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Amor propio.

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miedo al éxito!

miedo al éxito!

Por Deborah

Últimamente se ha hablado mucho de amor propio y autoestima, romanizado que se trata de resaltar lo bueno y sobre todo físicamente y es verdad que nuestra salud física es parte del autocuidado, pero también es importante cuidar de todas las demás áreas que componen nuestra persona como la salud mental, espiritual y energética. Diariamente somos bombardeados en los medios de comunicación con gente feliz, delgada y joven que solo quiere vivir la vida. Y nos han hecho creer que eso es el amor propio. Vivir para ti sin importar todo lo demás.

El amor propio no es un lugar de donde se parte, sino un lugar a donde llegar. El amor propio o la autoestima se compone de muchas partes de mí mismo; imagina pequeños bloques o “legos” de muchos colores formando una pared, así es el amor propio, cada cosa que soy capaz de hacer por mí, de cambiar o reconocer, va construyendo y fortaleciendo mi persona.

El amor propio es mucho más que ser mi ‘mejor versión’, de mejorar mi apariencia física o de vacacionar por el mundo. Por supuesto, todo ayuda y suma a mi pared multicolor. Pero hoy quiero hablarte de aceptar, de amar incondicionalmente todo lo que soy, como soy y como estoy.

Tener amor propio es saber de lo que soy capaz, pero también es reconocer que existen muchas cosas sobre mí que no me gustan, cosas tal vez que en su momento me ayudaron a sobrevivir a mi infancia o adolescencia y que hoy como adulto, más que ayudarme, me estorban. Reconocer aquellos hábitos, creencias, formas de pensar o de actuar que fueron como una armadura protectora en mi pasado, pero hoy necesito reevaluar o tal vez soltar para poder avanzar.

Por eso me encanta esta frase “El amor propio es un lugar de donde se parte”. ¡Ya hemos llegado! Hoy que necesitamos cambiar, integrar, sanar, conciliar, perdonar, reconocer en nosotros físicamente, mentalmente, emocionalmente, espiritualmente, para poder ser nosotros y sentirnos bien en todas las áreas de mi vida.

La autoestima no es la sobre valoración de tus aspectos positivos, es verdad que es importante recordar lo que hemos logrado y lo que si hacemos bien y de lo que nos sentimos orgullosos; es ese 50% de nosotros.

Amor a uno mismo es también reconocer mi lado obscuro, la parte que no me agrada y que pocos o nadie sabe de mí; de esas emociones y hábitos que no me ayudan y no te hacen sentir bien, esa sombra que no me ayuda a integrar por completo mi luz y que me impiden conectar con mis áreas de oportunidad o de mejora personal.

Somos seres duales con luz y obscuridad.

Una forma de auto evaluación es preguntarte si valoras de igual manera tu luminosidad y tu sombra.

La verdadera autoestima o amor a uno mismo es el trabajo de reconocer, trabajar y aceptar todas mis áreas de obscuridad y de luz incondicionalmente, es decir, las partes que si me agradan como las cosas que me disgustan o me avergüenzan de mí mismo; sin rechazar, ni maquillar ninguna.

Es saber que soy digna de mi amor, de ser amada y respetada con todo lo que soy y que no necesito amarme por completo para ser amada.

Es trabajar en mi persona para saber quién soy ahora, que quiero ahora y que puedo permitir, poner límites cuando algo no se sienta bien en mí.

ser amorosa con mi proceso, porque la autoestima se construye de pequeños actos de amor hacia mí mismo todos los días.

Es construir la vida que deseo para mí y

Es saber que pedir ayuda es un acto de fortaleza y no de debilidad. Que el amor propio es la aceptación incondicional de estas dos áreas y el trabajo consciente en mi valor personal.

Si te interesa aprender sobre ti mismo, aprender a cerrar ciclos o meditar, contáctame. Con cariño,

Deborah Tanatóloga y maestra de meditación. deborah.tanatologa@gmail.com

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