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Miguel Ángel de la Vega, Director General de Expo Lightin America
Empieza el año librede toxinas
Las vacaciones de diciembre siempre dejan huella en nuestro bienestar físico. Mientras pretendemos descansar, pasarla bien entre familia y amigos, la realidad es que, en muy pocos días, obligamos a nuestro organismo a trabajar en exceso. Y es que, seguramente, la mayoría de nosotros comió en exceso, bebió en exceso y se desveló en exceso.
Es hora de darle un descanso a nuestro cuerpo, liberarnos de las toxinas acumuladas por la ingesta excesiva de golosinas, grasas, carbohidratos, proteínas o alcohol, y preparar nuestra mente para emprender el nuevo año en buen estado de salud físico y mental.
Aquí encontrarás algunos tips que puedes aplicar en el transcurso de dos a tres semanas. Las pautas alimenticias a seguir constan de cinco comidas al día: desayuno, merienda a media mañana, comida, merienda a media tarde y cena. Vas a sentir cambios en tu organismo, por lo que es un buen momento para aprender a escuchar los mensajes que tu propio cuerpo te envía.
Por Katja Suárez Katainen
Directora General
Mexico Meetings international www.mexicomeetings.net
y Bienestar en Balance www.bienestarenbalance.com
elimina de tu dieta la carne roja, los lácteos, la cafeína, el pan de trigo y el alcohol.
para el desayuno, puedes comer ½ taza de avena 100 por ciento natural cocinada en 1 taza de agua hirviendo, a la que añades una manzana o pera picada, 5 almendras o nueces y 1 cucharada de jarabe de agave. También puedes endulzar con polvo de Stevia. consume pollo, pescado o pavo en cantidades similares a la palma de tu mano. También puedes comer 4 rollos de pechuga de pavo al natural y hasta una bolsita de atún en agua. (Esto aplica para la comida y la cena). consume, indistintamente, los siguientes carbohidratos complejos en tu comida principal y en tu cena: arroz al vapor, media papa hervida o al horno, 1 a 2 tortillas de maíz o 1 a 2 tostadas horneadas. Si optas por comer arroz, procura que la ración no sobrepase la cantidad de ¾ a 1 taza.
puedes consumir frijoles, pero hay que licuarlos y colarlos, antes de servirlos, pues la cáscara ocasiona gases.
puedes comer hasta tres huevos enteros a la semana, fundamentalmente en el desayuno.
puedes consumir las claras que quieras. Te recomiendo las cocines en forma de omelette.
el único lácteo que puedes consumir es el queso de cabra (hasta 3 rodajitas). prepara sopas de verduras y, además, una ensalada o una guarnición de verduras salteadas o al horno para acompañar tu comida y tu cena. Consúmelos junto con las raciones de carbohidratos complejos y de carne recomendados.
las verduras se consumen a libre demanda, pero toma en cuenta que solo están permitidas las siguientes: apio, berros, arúgula, brócoli, chayote, nopal, lechugas (todas), cebolla morada, espinaca, acelgas, pimiento, chile serrano, poro, ajo, berenjena, calabacita italiana, alcachofas. Se puede comer aguacate, pero solo 2 gajitos pequeños.
come una fruta en la mañana, otra a media mañana y a media tarde. Puedes acompañarla con 5 almendras o nueces o dos cucharaditas de semillas de girasol.
las frutas permitidas son:
mandarina, manzana, pera, melón, limón, jitomate (aunque este lo relacionamos mejor como guarnición de las comidas principales). Eventualmente, puedes comer también una taza de sandía o de papaya, un durazno pequeño o cinco fresas. Pero no lo hagas más de una o dos veces a la semana. cocina la carne y adereza las ensaladas con una cucharadita de aceite de oliva extra virgen.
antes de cada ingesta, te recomiendo que tomes una taza de infusión de menta natural o de manzanilla. No consumas la menta después de las 18:00 hrs. porque te puede provocar insomnio. Ambas hierbas son excelentes para limpiar y desinflamar el intestino, y tienen un efecto antibacterial además de que mejoran el proceso digestivo.
si sientes mal aliento, mastica algunas hojitas de menta natural.
no hay que consumir ningún alimento enlatado, tampoco se debe consumir analgésicos, ni antiácidos.
Estos consejos conforman, a rasgos generales, el contenido de una dieta Detox. Este plan de alimentación lo pueden hacer todas las personas adultas sanas pero, inclusive, aquellas que padecen diabetes. En estos casos, no obstante, es necesario que previamente consulten a su médico.
El efecto de los alimentos empieza a notarse desde el primer día, por lo que es importante que tomes en cuenta lo siguiente:
• En los primeros tres días, es posible que el vientre se inflame. Es normal. Trata de usar ropa holgada y no sumas la pancita.
El intestino grueso y el delgado se están limpiando y es importante que no alteres su curso.
• No te predispongas, pero también existe la posibilidad de que sientas un poco de mareo o un ligero dolorcito de cabeza. Al cabo del cuarto día, desaparecen.
• Otro de los síntomas de los primeros tres días es la sensación de fatiga. No obstante, es muy aconsejable que continúes practicando alguna actividad física. De preferencia, mientras hagas la dieta Detox, limítate a realizar diariamente una caminata de 30 a 40 minutos de duración o el mismo tiempo puedes darle un toque más gourmet a tus alimentos si les añades hierbas aromáticas como el cilantro, la albahaca o el epazote. En sí, el consumo de cualquier hierba aromática está permitido.
usa sal de mar en grano y pimienta al gusto.
es importante beber de 1.5 a 2 litros de líquido al día.
de ciclismo suave. Hazlo, al menos, de tres a cuatro veces por semana.
• Prepárate para acudir al baño a orinar más veces de lo normal. Si tu cuerpo se encuentra con exceso de toxinas, puedes tener diarrea durante los primeros tres días. Es normal y forma parte integral de la limpieza de tu organismo. El objetivo de este plan es también el de evitar el estreñimiento.
Independientemente de estos efectos, vale la pena armarse de paciencia y sobrellevar los primeros tres o cuatro días de este plan alimenticio, pues vas a notar los resultados en tu aspecto físico en muy corto tiempo. Los beneficios van aún más lejos. Además de adquirir nuevos hábitos alimenticios, tener un mejor estado de ánimo y mental, esta nueva forma de alimentarte te ayuda a modular la inflamación, a reparar las membranas celulares, a regular el sistema digestivo e inmunológico, a eliminar toxinas del hígado y del tracto biliar. Pero también puedes perder algo de peso, eliminar grasa, mejorar el aspecto de tu piel, la función de tus intestinos y, en general, maximizar tu potencial de salud. ¡Qué mejor manera de comenzar el año!