Plaza de la Constitución, CDMX, 26 de septiembre de 2022. Foto: Mario Olarte Suplemento Mensual n Número 306 n octubre 2022 33 aniversario HASTA ENCONTRARLOS
Mientras en este mundo cada uno siga siendo cada quién, dos hechos son lo único definitivo: se nace y se muere. De ahí que no haya peor desaso siego que el causado por los “desaparecidos”. Dicha figura idiomática moderna hereda la perversión del Holocausto perpetrado por los nazis, y de los holo caustos masivos que le han seguido, pero la desa parición de personas suele ser individual, dirigida. Después de 1970, en América Latina el monstruo de la “desaparición” (con el adjetivo legal de “forzada”) se disparó durante las dictaduras del Cono Sur, apenas precedidas por la “guerra sucia” del gobierno de Luis Echeverría en México. El poder se arrogaba el privile gio de “desaparecer” a sus oponentes o aquellos que amenazaban alguna zona de su megalomanía.
La prolongada marcha de Rosario Ibarra de Piedra buscando a su hijo Jesús con el escapulario de su rostro en el pecho se forjó en el Comité Eureka, como las heroicas Madres de la Plaza de Mayo en Buenos Aires, en una exigencia de verdad: la confirmación de si el hijo vivía, o no. En todos los casos, que podían ser cientos, o miles, el “desaparecedor” era el Estado. Y un padre, una madre, una familia siempre buscaron, esperaron, exigieron la “aparición” del hijo, la hija, el padre o la madre que faltaban. Estos movimientos han hecho historia.
Los nazis quisieron borrar a sus víctimas (enemi gos imaginarios) detrás de números fríos, y lo que lograron fue arrojar al futuro millones de héroes con
nombre y apellido. Los generales argentinos, urugua yos, chilenos, pretendieron “desaparecer” a los agita dores, los judíos rojos, los estudiantes, los guerrille ros, los escritores. Tanto las dictaduras como el PRI mexicano aprendieron que un nombre, una persona, deja rastros, se vuelve un vacío por llenar y siempre alguien lo busca.
Los tiempos criminalizados que estamos vivien do retrotraen el fantasma de las desapariciones bajo otros parámetros, con maldad indiscriminada y estadísticamente brutal. Caravanas, brigadas y colec tivos de buscadores vinieron a refrendar que nadie desaparece. “Hasta encontrarlos” es la determinación constante. Familiares, parejas y amigos de miles de nombres robados llevan lo que va del siglo XXI ca minando baldíos, bosques, desiertos y tiraderos en busca de los suyos. Tienen que aparecer ellos, o la prueba de que murieron. Un calvario por comisarías, morgues, burdeles, campos de cultivo esclavo. La búsqueda continúa más allá de las fronteras.
En México también desaparecen personas de Honduras, El Salvador, Guatemala. Somos un país de extravío para nuestros pueblos y los migrantes de las vecinas naciones hermanas. Tenemos sitios de infa mia como San Fernando, Campo Algodonero, Tetel cingo o el gran falso positivo de Cocula. Penetraron nuestro léxico del horror.
En medio de este panorama de cruel irrealidad, de incurables ausencias, el 26 de septiembre de 2014 ocurrió en Iguala un evento terrible: 43 estudiantes de la Escuela Normal Rural ubicada en Ayotzinapa fueron “desaparecidos” por las manos más oscuras del poder, además de los que fueron asesinados allí mismo. El hecho devino trauma nacional y escándalo internacional. Han transcurrido ocho años completos y la “desaparición” de los jóvenes indígenas y cam pesinos sigue tan imposible, y por ende inaceptable, como entonces.
El gobierno de Enrique Peña Nieto es culpable del crimen, al menos en parte, y es responsable de una mentira que por más que repitió y pagó no logró imponerse. Su “verdad histórica” es hoy un chiste. La noche de Iguala, y su larga cauda de eventos, monta jes y empecinamientos autoritarios sigue viva, y sigue impune.
En Iguala se comprobó a qué grado las estructu ras del Estado se encontraban asociadas, infiltradas o controladas por el crimen organizado durante los gobiernos recientes. La obstinación culpable del Estado mexicano se proyecta hasta hoy. El nuevo régimen declara correctamente “crimen de Estado” la operación masacre desarrollada por muchos actores en Iguala y localidades circundantes, mas no se pue de hablar aún de luto nacional, ni privado. El punto es que los muchachos no están y entre más se sabe de su destino menos parece saberse.
Los responsables dentro del aparato de gobierno en los diversos niveles de la época (Ejecutivo, altos mandos castrenses y policiacos, tribunales) siguen total o relativamente impunes.
Son las “desapariciones” un mal de nuestro tiem po. Duele en los huesos repetir “Hasta encontrarlos”, pero ese dolor, que sólo la verdad puede curar, man tiene viva la esperanza en los padres y las madres de los 43. Vivas están la rabia, la ternura, la exigencia de verdad y justicia.
U na historia paralela que se incluye en Ojaras ca este octubre nos lleva a Honduras. El pueblo garífuna también busca a sus desaparecidos políticos. Hace más de dos años cuatro activistas de la Orga nización Fraternal Negra de Honduras (Ofraneh) se encuentran desaparecidos. Alberth Snaider Centeno, Suami Mejía García, Gerardo Trochéz Cálix y Milton Martínez Álvarez defendían los derechos culturales y territoriales de las comunidades garífunas El Triunfo de la Cruz y Punta Piedra.
El 18 de julio de 2020 fueron secuestrados por más de 30 hombres armados y vestidos con el uni forme de la Dirección Policial de Investigación de Honduras.
El 11 de noviembre de ese año, los familiares de los cuatro jóvenes, junto a la Ofraneh, fundaron el Comité de Búsqueda e Investigación de los Desapare cidos de Triunfo de la Cruz (SUNLA), instancia basada en el derecho indígena.
En dolor y la indignación también hermanan a los pueblos americanos n
La Jornada
Directora
Publicidad:
Arte
Ojarasca en La Jornada
Dirección:
Coordinación
Edición:
Caligrafía:
Diseño:
Logística
Retoque
Corrección:
Versión
OCTUBRE 2022
General: Carmen Lira Saade
Marco Hinojosa
y Diseño: Francisco García Noriega
Hermann Bellinghausen
editorial: Ramón Vera-Herrera
Gloria Muñoz Ramírez
Carolina de la Peña (1972-2018)
Marga Peña
y producción: Ligia García Villajuana
fotográfico: Ricardo Flores
Héctor Peña
en Internet: Daniel Sandoval Ojarasca en La Jornada es una publicación mensual editada por demos, Desarrollo de Medios, sa de cv. Av. Cuauhtémoc 1236, Col. Santa Cruz Atoyac, delegación Benito Juárez, cp. 03310, México df. Teléfono: 9183 0300 y 9183 0400. El contenido de los textos firmados es responsabilidad de los autores, y los que no, de los editores. Se autoriza la reproducción parcial o total de los materiales incluidos en Ojarasca, siempre y cuando se cite la fuente y el autor. issn: 0188-6592. Certificado de licitud de título: 6372, del 12 de agosto de 1992. Cer tificado de licitud de contenido: 5052. Reserva de título de la Dirección General del Derecho de Autor: 515-93. Registro provisional de Sepomex: 056-93. No se responde por materiales no solicitados. Editado en Demos Desarrollo de Medios S.A. de C.V, Avenida Cuauhtemoc 1236, Colonia Santa Cruz Atoyac, C.P. 03310, México, df suplementojarasca@gmail.com Valencia St. San Francisco, California. 2015. Foto: Ojarasca 2 NADIE DESAPARECE
LOS FAMILIARES DE LOS 43, CON LA FRENTE EN ALTO OCHO AÑOS DESPUÉS
GLORIA MUÑOZ RAMÍREZ
Eloctavo aniversario de la desaparición forzada de los normalistas de Ayotzinapa devino en un partea guas en las investigaciones sobre el paradero de los jóvenes.
El centro de la lucha de estos años son, sin más, los 43 jóvenes normalistas desaparecidos por el Estado, y sus fami liares que no han claudicado ni un momento en la búsqueda de su paradero. “Han pasado 8 años de los hechos y lo que se juega ahora mismo es el derecho a la verdad y el derecho a la justicia. Los familiares han mantenido todo este tiempo la misma consigna: ‘Vivos se los llevaron, vivos los quere mos’, pues es el anhelo, la demanda de todos los familiares de desaparecidos en todo el mundo y hace referencia a que quien se los llevó, tiene que regresarlos”, subrayó Carlos Be ristain, integrante del Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI), en la presentación del cuarto informe de este organismo mandatado por la Comisión Interamerica na de Derechos Humanos (CIDH).
Beristain colocó al frente de todo el caso a los familiares de los 43, quienes continúan sin conocer el destino de sus hijos. Reconoció que aunque las investigaciones arrojan lu gares de posible inhumación y muerte, “sigue sin saberse el paradero”. Todo este tiempo, lamentó uno de los cuatro integrantes del Grupo de Expertos, “los familiares han teni do que enfrentar informaciones contradictorias... Han sido sometidos a una situación intolerable. No hay dolor peor que el de la desaparición forzada de un familiar, pues es una herida permanentemente abierta”. Estos padres y madres se preguntan hoy “si hay voluntad de resolver el caso y cuál es el compromiso de las autoridades para llegar al objetivo de saber dónde están los jóvenes”.
Durante la manifestación del octavo aniversario de la desaparición, fue precisamente ésta la demanda: “Señor pre sidente, queremos la verdad, porque mientras usted no nos dé prueba de que están muertos, nosotros seguiremos en las calles luchando por nuestros hijos, porque los amamos y los queremos de regreso”, dijo Blanca Nava, madre de uno de los normalistas. Y añadió: “Dicen que no hay indicio de vida, pero nosotros decimos que no hay indicio de muerte, porque no nos han dado prueba”.
“¿Qué piensa el gobierno? ¿Que se va a seguir burlando de nosotras?”, cuestionó frente a los miles de asistentes que llegaban a la plancha capitalina. “No nos van a dejar aquí abandonados como lo han hecho en otros casos. Queremos que todos caigan, desde el de abajo hasta el de arriba, que nos den respuestas, pero respuestas científicas”, advirtió la mamá de Jorge Álvarez.
Por su parte, doña Joaquina García, madre de Getse many, dijo que a pesar de que el gobierno federal declaró el 26 de septiembre como día de luto nacional, “las madres no sentimos ese luto porque no tenemos ninguna prueba cien tífica de que nuestros hijos están muertos”. Y es que entre la desaparición y la muerte hay una brecha enorme. La narra tiva oficial los lleva a enterrarlos, pero los familiares insisten en que mientras no les entreguen pruebas científicas nadie puede negarles su derecho a seguirlos buscando con vida. Hablan, por ejemplo, de que sus camas permanecen intac tas, de que no se ha sacado nada de sus roperos, de que sus artículos personales continúan en el mismo lugar. Y eso es lo que los y las mantiene en las calles.
Emiliano Navarrete, padre de José Ángel, a su dolor le suma el coraje. Y tira parejo. Terminó el voto de confianza a la actual administración, a quien considera también “culpable”, pues, aunque se dieron algunos avances, “cuando fue la hora de tocar al ejército, se vino para abajo, todos se echaron la bola y el Fiscal General de la República se desistió de las ór denes de aprehensión contra estos individuos”.
Navarrete se refiere a las 83 órdenes de detención que se dieron a conocer con bombo y platillo, entre las que se encontraban 20 militares, pero días después la misma Fis calía se desistió de 21, entre ellas las de 10 soldados del 27 Batallón que estuvieron en Iguala en los momentos de la desaparición.
“Hoy estamos lejos de obtener verdad y justicia. En las investigaciones sólo existen hip ótesis sin solidez proba toria... Hay líneas y más líneas de investigación que sólo aumentan nuestra incertidumbre y dolor. Como en el go bierno anterior, la jerarquía militar toma la tribuna política y desde ahí lanza amenazas contra quienes les imputan crímenes y violaciones a derechos humanos. Los militares se niegan a ser investigados pese a la existencia de pruebas que establecen su responsabilidad directa e indirecta en la agresión de nuestros hijos, mismas que han sido valoradas por los jueces que libraron órdenes de aprehensión. No quieren ir a rendir cuentas ante los jueces civiles, se sienten
intocables. Jueces y ministerios públicos sucumben ante el poder militar, cancelando órdenes de aprehensión que existían en su contra”, acusaron durante la lectura de su postura en el zócalo capitalino.
Las madres y padres, como señaló Carlos Beristain, están al tanto de todo, pues son sujetos y no objetos de esta his toria. Hilda Legideño, mamá de Antonio Tizapa, dio lectura sin tregua al comunicado del Comité de Padres y Madres de los 43: “… las imágenes de la violencia irracional de policías, soldados y delincuentes desplegada la noche del 26 de sep tiembre contra nuestros hijos golpean nuestra memoria en estos días. Sus acciones siniestras, desapareciendo y matan do a jóvenes que sólo querían ser maestros, ilustra la podre dumbre de las instituciones de un Estado decadente”. Y re mata: “Cuatro años del gobierno anterior y cuatro del actual han sido insuficientes para darnos verdad. La administración pasada se confabuló con policías, soldados y delincuentes, construyendo una investigación penal basada en tortura y manipulación de evidencias, para maquillar los hechos y ocultar el paradero de los 43. Por su parte, el gobierno actual pese a su compromiso de esclarecimiento, sólo ha presenta do avances parciales”.
Durante las jornadas de lucha alrededor del octavo ani versario, los familiares, compañeros y organizaciones y per sonas solidarias reclamaron a la Fiscalía la ejecución de la totalidad de las órdenes de aprehensión. Fueron a la emba jada de Israel para exigir la extradición de Tomás Zerón, ex director de la extinta Agencia de Investigación Criminal, acu sado de ocultar pruebas y torturar testigos. Y llegaron hasta la puerta 1 del Campo Militar, donde la consigna #FueElEjér cito se escuchó con fuerza ante la policía militar que salió a reprimirlos.
“Este gobierno criminaliza nuestra forma de lucha y pro testa. Se acude al fantasma de la infiltración e intereses aje nos para descalificarnos, invisibilizando e invalidando nues tro dolor y digna rabia”, advirtieron en una postura colectiva que reclama que “las guerras intestinas dentro del gobierno golpean a funcionarios que muestran compromiso con el caso, relegándolos y restándole mérito al trabajo que reali zaron, creando un ambiente enrarecido que frena el avance del caso”.
“Alzaremos nuestra voz, recorreremos las calles del país y elevaremos el nivel de nuestra lucha para lograr verdad y justicia”, dijeron, con la frente en alto, quienes ya nada tienen que perder n
Normalistas rurales durante la marcha por el octavo aniversario de la desaparición de 43 estudiantes de Ayotzinapa. CDMX, 2022. Foto: Mario Olarte
3 OCTUBRE 2022
CALENDARIOS ANTIGUOS, CICLOS ARTICULADOS
ANA MATÍAS RENDÓN
una tendencia a conocer los calendarios anti guos, para darles una continuidad e incluso para empa tarlos con el calendario gregoriano. Los esfuerzos han sido y son loables. Pero, más allá de los datos matemáticos y las fechas como columnas inamovibles, hay que revirar sobre los contextos históricos, sociales, simbólicos y cotidianos.
Existe
Y es que se trata de ver el mundo, entender el universo, con otros ojos, ampliar nuestros conocimientos y evitar los prejuicios. He aquí el punto crucial, porque, aunque se pien se que vivimos el mismo cosmos, aunque pensemos que se trata de la misma tierra, le damos un sentido diferente de acuerdo con nuestra cultura y sociedad. Aún más, ¿cómo po demos empatar conocimientos disímiles?
En las pesquisas interpretativas sobre los distintos calen darios, existen un par de inquietudes que no deberíamos de jar pasar: la desarticulación de los calendarios antiguos para ser estudiados de manera fragmentada, tal cual lo hacemos en la escuela o la academia cuando queremos conocer algo, dividiéndolo para entender una pequeña parte.
El calendario, lo vemos como si fueran dos: el calenda rio civil o agrario de 365 días (18 meses de 20 días cada uno, más los días aciagos), y el calendario ritual o adivinatorio de 260 días (13 numerales combinados con los días, algunos le llaman semanas). En realidad, es un solo calendario de dos ciclos articulados. Además de que cada pueblo, cada uno, te nía su propia cuenta, por lo que este calendario comprendía tantas variaciones como pueblos existían. Esto, sin tomar en cuenta otras diferenciaciones, como es el caso de los pueblos zapotecos, cuya medición estaba basada en el número 65, no en el 73 como el resto.
Esta forma de mirar cambia la manera de relacionarnos con los conocimientos antiguos, como sus implicaciones en nuestros saberes actuales. Articular los dos ciclos para formar el calendario antiguo nos arrastra a comprender un mundo más complejo, sobre todo a esforzarnos para entender otra episteme, como decimos en filosofía, porque ya no se trata sólo de empatar calendarios (primero, entre los que son pro ductos de las comunidades, luego con el calendario grego riano de 365 días), tratando de hacerlos encajar en nuestras ambiciones. Somos nosotros los que debemos cambiar nues tra dinámica de aprendizaje, descolocarnos.
Si separamos los calendarios, estaremos impedidos para vislumbrar toda la gama de respuestas que nos brindan; para in terpretarlos, hay que centrarnos en los simbolismos cultura
les y la lengua, pues es ésta la que nos permite abrir la puerta. Para entender una lengua o, por lo menos, sólo un concepto, es necesario ir a sus entrañas y, para ello, requerimos com prender los símbolos culturales y perseguir las transforma ciones de sentido, como los efectos de los cambios socio históricos, políticos y económicos. Si esto parece poco, hay que sumarle la respectiva alteración del medio ambiente, es decir, la Naturaleza y la Tierra, como el Universo, que influyen en las propias concepciones.
La forma de conocer no se limita a los grados escolares, por el contrario, los sobrepasa. Lo sabemos, cuando atende mos a la experiencia y la práctica como parte del conocimien to. Si bien en los países nacionales esto se observa de manera jerarquizada, en los pueblos, sobre todo los antiguos, era de manera relacionada.
Pero esto último se desecha, porque en cuanto se lee o se escucha que el universo estaba (está) dividido en cuatro (ocho, dieciséis, treinta y dos) partes, en horizontal y vertical, con sus respectivas triadas (horizontal y vertical) que, a su vez, tienen 13 y 9 partes (caso nahua, lo cual se diferencia con el maya), o bien, que, aunque podemos hablar del calendario mixe o calendario zapoteco, en realidad estamos hablando de calendarios mixes y calendarios zapotecos (todo en plu ral), entonces se va reduciendo todo a quimeras, fantasías y adivinaciones por la falta de capacidad para dejar nuestro plano epistémico y movernos en la multiplicidad.
Los calendarios registraban los conocimientos astronó micos, regulaban la vida administrativa, civil, religiosa, agra ria, pero también nos mostraban los simbolismos de la cultu ra, la forma en cómo todo se relacionaba: Universo, pueblo, persona. Si en Occidente aprendimos a mirar el universo a partir del antropocentrismo (el hombre es el centro del uni verso, dios creó el universo para él, el hombre es quien tiene uso de razón, etcétera), en los pueblos hay que girar para ver que la “persona” (no el hombre) es consecuencia del Univer so, por lo que su centralismo es un equívoco.
Además de que, lejos de partir del pensamiento dual (binarismo y dialéctica) para conocer, la dualidad se asume inherente e inevitablemente como parte del todo, es más, es multiplicidad: lo uno, es dos, dos siempre es cuatro, lo cual se vuelve ocho y así sucesivamente. La forma de pensar tam bién nos condiciona, por ello, pensar en/por/para/a través de la multiplicidad es un gran reto. Sólo que en los pueblos está de facto, pues la diferencia es lo común, y no la filosofía de la unidad (lo único e indivisible), que es la que impera en los países del Estado-nación.
Para equiparar conocimientos, debemos hacer a un lado una sociedad matemática o que se basa puramente en las
mediciones y el progreso, para afirmar otra manera de co nocer, adentrarnos en otras metodologías, en otros caminos, pues no se trata de uno solo, menos cuando asistimos a una pluralidad cultural y lingüística. Así que equiparar conoci mientos no se limita a una parte proporcional, sino a una red compleja de expresión de saberes.
Al revisar un calendario antiguo, debemos atenderlo como dos ciclos articulados, que también podríamos ver como tres círculos (numerales, días o soles, meses) que componen dos ciclos articulados, no como dos calendarios diferenciados (ci vil y adivinatorio) y, para tal fin, centrarnos en lo que nos dice el pueblo en particular. En caso de que seamos parte de este pueblo, también escuchar a nuestros antecesores, despoján donos de los sesgos aprendidos fuera de la comunidad.
Ahora, con las burlas y muestra del racismo en las redes sociales contra los saberes y conocimientos, sobre todo, ante las tentativas del Conacyt de poner a la ciencia y medicina de los pueblos en el mismo nivel que las disciplinas académicas, vemos cómo la clase intelectual del país, realizando posgra dos, piensa que éstos, si existen, sólo deben circunscribirse a sus territorios, cuando no erradicarlos lo más pronto posible. Si son incapaces de profundizar en otros conocimientos para entenderlos, no podemos esperar más de la clase política. En cuanto a la sociedad sin preparación académica, no las debemos poner en el nivel de estos grupos, pues muchos provienen o tienen orígenes en las comunidades indígenas, sin embargo, podemos notar en sus formas expresivas que, si bien están abiertos a escuchar y entender, requieren de más herramientas para empatar los conocimientos. Por lo pronto, pondré en duda las intenciones gubernamentales, puesto que, por un lado, se habla de respeto a estos saberes y, por otro, se despoja a las comunidades del territorio.
¿Los conocimientos astronómicos de los pueblos pueden contribuir al conocimiento universal? Claro que sí, pero es tán velados por un lenguaje de difícil acceso y por un tiem po que ha borrado algunas huellas, sin embargo, aún siguen aquí, como si fueran parte de un rompecabezas que espera a ser armado, a que aprendamos cómo interpretar los conoci mientos de sociedades disímiles n
AnA MAtíAs Rendón es autora de los libros Espacio-Tiem po Mixe y La discursividad indígena, además de los ensayos
“Contrastes de tiempos inconexos y simultáneos”, “El regis tro del espacio-tiempo mixe y su (re)inicio”, “Wallmapu: es pacio-tiempo mapuche”, entre otros. En su blog personal tiene algunas notas de divulgación sobre el tema: https:// anamatiasrendon.com/
OCTUBRE 2022
Centro Histórico, CDMX. Foto: Guillermo Bellinghausen
4
LA LUCHA POR LA INDEPENDENCIA EN ÑUU SAVI
JAIME GARCÍA LEYVA
La dominación colonial creó una resistencia abierta y tenaz que permitió a los indígenas man tener vigente su cultura ante el poder de los espa ñoles. Durante la época hubo rebeliones por los despojos de sus tierras, los abusos y la explotación laboral a que eran sujetos. Las formas de opresión social eran muy se veras. El trato hacia la población era de segregación, im posición de leyes y explotación económica.
En lo que actualmente se conoce como La Montaña de Guerrero y anteriormente la Sierra de Tlapa, los coloni zadores impusieron un orden administrativo, político, mi litar y religioso para sojuzgar a los pueblos indígenas. Fueron creados los pueblos cabecera, las encomiendas, las haciendas, las cofradías y las mayordomías. Los indíge nas ná savi de Potoichán, Cochoapa, Metlatónoc y diver sas poblaciones tenían que alimentar a los caciques espa ñoles, a la “gente de razón”, a las autoridades, a los gobernadores, a los alcaldes y a los curas. Eran aguadores, topiles, aportaban leña y madera para los alcaldes, hacían trabajos agrícolas y cuidaban los animales de los españo les. Por toda la carga de trabajo y explotación, los pueblos
originarios de La Montaña se incorporaron a la lucha in surgente por la independencia en 1810 respaldando al cura José María Morelos y a Vicente Guerrero, quienes utilizaron la región como zona de operaciones y de res guardo. Vicente Guerrero instaló su cuartel general en Atlamajalcingo del Monte y en Alcozauca, donde recibió ayuda militar, comida y pertrechos por parte de la po blación.
El sur fue escenario de batallas militares durante va rios años hasta 1821, cuando se establece una tregua en tre Vicente Guerrero y Agustín de Iturbide para pacificar el país y lograr la independencia. Durante las luchas re gionales, Tlapa, la población más importante en el plano económico y político, fue ocupada por los insurgentes pues siempre fungió como bastión conservador realista y aliado del poder virreinal.
En La Montaña de Guerrero existen vestigios, lugares, testimonios orales, memoria que se mantiene vigente y alude a la lucha insurgente. Los pueblos originarios fue ron un bastión importante para mantener viva la llama de la libertad suministrando carne seca, sal, agua, pino le, totopos, quelites, tortillas y alimentos para las tropas insurgentes. También aportaban información, recursos económicos, pertrechos, armas, leña, caballos y otros re cursos para sostener la lucha revolucionaria. En las caña das, montañas, ríos, cuevas, valles, casas y diversos lugares
sirvieron para el resguardo, descanso, aprovisionamiento de los rebeldes.
Algunos lugares donde Vicente Guerrero estableció campamentos, fuertes y lugares de resguardo fueron: el Cerro de la Cebolla (Yuku Tikumi, Xonacatlán), Yuku Canto, Yoso Nuni (Cerro del Cantón, Llano del Maíz, Tototepec), Yuku Ka´nu, La Purísima, Yityi Yita (El Cerro Grande, La Pu rísima, Atlamalcingo del Monte), Yita Kuaán, (Río Amarillo, Alcozauca), en Copanatoyac y otras poblaciones.
La abrupta serranía, la vegetación, los acantilados, los cerros y barrancas fueron defensas naturales que permi tieron la resistencia. Pero, sobre todo, los pueblos que se unieron a la lucha y aportaron a hombres y mujeres para ser libres del yugo de los españoles. Esta guerra de libe ración sólo pudo sostenerse con la participación decidida del pueblo. Koatyi Ka´nu (pelea, conflicto, guerra grande) es el concepto que aglutinó la inconformidad social y por ello respaldaron al ejército insurgente.
La independencia se consumó el 27 de septiembre de 1821. El país entró en una fase de imposición de nuevas re glas administrativas y en una etapa de independencia de la Corona española. Del poder virreinal se pasó al poder de los caciques regionales, hacendados y prefectos polí ticos. Los pueblos originarios de La Montaña no modifi caron mucho su situación social en la nueva etapa. Aún mucho por hacer y escribir sobre la historia n
Abajo: Bandera en el campamento Cerro La Lumbre, El Otate, Tlapa, Guerrero.
