6 minute read

Una escena propia

Entrevista a Verónica Aguada Por Aldana Pellicani.

Verónica Aguada es Licenciada en Teatro y Doctora en Artes (UNC). Se especializa en dirección actoral y dramaturgia escénica, forma parte de “Una escena propia - Encuentro de Directoras Provincianas”. La contactamos para charlar con ella acerca de este encuentro que nos encuentra.

Advertisement

Aldana: ¿Por qué se forma “Una escena propia - Encuentro Directoras Provincianas”? Verónica: En febrero de 2018 se hizo un primer pre-encuentro. La iniciativa parte de dos directoras de Córdoba, Jazmín Sequiera y Daniela Martín, que venían intuyendo que todo el sistema teatral estaba cooptado por “varones“ y en principio queríamos juntarnos para sabernos. Queríamos saber quiénes éramos estas directoras de provincia y ver si había necesidad de un encuentro. En total fuimos 11 directoras de diferentes provincias, y nos encontramos en una casita en las sierras de Córdoba.

Aldana: ¿Por qué la aclaración de provincianas? Verónica: En principio de provincia, porque identicamos ahí una doble periferia. Por ejemplo, nos dábamos cuenta que en el caso de que alguna mujer dirija en espacios ociales eran siempre de Capital Federal, como si no hubiera directoras mujeres en las provincias. Entonces considerábamos que estábamos en una doble periferia: mujeres y provincianas. Naturalmente en los encuentros que hicimos en Córdoba en noviembre del 2018 y en agosto del 2019 en Tucumán, se acercaron algunas directoras de Capital Federal que se identicaban con el espíritu del encuentro. No teníamos la intención de dejar por fuera, sino que nos interesaba identicar que pasa en estas lógicas de producción más periféricas.

Aldana: ¿Y cuáles son esas lógicas? Verónica: En primer lugar, nos dimos cuenta que éramos un montón las directoras en todo el país. Más de 300. Era un número para nada despreciable. Y cuando una va a las premiaciones son varones los que están siempre recibiendo los premios, los destacados, los que son convocados para jurados. Por otro lado, cuando convocan mujeres suelen ser siempre las mismas. Después de los encuentros, estas mismas mujeres empezaron a correrse porque ellas también se estaban sintiendo incómodas pensando que “no podemos ser siempre las mismas: que haya otras, que circule”. Correrse es una actitud política, eso pensamos. Si no se instala una mirada, una sola forma de entender la práctica. Aldana: ¿Por qué usan el femenino para nombrar el encuentro? Verónica: En principio porque fue hace 2 años y si bien estábamos ya hablando en lenguaje no binario, estábamos recién encontrando las palabras. Justamente la palabra “directores” tiene la terminación con “e” pero claramente no reere a las mujeres. Es muy difícil nombrar y en principio dijimos: “Bueno, al menos con el femenino logramos mover algo. Todos los libros teóricos que tengo hablan del director y del actor. Por lo pronto empezar a nombrar en femenino ya genera un movimiento”. Esta colectiva se piensa por fuera de lo institucional como un conjunto de mujeres e identidades disidentes en la periferia del país. Es un espacio que nos convoca a reexionar sobre nuestra práctica, a repensar las prácticas de poder, porque la dirección es un lugar de poder, históricamente ha sido así.

Aldana: Nosotras tuvimos una discusión cuando pensamos en el lanzamiento de esta revista por la utilización de la palabra mujer, ¿vos pensás que habría que dejar de usarla? Verónica: Entiendo dos cosas: por un lado, que el feminismo todavía no logra su propuesta. Si bien va creciendo y vamos logrando problematizar distintos espacios porque al menos en muchas mesas familiares, que es la institución más fuerte, ya se empieza a tratar la problemática- sigue existiendo sin embargo tal diferencia. Por eso para mí hablar de mujeres sigue siendo un acto político. Lo que también sucede es que el feminismo ha notado que hay otras identidades que están más en la periferia que las mujeres. Y entonces se empieza a problematizar la palabra mujer, y pienso que, si el uso es para acotar sin tener una mirada crítica, no está bueno. Una puede poner el título y ver qué se genera. Teniendo claro que una no está desconociendo otras identidades, sino planteando que en este caso vamos a observar ésta puntual. A mí me gustaría que no existan las categorías, que no haya necesidad de usarlas, pero lo que pasa históricamente es que cuando no especicamos les seguimos dando visibilidad al varón blanco heterosexual. Por lo pronto es necesario dar visibilidad a las mujeres y a las identidades no binarias.

