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Carlos Otero “Manito”
la cultura desechable en las relaciones humanas”
Por: Carlos Otero “Manito”
Basta hojear otros artículos de esta gran revista, para leer un término que se ha popularizado y por ende cada vez más conocido por las personas como es la sustentabilidad o también conocida como sostenibilidad.
Sustentable y sostenible, es más que un concepto, y países se han preocupado por el impacto de la falta de coherencia de algunas acciones ejecutadas por el hombre, que no consideran el equilibrio y la repercusión de las mismas en el entorno natural, presente y futuro; hablando de forma precisa del abuso en el consumo de recursos naturales, el manejo inadecuado de deshechos, el excesivo uso de agentes químicos o productos no biodegradables en basureros que perdurarán cientos de años o de nula descomposición.
Pero ¿Por qué no hablamos de relaciones sostenibles o sustentables en un mundo que fomenta la cultura de lo desechable, es decir, “úselo y tírelo”?.
Apasionado por la investigación en temas humanos, un día que preparaba una nueva conferencia sobre el impacto del estilo de vida de los adultos productivos en puestos ejecutivos, eché un vistazo a los datos del INEGI ( Instituto Nacional de Estadística y Geografía) en la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de las Relaciones en los Hogares (ENDIREH) respecto a cifras relacionadas con el número de divorcios en proporción al número de matrimonios.
Si analizamos la gráfica que muestra la relación de divorcios por cada 100 matrimonios, veíamos en 1993, que 4.9 parejas optaban por el divorcio por cada 100. Pero, ¿Qué ha pasado 18 años después cuando revisamos las cifras al año 2011?. ¿Habrá sorpresas de una disminución en la tasa de divorcios o un aumento razonable?.
Quiero que usted razone y ponga un calificativo a la cifra que le daré según el censo INEGI 2011 y en cuya gráfica se muestra un aumento.
Al 2011 se registraron 91 mil 285
2011
100
matrimonios =
16
divorcios
divorcios, es decir 16 divorcios por cada 100 matrimonios. Muchos se preguntarán, ¿Estás seguro de esta cifra mi querido Manito? Y la respuesta contundente es ¡Sí!. Aumentó de 4.9 divorcios a 16, es decir, 11.1 puntos en 18 años. ¿Poco o mucho?, ¿Qué opina usted?. Mas allá de calificarlo como bueno o malo, que no es el fin de la reflexión, podemos estar de acuerdo usted y yo, que algo está pasando en nuestra sociedad, pues más allá de las cifras y datos duros, son familias que un día se enamoraron, se unieron, criaron hijos y un día se rompieron.
Vale la pena reflexionar un dato más sumamente interesante. El número de matrimonios entre el 2000 y el 2011 se redujo un 19.3% y los divorcios aumentaron 74.3 por ciento. ¡Algo está pasando! Y podríamos llenar la revista de supuestos o hipótesis: Es que la mujer ha tomado un papel diferente en los últimos años, es que la crisis económica afecta, es que se ha roto el tabú de que divorciarse es malo y antes las mujeres aguantaban todo y ahora ya no. Quizás muchas de estas hipótesis tengan algo de razón, pero no nos podemos generalizar, ni quedarnos hablando de la sustentabilidad del
universo, cuando no tenemos resuelta la sustentabilidad de las relaciones humanas.
Cientos de anécdotas acompañan a un payaso conferencista como “Manito” que tiene la oportunidad de tocar miles de almas desde niños, jóvenes y adultos, pero una de ellas respecto a este tema es lo común de escuchar jóvenes de nivel socioeconómico medio el decirme en privado: “Ya no está de moda casarse Manito, hoy la vida es mejor “free”” y a lo que en dicha interacción contesto regularmente con una pregunta: ¿Te casarías si hallaras a la persona adecuada? de noviazgo?, sí, esa en la que todos buscamos a la persona que nos “gusta” para cortejarla, conocerla, enamorarse y dar el gran paso del matrimonio.
La respuesta es sí, existe el noviazgo, pero ¿Cuánto tiempo dura este proceso de conocimiento y convivencia entre las parejas que se casan?.
