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El hidrógeno verde y la búsqueda del combustible eterno
La cadena de suministro requiere nuevas tecnologías para dejar de depender de las fuentes fósiles
Por Alejandro Dabdoub
Las energías renovables y el desarrollo de la tecnología detrás de las baterías se han convertido en los primeros grandes avances que prometen revolucionar la industria. Además de la urgencia por combatir el cambio climático, el mundo busca una manera sostenible y barata de continuar por el mismo camino que ha trazado en los últimos 100 años. A pesar del progreso, la ONU advierte que no ha sido suficiente y, al ritmo que vamos, la temperatura del planeta aumentará 2.5 grados celsius para finales del siglo. Aunque este escenario no es tan catastrófico como los 5 grados que se tenían previstos hace unas décadas, sigue representando un costo de miles de muertes y un sufrimiento incalculable para la humanidad.
Actualmente, la atención está puesta en la electrificación del sistema. Este concepto hace referencia al esfuerzo de transformar todo lo que necesita una fuente de energía para que funcione con electricidad. El problema es que la cadena de suministro es más compleja que la tecnología disponible. Algunos sectores, como el transporte marítimo y aéreo y la producción de acero, requieren de una gran cantidad de energía.
La promesa del futuro está puesta en el hidrógeno verde, un combustible generado por energías renovables que produce bajas emisiones de carbono. A diferencia de otras energías renovables, se trata de una fuente que arde y que sólo genera vapor de agua. Dependiendo del organismo que lo certifique, normalmente produce entre un 60 y 70 por ciento menos de emisiones contaminantes que el hidrógeno gris tradicional.
El problema con este tipo de combustibles, además de que es muy costoso producir, es su almacenamiento. Se necesita mantener a bajas temperaturas, con alta presión y usar procesos químicos para guardarse de manera compacta. La buena noticia es que parece sólo cuestión de tiempo para que la ciencia resuelva estos inconvenientes.
En diciembre del año pasado, Rolls-Royce y la aerolínea europea easyJet crearon el primer motor aerodinámico moderno impulsado por hidrógeno. Las empresas advirtieron que todavía falta un largo camino para que este invento pueda reemplazar las turbinas de los aviones actuales, pero se trata de un un hito en la búsqueda de un medio de transporte sostenible. De momento, anunciaron que el siguiente paso será fabricar un motor de reacción Pearl 15, el mismo de los jets privados Global 5500 y 6500 de Bombar dier, que utilice hidrógeno verde.
La fusión nuclear, el santo grial
La humanidad siempre ha soñado con la creación de una fuente de energía ilimitada. Aunque este concepto sigue perteneciendo a los libros de ciencia ficción, en los últimos años se han hecho avances significativos.
El último gran logro se dio a finales del año pasado cuando un grupo de científicos estadounidenses consiguieron producir con éxito una reacción de fusión nuclear capaz de generar una ganancia de energía. Este ha sido el paso más grande hasta el momento para tener una fuente de energía prácticamente inagotable que no produzca gases de efecto invernadero, algo que la comunidad científica considera como el santo grial. No obstante, los expertos afirman que todavía faltan algunas décadas para que este experimento pueda tener un uso comercial.
Lo más cercano que el hombre ha conseguido al santo grial es la fisi´ón nuclear que separa núcleos de los átomos. El problema es que este proceso genera una gran cantidad de residuos radiactivos que deben ser almacenados durante mucho tiempo para que no contaminen el medio ambiente.
Por otro lado, la fusión nuclear recrea a menor escala el proceso que ocurre dentro del sol y otras estrellas al fusionar dos núcleos de diferentes átomos para crear uno más grande y liberar energía. Además de no contaminar el medio ambiente ni generar residuos radiactivos, requiere de menos recursos que otras alternativas (como la energía solar y la eólica) y la tecnología no puede ser usada como un arma de destrucción masiva (como sí pasa con la fisión nuclear).
Los diferentes colores del hidrógeno
- Gris. El más usado de todos, fabricado con gas fósil.
- Verde. Renovable, limpio y generado mediante electrólisis.
- Azul. Similar al gris, pero sus emisiones de CO2 son capturadas.
- Negro. El más contaminante de todos producido con carbón.
- Marrón. Elaborado con lignito, un carbón mineral.
- Turquesa. El calor se utiliza para dividir el gas fósil en un proceso conocido como “pirólisis”.
- Morado, rosa o amarillo. Producidos con electricidad y calor de reactores nucleares.