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Ricardo Treviño: Por un comercio internacional más inclusivo y transparente
Por un comercio internacional más inclusivo y transparente
La globalización ha promovido el crecimiento económico, pero no ha sido capaz de detener el crecimiento de la desigualdad, un área en la que la Organización Mundial de Aduanas puede jugar un rol importante
La pandemia de COVID-19, las tensiones geopolíticas, la tentación de regionalizar el comercio y la guerra en Ucrania son algunos de los eventos recientes que han vulnerado la continuidad del multilateralismo. Gobiernos, iniciativa privada, academia y organizaciones internacionales, incluyendo la Organización Mundial de Aduanas (OMA), tienen que buscar la forma de superar estas tensiones y presiones.
La globalización y el multilateralismo han dejado un sin número de beneficios, por ejemplo:
• La disminución global de la pobreza extrema.
• El incremento del comercio transfronterizo a través de la creación de una red de cadenas globales de valor que propició la creatividad de los agentes económicos bajo un sistema de beneficios recíprocos.
• La conexión en línea del mundo encabezada por el sector tecnológico que ha desaparecido las barreras del tiempo y el espacio.
• La democratización de la información.
Sin embargo, mientras hemos sido testigos del crecimiento económico global, también hemos visto crecer la desigualdad social.
Esta injusticia ha aumentado debido a la combinación de privilegiar la reducción de costos de producción mediante la contratación de mano de obra barata y aumentar de manera exponencial los niveles de gasto y deuda de los gobiernos. Las cadenas globales de valor, que han movido parte de su producción a mercados de bajo costo, mantienen los sueldos en mercados desarrollados. Al mismo tiempo, los niveles de deuda pública han provocado un incremento ficticio en los valores de bienes inmuebles, participaciones accionarias y otros activos financieros para el beneficio exclusivo de unos cuantos.
Países en todas las regiones del mundo han experimentado turbulencias políticas y sociales en forma de populismo y autoritarismo que han amenazado el orden liberal de las últimas siete décadas y que llevan como centro de sus demandas la restricción del flujo internacional de bienes y personas. El ocaso del multilateralismo nos ha acechado ya por un tiempo.
Tenemos el deber de defender los principios de cooperación internacional contra las presiones que actualmente emergen. Para esto, las organizaciones internacionales, como la OMA, deben contribuir a los objetivos globales de crecimiento económico inclusivo y equitativo y de seguridad.
Las administraciones aduaneras tradicionalmente tienen dentro de sus objetivos el facilitar el comercio, proteger a sus sociedades y promover una recaudación de impuestos justa.
El rol tradicional de las aduanas que implica tener el control sobre los bienes que ingresen en un área delimitada en las fronteras debe evolucionar y modernizarse de acuerdo a las circunstancias globales. Debemos adoptar un enfoque más dinámico, ágil y enfocado en el análisis de datos. Hay que migrar de un enfoque mecánico y transaccional a un enfoque más integral y estratégico.
La OMA es la organización mejor posicionada para encabezar un cambio de enfoque y desarrollar cadenas de valor más seguras y confiables. Debe establecer nuevos estándares usando las soluciones tecnológicas de la actualidad para identificar y evitar posibles actos de infiltración criminal en las cadenas de suministro. Como consecuencia natural del multilateralismo, el comercio transfronterizo ha crecido exponencialmente y con ello las cadenas globales de valor se han diversificado y cada paso de la cadena ha sido tercerizado a distintos actores económicos.
En la actualidad, el flujo de los productos de las cadenas globales de valor los dirigen principalmente actores independientes de los gobiernos, tales como grandes corporativos multinacionales, instituciones financieras y redes sociales. Desafortunadamente, también las organizaciones criminales participan en el flujo ilegal de mercancías.
Los países que participan en este flujo enfrentan con mayor frecuencia los retos de tener una jurisdicción limitada y medios insuficientes para gestionar eficazmente la globalización de la economía.