Cifras oficiales tomadas del mismo estudio del INEGI, revelan que un 13.3% duran menos de un año, a lo que yo llamo: “Enamoramiento fugaz”: nos conocemos, nos enamoramos y en el amor, no hay que pensarlo tanto y ¡Vámonos al registro civil!
Un 57.8% de las parejas duran 1 y 2 años de noviazgo y la cifra decrece a un 17.4% de 3 y 4 años, a un 10.7% a 5 y más años.
Seguramente habremos de concluir, que una pareja de personas cambiantes
Y cuya respuesta más frecuente es: “La neta no se, pero basta ver la historia de mis papás para decirte, que por lo que veo y vivo, no vale la pena”.
Qué gran desafío es sostener el “ecosistema más valioso de la sociedad”, la familia, en un mundo empoderado de libertad y autoridad en la que “si no me sirves, te reemplazo” y en donde se han perdido conductas, valores y virtudes como el perdón, la confianza, la humildad y el sueño de crear el mejor equipo y estabilidad de la conciencia como es una familia.
Seguí curioseando estadísticas que me dieran más “luz” para que juntos analicemos el fenómeno de los divorcios y encontré un dato que será interesante para todos. ¿Existe hoy en día la etapa según su edad, contexto y evolución nunca terminará de conocerse, pero solo quiero que investigues en el caso de tus papás o abuelos, ¿Cuánto tiempo habrán durado en conocerse durante la etapa del noviazgo y qué tipo de relación era la que ellos desarrollaban?. ¡Evolución Manito!, claro la sociedad se transforma, pero considero que dicha evolución debe ser para el desarrollo de las personas, las comunidades y los países enteros y en dicha evolución deberían reflejarse indicadores de: bienestar, salud (en sus aspectos físicos y mentales) y prosperidad individual y colectiva. ¿Estará afectando la cultura que está “matando” al planeta de “usar y tirar” a las relaciones humanas?. ¿Qué tipo de matrimonio “venden” en imagen las parejas y familias actuales a los niños y jóvenes de hoy?. ¿Qué venden las películas y novelas que culturizan a millones con historias virtuales?
El pasado se ha esfumado y el presente nos regala este enorme desafío en el papel que hoy juegas en tu mundo: papá, mamá, pareja, familia, madre o padre solteros, hijos, abuelos etc.
Sostener una relación en pareja implica un gran trabajo de adaptación a los integrantes de la misma, una tarea de alineación de valores y prioridades colectivas, sin matar las individualidades y construir un “gran viaje juntos mejor que solos”.
Se que suena romántico y algunos creerán “utópico”, pero indagar sobre modelos generadores de felicidad y prosperidad es mi tarea y hoy te quiero compartir la adaptación hecha por Manito y el equipo de MCG (Manito Consulting Group) a la investigación hecha por uno de mis grandes maestros de la Psicología Positiva, Mihalyi Csikszentmihalyi, autor de varios libros interesantísimos.
En sus investigaciones hechas a personas capaces de construir momentos de “plenitud” o también llamado “flujo intenso”, aparecen 5 elementos que podemos hoy revisar y adaptar a nuestro entorno familiar, social o laboral.
PRIMER ELEMENTO: “DEFINIR METAS CLARAS Y QUE SEAN VIABLES DE RETROALIMENTAR”
Comenzamos el 2015 llenos de sueños, pero ¿Se convirtieron en metas específicas, medibles y alcanzables? O siguen en la libreta de las buenas intenciones.
Tus avances o logros a dichas metas trazadas, ¿Los has podido retroalimentar correctamente?.
Llevemos este tema a la relación en pareja: ¿Tienen claras como pareja, metas que quieren alcanzar en lo colectivo?. ¿Has compartido en lo individual tus metas con tu pareja y lo haz hecho “socio” de tus grandes objetivos?
Cuántas parejas no hemos escuchado que dicen: “es que no me entiende, ni me apoya y parece incluso a veces mi gran saboteador de lo que yo quiero hacer y lograr”. “Lo que hago no lo nota, incluso mis esfuerzos por agradarle”. ¿Haz desarrollado con tus hijos metas claras de lo que esperas de ellos? Y ¿Con tus empleados haces algo parecido? ¿Hay retroalimentación en tu círculo familiar?. Hablar claro y en positivo será todo un tema para un próximo artículo que compartiremos juntos.
