La Jornada Semanal 27/11/2011

Page 1

■ Suplemento Cultural de La Jornada ■ Domingo 27 de noviembre de 2011 ■ Núm. 873 ■ Directora General: Carmen Lira Saade ■ Director Fundador: Carlos Payán Velver

Alemania letra Y alma (I)

Textos sobre SWANTJE LICHTENSTEIN, RÜDIGER SAFRANSKI, PETER STAMM, W.G. SEBALD, ILIJA TROJANOW et al.

Entrevista con

Camila Vallejo, vocera del movimiento estudiantil chileno


bazar de asombros CULTURA Y DIPLOMACIA (I DE VII)

Lichtenstein, Safranski, Stamm, Sebald, Trojanow, Bolte, Berger, y antes que todos ellos Silesius, Böhme, Hölderlin, Heine, Rilke, Grass... los nombres se multiplican, pero es obvio que la lengua y la literatura alemanas tienen la impronta de lo inabarcable como uno de sus signos característicos. En este número y el siguiente, ofrecemos a nuestros lectores un panorama actual de ese vasto universo cultural, que en esta primera entrega se compone de artículos y ensayos escritos por especialistas en letras alemanas como Esther Andradi, Daniel Bencomo, Pedro Granados, Marco Lagunas, Herwig Weber y, en particular, Lorel Manzano. Por otro lado, presentamos una entrevista con Camila Vallejo, presidenta de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Chile y vocera del movimiento estudiantil chileno que en estos días ha sido el eco más importante, en Latinoamérica, de las manifestaciones de descontento y protesta social que recorren el mundo, incluyendo Madrid, El Cairo, Nueva York y varias metrópolis más.

Comentarios y opiniones:

Uno de los aspectos esenciales de la actividad diplomática es la difusión de la cultura en todas sus facetas y, de manera especial, la relacionada con la creación artística. En nuestro mundo cada día más intercomunicado y en una realidad caracterizada por el enorme cúmulo de información, las culturas aisladas y defensivas son un anacronismo. El signo de nuestro tiempo es el del intercambio de ideas; un intercambio amplio y sin restricciones que debe evitar los excesos del nacionalismo frecuentemente disfrazado de “defensa de la identidad”. Las culturas se enriquecen al comunicarse con otras y al intercambiar información e influencias. Para lograr este propósito deben ser fuertes y estar bien consolidadas; de lo contrario sucumbirán ante el poder de la llamada “cultura metropolitana”, empobreciendo aún más a nuestro mundo al anular o mediatizar las diversidades. Por estas razones, conviene mantener una posición equilibrada respecto a los grandes problemas culturales y evitar los nacionalismos que conducen a la monstruosa “limpieza étnica” y los internacionalismos, políticos o comerciales, que liquidan las diversidades. La nueva realidad mundial se caracteriza por la agudización de las contradicciones y el enloquecimiento de los regionalismos y parroquialismos. Nos asfixia una serie de angustiosas paradojas: frente a la abundancia informativa se levantan las censuras y las manipulaciones, y los nacionalismos impiden el desarrollo libre de los intercambios materiales y espirituales. Estamos viviendo un regreso a los esquemas tribales de grupos aislados y defensivos, y esta regresión histórica es el producto de los centralismos totalitarios que intentaron la anulación de las peculiaridades regionales. Otra paradoja, igualmente dolorosa, es la del crecimiento incontenible de los fundamentalismos religiosos y del racismo de las “limpiezas étnicas” en el mundo de los grandes hallazgos de la informática, de los viajes interplanetarios y de los espectaculares avances científicos.

27 de noviembre de 2011 • Número 873 • Jornada Semanal

Hugo Gutiérrez Vega Los seres humanos casi siempre se han quejado de la época en que les tocó vivir. En todos los momentos de la historia se han dado los fenómenos derivados del llamado “malestar de la cultura” (Freud dixit), y los hombres hemos padecido similares formas de miedo y de perplejidad frente a la vida y la muerte. Sin embargo, el hombre actual, bombardeado de información y víctima de la desinformación y de las manipulaciones estatales o comerciales, enfrenta las paradojas a las que me he venido refiriendo, y está cada vez más inerme ante las avasalladoras contradicciones. Por esta razón, conviene recordar las palabras de Thomas Mann: “Los hombres nos reconocemos igualmente humanos cuando sacralizamos lo mismo a partir de nuestras diversidades culturales.” Evidentemente, el gran escritor se refería a los aspectos religiosos, pero no olvidemos que en su verdadero sentido, la palabra religión significa religar. Es natural, sano y enriquecedor que defendamos nuestros rasgos característicos (no uso deliberadamente el concepto de “identidad cultural” porque lo considero vago y excluyente, además de que ha sido desgastado por los demagogos y ha servido para disfrazar las peores formas del aislacionismo) para sentirnos orgullosos de nuestras aportaciones a la cultura mundial. En esto consiste el nacionalismo equilibrado, en esto se basa la verdadera actitud patriótica. Los nacionalismos excesivos, en los momentos álgidos de su terrible historia, han sostenido el aislamiento de los pueblos y han afirmado lo nacional como ignorancia del mundo, mientras que el totalitarismo es absolutamente falso pues, como afirma Mann, “a la totalidad le falta, precisamente, la totalidad, ya que el todo no puede estar comprendido dentro de sí mismo”. (Continuará.)

jornadasem@jornada.com.mx

jsemanal@jornada.com.mx

Alemania letra alma (I)

Directora General: C A R M E N L I R A S A A D E , Director: H U G O G U T I É R R E Z V E G A , Jefe de Redacción: L U I S T O VA R , E d i c i ó n : F RANCISCO T ORRES C ÓRDOVA , Corrección: A LEYDA A GUIRRE , Coordinador de arte y diseño: F RANCISCO G ARCÍA N ORIEGA , Diseño Original: M ARGA P EÑA , Diseño: J UAN G ABRIEL P UGA , Iconografía: A RTURO F UERTE , Relaciones públicas: V ERÓNICA S ILVA ; Tel. 5604 5520. Retoque Digital: A LEJANDRO P AVÓN , Publicidad: E VA V ARGAS y R UBÉN H INOJOSA , 5688 7591, 5688 7913 y 5688 8195. Correo electrónico: jsemanal@jornada.com.mx, Página web: www.jornada.unam.mx

Y

Portada: Geografía múltiple Collage de Marga Peña

La Jornada Semanal, suplemento semanal del periódico La Jornada, editado por Demos, Desarrollo de Medios, S.A. de CV; Av. Cuauh témoc núm. 1236, colonia Santa Cruz Atoyac, CP 03310, Delegación Benito Juárez, México, DF, Tel. 9183 0300. Impreso por Imprenta de Medios, SA de CV, Av. Cuitláhuac núm. 3353, colonia Ampliación Cosmopolita, Azcapotzalco, México, DF, tel. 5355 6702, 5355 7794. Reserva al uso exclusivo del título La Jor nada Semanal núm. 04-2003-081318015900-107, del 13 de agosto de 2003, otorgado por la Dirección General de Reserva de Derechos de Autor, INDAUTOR/ SEP. Prohibida la reproducción parcial o total del contenido de esta publicación, por cualquier medio, sin permiso expreso de los editores. La redacción no responde por originales no solicitados ni sostiene correspondencia al respecto. Toda colaboración es responsabilidad de su autor. Títulos y subtítulos de la redacción.

2


3

BITÁCORA creación BIFRONTE

Jornada Semanal • Número 873 • 27 de noviembre de 2011

RicardoVenegas ITINERARIO

ricardovenegas_2000@yahoo.com Para Claudia, desde ayer

1.- 1995. En la edición que condensaba dos números (73-74) de la revista Tierra Adentro, que marcaba el fin de una época, leí un poema que se quedó en mi memoria. Es de la regiomontana Margarita RíosFarjat, se titula “Naves” y cierra una espiral así: A lo mejor también yo he muerto/ y comienzan a visitar-

me naves blancas. En aquellos ayeres nunca imaginé que volvería a encontrarme con la obra de la autora que me intrigó, a la manera de León Bloy, con ese “apetito de misterio”. En su más reciente poemario, Cómo usar los ojos (2010), Ríos-Farjat confirma su vocación, es poeta y lo consigna en todo el libro: “Mira hondo con los ojos cerrados/ y mira también con el tacto/ con los ojos sabios de la mano./ La piedra es símbolo: fluye al fin/ el ojo calmo del espíritu.” 2.-Si atendemos al canon literario en México, veremos que parte del rostro de la poesía mexicana está más cerca de la construcción de un personaje, de la validación de grupos a través de las pugnas que hoy representan las antologías, que de un poema. Pero no todo, ciertamente, es banalidad y regodeo de vanidades en las generaciones recientes. Entre los autores de los setenta, lo avala su obra, sobresalen poetas como Rogelio Guedea, Jair Cortés, Roxana Elvridge-Thomas, Itzel Sosa y Ricardo Muñoz Munguía, y dos más jóvenes: Alejandro Campos y Eduardo Estala, entre otros. Quien lo dude, léalos. 3.- RAE . El fiasco que experimentaron los mexicanos durante el desencuentro Paquiao vs. Márquez creó nuevos vocablos para incorporarlos al idioma (no sólo se caen helicópteros sin causa alguna, también hay peleas de box que no son como las vimos); en términos pugilísticos (si Cortázar lo hizo con la

narrativa, ¿por qué no entrenar con la poesía?) estaríamos ante un resultado que no satisface a la audiencia, que causa malestar y justificados abucheos. Por ello la creatividad colectiva ha propuesto un neologismo para incorporarlo a la norma del diccionario, el verbo pacquiar, “acción de robar, asaltar, agandallar, desfalcar, cinchar”. Sinónimo de “hurtar”. Ejemplos: “Me pacquiaron la cartera en el tianguis” o “no me vengas con que a Chuchita la pacquiaron”, o como símil de algunos cánidos: “Pacquiao no come Pacquiao”, o desde la cotidianidad: “Me pacquiaron el auto”, “me pacquiaron la beca”, “se pacquiaron el premio”. 4.-Homenaje. Durante los años noventa asistí con frecuencia al Instituto Regional de Bellas Artes de Cuernavaca a presenciar las clases de figura humana del maestro Alejo Jacobo ( Taxco, 1929-Cuer navaca, 2011). Ahí conocí su repertorio de música clásica, su gusto por el tabaco y su afición natural por el cuerpo femenino. Excepcional conversador y lector acucioso, era un hombre dedicado a su obra, la personal y la colectiva. Enseñó a varias generaciones el arte del dibujo y el de la escultura, creía en el arte como forma de salvación; el ahora memorable maestro abandonó el mundo hace tres meses, a los ochenta y dos años. ¿Por qué los hombres sabios no son eternos? •