OTRA INDEPENDENCIA
En detalle: Placa en la casa que ocupó Vicente Guerrero en Alcozauca, Guerrero. Fotos: Jaime García Leyva
5 OCTUBRE 2022
POR QUÉ NO CELEBRAR LA INDEPENDENCIA DE GUATEMALA
KAJKOJ MÁXIMO BA TIUL
Estamos
a dos años de cumplirse los 500 años de la llegada de Pedro Alvarado a Guatemala. 500 años de haberse iniciado el despojo de tierras y te rritorios a los indígenas por parte de la iglesia católica y la corona española. Tiempo en el que se instaura el reparti miento de tierras e indios, donde se inicia el proceso para convertirlos en esclavos del imperio español y súbditos de la iglesia católica.1
Pedro de Alvarado2 es comisionado por Hernán Cor tés para conquistar e invadir Guatemala o el reino de la Nueva España, luego de haber dirigido la masacre del Templo Mayor en México. Llega a Guatemala en 1524, 3 para iniciar toda una historia de genocidio en contra de los pueblos originarios que vivían en ese momento en Guatemala, para quedarse con las tierras y las riquezas. Un hombre, ambicioso, corrupto y criminal, que luego promovió las grandes masacres en los territorios kaq chikel, k’iche, tz’utujil, pipil, lenka, entre otros. Inicia su sanguinaria empresa, invadiendo el territorio k’iche’ […] asesinando al jefe Tecum Umám, quien en ese entonces era el líder de un ejército, según las crónicas, de más de 70 mil hombres. 4
Alvarado y quienes llegaron con él en los subsiguien tes años comenzaron a constituir el grupo de españoles
americanos, como se les conocía en España. Éstos tuvie ron hijos que nacieron en Guatemala, que poco después constituyeron la clase criolla guatemalteca, de donde surgieron muchos corruptos y criminales. Los españoles americanos y los criollos, 5 como los Aycinena, Gálvez, Mo lina, Bedoya, del Valle, entre otros, comenzaron un movi miento para romper relaciones con la Corona española, con la intención de quedarse solos con el control del te rritorio y someter mucho más a los pueblos originarios, 6 apresurando la independencia, antes que los pueblos que estaban en constante movilización pudieran concretar una independencia más justa y humana.
Desde 1525 a finales de 1700, los peninsulares (los po cos españoles que aún quedaban en Guatemala), junto a sus hijos (criollos), no estaban de acuerdo con los cambios que estaba impulsando la monarquía sobre sus colonias. España estaba atravesando problemas económicos y po líticos a causa de las guerras y otras situaciones y ya no contaba con recursos para asumir los costos que conlle vaba tener colonias. Se había ya prohibido la esclavitud de los indios y que dejaran de pagar impuestos, cosa que no les convenía a los criollos guatemaltecos y centroame ricanos.
A los criollos no se les reconocía como ciudadanos españoles y los cambios promulgados por la Corona no les hacían ningún bien. Animados por la Revolución Francesa y las ideas como la libertad y la igualdad, la in dependencia de Estados Unidos y la de Haití, y de sentirse
que quedaban desprotegidos por parte de la Corona, co menzaron a impulsar movimientos independentistas en América Latina, como el de Centroamérica, que da como resultado la independencia de 1821, su anexión a México y su posterior independencia de México en 1823.
Entre finales de 1700 hasta 1821, en todo el territorio centroamericano se dieron múltiples levantamientos de pueblos originarios y algunos criollos que estaban en contra de los movimientos independentistas mera mente criollos. La historia nos presenta algunos como el de Atanasio Tzul, 7 Lucas Akiral en Totonicapán, 8 Tu pac Amaru en Perú, Tupac Katari en Bolivia, quienes se opusieron a las grandes cargas tributarias y abusos de autoridades españolas en la región. 9 Otro movimiento emblemático en Guatemala fue la Conjura de Belén, dirigida por el sacerdote indígena Tomás Ruiz, donde se involucró Manuel Tot, líder q’eqchi, quienes fueron ejecutados por la Capitanía General al mando de José Bustamante y Guerra, porque estaban promoviendo una independencia que tomaría en cuenta a los pue blos de Centroamérica y no sólo para unos pocos, por lo consiguiente, en contra de la independencia criolla. Éstos fueron traicionados por algunos criollos y el clero de la iglesia católica.
Los criollos fundaron sus Estados y su República Crio lla. La misma que no ha cambiado en su estructura hasta ahora.10 Se construye la idea de identidad nacional, ba sada en la identidad criolla, la idea de la “guatemalidad”,
OCTUBRE 2022 PASA A LA PÁGINA 7 OTRA INDEPENDENCIA
Mural en el barrio The Mission, San Francisco. Foto: Ojarasca
6
que tanto daño nos ha hecho. Se reconoce la iglesia católica como la única religión, el único idioma era el español y la es tructura de Estado, de Nación y de República es de raigam bre criolla.11 Comienza la relación latifundio y minifundio y se fortalece la “pobreza de los pueblos originarios”.12
Años después se comienzan a buscar otros elementos que podrían darle valor a la identidad, como son los símbo los patrios (la bandera, el himno nacional, el quetzal, la ceiba, etcétera), que siguen siendo símbolos criollos, que esconden la verdadera realidad del país, que se reproduce después de estos 200 años o de más de 500 años.13 Los héroes y próce res son criollos y en su mayoría hombres.14 Las mujeres y los indios sin ser reconocidos, considerados súbditos del Estado naciente, hasta hoy.
Entonces por qué no debemos celebrar la independen cia. En primer lugar, porque no es independencia de Gua temala, ésta es la gran mentira que nos han hecho creer y que sigue reproduciendo el sistema educativo y los medios de comunicación. La independencia sólo sirvió para que los criollos se desligaran de la Corona española, para esclavizar
y explotar a los pueblos indígenas y a las mujeres, acumular riquezas para ellos y convertirse en los oligarcas y burgueses de nuestro país. Desde ese momento comenzaron a contro lar el Estado guatemalteco, promulgando su primera Consti tución en 1825.
No se debe celebrar, porque en esta fecha se consolidó la usurpación, el despojo, el robo de nuestra tierra y territorio, de nuestra identidad, que ya había comenzado con el repar timiento y la encomienda. Nos convirtieron en trabajadores explotados y mano de obra barata, serviles de los ricos y bur gueses. Y para robarnos más tierras, promovieron genocidio, etnocidio, epistemicidio, tierricidio, además de crear leyes discriminadoras, explotadoras y represivas, como las que ahora pretende aprobar el congreso, dirigido por corruptos y criminales.
Estos años de supuesta independencia han significado para pueblos originarios y las mujeres, espacio y tiempo de racismo, discriminación, subdesarrollo, explotación, pobre za, mala educación, bajos niveles de salud, falta de vivienda, migración, violencia, muerte y represión.
Cada 15 de septiembre debería ser el espacio y tiempo para pensar, reflexionar y construir rutas posibles, para re fundar el país, la nación y el Estado de Guatemala. Buscar el camino para construir un espacio donde quepamos todos. Un nuevo país, un nuevo Estado donde quepan todas las naciones. Un nuevo Estado debe tener como objetivo la de volución de las tierras y territorios que le han ido quitando a los pueblos desde hace muchos años. Un nuevo Estado debe reconocer la autonomía y en algunos casos la libre determi nación de los pueblos. Un Estado en donde acabemos con la corrupción y la impunidad y que su institución no sea contro lada por el crimen organizado.
Como afirmamos al conmemorarse los 200 años de la independencia criolla, que no hay motivo para celebrar, sino para protestar, para manifestar y para unir esfuerzos, para construir la verdadera y la única independencia. Esa independencia debe nacer de las mentes, corazones y es tómagos rebeldes. Se debe trazar la ruta para promover la independencia de los de abajo. De los nadies, de los ningu neados n
notAs:
1. George W. Lowell et al, Atemorizar la Tierra, Pedro de Alvarado y la Conquista de Guatemala, 1520-1541, F&G Editores, Guatemala, 2016.
2. En Cuba obtuvo su primer botín, que consistió principalmente en una encomienda de indios que le proporcionaron tributos y servicios personales; https://dbe.rah.es/biografias/6864/pedro-dealvarado, visto última vez el 9 de agosto de 2022.
3
. Jean Piel, Sajcabaja, Muerte y Resurrección de un pueblo de Guate mala, Guatemala/México, Centro de Estudios Mexicanos y Centroa mericanos, México, 1989.
4. Ibidem
5. “Las viejas familias herederas de la Conquista fueron perdiendo terreno en lo económico y en lo político, pero las nuevas genera ciones de criollos, sin alcanzar nunca más las altas posiciones de mando, lograron, eso sí, enriquecerse y retener la posición que ha bía correspondido a los antiguos criollos”. Severo Martínez Peláez, La Patria del Criollo, PDF.
6. “Los criollos tardíos, protagonistas centrales de la Independen cia de Guatemala, lucharon siempre en torno de lo mismo —con servación y ampliación de la propiedad territorial y del control del
indio—”, Severo Martínez Peláez, La Patria del Criollo, PDF.
7. Como afirma José Ordóñez Cifuentes en su ensayo “Insurrección de 1820 en el Partido de Totonicapán”, fue una “insurrección en tanto que constituyó un levantamiento contra la autoridad pública, contra el gobierno establecido y en búsqueda de una substitución del poder político”. https://archivos.juridicas.unam.mx/www/bjv/ libros/2/819/12.pdf, visto última vez el 10 de agosto de 2022.
8. José Chaclan, El juicio contra Francisco Atanasio Tzul, Lucas Aguilar, compañeros y compañeras de Totonicapán. La memoria de los años 1820-1821, Editorial Servi Prensa, Guatemala, 2021.
9. Ibidem
10. Cuando apelamos a la historia, no es para echarle la culpa. La idea es, si no sabemos desde donde comenzó a construirse este modelo de Estado y que tienen sus efectos en la actualidad, enton ces no desarrollaremos un nivel de conciencia de que esto debe cambiar de raíz y no sólo de forma. Porque Guatemala, lo que nece sita no son reformas, sino cambios profundos.
11. La primera Constitución de Guatemala de 1825 dice: Artículo 2. Forman el Estado los pueblos de Guatemala reunidos en un solo
cuerpo. Artículo 3. El Estado de Guatemala es soberano, indepen diente y libre en su gobierno y administración interior. Artículo 39. El gobierno del Estado es republicano, popular, representativo. Ar tículo 45. La religión del Estado es la católica, apostólica, romana, con exclusión del ejercicio público de cualquiera otra. Artículo 46. 1.
Todos los habitantes del Estado, naturales o naturalizados en cual quiera de los otros Estados de la Federación que fueren casados o mayores de dieciocho años, siempre que ejerzan alguna profesión útil, o tengan medios conocidos de subsistencia.
12. José Chaclan, “La propiedad de la tierra. El proceso de compraventa en Totonicapán, 1800-1821”, en Primer Congreso de Estudios Mayas, 7 y 9 de agosto de 1996, Cultura de Guatemala, Año XVIII, Vol. I, enero-abril 1997.
13. Algo así como el concepto de la comunidad imagina Benedict Anderson, Comunidades Imaginadas, Fondo de Cultura Económica, México, 1993.
14. Sólo basta darse un paseo por toda la avenida Reforma de la ciudad capital, en donde encontramos estatuas que, en su mayoría, representan la blancura y el modelo patriarcal de la nación.
VIENE DE LA PÁGINA 6 OTRA INDEPENDENCIA
Mural en el barrio The Mission, San Francisco. Foto: Ojarasca
7 OCTUBRE 2022
PADRE MARCELO: “LA TIERRA GIME DOLORES DE PARTO”
RAÚL ZIBECHI
“Estamos
viviendo algo similar a los tiempos de Jesús. Los romanos no tenían piedad. El narco no tiene piedad”, sentencia el padre Marcelo Pérez, sentado en el comedor de la parroquia Nuestra Señora de Guadalupe, en San Cristóbal de las Casas, Chiapas.
La iglesia se levanta en lo alto de un montículo al que se llega resoplando por los 79 escalones cuesta arriba. La re compensa es una vista panorámica estupenda, de montañas arboladas sobre la ciudad blanca colonial. En medio, como articulando el manto natural y las piedras urbanas, la iglesia rodeada de una plaza enjardinada donde encontramos al pa dre Marcelo, siempre rodeado de personas que lo consultan y le piden consejo.
Marcelo se formó en la diócesis de Tuxtla Gutiérrez, a la que define como “muy conservadora”, pero fue enviado a Chenalhó en 2001, donde su vida pegó un vuelco. “Acteal me dio la luz”, dice con firmeza. La masacre de Acteal, el 22 de diciembre de 1997, con su saldo de 45 tsotsiles asesinados mientras estaban orando a manos de paramilitares formados para combatir al EZLN, sigue teniendo una brutal presencia en el municipio y en toda Chiapas.
“Tenía miedo pero pude ver que en Acteal las personas son libres. Soy pastor pero las ovejas son muy valientes. Me uní con ellas para denunciar la impunidad y para luchar con tra el proyecto Ciudades Rurales del gobierno de Juan Sabi nes”, sigue el padre, en un relato que lo va llevando desde los años de formación al compromiso con su pueblo.
Rechaza estar inspirado por la Teología de Liberación y recita los cuatro pilares de su pensamiento y modo de hacer: la realidad que afrontamos, la palabra de dios ante ella, la po sición de la iglesia y los compromisos que se deben asumir. “Hablar de teología de la liberación es meterte en conflictos”, asegura de forma pragmática.
Luego vuelve a su tema: “Acteal me convirtió”. El dolor que nace cuando escucha a los sobrevivientes, a María, a Zenaida, a mujeres y varones que perdieron a toda su fami lia. “Cómo decirles que dios los ama”, exclama el padre. Por eso no se inspira en la palabra bíblica, en la teoría que nace del texto sagrado, sino que toma otro rumbo, “llorar con los que lloran, sufrir con los que sufren” y, sobre todo, “caminar con ellos”.
el cAMino no es cAMbiAR de pARtidos
Estuvo cerca de la muerte cuando conectaron un ca ble con el tanque de gasolina del vehículo, lo que hizo que aceptara su traslado a Simojovel, donde llegó un 5 de agosto de 2011. “Empezó a venir gente a contar sus dolo res, las muertes. Ahí descubrí que los delincuentes tienen acuerdos con las autoridades y las denuncias provocaron amenazas”.
