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DIEZ CALAS DE IBIZA PARA ESCAPAR DEL BULLICIO / Ten Ibiza coves to get away from the bustle
.103 THIS IS IBIZA & FORMENTERA
“Hay una isla llamada Pitiusa que recibe esta denominación por la gran cantidad de pinos que allí crecen. Dividida en llanuras notables y montes, tiene puertos importantes, considerables paramentos de murallas y un gran número de casas bien aparejadas. La habitan bárbaros de todas clases, pero los más numerosos son los fenicios”. Así describía Ibiza el historiador Diodoro de Sicilia en el siglo I a.C. Hoy, 20 siglos después, las islas de Ibiza y Formentera pueden definirse asimismo por sus espectaculares playas y por una gastronomía de producto local que está viviendo una época dorada. Bienvenidos a las islas más bonitas del Mediterráneo.
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“There is an island called Pitiusa, given the name owing to the abundance of pine trees growing there. It is divided into large plains and low-lying hills, it has some major ports, considerable city walls and a large number of well-built houses. It is inhabited by Barbarians of all kinds, but the Phoneticians are by far the most numerous”. That is how the historian Diodorus Siculus described Ibiza in the 1st century BC. Today, 20 centuries later, the islands of Ibiza and Formentera, now in their golden age, can likewise be defined, but now for their spectacular beaches and cuisine based on local produce. Welcome to the most beautiful islands in the Mediterranean.
DIEZ CALAS DE IBIZA PARA ESCAPAR DEL BULLICIO
TEN IBIZA COVES TO GET AWAY FROM THE BUSTLE
Texto: Xescu Prats / Fotos: Vicent Marí
En la costa de Ibiza hay más de 80 playas y calas. Algunas son extensas y multitudinarias y ofrecen todo tipo de ambientes. Otras se hallan escondidas y emergen como pequeños paraísos para quienes anhelan tranquilidad y silencio. Aunque en ocasiones cuesta encontrarlas, aportan una perspectiva completamente distinta de la isla. Aquí van diez sugerencias.
The Ibiza coastline has more than 80 beaches and coves. Some are sprawling and crowded, with atmospheres of all sorts. Others are hidden little slices of paradise for those who seek peace, quiet and silence. Though they’re sometimes hard to find, they offer a completely different perspective of the island. Here are ten recommendations.
Cala Llentrisca
CALA LLENTRISCA
Escondida y abrupta, solo el trayecto que conduce hasta aquí ya merece la pena ser recorrido. Hay que descender desde la iglesia de Es Cubells por una estrecha carretera que serpentea por el acantilado y atravesar una urbanización de chalets que se asoman al precipicio. Luego, hay que caminar por un minúsculo sendero que desemboca en una cala pedregosa, en la que se apostan una veintena de varaderos que solo frecuentan los pescadores durante el fin de semana. En la orilla izquierda, la posidonia crece con tanto vigor que sobresale del agua y los fondos, de arena y rocas, exhiben un intenso color turquesa.
Hidden and abrupt, the trip out alone is worth it. To get there, head down from Es Cubells Church along a narrow road that meanders along the cliffs and cross through a neighbourhood of detached houses that line the edge of the cliffs. Next, you’ll have to walk along a tiny path that leads down to a rocky cove, where you will see some twenty fishing boat shelters that are only frequented by the fishermen at weekends. On the left-hand shore, the underwater Neptune grass meadow is so hearty that it pierces the water’s surface, and the sand and rock sea floors flaunt an intense turquoise.
SA PUNTA DES LLAÜTS
Al doblar el cabo de la también minúscula cala de Es Pou des Lleó, con su manantial horadado en el acantilado que ya aliviaba la sed de los marineros en la Edad Media, aguarda este rincón insólito. Allí, junto a Sa Punta des Llaüts, el mar, con su eterno vaivén, ha arrancado media luna de tierra dejando en el centro un rastro pétreo de cuatro columnas irregulares que componen un paisaje onírico. Y frente a los monolitos, algunos refugios marineros para tumbarse a admirar la costa rocosa del entorno y la majestuosidad del islote de Tagomago.
Follow the curve of the cape of the also tiny cove of Es Pou des Lleó, and nestled into the cliff of this unusual little spot, you will see a spring that used to quench the thirst of the seafarers in the Middle Ages. There, next to Sa Punta des Llaüts, the endless oscillation of the sea has dug out a semi-circle in the rock, leaving in the centre the stone traces of four irregular columns that form an oneiric landscape. And just in front of these monoliths, several fishermen’s sheds serve as a spot to lie down and admire the rocky coast around you and the majestic islet of Tagomago.
