislándolo, confinándolo fuera de la ciudad, reduciendo todos sus sueños a uno solo: sobrevivir." (Juan Marsé, "Últimas tardes con Teresa".) BSO: Transición – Nacido en El Carmel
NO NACIDO EN EL CARMEL
tiérrez
elías arana
¿Han habitado alguna vez un edificio diseñado para ser transitado de arriba a abajo? Accedes al portal, y para llegar a tu morada, tienes que descender las escaleras. Cosas de construir un barrio en la barcelonesa Montanya Pelada. Si conocen las novelas de Juan Marsé, habrán seguido las desventuras del Pijoaparte, insigne habitante de las antiguas barracas de El Carmel: la población pobre del sur construyó varios asentamientos irregulares en diferentes enclaves de la montaña, y pese a los esfuerzos del franquista Servicio de Represión del Barraquismo, el orgullo charnego floreció, y la solidaridad vecinal espoleó la lucha común por la vivienda reglamentada y los equipamientos. No encontrarán esas cuadrillas de kabileños provocando el pánico por el Parque Güell, sólo las bandadas turistas pasean incólume su mirada caníbal. ¿Han contemplado Barcelona desde el turó de la Rovira? Conocido popularmente como el búnker, fue el impotente centro de operaciones antiaéreo durante la guerra civil: los aviones italianos bombardeaban impunes a la población, y los cañones que defendían el cielo, no lograban alcanzarlos, limitada potencia de tiro, sólo servían como armas de alejamiento. Desde allí gobernarás Barcelona, ciutat podrida, ciutat morta, del Llobregat al Besós. El Carmel es otra Barcelona, diferente a la proyectada por los estrategas de la mercadotecnia. En el bar Pepito, en Gran Vista, garito regentado por Luna, la más simpática oriental conocida, la vetusta juma barrial se junta para emborracharse, desbarrar, y besar a las damas, que, por unos pitillos y unas cervezas, consienten los arrumacos. En el clásico bar Las Delicias, los turistas que han visitado el excéntrico parque diseñado por Gaudí, toman refrigerios y tapas; mi paso amenazante les advierte: Turista recuerda, tú eres el terrorista. La Biblioteca del barrio se llama Juan Marsé, es una suerte tener a un novelista tan hábil como cronista de distrito, y es espacio de reposo, de conocimiento, de desconexión; la frecuentan seres de otras galaxias, como el Devorador de Periódicos, aquella persona visua-
hi-van mendoza marrodán
LA PISTOLA
¿Para qué quiero yo una pistola con balas de fogueo? No es que quiera pegarme un tiro en la cabeza y acabar con todo, como aquel de los trajes, que se presentó a alcalde y salió elegido, y tampoco quiero matar a nadie a sangre fría… No es mi estilo pero quizás sea el de alguien desesperado, con pocos dedos de frente y menos de cerebro. Sí, quizás aún queden miles de esos seres que se ocultan en las sombras de los edificios a la espera de una presa dulce con la que entablar amistad, y probablemente queden en las horas más claras del día entre ellos para llenarse la boca de halagos y escupírselos unos a otros mientras cargan con balas de plata sus inútiles pistolas enviagradas. Pero yo me quedo sin munición a pesar de que nadie me dispara, y lo único que me ofrecen es un clavo ardiendo y balas de fogueo. Repito, no las quiero, no soy de esos que se tiran el farol y no cumplen con el programa electoral, ni de esos que sonríen al realizar un esfuerzo enorme, como los atletas olímpicos o los bailarines. Se sabe perfectamente donde les pica en cualquier momento, y el único valor que tienen para mi es la paciente espera para rascarse en privado. Por eso, tal y como te decía antes, no quiero matar a sangre fría… pero en caliente ya es otra historia. Caliente como acabas tras ver una peli de esas que parece que va todo bien pero luego acaba fatal y si estuviera delante el guionista le apalearías hasta olvidar cada fotograma. Así de caliente. Entonces sí. Me veo capaz de arrebatar el aliento, en mi nombre y en el de los míos, por supuesto. Algo parecido debe suceder cada instante en cada alma de cada ser humano, porque lo que está claro es que los animales no matan por matar, tan sólo para alimentarse, ni siquiera cuando dos machos pelean por una hembra. Saben rendirse y retirarse a tiempo, saben perdonar, saben vivir. No como tú, ni como yo, que ni siquiera sabemos matar, tan sólo sabemos morirnos poco a poco, y pedazo a pedazo.
montse catalán SUMA ELEGANCIA
convirtiéndose en un simple hombre .