El 8 de marzo organizó una peregrinación de mujeres contra la venta de drogas que se hacía al lado de la presiden cia municipal. Lo acusaron de guerrillero y hasta de zapatista, pusieron precio a su vida hasta que en 2014 el municipio y el PRI intentaron movilizar a la población en su contra, con muy poco seguimiento popular.
Un punto de inflexión fue la peregrinación de 15 mil per sonas en octubre denunciando a la familia Gómez Domín
guez, que entró en escena a través de sicarios que realizaron atentados y una campaña mediática contra el padre Marcelo, que los llevó a ofrecer un millón de pesos por la cabeza del sacerdote de Simojovel (https://bit.ly/3DIAWbp).
En el citado comunicado, el Pueblo Creyente concluye que los cambios no vienen de un partido “sino de la socie dad civil, los pueblos originarios, la clase pobre y media na”, y denuncia que Chiapas “se aproxima a un estallido social”.
Su forma de acción es la convocatoria de peregrinacio nes, a las que asistieron decenas de miles de creyentes, y las denuncias contra autoridades y políticos. Consiguió que los Gó mez Domínguez no ganaran las elecciones municipales pero fue demandado por difamación ante la PGR, aunque recono ce que “el camino no es cambiar de partidos”.
En los años siguientes se sucedieron plantones de la po blación y asesinatos del crimen organizado, siempre prote gido por las autoridades. “El 12 de diciembre de 2017 tuve la misa más triste de mi vida, por la muerte por frío y hambre de dos ancianos”. Sigue el desplazamiento forzado de comuni dades enteras, más violencia y muertes, bombas y disparos. Pero la población siguió resistiendo.
L
as palabras van rodando sobre la mesa tendida con un almuerzo sencillo. Nos envuelve su entusiasmo y la sinceridad de su dolor. “Los sobrevivientes saben leer, ahí está la luz”. Imposible no olvidar palabras muy similares pronunciadas décadas atrás por el asesinado monseñor Os car Romero, que se expresó de manera muy similar al padre de Chenalhó: “La sangre de Rutilio Grande me convirtió”, dijo en referencia al mártir del movimiento campesino sal vadoreño.
La conversión del padre Marcelo lo llevó a caminar con el pueblo campesino. No sólo acompañó a las víctimas sino que también denunció a los autores materiales e intelectua les de la violencia, lo que provocó persecución por parte del gobierno de Chiapas. “En 2008 le metieron fuego a la casa parroquial, luego dañaron las bujías y las llantas de mi coche, y el 12 de diciembre de 2010 dos jóvenes me golpearon en la calle”, relata con calma.
EL 3 DE JULIO FUE ASESINADO MARIO SANTIZ LÓPEZ. EL 5 DE JULIO DE 2021 CAÍA ASESINADO SIMÓN PEDRO PÉREZ LÓPEZ, CATEQUISTA Y EXPRESIDENTE DE LA DIRECTIVA DE LA SOCIEDAD CIVIL LAS ABEJAS DE ACTEAL, QUE PROMOVÍA LA NO VIOLENCIA, POR EL DELITO DE ACOMPAÑAR A LAS COMUNIDADES TSOTSILES DE PANTELHÓ
En mayo de 2017 se crea el Movimiento Indígena del Pueblo Creyente Zoque en Defensa de la Vida y el Territo rio (ZODEVITE) y en junio se realiza una masiva peregrina ción hacia Tuxtla Gutiérrez contra las concesiones mineras y de hidrocarburos, ya que el gobierno mexicano pretendía concesionar a empresas extranjeras más de 80 mil hectáreas afectando a más de 40 ejidos y comunidades.
La movilización fue una nueva derrota de los planes de arriba, pero la violencia continúa. Para 2021 se registraron en Pantelhó más de 200 muertes por el crimen estatal-organiza do, en un municipio de apenas 8 mil 600 habitantes en Los Altos de Chiapas.
El 3 de julio fue asesinado Mario Santiz López. El 5 de julio de 2021 caía asesinado Simón Pedro Pérez López, catequista y expresidente de la directiva de la Sociedad Civil Las Abejas de Acteal, que promovía la no violencia, por el delito de acom
OCTUBRE 2022 PASA A LA PÁGINA 9
Marcelo Pérez, sacerdote católico de los Altos de Chiapas. Foto: Frayba
8
pañar a las comunidades tsotsiles de Pantelhó. En el velatorio Marcelo acusó al “narco-ayuntamiento”, o sea a la alianza entre el Estado y el crimen organizado.
Aunque le pidió a las comunidades que “no caigan en la tentación de la venganza”, el 10 de julio salió un comunica do del grupo armado “El Machete” creado por las comuni dades como autodefensa ante la violencia. El 26 de julio de 2021 miles de personas encapuchadas tomaron la cabecera municipal, 19 hombres fueron enseñados en la plaza central con las manos esposadas por tener vínculos con el crimen organizado.
Aunque fue una acción colectiva comunitaria (un es tallido de abajo), que al parecer no fue convocado por El Machete, la Fiscalía General de Chiapas emitió una orden de aprehensión contra el padre Marcelo por la desaparición de 19 personas en Pantelhó. No les importó que el sacerdote
estuviera ese día en otro lugar, en Simojovel, que siempre llamara a la paz y que llegara el día después para calmar los ánimos.
es lA vidA del pueblo, no lA MíA
posible frenar la violencia porque los policías son sicarios, porque “tenemos un narco-Estado”. Está convencido que la violencia se va a agravar y que después vendrá cierta calma, pero a costa de mucha sangre.
L
a orden de aprehensión sigue vigente. En octubre fue trasladado a la iglesia de la Guadalupe, donde aho ra explica quiénes están provocando violencia y muerte. “Las autoridades son cómplices del narco. Han buscado la forma de callarnos, a través de amenazas de muerte y de difamación en redes sociales. Se siente miedo, pero eso no me detiene”.
En su análisis de la situación, este indígena tsotsil que lle va 20 años como sacerdote en Chiapas sostiene que no es
Sostiene que estamos en medio de la tormenta, que no se soluciona con más tormenta sino buscando otros caminos. Desconfía de los poderes y de los poderosos: “Si me matan a mí es un escándalo, pero si matan a un campesino no pasa nada. Si ayuda dar mi vida, aquí estoy”, concluye.
Antes de despedirnos apela a una frase bíblica, asegu rando que los dolores que atravesamos son “los gemidos del parto”. Coloca sus principios y valores por delante de su pro pia vida: “No acepto guardaespaldas. Va en contra del Evan gelio que alguien muera para que yo viva. No es mi vida sino la del pueblo”. En el anca del saludo final, se confiesa: “No confío en la policía” n
OCHO AÑOS DE VIOLENCIA PARAMILITAR CONTRA ALDAMA, CHIAPAS
se sabe, hace ocho años vivimos en desplazamien to permanente e intermitente por agresiones armadas por grupos paramilitares que operan en el Sector Santa Martha (municipio de Chenalhó, Chiapas). La situación empezó en 2016 por una disputa de 60 hectáreas y provocó desplazamientos forzados permanentes de las familias que vivían dentro de ellas.
Como
Durante estos años vivimos una situación crítica ante las agre siones armadas, en donde han resultado varios heridos y muertos por arriesgarse de ir a trabajar en sus parcelas, transitar en los cami nos o el simple hecho de estar en el interior de nuestros hogares, donde han resultado heridos niños, niñas.
El gobierno y la fiscalía del estado han hecho caso omiso a nuestras exigencias: desarticulación y castigo al grupo de corte paramilitar.
Han sido falsas las promesas de los gobiernos estatal y fede ral. La falta de seguimiento a la construcción del tramo carretero “2 kilómetros” y el puente Tabac, desastrosamente inconclusa, producto de la muerte del compañero Domingo Santiz Jiménez y demás heridos, por los constantes disparos desde diferentes puntos de ataque que tienen estos grupos armados, hacia nuestras comu nidades y vías de acceso.
Nos condicionaron a dividir las tierras. Nosotros como pueblo de Magdalena aceptamos estas condiciones y hemos cumplido. En el otro lado, Santa Martha no ha cumplido ninguna petición.
Omisión y complicidad del gobierno con los grupos armados: Tras la visita de la CIDH (12 de julio) el gobierno estatal justificó la detención de 10 personas de presuntos grupos armados de Santa Martha. De acuerdo al Registro de Nacional de Detenciones estas personas no aparecen como detenidas, sólo disimuló sus deten ciones, fueron sólo un rato y la fiscalía los dejó en libertad. Ahí se ve la complicidad del gobierno y la fiscalía con los grupos arma dos en dejarlos en libertad. Mientras que las agresiones armadas continúan. n
Extractos del comunicado público de la comunidad tsotsil de Magda lena, municipio de Aldama, Chiapas.
Un joven originario de Santa Martha participa en una reunión con autoridades del gobierno estatal de Chiapas y el federal para encontrar solución al conflicto entre las comunidades de Santa Martha y Aldama. Santa Martha, Chenalhó, 2019. Foto: Isaac Guzmán (Facebook)
VIENE DE LA PÁGINA 8 9 OCTUBRE 2022
LA VOZ DEL PUEBLO DE MAGDALENA ALDAMA
MARTÍN MARTÍN VÁSQUEZ
historia de lucha y dignidad, pero también de despojo y racismo, comentó.
nación muy antigua y milenaria. Nuestros abuelos se asen taron en estas tierras desde hace muchísimo tiempo y, por eso, como sucede con otras identidades mayas, la defensa de nuestra historia, identidad y territorio es primordial. Creo que ese es el síntoma común y el que nos ha dejado pervivir.
JJ: ¿Cómo comienza Martín Martín Vásquez a explorar el arte como una herramienta de denuncia e interpelación?
MM: Me gustaría hablar primero de cómo tuve mis pri meros contactos con el arte. Porque sé que hay muchos ar tistas con conceptos potentes, que conocí más reciente mente, pero ¿influyó en mí el arte europeo? No, eso es colonialismo. Comencé siendo artista cuando comencé a tejer mi indumentaria, tuve mis primeros contactos con el arte cuando veía a las mujeres de mi comunidad tejer, can tar, hacer música o exponer sus ideas. Cuando saqué mi pri mer trabajo de arte “conceptual”, a los 17 años, muchos me criticaron, me decían que no era arte porque no se había visto algo similar en San Martín Chile Verde. Entonces co mencé a preguntarme ¿en qué categoría está lo que hago? Investigué y encontré la palabra “performance”, que poco me interesa, pero que sirve a otras personas para nombrar lo que yo hago y estar en sintonía con las interpretaciones que tenga la gente; que lo vean como performance. Veo lo que hago como acciones de aprendizaje frente a los pactos culturales, políticos y económicos con los que el Estado pre tende alienarnos.
JJ: En recientes declaraciones has afirmado que el arte contemporáneo debe estar al servicio de su contexto, de su lugar, alejado de las galerías citadinas que nada tienen que ver con sus protagonistas ¿Cuál es tu concepto del arte contemporáneo?
A los 17 años un joven maya mam encontró en el arte una herramienta de denuncia y aprendizaje sobre los procesos históricos que han configurado y atravesado al pueblo mam de San Martín Chile Verde, Quetzalte nango. Una historia que, dice, es común para todos los territorios de Abya Yala.
En esta conversación con Martín, se percibe su profundo sentido de responsabilidad en torno a lo que hace, pues está consciente que tanto la obra como los espectadores forman parte de un todo al que él pertenece y es a partir de esta pre misa que propone la destrucción de las categorías protago nista/espectador, pues en realidad sus acciones, dice, son por y para la comunidad.
Martín
Martín Vásquez describe sus acciones artísticas como “procesos de conocimiento y reconciliación con nuestra historia”, una serie de performances que exploran simbólicamente la historia de su territorio y que desde 2017 ha llevado a cabo en su natal San Martín Chile Verde, Quetzaltenango, un municipio del occi dente de Guatemala.
¿Cómo comenzó su necesidad por manifestarse a tra vés del arte? Martín dice que los procesos culturales y coti dianos de los mam están impregnados por el arte. En 2018 inició un proceso de investigación y relectura de su historia (que es una historia común a su territorio) para proponer ac ciones artísticas que, pedagógicamente, hicieran reflexio nar a su generación sobre la historia que los atraviesa, una
Aunque sus acciones pueden ser interpretadas como “arte contemporáneo”, Martín Martín prefiere escapar a esas categorizaciones que considera occidentales. En cambio re flexiona sobre las características y dinámicas que persisten en las prácticas artísticas que históricamente han realizado las comunidades maya mam para encontrar puntos comunes a lo que hace, y tomarlos como una ruta para sus acciones. En este camino ha encontrado que todo es posible desde una clave comunitaria.
JJ: ¿Cómo observas el contexto actual e histórico que atravie sa a las comunidades mam de San Martín Chile Verde y cuál podría ser el síntoma común con las comunidades mayas?
MM: Primero está nuestra cultura, idioma, indumentaria y creencias. Es un hecho. Nos atraviesa de dónde venimos y quiénes somos como personas mam. Las tramas políticas que nos encasillaron dentro de un departamento y una nación son poco importantes para nosotros, porque los mam somos una
MM: Creo que el arte debe ser como lo han propuesto nuestros pueblos desde siempre. Desde la cotidianidad. Insis to en esta parte porque nuestro vivir cotidiano está lleno de expresiones de arte ¿Quiénes la valoran? No queremos que lo que hacemos sea entendido desde la mirada de “lo contem poráneo”, por eso digo que nuestro arte no es para quienes se juntan en galerías a tomar vino, sino también para los que tomamos atol, para quienes vemos estas prácticas desde lo comunitario, porque el sentido occidental del arte es, sobre todo, mercantil. El arte contemporáneo occidental también lo es. Por el contrario, en los pueblos hacemos arte para apre ciar, para espiritualizarnos, nuestras prácticas abordan conoci mientos, respeto a la naturaleza e historia, y todo esto sin pedir nada a cambio, cuando organizamos fiestas, hay bailes, cantos y prácticas que se organizan sin dinero de por medio, sólo la necesidad de compartir nuestras filosofías y sentires. Todo es comunitario y por eso el arte de los mayas es y ha sido invalua ble, no buscamos ponerle precio. Ése es mi concepto.
