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China demanda alimentos

Ante un nuevo contexto internacional, América Latina tiene un gran reto y oportunidad: diversificar el destino de sus exportaciones

Por Salvador Suárez Zaizar, Director general en GPerspective

Los empresarios tienen la oportunidad de diversificar el destino de sus exportaciones a China donde más de 400 millones de personas ya son clase media y demandan más y mejores productos y servicios.

Ante un nuevo contexto internacional, los gobiernos y las empresas en América Latina tienen un gran reto y oportunidad: el diversificar el destino de sus exportaciones. La República Popular China se presenta como una opción para alcanzar este objetivo al ser la segunda economía del mundo, el segundo importador de mercancías, un país con un nivel de ingreso mediano alto y una clase media en aumento.

En China existe una mayor demanda de alimentos frescos, alimentos procesados y bebidas. Entre las razones están la seguridad alimentaria, el incremento en el poder adquisitivo de la sociedad, la importancia de la inocuidad de los alimentos y una mejor infraestructura logística, aunado a que el producto extranjero es percibido como de mayor calidad.

Por la estrecha colaboración que mantenemos con importadores y distribuidores en las principales ciudades chinas, identificamos demanda de alimentos frescos como aguacate, zarzamora, frambuesa, chía, nuez pecanera, plátano, miel de abeja de alta calidad, uva de mesa, carne de res y carne de cerdo. También alimentos procesados como cereales, mermeladas, café, salsas, chocolate, atún enlatado, harina de pescado, aceite de aguacate y bebidas como jugos de fruta, agua mineral, cerveza, tequila, mezcal, vino tinto y licores.

Se venden principalmente en las ciudades de primer nivel como Beijing, Shanghai y Shenzhen y consolidan su expansión a ciudades de segundo nivel como Hangzhou, Suzhou, Wuhan y Chengdu.

Considerando los costos y requisitos, recomendamos a los emprendedores y pequeñas empresas extranjeras explorar la venta de alimentos y bebidas en tiendas de conveniencia de productos importados, plataformas de comercio electrónico y aplicaciones. Además de las anteriores alternativas, empresas de mayor tamaño también pueden comercializarlos en supermercados e hipermercados.

Existe la idea generalizada entre los empresarios latinoamericanos que el desarrollo de negocios en China es muy complicado, sin embargo, con el acompañamiento de especialistas se pueden superar los desafíos como son entender su cultura, el idioma chino mandarín, desarrollar relaciones basadas en la confianza, construir una sólida y efectiva red de contactos y el brindar un estrecho seguimiento que implica constantes visitas o contar con un representante en ese país.

Para alcanzar el éxito sugerimos registrar la marca antes de asistir a una misión empresarial, feria, exhibición o entrar al mercado. Conocer las regulaciones arancelarias y no arancelarias para el producto; si puede importarse, desarrollar una investigación de mercados; iniciar el registro de empresa exportadora ante la Administración General de Aduanas de la República Popular China (GACC); seleccionar a importadores y/o distribuidores confiables; mantener una estrecha relación con los puntos de venta y desarrollar una estrategia de mercadotecnia que contemple el uso de una cuenta oficial de WeChat.

Siguiendo estas recomendaciones, llevemos directamente a China nuestros productos de alta calidad y apoyemos en la tarea de diversificar el destino de las exportaciones.

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