, se preguntaba si verdaderamente había valido la pena haber dejado de ser un sapo, para al final haber terminado
un número de un reino que hacía tiempo que había dejado de existir
mientras que el príncipe marcaba por última vez
Esto se ha acabado. Sólo quedan ya los posos de lo que fue nuestra relación. No ha sido duradera, pero sí intensa. Y aunque he sido muy feliz durante este tiempo, no podemos negar la realidad, esto se ha terminado.
Ya sé que de poco vale lamentarse ahora y que ya no podemos volver atrás. No obstante, recuerdo que al principio no te comprendía. Estabas muy cerrado y no podía apreciar los matices de tu personalidad. Sin embargo, no puedes reprocharme nada, pues te he dado el tiempo que has necesitado para expresarte libremente. Y así, sin prisas, he conseguido que te abrieras a mí con suma elegancia.
Para suavizar este mal trago, te diré que me has hecho sentir aquello de lo que había oído hablar tantas veces: el suave cosquilleo que serpentea por las venas y que provoca que el corazón galope. Me he sentido la elegida, una auténtica privilegiada y te confieso que incluso mi ego ha levitado hasta Plutón al tomarte.
Me hubiera gustado que nuestro amor se hubiera prolongado más allá de una noche, pero sabes también como yo que se hubiera perdido la esencia. No creas que olvidaré fácilmente tu olor y tu sabor. Una no siempre tiene la oportunidad de saborear una botella de vino de 1964, la mejor cosecha de la historia. guillermo de jorge
EL PRÍNCIPE
amparo bonet
S.
POCAS PERSONAS GANAN DESNUDAS
Eran las 3 de la mañana y fui a echar la última con un amigo que vino de visita y su chica, también muy amiga mía. Apenas nos saludamos me explicó la situación: una antigua compañera de clase llevaba toda la noche proponiéndole ir a pecar, sin siquiera atender que él ya estaba acompañado; y quería que le ayudara a librarse de ella. Cuando cerró el bar esperamos los tres a que saliera Almudena. Él sabía que esa chica no tenía su mejor noche, puesto que había estado rechazando maromos e insistiendo en follarse a un viejo amigo; aun siendo la mujer más bonita, de esas que, se supone, pueden tener a cualquiera; así que decidimos ser educados, y, además, tanto mi amigo como mi amiga, se quedarían más tranquilos si yo la acompañaba a su casa, o a la mía. Por eso le dije a Fran las palabras exactas que quería que le dijera. Ella salió del bar dejando atrás a cuatro chicos altos y guapos, con mucha barba pero, seguramente, poco verbo, y vino directa a nosotros. Unos veinte segundos más tarde mis amigos se marchaban y Almudena me agarró del brazo. Fuimos a mi casa, que estaba a unos ochenta y tres pasos del bar en condiciones normales, ciento cinco esa noche. Quería oír música y fuimos directamente a la habitación. Reparó ante el LP de los Dead Kennedys que había encima del tocadiscos; lo que es una buena señal en una chica que, aun siendo extrovertida, desprendía dulzura. Quería vino. Fui a la cocina para abrir una botella y coger dos copas. Durante esos minutos tomé consciencia de que todo había sido muy fácil y de lo jodidamente buena que estaba la mujer que me esperaba en la habitación. Bebí. Empujé la puerta con el hombro y una copa en cada mano. Pocas personas realmente ganan desnudas. Parecía que los mejores artistas de todos los tiempos habían trabajado juntos para crear ese momento. Nunca hubiera imaginado que una chica tan guapa y con tanto estilo pudiera esconder también un cuerpo tan bonito. Se había quitado toda la ropa y, encima de la cama, de rodillas, apoyaba las manos contra la pared. Levantó la cabeza y eclipsó la bola de espejos que colgaba de una de las vigas del techo abuhardillado. Podía ver la luna a través de la ventana que tenía justo encima. Poseía la habitación. Entonces la vi. Fueron
diez segundos maravillosos los que pasaron antes de que se diera la vuelta y pudiera mirarle a los ojos. Antes de que pudiera reaccionar empezó a hablar "sola", a decirle a "alguien" que se la follara de una vez porque quería dormir. Hubiera sido muy fácil ponerle esa inyección, pero yo no era cura. Seguí el procedimiento habitual: la tumbé; la arropé; le di un beso en la frente; le pedí que descansara. Me bebí las dos copas de vino, me fumé un porro y mi dolor de huevos y yo nos fuimos a dormir al sofá. A la mañana siguiente me dio las gracias como medio millón de veces. Pensé que lo mejor para darme las gracias era hablar bien de mí a sus amigas y dejar de ser tan puta, pero me callé. Se fue y por fin pude hacerme una paja. Dos. Desde aquel día se alegraba mucho de verme por ahí, aun sin conocerme todavía, ya que sólo yo la había visto desnuda a ella. Con el tiempo me enteré de que tenía un novio en Madrid y di las gracias a mi instinto por no habérmela follado esa noche; igual que se las di aquella vez que no quise robar una tienda que se suponía que no tenía alarma. Un par de meses después volvimos a encontrarnos a las 4 de la mañana. Estaba llegando a mi portal y saqué las llaves. Un tipo de los que puedes encontrarte tomando chiquitos por mi barrio cualquier día a las 11 de la mañana, cargaba con una chica bastante borracha con intención de apoyarla donde pudiera y darse un festín. Pude verle la cara a través del pelo y reconocer a Almu. Yo no era su amigo, pero seguro que ese tipo tampoco; así que me acerqué como si acabara de perderla de vista y dije: -¿Dónde vas, Almu? Ven que te pasas de largo-. El tipo no echó a correr pero casi, y se la quitó de encima como diciendo "estaba así cuando llegué". Subimos a mi casa y ese día estaba peor aún que la última vez. Le quité el abrigo y la metí en la cama. Después de esa mañana no volví a verla. Antes de irse comprobó que no la había tocado, sabía que no era gay por la forma en que la miraba y no podía entender por qué después de todo no había hecho nada con ella, si yo también estaba borracho las dos veces y "tenía todo el derecho". Se fue dando las gracias otra vez y recé por ella y por no volver a verla más. Puede haber cosas geniales dentro de un cuerpo bonito, pero pocas personas realmente ganan desnudas.
arturo vozmediano
Se le presume luchadora, aguerrida, (de ahí lo del rifle, ella baila libre entre la alegoría y la metáfora); dulce en la conversación suave en el trato y siempre a flote, afable, por encima, hasta el cuello de líos, oxitocina, devaneos, cocodrilos, alacranes y diamantes fulgurantes.
Dame tu SOL yo te daré mi SI, te quiero a MI LADO, porque eres el REmedio para mi enFADO.
(Microalegato en defensa de la mujer moderna)
LA MUJER QUE PARIÓ UN RIFLE MI ESCALA
roberto arróniz eva cornago
Quizá no puedo o no acierto a usar palabras repletas y adjetivos adecuados y quizá sólo sea el título de un western que nunca se terminó de rodar. En cualquier caso: EXISTE, VIVE, RÍE ¡AMA! Has venido para quedarte has vuelto para vencer, para instaurarte risueña en el palco preferente de la memoria emocionante,
del recuerdo sinuoso, rehén del pensamiento empírico expuesto e inconcluso. Recuerda: EXISTE, VIVE, RÍE ¡AMA! Sólo los peces muertos nadan a favor de la corriente. Eres libre, vuelas alto, no te rindas, no te vendas y déjanos seguir disfrutando de la presencia y el calor de tu llama inalcanzable.