JJ: A propósito de tu respuesta, si el arte de nuestros tiem pos tiene que corresponderse con el contexto que lo atra viesa y en este sentido tomar un papel más beligerante y menos romanticista como lo hemos visto con otros auto res mayas. ¿Qué crees que está haciendo la escena del arte contemporáneo en Guatemala?
MM: El arte que vemos en las galerías tiene un enfoque mercantil, que curiosamente no vende. Esto pasa porque se trata de imitar a los europeos, desde sus estéticas, preocupa ciones y desde sus propuestas, eso pienso. En cambio, el arte que proponemos, quiere generar más conocimiento y hacer memoria de lo que sabemos, ese es su fin, hacemos arte para enseñar, para resguardar nuestro conocimiento.
JJ: En tu acción performática “Maya Mam por autonomía y guatemalteco por decreto” haces una fuerte crítica a las
OCTUBRE 2022 PASA A LA PÁGINA 11
Performance “Maya Mam por Autoidentificación y Guatemalteco por decreto”. Autor: Martín Martín
10
JUAN JOSÉ GUILLÉN
ARTE DE DENUNCIA, APRENDIZAJE Y MEMORIA DESDE EL TERRITORIO MAM
identidades impuestas y la aculturización, dos dispositivos impulsados por el proyecto de nación. ¿Qué reflexiones encontrás en el acto de cortarse el pelo?
MM : “Maya Mam por autonomía y guatemalteco por decreto” fue una acción en la que reflexioné mucho sobre los términos en los que se nos obliga a adoptar la nacio nalidad. A los mayas nunca nos preguntaron si queríamos ser guatemaltecos, nunca nos preguntaron si antes nos considerábamos, como en mi caso, integrantes de la nación mam, en la firma de la paz no estuvimos, en las decisiones de Estado no somos considerados. Entonces, concluyo que esta “identidad” fue una imposición que no escogimos, porque en la práctica no formamos parte ni tenemos voz para los gobiernos. Cuando decidí cortarme el pelo en esa acción trataba de hacer ver la crueldad con la que se nos pretende aculturizar, despojarnos de nuestra autoidenti dad sin preguntarnos si estamos cómodos o de acuerdo con la identidad impuesta. Existen pruebas de cómo este Estado ha pretendido ladinizarnos históricamente. Por eso propongo regresar a nuestros procesos, evaluar cuáles son las intenciones del Estado para con los pueblos, eso hice en mi acción.
JJ: Tu más reciente obra consistió en la evocación a una práctica bastante común durante el siglo XIX y aún el XX: los blancos eran transportados en las espaldas de gen te maya, tu acción está basada en un hecho cuya carga histórica aún pervive hasta nuestros días ¿Qué buscabas exponer en “Independencia criolla para el robo de tierra indígenas”?
MM: Seguimos cargando a los ricos y blancos a costa de nuestras tierras, a corruptos. Mi acción era para llamar a nuestros pueblos a que analicen lo injusto de cargar a esta gente a costa de nuestra dignidad. Mi acción no sólo signi ficó cargar a un ladino como sucedió hace años cuando los principales de mi comunidad tuvieron que cargar a cuestas a un ingeniero para que delimitara nuestras tierras comunales, esto lo hicieron mis abuelos para defender nuestro territorio a costa de su propia dignidad, ya que también tuvieron que caminar hasta la ciudad capital para exigir que se delimitaran sus tierras. Por eso cargar este objeto también significa estar subyugados al capitalismo, a la cultura impuesta, al sistema eurocéntrico, porque no se corresponde con nuestra rea lidad, pienso mucho en cómo pisotean nuestra dignidad, y eso sigue sucediendo como hace cientos de años. También es importante mencionar que este performance fue comu nitario, recibí ayuda de fotógrafos y muchas otras personas para realizarlo, por eso no puedo decir que sea una acción únicamente mía, fue una acción política desde su fin hasta su construcción.
JJ: Qué piensas de la producción artística adscrita a las aspiraciones y estéticas occidentales, ¿encuentras aspi raciones y suplantaciones? ¿Cuáles son tus reflexiones al respecto?
MM: Creo que existen otras urgencias de las cuales ha blar desde el arte. Lamentablemente como sucede con otras prácticas, el aspiracionismo hacia lo occidental se mantiene presente y en cambio cuando quieren hablar de lo propio lo hacen desde la apropiación siempre cómoda y fácil de tomar para ellos. Creo que mientras el arte siga viéndose como un producto mercantil, algo a lo que se le puede poner precio, más allá de algo de lo que aprender y reflexionar, esto no va a cambiar.
JJ: Tu obra artística es una indagatoria en nuestro pasado colonial, caracterizado desde su racismo y segregación. ¿Qué reflexiones atraviesan a tu cuerpo y te impulsan a crear estas obras desde la conciencia histórica?
MM : Al crear mis obras, mi trabajo es el de investigar y contar. La documentación es importante para llegar a la gente de la mejor forma, porque creo que deben saber lo que nos ha pasado y nos está pasando. Lo que intento ha
cer es algo muy pequeño, “una pincelada pero con sólo un pelito del pincel”, con esto me refiero a que mis acciones están protagonizadas y forman parte de todo un cúmulo de implicaciones, de procesos y vivencias. Mi obra más recien te enfatiza la importancia de las acciones concretas de lo que hacemos, también a quienes han ayudado a curar esta obra desde lo comunitario. Somos gentes que nos impulsa mos entre nosotros. Para mí es muy gratificante el trabajo grupal, a veces le digo a los míos: “ayudáme a leer esto que estoy proponiendo y si vos entendés esto, la gente lo va a entender”, por eso mis obras son comunitarias, porque es para favorecer a la comunidad, mi pueblo. Nunca lo he he cho para que me paguen, no es así como vemos al arte, sino que ponemos este conocimiento sobre la mesa, no sólo lo pongo yo, lo pone mi territorio y sus historias, para apren der, para que conozcamos nuestra historia con todas sus luces y sombras. Juntos n
https://www.prensacomunitaria.org/2022/09/martin-
VIENE DE LA PÁGINA 10
Performance “Maya Mam por Autoidentificación y Guatemalteco por decreto”. Autor: Martín Martín
Performance “Maya Mam por Autoidentificación y Guatemalteco por decreto”. Autor: Martín Martín
OCTUBRE 2022 11
martin-vasquez-arte-de-denuncia-aprendizaje-y-me moria-desde-el-territorio-mam/
DESAPARECIDOS GARÍFUNAS: LA BÚSQUEDA NO TERMINA
EN EL MARCO DE LAS PROTESTAS EN RECLAMO POR LA APARICIÓN DE CUATRO COMPAÑEROS Y POR
AUTODETERMINACIÓN DE LOS PUEBLOS Y SUS TERRITORIOS SAGRADOS, EL CÓDIGO PENAL DE HONDURAS VUELVE A SER USADO PARA CRIMINALIZAR A QUIEN BUSCA JUSTICIA, TIERRA Y LIBERTAD
Hace
más de dos años que cuatro compañeros ga rífunas, integrantes de la Organización Fraternal Negra de Honduras (Ofraneh), se encuentran desa parecidos. Más de dos años de lucha por la exigencia de su aparición con vida y por los derechos de las defensoras y los defensores del territorio garífuna.
Alberth Snaider Centeno, Suami Mejía García, Gerardo Trochéz Cálix y Milton Martínez Álvarez son personas que defienden los derechos culturales y territoriales, así como la propiedad común de las tierras ancestrales de las comunida des garífunas de El Triunfo de la Cruz y Punta Piedra, que son sólo algunas de las comunidades de este pueblo con más de doscientos años en el país.
El 18 de julio de 2020 fueron secuestrados por más de 30 hombres armados y vestidos con el uniforme de la Dirección Policial de Investigación de Honduras.
El 11 de noviembre de 2020, los familiares de los cuatro jóvenes, junto a la Ofraneh, fundaron el Comité de Búsque da e Investigación de los Desaparecidos de Triunfo de la Cruz (SUNLA), instancia basada en el derecho indígena, en la que se reúnen instrumentos y experiencias interdisciplinarias para evidenciar y luchar contra los diversos mecanismos de violen cia que sofocan a las comunidades garífunas en el norte del país. Su lucha en particular es contra la desaparición forzada.
A pesar de la exigencia a nivel nacional e internacional de que SUNLA haga parte del proceso de investigación, y a la resolución de la Corte Interamericana de Derechos Humanos que ordena al Estado centrarse en la búsqueda e investiga ción del paradero de los compañeros, el Ministerio Público sigue negándose a esto y a la creación de una Fiscalía Espe cial para la Desaparición Forzada. Ha decidido jugar de parte de los intereses del poderío turístico y del monocultivo que sigue despojando a los pueblos garífunas de sus tierras an cestrales, culpabilizando y criminalizando a las organizacio nes en lucha.
El pasado 9 de agosto, en el marco del día de los Pueblos Indígenas, Ofraneh, junto al pueblo garífuna y otras organiza ciones indígenas y de derechos humanos de Honduras, reali zaron una protesta pacífica en las instalaciones del Ministerio Público de la capital del país, denunciando la inoperancia de los entes investigativos por parte del Estado. Luego de un par de horas al interior del ministerio público, sin ser atendidos por el fiscal general ni por ningún otro funcionario, Miriam Miran da, coordinadora de Ofraneh, y las compañeras y compañeros del pueblo garínagu, leyeron conjuntamente un comunicado en que aclaraban las razones de su presencia en el lugar: la res titución de sus derechos ancestrales territoriales, el respeto a su identidad y la autonomía para recuperar la paz y la seguri dad en sus comunidades, y denunciar el trato racista que viven los pueblos indígenas por parte de las instituciones.
Es a partir de esta acción de protesta y denuncia del pue blo garífuna que la Fiscalía Contra los Delitos Comunes y la Agencia Técnica de Investigación Criminal deciden hacer una serie de requerimientos jurídicos de investigación, diciendo que obedecen a ordenes de superiores, contra miembros de la comunidad garífuna, integrantes y coordinadores del Consejo Cívico de Organizaciones Populares e Indígenas de Honduras (Copinh), coordinadoras y miembros de la Ofraneh a SUNLA y a casi todos los presentes ese día, nombrando en específico a tres personas: Miriam Miranda, coordinadora ge neral de la Ofraneh, Edy Tábora, miembro de la mesa jurídica de SUNLA y abogado de la Ofraneh, y Luther Castillo, miem bro de la Ofraneh y ministro de Ciencia y Tecnología, alegan do los delitos de perturbación del orden público y privación ilegal de la libertad.
Dialogando con Edy Tabora, uno de los acusados y fun dador del bufete Justicia para los Pueblos, que ha tomado la defensa de los implicados, nos hizo notar que los cargos por los que se acusa fueron rectificados en el Código Penal, en los años del gobierno narcomilitar de Juan Orlando Her nández para mejorar las herramientas represivas contra los movimientos en defensa de la tierra, que al seguir viviendo y resguardando sus territorios de los megaproyectos son acu sados de usurpación de la tierra, del agua, el bosque, etcé
tera, por las grandes empresas nacionales y trasnacionales. Y que en el momento que las organizaciones se manifiestan contra estas medidas represivas en las instancias estatales o gubernamentales son acusados de perturbación del funcio namiento de las instituciones públicas, o abiertamente del orden público.
Y ahí es donde podemos ver la situación que está atra vesando Honduras, porque en México lo vivimos hace no mucho tiempo, ese momento complicado, triste para algu nos, difícil de aceptar para otros, en que el espejismo de los gobiernos progresistas empieza a dejar caer la capa de las promesas que lo llevaron al poder y a revelar su incapacidad de transformación.
El abogado Tábora nos dijo: “Pareciera que debieron acabarse las denuncias con el ingreso del nuevo gobierno, pero no, y ahí creo que está uno de los grandes problemas. Entonces las herramientas de criminalización existen, las ins tituciones que criminalizan siguen vigentes, y con las mismas personas que durante los últimos 12 años lo han hecho sin ningún control”.
El congreso lleva ocho meses en funciones y una de sus principales promesas fue la revisión del Código Penal, cons tantemente rechazado por la sociedad hondureña, que sigue fungiendo como un aparato para la represión de los movi mientos sociales, en particular de las organizaciones en de fensa del territorio.
Ahora, en el marco de las protestas en reclamo de la apa rición de los cuatro compañeros y por la autodeterminación de los pueblos y sus territorios sagrados, el Código Penal vuelve a ser usado para criminalizar a quien busca justicia, tierra y libertad.
