Conceptualizacion de la informatica educativa

REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA UNIVERSIDAD PEDAGÓGICA EXPERIMENTAL LIBERTADOR INSTITUTO PEDAGÓGICO RURAL GERVASIO RUBIO MAESTRÍA EN INFORMÁTICA EDUCATIVA

CONCEPTUALIZACIÓN DE LA INORMÁTICA EDUCTIVA (IE) COMO DISCIPLINA QUE APOYA EL PROCESO FORMATIVO

Autores: Andrea Barbosa Ana Duran María Parada Jeans Rodríguez Leidy Rodríguez Tutor: Ramón Torres

Rubio, Febrero de 2017

CONCEPTUALIZACIÓN DE LA IE COMO DISCIPLINA QUE APOYA EL PROCESO FORMATIVO.

Durante los últimos años se ha intensificado el uso de palabras como TIC en la educación, alfabetización tecnológica, informática educativa, entre otras; pero aunque estén relacionadas todas ellas, no son la misma cosa.

Una de las palabras que más auge tiene en la actualidad es la Informática Educativa (IE); sin embargo, ésta ha ido evolucionando, pues no se tiene una única definición, es así que, según Velázquez, Chequer, Budan, Sosa y Reyes (2014) puede considerarse desde un punto de vista amplio como: “la interdisciplina que se da entre la Informática y la Educación para dar solución a los problemas educativos” (s/p), por lo cual se percibe que la IE es una disciplina en la que aún se trabaja para definir sus principios y fundamentos, pues abarca dos grandes aspectos de la formación humana, la tecnología y la educación.

Al respecto, Sánchez citado por González y Padilla (2014) expone que la IE “…es una disciplina que estudia el uso, efectos y consecuencias de las tecnologías de la información y el proceso educativo” (p. 81), por lo que esta área del conocimiento puede abordarse de diferentes maneras para lograr el éxito dentro del contexto educativo, según lo planteado por Cervantes y Milán (2011) quienes presentan las “tres esferas de aplicación… como objeto de estudio, como gestión administrativa y como medio de enseñanza” (s/p).

No dejando de ser importante ninguno de sus usos, puesto que la inclusión como objeto de estudio, es necesaria para contar con habilidades básicas, esto puede verse en la enseñanza de materias como informática.

Ahora bien, el rápido crecimiento de la tecnología y las innovaciones constante en ella, han creado el deseo de incorporación en la educación que en ocasiones pierde el norte pedagógico, por lo que algunas definiciones recientes buscan reiterar la importancia de ésta; entre ellas se puede

presentar a Adrián y de Llano (2013) quienes aclaran que “La informática educativa implica el uso de las tecnologías de la información y la comunicación con intencionalidad pedagógica, integrándolas como recursos dentro de la planificación del proceso de aprendizaje” (pág. 25) estos autores resaltan que sin intencionalidad pedagógica el uso de las tecnologías de la información y comunicación y el computador u otro recurso tecnológico no puede ser considerado como informática educativa. Prevaleciendo así que en este caso es la tecnología la que debe estar al servicio de la educación y no al contrario.

Dicho lo anterior la informática educativa se caracteriza, por el uso de las tecnologías disponibles, la importancia del sentido educativo y la metodología para la selección de recursos que se adapten a determinada situación educativa; aunque en un principio dichas tecnologías no hayan sido creadas con la finalidad de ser usadas en educación (como la mayoría). Es decir, lo importante es la creatividad del docente que en aras de mejorar su enseñanza y acercar a los estudiantes a aprendizajes significativos, se apoye en la informática educativa para crear espacios en los que los estudiantes pueden desenvolverse de una manera activa.

Otro rasgo a tener en cuenta es que la informática educativa no se limita a apoyar solo una disciplina, sino que por su carácter multidisciplinario brinda beneficios en la enseñanza de distintas áreas del saber; de allí que García y Safont (2013) analizan el Simposio Internacional de Informática Educativa, el cual se presenta como “encuentro interdisciplinar en torno a la Informática Educativa en el que Ingeniería y Pedagogía, entre otras muchas disciplinas, crean sinergias” (p. 373), siendo conocido que producto de estas sinergias, especialmente con la informática, es que ciencias como la Astronomía o la Genética “han alcanzado sus niveles actuales de desarrollo” según lo afirman Chiappe y Sánchez (2014).