cristina ruiz
Porque pienso que las palabras son nubes que el viento arrastra como las miradas perdidas que tienen dueño en el pensamiento de su silencio Para qué vivir otra vida que sea mi mundo de poesía si no tendría pinzas para colgar mis errores
ángel ramón ruiz galilea
Ya no, no nos hace falta la distancia para no encontrarnos porque no necesitamos cambiarnos de acera Ya no necesitamos distancia porque nos hemos olvidado en el tiempo que todo lo borra Ya no nos culpamos porque somos desconocidos del pasado Ya no nos extrañamos porque nunca nos hemos conocido
El niño se quedó mirando inquisitivamente a su abuelo. -¿No te ha gustado la historia? -No es que no me guste, pero no sé… -Vale, te cuento otra. Después de casarnos, mi suegro me ofreció trabajo en la empresa en la que trabajaba él. Acababa de sacarme el carnet, y me ponía muy nervioso conduciendo, pero no podía perder esa oportunidad. Ganaba casi el doble que en el campo, y el trabajo no era ni de lejos tan duro. Así que mi suegro me dio su coche y se compró el nuevo, un Renault 7, que era más ligero y corría más. Pero, ¿a quién le importaba? Yo tenía nada menos que un Renault 12. Aprendí a dominarlo por las calles del pueblo, y el segundo día de trabajo me tuve que ir desde Azofra hasta Garray. ¡La madre de Dios! Entonces no teníamos autovías, ni autopistas como ahora, de esas que apenas tienen curvas, ni baches. Qué tarde pasé. Lo primero, que yo nunca había salido del pueblo, y tuve que preguntar a todo el que se me cruzaba por el camino. Además, la carretera era malísima. Estábamos a mediados de octubre, y para las siete y media de la tarde, estaba completamente a oscuras. Estaba ya volviendo a casa, tratando de intuir el camino, porque casi no había señalización, y como la gente se recogía antes… ¡madre mía! Recuerdo haber empezado a rezar nada más salir de allí y no parar de murmurar padre nuestros en todo el viaje. El caso es que había conseguido encontrar la nacional y ya iba más tranquilo a casa cuando se puso a llover. Al principio era un chiri miri sin importancia, pero, a medida que me acercaba al puerto, se fue convirtiendo en una granizada terrible. Tuve que encontrar el limpiaparabrisas tanteando, y a máxima velocidad apenas me daba para vislumbrar la carretera. El caso que eran más de las diez de la noche, con un frio terrible, cuando llegué a casa. Tu abuela casi me mata, y a su padre también. El muchacho apuntaba tan rápido como podía. -¡Menudas voces! Que si me llega a pasar algo, que si con lo bien que estábamos en el campo, que si para qué
me metería en estas cosas… Mi suegro me dio la mano nada más verme. Yo estaba casi tiritando, de miedo y de frío. Me dijo: “Pero, ¿cómo no te has quedado allí a pasar la noche?” y le respondí: “porque estoy casado, y un marido tiene que dormir con su mujer”. Me dio la mano, y así fue como estuve casi cuarenta años de viajante, y ya llevo casi sesenta y cuatro casado con tu abuela. -¿El coche que hablas es ese con el que nos fuimos de vacaciones mis padres y yo? -Sí. Con los años que tendría entonces, y aguantaba lo que le echaran. Matrícula 2760 de la C. no era muy rápido, pero podía con todo. Mecánica a prueba de patosos y gastaba menos combustible que un mechero. -¿Y qué pasó con ese coche, abuelo? -Ahora pensarás que se rompió y lo tiramos a un desguace, ¿no? El chico asintió sin mucha convicción, sin haber entendido muy bien la pregunta. -Se lo di a tu padre para salir del paso, antes de comprarse el coche azul que tenéis. Y hace un par de años él se lo vendió a un coleccionista. De vez en cuando hacen encuentros y concentraciones, como tu tío con las motos. -¿Para qué hacen eso? -Tu tío porque le gustan las motos. Se reúnen, comen juntos, y se enseñan unos a otros las motos, y el señor que compró el Renault 12 igual. Se juntan, cada uno con su coche, se explican cosas… como cuando tú bajas a cambiar cromos, pero con coches. -¿Se los cambian? -Pues no lo sé. Bueno, ¿esa historia te ha gustado más? -Sí. Es una buena aventura. -Venga, pásalo a limpio y vemos un poco la tele si quieres. -¡Hecho! Raulito se puso a escribir frenéticamente, mientras el abuelo supervisaba la caligrafía y la ortografía del niño.
