La Descendente

Jueves, 19 de Junio de 2014

pag.

03

¿Por qué los diseñadores gráficos deberían ser buenos lectores?

Revisión del ensayo por la estudiante de diseño gráfico Laura Ramírez

pag.

06

$ 1.ooo

¿Llevará el eBook a su final al libro impreso?

Los eBooks se consolidan como el reemplazo de las ediciones impresas con el paso del tiempo.

ESCRITO POR DISEÑADORES

El libro jóvenes ensayos demuestra su capacidad argumentativa

[2]

LA DESCENDENTE - Primera Plana

LOS DISEÑADORES GRÁFICOS LE APUESTAN A LA ESCRITURA

La escritura no se perfila como una habilidad muy destacada en la formación de diseñadores gráficos profesionales. El taller de énfasis en tipografía y diagramación buscó demostrar lo contrario...

Y lo logró

Escribir un ensayo es como diseñar. El punto de partida es la investigación, que luego de un análisis juicioso sirve para elaborar una opinión informada sobre algún tema, soportada por evidencias y expuesta en forma de argumentos lógicos. Aunque haya puntos de contacto entre ambas cosas, aprender a argumentar no es lo mismo que aprender a defender o a sustentar. Se trata más bien de aprender a razonar, a pensar de un modo lógico. El diseñador que aprende a argumentar es capaz de aplicar un modo de razonar honesto a la coordinación eficaz de propósitos, recursos y necesidades de los interesados en un proceso de diseño. Un diseño bien argumentado no necesita ser defendido, ni justificado porque las razones que le confieren existencia son las mismas que le dan su forma.

El ejercicio de escritura de los estudiantes, tuvo como objetivos formarse una opinión sobre la influencia del diseño gráfico en la lectura, estudiar las variables que influyen en el proceso de lectura, estudiar el proceso de lectura desde lo fisiológico, cognitivo, técnico y cultural, y producir un texto original que sirviera de punto de par-

tida para la reflexión del diseñador como autor.

Como instrumentos para esta investigación, se recomendó una selección bibliográfica que fundamentó tanto el ejercicio de argumentación como el ejercicio de refleción sobre la tarea del diseñador en medio del proceso de lectura; entre las obras utilizadas como insumo se encuentran títulos como «While You’re Reading”»de Gerard Unger, «Retórica Tipográfica» de Alberto Carrere y el texto de Robert Kinross en la revista Tipográfica No. 62 «Signos, escritura, tipografía» Cada estudiante tuvo una aproximación diferente según su punto de vista, experiencia diseñando, y la información que pudo extraer de cada recurso bibliográfico.

En general la experiencia fue bastante exitosa, por lo cual los ensayos pudieron ser destinados a la publicación de un libro compilatorio, dirigido y de gran utilidad para estudiantes de semestres menores interesados en una aproximación a la tipografía y la lectura desde los criterios de sus compañeros.

La lectura de referencias fue vital para construir una posición propia

LA DESCENDENTE [3]

LOS DISEÑADORES DEBEN EMPAPARSE DE LA MATERIA CON LA QUE ESTÁN TRABAJANDO

Según Laura Ramírez, autora del ensayo “¿Por qué los diseñadores deberían ser buenos lectores?”, el conocimiento que el diseñador tenga del texto con el que trabajará es indispensable para lograr buenos resultados comunicativos.

El diseñador editorial no puede cambiar las palabras o el sentido de los textos pues esto es tarea del autor y su editor. Sin embargo puede facilitar su asimilación por parte del público. Esto es claro.

En este ensayo se encuentra la hipótesis de que la principal forma en que un diseñador puede modificar la percepcion que un público tenga de un escrito, es conociendolo a profundidad.

Este punto de vista va más allá de entender el di-

seño tipográfico como una cuestión genérica y repetitiva para todo tipo de libros.

«ES UNA RELACIÓN SIMILAR A LA DEL ESCULTOR CON SU OBRA» Este ensayo podrá ser encontrado en su totalidad en la publicación de los estudiantes del taller de énfasis en diseño editorial Jóvenes Ensayos.