Ilustración de Huidobro

MONÓLOGOS COMPARTIDOS Francisco Torres Córdova ftorrescordova@yahoo.com

NUESTROS OTROS MUERTOS Hace unos días vinieron una noche, un momento, se levantaron a descansar de tanto estar tendidos, vinieron a desayunar o a cenar o comer, que para ellos ya es lo mismo; se pusieron a la mesa de la cocina a sopear un cocol en leche tibia, un pan del suyo con café en jarrito, o de plano un caballito d e te q u i l a , u n a c u b i t a e n va s o g o rd o, co n ro n blanco y mucho hielo. Comieron el guisado de su gusto cotidiano o de su fiesta de cumpleaños, se pusieron la prenda que más cuerpo les daba, jugaron con el juguete preferido, oyeron la canción más sentida en la alegría o la tristeza. Vinieron al rincón más calientito de la casa, el del vaso de agua fresca, los nombres de azúcar, las veladoras blancas, la sal, las flores amarillas, a mirarse en su foto como siempre fueron y a encontrarse con los suyos vivos o los suyos muer tos como ellos. Hicieron algo de ruido, claro, movieron algunas cosas de la sala, desordenaron lo que aún queda de su ropa en el armario, se fumaron el cigarro

que sosegaba sus cuitas o asentaba sus palabras. Desde sus muer tes vinieron a celebrar sus vidas con sus vivos; de su eternidad se hicieron a un lado porque conocían el camino de regreso, el s a n to y l a s e ñ a d e s u s c a s a s, l a r u t a d e s d e e s a lejanía apenas a la vuelta de la tarde o la mañana, a la orilla delgadita de las horas. Pudieron venir porque se fueron como Dios manda, a su hora, tarde o prematura pero suya, la que en vida les tocó de suyo. Pero en este país ahora, dónde fueron, dónde se pusieron tantos otros muer tos sin sentid o, s i n fe c h a n i h o r a n i ve l o r i o, d e fo r m a d o s y arrumbados en cunetas, fosas clandestinas, tambos, basureros, patios y terrenos baldíos, en a re n a s d e c i e g a s y va s t a s i n te m p e r i e s. D ó n d e fueron a pararse con sus pies dispersos, con su vida arrebatada a un instante cotidiano –mujer e s, n i ñ o s, a n c i a n o s, m a d r e s, e s t u d i a n t e s, d e p o r t i s t a s, m a e s t r a s, e m p l e a d o s, p a d r e s, h i j a s,

hermanos…–, personas con nombre y domicilio ahora sólo cifras de una guerra y las cifras una a bye c t a fo r m a d e l s i l e n c i o. H u é r f a n o s e n v i d a del sentido de su propia muer te, despojados del duelo y la honra de sus deudos, cómo cubrir su cruda desnudez, redimir su ultraje, restañar el tajo de su grito. Qué decirle a esos muer tos que llenan las plazas de las ciudades y pueblos noc h e y d í a , a u n q u e n o l o s ve a m o s a h í e x t rav i a dos, atónitos, perplejos, suspendidos, no en un limbo, no en la nada, no en algún cómodo infin i t o, s i n o e n u n p r e s e n t e d e s c a r n a d o y v i v o. Qué hacer con su memoria, la de ellos de nosotros y la nuestra que no alcanza a consolarlos, que no les devuelve la muer te sana a que tenían derecho natural por nacimiento. Esos muer tos nuestros que no cesan su ira y su reclamo. Este p a í s n u e s t ro d e e s o s m u e r to s v i vo s q u e n o v i n i e r o n a l a f i e s t a d e s u d í a , q u e n o vo l v i e r o n , porque no se han ido •


4

entrevista con Camila Vallejo, vocera del movimiento estudiantil chileno Oleg Yasinsky

El derecho Foto: Horment

S

antiago de Chile. Un renovado movimiento estudiantil crece en Chile desde mayo de este año. Son ya seis meses de protestas en las calles, asambleas y articulaciones con otros sectores de la sociedad, bajo la demanda primera de un nuevo modelo de educación que se traduce en “una demanda contra el sistema político y económico en general”. Camila Vallejo, una joven de veintitrés años, estudiante de la carrera de Geografía, se convirtió en una de las figuras más visibles del movimiento más importante en Chile desde la llegada de la Concertación. Presidenta de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Chile, militante de las Juventudes Comunistas, Camila es el centro de atracción de los medios de comunicación. Todos hablan de su particular belleza, de su discurso fresco o “duro”, de su fortaleza dentro de un movimiento que, a pesar de la represión ejercida durante sus movilizaciones, se mantiene de pie. Para conseguir una entrevista con Camila la fila es larga. Medios de comunicación de muchas partes del mundo la quieren entrevistar y la espera puede tardar semanas. Esta es la primera que le concede a un medio de origen mexicano, y se refiere a los retos y esperanzas del movimiento, a los logros obtenidos y a los temores actuales. Camila habla de la influencia de las redes sociales y afirma que ni el facebook ni el twitter “han levantado este movimiento”; al gobierno de la Concertación lo define como “la otra derecha” en Chile y, finalmente, saluda a los estudiantes de la UNAM y envía un mensaje a los jóvenes de América Latina. De su actual protagonismo o liderazgo, Camila afirma que no tiene tiempo de que se le suban los humos a la cabeza. “Nosotros estamos en las cámaras, en las reuniones y haciendo mil cosas, pero se olvidan de todo el trabajo que están haciendo los compañeros, y sin ellos no sería posible esto. No serviría de nada si nosotros convocamos a una manifestación o una jornada y vamos sólo nosotros. Quien está construyendo la base de este movimiento son todos los estudiantes, trabajadores, profesores que trabajan a diario. Esto lo tenemos claro y ha ayudado mucho a no permitir que se nos suban los humos a la cabeza.” Admiradora de Salvador Allende, Víctor Jara y Violeta Parra “como luchadores en el ámbito de la política y de la cultura”, del Che y de Mariátegui, lectora de Eduardo Galeano, Claudio Naranjo, Freire, Gramsci, Lenin y Marx, y de Víctor Santos, ade-

más de novelas, Camila gusta de la música “que experimenta con distintas culturas, que explota un poco la globalización, pero la buena parte de la globalización”. La vocera del movimiento que ha puesto de cabeza al gobierno de Sebastián Piñera, como parte de “algo más grande” que demanda no sólo reformas en el ámbito de la educación, sino reformas sustanciales al modelo económico y político establecido durante la dictadura de Augusto Pinochet, señala que antes de las movilizaciones estudiantiles actuales, en Chile hubo otras manifestaciones que aunque no fueron tan masivas “sí fueron importantes y plantearon cambios sobre la mesa, pero nuestra institucionalidad política no les permitió expresarse”. Lo que hay ahora, explica, “es una acumulación del descontento que obviamente tiene que ver con el desarrollo, la perpetuación y la profundización de la desigualdad en nuestro país. La gente ha tomado conciencia de que esa desigualdad no es por mero continuismo de algo, sino que se está reproduciendo [como] producto del sistema imperante que fue instaurado a fuerza en la dictadura. Ahí se refleja que este estallido social no es algo espontáneo, sino que viene de toda esa acumulación y maduración de luchas sociales anteriores”. Sobre el apoyo multitudinario a las manifestaciones estudiantiles, Camila Vallejo advierte que se debe a que se están “atacando problemas medulares del sistema y creo que eso ha generado transversalidad. Aquí no es una lucha gremial, por la defensa de algo corporativo o algo que no involucre directamente a los estudiantes, sino que la problemática que se ha planteado y la demanda que se erige es una demanda social que es para todos, no solamente para la actual generación sino para la futura, y eso ha generado simpatía y también ha despertado la conciencia de mucha gente, devolviendo la esperanza a quienes habían luchado anteriormente pero por temor no siguieron luchando. Creo que eso ha sido la principal riqueza de este movimiento: la transversalidad, el despertar de la conciencia, el atacar el problema medular y, por sobre todo, la consecuencia del movimiento”. Hasta el momento, dice orgullosa, no se han alcanzado acuerdos “no por intransigencia sino por responsabilidad ante cuestiones que para nosotros son éticas y morales, que son lucha legítima”.

MIEDOS Y ESPERANZAS Para Camila, “la esperanza es mucha, porque se ve que Chile ya no es el mismo de antes, que a partir de esto hay un despertar pero también un cambio o el inicio de un cambio en la estructura mental; y que a partir de aquí se pueden desarrollar procesos de construcción mucho más arraigados en la base social que posibiliten reconstruir el tejido social que se ha destruido durante la dictadura”. En cuanto a los temores, la estudiante con mayores reflectores en los últimos años en el mundo entero señala que “el más grande temor es que esto se

Foto: Oleg Yasinsky

mantenga de manera lineal y que no tenga éxito, y que la frustración sea tan grande que el repliegue también sea muy prolongado. En ese sentido, el cómo poder hacer ahora un repliegue táctico para la acumulación de fuerza y para replantear la estrategia, dado que el gobierno no está haciendo nada, creo que es el mayor temor. ‘¿Qué va a pasar con esto?’ no solamente lo decía Lenin sino también otros grandes intelectuales respecto de cómo tienen que darse las


27 de noviembre de 2011 • Número 873 • Jornada Semanal

a la

DIGNIDAD luchas sociales; es que hay momentos donde no se puede hacer sólo presión, sino que se tiene también que tomar el pulso, retroceder y volver a presionar con más fuerza. Y creo que eso falta, y todavía no lo hemos podido aplicar”. Sobre el uso de las redes sociales y el lugar que ocupan dentro del movimiento estudiantil, Camila no tiene dudas: “Son una herramienta dinamizadora de los flujos de información, de las convocatorias, han permitido mayor fluidez pero no han sido el factor determinante para la articulación de un movimiento amplio y masivo. Creo que eso se trabaja en el seno de la organización, de una forma personalizada. Este movimiento no se levantó gracias a las redes sociales.” En determinado momento, señala, “nos dimos cuenta de que estábamos dando un salto cualitativo y que aquí no solamente se cuestionaba la calidad de la

educación, sino la calidad de nuestra democracia. No me gusta el concepto de calidad, pero puede usarse un poco para entenderlo bien. La nuestra es una democracia coja, débil, que requiere replantearse, reformularse y, en ese cuestionamiento, empiezan a involucrarse otras muchas organizaciones, muchos otros sectores, donde está la principal riqueza del movimiento actual. Se involucran trabajadores, pobladores, movimientos ecologistas, homosexuales, etcétera. Todas las minorías con planteamientos de mayorías”. En cuanto al papel que juegan los partidos políticos de izquierda, Vallejo dice coincidir con el subcomandante Marcos, y afirma que en Chile “la Concertación es la otra derecha”. Aquí, explica, “nunca tuvimos un regreso a la democracia dentro de un proceso de transición; es como una transición que nunca termina, pero que es más que nada la administración del modelo impuesto en la dictadura que

Foto: Aliosha Márquez

nunca lograron cuestionar a pesar de que tuvieron las posibilidades y el quorum necesario para hacer un cambio estructural. No lo hicieron porque se acomodaron en el modelo neoliberal que les generó también un beneficio”. Ya para despedirse, Camila envía saludos a los estudiantes de la Universidad Nacional Autónoma de México, a quienes agradece “el ejemplo de lucha; ellos, los de la UNAM , nos mostraron que sí se puede, y eso es para nosotros muy esperanzador”. A los jóvenes de Latinoamérica, muchos de ellos, por cierto, admiradores suyos, también les envía un mensaje: “Que asuman con responsabilidad lo que se ha impulsado, en el sentido de que es necesario siempre regirse por algunos principios; primero, fortalecer nuestras organizaciones que a sudor, sangre y lágrimas, todos hemos conquistado. Hay que resguardarlas y protegerlas porque son nuestro patrimonio, son nuestra principal herramienta para la construcción de una sociedad distinta. La unidad, a pesar de las diferencias, hay que mantenerla siempre. Nuestro enemigo es uno solo, no está adentro. Y por otro lado, entender que las grandes transformaciones no las hacen sólo los estudiantes; hay que involucrar a los trabajadores, a nuestras familias, y hay que tener buenas estrategias de comunicación. Muchas veces creemos que cualquier persona puede entender lo que estamos planteando pero no es así; hay que apostar al sentido común aunque sea el menos común de los sentidos. Hay que apostar a un lenguaje que le llegue hasta al más humilde, al más pobre. Y eso es algo que tenemos que tratar con inteligencia, sin perder el contenido. Es una recomendación, y a seguir adelante, que esta lucha no es solamente de los chilenos sino que es una lucha de todos los jóvenes, de todos los estudiantes de todos los pueblos en el mundo, es la lucha por la dignidad humana y por la recuperación de nuestros derechos para alcanzar esa dignidad que todos queremos, y para consolidar sociedades más humanas” • Foto: Carlos Vera Saavedra

5


Daniel Bencomo

L

a tradición poética alemana es una de las más amplias y hondas de todo Occidente: desde los místicos Ángelus Silesius y Jakob Böhme, pasando por Friedrich Hölderlin, Heinrich Heine o, ya en el siglo pasado, Rainer Maria Rilke, Gottfried Benn, o la vienesa Ingeborg Bachmann. La poesía alemana no se asocia sólo con la idea de una nación delimitada por fronteras geopolíticas. Dilatación y fisura, esplendor y fracaso: alto brillo intelectual y una tensa oscuridad, tal es el gesto que nos hace, desde lejos, la presencia germana. Alemania es, insisto, un complejo entramado de relaciones histórico-culturales con tránsitos y flujos en toda Europa. Fue en esa condición de errancia, de tránsito, en ese pliegue oscurísimo advenido Holocausto, donde ger-