Pero como dice Miriam Miranda: “Ellos que no entienden y vienen a decirnos después de 500 años que no entende mos, ¿y por qué seguimos vivos? Porque conocemos lo que queremos y sabemos nuestros derechos. Van a seguir persi guiéndonos, judicializándonos y criminalizándonos, pero no nos van a hacer desaparecer, que es lo que quieren ellos. Han querido desaparecer a todos los pueblos originarios y no han podido” n
OCTUBRE 2022 12
HELENA SCULLY GARGALLO
LA
BI NAX ’ØY TSUTSI MUKPA’DØKAY / LOS SUCCIONADORES DE LOS SENOS DE LA TIERRA Chivis (Silviano) Jiménez
Døx ’øn ’ixpøkpa nax ’øy tsutsi mukpa’døkay nax ’øy tsutsi mukpa’døkay neji ’ang’itxukpa teji wøjø’ y ya wøjø’ nax ’øy tsutsi mukpa’døkay Døx ’øn ’ixpøkpa nax ’øy tsutsi mukpa’døkay
Møjmø nax ’øy tsutsi mukpa’døkay ’øy ’okjongøxukam kø yaja’k jama nax ’øy tsutsi mukxukø Døx ’øn ’ixpøkpa nax ’øy tsutsi mukpa’døkay
Dey, møjmø nax ’øy tsutsi mukpa’døkay ’øy kertsøkxukpa ’eak nax jaton komaxan, bi muxukpa’k pøndøkay, bi jamatin numxukpa’, Døx ’øn ’ixpøkpa nax ’øy tsutsi mukpa’døkay
Teji nax ’øy tsutsi mukpa’døkay jamatin ’øy ixpøkxukøgo ’øy ’okjongøxukam ke nax ’øy tsutsi yajak jama ’øy mukxukø Døx ’øn ’ixpøkpa nax ’øy tsutsi mukpa’døkay
Møjmø awindøkay nax ’øy ’angpøn tsutsi mukpa’døkay Kom kumkuy ’øy ixpøkøxukøgo yay ’otongøxukpam Biy witawin nax ’øy ’angpøn tsutsi mukpa’døkay Døx ’øn ’ixpøkpa nax ’øy tsutsi mukpa’døkay
Teji nax ’øy tsutsi mukpa’døkay tokoyxukø’ ’øy win bi jama ’øy kø’oba’kgøxi y yay ’ixpøkxukam biy awindøkay yay kotsonkuy tsi’xukpa biy awindøkay, yay tsamam bi ney ’angpøn bi nay ’øy tsame tokoypa ’øy nøki bi tsuji ’øy ma’ixi gøxi Døx ’øn ’ixpøkpa nax ’øy tsutsi mukpa’døkay
Yo sólo conozco a los succionadores de los senos de la Tierra Los succionadores de los senos de la Tierra tienen nombres. Hay buenos y malos succionadores de los senos de la Tierra Yo sólo conozco a los succionadores de los senos de la Tierra
Muchos succionadores de los senos de la Tierra se han olvidado Que antaño fueron succionadores de los senos de la Tierra Yo sólo conozco a los succionadores de los senos de la Tierra
Ahora, muchos succionadores de los senos de la Tierra Creen en los Santos ajenos de la Tierra, En quienes saben, en los corruptos Yo sólo conozco a los succionadores de los senos de la Tierra
Hay succionadores de los senos de la Tierra que conocen las ‘heces del sol’ Y se olvidan que antaño succionaron los senos de la Tierra Yo sólo conozco a los succionadores de los senos de la Tierra
Varios hermanos que amamantaron la lengua de la Tierra conocieron las grandes urbes ya no hablan a los compañeros que continuan amamantando la lengua de la Tierra Yo sólo conozco a los succionadores de los senos de la Tierra
Hay succionadores de los senos de la Tierra que se perdieron Sobre las ‘heces del sol’ (dinero) y ya no reconocen a sus hermanos No ayudan a sus gentes, no hablan lengua de nuestra Tierra. Las palabras de la Tierra se van muriendo sobre los sueños de la noche. Yo sólo conozco a los succionadores de los senos de la Tierra
chivis (silviAno) JiMénez, zoque de Chimalapa por sus orígenes, es maestro y doctor en lin güística por el Centro de Investigaciones y Estudios en Antropología Social (CIESAS); sus diserta ciones de grado han sido sobre lengua y gramática de la familia mixe-zoqueana.
Ciudad de México, 26 de septiembre de 2022. Foto: Mario Olarte
OCTUBRE 2022 13
FRENTE AL DESARROLLISMO DE “IZQUIERDA”,
Y
MINGA DE COMUNICACIÓN DEL PROCESO DE LIBERACIÓN DE LA MADRE TIERRA*
para que los llamados “invasores de tierras” desalojen los predios. El anuncio de una Reforma Agraria fue el telón de fondo para iniciar estos nuevos intentos violentos de des alojo. Aunque este anuncio fue dirigido a movimientos de recuperación de tierras en todo el país, el foco está en el nor te del Cauca, donde las comunidades indígenas nasa del PLMT vienen liberando tierras acaparadas por la industria cañera desde el 2014.
amenaza que dichos conflictos podrían desembocar en una “guerra civil”.
Al cumplirse las 48 horas, este 2 de septiembre, el Esta do atacó con ejército y Esmad,1 no hubo media hora de diálogo, como había prometido el nuevo gobierno, la tanqueta entró disparando gases. Más tarde el ejército disparó sus armas de largo alcance contra las comuni dades que liberamos la Madre Tierra, tampoco hubo diálogo. Hace 17 años, el 2 de septiembre de 2005, fue Uribe quien ordenó al Esmad y al ejército dispararnos sus armas. Este nuevo gobierno es de izquierda, el gobierno de Uribe era de derecha. Después de ocho horas de intento de desalojarnos de una de las fincas en proceso de liberación, el Esmad y el ejército de la democracia más antigua… no lograron desalojarnos, aquí seguimos, desde aquí lanzamos esta carta al mundo. (No nos vamos: ésta es nuestra casa para vivir y luchar II, PLMT) 2
Así empieza la reciente carta del Proceso de Libe ración de la Madre Tierra (PLMT, Norte del Cauca, Colombia) donde se denuncia uno de los ataques por parte de la fuerza pública hacia las comunidades libe radoras, al terminarse el plazo de 48 horas que dio el nuevo gobierno de Gustavo Petro y Francia Marquez en Colombia
El norte del Cauca es un vórtice donde se enfrentan dos visiones del mundo, donde se da una lucha de los pueblos en contra de la modernidad colonial y el sistema de muerte que es el capitalismo. Por un lado, la industria cañera, uno de los sectores “más productivos” de Colombia, monopoli za y explota las tierras del valle, bajo el discurso del Desa rrollo. Del otro lado, las comunidades nasa, arrinconadas en las laderas dentro de resguardos, bajan al valle a recuperar, a liberar la tierra esclavizada por la industria para sembrar comida, vivir ahí y para que vuelva a brotar la vida. Todo esto en un contexto donde se mueven distintos actores armados —fuerza pública, disidencias de la FARC, grupos paramilitares relacionados con el narcotráfico, así como milicias armadas que defienden los intereses del ingenio azucarero— en medio de los cuales las comunidades nasa y su guardia indígena, los Kiwe Thegna, que no usan armas, desenvuelven su lucha.
En los últimos tiempos, las élites y el sector cañero han creado una estrategia mediática para sembrar confusión y legitimar una ofensiva violenta y represiva contra las co munidades en resistencia y el PLMT en particular, atizando conflictos antiguos entre distintas comunidades en el terri torio. Estos conflictos fueron creados por la misma lógica de despojo y acaparamiento de tierras en la región. Ahora se
Este escenario confuso, revuelto, es el resultado de cinco siglos de despojo por parte de los que se adueñaron de estas tierras. Ahora, como suceden en otras partes del continente, se acusa a las comunidades en búsqueda de la recuperación de su territorio ancestral de “invasoras” y de no respetar los títulos de propiedad privada, individual, creados por el Estado colonial moderno. Habría que recordar quiénes fueron los in vasores primeros, con sus modernas formas de construir una política y una economía de concentración inimaginable de tie rra y riqueza. Frente a esto, el PLMT tiene ancladas sus raíces en la historia previa a la instauración del Estado independiente, emana de la lucha justamente contra la conquista:
Este 2 de septiembre cumplimos 17 años de haber retomado las vías de hecho para luchar por la tierra, una lucha que tie ne raíces en 1538, cuando nuestro pueblo decide declararle la guerra a los invasores. Los invasores se apoderaron de nuestra tierra y nos desplazaron hacia las montañas, los invasores hi cieron del despojo una forma de vida, el cómo de su civiliza ción, y hoy tienen en su poder las tierras más fértiles y tienen documentos que prueban que son propietarios y son un po der organizado que mueve los hilos de la política y la econo mía y la justicia y los medios de comunicación en Colombia para mantener los documentos al día y explotar más y más la Madre Tierra hasta quitarle la piel y chupar su sangre y escar bar en sus entrañas y a esto le llama progreso, desarrollo. (No nos vamos: esta es nuestra casa para vivir y luchar II, PLMT ).
Desde los procesos independentistas frente a la Corona es pañola hasta el actual avance extractivista en nombre del
OCTUBRE 2022 PASA A LA PÁGINA 15
Liberador y mariposa. Foto: Minga de Comunicación del Proceso de Liberación de la Madre Tierra, Colombia
14
LA LIBERACIÓN AVANZA
REVERDECE EN COLOMBIA 03 de octubre de 2022
“Desarrollo”, en general las élites no han cedido un metro de tierra por caridad o benevolencia. Al contrario, desde la inde pendencia y la abolición de la esclavitud, han desarrollado nuevas estrategias para despojar de tierra a las comunidades indígenas primero y luego también a las afrodescendientes asentadas en el valle geográfico del río Cauca, arrinconán dolas en las laderas o en cascos urbanos a la orilla de los ca ñaduzales. Al abolir la esclavitud, instauraron el sistema del terraje 3 para seguir explotando a las comunidades indígenas y afros. Alambraron y se adueñaron de tierras comunitarias, teniendo la ley de su lado. Al inicio del siglo XX, el capitalismo agrario se intensificó en el Valle y muchos pequeños propie tarios perdieron sus tierras frente al latifundismo de la caña y el ganado. Sus opciones para sobrevivir eran la migración a las ciudades o vender lo único que les queda, su fuerza de trabajo, para seguir viviendo arrinconados.
Pareciera que el destino “natural” de ese inmenso valle es el monocultivo de caña de azúcar, única posible fuente de desarrollo económico. Monocultivo, desierto verde que se extiende sobre cerca de 400 mil hectáreas en el suelo que alguna vez fue un Bosque Seco Tropical y que hoy gasta 25 millones de litros de agua por segundo.
El desarrollismo, que goza de perfecta salud en gobiernos tanto de derecha como de izquierda y que sirve de excusa para justificar tanto despojo, busca defender la propiedad privada frente a otras formas de redistribución de la tierra, así como de otras formas de habitar estos territorios.
Ante la agenda del desarrollismo, las acciones concretas del PLMT surgen desde el ser nasa. Se trata de liberar la Ma dre Tierra que hoy se encuentra esclavizada por la industria cañera. Por eso las comunidades entran a las fincas y orga nizan mingas (tequios, trabajo colectivo) de corte de caña. Erradicar el inmenso monocultivo de caña es una parte de la Liberación, pero el trabajo continúa en ejercicios en minga de largo aliento para generar alimentos y también para que se vaya recuperando el monte, vuelvan a crecer los árboles, brote el agua, regresen los animalitos que también fueron
desplazados. Se siembra maíz, yuca, plátano, frijol, huertas y también se pastorea ganado, que ayuda arrancando las raí ces recias de la caña para que no vuelvan a brotar con la si guiente lluvia. La Liberación es un espacio de defensa de la vida, donde desde lo cotidiano los mayores y mayoras van hilando lo que saben con prácticas actuales.
Hasta la fecha se han realizado cinco Marchas de la Co mida, que es como le llaman a la práctica de ir a los barrios más marginados en las grandes ciudades, donde viven todas aquellas personas que han sido víctimas del desplazamiento forzado por la guerra o la pobreza, para compartir lo cose chado en tierra liberada. Estas cosechas son las que se salvan de los múltiples ataques del Esmad que, en cada intento de desalojo, destruye los cultivos.
Volver a tejer la memoria ancestral de los alimentos pro pios, de su cuidado, de la forma en la que se producen, no es tarea fácil por el quiebre que la colonial modernidad ha tenido en la memoria y en las formas de vida. Lo mismo pasa con la tierra: cansada, erosionada después de tantos años de recibir todos los paquetes tecnológicos de la Revolución Ver de para la caña. Ante estas realidades, se han lanzado cam pañas como la de las abejas y semillas, que es un esfuerzo calculado a 200 años para que vuelvan las abejas nativas y se resguarden las semillas propias.
También se han realizado tres Encuentros internaciona les de Liberadoras y Liberadores de la Madre Tierra, donde se han reunido personas, colectivos y organizaciones de todo el país y del mundo para conversar, tejer luchas e inter cambiar prácticas para que desde cada rincón del mundo se siga liberando la Madre Tierra. Así se avanza, sin prisa, pero sin pausa.
Con estos pasitos, pero sobre todo con la fuerza y la de terminación que les ha permitido no ser desalojados en los más de 400 intentos violentos por parte de distintas fuerzas represivas, estatales y paraestatales, la Liberación se man tiene y avanza llevando a la acción y al reverdecimiento, lo que ningún Estado ha cumplido nunca. Ni cuando ha habido
sentencias de la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), como la que jamás se ejecutó después de la masacre de veinte compañeros y compañeras en la finca “El Nilo” en 1991. Ningún gobierno ha cumplido hasta la fecha con dicha sentencia de la CIDH. Tal vez ése sería un mejor punto de arranque para una Reforma Agraria y no las 48 horas para los desalojos.
