Nov2013
Club de Lectores de La Vaca Mariposa La librería La Vaca Mariposa fue pensada como un lugar de encuentro entre amigos, un espacio para compartir gustos e inquietudes literarias. De esta premisa nace el Club de Lectores LVM, una propuesta de atención personalizada para aquellos lectores que deseen compartir una amena experiencia.
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En esta edición...
¿cómo ser parte del Club de Lectores LVM? PAG.2 10 nuevos títulos de la “Exposición de la actual narrativa rioplatense” REGÍSTRATE
La libertad total, de Pablo Katchadjian
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CH´IXINAKAX UTXIWA. Una reflexión sobre prácticas y discursos descolonizadores
PAG.3 En el mar de John Cage. Por: Carmen Prado PAG.4 Ejercicios antilocura. Relatos de Victoria Pérez Un Van Gogh para llevar
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10 nuevos títulos de la Exposición de la actual narrativa rioplatense Adriana Morán Sarmiento La proeza de la Exposición de la actual narrativa rioplatense es reunir en una sola colección un grupo de escritores y artistas plásticos reflejo de la actualidad literaria de la Argentina. Recién presentaron su segunda tanda de 10 títulos, para sumar, en un año, 20 propuestas diversas. Coordinada por Ana Ojeda, Nicolás Correa y Marcos Almada, La Expo… se identifica como “un proyecto abierto y rizomático que busca dar visibilidad al trabajo de escritores y escritoras de todas las edades, creando un contexto de solidaridad en el cual referentes del campo literario rioplatense abran el apetito y la curiosidad lectora por otros autores que están comenzando o no alcanzan una circulación o difusión masivas.” La Exposición de la actual narrativa rioplatense es editada por Milena Caserola y El 8vo. Loco; con la coordinación gráfica de Laura Ojeda Bär y la producción de Matías Reck. Brújula, crisol, bibliotecapaís, estos 20 títulos de la “Expo…” ya aportan una visión de lo que será en pocos años: una gran colección, sencilla y de bajo costo, al alcance de todos, pues además del simpático y cómodo formato impreso también pueden descargarse de la web.
Nuevos títulos , publicados en la Segunda tanda 11. Hasta las seis hay tiempo Carolina Bugnone Arte de tapa: Martín Guerrero 12. Las fiestas no son para los niños Luciana De Luca Arte de tapa: María Crimella 13. Nubes de polvo sopladas a cañonazos Patricio Eleisegui Arte de tapa: Federico Villarino 14. Ball Boy (Tragedia en polvo de ladrillo) Tatiana Goransky Arte de tapa: Franco Fasoli 15. Amalia Mariana Kozodij Arte de tapa: Rita Flores 16. Interior Sebastián Russo Arte de tapa: Vanesa Magnetto 17. Horario de oficina Miguel Sardegna Arte de tapa: Juan Matías Álvarez 18. La novelita triste de Osvaldo Lamborghini Ricardo Strafacce Arte de tapa: Mariano Combi 19. Fondo blanco Miguel Vitagliano Arte de tapa: Luis Rodríguez 20. Plaza blanda Federico Ybáñez Herrera Arte de tapa: Solana Finkelstein
En la primera tanda: 1. Trabajos Marcos Almada Arte de tapa: Ariel Cusnir 2. El polaco Pía Bouzas Arte de tapa: Cavalcante
Leonardo
3. 83 Nicolás Correa Arte de tapa: Delfina Estrada 4. Distancias Martín Di Lisio Arte de tapa: Martín Lanezan 5. A dos horas de Barboza Gonzalo Gálvez Romano Arte de tapa: Santiago Rey 6. Temple Gilda Manso Arte de tapa: Matías Ercole 7. Inventario de la derrota Agustín Montenegro Arte de tapa: Marcos Mangani 8. La invención de lo cotidiano Ana Ojeda Arte de tapa: Rodolfo Marqués 9. El corto verano de los hombres Ariel Pichersky Arte de tapa: Juane Odriozola 10. El país del escritor Gustavo Valle Arte de tapa: Francisco Medail
http:// exposiciondelaactual. blogspot.com.ar/
La libertad total de Pablo Katchadjian
CH´IXINAKAX UTXIWA Unareflexiónsobreprácticasydiscursos
Editorial Bajo la luna www.bajolaluna.com
Silvia Rivera Cusicanqui www.tintalimon.com.ar
Dos hombres discuten sobre cuestiones bastante universales y abstractas; al mismo tiempo, intentan entender dónde están y adónde ir, porque desde un primer momento resulta claro que el lugar en el que transcurre la historia es desconocido para todos. La discusión de a ratos cae en el absurdo pero, sin embargo, conserva una ilación lógica que conduce a nuevos temas, introduce nuevos personajes y devela un mundo extraño, con leyes propias y ecos deformados de nuestro mundo. La libertad total se configura exclusivamente desde la conversación. El intercambio de palabras e ideas entre los protagonistas se hace cargo tanto de la ausencia de narrador como de todas las definiciones espaciales o
descolonizadores
temporales, el texto evoluciona a partir de lo que los personajes dicen: lo que se dice existe –¿hay alguna manera de demostrar más confianza en el lenguaje?–, y lo que se dice deviene acción para darle cuerpo a una rara novela. Pablo Katchadjian nació en Buenos Aires en 1977. Publicó La cadena del desánimo (2012), Mucho trabajo (2011), Gracias (2011), Qué hacer (2010), El Aleph engordado (2009), El Martín Fierro ordenado alfabéticamente (2007) y tres libros de poesía: El cam del alch (2005), dp canta el alma (2004) y, en colaboración con Marcelo Galindo y Santiago Pintabona, Los albañiles (2005).