RENAULT
teodoro balmaseda
Aquella tarde Raulito salió del cole con un semblante preocupado, para lo risueño que debería ser un niño de su edad. -¿Qué te pasa, hijo? –indagó su abuelo. -Nada –balbuceó con evidente fastidio-. Tengo que hacer una redacción sobre una aventura que haya vivido alguien cercano, y aventuras… -¡Hombre! Yo te puedo contar una. Anda, vamos a casa a merendar, y después te la cuento. Una vez estaban en casa y el muchachito se había puesto en posición, su abuelo empezó a explicar. -¿Te acuerdas de aquella vez que subimos al pueblo y te enseñé aquel caserón? Nos lo mostró aquella señora tan amable, que te dio galletas. -¡Ah, sí! -Cuando cumplí veinte años conocí a tu abuela. Estuve dos años ahorrando, y el día de su cumpleaños nos casamos. Con mis ahorritos tendríamos para una temporada, por si venían las vacas flacas, y gracias a mi padre compramos la casita del pueblo, que tú conoces. En aquel entonces no era como ahora, que cualquiera tiene un coche. En aquellos años un coche era un lujo del que muy pocos disponían. En el pueblo sólo había dos. Venancio, el panadero tenía una furgoneta… no me acuerdo de qué marca, pero me acuerdo que en las cuestas arriba se ahogaba. Lo adelantaban las viejitas andando. -¡Qué bueno! –se carcajeó el niño. -El caso es que mi suegro tenía el otro. Era viajante de una empresa de productos para herreros, y tenía un Renault 12 familiar. Era amarillo, pero tono crema, muy tenue, casi blanquecino. Los tiempos han cambiado. Ahora con tanto coche moderno no parece tanto pero entonces… aquello parecía un palacio con ruedas. Tu abuela y yo recogimos nuestras cosas, incluido su ajuar y unos muebles que nos regaló su madre, y lo metimos todo en un viaje. ¡Qué maravilla! Nos ahorró casi un día de trabajo en un momento.
YA TENGO TERRENO PARA LA HUERTA, ¿Y AHORA QUÉ?
pecuchet
MANUAL PARA HORTICULTORES NEÓFITOS
Tenía la tierra. Tenía un garaje lleno de utensilios agrícolas. Tenía un absoluto desconocimiento del tema. Allí parada me preguntaba “¿Y ahora cómo coño empiezo?”. Llevo dos años trabajando la huerta junto a mi colega Bouvard. Lo que aprendo un año no lo recuerdo en la siguiente temporada. Bueno, algunas cosas sí, pero cuando veo el resultado de no haberme acordado a tiempo... Sin embargo voy a intentar plasmar aquí mis conocimientos, para que te sirvan de ayuda a ti, que has decidido entrar en contacto con la Madre Tierra, que estás convencida de que no puede haber comida más sana que la cultivada por ti o que quieres disfrutar de tu tiempo libre alejándote del estrés tecnológico, pero que no has cogido una azada en tu vida. LECCIÓN 1. APRENDE A LEVITAR Sí, mi querida amiga o amigo, para triunfar en agricultura debes poder volar, pues LA HUERTA NO SE PISA. Esta lección tan importante fue la primera que recibí, y me dejó completamente estupefacta. Resulta que al poner peso sobre la tierra la compactas, y esto hace que las raíces de la planta no puedan crecer cómodamente, ni oxigenarse bien y es peor para la absorción del agua de riego. Ya lo sabes, además de tu azada deberás conseguir una mochila-cohete o una estructura cableada que te permita trabajar colgada de ella, evitando que tus pies mancillen la bendita e inhollable huerta. Particularmente yo piso y que le den mucho por el culo. En ocasiones incluso me despisto y acometo con mi torpe piececito una plántula recién puesta, con el consiguiente desastre (que no se entere Bouvard).
