2 minute read
Te lo cuento…
El grupo de Shisyor, de la Civilización Voyermayah ordenó que se desconectaron todos los posibles universos que pudieran dar acceso al planetoide y se velaba desde la base nodriza todo intento de llegada a aquel lugar.
La S.S, sin saber el blindaje del planetoide atacó al grupo de Shisyor, pero este les derribó una nave espía a aquella Sociedad Secreta y se quedaron sorprendidos, otra nave más cayó en las trampas y así fueron cayendo otras y otras.
Advertisement
Aquello parecía un enjambre que no sabía desde donde eran atacados la nave nodriza era completamente invisible y les atacaba, hasta que apareció un mensaje en las pantallas del jefe de la “Operación Clon, sobre el Clon” de la S.S que les cuestionaba.
¿Quién está detrás de esto? Decía el mensaje ¿De qué sociedad recibe órdenes? Tengan en cuenta que están interviniendo en espacio neutral.
La S. C, está plenamente identificada, por nosotros, no podrán disponer del objetivo a menos que se llegue a un acuerdo quizá convenio ¿Cuál es el preció a cobrar por esta rapiña?
Se puede llegar a un acuerdo y si quieren colaborar a favor ¡Dejen la beligerancia al margen, y digan de que sociedad procede este ataque cruel!
Si no se rinden volaremos todas sus naves, sabemos que son simples mercenarios sin ninguna nacionalidad, repudiados por la Sociedad de Galaxias.
Así que escojan, un convenio o el exterminio total de esa su sociedad cómplice en conjunto, después de la aniquilación de ustedes.
En la contestación de la S.S. se oyó ¿Quiénes son ustedes que defienden esa reserva del conocimiento? Así radió la S.S. traduciendo en las pantallas del Pleyade scensitis spacis, completamente invisibles por igual en las pantallas de la S.S. que se empeñaba en seguir la comunicación para detectar la procedencia de aquella recepción de voz.
Somos la raza originaria de la humanidad primigenia, dominadora de mundos paralelos, nunca explorados por otras civilizaciones, los que no renunciaron al lugar de nuestro nacimiento, lugar de nuestro origen.
Somos la sociedad a la que deben rendir pleitesía por ser la raza primigenia originaria, la raza milenaria, hija de las Pléyades que se adaptaron a la influencia del Hoyo Negro al que pertenecemos y formamos parte de su órbita que gobierna nuestro vagar por el espacio infinito desde el origen de la vida.
Bien dijo la S.S., conocemos la leyenda de la Civilización Perdida primigenia, por ello renunciamos a todo acto beligerante con la Sociedad Primigenia que nos dio origen, no podemos competir con esa tecnología que protege los contornos planetarios y conoce esos mundos, universos paralelos que amplían los conocimientos a capricho.
Nos retiraremos con su venia, en cuanto nos liberen de la influencia que ejerce el sistema de defensa y nos retiene e impide el movimiento de nuestras naves ¡oh, gran raza de los Voyermayah siempre eternos!
Hemos cometido una falta irreparable os rogamos nos liberen de tal culpa, os revelaremos el nombre de la Civilización que paga nuestros servicios, estamos a su ordenes nos ponemos a vuestra disposición en el tribunal sideral que señaléis para nuestro juicio. Así lo deja sabe la Sociedad Secreta, que se hace acreedora del castigo merecido por el plan Clon, sobre el Clon. Se entrega en sus naves la Sociedad Secreta rezando por el perdón de nuestra culpa, a la Fuerza de la Creación de los Voyermayah.
Emilio Santana Arreola Tecámac, Estado de México