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Las lágrimas de Jean Seul de Méluret
Alejandro García Abreu
Jean Seul de Méluret (Francia, 1885-1935) fue un renombrado escritor que no logró concluir su obra por la proximidad de la muerte. El autor galo de espíritu fragmentario trascendió por su poesía y por sus escritos satíricos, agudos y mordaces. Sus tres grandes proyectos fueron Casos de exhibicionismo , Francia en 1950 y Los señores proxenetas.
Apelación a la moral
MAESTRO DE LA sátira, Jean Seul de Méluret (Francia, 1885-1935) se dedicó simultáneamente a la escritura de poesía y a la investigación sociológica. El autor también dedicó su quehacer al desarrollo de trabajos científicos con un propósito satírico o moral.
El escritor satírico
Es conocido por sus tres grandes proyectos, inconclusos y de carácter fragmentario: Casos de exhibicionismo, Francia en 1950 –texto en que Seul de Méluret demostró que tuvo una auténtica obsesión con la decadencia del país galo– y Los señores proxenetas. Entre sus textos satíricos también se encuentra un Discurso socialista Desarrolló Entre estos literatos y los criminales natos, texto en el que planteó una analogía entre diversos autores y los delincuentes. Para llevar a cabo su comparación, leyó algunos libros sobre criminología.
Fue autor de Historia cómica, una crítica social y política. Escribió Llamamiento a favor del voto de todos los vertebrados, una composición irónica sobre dos creadores contemporáneos. Los trabajos finales de Seul de Méluret poseen un sesgo marcadamente más político que los pertenecientes a su primera faceta.
La inclemencia de la poesía
SEUL DE MÉLURET escribió sobre el anarquismo y el amor libre. Patrick Quillier publicó de manera nos”, prerrogativa que tenemos que agradecer a los dioses, dice el poeta. Porque siempre la “hendidura del yo” que separa o bifurca o disemina lo que somos en múltiples astillas de ser, está ahí para abatir la precaria anomalía de una unidad que perdimos al nacer. Y como la inocencia, como muchos otros asuntos, no la vamos a recuperar jamás.
Porque los innumerables heterónimos de Pessoa son un acto de conciencia tan preciso como sabernos otros en los espejos y en los retratos, y sin embargo estar seguros, “pavorosamente”, de que no podemos identificarnos con ése o ésos que sin remedo, sin remedio somos. El tedio, entonces, se entroniza en el ser, se aposenta en la “vacuidad de las cosas”. Y así se vive.
En algún punto de su libro fundamental, que no es un libro de recuerdos pero afinca con frecuencia en su pasado, vivido en la ciudad de Lisboa, Pessoa rememora la escala de un piano, un piano imberbe, ejecutado por una niña vecina con la torpeza y la lentitud propias de quien apenas traza los atisbos de una destreza que tal vez nunca llegará. Es una tonada que lo acompaña porque la música siempre nos acompaña. Recuerda la misma, obsesiva escala del piano, y recuerda al niño que fue y escribe: “No lloro por la pérdida de mi infancia; lloro porque todo (y también mi infancia) se pierda.” Ese piano es un eco mullido de la nostalgia. Es el piano que concierta y desconcierta, que reúne lo que fuimos y nos regocija de dolor y nos conduce, por la ruta del desasosiego, hacia el innumerable ser que somos ● póstuma parte de la obra del poeta y sociólogo. Uno de los poemas trascendentes de la obra de Seul de Méluret se titula “Corrupción psíquica”, en el que se refirió a “un ser que sólo es nada.” Es una especie de tendencia en su penamiento lírico. En otro poema vital se lee: “Nada es; todo pasa,/ todo es su curso,/ el día se cansa/ de ser el día./ Las lágrimas que fluyen/ ya se derrumban…”
Su quehacer poético se trató de una pesquisa existencial, de una indagación de la nada que persiste ●
Nota: Jean Seul de Méluret es uno de los primeros heterónimos de Fernando Pessoa (Lisboa, 1888-1935). El escritor francés nació el primero de agosto de 1885 –tres años antes que su demiurgo–, escribió el autor del Libro del desasosiego en la tercera página de un pequeño cuaderno titulado The Transformation Book or Book of Tasks [El Libro de la transformación o Libro de las tareas]. En el texto manuscrito, redactado en inglés, el poeta luso refirió que la tarea de Jean Seul de Méluret era escribir en francés poesía y sátira o trabajos científicos con un propósito satírico o moral y planteó tres proyectos: Casos de exhibicionismo, Francia en 1950 y Los señores proxenetas Entre los miles de documentos que conforman el legado de Pessoa permanecen inéditos numerosos poemas en francés, fechados entre 1907 y 1935, el año de su muerte. “Pero, puesto que no van firmados –escribió Antonio Tabucchi en Un baúl lleno de gente–, atribuirlos a Seul es filológicamente incorrecto.”
Mi fuente es: Obras de Jean Seul de Méluret, edición y estudio de Rita Patrício y Jerónimo Pizarro, Imprensa Nacional Casa da Moeda, Lisboa, 2006, 132 pp. (Edição Crítica de Fernando Pessoa: Série Maior, vol. VIII.)
Fernando Pessoa (1888-1935), el interminable poeta portugués que son muchos a la vez, es el autor de una obra multidimensional y compleja de la que se ha escrito mucho sin agotarla. Este artículo trata del contexto de su obra y sobre todo del poema “Tabaquería”, firmado por el heterónimo Álvaro de Campos.