SEGUNDO ELEMENTO: “EXPECTATIVAS CLARAS PARA TODOS”
Cuántas veces no hemos escuchado: “Es que yo no sabía lo que implicaría estar casados”, “Ni pensé que querías que yo hiciera la comida todos los días”. A veces, solemos ser ambiguos en lo que esperamos de las demás personas tanto en lo personal como lo profesional. ¿Y si dedicáramos más tiempo en diseñar y negociar esas expectativas hablando claro?. Seguramente, muchos de los problemas que etiquetamos “de comunicación”, se reducirían y la relación crecería sostenidamente.
TERCER ELEMENTO: “VIVAN EL PRESENTE”
Es interesante ver como hablamos de expectativas futuras o de historias pasadas, evadiendo la relación en el momento actual, bajo las condiciones presentes.
“Mañana cuando te gradúes”, “El día que tu traigas mayor ingreso a esta casa”, “Cuando seas director” frases cargadas de buenos deseos fuera del contexto real que nos hace desenfocar nuestra energía de relacionarnos bajo la realidad y sobre ella construir prosperidad.
CUARTO ELEMENTO: “LIBERTAD PARA DECIR, INCLUSO CON RIESGO DE ROMPER LAS REGLAS”
Suena fuerte, pero una relación humana o profesional ¿Puede vivir y ser sustentable en una cárcel imaginaria de miedos, condiciones, amenazas?.
Toda relación es libre y no hay mayor libertad que aceptar ambas partes los valores en unión de una forma espontánea y auténtica. ¿Y las consecuencias de romper reglas?, siempre será sano y objetivo definir dichos “límites” en toda relación entre padres e hijos, parejas y empleados.
Jugar libres, bajo las mismas reglas que se han establecido de forma conjunta. ¿Te suena lógico?
QUINTO ELEMENTO: “CREA AMBIENTES DE CONFIANZA Y ELEVEN EL DESAFÍO JUNTOS”
“Es que si fallo, se lo que me pasará”, “una relación es perfecta cuando los dos son perfectos”, “mejor escondo mi error, así no me pierde confianza” o bien “el matrimonio es una rutina”, “mi familia es aburrida”, “mi trabajo y mis jefes no me valoran, mejor me voy a donde si lo hagan”.
Cuántas causas de ruptura por no crear esos espacios de confianza entre las parejas, ignorando que no somos perfectos y que hay medios de “reconstrucción” emocional como el perdón.
La tensión del cerebro, genera fallas, errores, accidentes. Un ambiente de miedo, destruye toda relación y una vida sin desafíos mayores alineados a sus capacidades será una vida aburrida, rutinaria, monótona y deseosa de variedad en otros trabajos, parejas o amigos.
No hay conclusión en este artículo, de mi parte, deseo hayas despertado a reflexionar el estado social en que hoy te encuentres ¿Qué mas podemos hacer por nuestras familias, sociedad, empresas y país?
“El mejor maestro, vive sus lecciones; el mejor vendedor, es el que cree en lo que vende a otros; la mejor pareja es que la que comparte lo mejor de sí”. La congruencia, siempre será el gran desafío que hoy te invito a vivir, día con día. ¿Te atreves? CARLOS OTERO MANITO
El autor, es investigador en
temas de cambio conductual, transformación de la cultura
en organizaciones, proyectos o congresos. Lo realizamos mediante un modelo de conferencias, talleres y consultoría, a través de la empresa Manito Consulting Group, fundada por él, su esposa Lis y un equipo de soñadores profesionales llamados “PATOS” (Valores de MCG).
Es Doctor en Administración
Pública, por la Universidad Sorbona de París y es Maestro en Administración y Contador Público por el Tecnológico de Monterrey. Adicionalmente, se ha certificado internacionalmente en la Metodología del Aprendizaje Acelerado, uso de mente / subconsciente y actuación, de la mano de expertos en dichas materias.
Carlos, caracteriza a “Manito”, un personaje creado por él, utilizando la técnica Clown y la psicología positiva, para impartir divertidas conferencias bajo la filosofía “PATO”.