ES CANARET
Alcanzar esta cala no es tarea fácil, pues hay que recorrer un laberinto de caminos de tierra que ejercen como afluente de la carretera de Portinatx. Constituyen la mejor metáfora de la tranquilidad que buscaba Siegfried Otto, empresario teutón y acuñador de moneda, que la eligió para erigir su particular paraíso en Ibiza. Por eso, quienes consigan encontrar la “cala del alemán” descubrirán junto a la orilla una espectacular mansión con paredes de piedra talladas con tiralíneas y una llamativa torre encalada. Entre los varaderos y el islote, un rincón perfecto para disfrutar del sol y de sus impactantes y cristalinos fondos marinos.
Getting out to this cove is no easy task, as you’ll have to follow a maze of dirt paths that act as tributaries of the Carretera de Portinatx highway. This is the finest metaphor of peace and quiet sought by Siegfried Otto, the German businessman and minter who chose this place to erect his own private paradise in Ibiza. So, those who manage to find the “cala del alemán” [German’s cove] will discover along the shore a spectacular stone wall mansion with sculpted chalk lines and an eyecatching whitewashed tower. Amid the fishing boat shelters and the islet, you’ll find the ideal little nook to enjoy the sun and the striking crystal-clear sea floors.
RACÓ D’EN XIC
Por concurrida que resulte, parece imposible evitar el embrujo que desprende el horizonte plagado de islotes de Platges de Comte, una de las playas más impactantes de Ibiza. Sus dos principales orillas en agosto casi parecen un hormiguero. Sin embargo, un recoveco frecuentado por nudistas, conocido entre los ibicencos como Es Racó d’en Xic, resulta mucho más apacible y ofrece la misma panorámica de S’Espartar, y S’Illa des Bosc. Incluso cuenta con un chiringuito, rebautizado como Cala Escondida, donde picar algo o tomar una cerveza a la hora del crepúsculo.
As busy as this beach may get, it seems impossible to elude the spell of the islet-laden horizon at Platges de Comte, one of Ibiza’s most stunning strands. In August, its two main shores take on the resemblance of an ant’s nest. Nevertheless, a hidden little corner frequented by nudists and locally known as Es Racó d’en Xic is far more placid and offers the same panoramic view of the islets of S’Espartar, and S’Illa des Bosc. It even has a small beach bar renamed Cala Escondida, where you can have a bite or enjoy a beer at sundown.
PUNTA GALERA
Punta Galera (Sa Galera) marca el principio del Área Natural de Es Amunts, que abarca el tercio norte de Ibiza y aglutina algunos de sus paisajes más vírgenes. En esta antigua cantera de piedra la orilla ha quedado recortada y escalonada, formando terrazas a distintas alturas a manera de pequeños solárium. Aquí no hay un gramo de arena, ni falta que hace. Solo hay que lanzarse al mar desde los lisos rellanos, disfrutar de su agua cristalina y contemplar la curiosa forma de la punta que le da nombre, cuyo perfil recuerda al de un cocodrilo agazapado aguardando su presa.
Punta Galera sits at the border of the Es Amunts Nature Area, which sprawls over the northern third of Ibiza, housing some of the island’s most virgin landscapes. In this ancient stone quarry, the shoreline has been cut and tiered, forming terraces at different levels, which in turn act as small sundecks. You won’t find even a grain of sand here, nor will you need it. Simply jump into the sea from the smooth ledges, enjoy its crystalclear water and contemplate the odd shape of the point that lends its name to this place, the silhouette of which is reminiscent of a hidden crocodile lying in wait of its prey.
ES PORTITXOL
Algunos vecinos de Sant Miquel, nuestros vikingos del norte, descienden hasta aquí en moto por una vereda estrecha y adherida al acantilado. El resto solo se atreve a bajar a pie, aunque suponga media hora por trayecto. Por el camino las vistas se abren a la Punta de s’Àguila, la mole del Cap des Rubió y una tríada de escollos. En el último tramo del descenso ya se vislumbra Es Portitxol, uno de los más resguardados puertos naturales de Ibiza, con fondos transparentes y un estrecho paso que conecta con el Mediterráneo. Frente a los varaderos, aún hay pescadores que tienden ristras de pescado para secarlo al sol.
Some Sant Miquel locals, our Vikings from the north, ride their motorbikes down here along a narrow path that skirts the cliff. Everyone else only dares to descend on foot, even though the trip down alone takes half an hour. Along the way, the views open up to Punta de s’Àguila, the mass of the cape Cap des Rubió and a triad of reefs. Es Portitxol comes into view in the last section of the descent. This is one of the most sheltered natural harbours in Ibiza, with transparent seafloors and a narrow channel that connects with the Mediterranean. In front of the small boat shelters, there are still fishermen who still lay out their strings of fish to dry them in the sun.