27 de noviembre de 2011 • Número 873 • Jornada Semanal

hermetismo de la primera poesía de postguerra ‒penumbra radiante en Celan‒, ha devenido cuestionamiento de la realidad a través de una lírica que opta por el enrarecimiento de su atmósfera, por el quiebre afásico de su discurso en versos complejos. De esta lírica recientísima alemana, tenemos ya una muestra editada en México: Luces intermitentes: nueve poetas alemanes, (2009, Guadalajara, Paraíso Perdido, editores Timo Berger y Carlos Vicente Castro); durante las fechas de la FIL , hará su aparición la muestra de intervenciones poéticas Fieber/ Fiebre, en la cual poetas mexicanos traducen a alemanes y éstos lo hacen en correspondencia. Así, entre los autores más recientes que harán presencia en la FIL 2011, podemos mencionar a la

6

dad mutante y sin claros asideros para plasmar una realidad. Los versos de Schulz brillan por la dislocación de la realidad en múltiples trazas y luminosidades, donde no faltan el humor y una aparente afasia de altos vuelos líricos. Entre las más jóvenes autoras po demos mencionar a Nora Bossong (1982, Bremen), que combina su trabajo poético con una brillante tra yectoria como narradora. Su más reciente novela, El protocolo de Weber, compleja en lo formal y de cariz histórico reflexivo, ha sido elogiada por la crítica; su poesía, de tono más íntimo y de atmósferas que alternan lo cotidiano y lo onírico, está a la par de su propuesta narrativa. Uljana Wolf (1979), poeta ya traducida a distintos idiomas y con publi cacio nes bien acogidas en Alemania, enfatiza

La lírica alemana en México

Swantje Lichtenstein

Enno Stahl Nora Bossong

minó, saxífrago, el cenit de la poesía del siglo xx: la obra de Paul Celan es el hiato, la condición de toda lírica posthistórica, postvanguardista. Cenit que fue, a su vez, el nadir superlativo de toda poesía: exilio total de la lengua y la presencia, grito mudo y quebrado que logró dislocar el dictum de Theodor Adorno. Creo importante mencionar a Celan para entender muchas de las zonas fecundas de la actual poesía alemana. Estos territorios son fértiles a contraraíz, son a contrapelo de su historia y de su(s) tradición(es) literaria(s). A mi entender los autores más brillantes de las más recientes promociones en lengua alemana, han sabido trabajar sobre la difícil herencia de la poesía de postguerra y la han llevado a estas nuevas zonas. Tales nuevas destinaciones se distinguen por coincidir en ciertas características: la consideración del poema como un objeto contingente afectado y a merced de fuerzas histórico-lírico-filosóficas, todas ellas inmanentes, de-este-mundo; la irrupción de la ironía, el humor y la multiculturalidad; y la apropiación y problematización de lo político desde flancos no ideológicos. La antigua acusación de oscuridad y

ensayista y poeta Swantje Lichtenstein (1971, Tübingen), cuyo trabajo poético se distingue por un desarrollo complejo del hablante lírico, y por la irrupción de lo político desde vértices no esperados, como el amor, los cuerpos, la biopolítica o la ambigüedad de los discursos. Por su parte, Enno Stahl (1962, Duisburg-Rheinhausen), privilegia en su trabajo la reflexión sobre los límites geográficos: la identidad de una nación como Alemania se pone en entredicho a través de la búsqueda de nuevas coincidencias, de la recuperación de las zonas vernáculas ‒como Renania o Suabia‒ para plantear condiciones que lleven a una validación diferente de la identidad cultural. Enno Stahl involucra, además de su trabajo lírico en la página, una intensa actividad como performer, haciendo uso de distintas plataformas como el video o la intervención. Tom Schulz (1970, Oberlausitz), poeta berlinés, enfatiza en su poesía distintas condiciones actuales de la sociedad alemana: el desgaste propio de los elementos ideológicos en una cotidianeidad mediatizada, el desencanto y la imposibilidad del amor en una socie-

Uljana Wolf

las cualidades de tránsito, mutación y ambigüedad de los rasgos culturales en todo texto lírico; ejemplo de ello es el riesgo formal que aparece en algunos textos de amigos falsos (2009, kookbooks) uno de sus libros más recientes. Por último, me gustaría mencionar la presencia de Rike Bolte y Timo Berger, organizadores del festival de poesía berlinés Latinale, que convoca a poetas alemanes y latinoamericanos y que llega este año a su sexta edición. Berger, poeta y prosista, ha llevado una intensa actividad como traductor y difusor de la poesía latinoamericana en su patria y, además, como fuerte promotor de la lírica alemana más reciente en Latinoamérica. El panorama actual de la poesía escrita en lengua alemana es mucho más extenso que la escasa cifra de autores que estarán presentes en la feria más importante de Latinoamérica; no obstante, los autores que aquí he presentado evidencian con brillo algunos de los rumbos de aquella tradición literaria que, como cualquier otra con buena salud, está en constante mutación y desarrollo •


7

ensayo

Ilija Trojanow, coleccionista de historias Foto: Yves Noir

Arcadio Pagazo el peso de los dados, valorar la superficie donde caerán, saber en qué momento cambiar de estrategia) para no condenarse a seguir la bandera del absurdo. ¿Podría uno entonces deshacerse del letárgico oblomovismo, dudar de los prometedores tiempos de cambio, desempolvar los ideales e ir “a recoger el valor a la lavandería”? El tiempo medido en calculadas tiradas de dados. Y, de pronto, encontrarse frente a frente con el contrincante ideal, aquel que está al mismo nivel en habilidades, en trucos: sir Richard Francis Burton disputando con otro jugador durante días y días su libertad a cambio de un hermoso y valiosísimo tablero de juego. De hecho, este personaje es la figura principal en la mejor novela de Ilija, El coleccionista de mundos, y de su relato de viajes, Nómadas de cuatro continentes; aunque uno también podría reconocerlo en A las orillas de la India y en Hacia la fuentes del Islam. ¿Y cómo no interesarse por la sombra vagabunda de este aventurero inglés y seguir sus pasos por India, Afganistán, Arabia Saudita, Italia…? Porque para narrar la vida de alguien como él se necesita imitar sus pasos, jugar su juego, leer sus libros, hablar su idioma; hacer un largo viaje por el pensamiento de esa época. Un travestismo completo: pasar del perpetuum mobile de la devoción al perpetuum mobile de la violencia; volverse “la espuma que una ola tempestuosa lanzaba contra las columnas”. Pero incluso se necesita más, pues la construcción exterior se forma también a partir de la mirada de los otros. Dejar entonces que no sólo las cartas, los artículos periodísticos, las anotaciones de diarios, los informes secre-

¿Y cómo no interesarse por la sombra vagabunda de este aventurero inglés y seguir sus pasos por India, Afganistán, Arabia Saudita, Italia…? Porque para narrar la vida de alguien como él se necesita imitar sus pasos.

L

a literatura de Ilija Trojanow tiene la forma artística de un viaje. Y es así porque este incansable novelista, ensayista, traductor, editor y ganador de prestigiados premios literarios, sabe que “sólo somos viajeros en este mundo”. Desde niño se puso en camino, atravesó Bulgaria junto con sus padres para vivir, primero en Italia y después en Alemania y Kenia. Y en los países donde ha estado se ha dedicado siempre a coleccionar misteriosas palabras (del búlgaro, del alemán, del inglés, del árabe, del suajili) con qué contar sus historias: “Cada sílaba, un sonido, no estentóreo, sino acunado en las suaves ondas de un susurro.” Ilija afirma que necesita poco para viajar. En todo caso, unos buenos zapatos son algo recomendable, tal vez no unos tan elegantes y perdurables como los fabricados por los escritores zapateros Hans Sachs o Jakob Böhme, ni tan efectivos como las botas de siete leguas del Pulgarcito, de Perrault o del Peter Schlemil de Von Chamisso, útiles para cualquiera que como él gusta de recorrer el mundo a grandes zancadas: de Europa a África, de Asia al Antártico y del Antártico a Latinoamérica. Pero sí unos lo suficientemente cómodos, pues con ellos este escritor viajero puede andar paso a paso por las calles de las ciudades y así encontrar los rostros más contrastantes: “Su cara era una playa en la que habían fondeado muchas historias y a la que el mar había arrojado muchos restos de naufragios.” Esos “restos de naufragios” están ahí, en el modesto café turco, a bordo de un Antonow sobre el Níger, o en la cantina de pueblo, junto con los compañeros de juego. Algo de la personalidad se descubre al mover las fichas tirando los dados: se habla sobre los problemas cotidianos, se discute a carcajadas, se goza con el sufrimiento ajeno, y no pocas veces se saltan los límites de la broma, y junto a la tensión de un movimiento determinante, la tragedia se desencadena. Los personajes de la novela de Ilija, El mundo es grande y la salvación acecha por todas partes, juegan a las tablas reales, o Backgammon en inglés. Y entre una partida y otra saltan de historia en historia (del pasado familiar a la guerra, de la huida al reencuentro), aprenden los secretos del juego (medir

tos al ejército o a la Sociedad Geográfica, los libros y traducciones de Burton cuenten la historia de Burton; dejar que los demás den su versión de las cosas: Kundalini, como una Scheherezada que noche a noche detiene repentinamente sus embates sexuales para ponerle las manos sobre el pecho y susurrarle una lección del Kamasutra; el sirviente Naukaram dictándole su vida a un escribano con el único deseo de obtener una carta para solicitar un nuevo trabajo; desde la perspectiva de las autoridades árabes que buscan descubrir las verdaderas intenciones de un tal jaque Abdullah; o con las desconcertantes palabras del griot Sidi Mubarak Bombay, quien cuenta sobre sus aventuras con este mzungu, el que gira en círculos, pero también sueña con volver a ver a ese chico del pueblo que quería retener su sombra escarbando el suelo, para pedirle que le cuente las experiencias que no vivió, y entonces ver desfilar ante sus ojos la vida que le robaron, “pues en mi vida real ya no volví a proyectar sombra alguna”. Y de todos modos ahí aparece también la voz de Ilija, porque desde luego se trata de comprender la admirable personalidad de Burton, pero también de poner distancia y así hablar contra los prejuicios, criticar el colonialismo y el esclavismo; se trata de no contribuir al caos del mundo: “Si en nuestros congéneres sólo vemos a los otros, nunca dejaremos de herirlos. Visto así, el demonio radicaba en las diferencias que las personas construyen entre sí.” Frente a nuestros ojos aparece el mundo hinduista, el mundo musulmán, el mundo africano, ¿los contemplamos inmersos en la asombrosa complejidad de sus culturas o sólo desde nuestro limitado horizonte de vida? De ahí el interés de Ilija por impulsar la literatura africana o por hablar sobre los problemas de la globalización con escritores y pensadores como Ranjit Hoskoté, Feridun Zaimoglu o Juli Zeh. Eso es a lo que Ilija podría llamar desvanecerse en la escritura. Me pregunto ahora si alguna vez Ilija, jugando a las tablas reales, llegó a apostar su sombra con el diablo y así comenzó la colección de sus buenas historias. ¿Por qué no? Sucede con frecuencia en la literatura en lengua alemana. El mundo es grande y la tentación acecha por todas partes •


Lorel Manzano

L

La geografía: Alemania, un país atravesado por ríos largos y profundos. Ríos que lo relacionan con los demás países centroeuropeos y con los pertenecientes a Europa del Este. El Elba, el Rin y el Danubio recorren el paisaje de la literatura alemana desde sus inicios. Sus caudales han llevado lejos a numerosos escritores alemanes, a veces impulsados por el deseo de “ver el mundo”, como llamaba uno de los personajes del romanticismo alemán a ese anhelo; otras veces heridos por la guerra, tantas

entre los bloques del nuevo conflicto: la Guerra fría. El Muro de Berlín se levantó. La geografía se reconfiguró bajo el nombre de la República Democrática de Alemania y la Federal de Alemania. Por un lado, bajo el imperio de Stalin y en nombre del comunismo, se cometieron los peores crímenes. Marx no se podía levantar de su tumba para desmentir al dictador, ni darle un verdadero nombre a lo que entonces sucedía en el bloque dirigido por la URSS . Por otro lado, el bloque estadunidense endureció su política intervencionista y apoyó a los más sanguinarios dictado-

el recuerdo de sus años en la Universidad de Timisoara, donde estudió Filología Germánica y Románica, de su participación en el grupo intelectual Aktionsgruppe Banat en defensa de las minorías germanoparlantes, de su trabajo como traductora técnica en una fábrica, de su despido por negarse a cooperar con la Securitatea, la policía secreta de la dictadura rumana, de los más de cincuenta interrogatorios a los que se vio sometida, de la censura y el exilio. En 1987 emigró a Alemania. En los siguientes años publicó más de veinte títulos en distintos géneros, en-

