BENEMÉRITA ESCUELA NORMAL VERACRUZANA “ENRIQUE C. RÉBSAMEN” LICENCIATURA EN EDUCACIÓN PREESCOLAR MATERIA: AMBIENTES DE APRENDIZAJE MAESTRA: MERCEDEZ HERRERA LAURA MARÍA MORÁN CEJA 2° A
Escrito acerca del enfoque de ambientes de aprendizaje Al planear tienes que tomar en cuenta una gran cantidad de variables: el diagnóstico realizado a partir de la jornada de observación, que incluye el contexto, las necesidades de los niños, lo que pueden hacer solos y lo que les falta por aprender; el Programa y Plan de Estudios de Preescolar, las Competencias, los Campos Formativos, los Aprendizajes Esperados; si de algún curso
te
pidieron
un
contenido
específico
como
fenómenos
naturales,
experimentos, lenguaje no puedes darte el lujo de dejarlo afuera. Tienes, además, que saber si vas a planear situaciones didácticas aisladas o una situación de aprendizaje que abarque todo lo que quieres enseñar en esa semana, incluir una que otra modalidad: taller, proyecto, rincones. Para cuando logré tener todo esto en la cabeza y con uno que otro problema en mis planeaciones ya me había olvidado completamente del enfoque de ambientes de aprendizaje. No es que no quisiera retomarlo, es que conscientemente se me dificulta la transversalidad y en ningún momento se me ocurrió lo útil y funcional que sería retomar lo visto en mis clases de forma explícita en mis planeaciones. Quiero aclarar, que utilizo la palabra explícita porque considero que de alguna u otra forma estos conocimientos estaban en mi cabeza y me llevaron a pensar mis actividades de una manera específica. Durante mis días en el Jardín de Niños, tampoco pensé mucho en el tema, en ningún momento me detuve a pensar si estaba logrando crear un ambiente de aprendizaje para mis alumnos, mentiría si dijera otra cosa. Me limité a aplicar las actividades, adecuando de vez en cuando la organización grupal, los materiales o la secuencia, con la intención de captar la atención de los alumnos, hacer su papel más activo y las situaciones más significativas para ellos. No fue hasta regresando de la Jornada de Intervención, cuando me pidieron que analizara a profundidad mi práctica y tuve que pasar de un simple “me fue bien” a un “esto fue lo que hice, pero hubiera sido mejor si yo…”, entonces recordé los ambientes de aprendizaje, en ese momento, fueron realmente funcionales, ya que
pude evaluar cada una de mis actividades respecto al ambiente de aprendizaje que se había privilegiado. Casi todas mis actividades estaban basadas en un ambiente centrado en quien aprende, aunque no conozco al grupo en su totalidad observé sus necesidades más notorias, como la falta de reconocimiento del numeral y me percaté de algunas de las características grupales e individuales; de la misma manera, el ambiente centrado en el contenido me permitió organizar los conocimientos en un orden lógico de forma que fueran accesibles para los niños, todo esto me ayudó a elaborar las planeaciones, aunque al hacerlas, no tenía presente el concepto como tal. Por otro lado, al aplicar mis actividades del Campo Formativo de Desarrollo Personal y Social, intenté generar dentro del aula un ambiente afectivo social, en el que los niños pudieran expresarse, se favoreciera la amistad y la aceptación; asimismo, se presentaron el ambiente democrático, en la toma de decisiones, y de respeto, pues estuve trabajando con los niños acerca de qué era el respeto y que acciones lo denotaban. Estos tres ambientes, se presentaron más abiertamente en práctica, no sólo en las actividades que se relacionaban con estos campos formativos, sino en general en cada una de las secuencias didácticas. No me di cuenta de esto, hasta que realicé un análisis sincero y profundo acerca de mi intervención, es decir, mientras estaba en el salón de clases no pensaba “voy a pedirles que trabajen en equipo en lugar de en plenaria para que crear un ambiente afectivo social” simplemente me parecía más funcional de esa forma, porque así los niños lograrían comparar sus resultados, participar y ayudarse. En conclusión, el enfoque de ambientes de aprendizaje, resulta útil en todos los momentos de la intervención, desde la planeación hasta la evaluación, ya que te permiten generar condiciones en las que los aprendizajes pueden ser significativos para los niños; en mi experiencia, puedes sacarle más provecho si los tienes presente y los tomas en cuenta de manera consciente, porque así puedes favorecerlos y mejorar tu práctica docente.