Las aduanas tienen la responsabilidad de facilitar el flujo de bienes legales, pero también de combatir el contrabando de mercancía ilegal y son la primera línea de defensa. La OMA debe impulsar la definición e implementación de estándares globales para desarrollar cadenas globales confiables y seguras. Para lograr esto debemos considerar diversos aspectos:
Seguridad y Estado de Derecho
Lo primero que se debe enfrentar son los temas de seguridad y cumplimiento de leyes. Nuestro sistema interconectado e interdependiente de cadenas globales de valor se ha convertido en un escenario que refleja la creciente rivalidad y competencia geopolítica. En los últimos 10 años más de 10 mil nuevas restricciones al comercio y tarifas provisionales han sido implementadas, lo que ha dado marcha atrás a la tendencia liberalizadora del comercio que prevaleció por décadas. La infiltración criminal en nuestras cadenas de valor ha florecido al amparo del comercio internacional.
Fragilidad
La fragmentación y tercerización de procesos de las cadenas de valor han revelado su fragilidad. La concentración del transporte marítimo ha dado como resultado que unas cuantas navieras, con capacidades masivas de manejo de contenedores, dependan también de un limitado grupo de puertos de aguas profundas. Cuando la pandemia golpeó al mundo, las cadenas de suministro fallaron en sus distintas capas y niveles de producción: desde la obtención de materia prima y los procesos de manufactura, hasta la distribución de los bienes finales.
Cambio climático
La aceleración del cambio climático se ha producido en parte por modificar el uso de la tierra para producir distintos bienes y por el uso de combustibles fósiles para transportarlos. Las consecuencias en términos de desastres naturales, inundaciones y cambios ambientales son cada vez más frecuentes y notorios y esto no cambiará sin nuestra ayuda.
Derechos laborales
El objetivo de reducir costos de producción ha impulsado el crecimiento y la diversificación de las cadenas globales de valor. No obstante, también ha llevado a reubicar procesos productivos en lugares donde no existen los niveles adecuados de protección laboral y en muchos casos existen condiciones similares a esclavitud. Se deben tomar acciones correctivas contra el trabajo forzado y esto debe ser parte de los impactos positivos a las nuevas cadenas seguras y confiables.
La OMA debe ejercer proactivamente su rol de liderazgo para desarrollar estándares globales que consideren una nueva forma de gestionar el flujo internacional de bienes y las administraciones aduaneras deben ser la columna vertebral para implementar este cambio en el comercio global.
Este nuevo marco regulatorio para armonizar y estandarizar la operación de las aduanas a nivel global deberá construirse a partir de un principio básico de transparencia. El actual modelo económico del comercio transfronterizo se basa en el outsourcing y la descentralización de los procesos productivos. El nuevo enfoque deberá seguir una lógica de integración horizontal de estos procesos.
Los retos actuales son inherentemente globales y no se pueden atender de manera aislada. Una adecuada gestión de la globalización y del comercio internacional requiere de una fuerte cooperación internacional.
La OMA, como única organización internacional dedicada por completo a temas aduaneros, debe encabezar los esfuerzos de esta comunidad en el desarrollo de estándares globales y fortalecimiento de sus capacidades. Estos modelos deberán fomentar que las aduanas y otras agencias fronterizas trabajen muy de cerca con los operadores económicos que operan en las cadenas globales de valor. Mediante una fuente única de información, esta colaboración deberá resultar en crecientes niveles de confianza entre autoridades y sector privado dando como resultado un comercio internacional más seguro, resiliente, inclusivo y sostenible.
¿Quién es Ricardo Treviño?
Nació en 1978 en Monterrey, Nuevo León, y es licenciado en administración financiera por parte del ITESM.
En 2005 obtuvo una maestría en administración y finanzas internacionales por parte de la Universidad de Birmingham en Reino Unido.
Desde 2018 se desempeña como secretario general adjunto de la Organización Mundial de Aduanas, puesto en el que fue reelegido en junio de este año.
Ha liderado proyectos al frente de la OMA que tienen como principal objetivo fomentar la participación de todos los miembros del organismo.