Hay en el colonialismo una función muy peculiar para las palabras: las palabras no designan, sino encubren. Y esto es particularmente evidente en la fase republicana, cuando se tuvieron que adoptar ideologías igualitarias y al mismo tiempo escamotear los derechos ciudadanos a una mayoría de la población. No se habla de racismo, y sin embargo en tiempos muy recientes hecmos atestiguado estallidos racistas colectivos, que a primera vista resultan inexplicables.
La libertad total Novela PVP: $ 85 Editorial Bajo la luna
Creemos que ahí se desnudan las formas escondidas, soterradas, de los conflictos culturales que acarreamos, y que no podemos racionalizar. Incluso, no podemos conversar sobre ellos. Nos cuesta hablar, conectar nuestro lenguaje público con el lenguaje prinvado. No cuesta decir lo que pensamos y hacernos concientes de este trasfondo pulsional de conflictos y vergüenzas inconcientes. Esto nos ha creado modos retóricos de comunicarnos, dobles sentidos, sentidos tácitos, convenciones del habla que esconden una serie de sobreentendidos y que orientan las prácticas, pero que a la vez divorcian a la acción de la palabra pública.
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En el mar de John Cage Carmen Pardo Salgado. Estracto de “Las formas del silencio”. Universidad de Castilla La Mancha. 2002
Es preciso perderse para empezar a escuchar. Es preciso hacer el silencio en la escucha y en la mirada para descubrir las formas del silencio. El silencio se escribe, se ofrece a la escucha. En la escritura musical el silencio es figura y cada nota figurada posee su recíproca figura silenciosa, la figura de pausa. Una figura que mide el silencio. En el lenguaje verbal también se grafía el silencio. Así, los puntos suspensivos dejan colgado el discurso, lo suspenden. Pero el valor de estos puntos depende de la palabra que los antecede. Tanto el silencio del lenguaje como el silencio que se introduce en la música suelen ser respiraciones que reclaman la atención. Respirar será crear el hueco en el que la atención puede desplegarse. El silencio es entonces como un suspiro, el nombre con el que la tradición francesa del s.XVIII designaba al silencio del valor de una negra en música. El silencio de negra es un suspiro, el de corchea medio suspiro, el de semicorchea un cuarto de suspiro... (1) Y en este suspirar tal vez sea posible modificar la forma en que se escucha, transformar el oído. Aprender a escuchar, aprender a escuchar el silencio y el sonido van a provocar una autoalteración. Esta es como es sabido, la
enseñanza que nos brinda el músico norteamericano John Cage quien de modo magistral enseñó a escuchar las formas del silencio. Unas formas que requieren destruir la grafía del lenguaje, de la memoria, para mostrar que silencio y sonido siempre están en continuidad. Y en el centro... el silencio En 1937, en una charla realizada en Seattle, el músico afirmaba: “Si la palabra “música” se considera sagrada y reservada para los instrumentos de los siglos dieciocho y diecinueve, podemos sustituirla por otro término más significativo: organización de sonido” (2). Esta definición, empleada asimismo por el músico francés Edgar Varèse, expresaba la voluntad de transformar la composición musical en un lugar de organización donde tuvieran cabida todos los sonidos: los ruidos y el silencio. De este modo, la música del s.XX se fue alejando de un sistema composicional que, comúnmente, era designado con la metáfora de la arquitectura. En el interior de esa metáfora, el silencio posee un valor cuantitativo: la figura que lo representa y que indica por cuanto tiempo se debe interrumpir la nota, así como un valor que podría llamarse intensivo y que depende del lugar que ocupa el silencio en la composición. El modo en que se escucha el silencio en esas construcciones viene determinado, generalmente, por la manera en que se
