El agua, un bien de todos y todas
Espirales hídricas 12
“Aún paso en el bus y me acuerdo de mi infancia” Francisco José Vélez
Agua (2020) Ilustración – Laura Viviana Moreno Herrera
El agua que fluye libre por la tierra trae consigo las historias, emociones, luchas y experiencias de quienes a su lado habitan. Los susurros del agua, traen carcajadas de todos los niños y niñas que en sus aguas se han bañado, los secretos de amor de jóvenes que al oído nombran palabras dulces, historias y consejos de doñas y dones que en su rivera descansan de sus labores y el eco de la vida silvestre que florece con su cauce.
La quebrada La Cabuyala ha sido testigo de múltiples experiencias a lo largo de su extensión por el corregimiento de San Antonio de Prado, pasando por la Florida, María Auxiliadora, Los Quintana, El Vergel, Limonar, Rosaleda y Aragón. Son innumerables las historias que corren aguas abajo, pero de todas estas, resaltamos lo esencial del agua para las labores cotidianas donde la comunidad recuerda sus pasos por el camino hacia la Cabuyala para “…ir a cargar agua de allá para el consumo y también para lavar porque cuando eso no había de las tuberías normales, entonces a mamá le tocaba lavar en batea y nosotros le cargábamos el agua” (E. Álvarez. Taller de Memoria Histórica. 2020). Esta misma es la historia que se cuenta a lo largo de toda la cuenca, donde el principal uso doméstico del agua de la quebrada se vincula con la utilización para el aseo y, en segundo lugar, el consumo, nombrando que, en la época de 1965, era posible usar el agua de la cuenca para tomar y cocinar ya que se