1 minute read

Carnaval 2023

Advertisement

Repasamos en imágeneslo que claramente fue unéxito de crítica ypúblico: las actuaciones individuales y de agrupacionesdel Carnaval 2023, así como laentrega de losprincipales premios a losganadores.

un relato corto ilustrado por Paula Fernández

Esta es la crónica de un fin de semana. Uno que nunca existió. Unasuertedeensoñaciónquenos transportó a Málaga por unas horas, a un verano imposible en que las olas se descomponían en trocitos, en que las tortugas nadaban felices y los peces nos hablaban de tú. Uno en que, de repente, y después de tantos años,nosfaltabaeltiempo.Había un gato. Muchos gatos, en realidad. Y ojos que nos miraban desde la proa de los barcos, atónitos ante la compañía que ante ellos se presentaba. Pies y manos que resbalaban en la ciudad, alumbrados por lunas grandes y soles puros que marcaban, como las agujas de colores del reloj, los tiempos del díaylanoche.

Había en ese verano que nunca sería una niña que paseaba con librosporlaplazadelaMerced,y otraquebuscabaensureflejolas líneas que habrían de marcar su retrato. Las dos echaban a andar porel caminode losingleses,ese que,segúndecían,tepodíallevar al mundo entero, ese por el que podías ir donde quisieras y ser quien desearas. Las acompañaban un poeta que nuncaescribióningúnversoyun viajero que anhelaba regresar a las costas del hogar. Y la proyección de una voz que todavíanoestabapreparadapara recorrer la senda que habría de llevarladelamanoamable.

Aorillasdelmar,lashistoriasque la chica que paseaba con libros porlaplazadelaMercedimaginó en algún momento, sumergidas casi y arrastradas con cada embitedelasolas.Yquesumaban a sus páginas piedras, arena y conchas. También respirando el aire marino, una conversación quehabríadeservirdehomenaje a la chica de los libros y de las historias. Historias que ahora acabarían, como lo harían sus paseosporMálaga.

Unamandarinaconruedasyuna boya sacada del mar nadaban en un mar de medusas azules y cubos gigantes. No había duda: el sur nos llamaba. Nos había extendido una invitación que llegó volando, como las gaviotas. Y que nos había transportado en unbarcoaladohastayacerenlas costasdelparaiso.

Unosversosregalodelachicaque paseaba con libros parecían quererponerfinalaensoñación. Las voces de toda una ciudad se dejaron oír en una mañana tranquila y calmada. Habíamos tiradolosdadosdelafortunayya no había forma de cambiar nuestro destino. Hacia delante, el hogar. Hacia atrás, el recuerdo. Y alolejos,elmar.

Esta es la crónica de un fin de semana.Unoquenuncaexistió.

Porque, de repente, nos faltó el tiempo.

This article is from: