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La huelga automotriz que busca cambiar todo
Tras meses de negociaciones, el sindicato de trabajadores de la industria automotriz en Estados Unidos llega a un acuerdo con los principales productores de vehículos para aumentar sus salarios y proteger los empleos de la revolución eléctrica
Staff Latitudex
La industria automotriz global está cambiando. La transición a los vehículos eléctricos promete transformar las cadenas de suministro del sector y más de un trabajador está preocupado por su empleo.
En ese contexto, el sindicato de Trabajadores del Automóvil Unidos de Estados Unidos (UAW por sus siglas en inglés) firmó a principios de noviembre un acuerdo histórico con los principales productores de autos que podría convertirse en la ruta a seguir para el resto de las empresas.
El nuevo contrato sólo aplica para General Motors, Ford y Stellantis y contempla un aumento generalizado de salarios de alrededor del 30 por ciento. Al mismo tiempo, las nuevas plantas de producción de vehículos eléctricos y baterías formarán parte del acuerdo laboral, por lo que no se podrá reemplazar a la mano de obra o modificar las condiciones de trabajo cuando cambien los métodos de producción.
Lo anterior significa un nuevo estándar para la industria en Estados Unidos y promete permear en todo el mundo. El UAW está conformado por más de 146 mil trabajadores quienes ahora estarán ganando en promedio 42 dólares la hora. De acuerdo con Art Wheaton, director de estudios laborales en Universidad Cornell entrevistado por Associated Press, los acuerdos del sindicato suelen tener un impacto en el resto de productores automotrices, tanto nacionales como internacionales.
De hecho, desde que se anunció el fin de la huelga del UAW que duró más de seis semanas, por lo menos tres grandes armadoras extranjeras han mejorado sus condiciones laborales para que se asemejen al nuevo contrato colectivo: Honda, Toyota y Hyundai.
LA HUELGA EN CIFRAS
La industria automotriz representa el sector manufacturero más grande de todo Estados Unidos. Está conformado por 13 fabricantes que operan 44 plantas en todo el país y emplean a más de 7.2 millones de personas.
En contraste, el UAW está conformada por más de 150 mil agremiados. Sin embargo, la huelga pasada sólo tendrá un impacto en 13 mil trabajadores que laboran para General Motors, Ford y Stellantis en Missouri, Michigan y Ohio.
El paro promovido por el UAW duró alrededor de seis semanas. Debido a la interdependencia de la industria automotriz entre México y Estados Unidos, se estima que hubo pérdidas de más de 76 millones de dólares en nuestro país por la huelga.
El acuerdo del UAW ya ha comenzado a tener eco en nuestro país. El diputado federal y líder de la Confederación de Trabajadores de México (CTM), Tereso Medina, señaló a mediados de noviembre que es viable realizar un aumento salarial del 25 por ciento a los trabajadores de la industria automotriz al citar el nuevo contrato colectivo de Estados Unidos.