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El nuevo paradigma petrolero

Tras décadas de ser la principal fuente de ingresos públicos, México ahora enfrenta una nueva realidad energética en la que la producción, exportación e inversión en el sector van en picada

Por Alejandro Dabdoub

Las exportaciones petroleras en México son tan grandes que es necesario separarlas del resto si se quiere tener una visión adecua da de la balanza comercial del país. Sin embargo, nos encontramos en una nueva era energética en la que el llamado oro negro ha dejado de ser una de las principales fuentes de ingresos del erario público.

Los problemas en Pemex se han acumulado. A pesar de que la actual administración ha invertido más de 720 mil millones de pesos en la petrolera, la producción no ha crecido como lo esperado. A principios del sexenio se hablaba de que llegaríamos a 2024 con 2.5 millones de barriles diarios, pero seguimos alrededor de los 1.8 millones.

El estancamiento de la producción es sólo la punta del iceberg. Miguel Ángel Maciel Torres, titular de la Secretaría de Energía (Sener), anunció a mediados de octubre que el próximo año el Gobierno recortará las exportaciones petroleras en un 70 por ciento. En cifras totales, esto equivale a pasar de 1.03 millones de barriles diarios a sólo 296 mil.

Las cifras de la Sener son más pesimistas que las de la Secretaría de Hacienda quien en el Proyecto de Egresos de la Federación calculó que el país pasaría de exportar 994 mil barriles diarios a 587 mil en 2024.

Una nueva era

Todo esto apunta a un nuevo paradigma en México. Hace casi 10 años comenzaron a llegar las primeras inversiones de la Reforma Energética promovida por el expresidente Enrique Peña Nieto. En ese momento las miradas estaban puestas en un nuevo boom petrolero similar al que vivió Estados Unidos con la revolución del shale, el petróleo no convencional producido a partir de esquistos bituminosos.

Las inversiones en el sector no sólo no se han materializado, sino que muchas empresas han tomado la decisión de abandonar sus proyectos en el país incluso si para hacerlo es necesario pagar una multa. Lo anterior se debe principalmente a dos factores: un cambio en la política pública mexicana y el crecimiento de las energías renovables.

Sobre el primer punto, la actual administración ha dejado claro que su principal objetivo es dejar de importar petróleo refinado. La Sener afirma que por cada 100 mil barriles que se exportan para después comprar en forma de gasolina, el Estado pierde más de 800 mil dólares. De ahí la importancia de ciertos proyectos como la Refinería Dos Bocas en Tabasco.

Al mismo tiempo, el mundo ha co menzado a ver a los combustibles fó siles como algo del pasado. De acuer do con la Agencia Internacional de Energía (IEA por sus siglas en inglés), este 2023 es el primer año en el que las inversiones en energía renovable han superado a las de petróleo.

Hace tan sólo cinco años los dos rubros recibían la misma cantidad de dinero. No obstante, hoy se esti ma que por cada euro que se invierte en petróleo o similares, se destinan otros 1.7 euros a fuentes limpias.

Las inversiones que se van

En lo que va del año, por lo menos 16 empresas han solicitado ante la Comisión Nacional de Hidrocarburos iniciar un procedimiento de terminación anticipada de sus contratos de explotación de petróleo. Estas concesiones las ganaron tras la apertura que representó la Reforma Energética, pero ahora han decidido abandonarlas porque no son rentables.

En el mejor de los casos, estas decisiones representan pérdidas en términos de inversión que no se van a recuperar. No obstante, muchos casos implican una multa por salirse antes de lo previsto.

Entre los que han retirado proyectos este 2023 destacan empresas como Repsol, BP, Chevron y Talos Energy. Sin embargo, la tendencia no es nueva y en los últimos años se han salido compañías como Eni, China Offshore Oil Corporation, Capricorn Energy, Pantera Exploración y Producción y Caligari México. De acuerdo con los especialistas en el tema, estas decisiones tienen que ver más con el cambio en la industria energética que por las reformas polémicas del Gobierno que han dado preferencia a la Comisión Federal de Electricidad y a Pemex.

De acuerdo con la Agencia Internacional de Energía, este 2023 es el primer año en el que las inversiones en energía renovable han superado a las de petróleo. Se estima que por cada euro que se invierte en combustibles fósiles, se destinan otros 1.7 euros a fuentes limpias.
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