Alemania Sasa Stanisic

otras bajo la sombra del exilio. A su vez, esas mismas corrientes han llevado a la geografía de la literatura en alemán a escritores como Franz Kafka, Joseph Roth, Elias Canetti, Rainer Maria Rilke… Personajes de una Historia y una Geografía que se va reinventando sin cesar. Ríos que van o vienen, según se venga o se vaya; según la época, el tiempo, la geografía, la historia social. La historia: después de 1945 la discusión en torno a la segunda guerra mundial se volvió una cuestión generacional. Dejó su huella, evidente, en los miembros del famoso Grupo del ’47, la generación que creció bajo el régimen nazi y más tarde en la Alemania ocupada. Ahora los hijos, cuando miraban a sus padres, no podían dejar de ver a los asesinos nazis. El tratamiento literario fue de lo más diverso: con ingenio, dolor, distancia e ironía, como un llamado a cuentas. Los nombres han dado la vuelta al mundo: Heinrich Böll con su defensa de la “literatura de escombros”; Ingeborg Bachmann intentando liberar a la lengua de su historia nazi; Günter Grass revalorando el pasado al toque del tambor de Oskar Matzerath; Hans Magnus Enzensberger trazando arriesgados caminos entre la crítica, la literatura y la realidad; Paul Celan, el poeta que decidió escribir en la lengua de los asesinos, y la retorció, la arañó, la sintetizó para obligarla a confesar, a expresar una realidad tortuosa, personal, inolvidable. Entonces la llamada literatura de postguerra hacía un ardiente llamado para hablar del aquí y el ahora. El tratamiento diverso de la experiencia en torno a la segunda guerra mundial continuó su desarrollo

Maron Monika

Ingeborg Bachmann

res. Comenzaron así los buenos tiempos de la KGB y la CIA. La carrera armamentista inundó el planeta con bombas nucleares, armas químicas y bacteriológicas, y continuó así hasta alcanzar la luna. La geografía de la literatura alemana se inventaba una vez más: en Berlín del este, Thomas Brussig en su novela La avenida del sol narró con chispeante ingenio e ironía una juventud transcurrida frente a un punto de vigilancia del Muro. En cambio, para Monika Maron la RDA tuvo significados muy distintos. Nació en 1941 y sobre ella ya pesaba la tragedia de la guerra, pues su abuelo materno, judío converso, fue asesinado en un ghetto polaco y sus padres no se pudieron casar debido a prohibiciones raciales. En 1981, su primera novela Flugasche (Cenizas al vuelo) fue censurada en la rda debido a la postura crítica de la autora respecto al tema ambiental; entonces decidió publi carla en la RFA , a donde emigraría en 1988. Más adelante, la propia Maron haría públicas sus colaboraciones con la Stasi, la policía secreta de la RDA , para asumir su responsabilidad histórica. También para la escritora rumano-alemana Herta Müller, la policía se creta tuvo un papel determinante en su obra. Müller nació en 1953, al otro lado del Danubio, en Nitzkydorf, Rumania, en esos paisajes habitados por moreras, mujeres rotas y padres que amaron al Führer; por sus personajes descritos en una lengua acechada por la imaginación y las metáforas más sorprendentes. Müller presenta las impresiones de la infancia en En tierras bajas, libro de relatos publicado en 1982 en una versión censurada por la dictadura rumana y presentado dos años más tarde de manera íntegra en la RFA . Para ella, lo vivido conforma el material de su obra:

Ahora los hijos, cuando miraban a sus padres, no podían dejar de ver a los asesinos nazis. El tratamiento literario fue de lo más diverso: con ingenio, dolor, distancia e ironía, como un llamado a cuentas.

Dragica Rajcic

Swantje Lichtenstein

Adam Sob

sayo, novela, relato, poesía. En 2009 le otorgaron el Premio Nobel de Literatura. La historia sigue su curso. Los ríos van o vienen, según se venga o se vaya. Es cuestión de la época, del tiempo y el lugar de nacimiento: muchos autores nacidos en la década de los sesenta, alentados por aquél deseo de “ver el mundo” decidieron viajar, vivir en otras culturas. Así lo hizo Peter Stamm, quien nació en Suiza en 1963 y desde joven residió por largas temporadas en París, Nueva York, los Países Bajos, y ha nutrido su obra de una cierta distancia con la propia realidad. También Stefan Wimmer, nacido en 1969, en Múnich, surcó el río y atravesó el mar. Eligió Ciudad de México como lugar de residencia, y a la UNAM para continuar sus estudios literarios. Sobre esta experiencia tratan sus novelas Los 120 días de Tulúm y El rey de México, y el disco Larga noche, a ti pertenece mi vida, dedicado al bolero mexicano y el cual le ha valido


27 de noviembre de 2011 • Número 873 • Jornada Semanal

un premio de la radio alemana. Por su parte, Ingo Schulze, quien nació a principios de los años sesenta y a los veintiún años viajó al extremo noreste, decidido a vivir en San Petersburgo, recogió las experiencias de esa otra cultura en su primer libro de relatos 33 momentos de felicidad. Poco después publicó Historias simples y, en palabras de la crítica, se destaca como un gran conocedor de la reunificación alemana. El Muro de Berlín se derrumbó. Los hermanos no se habían visto desde hacía veintiocho años; entonces pestañearon innumerables veces, con extrañeza, dolor, rabia, nostalgia, crítica, incomprensión; necesitaban entender el significado de la reunificación, una historia dividida por un muro. Entonces sobrevino la estabilidad económica y, al consolidarse Alemania como una potencia mundial, dio trabajo, primero, a los vecinos centroeuropeos, luego, a trabajadores turcos, polacos, rusos; desde el milagro económico, Gastarbeiter, trabajador invitado, era una palabra común para designarlos. Una vez más se trataba del fenómeno migratorio en relación con las pocas o deficientes oportunidades en la propia tierra. Sobrevino otro conflicto armado en Europa, después el exilio y la migración: en 1991

Wladimir Kaminer

boczynaki

a hacer concesiones al tan sacralizado alto alemán, a expresarse claramente y sin errores gramaticales en la lengua que la arropaba. No, sus poemas, prosas cortas, columnas periodísticas y obras de teatro contienen una cantidad de “errores” de redacción que escandalizarían a cualquier purista del alemán. Sin embargo, ahí está la riqueza expresiva de esta poeta, en sus “errores” deliberados. El estilo de Rajcic ha sido catalogado como proveniente del alemán rudimentario de los trabajadores migrantes. Ella está orgullosa de que así sea, pues a pesar de que su alemán cultiva el malentendido y la ambigüedad, puede conversar “fluidamente” con la desbordante delicadeza de Hermann Broch. Rajcic ha sido reconocida con numerosos premios por la importancia de una obra que habita un lenguaje fronterizo difícil de traducir. También Sasa Stanisic abandonó su hogar en Visegrado, cuando tenía once años y estalló la guerra. Stanisic se exilió en Alemania y en 2006 deslumbró al lector alemán con su primera novela, bajo el título Cómo el soldado repara el gramófono. La historia de Aleksandar,

sentativos de Alemania; su nombre se asocia a las palabras “sentido del humor”, “crítico”, “ruso”, bestseller. Kaminer viaja de la literatura a la vida cotidiana y cuando regresa lo hace cargado de nuevas miradas. Sus títulos dan cuenta de estos viajes: Russendisko, El viaje a Trulalá, No soy berlinés. Guía de turistas perezosos. El escritor ruso tiene un papel importante en la vida cultural de su ciudad: da conferencias, realiza lecturas de autores rusos, escribe en los periódicos más importantes, en su Russendisko presenta junto con su banda lo mejor de la música de su patria. Hay quien asegura que cultiva ese delatado acento extranjero en alemán. No hay duda: Kaminer no pretende ser alemán, le gusta ser ruso y vivir en Alemania. Su prosa clara y amena permite apreciar la ironía e irreverencia del vecino que se ríe cuando llega a nuestra casa y nota cierto artificioso orden. Soboczynsky nació en 1975, en Polonia, pero desde los seis años vive en Alemania. Estudió filo sofía y literatura alemana, se especializó en Heinrich von Kleist y desde hace años colabora en el prestigioso

letra Y alma (I) Herta Müller

estallaron las complejas guerras yugoslavas. Una nueva ola de refugiados abandonaba sus casas, se aventuraba a atravesar el país a pie o salía en sus carritos yugos. Similares aventuras pasaron otros escritores cuando salieron con sus familias de sus lugares de origen: Feridun Zaimoglu, aún en los brazos de sus padres desde Turquía a finales de los sesenta; Ilija Trojanow, a principios de los setenta desde Bulgaria: el niño Alexander pasa sobre la Cortina de Hierro volando por unos instantes “como un coleóptero”. Los hijos de los trabajadores invitados, exiliados y migrantes, crecieron hablando alemán, pero también viviendo en la cultura de sus padres, una cultura tan lejana como añorada. Otros de ellos tuvieron un comienzo difícil: la escritora croata Dragica Rajcic, nacida en 1959, trabajó en Suiza como empleada doméstica y planchadora. Más adelante adoptó la lengua alemana pero en ningún momento estuvo dispuesta

Feridun Zaimoglu

Wimmer Stefan

el personaje principal, ha dado una gran vuelta al mundo gracias a las treinta traducciones que de ella se han hecho. Su vida en Visegrado es también la de la familia, la de los vecinos, los amigos de la escuela, del camarada Tito y sus tres muertes. Asimismo, es el relato de los soldados, las Kalashnikov, los juegos en el sótano, las bombas en la calle, el modo en que un soldado arrastra el gramófono por el suelo, “lo trae agarrado por la bocina como si fuera un ganso al que lleva al matadero”… después el largo viaje hacia Alemania en el pequeño yugo. Otros personajes de una historia y una geografía que se van reinventando sin cesar son Wladimir Kaminer y Adam Soboczynski. Tras la caída del Muro, el escritor ruso Kaminer, a la edad veintitrés años, decidió de golpe y porrazo vivir en Berlín. En los programas radiofónicos o televisivos lo presentan como uno de los escritores contemporáneos más repre-

Hans Magnus Enzensberger

Tom Schulz

periódico alemán Die Zeit. Su única traducción al español es El arte de no decir la verdad, mezcla de novela y ensayo personal a modo de anecdotario ligero. El joven autor se ocupa de un mundo pura y maliciosamente civilizado: el superhombre moderno. Perfila sus personajes bajo cierta herencia sutil del Manhatan Transfer. La prosa ágil e inteligente de un autor extraño que obliga al lector a jugar una partida doble o triple con su narrador: ¿cómo creerle al artista del fingimiento? En principio, el lector accede, se descuida, pero en cuanto lo medita con más calma, teme haber sido engañando por un falso moralista que, además de todo, hace del fingimiento su arte. Hasta aquí la historia ha trazado los caminos de una geografía diversa, atravesada por ríos largos y profundos que recorren el paisaje de la literatura en lengua alemana. El delirio ha arrastrado las palabras de un extremo a otro •

9


10

Rüdiger Safranski biógrafo del pensamiento Pável Granados

Foto: Michael Oreal

La moraleja para nuestra lengua es valiosísima; el idioma español y, principalmente, México, tiene una cantidad considerable de “pensadores”, es decir, de autores sin vocación de sistema. Si se regresa en la historia del pensamiento y se les vuelve a leer, se verá que tienen un papel muy distinto del que modesta y tradicionalmente vienen ocupando, y se verá la importancia del estudio de Safranski. Sobre todo porque revoluciona la idea que por lo general se tiene de la filosofía en México. Para algunos sólo hay filosofía en México a partir de la implantación del pensamiento analítico en los años setenta; para otros, sólo se puede hablar de eso desde el positivismo. He oído demasiado esos argumentos reduccionistas. Pero la primera vez que escuché a alguien sugerir en el estudio de la historia de las ideas a los autores “modestos”, quienes no hacían sistemas, fue a Elsa Cecilia Frost –traductora de Michel Foucault. No encuentro la imagen apropiada para explicar la sensación que da la lectura de Safranski, pues pocos textos provocan un entusiasmo parecido. Por lo general, una postura idealista ante el pensamiento provoca que las ideas se consideren hijas de las ideas –véase arriba. A regañadientes se acepta, en el caso de los literatos, que su obra tenga explicaciones biográficas. De pronto hay comentarios escandalizados, pero son fáciles de refutar. No ocurre lo mismo con la filosofía, con el pensamiento “puro”. En este sentido, se trata de una obra realmente provocadora. Porque muchas veces, ¡demasiadas veces!, se ve al pensamiento filosófico como el gran habitante de lo atemporal, de lo absoluto, de aquello que se crea en un contexto y rápidamente lo abandona para abrirse al Ser y dialogar