atiende al sonido. Pero, se podría asimismo, escuchar el sonido que continúa en función del silencio que le precede. No obstante, esta segunda posibilidad solía quedar relegada y cuando se hablaba del silencio en música, se acostumbraba a afirmar que la función del silencio consistía en concurrir al sentido de la melodía. En consecuencia, el silencio se convierte en una pausa cargada de intención. El silencio es entonces ese suspirar que capta la atención con una intención prefijada, un silencio que puede crear expectativas, un silencio que interrumpe... Este procedimiento, se encuentra todavía prendido en la dualidad entre sonido y silencio. En este sentido, se acostumbra a aludir al efecto o efectos que puede provocar el silencio. Unos efectos que están anclados en un silencio que es solamente concebido como ausencia de sonido. Frente a este silencio marcado con las huellas de la ausencia, los sonidos de la composición musical se presentan, por así decirlo, ocupando los tiempos fuertes, los tiempos que obtienen la máxima audiencia. El engarce entre los sonidos, sabiamente conducidos, puede producir entonces lo que en el barroco se denominaban los afectos, o en el romanticismo la expresión musical. Pero ¿qué ocurre cuando la composición se inicia con un silencio?, ¿cuando el silencio
ocupa los tiempos fuertes? Se produce un contratiempo que puede dotar de una nueva dimensión a esa efectividad del silencio, que lo sitúa en un obrar indeterminado aún, en un estado de indecisión. Esta indecisión del estado silencioso, en el que aquello que se escucha es a veces pensado como si fuera el silencio mismo, es lo que se anuncia cuando se hace del silencio una efectividad mayor. Se trata entonces de un silencio que se iguala al Vacío, a la Nada, pero que aún puede ser inscrito en la dualidad entre sonido y silencio. Sin embargo, sólo hay que seguir escuchando para darse cuenta de que después, cuando el sonido se inicia, las indecisiones van cobrando forma y el silencio suele ser relegado a los tiempos débiles de la composición prolongando el sonido, aunque bien podría mostrar también su continuidad con él. El silencio como continuidad es aquél que descubre el hombre que se ha liberado de su memoria, de sus gustos y emociones. Ese silencio es entonces centro; un centro que pone en cuestión el establecimiento de cualquier relación; un centro que ciertamente es ahora, nada. El interés por el silencio hace mella en Cage con el conocimiento de la tradición musical de la India, que considera que el sonido siempre continúa. De ella
tomaría el músico en los años cuarenta su inclinación por ese centro sin color que separa las emociones blancas, (lo heroico, lo erótico, lo alegre, lo maravilloso) y las negras (el miedo, la cólera, el disgusto y la preocupación). En el centro sin color, la tranquilidad que libera de los gustos y disgustos. En el centro se encuentra el silencio de Cage, ese nuevo oído que aprendió a acallar su voz para abrirse a todos los sonidos.
María del Carmen Pardo Salgado 1 libro, 6 postales y 1 cartel. PVP: $ 60 Ediciones La Central Barcelona- España http://www.lacentral.com/
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Ejercicios antilocura 15 relatos de Victoria Pérez La Vaca Mariposa Editora www.lavacamariposaeditora.com Antes de perder la cordura, hay un momento de extrema lucidez. En ese momento, como un arma de autodefensa, la creatividad permite revelar maravillas, ensueños, deseos. Es así como Victoria Pérez crea estos Ejercicios antilocura pùblicados por La Vaca Mariposa Editora, en su colección Hecho a mano. Estos 15 relatos no son más que un juego de autoterrorismo literario creados por una chica inquieta de ciudad. Ejercicio N°6 El viento sopla fuerte y estoy mirando la Salamanca. Hace frío. Salí por la ventana y salté sobre los cardos. Tenía miedo… Por eso no hago ruido, el ruido también tiene miedo. Y la noche. Y los perros también, porque no ladran. Nos miramos a los ojos ellos y yo, y nos entendimos. No era oportuno ladrar y ellos saben mucho de oportunidades. Caminé sin pausa, con tiempo y sin dolor. No había lugar para el dolor. Me arrastré debajo del alambrado. Miré el cielo. La noche tenía un millón de estrellas, un millón de soles, y mil vientos. Yo no tenía nada. Huía, lentamente, como en una pesadilla. Sin respirar. Entré por el corral. Los chivos estaban despiertos, y entendí que me protegían. La naturaleza, que es diosa, sabe bien cuando atender y cuando cuidar. Y esta vez vino a mí como perro, como chivo, como estrella. En la galería reposé junto a la pileta de lavar. Podía ver la máquina de coser de la abuela y la pila de ropa que había acomodado yo misma esa tarde, con la planchadora de carbón. Creí que no dormiría. Que vigilaría hasta el amanecer. Pero la seguridad trae el sueño, y la luz la vigilia. Con la primera claridad abrí los ojos. Ya era otro día. La Salamanca sigue allí, con sus rojos de piedra. Soy yo la que está en otro lugar.