De forma paralela a la represión directa por las fuerzas del Estado, las élites de terratenientes e industriales tam bién financian y atizan el fuego del “conflicto interétnico” y lo plantean como una posible causa de una “guerra civil” entre indígenas, afrodescendientes y campesinos por la tie rra. Todo esto dentro de un contexto violento de por sí por las distintas fuerzas paramilitares, de mercenarios y narco traficantes no sólo disputándose el control territorial, sino también disparando contra la comunidad liberadora, como ocurrió en Chimán el pasado 24 de septiembre, donde un ataque paramilitar dejó 10 liberadores heridos. Ciertamen te, la estrategia de sembrar rencor entre las comunidades y dividirlas no es nueva, como tampoco el armar paramilita res para atacar procesos de lucha. Sin embargo, lo que se busca en este caso es legitimar ataques contra el PLMT con golpes mediáticos. Por eso es importante hacer del conoci miento público que las fincas en proceso de liberación son de terratenientes, no de comunidades afrodescendientes y campesinas:
Ahora sembraron la mentira que le estamos robando la tierra a nuestros vecinos de las comunidades afrodescendientes que viven arrinconadas en las orillas de los cañaduzales: lo que po demos decirles con toda certeza es que el documento de las 24 fincas en proceso de liberación figuran a nombre de Incau ca, el más grande propietario, y de otros terratenientes, o su tierra está arrendada a Incauca u otros ingenios procesadores de caña para azúcar o agrocombustibles. (No nos vamos: esta es nuestra casa para vivir y luchar II, PLMT ).
En un escenario más amplio, el de la devastación de nuestra casa común, la Madre Tierra, dentro de lo que algunos lla man el Antropoceno, Capitaloceno o Plantacionceno, resistir a estos desalojos y seguir liberando la Madre Tierra es vislum brar en acciones concretas otras formas de habitar, comer, tejer, sanar. Esto implica repensar (y actuar en consecuencia) preguntas más profundas: ¿Qué significa una Reforma Agra ria en medio del calentamiento global en el siglo XXI? ¿Tierra para quiénes y para qué cuando bien sabemos que la bio diversidad del planeta, que las posibilidades de vida como la conocemos es lo que está en juego? En este escenario, es inadmisible defender o promover el latifundio y cualquier monocultivo en nombre del desarrollo económico y el bien estar social a corto plazo.
Será desde la tenacidad, la resistencia, la sabiduría y la hu mildad de los pueblos en su empeño de enraizarse de nuevo con la Madre Tierra, construyendo comunidad con otros se res, humanos y no humanos, que podremos “devolverle la piel y el rostro a la Madre Tierra”, como dice el PLMT n
notAs:
* Norte del Cauca, Popayán, Cali, Bogotá, Medellín, México, Estados Unidos, Francia, Dinamarca, Alemania, Suiza, Ecuador, Argentina, Brasil
1. Esmad: Escuadrón Móvil Antidisturbios.
2. Texto disponible en: https://liberaciondelamadretierra.org/ no-nos-vamos-esta-es-nuestra-casa-para-vivir-y-luchar-ii/
3. El terraje era, en palabras del antropólogo Luis Guillermo Vas co, “una relación de carácter feudal, servil, según la cual un in dígena debía pagar con trabajo gratuito dentro de la hacienda, el derecho a vivir y usufructuar una pequeña parcela, ubicada en las mismas tierras que les fueron arrebatadas a los resguar dos indígenas por los terratenientes”. Definición disponible en https://www.comisiondelaverdad.co/mama-silvia-lideresa-indi gena. Consultado el 3 de octubre de 2022.
VIENE DE LA PÁGINA 14
Cartel explicativo de la devastación. Cortesía de Minga de Comunicación del PLMT, Colombia
OCTUBRE 2022 15
MERA COINCIDENCIA / TUJKU TI TUJKU
Jaime Sakäsmä (Versión tzunitzame, o zoque, de Humberto Saraoz)
Uno ahí, parado, ridículo, en medio de un círculo de gente que, brazo cruzado, sabe que se ha comprado la justicia con una transac ción de la que no se hablará, por supuesto; pero que, como recur so desesperado, pende del aire bochornoso que se ha estancado en la sala; la gente mira por las ventanas —o desde la ventana de un celular— y lo sabe bien: el asunto está arreglado, mera coinci dencia, la obra conciliatoria terminará precisamente en una farsa, ¡tercera llamada!, de un lado, los que manejan a su antojo el precio del transporte de estas tierras, igual de torpes que uno, igual de jodidos que uno, pero con la seguridad de su congregación equívo ca, de su conjunción de ego y calumnia; del otro lado, enfrente, los de atrás, los que, como dicen, vienen conmigo, igualmente apretu jados, sudorosos, indignados, con pancartas y gritos atorados en la garganta: los que pagamos el precio de su sinrazón, aunque, como usted puede ver, señor delegado, a menudo, muchas veces tam bién nos falta la razón y es que, cómo le digo, nos salen con cada chingadera, y por eso y más que nada, pues, nos gana el coraje, como para gritarle en su cara, a usted y aquel otro, ratero, vendido, ¿cuánto le dieron?, ¿veinte mil?, que sí, debería callarme, sí, pues, no tenemos pruebas pero tampoco dudas, señor delegado, aunque sí, usted tiene razón, tenemos que hablar usando la razón, tranqui lo, ya sabemos que así debe ser para que la farsa siga su curso y, al final, aunque no haya arreglo, nos vayamos con la sensación de que, bueno, se hizo lo que se pudo, compadre, pudo ser peor; sí, comadre, ellos son los que tenían más prisa por lograr esa concilia ción razonable, los que insistían en no darle más vueltas al asunto, porque si no hasta dónde vamos a parar, que sí, que riéramos un poco para que se aligerara el sofoco, el calor humano que ya picaba en la punta de la nariz; en sí, ¿cuál es su propuesta?, decían; quince, dijimos, no vamos a pagar más; que no, que ésa no era propuesta, decían, si es así, que siga en veinte varos, entonces: como merca chifles, pues, nos regateábamos, nos regateamos incluso las buenas maneras, incluso el respeto, compadre, y sí, pues, que chinguen a su madre y que se calle ese pinche cabrón: orden, por favor, orden, y los gritos y los murmullos detrás de la puerta se intensificaban, el coraje ante la burla ya se asomaba: que se cierre la puerta, que ya están entrando en bola, que hasta ahí, que, de plano, esta gente pendeja nunca entiende, nunca aprende; mientras tanto, compa dre, como una recua de cebras bien entrenadas, por allá iban los transportistas y su vanidad, en medio del circo, llenos de contento, de que las cosas sigan igual y de que, por esta vez, como ya es cos tumbre, hubieran ganado así nomás otra vez.
Te’yi tä ijtpa, janajanapä, pänanhkujkm iyä kä’jojtzupä, myus pa jutyäjupä te anhkimpapä ni’is ji mawepä tzyame jujtzyekäsi, ja’itä’ajkä’a ti’ wä tzyäktä, ijtu te pijpapä sawakäsi sujtzäyupä; te pät nis kyosyajpa te ketpujtäjkäsi —u celularis kyentäjkomo— myus yajpapätite: mya’äyajupänte wyit, tujku ti tujku, te wa’kokyuy yä’sej te’se maka ko’ye, ¡tukakowejkuyomo!, yä’ eyatampä, is tzyapyajpa jujtzyete maka kyojyojye te wyijtkuy carro’omo, tesetike, jowijowi tampä äjtzise, wätzyälätampä äjtzise, myusyajpati’a tyumäkyu yomo, tumäyajpa nye’ syutnkusye, tzyamese; eyatampä, ukmäjk ijtyajupä, iyä, näpyajpase eyatampä, mityaju äjtzyjinh, äjtzise, nätzupä, päsäyajupä, kisykayajupä, tyotojinh, wyejkupyik tä’tzäyupä kyänä’omo: iyäjt nkoyoyajpa jyowikipsokyuy, yempe, m’ispase mijt, delegado, mumujama, ijtuk, jinäjt, nkipsojkpatye, tese, nnajapyaset mijtzi, pujtpa titam’itam, tekota, te’se’ajkä, yajk kisyka’pa tekota, nwejkonhkänhäyajpat mwinanhtäjki, mijtzi tesetike jikä eyapä, numpapä, mya’äpyapä’is wyit, ¿jujtzye’a tzyiyaju?, ¿ips si’na ti?, te’se, wätzina’ajk jana onu, wiyunhsese, ja n’isyat tesetike nkomäya jpat, delegado, yempe tise, mijt mtzampase, maka wewenetyame, wäpä kyipsokupyik, wäk, musyajpat tesete wä wa’ te tzäkitzäki pyäjku tyuk, kyoyajkuyomo, yempe jana ‘yitä anhkimokyuy, jinäjtzi suni makya naps te’se, ntzäjkyajut jutäsenhomot musut ntzäjkya, compa’e, utyim myäjanhaju; tesejeke, coma’e, te’istena’ajk syutnyaju wa’ jä’nä kyoyaju te wakokyuy “pyäjkpase”, näpyajupä te’sem yajk tzä’yä, ukka te’se hasta dónde vamos a parar, nämpase te wane, te’se, wa’ äjtzi sijkyaju usyanh te tzäkipik wa’ kyämänu te jana sawa päjkuy, te pänis pyijkäy nämna’ajk tzyiksupä kyinä’uyakäsi; te’se, ¿tipänte mijm mtzame?, näpyajpa, yäjtay, näpyajutzi, jinäjt mawe nkoyojanhäye; ji’n, ji’n, te’e ja ntzyapyat, näpyaju, ukka te’se, ips si’najeke, te’se: tijanatipä ma’ase, ja kyeyat wa’ nkyämänyat, ntza pyajut jutzäjt wä ntzapya, wäpäpik, compa’e, jä’ä, yajk kutya tyit, yajk onanhjeya jikä npäksi, mantamä, kämanätyamä, te wejkäy, te tuputupunekyuy anhtunhkämä pämipäjkpa, te kisykakuy on jatyäjkuyomo nämna’ajk pyämpyäjku: anhkamtamä te anhtunh, nam tyäjkäyaju wokojkuk, te’yisenhomo, yä’ä päntam jowitampäte ji kyipsokpatye, ji kyo’anhmaye; te’anhojtyi, compa’e, tzikin kayu se yumi’a’ayajupä’a, te tunhomo mayajpana’ajk te carrokomitam syutnkuyjinh, te tzäkitzäki’omo, tzinhtzinhneyajupä, wa’ te’se’ojkäti myaku, tzäktäjpase, kyojtyajuna’ajk naps te’se eyanämä.
JAiMe sAkäsMä es narrador y ensayista, miembro del Centro de Lengua y Cultura Zoque. huMbeRto sARAoz es narrador, ensayista y traductor en lengua zoque o tzunitzame.
OCTUBRE 2022 16
SONIDOS DE LA LLUVIA
Yahan pasado más de cuatro décadas desde que te fuiste y a la segunda casa que habías construido con techado de zacate blanco también le dolió tu partida porque meses después la mayoría de los postes de madera que servían de muro no soportaron seguir de pie y se desmo ronaron. Milagrosamente, los cuatro pilares no se rompieron del todo y ayudaron a mantener intacto el tejido del zacate con bejuco. Por ello, al caer la casa quedó sentada como si fuera una persona y a pesar de estar lastimada parecía que en esa posición estuviera aferrada a la idea de que algún día tú regresarías. Sin embargo, todas las personas en El Duraz nal sabían que jamás volverías, pues ya estabas muerto. Así permaneció durante dos semanas y luego mi mamá decidió convertirla en casa del maíz. En temporada de cosecha allí almacenábamos mazorcas de diferentes tamaños y colores. Al año siguiente, a los árboles se les ocurrió danzar por varias horas ininterrumpidas y provocaron que la casa cayera com pletamente y también muriera como Matías.
Por estas muertes, la tristeza quedó impregnada en mí y mientras estaba atrapado en estos recuerdos me di cuen ta que ya había terminado mi jornada de trabajo en la Uni versidad Intercultural del Estado de Puebla. Al salir al patio principal vi que el cielo había ennegrecido y pensé que muy pronto llovería. Entonces apresuré mis pasos en la vereda y diez minutos después llegué a la casa donde meses atrás
había alquilado un cuarto. A un lado de la puerta estaba sen tado un niño sobre un montón de tabicones y me atreví en preguntarle qué hacía allí: “Estoy viendo para allá y no hay señales de que lloverá”, respondió, y con la mano derecha apuntó hacia abajo donde se alzaban dos imponentes cerros que juntos parecían formar una puerta gigante en el Totona capan. Cada vez que he contemplado los amaneceres en este lugar, momentáneamente, ha hecho que esconda algunos de tantos temores y tormentos y hasta he llegado a creer que la vida sí es bella. Enseguida, el niño se levantó; caminó unos metros y se perdió entre las plantas de café.
Algo raro había en él ya que desde el momento en que cruzamos las miradas me vi en sus ojos y era como estar pa rado frente a un espejo e inmediatamente se reflejaron un montón de vivencias del pasado cercano y lejano. Sin em bargo, sólo me concentré en recordar una experiencia más cuando aún vivía en El Duraznal y es que en temporadas de lluvia veía durante el atardecer una mancha blanca enorme sobre Atitlán. No se trataba de las esponjosas nubes blancas o grises que siempre adornaban el cielo mixe, sino que aque lla mancha constituía la formación de la lluvia y al principio se encontraba en total quietud. Luego avanzaba lentamente y al acercarse en el cerro La Lagartija se escuchaba un zumbido como el que produce la corriente del río cuando ha llovido día y noche. En realidad era el sonido de la lluvia y tardaba unos minutos más en caer las primeras gotas en la casa. Por lo que todavía nos daba tiempo de bajar la ropa en el tende ro y levantar los granos de maíz sobre el petate.
Mientras llovía, mis hermanos y yo nos sentábamos al rededor de la lumbre para tomar café. En aquel año mi tío Fortino me había regalado una resortera y eso pasó cuando
él tenía el cargo de agente en el pueblo. Viajaba constan temente a Tamazulápam y a Oaxaca para realizar trámites burocráticos en alguna dependencia de gobierno. Así que al dejar de llover iba al monte en busca de pájaros y algunas veces llegué a matar al colibrí justo cuando se detenía en el aire y clavaba su pico en alguna flor para alimentarse del néctar. En mi tierna infancia no sabía que estaba prohibido matarlo hasta que la abuela Josefa me contó que hubo una época en que el colibrí tenía voz y hablaba. Incluso la gen te pensaba que era un pájaro chismoso y por esa razón le metieron un vara delgada que aún hoy día funciona como batidor de guisados en algunas familias mixes. De esta ma nera dejó de hablar y también le quedó para siempre el pico largo.