N

o quiero dejar pasar la oportunidad de hablar de Rüdiger Safranski, puesto que su libro Nietzsche, Biografía de su pensamiento significó una fuerte impresión cuando lo leí, hace exactamente diez años. Un pensamiento tiene biografía, es moldeado por las circunstancias, y se transforma ya que es, ante todo, una reacción ante la vida –y de alguna manera es también la vida. No es la vida de Nietzsche, eso queda en segundo plano, pero nunca en segundo lugar, pues el pensamiento iría libre por el mundo y tiene que luchar para abrirse paso en él. Debe golpear. Entonces el pensamiento golpea con una serie de martillazos los muros de la realidad, para que ella, a su vez, se acople a él. El pensamiento no es la obra, sino su principal causa. El pensamiento del que se ocupa Safranski es, en gran parte, el consciente. Hay una gran cantidad de pensamiento “inconsciente” en la obra, y hasta se intenta limpiar un poco el asunto y penetrar en esas tinieblas, pero no completamente. El libro de Safranski plantea que el pensamiento no es la base del pensamiento. Ni siquiera tiene su base en otros pensamientos, pues no es, en última instancia, un préstamo de otros sistemas, pues debe existir una voluntad que decida por qué utilizar o no las ideas de otros. Para encontrar el porqué de los conceptos “dionisíaco” y “apolíneo” en Nietzsche, el autor hunde sus manos en la personalidad del filósofo, para descubrir las causas individuales, para llenarse las manos de experiencia ajena. Quizás una homosexualidad reprimida es la causante de la atracción por lo dionisíaco: la fusión del tú y el yo, el momento en que todos se integran y se mezclan sin importar el sexo de los individuos. Nietzsche, el filósofo que miró un día las fotos que tomaba Wilhelm von Gloeden (1856-1931) a jóvenes desnudos, en Sicilia, y acarició el sueño de viajar a la isla y acariciar su sueño en persona. Es decir, trascender el Yo ajeno, borrar el límite. El empeño de Safranski es unir ideas, vencer la apariencia desestructurante y armar un rompecabezas que no tiene sentido, porque las piezas se transforman apenas se les intenta unir.

El pensamiento no es la base del pensamiento. Ni siquiera tiene su base en otros pensamientos, pues no es, en última instancia, un préstamo de otros sistemas.

con él. ¿Pero el filósofo es capaz de hacer eso? En todo caso, Safranski tiene la pretensión de resolvernos una duda en la que muchos hemos pensado sin atrevernos a formularla: ¿qué piensa el pensador de su propio pensamiento? ¿Qué aspectos de la realidad se le siguen presentando brumosos? ¿Ante qué realidades concretas formula sus ideas? Ante este asedio, el pensamiento se llena rápidamente de sustancia y cae estrepitosamente, pues se le ha impedido volar libremente, por lo menos por un momento, y se estrella de imprevisto ante una realidad. No hace mucho supe que la frase de José Ortega y Gasset (“Yo soy yo y mi circunstancia y si no la salvo a ella no me salvo yo”) es una referencia al franquismo: la circunstancia que debía ser salvada para que este pensador fuera salvado. Quizás se quiera salvar el pensamiento de Ortega para algo –alguna utilidad debe de tener– y dejar que se hunda el franquismo. Quizás se pretenda extraer aquello que sobrevive a su circunstancia. Olvidamos distinguir las diferentes etapas de la lectura: Nietzsche, el pensador que nos ha devuelto la filología y ha sobrevivido a las alteraciones que sufrió su obra por su propia hermana… Ése es quien renace a los ojos de Safranski. Cierto: quizás sea un pensador más limitado al que estamos acostumbrados. Pero eso hace reflexionar que una obra está hecha también de los agregados posteriores, póstumos. La obra de Safranski es una provocación. Un reto a la historia del pensamiento “puro”, pero también una propuesta para ampliar las categorías que nos han impuesto para contar la historia de las ideas. Contribuye a derrumbar la historiografía idealista que muchas veces acompaña al expositor de sistemas filosóficos. Por otra parte, hay mucha admiración por la obra de Safranski; pero sería mejor que la admiración fuera seguida de un trabajo similar en la tradición mexicana: tomar prestada la mirada de Safranski para ver el pensamiento de Fernández de Lizardi, Ramírez, Altamirano, Sierra, Reyes, Revueltas –¿o del subcomandante Marcos incluso? De pronto caerían los muros que dividen la vida de la obra y entraría luz al ámbito del pensamiento en México •


27 de noviembre de 2011 • Número 873 • Jornada Semanal

Peterlacónico Stamm, y explosivo Herwig Weber

I

D

e todas las cosas se puede decir algo. Y de todas las cosas se puede decir lo contrario. El carácter real de los objetos radica entre los polos opuestos de nuestro mundo lingüístico de contradicciones. Como subrayó Peter Weininger en su texto Sexo y carácter, la idea pura platónica no existe en la realidad. Esto se debe al hecho que la palabra fonocéntrica es una abstracción de lo individual de los objetos en la realidad. Por esto el texto literario más sencillo abre su significación a interpretaciones infinitas. El autor suizo Peter Stamm conoce esta ley. La dificultad de sus textos radica en su rotunda sencillez. Estos cuentos y novelas tan alabados por la crítica europea, los cuales tratan de tragedias de amor y de relaciones humanas, son silenciosos y meditativos. Y no lo son. Son en verdad escandalosos.

Agnes o en las colecciones de cuentos Lluvia de hielo y Paisaje aproximado, faltan casi por completo explicaciones que pretendan brindar un acceso fácil a las motivaciones de los individuos. En Lluvia de hielo llega tal vez al máximo esplendor de su arte narrativo. En el cuento “El país puro“, un suizo en Nueva York observa en varias ocasiones por la ventana de su cuarto a una hermosa bailarina. El protagonista nunca logra hablar con ella. Un día una mujer le llama para decirle que una amiga suya lo mira desde su departamento y quiere conocerlo. No es la bailarina, sino otra mujer, igualmente bella y atractiva. El hombre, sin embargo, ha construido una imagen de la mujer perfecta: la de la bailarina, que se desvanece con la nieve que comienza a caer en las calles de la ciudad. La postura narrativa es la contemplación. El demiurgo-narrador contempla y narra lo observado. Muchas veces la acción

¿qué es lo que contemplan? Nada de tonterías, ellas contemplan los elementos de los que han salido, contemplan su propio requisito, y el requisito de la vaca es la hierba.” Los personajes en estos textos de Stamm contemplan su propio requisito: la relación y la norelación con otros. Ellos quieren ser como las vacas deleuzianas. Yacer y contemplar (o leer) parece ser para la mayoría el estado ideal. La colección más reciente de cuentos disponible en español, Los voladores, reflejan aún más la contingencia en la elección de la situación narrada. El primero, “La expectativa”, empieza como si la instancia narrativa hubiera elegido por azar acercarse a una reunión de gente joven en una casa para seguir narrando lo que pasa en los próximos días en la vida de la protagonista, y para abandonarla después igual de repente. La instancia narrativa no interpreta.

II

III Agnes, de Stamm, comienza así: “Agnes ha muerto. Ha muerto por una historia. Y nada me ha quedado de ella salvo esa historia.” Las tramas son tan sencillas como la prosa con las que las cuenta. Un yo-narrador ve a una mujer en una biblioteca, hablan, sienten atracción, hay gravitación (diría Simone Weil). Ella queda embarazada, él reacciona con repulsión, la historia sigue su camino. El lector la interpreta tal vez como trágica. El narrador sólo narra. El dios-narrador de Stamm es un demiurgo, un creador, un dios de Leibniz. A Stamm le interesa más la diversidad de los fenómenos que la explicación de los mismos. Los narradores de sus cuentos y novelas en muy pocas ocasiones nos informan sobre el estado mental de los personajes, su actividad se reduce a esbozar un relato eludiendo las interpretaciones de los actos de los personajes. Sobre todo en textos más antiguos, como en

La modernidad occidental está comprometida con la narración. El fundador de la filosofía moderna alemana, Gottfried Wilhelm Leibniz, desarrolló con mucha refinación dialéctica un sistema fundamental para el proyecto de la modernidad: el mundo consta de pura narración. Dios no sólo narra un mundo, sino una infinitud de mundos posibles de los cuales escoge el más lógico. Donde hay narración, hay avance y hay utopía. Estos son dos lemas de la ilustración europea. La narración del mundo por un dios (leibnizeano) es así símbolo para la fe en la palabra, en su fuerza explicativa de un pasado y un presente, y en su fuerza creativa de un mejor futuro. La narración es la base de la modernidad occidental. Y al mismo tiempo es su derrumbe. Al menos en su concepción leibniziana. Donde un dios (autor, demiurgo) crea narrando hasta el infinito diferentes mundos, desvaneciendo el sentido. Donde una máquina de narraciones cuenta automáticamente sin comentar ni interpretar, de allí que las bases de una modernidad como conciencia, autoconciencia, moral, ética, amor, Estado, familia, avance, etcétera, sean contingentes y dejen de existir.

Dios no sólo narra un mundo, sino una infinitud de mundos posibles de los cuales escoge el más lógico.

de los protagonistas en los textos de Stamm es pura observación. Se trata aquí de la contemplación de la contemplación. Deleuze mencionó una vez, justamente en sus clases sobre Leibniz, que la vaca es el animal más representativo de la realidad desvalorizada: “En lugar de invocar los grandes principios neo-platónicos, invocamos las condiciones de existencia: cada cosa es contemplación inconsciente de sus propias condiciones de existencia, es decir de sus requisitos. [...] Las vacas son eminentemente contemplativas, y

Foto: Rodrigo Carrizo Couto

¿Qué significan estos relatos de escenas cotidianas? Tal vez significan que lo que está pasando no tiene ningún significado más allá del significado que uno le da. Como el lector le da a los textos de Stamm. IV A primera vista, Stamm parece representar con su escueta forma de narrar el regreso a caminos seguros “modernos”. Pero también es cierto que el escándalo en la escritura de Stamm radica en que la instancia que narra aquí no tiene criterio de elección de lo narrado – todo es narrable. Y así se relativizan todos los valores para la definición de una modernidad ilustrada. Se pierden estas bases pero se gana la libertad para la reconstrucción de otras. Los textos de Peter Stamm son gran literatura •

11


Una antología de Rosario Castellanos Prácticamente desconocida como poeta en España (no se había publicado hasta hoy un solo libro de ella de poemas), apareció hace unos meses en Sevilla, en la Editorial Renacimiento, una antología, Juegos de inteligencia, prologada y seleccionada por la española Amalia Bautista. No podía ser más apta la antologadora; como poeta, Amalia tiene un aire de familia con Rosario Castellanos, y más aún, son almas afines. Fervorosa lectora de Rosario, Amalia –como señala en el prólogo– escogió los poemas por la emoción, la admiración y el disfrute que le proporcionaron. Entre los temas de su poesía se hallan los desencuentros amorosos que dejan después un largo desasosiego, y las continuas antevísperas de la muerte, la odiosa e injusta condición de inferioridad de la mujer impuesta por el hombre y la definitiva incomunicación entre uno y otra, la conciencia heideggeriana de estar “arrojada en la tierra” y una fuerza sacada de la última raíz que le sirve de defensa contra el viento para que no derribe el árbol, la simpatía triste por el vencido y la congoja de morar “donde la soledad tiene su casa”, recuerdos de la vida de infancia y adolescencia en una Chiapas ferozmente racista y el pequeño rincón del amor fiel al hijo. Cuando Rosario se vuelve corrosiva y abre el frasco de su humor cáustico, que no es pocas veces, el ácido quema la piel de los otros, pero al mismo tiempo quema la suya. Con lúcida conciencia sabía que la palabra “si es exacta es letal/ como lo es un guante envenenado”. Detrás de los admirables “juegos de inteligencia”, Rosario Castellanos ocultaba un alma desoladamente frágil. Leer la poesía de Rosario Castellanos es tocar una llaga. En su poesía no hay ornamentos ni saledizos, pero suele quedar algo sin decir y ese algo nos angustia con su secreto. Dentro de esos poemas hallamos aun admirables fábulas como “Diálogo del sabio y su discípulo”, “Fábula y laberinto”, “Ajedrez” y “La victoria de Samotracia”. Más: en su casi totalidad, los poemas aquí incluidos cortan como el filo del cuchillo, entristecen como un adiós que no se quiere, nos golpean como un puñetazo seco, pero también en muchos vemos puesta sobre la mesa una “rama de espliego”. En sus versos la subjetividad y la objetividad se cruzan y entrecruzan en un yo que habla en plural. En su obra, abundante en giros coloquiales y menudamente cotidiana, se observa, sobre todo en sus últimos libros, una tela sutilísima que apenas separa la poesía de la prosa. En la tradición mexicana, desde Sor Juana (“Primero sueño”) hasta Francisco Hernández (“De cómo Robert Schumann fue vencido por los demonios”) hay una magnífica y pródiga línea de poemas extensos. Uno es “Lamentación de Dido”, escrito por Rosario cuando tendría cosa de treinta años. Es una adaptación personalísima de los pasajes del amor desdichado de Eneas y Dido en la Eneida. Es decir, el poema contiene una lectura literaria y una lectura biográfica. Se miran en los versos un juego de espejos y un fuego de reflejos. Leemos la historia sobre la vida de Dido pero todo el tiempo pensamos en la vida de Rosario. El asunto del poema no tiene mayores complicaciones: recuerdos de la infancia y la adolescencia, la llegada azarosa del náufrago extranjero, el amor desesperado y el abandono del hombre por otra alta ambición. La diferencia con la Dido clásica, que se suicida, es que la Dido de Rosario se decide por una vida de sufrimiento: “Mis amigos me miran al través de sus lágrimas; mis deudos vuelven el rostro hacia otra parte. Porque la desgracia es espectáculo que algunos no

deben contemplar. Ah, sería preferible morir. Pero yo sé que para mí no hay muerte./ Porque el dolor –¿y qué otra cosa soy más que dolor?– me ha hecho eterna.” Entre o debajo del poema, en una segunda lectura, quizá la verdadera, está la tragedia de la mujer avasallada y desechada por el hombre como cosa inútil o malograda. Tengo la impresión de que hay una línea que sintetizaría de alguna manera su sentimiento trágico de la vida: “Sería feliz si yo supiera cómo.” Quizá, pero Rosario era demasiado inteligente, entendía como pocos poetas la complejidad del ser, tenía la carga de largos años de dolor, para haber sido dichosa. Rosario Castellanos es una gran poeta mexicana del proceloso siglo XX, pero pertenece, si olvidamos esto, a cualquier época y a todo el mundo •

27 de noviembre de 2011 • Número 873 • Jornada Semanal

Verónica Murguía Atención personalizada Traigo un negocio entre manos. Este negocio, que dará mucha lata y poco dinero, requiere de grandes cantidades de resistol, botones, listón, telas de colores, encajes y hebillas. No contaré aquí las veces que me he quemado los dedos con el silicón caliente con el que ando pegando cosas, ni la de manchas que he dejado en la alfombra. Quiero referir mis encuentros con la atención personalizada en la bonetería. Fui a comprar unos moños pues necesitaba una docena. Al entrar en la tienda, tomé una canasta y me detuve como una boba a mirar arreglos de flores de papel. Entonces una señorita se acercó a preguntar “¿ya la atienden?” –No, pero no hace falta, gracias. Sólo vine por una docena de moños. –Yo le llevo la canasta –me contestó ella y, con decisión, me la arrebató–. ¿Qué tipo de moño quiere? –De listón –contesté un poco cortada. –No hay de listón, sólo de puffy. –¿Qué es eso? –Ése como papel inflado. Están en el pasillo de ceremonias. –Mejor voy sola, para ver si encuentro listón. –Pero es que aquí hay atención personalizada. El listón está en el pasillo cuatro. Vamos. Nada de andar curioseando. Recorrimos el pasillo de ceremonias y el pasillo cuatro. Ella se miraba las uñas de la mano libre (la otra mano aferraba el asa de mi canasta) y ponía los ojos en blanco cada vez que yo me detenía frente a los tubos de pintura, los moños de puffy, o frascos llenos de diamantina morada. Mientras ella suspiraba, aburrida, yo manoseaba cintas y botones, sintiéndome observada por una inteligencia superior y sumamente crítica. Tuve que huir sin moños ni listón. –Entonces, ¿no encontró lo que buscaba? –me preguntó con rencor cuando le dije que ya me iba. Salí con un frasco de pintura de un color indescriptible, una variedad de café con brillos grises. Es asqueroso y no me sirve de nada. Este breve encuentro me hizo fijarme en la atención personalizada. Existe en algunos restaurantes donde el mesero se presenta mientras el garrotero pasa el trapo bajo las narices de los clientes y recita cortésmente: –Mi nombre es X y tendré el gusto de atenderlos. Ahorita les traigo la carta. Lo que sigue es lo más normal del mundo: se tarda años en traer el menú. Tan se tarda, que a uno se le olvida cómo dijo que se llamaba. Y no es que importe, pues no me imagino a nadie llamando al mesero por su nombre en lugar de usar el afable y poco comprometedor “joven”. El “¿ya la atienden?”, la declamación con el nombre y la persecución del cliente por los pasillos impera hasta en las farmacias lujosas. Allí, las señoritas que venden cosméticos y perfumes atrapan al cliente en cuanto atraviesa el umbral y lo destantean untándole cremas en la mano. Por eso, cuando uno llega al mostrador, ya se gastó en una loción para las patas de gallo el dinero que traía para comprar el antibiótico o el antidepresivo. Nada de esto tiene mucha importancia. Sí, uno se aturde y compra lo que no quiere o huye acobardado, pero con un “no gracias” educado, basta.

LAS RAYAS DE LA CEBRA

Marco Antonio Campos

SEÑALES EN EL CAMINO

arte y pensamiento

Lo que sí me parece grave es que hay ciertos lugares en los que uno necesita la atención personalizada y no la hay. En el banco, por ejemplo. Claro que la ofrecen, pero no existe. Nadie atiende con celeridad ni paciencia a los clientes, no importa si comenzaron a llevar sus ahorros desde el día que se graduaron de la primaria. El cajero nos mira desde atrás del vidrio con desconfianza y cansancio. Le importamos un pepino. En el hospital. Allí sí que se pone horrible. Si es tarde en la noche cuando uno llega con su urgencia, ni quien le haga caso. Alguien nos recibe y luego desaparece. A lo lejos se oyen enfermeras conversando, el timbre de un teléfono solitario. Hay que hacer papeleo. Tramitología, no la historia clínica. No quiero generalizar, pero imagínese un hospital en el que hubiera una enfermera por cada paciente –eso sería atención personalizada–, y donde el médico de guardia lo persiguiera a usted preguntándole si se le ofrece algo: un analgésico, una venda, un antihistamínico para la alergia que lo trae con los ojos de sapo, un vaso de agua. Que en el momento en el que usted pusiera el pie dentro de la sala de urgencias se convirtiera en el centro de atención.“¿Le duele? ¿A qué hora se dio cuenta de que tenía fiebre?” Que el médico no lo mirara como desde el extremo de un telescopio puesto al revés: una pulga. Que le hablaran como a un adulto que entiende. Yo hasta pagaría con gusto lo que pago de todas maneras •

12


........ arte y pensamientt

Alonso Arreola alarreo@yahoo.com

Guadalajara sonorosa Es curioso cómo puede llegarnos hoy la música. Internet, DVD’S, conciertos, sistemas ambientales en espacios públicos, clases, radio, televisión… Pero la verdad sea dicha, pocas veces vale tanto su encuentro como cuando se da en una afortunada coincidencia, en una casualidad que cobra sentido por su contexto, independientemente de que sea a través de una de las mentadas vías. Pues bien, hoy les recomendaremos algunas cosas de ésas que aterrizaron recientemente en nuestros oídos, en forma natural, viviendo la vida sin obligarnos al hallazgo de novedades. Producido por Frankie Mares, extraordinario baterista de Troker, banda tapatía de jazz-pop instrumental, Vésica Piscis es un quinteto, también de Guadalajara, con el que compartimos escenario hace unas semanas durante la novena edición del Festival Cultural Universitario del ITESO (Universidad Jesuita de Guadalajara), lugar que nos asombró en más de un sentido. Podríamos decir que el grupo comparte reflejos con King Crimson, Battles, Sleepytime Gorilla Museum, Steven Wilson, The Mars Volta y muchas bandas más, pero que igualmente propone un discurso atrevido y original que también sabe convivir con el pop y el rock clásico. Apostando por acertadas distorsiones y melodías de guitarra circulares, sobrias bases de batería, bajo y percusiones, su disco debut y homónimo es una narración sin descanso que sabe crecer con una madura intuición. Esto es raro en bandas jóvenes, pues fácilmente caen en exageraciones plenas de testosterona y mal entendido virtuosismo. No es el caso. Si bien escuchamos estructuras de caprichosa arquitectura progresiva, la música de Vésica Piscis propone un buen nivel en sus valores de producción y, mejor aún, sabe regalarnos poesía en el tinglado. Dicho esto, los temas 1 y 4, titulados “Picófona I” y “Picófona II ”, respectivamente, podrían haber cumplido su cometido durando mucho menos, pues proponen una suerte de ensayo lírico poco claro. Lo mismo sucede con el colofón de la pieza 6. Soslayando eso, el álbum es conciso y nos hace esperar muchas cosas buenas a futuro. Permita el lector subrayar el hecho de que nos los topamos en un concierto de conjuntos universitarios, lo que da un doble valor al asunto. Hoy hay que vivir una doble o triple vida. Regresar a los tiempos en que los artistas integraban varias disciplinas en paralelo. Para conocerlos visite: myspace.com/vesicapiscisgdl En ese concierto también escuchamos a Tun Dum Project. Con un perfil más clásico y con el piano haciendo las veces de columna vertebral, apuestan menos por el paisaje etéreo. Lo suyo es, parece, creer en una semilla que se va elevando sin olvidar su genética inicial. Ostinatos rítmico-melódicos, buena dinámica, gran actitud. De ellos no obtuvimos grabación, pero igualmente sabemos que algo pasará con su proyecto. Giuss y Patiño (piano y batería), sus integrantes fundadores, no sólo tienen talento y gran nivel interpretativo, s i n o u n d e s e n f a d o q u e efectivamente hace pensar tanto en Brubeck como en Hiromi, pero también en el sentido del humor de E . S . T ., The Bad Plus y John Medeski.

Para cerrar su festival, el ITESO presentó a la big band de Gil Cervantes, otro interesantísimo y notable miembro de Troker. Con la participación especial de la trompetista canadiense Lina Allemano, su primer mérito fue el simple hecho de integrar un conjunto con músicos provenientes de diversos géneros y estilos. El segundo fue una selección de temas de Charles Mingus y Miles Davis. Asimismo, la promoción que por cuenta propia lograron, redundó en una sala llena y expectante que los recibió animosamente. Lo cierto, también hay que decirlo, es que aún se siente mucho trabajo por hacer. Seguramente por falta de tiempo, ensayos y otro tipo de recursos, por momentos se necesitaba mayor contundencia, dinámica y afinación. Digamos que hubo debilidades y que la conducción de Cervantes, en algunos instantes, fue más un ancla que una vela para aprovechar el viento. Otros productos tapatíos que recientemente han visto la luz son Fiestas privadas, disco de Jaramar, y En la cocina, de Sara Valenzuela. Éstos, al igual que lo próximo a salir de Descartes a Kant, han sido producidos por Gerardo Rosado para Discos Intolerancia. Hablamos de dos cantantes de gran trayectoria en el pop y la música del mundo (terrible etiqueta) respectivamente, y de una banda rabiosa que comulga con lo teatral, el experimento a la Naked City y la buena factura de canciones. Dicho esto, y como siempre, habrá que ponerle atención a lo que hoy suena en Guanatos pues, continuamente, suena bien •

Luis Tovar

cinexcusas@yahoo.com

Cuatro de la Muestra y un abrazo Por estos días ha concluido la primera etapa de la quincuagésima tercera Muestra Internacional de Cine –que en cuanto a contenido ha vuelto por unos fueros que jamás debió perder–, consistente en su exhibición en la Cineteca Nacional, al mismo tiempo que avanzan las exhibiciones en los circuitos cinematográficos de la UNAM y el IPN, en Cinemanía Loreto, así como en varias sedes de Cinemex, Cinépolis y Lumiere. Prepárese el cinéfilo, en los últimos tres casos, a toparse con desazones tipo una sola película de la Muestra en un complejo de doce salas, contra siete o más de éstas copadas por la más reciente entrega de esa estafa mercachifle de cursilería mediocre de los vampiritos enamorados. Más adelante vendrá la saludable costumbre de hacer que la Muestra itinere en muchos estados del país, con lo que estos garbanzos en olla darán, en otras latitudes aparte de Ciudad de México, un sabor algo distinto a la cuasieternamismasopa cinematográfica con la cual –machacona y se diría que insidiosamente– a Mediomundo le van matando el sentido del gusto cinero. Las que siguen son algunas de las películas que pueden verse: El chico de la bicicleta (2011), de los hermanos belgas JeanPierre y Luc Dardenne, previos ganadores por partida doble de la Palma de Oro de Cannes, es un filme consistente con el tono y el sentido autorales que se les re-conoce, sobre todo por El niño (2005) y por Rosetta (1999). El inagotable tema de la búsqueda del padre, abordado aquí con la doble clave de crudeza/ternura tan típica de los Dardenne, se decanta por la segunda parte del binomio sin por ello ceder a tentación ninguna de melosidad o complacencia. Aki Kaurismaki, célebre autor de Los vaqueros de Leningrado en América (1989) y Un hombre sin pasado (2002), entre muchas otras, abandonó un retiro de más de un lustro para escribir, producir y dirigir Le Havre (2011), a la que le han enjaretado el sensiblero e innecesario subtítulo “el puerto de la esperanza”. Esta es la primera entrega de una trilogía en la que su autor planea ubicar otras dos historias en sendos puertos europeos. Más que ser la apuesta fuerte, la trama del filme –de suyo lineal y en Kaurismaki extrañamente previsible– pareciera ser un mero vehículo para el despliegue amplio de los caracterespersonajes tan caros al finlandés: más bien insondables, tendientes al hermetismo, tenaces como truchas contra la corriente, pero solidarios contra viento y marea. Siempre será un riesgo afirmar algo como lo siguiente, pero Había una vez en Anatolia (2011), del turco Nuri Bilge Ceylan, es uno de los filmes más logrados y memorables que a este sumaverbos le ha tocado presenciar. Hermoso en su atipicidad, cálido en su notable manejo de las luces y las sombras, paciente y generoso en su montaje, extraordinariamente bien actuado, este road movie es todo un viaje desde el corazón humano hacia la noche. La trama parte de lo que habría podido ser la semilla de un thriller, pero de inmediato abandona lo que hubiese sido un simple divertimento, un misterio policíaco del montón, para elevarse al nivel –duramente accesible para muchos– de retrato de cuerpo entero del alma, enfrentada en este caso a la muerte o, quizá mejor dicho, a la cotidianidad de la cual la muerte forma parte inevitable. El inglés Tony Kaye, que se hizo famoso gracias a la bien conocida Historia americana X (1998), dirigió y fotografió Indiferencia (2011), protagonizada de modo excepcional por Adrien Brody en el papel de un profesor sustituto en lo

CINEXCUSAS

Jornada Semanal • Número 873 • 27 de noviembre de 2011

BEMOL SOSTENIDO

13 13

que se supondría iba a ser una-escuelamás-que-ha-de-olvidarse. Instantánea vigorosa, y al mismo tiempo denuncia de un sistema escolar –el estadunidense– que produce sobre todo desinterés, tedio y apatía, la trama postula una posibilidad, así sea mínima, de lograr que algunos destinos por lo menos no se tuerzan irremediablemente. Bajo estas líneas verá el lector un recuadro a la memoria de Daniel Sada, recientemente fallecido. Va para el querido Daniel un abrazo interminable, y para su familia toda la solidaridad posible •

In memoriam Daniel Sada 1953-2011


arte y pensamiento ....... CORPORAL

Manuel Stephens

El nuevo Bolshoi

En su remodelación participaron artesanos, orfebres, pintores y carpinteros que dedicaron miles de horas a reconstruir vestíbulos, muros, escaleras, cimientos y fachada para devolver al Bolshoi sus perdidas glorias. Uno de los principales objetivos de la restauración era recuperar la acústica original que, según expertos, se había perdido casi por completo debido a las salvajes reformas soviéticas en las que se utilizó hormigón armado. Para la remodelación se empleó madera igual a la original de 1825, que tiene un timbre único y reproduce el eco como ninguna otra. El espacio del recuperado Bolshoi se ha duplicado. Por debajo de la plaza del teatro frente al edificio, se ha construido una sala de conciertos subterránea que forma una estructura de seis pisos con una profundidad de 20.5 m. La sala, denominada Beethoven, tiene capacidad para 330 espectadores y, por estar muy cerca de una estación de Metro, fue especialmente aislada. Para protegerla definitivamente de la vibración de los trenes, se detuvo temporalmente el tráfico subterráneo para colocar amortiguadores en las vías. Las salidas de emergencia de la nueva sala son cabinas de cristal que sobresalen en la plaza del teatro.

La rebusca Mañana iremos a los tiraderos de San Juan. Cada vez que hace falta vamos; de madrugada, por lo oscurito, a escondidas, sin hacer ruido, sin que nos vean, porque a los de allá no les gusta que vayamos a buscar lo que queda en sus calles. Vamos en grupitos de tres, de cuatro. Vamos y volvemos como la fregada, para que no nos salgan. Todo lo revolvemos, hasta que ya no hay nada más que pueda venderse, que se pueda comer. El abuelo dice que en la rebusca de mañana hallaremos lo suficiente para aguantar otro rato; para no morirnos de hambre. Dice que volveremos con los costales llenos. Dice que esta vez nos van a faltar manos para recoger todo lo que dejaron, porque ayer hubo fiesta en aquel barrio. Cada vez que hace falta vamos a San Juan, o a la colonia Renacimiento, o a donde se pueda, con el hambre pegada al cuero y con los costales tan grandes como nuestra esperanza. Aunque yo veo que cada vez regresamos con más hambre y con menos esperanza •

Rogelio Guedea

MENTIRAS TRANSPARENTES

Felipe Garrido

En la recuperación del estilo decimonónico del teatro participaron centenares de artesanos en el tejido a mano de la seda, restauración de gobelinos y la fabricación de un tipo especial de papel maché. En cuanto a la tecnología, el Bolshoi tiene los mayores adelantos mecánicos y de ingeniería, el espacio de la orquesta sube hasta colocarse al nivel de los espectadores y el escenario baja a profundidad; tiene escenarios para ópera y ballet, este último con materiales especiales para proteger a los bailarines. Su acústica ha mejorado con materiales para la calidad del sonido tratados por especialistas alemanes. El Bolshoi es un teatro construido sobre una estructura de seis pisos con una profundidad de 20 metros donde se instalaron cinco escenarios móviles que se transforman en sala de conciertos para trescientas personas, para ensayos o en recibidor para actos. En la restauración del teatro como lo ideó Cavos, intervinieron casi 3 mil restauradores y se emplearon 4.5 kilos de oro; adicionalmente el salón central fue bañado con 960 kilos del mismo metal. El ballet Bolshoi nace en 1773 con clases en un orfanato y en 1776 inicia sus actuaciones. En 1825 se trasladan al Teatro Bolshoi •

rguedea@hotmail.com

La frente en alto Yo soy de esos hombres a los que les gusta deambular. Salir a la calle y caminar sin rumbo, husmeando a través de las ventanas de las casas. O también, en los días de lluvia, meterme en un centro comercial y olisquear en los anaqueles. Ayer, por ejemplo, que llovía, fui al Warehouse. Me detuve en la sección de películas y me puse a revisar todas las que tenían etiqueta de promoción. A poco de estar viéndolas me empezó a doler la base del cuello. Lo giré hacia un lado y hacia otro, y continué. Lo hice hasta que ya el dolor no me dejaba tranquilo. Entonces abandoné la empresa, salí del centro comercial y me detuve debajo de un caidizo. Ya no llovía. A cambio: un cielo lleno de estrellas. Levanté la cabeza y las estuve viendo durante largo rato, hasta que recordé que mi mujer me había pedido no olvidar el papel de baño. Durante el trayecto al coche, me di cuenta que mientras estuve viendo películas con la cabeza agachada me dolió la base del cuello mientras que cuando la tuve hacia las estrellas, no. Por una asociación milagrosa, al ingresar a mi vehículo no tuve más remedio que convencerme de que nada mejor que ir siempre por la vida con la frente en alto •

AL VUELO

El legendario Teatro Bolshoi,“la catedral mundial del ballet”, reabrió sus puertas tras más de seis años de obras y escándalos artísticos. Como celebración se realizó un concierto de gala que se transmitió en directo por YouTube y en seiscientos cines en todo el mundo. El grandioso edificio imperial neoclásico se encuentra en el corazón de Moscú. Cuando se cerró el teatro para su renovación había un setenta por ciento de posibilidades de que el edificio se derrumbara, comentó Anatoli Ixánov, director general del teatro. El paso del tiempo, el bombardeo nazi, incendios y reformas salvajes habían puesto en peligro el tesoro nacional ruso, por lo que el histórico edificio cerró sus puertas en julio de 2005. El gobierno no tuvo desde entonces reparos en gastarse más de veinte millones de rublos, el equivalente a 700 millones de dólares, para recuperar al esplendor imperial de 1856, año en que por orden del Zar Alejandro II el arquitecto francés Alberto Cavos reconstruyó el teatro tras un grave incendio.

27 de noviembre de 2011 • Número 873 • Jornada Semanal

14


15

Jornada Semanal • Número 873 • 27 de noviembre de 2011

Conjuro Teatro, presentimiento y anticipación de la violencia Historias de contrabando es la lectura dramática/dramatúrgica que Dana Stella Aguilar hizo de la novela de Víctor Hugo Rascón Banda, Contrabando, texto que es un punto de llegada a indagaciones que propuso desde finales de los ochenta sobre la narcorrealidad de nuestros días. Pensado para el espacio del Cenart, donde se estrenó, ahora fue adaptado para el Foro Rogelio Luévano, Dana Aguilar, con la compañía Conjuro Teatro. La capacidad de síntesis de Dana Aguilar; el reconocimiento de una poética de la palabra que aterriza en una del cuerpo, la voz y la construcción de la escena a partir de un texto sin acotaciones, en la pureza del fluir sin contención, apenas con comas y puntos y seguido y seguido y seguido, permiten vislumbrar el tejido literario sobre lo escénico, que guarda una correspondencia conmovedora con un reparto que le devuelve las intuiciones a la directora con un trabajo interpretativo convincente, cargado de verdad artística y emoción en una retórica de la mirada donde el actor construye su personaje en la enunciación de sus recuerdos (la voz tiembla, el rostro es un holograma que muestra un gesto en infinidad de surcos, los ojos se anegan y el cuerpo se paraliza para sostener ese close up), para pasar al flashback que reproduce la escena demostrativa de su palabra. El conjunto actoral, formado por Patricia Higuera, Héctor Hugo Peña, Carolina Contreras, Gabriel Casanova y César Ríos Legaspi, posee un notable manejo del espacio, porque el montaje consigue un sentido del ritmo preciso, complejo y de gran variedad. Así, lo que transcurre en el espacio está precisado en ese concierto de luz, sombra y oscuridad que trabajó la directora con el iluminador Edgar Armendáriz. “Anticipación”, “presentimiento”,escribí líneas arriba pero, si se quiere, también puede ser leído como un profundo conocimiento de una tierra que Rascón nunca dejó de vislumbrar/columbrar desde el centro del país y pudo ser testigo, sin estar ahí (tamaña paradoja), de las transformacio-

....... arte y pensamientto

Miguel Ángel Quemain

nes que vivía México, dividiendo aún más norte, sur, centro y las costas con la navaja severa de la desigualdad que subraya los localismos que, a su vez, acentúan las inequidades locales atenidas a justicias a modo, como las que hoy podemos ver en un número creciente de estados. En los años noventa, Rascón publicó la síntesis de un trabajo voluminoso que, personalmente, creo que se empezó a escribir desde que salió de Santa Rosa, ese rincón bravo y seco de una Chihuahua que volvió idílica. Digo síntesis, porque quienes tuvimos el privilegio de escuchar las historias que reunió en ese dispositivo extraño que él pen-

Jorge Moch tumbaburros@yahoo.com

Otra del Once: hablan los fantasmas A raíz, supone este escribidor, de lo vertido en esta columna hace un par de semanas sobre el ruinoso paso de Fernando Sariñana y del cuestionable (por usar un adjetivo amable) quehacer de su sucesor, Rafael Lugo, en la dirección del Canal Once –uno de los pocos vestigios que nos quedan a los mexicanos en materia de dignidad televisiva–, y de que la cosa acarrea tufos de nepotismo, despotismo y presuntos trapicheos en asignaciones de contratos de producción de programas o turbias razones por las que se asignan responsabilidades pero sobre todo sueldos, un grupo de trabajadores del canal, quienes por la elemental necesidad de conservar el empleo solicitan anonimato, hizo llegar a este espacio semanal una carta en la que se da cuenta de lo que ellos llaman “Usos y abusos al interior de Canal Once.” Por enojosas cuestiones de espacio nos hemos visto obligados a editarla, pero dejando más o menos intocados los párrafos de quienes firman como Once Fantasmas y mucho tienen que decir acerca de lo que parece ser la implementación sistemática de una estrategia silente y perversa para minar la vocación de servicio público del Once. En dicha carta los empleados de Canal Once expresan lo que piensan acerca de la gestión de uno de sus más recientes directores: “Estamos orgullosos de formar parte de Canal Once y hemos procurado no involucrarnos en grillas o luchas de poder, eso se lo dejamos a los que ocupan los puestos directivos y de oficina; al final, no hay trabajo que esté exento de competencia interna. Pasa algo muy curioso con Canal Once, en general proyectamos hacia afuera una imagen muy positiva, siendo que la dinámica interna dista mucho de ser paz y tranquilidad, es más, nos atrevemos a afirmar

LA OTRA ESCENA

mquemain@prodigy.net.mx

que es un lugar bastante sombrío y con mucho abuso al trabajador. Es muy triste decirlo, pero no es noticia que los directores generales históricamente han usado el puesto para obtener privilegios económicos, hacer negocio con casas productoras, patrocinadores, etcétera, incluso para mero lucimiento personal. Lamentablemente nuestros políticos sólo son el reflejo de una sociedad con mucha corrupción y nepotismo. ”Lo más triste es que nadie ve mal que las personas obtengan puestos por su cercanía al jefe y no por las capacidades de los individuos, o que se privilegien acuerdos comerciales por el lucro que implica para el director, más que por el interés del Canal o de su audiencia. Hablando de la historia reciente, podemos reflexionar ya sobre lo que fue la administración de Fernando Sariñana. ”Este hombre que dirigió por pocos años el Canal Once tuvo el tiempo suficiente para hacer negocio, pero sobre todo se caracterizó por crear al interior del Canal un am-

saba que era una novela y que tituló Volver a Santa Rosa (Joaquín Mortiz, 1996), encontramos que se trataba de un extraordinario caldero donde se cocinaba un sentido del humor que siempre hizo falta en la mayoría de su teatro, ese poder de cronicar el asombro de sus personajes, su gran oído musical y su memoriosa capacidad de recordar las conversaciones de sus mayores a través de un oído transgeneracional. Como en esas historias de incertidumbre y pérdida, Conjuro Teatro conoce poco de su futuro artístico, saben que seguirán buscando espacios a pesar de la indiferencia de las autoridades culturales que sólo parecen atentas a sus allegados. Ahora participan, con fortuna y calidad en ese frankenstein escénico que es la valiosa y necesaria Sexta Muestra de Artes Escénicas, que se presenta más animada por la cantidad que por un trabajo de edición y selección crítica de nuestra rica Babel teatral. Conjuro Teatro es una agrupación independiente que se conformó hace una década, en 2000, y se ha caracterizado por la búsqueda de un teatro concentrado en el intercambio creador con directores, actores, músicos, bailarines, artistas plásticos y dramaturgos. Esa disciplina los condujo por el camino de la docencia a través de talleres y seminarios. Entre sus trabajos escénicos están: Los niños de Morelia, de Víctor Hugo Rascón Banda, dirigido por Mauricio Jiménez; la creación colectiva de Desmontaje amoroso; Fiscalía especial para mujeres, del español Alberto Miralles y Un pájaro, ganadora del concurso de Teatro Mexicano de la Sogem, estas tres últimas bajo la dirección de Dana Aguilar, que conmueve en estas Historias de contrabando por su capacidad de hacer visible el imaginario teatral de ese amoroso bárbaro de Uruachi •

CABEZALCUBO biente elitista y frío; su relación con el personal vino a ser inexistente, y se encargó de destruir al área que promovía la integración y la convivencia entre los empleados. ”Se presume que generó nuevos contenidos en el canal más atractivos para el televidente, eso es en parte cierto, pero toda esa generación de contenidos se puede resumir en la producción de caras series de ficción, privilegiadas en recursos económicos y en promoción. Cabe destacar que se gastó una buena cantidad de dinero en fiestas en bares y discotecas a los que se invitó a talento y productores externos, nunca involucrando a trabajadores del Canal, y siempre con el mero fin de hacer celebraciones privadas, pagadas con recursos públicos. ”Por otro lado, es un secreto a voces que series como Bienes raíces, Pacientes, Trillizas o Entre líneas (que nunca salió a la luz, a pesar de haber sido pagada) fueron aprobadas discrecionalmente y producidas por el mismo Fernando Sariñana; si se investiga se encontrará su participación directa e indirecta a través de sus casas productoras asociadas e inclusive las de sus familiares. Otra de las características de la administración Sariñana fue el excesivo centralismo en la toma de decisiones sin tomar en cuenta estudios de audiencia, las opiniones de los televidentes o las capacidades de las personas contratadas para desempeñar funciones de producción, evaluación de contenidos, diseño gráfico o análisis de programación. Todo lo que se decidía dependía excesivamente de los caprichos del director, quien poco a poco integró su equipo directivo con personajes grises y sin capacidad que acataban las órdenes y nunca cuestionaban nada. A los que lo hacían se les excluía del grupo, y se les hizo a un lado a pesar de su trayectoria, reconocimiento o profesionalismo” •


ensayo

T

omamos el tren en Bruselas y media hora después arribábamos a la Centraal de Amberes. Rita, oriunda de Flandes, y Alejandro, periodista chileno, decidieron acompañarme. Quería conocer la emblemática estación donde el escritor alemán W . G . Sebald inicia la trama de Austerlitz, su última novela. Austerlitz, un niño judío alemán de corta edad, colocado por sus padres en un tren rumbo a Londres para salvar su vida del genocidio nazi, se encuentra –ya maduro– buscando sus orígenes en la inmensa estación. La Centraal de Amberes parece la catedral de las estaciones ferroviarias de Europa, un poco por su belleza, pero sobre todo por la adoración a los dioses que inauguraron el progreso del siglo X X : la explotación minera, la industria, el transporte, el comercio y el capital. Los símbolos de estos iconos se incrustan a lo largo de los ciento ochenta y cinco metros de los muros: martillos, ruedas, cuernos de la abundancia, blasones de la corona. Y sobre la bóveda de h i e r ro y v i d r i o , a c u a re n t a y c u a t ro metros de altura, el reloj. Ahora cualquiera consulta su celular, pero a principios del siglo pasado la mirada debía alzarse al cielo para consultar al dios del tiempo. Cincuenta años antes de la construcción de esta catedral, los obreros de la Comuna de París habían destrozado los relojes como símbolos de su explotación sin límites, pero nada de aquello ha sobrevivido en esta catedral de comienzos del siglo XX . Aquí Austerlitz reflexiona sobre el destino de los hombres y mujeres en la cultura y su comparación con la naturaleza. La arquitectura de los nidos, comenta, siempre es la misma, en contraposición con la estructura de los edificios humanos. Despliega luego su admiración por las palomas mensajeras, capaces de orientarse aun en medio de huracanes, nieblas, tormentas y catástrofes naturales, a diferencia del ser humano incapaz de saber adónde va ni de dónde viene. La novela Austerlitz comienza en la Centraal para recorrer el refinamiento de las construcciones de los fuertes de Europa a través de los siglos, y luego los campos de concentración. Al escritor W.G. Sebald le bastan unas cuántas páginas para engarzar los dos grandes holocaustos del siglo XX iniciados en suelo europeo: el colonialismo belga, ligado para siempre al exterminio de –por lo menos– una población de diez millones de congoleses, y el asesinato de millones de judios y no judíos europeos en la “solución final” nazi. Pero la Centraal de Amberes está erigida en honor al rey Leopoldo II , el dueño del Congo, recordado como el gran reformador en Bélgica, y al mismo tiempo, el responsable de las masacres de cuyas secuelas aún no se ha

27 de noviembre de 2011 • Número 873 • Jornada Semanal

librado el continente africano. Leopoldo II , el hombre que dijo C‘est une petite belle gare (“Es una pequeña estación”) al inaugurar la Centraal en 1905. Qué paradoja. Hablando de arquitectura y modernidades, la muerte temprana –en diciembre de 2001, hace exactamente una década– privó a W . G . Sebald de ver el estado actual de la Estación Central de Amberes recién remodelada. La fachada con su reloj y su imponencia y los escudos monárquicos en letras de oro permanecen, pero el inmenso espacio de llegada y partida de trenes que albergaba catorce andenes ha sido reorganizado en cuatro niveles delimitados por colores estridentes con cuarenta ascensores y cuarenta y ocho escaleras mecánicas.

Con Austerlitz en Amberes Esther Andradi

Y ahora yo allí, en medio de inmigrantes de todas partes del mundo, deambulando en busca de sus trenes, sus conexiones, corriendo de arriba a abajo de los niveles, algunos portando todavía sus típicos atuendos coloridos de África. Las palomas en el atrio de esta catedral parecen mirar sorprendidas pero son de yeso y no son reales, como a Austerlitz le hubiera gustado. En este mundo de huérfanos de patrias, de lenguas trastocadas, de nómadas y trashumantes, Rita me confiesa que ella también creció en un orfanato. –¿Qué pasó con tus padres? –le pregunto mientras miro ir y venir los grupos de gente, estudiantes, viajeros, y mis ojos no se rinden ante la imagen de una propaganda extendida a lo ancho de la estación. Dolce e Gabana o algo por el estilo, jóvenes consumiendo. –Mi padre enloqueció probablemente a causa de la guerra. Y mi madre me llevó al orfelinato –cuenta Rita. En el hogar de huérfanos, cada vez que recibían un chocolate de regalo, debían alisar el papel metálico y entregarlo a las preceptoras. El rey Leopoldo I I aseguraba que con estos papeles mantenían a los congoleses ocupados durante un día entero. Alejandro ha querido que grabemos aquí una entrevista para Radio Universidad, donde trabaja. Se trata de comentar el Centenario de José María Arguedas, el escritor peruano que escribió su obra sobre la migración indígena, de una aldea a la otra, de la comuna a la hacienda, de la sierra a la costa, de la costa a la metrópoli. El hombre que contó la transformación de las culturas y las lenguas, el transcultural de los años sesenta cuando la bilingualidad no era bien vista, y se hablaba de asimilación cultural o de integración. Y que se suicidó hace más de cuarenta años porque pensó que fracasaba. Mientras converso con Alejandro, una muchacha tahilandesa habla por su celular, dos jóvenes árabes consultan la tabla de llegada de los trenes, varios idiomas de fondo se confunden con los anuncios de llegada y salida. Por un momento se me seca la boca, siento un vacío en el cerebro, no tengo palabras. El micrófono se disuelve. Soy un árbol. Un nido de pájaros se construye entre mis ramas. Rita me acompaña a comprar agua. La pido a temperatura natural. Y esto es suficente para que el vendedor estalle en vituperios, en un tono de voz que ni en Berlín ni en Buenos Aires sería posible, lo que ya es decir. Es holandés me traduce Rita como disculpándose. Así es que tomo agua mineral helada. Cuando salimos de ahí una ráfaga gélida del Escalda desordena mi chal y retorna el lenguaje. Vuelvo a ser ésta que soy, con una cédula de identidad y un pasaporte. Lo que no hubiera dado Austerlitz por un papel como éste donde todo está claro. Dicen •

16


Turn static files into dynamic content formats.

Create a flipbook
Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.