Aldana: Yo pienso que cuando entro a un espacio, más allá de cómo yo me perciba, a priori me tratan como “mujer.” Verónica: Si, se me viene a la cabeza: “como te ven te tratan”, que es una frase retrógrada, porque la verdad es que una no debería asumir ningún tipo de identidad, una en tal caso debería preguntar, generar un consenso. Sabiendo también que las identidades son móviles. Las generaciones más jóvenes son género uido, perfomatean su identidad. Me encanta porque las palabras del teatro nos sirven para esto. Eso nos lleva a pensar incluso el teatro de otra manera. Las nuevas generaciones nos explotan la cabeza en lo dramatúrgico, pero también en lo metodológico y procedimental. Y entonces, ¿cómo dinamitamos algunas categorías que nos hacen hacer teatro, que nos hacen pensar la escena, los roles? ¿Y si yo no me autopercibo directora pero igual dirijo? Podría decir que no dirijo, que coordino un grupo. Yo me autopercibo directora, mujer, porque es ahí que creo que tengo que poner la bomba. Desde los 22 que dirijo, aunque haya quienes piensen que una mujer de esa edad no puede dirigir. Otra cosa que se puede pensar, desde la noción de género, por ejemplo, yo podría percibirme “meyerholdeana” o “barbeana” pero también puedo percibirme género uido. Porque de las categorías que existen yo no me siento identicada con ninguna. En tal caso son inuencias, no tenemos la misma realidad que el Odin Teatret. Nuestras prácticas son otras.

Aldana: ¿Por qué pensás que es importante sostener este espacio? Verónica: A mí lo afectivo me pesa, es decir la red afectiva. Pero porque soy así, querendona. Pero más allá de eso, es un espacio de intercambio donde se generan espacios laborales conectando proyectos: si hay un proyecto que se está dando en una provincia seguro pueda interesarle a otra. Generar una red, de modo que cuando hay una gira vos podés venir a mi espacio o yo puedo ir al tuyo. En este momento hay un proyecto de libro en el que varias estamos empezando a escribir. No es Una escena propia la que convoca sino Liberata Antonia, que son cuatro directoras de Córdoba que ya tenían un proyecto editorial y que a partir del encuentro conocen a otras directoras y actrices de provincia y las invitan a escribir. Da visibilidad y hay algo de sabernos pensando, reexionando las mismas cosas que dan ganas de encontrarnos, de cruzarnos. Pero también hay algo que todavía nos inquieta y es seguir pensando las lógicas patriarcales al interior de nuestras prácticas. Y seguir deconstruyéndonos colectivamente.

Aldana: ¿Cómo se suma una directora a “Una escena propia”? Verónica: Las convocatorias a los encuentros son abiertas. Después de ese encuentro de febrero que te comenté, decidimos hacer otro pre-encuentro para organizar un encuentro federal, porque entre pocas era difícil organizar un encuentro que llegara así. No queríamos que seamos solo directoras de Córdoba, y por eso organizamos ese pre-encuentro en mayo de 2018, que terminó siendo un encuentro para organizarnos. Íbamos a ser unas 20 y se fueron enterando directoras que se quisieron sumar a la organización del encuentro y terminamos siendo 70. Fue hermoso. Y ahí nos organizamos para poder ser las 300 que fuimos en noviembre del 2018 en Córdoba. Después de eso se organizó el encuentro de Tucumán y estuvo buenísimo porque se acercaron muchas directoras del norte del país que por cuestiones económicas o de distancia no se hubiesen podido acercar a Córdoba. Porque es un encuentro autogestivo y no queremos que tenga el logo de ninguna institución, si dejamos abierto para que cada directora pueda generar sus recursos. El de este año iba a ser en noviembre en Neuquén, que se suspendió por la pandemia, y estamos pensando si hacemos o no un encuentro virtual.

This article is from: