2 minute read

Teatros paraentender la realidad

A veces tenemossituaciones delante, injustaso dolorosas, y con ideas y discursosteóricosno llegamos a verlas bien, como si miráramos con unas lentesdesenfocadas. El 8M ennuestro centro nos pusimosgafas.

Advertisement

Dice el escritor Luis Landero que él escribe con imágenes , no con ideas, y que el arte trata de lo concreto o no es apenas nada. Solo lo concreto llega al corazón. Cuando Landero era profesor de Secundaria mandaba escribir a sus alumnos sobre un pasillo; no sobre los pasillos en general y en abstracto, sino sobre ese pasillo que les había dado miedo en la niñez, al cruzarlo como un túnel peligroso hacia el baño; o en el que habían besado una tarde de lluvia.

Yestonosllevaalteatro.El8Men un rincón de Vicálvaro de cuyo nombre me acuerdo, IES Joaquín Rodrigo, se levantaron los escenarios de muchos teatros para denunciar o hacer burla de machismosquequedan aún muy arraigados o enquistados en nuestras vidas, machismos que vienen rodando por el mundo desde hace siglos, y en algunas cabezas parece que siguen echandoraíces.

En realidad no había ni escenarios, o los había solo en la imaginación de todos: se abría el telón imaginario y empezaba la función delante de una clase de alumnos. A veces con muy poquito se hace mucho, como esos platos que con casi nada están sabrosos y nutritivos. Unos 15 grupos de tres o cuatro niños (animados y organizados por profesores del equipo de Convivencia) habían preparado durante unas semanas un pequeño guion con una sencilla escena de denuncia de algún machismo arraigado. Luego ensayaron en ratos libres sus obras.

El 8M pasaban por las clases, como antiguos juglares con su carromato, y las representaban. Luego se entablaba un pequeño diálogo con el público. Y lo que más emocionaba es que sin apenasnada, sin trajes ni apenas algo más que unas sillas en el escenario, salían obritas muy dignas. Y más emocionaba que el público (alumnos) que en las clases escuchan regular, al ser teatro, escuchaban y miraban atentos.

Lo que decía Landero, cuando te hablan de lo concreto -un chico queespíaelmóvildesunoviapor ejemplo, y la empuja luego comido de celos- la gente se siente enseguida aludida , como alrededordeunahogueraoyendo historias. Y así, de escenario en escenario, de aula en aula, se representarondecenasdeobritas y se encendieron decenas de diálogos para remover prejuicios e injusticias. Solo con que unos cuantos prejuicios salieran de algunos corazones y en otros llegara a alojarse alguna idea noble de igualdad, ya valió la pena.

En África, tan lejos, en comunidades donde las niñas no pueden ir al colegio, funciona muy bien el teatro. La ficción permite de forma más directa ridiculizar a los padres que prohíben a sus hijas ir a la escuela. La gente se emociona, se ríe y la sensación es que de esta sencilla forma se dinamitan muchosmachismos.

Yo creo que a Landero le hubiera gustado estar ese día, el 8 de marzo, en las aulas de Joaquín Rodrigo.

This article is from: