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Entre OPC’s – Alejandro Ramírez, Director General de Grupo BTC
Alejandro Ramírez Tabche Director General de Grupo BTC
Trayectoria:
Se formó como administrador de empresas en la
UNAM, y tras haber incursionado profesionalmente en una compañía aseguradora y un banco, en sus propias palabras, llegó “de manera casual” al sector turístico y, como toda persona que entra en este terreno, terminó enamorándose de la industria.
Cuenta con 21 años de experiencia en la organización de viajes y eventos, y actualmente dirige GRUPO BTC, empresas dedicadas a soluciones y servicios para el mercado corporativo y viajes de incentivo, que organiza alrededor de 190 eventos por año, de los cuales un 35% son internacionales; así como Congresos y Convenciones.
Conversamos con Alejandro Ramírez Tabche, quien nos compartió sus opiniones en torno a las estrategias de promoción de los recintos, las funciones de una OCV, y la posible desaparición de la Secretaría de Turismo. También habló sobre cuál debe ser el esquema de comercialización y las prioridades del gremio de los Organizadores Profesionales de Congresos.
–Tocando el tema del boom de recintos y sus estrategias de promoción… ¿debe una OCV organizar eventos?
–Primero que nada, habría que ver para qué fueron formadas las OCVs: tienen espíritu de promoción y publicidad del destino. Deben ser un facilitador para atraer el negocio. Yo no creo que entre sus funciones principales esté la organización de eventos, y mucho menos la dádiva.
Cuando hablamos de OCVs es como hablar de los estados de la república, y yo no puedo comparar un estado grande, productivo, industrial, empresarial, con un estado pobre, sin industria, con pocos recursos y pocos ingresos. Entonces, cuando tú pones a competir a una OCV, un recinto, o destino con otro, hay una diferencia terrible. Sin embargo, compiten de la misma manera por el mismo producto y por el mismo cliente. Eso hace una desigualdad importante, y creo que debe haber una clasificación de qué puede un destino recibir y qué no.
–Pero, ¿este problema viene de su conformación o tiene que ver con su esquema de financiamiento? Hay OCVs que están conformadas sólo por iniciativa privada...
–Eso hace una gran diferencia. Tienes el caso de destinos de playa maravillosos, con un gran potencial, pero no trabajan, no te ayudan, no facilitan las cosas. Sin embargo, tienes OCVs de destinos industriales donde realmente no hay turismo y hay que hacerlo, y son muy activas. Tienen apoyo del gobierno, grupos de empresarios que están detrás… definitivamente sí, esto tiene que ver mucho con los esquemas de formación de las OCVs. La otra es que no se cumplen los compromisos. A veces las OCVs llegan con el cliente final y le ofrecen muchas cosas que al final del día no se cumplen.
–¿Te ha sucedido?
–Sí, claro.
–¿Con qué destinos?
–No considero que sea prudente decir cuáles, pero te puedo decir que es un índice bastante alto. Te puedo decir qué OCVs son muy buenas: Monterrey me parece una OCV que cumple, Mérida cumple, y es muy buena… y después de ellas dos, me costaría mucho trabajo.
–¿Éstas se llevan el 10?
–Yo no se si se llevan el 10. No sé si regalar un evento o subsidiar un recinto o patrocinar una promoción esté en sus alcances. Me parece que salir a luchar por un evento internacional, promocionarlo y ponerle dinero a la promoción y a la publicidad para ganarlo es correcto. Eso es lo que deben hacer y para eso están.
–¿Cuando has necesitado información para trabajar en nuevos destinos, te has topado con un buen servicio?
–No, no hay un sistema de información adecuado. No lo hay incluso en el DF. Las comparaciones son muy desagradables, pero tú, por ejemplo, vas a llevar un incentivo a París, y hablas con la oficina de turismo de París –incluso con la que está en México- y recibes costos de trenes, mapas, horarios, certificados, el plan de eventos del mes y los meses posteriores. Si vas a España, hay una oficina de turismo, pero una en Sevilla, Toledo, Málaga… donde me preguntes, ellos tienen armado todo un proceso de promoción y un estándar muy claro. Yo, eso no lo veo en México.
Ahora, otro tema es que la profesionalización de los proveedores de servicio no necesariamente va de acuerdo a lo que buscamos. En ocasiones tienes que hacer una búsqueda más allá de tus proveedores, y a veces, honestamente, quien te ayuda es el hotelero, que es dueño del recinto, y conoce otros proveedores y puede hacerte recomendaciones. No la OCV, para ser claros.
–Esa deficiencia del sistema de información, ¿dónde se origina?
–A consecuencia de la estructura y seguimiento de las dependencias encargadas.
–¿Crees que es algo cultural?
–No, es algo estructural
–Y pensando en el renglón de liquidar estructuras que no son eficientes, ¿SECTUR se debe quedar o se debe ir?
–Creo que la SECTUR debe ir más allá de inaugurar campos de golf y elaborar estadísticos. Debe hacer una verdadera promoción de la actividad turística. Tú ves otros países donde no hay ruinas, playas, ni atractivos turísticos, y que generan un gran proceso, sobre todo al nivel de consumo interno, porque aquí estamos muy dedicados a pensar en turismo de alto nivel y nos olvidamos que somos una población de pocos recursos. No importa cómo se llame: Secretaría de Turismo, o Fondo de Desarrollo, o Subsecretaría, si va a hacer un trabajo, que lo haga bien, porque al día de hoy yo no veo claro cuál es el panorama de la SECTUR. Claro que el turismo es una actividad preponderante para el país y necesitamos una cabeza de sector, pero que trabaje. Que se llame como se llame, pero que tenga la prioridad de promoción, publicidad y capacitación.
–Si tú fueras el presidente de una asociación que agremiara OPCs, ¿qué prioridades establecerías en tu plan de acción?
–Lo mismo que cuando fui VP de la Confederación de Agencias de Viajes: la capacitación y la certificación son fundamentales. La capacitación del gremio es fundamental en México, en todos los sectores, no sólo para los OPCs.
Con mucho respeto lo digo, pero un agente de viajes no es un OPC. Un hotelero no es un OPC. Una DMC no es un OPC. Un novato no es un OPC. Eso es algo que encontramos mucho en México. Evidentemente está en la estructura de cómo comercializamos, cómo cobramos,
qué ofrecemos y qué hacemos. Es importante que se profesionalice este gremio, y se requiere de capacitación y certificación, pero hay que trabajar fuerte.
–Ya que mencionas el método de comercialización, ¿cuál es el ideal?
Mira, yo recuerdo que hace 10 años, en el negocio de viajes, las agencias no hablaban de fee, y cuando comenzamos nosotros con el tema del management fee, las empresas te veían de manera extraña y te preguntaban que por qué les cobrabas. ¡Pues porque eso es mi trabajo! Yo no quiero tener comisión, yo quiero que tú me des un fee, que sea transparente.
Creo que para allá debemos ir. La transparencia es fundamental. Creo que los costos deben ser netos, incluso trasladados. Los clientes pueden pagar directamente al proveedor, y a mi me deben pagar por lo que hago. Tú a un doctor le pagas por lo que sabe. Para mí, el modelo final debiera ser un esquema de fee, basado en el compromiso que tú adquieres y en lo que vas a aportar finalmente. Creo que es para donde debiéramos ir.
Todo mundo piensa que esta profesión es fácil porque es como organizar una boda. No es así, porque involucra un staff, una logística, una producción, escenografía, tiempos de traslados, ver espacios, coordinar los vuelos, un plan de emergencia. Me han tocado casos
como una huelga con una línea aérea fuera del país o una huelga de transporte. Hemos enfrentado eventos y situaciones que sólo el tiempo y la capacitación te pueden ayudar a solventar.
Conversando un poco más sobre su trabajo y experiencia como OPC, específicamente sobre las redes de trabajo que ha construido, Alejandro comenta: “me gustaría ver que ciudades como Zacatecas o San Luis Potosí, que son destinos bonitos y con un arraigo histórico, tengan una infraestructura mayor. También Morelia. Sí tenemos una red en casi el 100% de la república, pero obviamente hay destinos que son carentes de algunos servicios básicos”, admite.
–¿Cuáles son tus destinos favoritos en México?
–Los que tienen infraestructura. Así de sencillo, porque facilitan las cosas, minimizan el riesgo y garantizan parte del éxito. Con los que más me agrada trabajar son Monterrey, Cancún, y Mérida. En el extranjero, casi en todos lados hay infraestructura, hablando de Europa, y Estados Unidos: en casi todos lados encuentras lo que requieres.
Para finalizar, Alejandro reflexiona sobre el valor de la experiencia y la certificación al tratar con los clientes. “Nuestra opinión es importante. En muchos de los casos es bastante influyente, pues está basada en nuestra experiencia; es una opinión fundada, que generalmente lo hace recapacitar. Hay destinos que no son para determinados grupos. Eso origina que las OCVs no estén tan de acuerdo contigo en ocasiones, pero el cliente lo toma en cuenta la mayoría de las veces”, finaliza.