DIEZ OPINIONES DISTINTAS SOBRE LA LECTURA REUNIDAS EN UN ÚNICO SALÓN DE CLASE Diez estudiantes interesados en tipografía expusieron sus argumentos sobre diseño y lectura. Diez matices distintos, todos elevando puntos de vista muy válidos y completos acerca de este problema de diseño.

Diferentes aproximaciones se dieron a la forma de explicar cómo es que los diseñadores influyen en la lectura. Cada uno de los estudiantes del taller de énfasis se dio a la tarea de argumentar desde cada punto de vista como se lleva a cabo esta tarea.

Algunos analizaron la situación desde una perspectiva muy teórica con ayuda de las referencias bibliográficas sugeridas por el profesor, mientras que algunos argumentaron desde una perspectiva más práctica, relacionando el problema con

situaciones de lectura un tanto más específicas.

En cualquier caso, tener la oportunidad de acceder a puntos de vista tan diversos acerca de un solo tema, facilita la construcción de una opinión propia, y se presta para una lectura entretenida y que renueva su tono con cada texto.

Los ensayos completos y compilados, con prólogo del tipógrafo César Puertas, podrán encontrarse en el libro Jóvenes Ensayos, que igualmente, está editado desde diez perspectivas distintas.

Damian Medina: Influencia del diseño gráfico en la lectura de textos

César Valero: Apariencia visual y lectura

Miguel Bartelsman: Diseñando Experiencia

Julio Villa: Tipografía y Diagramación

Maria Paula Arias: Desaburriendo al lector

Luisa Burgos: Qué, cómo y por qué

Juan Felipe Espinosa: De la lectura y otros demonios

Oscar Santamaria: Leyendo textos con imágenes

Andrés Cuadrado: La lectura en smartphones

[4]

LA DESCENDENTE - Hacer un libro y no morir en el intento

HACER UN LIBRO Y NO MORIR EN EL INTENTO El desarrollo de un libro impreso implica retos que van más allá de la tipografía: el presupuesto, el tiraje, el libro como objeto que estará en las manos de un lector. El proceso es arduo y cualquier falla puede significar fracaso, pero el producto final vale la pena por completo.

Todo proceso de diseño conlleva la administración de unos recursos en el cumplimiento de un propósito para la satisfacción de las necesidades de unos interesados. El libro, como objeto y producto de la civilización humana, no es ajeno a esta compleja relación triple. Si el fin último de un libro es ser leído y el de su información ser consumida una y otra vez, a los diseñadores nos conciernen todas las posibles decisiones que contribuyan a la culminación de estos propósitos.

La cotidianidad del libro como objeto y su condición actual de producto industrial, han afectado de manera decisiva su forma, al punto de que, con frecuencia, el

diseño gráfico de un libro se entiende como la elección del motivo de su tapa y, en el mejor de los casos, a la elección de una tipografía más o menos adecuada para las páginas interiores. Cuestiones como la prefiguración de sus imágenes, la elección del papel, la proporción de sus márgenes y las características propias de sus flujos de información, entre otras muchas cosas, tienden a pasarse por alto.

Además, la proliferación de dispositivos digitales de lectura supone una nueva manera de consumir y de relacionarse con la información, de la cual el diseñador de libros no puede sustraerse. Por eso el rol del libro impreso necesita replantearse

Cualquier falla en el proceso puede llevar a fracasos en la construcción del libro

y redefinirse en su relación con lo digital. Su existencia ya no es justificable por la mera reproducción de información relevante para un público: la materialidad del libro impreso añade valores que lo digital no tiene. Como diseñadores gráficos, es imprescindible profundizar en estas relaciones que, aunque se encuentren confinadas al mundo de lo análogo, de lo tangible, son profundamente interactivas.

La edición y publicación del libro Jóvenes Ensayos fue más allá de ser un asunto plentamente tipográfico para retar a todos los estudiantes en el campo de la prosucción y el presupuesto (que con dificultad cumplieron satisfactoriamente).

CÓMO CONSTRUIR UN LIBRO El proceso de encuadernar una publicación rústicamente comienza con el doblez de los cuadernillos correspondientes. Después deben ensamblarse con hilo, siguiendo un patrón de cosido específico, asegurandose de que queden lo suficientemente apretados para darle cuerpo al libro. El paso final es colocar la cubierta y dejar secar el libro.

LA DESCENDENTE [5]

[6]

LA DESCENDENTE - Hacer un libro y no morir en el intento

EBOOKS: ACABANDO CON EL LIBRO IMPRESO UN DISPOSITIVO A LA VEZ

La escritura no se perfila como una habilidad muy destacada en la formación de diseñadores gráficos profesionales. El taller de énfasis en tipografía y diagramación buscó demostrar lo contrario...

Y lo logró

Comprender el lenguaje CSS es vital para la construcción de eBooks

Los libros no se han sustraído al avance de la tecnología y de hecho no es la primera vez que se ven afectados por ella. De los rollos pasamos a los códices o libros escritos a mano y la humanidad pasó repentinamente de este al libro impreso en el siglo xv. El audiolibro y el e-book son apenas otras dos formas —acaso en transición— del mismo artefacto, que han adquirido sus propios códigos y modos de uso.

Iniciando la segunda década del siglo xxi, ocurre con los libros electrónicos algo similar a lo que pasaba con los primeros automóviles, apenas cien años atrás.

De extrañas «carrozas mecánicas sin caballos», como fueron llamadas, pasaron rápidamente a ser el medio de transporte predilecto de los habitantes en las grandes urbes. En el caso de los libros digitales hemos pasado en menos de una década del formato pdf al estándar epub. Aunque este último, utilizado desde 2007 para la lectura en dispositivos como el iPad y el Sony Reader, posee grandes limitaciones,

también cuenta con grandes posibilidades de convertirse en el formato más popular.

Además, por ser de código abierto, no para de ser actualizado y mejorado.

Las editoriales han tomado nota de los cambios y los están asimilando. Para no quedarse rezagados, los diseñadores editoriales de hoy deben contar con las nociones tecnológicas y conceptuales necesarias que les permitan adaptarse al cambio constante en las formas que vienen adquiriendo los discursos. Una estrategia lógica puede desprenderse de la evolución del diseño de sitios web y de la separación entre forma y contenido que le es propia gracias a los css (Cascading Style Sheets u hojas de estilo en cascada).

Es imperativo que los diseñadores gráficos entren en la vanguardia de los adelantos tecnológicos y conozcan bien sus funcionamientos.

La tecnología de los eBooks ciertamente entra a competir con el mercado del libro impreso, principalmente en los países desarrollados, pero posiblemente es apresurado decir que el libro ha muerto.

LA DESCENDENTE [7]

Es de vital importancia procurar que el libro electrónico pueda ser legible en cualquier dispositivo

LA FRUSTRACIÓN EN LA ÉPOCA DE LAS HERRAMIENTAS DIGITALES Experimentar con nuevas y desconocidas herramientas se presta para obtener resultados inesperados y de alta calidad. Pero no siempre el camino a los buenos productos es fácil, aprender a usar un nuevo lenguaje o método puede llevar a la desesperación.

La experiencia de los estudiantes del énfasis en diseño editorial con el lenguaje de hojas de estilo en cascadas CSS los alejó completamente de su zona de confort y los obligó a zambullirse en un ambiente desconocido.

Hacer intentos de prueba y error con toda la variedad de atributos que presta el css se convirtió en el flujo de trabajo para llegar a un eBook bien logrado. La imposibilidad de hacer cambios y ajustes tipográficos viendo el resultado instantáneamente fue una dificultad a superar durante el proceso.

Pensar un diseño para que pueda funcionar en diferentes dispositivos y formatos fue otro de los retos a superar en medio de la creación del libro electrónico. En este caso las medidas relativas y las jerarquías tipográficos fueron de suprema utilidad para lograr un buen resultado.

Al momento de tratar con nuevas herramientas hay que mantener la calma, es muy posible que cualquier inconveniente tenga una solución fácil y efectiva siempre y cuando se mantenga la cabeza fría y se evite al máximo la desesperación.