Sin embargo, y pese a la gran importancia que reviste en los actuales momentos la IE, existen algunos obstáculos que se interponen a la

informática educativa, principalmente relacionados a la falta de conocimiento sobre la incorporación práctica por parte de los docentes, que sin una instrucción adecuada sobre estos se niegan a su inclusión, o en otros casos los incluyen pero sigue prevaleciendo la enseñanza tradicional, sola que cambian el pizarrón por la presentación de diapositivas. Al respecto Ferrer, López y Sotolongo (2014) señalan: …la necesidad de formación psicopedagógica para el uso de la informática educativa, así como de los recursos informáticos que aportan las TIC, para erradicar la insuficiencia en las habilidades prácticas que limitan el éxito eficiente del proceso enseñanza aprendizaje, es necesario que exista una conexión estrecha entre las competencias en TIC, tanto tecnológicas como pedagógicas y el uso que hace el profesorado de ellas. (pág. 78) Esto puede ser producto de que los docentes no fueron expuestos a las mismas tecnologías crecientes, durante su formación a la que los estudiantes de ahora si lo están, por lo que la distancia entre un profesor consumidor de tecnología y uno creador/evaluador de recursos educativos en ocasiones es más lejana que la de un estudiante en esta época. Evidentemente la falta de infraestructura TIC en las escuelas, institutos y universidades también representa un obstáculo para el uso de la informática educativa en cualquier materia, así como el acceso a tecnologías que tienen los docentes y estudiantes en sus hogares, por lo que puede ser más común encontrar más afianzadas estas prácticas en entornos urbanos muy desarrollados con condiciones óptimas, que en otros rurales o con menor acceso a una educación de calidad.

En este sentido, existe una necesidad de relacionar la pedagogía con la tecnología y la mejor manera para lograrlo es a través de un modelo pedagógico, puesto que según Prieto: Un modelo pedagógico en la educación tecnológica tiene por finalidad dar sentido y sostener la tarea de promover y acompañar el aprendizaje del mundo de los productos, de sus procesos, de los medios de comunicación, de las tecnologías de la información

y de la lectura en profundidad de los fenómenos y productos tecnológicos”. (p. 11).

Por ello, se hace necesario la relación entre los procesos cognitivos y la informática tomando en consideración las teorías cognitivas y el estudio de la interacción humano-computadora en los que se basa el diseño, evaluación e implementación de interfaces interactivas. Por tal motivo, según Díaz (s/f): …la tecnología multimedia se convierte en una poderosa y versátil herramienta que transforma a los estudiantes, de receptores pasivos de la información en participantes activos, en un enriquecedor proceso de aprendizaje en el que desempeña un papel primordial la facilidad de relacionar sucesivamente distintos tipos de información, personalizando la educación, al permitir a cada alumno avanzar según su propia capacidad”. (p. 15).

Sin embargo, la educación en general y la Informática Educativa en particular, carecen aún de estima en influyentes núcleos de la población, creándose entonces serios problemas educativos que resultan difíciles de resolver y que finalmente condicionan el desarrollo global de la sociedad. De igual forma, en cuanto a la tecnología educativa como aplicación de medios audiovisuales en el ambiente pedagógico, se pueden diferenciar dos etapas según Cabero (2006): La primera, centrada en la creación de instrumentos ópticos, electrónicos y mecánicos; es decir, en el diseño del “hardware”.

La segunda, preocupada por el diseño de los mensajes, apoyándose para ello en las teorías del aprendizaje de corte conductista, y en los presupuestos que la psicología de la Gestalt, había formulado respecto a la atención y la percepción; es decir, en el diseño del “software”. (p. 16).

En este sentido, se identifican tres orientaciones básicas: La primera centrada en el “hardware”, por la cual la Tecnología Educativa es percibida como una forma de mecanizar o automatizar la enseñanza. Siendo su centro de interés como es lógico los medios utilizados y sobre todo los medios audiovisuales. La segunda el “software”, donde lo fundamental no van a ser los medios movilizados, sino los mensajes transmitidos a través de ellos y

cómo estos han sido diseñados. Sugiriendo la consideración de los sistemas simbólicos como elementos configuradores de los medios y abre nuevas perspectivas de trabajo de la TE, como es la del diseño de medios y mensajes. Por último, la perspectiva que viene dirigida por la combinación de las dos anteriores y en ella se la contempla como una serie de procedimientos, centrados prioritariamente en los procesos antes que en los productos, y asumiendo que el contexto es un elemento que influirá en los resultados obtenidos.

En el mismo orden de ideas Cabero (2006) diferencia tres grandes formas de entenderla: Como proceso de diseño y aplicación del acto didáctico, que la identificaría con la didáctica. Con la función operativa y sistemática dirigida a la instrumentalización del curriculum, es decir, al diseño, desarrollo y control de los procesos de enseñanza-aprendizaje. Con la pretensión de optimizar los procesos comunicativos que implican el acto didáctico, a los cuales puede ayudar los procesos de avances tecnológicos. (p.