ES PALLER D’EN CAMP
En el extremo de un cabo, entre las playas de Es Figueral y S’Aigua Blanca, se yergue Es Paller d’en Camp, un obelisco de roca negra, magmática y cristalizada, de diez metros de altura, a cuyos pies aguarda una orilla solitaria y rocosa frecuentada por nudistas que se alejan de los concurridos arenales aledaños. Junto a esta extraña columna hay una abertura que permite pasar a cada lado del estrecho cabo. Antaño la empleaban las mujeres de la zona para chapotear, ya que no estaba bien visto que se bañaran en compañía de los hombres.
At the end of a cape, between the beaches of Es Figueral and S’Aigua Blanca, sits Es Paller d’en Camp, a monolith of black crystallised magmatic stone that towers ten metres high. At its feet, a solitary, rocky shoreline frequented by nudists who shy away from the activity of the neighbouring sand beaches. Alongside this strange column, there is an opening in the stone, affording passage to the other side of the narrow cape. In the past, this cave was used by the local women, who came to enjoy a dip in the water, as swimming with men was frowned upon.
ES CUCÓ
La bahía de Porroig es la más grande y resguardada de la costa sur de Ibiza. Rodeada de acantilados, alberga una colección de calitas de cantos rodados y fondos oscuros de posidonia. El único rincón de arena y agua esmeralda es Es Cucó, una orilla apacible bajo un acantilado de arcilla roja. El sendero que desciende hasta aquí está perfumado por arbustos de romero y tomillo. Abajo, una orilla de piedras pequeñas que, ya en el agua, dan paso a una arena blanca y fina. Algunos pescadores han aprovechado el material maleable que conforma el acantilado para excavar refugios que disfrutan en verano.
The bay of Porroig is the largest and most sheltered bay on Ibiza’s south coast. Surrounded by cliffs, this beach encompasses a string of small coves with rounded stones and dark sea floors covered with Neptune grass. The only sandy corner with emerald water is Es Cucó, a calm shore that sits beneath a red-clay cliff. The path down to this beach is filled with the aromas of the rosemary and thyme bushes around it. Below it, a shoreline of pebbles that morph into fine white sand beneath the sea’s surface. Fishermen have used the malleable clay of the cliff to excavate shelters, which they enjoy in the summertime.
CALA MASTELLA
Este rincón de la costa de Sant Carles alberga uno de los chiringuitos míticos de pescado de la isla, el famoso ‘Bigotes’, donde aún se cocina con fuego de leña. Su orilla, escondida tras un tupido cañaveral, se encuentra, sin embargo, en otro extremo de la cala, unida al minúsculo puerto de varaderos donde se ubica el establecimiento por un sendero que sortea las rocas. La orilla, de arena en el exterior y piedras lisas dentro del agua, siempre suele estar tranquila. Sus dos vertientes representan, en todo caso, un viaje a esa Ibiza de antaño sin protocolos y donde el tiempo transcurría a otra velocidad.
This corner of the coast of Sant Carles is home to one of the island’s mythic beach huts for fish, the famous ‘Bigotes’, where they still cook over a wood-burning flame. Its shoreline, which is hidden behind a verdant reedbed, nevertheless sits at the other end of the cove, attached to the tiny harbour of boat shelters. Here, the eatery can be accessed via a path amid the rocks. With its sandy beach and smooth rock sea floor, this cove is virtually always peaceful and quiet. In any case, a visit to the two sides of this beach is a journey back in time to the Ibiza of yesterday, free of protocols and where time went by at a different pace.
MÁS ALLÁ DE SES SALINES
Ses Salines es uno de los arenales más bellos, extensos y concurridos de Ibiza. Está protegido por un cordón dunar y se halla en pleno parque natural, a continuación de los estanques de la sal. Sus rincones más íntimos, sin embargo, hay que buscarlos más allá de la playa, donde la costa se vuelve rocosa, camino de la torre de Ses Portes. Aquí los canteros del siglo XVI extraían piedra para construir las murallas de la ciudad y dejaron una sucesión de orillas recortadas donde se ha ido acumulando la arena. En una de ellas, un artista anónimo incluso ha tallado un inmenso bloque de arenisca moldeando múltiples formas y rostros.
Ses Salines is one of the longest, most beautiful, and busiest sand beaches in Ibiza. Sheltered by a chain of dunes, it sits in the middle of a natural park, just at the edge of the salt ponds. Yet to reach its most private corners, you’ll have to go beyond the beach, heading out towards Torre de Ses Portes, where the coast becomes rocky. Here, in the 16th century, quarry workers extracted the stone to build the walls of the city, leaving a succession of cut-out shorelines where the sand has gradually accumulated. On one of those beaches, an anonymous artist even sculpted out an immense sandstone block, forming different shapes and faces.