Al pie del cerro La Lagartija vivía la abuela y los fines de semana yo bajaba para ayudarla en sus quehaceres. Por la vereda principal de llegada había un ojo de agua y con los rayos del sol podía ver mis cachetes dentro de él. Abajo del patio tenía varios árboles de aguacate y al mediodía subía a cortar nísperos y limas. Detrás de la casa también se en contraban muchas matas de maguey y todas las mañanas y tardes íbamos a “raspar” esta planta para extraer aguamiel. Tres décadas después, en la colonia Siete Regiones en Oaxa ca, mi tío Fortino tomó mezcal y discutió con su hijo Omar. Ese mismo día pero en la tarde lo encontaron tumbado bo carriba al interior de su casa y presentaba un golpe en la ca beza. Cuando llegó la ambulancia todavía sangraba y en el trayecto perdió la vida. Aquella muerte fue casi igual como la de su papá Justo Santiago, porque cuando caminaba en una de tantas veredas en Tamazulápam tropezó con una piedra y allí mismo murió… n
Milpa en la sierra Mixe, Oaxaca. Foto: Damián Martínez
OCTUBRE 2022 17 JUVENTINO SANTIAGO JIMÉNEZ
ETERNAMENTE
MARÍA ELIZABETH SANDOVAL BRUNETE
pasó mucho tiempo hasta que comencé a caminar hacia mi trabajo, claro sin una respuesta; confieso que no me sentía cansado pues estar con ella era reconfortante.
Ella
tomaba mi mano mientras los primeros rayos del sol tocaban las puntas de las montañas, frente a nues tros ojos la luz de un nuevo día golpeaba fuertemen te a la intensidad de su mirada, no había duda, yo ya estaba perdido. Ella tenía todo de mí, podía pedirme lo que quisie ra y yo se lo daría por verla sonreír como lo hacía ahora. En cuanto del cielo comenzaron a irse las estrellas, ella me dejó ahí, como todas las veces, solo. Me quedé cabizbajo pensan do en cómo podía retenerla conmigo para toda la vida, y no
El día transcurría lento, sólo deseaba verla otra vez, llegué a mi hogar y mis padres hablaban de lo que por las noches atormentaba al pueblo, esa bruja había vuelto y se estaba llevando a los bebés, les estaba arrancando la vida con sus labios, escuché por un rato cómo mi padre furioso le decía a mi mamá:
–Tenemos que matarla, no podemos dejar que acabe con nosotros, la cazaré, lo juro.
No pregunté nada, sólo cené con ellos y me fui a dormir un rato. Tendría que salir a verla de nuevo, allá en donde na
die más pudiera vernos, salí muy rápido antes de que mis pa dres despertaran o que uno de mis perros me siguiera, pues a ella le daban mucho miedo. Silenciosamente llegué hasta donde ella estaba, su largo cabello era lo primero que alcan zaba a ver, veía con preocupación el sendero y me atreví a preguntarle qué le sucedía, pero no obtuve respuesta, ella sólo se apegó a mi hombro a llorar fuertemente, la intenté reconfortar con un abrazo y poco a poco las lágrimas fueron abandonando su rostro. Ella habló y me dijo que me quería, pero que sus padres planeaban alejarla de mí, me asusté, pues no podía pensar. Ella era mi vida y estaba claro que yo sin ella no me veía.
Pasé mi brazo por sus hombros y traté de transmitir con un abrazo, seguridad, quería que ella supiera que estaría mos bien, que íbamos a encontrar una solución; después de un rato le propuse que nos fuéramos lejos a donde ella quisiera, su rostro se suavizó y enseguida me regaló una be lla sonrisa, de esas que no necesitan ser acompañadas por una palabra para entenderlas pues sabía que ella estaba dispuesta a irse conmigo, me apresuré a diseñar un plan, le propuse irnos el viernes por la madrugada después de que sus padres salieran a vender su cosecha, ella sólo asentía, por lo que no me resistí más y la dejé allí con mil preguntas aún sobre nuestra huida.
Ya en la madrugada del viernes pasaban los minutos y ella no aparecía, me preocupé un poco, tal vez ella ya se había arrepentido o peor aún sus padres ya se habían entera do. Pronto comenzaría a pasar más gente y ya no podríamos irnos juntos, miré el sendero por donde aparecería, pero ella no estaba. Caminé con la idea de encontrarla y así ahorrar tiempo. Pero de pronto comencé a escuchar muchas voces, murmullos, era mucha gente hablando, algunas gritaban así que apresuré el paso, giré y me encontré con todo el pueblo furioso, con antorchas vivas en fuego, machetes muy afilados y gente que gritaba molesta.
Pasé mi vista por toda la gente de mi alrededor, tal vez ella estaba entretenida con esto, giré y giré hasta que mis ojos se encontraron con los suyos, pero sin ese brillo que los acompañaban el día anterior, estaban nublados, llenos de furia como si me odiara, me paralicé y mis ojos no podía observar tal cosa, ella estaba en medio de todos amarrada salvajemente con su vestido blanco ya desgarrado y mi pa dre sostenía esa cuerda que la lastimaba, corrí hacía ella pero ella me veía indiferente, grité que la soltaran. Sin embargo, sólo recibí de mi padre una fuerte bofetada, me gritó y yo seguía sin entender qué pasaba. Aun con todos en mi contra luché por estar cerca de ella, me tiré al suelo y tomé su ros tro con mis dos manos, miré sus ojos y supe al instante que ella era la bruja, era la causante de todas esas muertes. Mi vista se nubló, pero no me alejé de ella, me había mentido, pero yo la amaba y le había entregado todo, la gente me veía con desprecio, pero ninguna mirada igualaba a la suya, por un instante pensé que me pediría ayuda, pero jamás lo hizo, entonces comprendí que ella pensaba que yo la había entre gado. Me acerqué un poco más a ella y traté de asegurarle lo contrario, pero entonces mi padre me tomó de mis brazos y con ayuda de otros dos hombres me alejaron de ella, la miré, grité con todas mis fuerzas, luché para ayudarla. Pero ya era tarde, mi padre ya la había dejado frente al fuego. n
OCTUBRE 2022
Danzante. CDMX. Foto: Guillermo Bellinghausen
18
MARíA elizAbeth sAndovAl bRunete estudia Lengua y Cul tura en la Universidad Intercultural del Estado de Puebla.
LA PARADOJA DE LA NEUROCIENCIA
Hoy en día es de carácter público que las investiga ciones científicas predominantemente se encuentran enfocadas en el estudio del cerebro y de la mente humana —y, por ende, del comportamiento de los individuos.
Es de conocimiento que la multinacional IBM viene rea lizando experimentos (bastantes cuestionados) en neuro ciencia usando nuevas tecnologías como la implantación de nanobots cerebrales en pacientes.
El Proyecto Cerebro Humano (HBP, por sus siglas en inglés) es un proyecto médico-científico y tecnológico finan ciado por la Unión Europea y dirigido por Henry Makram, cuyo objetivo es reproducir artificialmente las características del cerebro humano, supuestamente con fines médicos.
Tal como se afirma en el artículo “Proyecto Cerebro Humano: ¿Existen experimentos secretos con humanos en Latinoamérica?”, el médico cardiólogo David Salinas Flores se encuentra alertando acerca de la experimentación huma na forzada e ilícita que se maneja como método secreto en dicho proyecto.
Esto no es ciencia ficción. Es un hecho que estas corpo raciones, presuntamente aliadas con gobiernos corruptos de Latinoamérica, están realizando experimentos ilícitos con humanos para desarrollar el chip neuromórfico True North en algunos hospitales infantiles, con miras a crear el primer cerebro artificial, todo ello financiado con más de mil millones de dólares.
En este escenario, el Perú —país donde reina la corrup ción e incluso ya se sabe que existen mafias de traficantes de órganos—, tengo razones de fuerza mayor para sospe
char que nuestro país en un futuro cercano podría conver tirse en una “granja humana” para ensayos tecnológicos de alto riesgo.
Muy cerca de nuestro territorio, en el vecino país de Ecuador, existe otro Silicon Valley denominado “Yachay”, donde IBM estaría haciendo experimentación con comuni dades rurales, utilizando como término de fachada las “TIC” (iniciales de “tecnología de informática y comunicación”), con la finalidad de lograr la interconectividad humana elec trónica y posiblemente implantar la esclavitud digital.
En la publicación “Las particularidades del control men tal actual” (https://tinyurl.com/yckmuvuj) del diario Crónica, donde citan mi artículo “La era del control mental”, se escribe: “Uno de sueños de los señores de la guerra, de los amos del dinero y de los empresarios de la política ha sido dominar a las personas a través del control mental. Apro vechando las crisis económica, política, cultural, social y de salud, quienes pretenden convertirse en dueños del mundo vuelven con nuevos proyectos para dominar a las personas por medio del control mental”.
Como sostengo en mi artículo citado sobre la experi mentación humana:
“El investigador señala que existen evidencias de que existiría una red de experimentación ilegal con personas que el Proyecto Cerebro Humano (HBP) ha organizado en asociación con algunos gobiernos corruptos de Latinoa mérica y con la participación y encubrimiento de cierta prensa. Esta red estaría desarrollando una forzada y secre ta experimentación humana neurocientífica con implantes
y nanobots cerebrales, con los que se estaría obteniendo la fuente real de información del mapa del cerebro humano, a costa de la salud y violando la intimidad de los latinoa mericanos”.
Debemos señalar que la vocal María Alejandra Gámez de la Asociación de Víctimas de Acoso Organizado y Tortura Electrónica plantea sobre la política contra la tortura: “El principal problema a enfrentar por la sociedad contemporá nea en este tema es que hasta el momento no existe ningu na legislación conocida que ampare a las víctimas, permi tiéndoles a ellas denunciar y a las autoridades responsables investigar los delitos involucrados en estas prácticas; como tampoco la hay para regular la rendición de cuentas de los Estados y gobiernos, o para impedir su uso por los órganos represivos de los estados, o por delincuentes comunes”.
También debemos señalar que la Organización de las Naciones Unidas (ONU) reconoce como víctimas de ciber tortura a las víctimas de control mental.
Como ya lo he afirmado en mis ensayos sobre las tenta tivas de control mental y corporal, podemos afirmar que el Proyecto Cerebro Humano es un nuevo rostro del Proyecto MK-Ultra iniciado en la década del cincuenta, y que ahora se está sofisticando mediante neurotecnología invasiva como implantes cerebrales o nanorobots en países pobres. Hay que estar alertas n
Jalisco, septiembre de 2022. Foto: Mario Olarte
OCTUBRE 2022 19
RAúl AllAin
R Aúl AllAin, escritor, sociólogo y analista político peruano.
EL FUTBOL LA HARÁ LIBRE
Aparentemente a Baasima le vale madres lo que, en su lengua materna, le dicen Abdul y Bakar o Neymar Jr. y Messi como cada uno de ellos se autonombran. La niña les hace señales con las dos manos, así como mandándolos lejos. Me mira, levanta los hombros como diciéndome “whatever ” y casi casi me ordena que le enseñe a patear el balón de futbol. Se viste los tenis que lleva en una bolsa, se enrolla los pantalones y acomoda su hiyab. Se acomoda la mascarilla porque aún estamos en pandemia. Y con sus enormes ojos negros me avisa que está lista.
Abdul, quien es el que más inglés habla, se me acerca y me dice que no patee la pelota con ella. Que si sus padres se enteran no estarán de acuerdo. Que la regañarán porque las mujeres no deben jugar al futbol. Me aclara que le han estado diciendo eso a Baasima, pero por lo visto no les hace caso. Momentos antes los acababa de mandar a la chingada por lo mismo. Lo único que le digo a Ney es que la dejen en paz, que ya está en el sexto grado y que ella tiene que deci dir si juega al futbol o no. El chico se molesta y se aleja agitando los brazos y, tal vez hasta mentándome la madre en su lengua original.
Los niños migrantes que llegan a las escuelas en el área de la bahía en el norte de California ya no son solamente centroamericanos, niños
de las caravanas. Hijos de mexicanos. Samoa nos, de las Islas del Pacifico, y más. Ahora se agregan los niños afganos con su variedad de colores de piel, rasgos físicos, ojos, cabello y maneras de hablar. Se caracterizan porque andan en grupos. Se ayudan entre ellos princi palmente para aprender de manera rápida el idioma inglés. Hacen tribus. Por lo general hay un líder, hombre por supuesto, que habla por los demás. Neymar Jr. es uno de ellos. De buen porte. De piel blanca y ojos azules profundos como el cielo. Muy inteligente. Musulmán porque me lo ha dicho con orgullo, y reveren cia. Sus compañeros le siguen, lo escuchan, y obedecen cuando arma las retas de futbol a la hora del recreo. Por supuesto no incluye a las niñas.
Baasima es la primera en el caso de nuestra escuela que se ha rebelado, y quien está dis puesta a ir contra corriente de las costumbres de su cultura bien arraigadas, traídas hasta esta parte del mundo.
A la hora del receso, les da aire a sus tenis que esconde como si fueran frutas prohibidas. Toma la pelota de futbol que guardo pare ella en el salón de clases y sale a retar al mundo. Le salen alas.
Ya sobre el pasto, patea la pelota con determinación, y sabe que ni Neymar Jr. ni Messi la harán libre. Por ahora, para eso le basta un balón n
OCTUBRE 2022
Foto: Ojarasca
Foto: Cortesía del autor
20