GNOMOS JUBILADOS DEL VALLE DEL JUBERA
david romero Los gnomos jubilaos de este valle están acostumbrados a caminar por sendas de cabras, y sus piernas así se arquean, hechas a sacos de esfuerzo. Son gnomos de secano, de una tierra de piedra y arena. Siembran sus propias semillas, y las cuidan toda su vida por que disfrutan teniendo lo que siempre han tenido: pimiento y tomate para embotar el invierno; melón y sandía para beberse el verano; almendra, nuez, avellana, y otros frutos resecados, como higos o ciruelas, llenan colgantes sus alacenas; y miles de semillas de caparrón y garbanzo en cunachos de castaño y mimbre. Marmitas de oro digestivo. Las hierbas y setas mágicas las recogen del monte, de donde sólo ellos saben. Secretos entre zarzas. Tallan en cuerno los badajos de los cencerros, sólo por el placer de oír una cabrada, aunque ya no pastoreen. Son excelentes anfitriones, y gustan de comer sus propias creaciones, sencillas pero bien calientes, que quemen cuando pasen. Aprovechan el pan del día anterior, cuanto más duro, mejor, así limpian sus dentaduras. Persiguen caracoles con una hoz, y si alguno se les escapa, esperan pacientemente... a que el año que viene, no sea tan seco.
¡Qué saber enciclopédico proponía su cuerpo! Navegabas por sus flores acuáticas, te perdías por los secretos de sus lunas de invernadero, biólogo aventajado de los misterios del mundo. Mirarla era cartografiar la naturaleza. Mezcla de jardín apolíneo y selva dionisíaca o, sencillamente, trópico que encendía el inverno. Sus palabras eran flores volanderas, sus pensamientos te trepaban la apatía y de la vida componían una tierna enredadera. Taxonomía del deseo, hubiera querido yo hacerte. Llamarte pérgola que ilumina mi patio, fuente de mil lenguas, arrullo de pétalo o fruta merecida. Te quise paseándote en silencio, prefiriéndote salvaje, mi bosque encantado. EL JARDÍN BOTÁNICO
coke martínez
fernando de la iglesia
Ella era un jardín botánico. Por eso en sus besos crecían jacarandas o sus miradas insinuaban especies exóticas. Hay que decir que su sexo de orquídea fantasma era la delicia de los botánicos.
Acabáis de publicar “Fuego”, vuestro tercer trabajo con videoclip incluido, así que ya podemos trataros de usted. Ya sois veteranos de guerra, ¿qué tal se vive en la trinchera?
Mejor que sigáis tuteándonos, a más discos mayor posibilidad de cagarla. La verdad que uno o dos discos, desde el punto en que nos encontramos, es fácil hacerlos. Lo difícil viene cuando ya tienes una trayectoria, no sólo debes mantener el listón sino que has de renovarte y, entre tanto, no acabar tirándote los trastos a la cabeza con los compas del grupo o alguno de los piratillas con los que nos hemos encontrado cuando toca salir fuera. Seguimos en pie y con más fuerza y ganas que nunca.
dejémoslo para los curas o los políticos, no mola. Los primeros con los que procuramos ser críticos es con nosotros mismos.
Temática social aparte, ¿qué más os inspira?
El cine y las series son una buena fuente de inspiración, como no puede ser de otra manera. Por supuesto nos inspiran otros músicos y bandas de estilos muy dispares. La lectura o sentarse tranquilo en un meandro es también muy revelador. Pero lo que de verdad nos inspira es tocar en el local, improvisar, cuando estamos ahí metidos tocando cada uno a nuestro rollo es cuando salen cosas chulas. Igual nos tomamos unas cervezas mientras tanto o fumamos algo y salen cosas guays también, eso sí, hay que revisarlas al ensayo siguiente.