Ejercicio N°11 Dibujo un hombre. Remarcando los pliegues de su pantalón con los grises que tengo (porque hace un tiempo tengo grises), vuelvo a esa tarde en Santa María. Recién pedí una milanesa con puré. Comía carne, sí. Fue hace mucho tiempo. Yo era joven. Tenía un bebé en brazos y mientras le daba de mamar jugaba con un encendedor, recuerdo de ese hombre que abandoné treinta minutos antes. Afuera la tormenta de tierra no dejaba ver más allá de la primera hilera de árboles de la plaza de enfrente. Pensaba como llegar a Buenos Aires. No tenía dinero. Voy a hacer dedo hasta El Mollar por lo menos… Ese día pasé tres veces por la puerta de mi hogar que ya no era, que nunca dejó de ser. Suena el timbre en el taller. Fréderic está subiendo, otro hombre, ahora. En el piso de abajo hay otros dos, otros dos hombres, estudiando la técnica del fresco. ¿Qué hombre estoy pintando? El único. Porque finalmente El Hombre es una abstracción. Todos los demás tienen nombre, pero El Hombre no tiene. Fred sonríe. Comment ça va? Y en mi cabeza persiste el otro, diciendo que va a bajar a la villa a despedirme. La luna está en el cielo iluminando el monte, la luna, ese punto fijo en el que nuestras dos perspectivas fugaban. Dibujo un hombre.
Victoria Pérez
Nació en Buenos Aires en 1978. Es arquitecta. Paralelamente a sus estudios universitarios se formó en talleres de arte, canto, danza y escritura volcándose finalmente a la danza butoh y el contact improvisation, disciplinas que eligió como modo de expresión personal a través del movimiento. De forma inesperada, volvió a la escritura, de una forma particular. Sus textos e imágenes forman entidades inseparables.
Un Van Gogh para llevar
Van Gogh La vida y obra de un artista realmente único, desde sus primeras acuarelas que muestran la situación apremiante de los campesinos de las zonas rurales holandesas, pasando por sus intentos de ser aceptado por la vanguardia parisina, hasta A continuación cinco recomendaciones sus últimos cuadros del campo en de La Vaca Mariposa: Auvers. La colección de arte de Edimat, Madrid, es referencia en el mercado editorial de todo el mundo. Son libros didácticos de más de 350 páginas con imágenes y descripciones para comprender y disfrutar cada obra de arte.
Impresionismo Conmemora las obras de aquellos artistas como Monet, Renoir y Picasso, cuyos nombres legendarios están relacionados con el nacimiento del arte moderno. Al explorar muchas de las piezas más conocidas e importantes del grupo impresionista, también se incluye una colección menos conocida pero igual de importante para ilustrar la diversidad de este movimiento excepcional. Con la compra de dos libros de la colección de arte Edimat, obsequiamos una postal (30 x 24 cm) de Le Chambre de Van Gogh à Arles, una de las obras más representativas del pintor neerlandés.
Bauhaus Este libro examina minuciosamente una selección escogida de obras creadas durante el corto período que duró este influyente movimiento artístico.
Arte asiático Las obras que conforman este libro datan desde principios del siglo XI hasta la actualidad, y representan a los artistas de un gran número de países como China, Japón, Camboya, Vietnan y otros. Fotografía erótica Sin ninguna pretensión enciclopédica ni de presentar un inventario exhausitvo, este libro reúne una serie de imágenes que comienzan en las primeras décadas de la fotografía erótica, escencialmente francesa. La obsesión personal de Alexandre Dupouy por aquellas mujeres de encantos pasados de moda que se preservaron gracias a la fotografía.
Boletín Mensual de La Vaca Mariposa. Librería Alternativa. Año 1. Número 3. Noviembre 2013. Producción: Equipo La Vaca Mariposa. Todos los libros reseñados, están disponibles en nuestra librería virtual www.lavacamariposalibros.com