“Fuego” nos parece el mejor de todos vuestros discos. Habéis evolucionado hacia un sonido más hardcore, con dejes roc- Poseéis un directo demoledor. ¿Cómo lo hacéis? keros incluso y lo habéis hecho propio. ¿Qué novedades en- La verdad que es una cosa que intentamos cuidar siempre y por ejemplo nos contraremos respecto a los anteriores? ¿Evolucionar o morir? hemos planteado varias veces ir a los directos con técnico de sonido propio
Gracias por el halago lo primero. Las novedades son que para hacer “Fuego” no contamos con Dj como en los dos anteriores discos y además incorporamos otro guitarrista, Diego, que desgraciadamente para la banda nos ha dejado también hace unas semanas para dedicarse de lleno a su tarea docente musical. Hemos querido salirnos más de la línea vocal rap también. Consideramos que estamos en constante evolución pero a la vez lo hacemos de manera inconsciente; es bueno evolucionar porque quiere decir que hay trayectoria, pero tampoco es una cuestión de vida o muerte, hay bandas que no evolucionan y todos sabemos que es mejor que mantengan ese estilo y esa esencia que los hizo una banda o unos músicos a tener en cuenta. Todos tenemos en nuestras estanterías alguna porquería de disco que no vale ni para espantar a las palomas y eso es una auténtica putada ¿es mejor encasillarse o arriesgar y en pro de la evolución hacer una birria? Solo decir que esperamos no cagarla en próximas ediciones.
Muchas de vuestras letras son muy combativas, subrayan las injusticias que vivimos y señalan a las élites políticas y económicas como principales culpables. ¿Creéis que la población está asumiendo ese discurso o tenéis la sensación de predicar en el desierto?
La masa social no asume el discurso para subvertir el orden establecido si no que ese discurso transgresor se ha traducido en camisetas de los Ramones o los Misfits en Pull&Bear, Nike utilizando la portada de Minor Threat o Leticia Sabater rapeando. Hemos ido demasiado lejos, este sistema tiene la virtud de absorber cualquier disciplina o tendencia, por controvertida que sea, para controlarla y posteriormente usarla en su beneficio. Si bien es verdad que cada vez hay un sector social más amplio que cuestiona las cosas, también es cierto que tenemos muchas veces la sensación de cantar a la nada. Lo de predicar
pero solo hemos podido hacerlo en alguna ocasión, así que también debemos agradecerle a todos esos currantes que nos hacen sonar allá donde vamos. También hay que reconocer que llevamos unos euros gastados en equipo y eso evidentemente influye en sonar mejor.
¿Cuál sería la banda sonora perfecta del incendio?
“Always look on the bright side of life” de los Monty Python...o Ramoncín cantando “Come as you are “de Nirvana... ¡quién sabe!
Cerráis “Un grito de esperanza” con una versión –poco ortodoxa– del “When the man comes around” de Johnny Cash. Si viviese, ¿os correría a boinazos?
No tengís ninguna duda. Es un destrozo de tema. Preferimos echarle la culpa al que un día decide hacer un disco homenaje al “Hombre de negro” y piensa que una banda como la nuestra debe estar en ese disco. Nos gusta Cash pero sabíamos que era muy osado hacerlo, compartir el disco con bandas como Zarama, Los Carniceros del Norte, Vómito, Porco Bravo, Morfi Grei y tantas más terminó de convencernos. Sea lo que sea, ahí queda, al menos el homenaje es postmortem, así le ahorran el disgusto al hombre. Un detalle.
¿Hay vida después del “Fuego”?
Como dijo un sabio y mejor hombre “no vamos a heredar más que ruinas”, ese es nuestro trágico destino. Llegado este punto y tan mellados los cimientos de este mundo, lo mejor es arrasar con todo y empezar de cero. No hay otra.
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Peludo Corso
Dani & Roll
chavolar
por enseres de cocina iguales a él como, por ejemplo, otros platos. Desde mediados del s. XX, se vienen creando movimientos de liberación de platos y otros elementos de la vajilla de cocina (tijeras, por ejemplo), plasmándose fundamentalmente en el Día del Orgullo Chef. Reclaman salir del armario de la cocina. Suelen ser platos muy vistosos. Sagitario 1.m. Trabajador en hospital. Engermero. Julen Gossip
Homóplato U.t.c.s. Dícese del enser de cocina que tiene gusto
LA CHIMENEA FANZINE # 27 DICIEMBRE 2015
portada y contraportada de david romero Regalos de cortesĂa para negociaciones y posibles pactos en lachimeneafanzine@gmail.com facebook.com/LaChimeneaFanzine DL: LR 586-2015