23) Según los planteamientos precedentes, la tecnología educativa en la actualidad, asume un enfoque empírico cuyos postulados epistemológicos proceden de las de las ciencias físico-naturales, estudiando los fenómenos desde

diversas

dimensiones

observables,

tratando

de

constituir

descripciones de la realidad objetivadas y relaciones causa-efecto. Debido a esto, se pretende establecer la acción instructiva, utilizando criterios de racionalidad y eficacia. Desde este punto de vista, la tecnología educativa aspira a la racionalización, optimización e intervención sistemática y rigurosa sobre los fenómenos educativos, sistematizándolos en sus distintas vertientes.

De igual forma su foco de interés supera el dominio de recursos y aparatos para profundizar en el diseño, desarrollo y evaluación del currículo, la formación del profesorado o la gestión de las instituciones escolares. En este sentido, la concepción de la tecnología educativa centrada en el diseño

instruccional, trata de emplear las teorías del aprendizaje en el campo curricular y suponiendo un planteamiento eficiente que ha llegado a representar una poderosa tendencia en el campo teórico. Este planteamiento se asienta en la diferenciación de tareas lo cual se traduce en el ámbito educativo en la división entre los diseñadores, ejecutores y evaluadores del currículo.

En muchos casos, convirtiéndose los materiales de enseñanza (libros de texto y, actualmente, programas informáticos, CD-ROM multimedia, materiales en red, entre otros) en las versiones de los materiales curriculares y asumiendo los profesores el papel de consumidores de propuestas tecnológicas elaboradas por editoriales o empresas privadas, situación que se debe básicamente a que durante los siglos de evolución humana se ha apresurado el desarrollo de la ciencia y la tecnología (no así la educación), como disciplinas que permiten estudiar el proceso educativo desde diferentes puntos de vista, surgiendo así las tecnologías de la información y la comunicación en el contexto de la educación.

Es por ello que, pese a que las TIC se han convertido en la principal institución social gracias a los grandes avances de la tecnología de la información, se evidencia la falta de adaptación a la innovación y al cambio del sistema educativo, en una sociedad que se distingue por un alto nivel de exigencias para la población, en la cual el conocimiento ocupa un lugar privilegiado pues ha sido considerado como el principal factor de desarrollo individual y colectivo, puesto que, el mundo ha entrado en diversas transformaciones a nivel socio-económico, tecnológico, cultural, planteando la necesidad de asumir nuevos retos y mayor preparación a nivel educativo, a través de investigaciones fundamentales en todas las áreas.

De allí, que la informática educativa se consolide como una disciplina que estudia el efecto de las tecnologías en el proceso educativo, que trata de integrar a los docentes al conocimiento y manejo de herramientas tecnológicas para que su praxis pedagógica sea más significativa y creativa.

Al respecto, Bustamante (1993) señala que “…es importante que los docentes conozcan lo último en el campo de la información tecnológica que sea la mejor en calidad para la enseñar de los estudiantes” (s/p). Como se puede evidenciar en la cita precedente, el docente deber maneja la herramienta tecnológica para orientar a los estudiantes a través de las tecnologías para que tenga un conocimiento significativo, porque algunas veces el educador aprende el uso de tecnología, pero no la maneja adecuadamente para un uso significativo.

Por esto, se observa que la formación de los docentes a lo largo de la carrera tiene mucha importancia, porque la enseñanza parece estar a punto de transformarse radicalmente como resultado por el uso de la tecnología informática en las escuelas. Es por ello que, parafraseando a García y Martín (2003), los docentes deben estar familiarizados con los principios cambiantes en materia de educación, muy especialmente en lo que concierne al uso de la computadora en clase. También deben ser capaces de evaluar el impacto que tienen las metodologías basadas en la tecnología informática. Los docentes, deben darse cuenta que los niños requieren ayuda para sacar el máximo provecho de cualquiera de los sistemas de aprendizaje.

Según estos autores, los docentes deben tener una formación sobre el uso de las herramientas tecnológicas para que orienten a los estudiantes a utilizar adecuadamente tecnología y que su conocimiento sea más amplio, de modo que su conocimiento tenga un aprendizajes significativo al momento de aprender con los recursos tecnológicos. Cabe destacar que, hoy en día los docentes tiene muchas más posibilidades de usar una computadora en clase de las que tenían hace diez años. Los sistemas son mucho más fáciles de usar debido a que han mejorado los entornos operativos que evitan al usuario debe que conocer los aspectos más técnicos, de modo que los docentes que apenas están empezando a manejar, puesto que tiene mucho que aprender hasta llegar al punto en el que, la utilización de la tecnología informática pueda ser integrada en el currículo y la programación de clases.

En este sentido, el uso de las herramientas de internet y de otras redes de telecomunicaciones ofrece sin duda alguna la dimensión de innovación y por ende la mejora de la docencia, de allí que la educación virtual o educación a distancia presenta una nueva posibilidad en entorno dentro del cual se desarrollan un proceso de enseñanza-aprendizaje conocido como elearning, apoyada en la utilización de las tecnologías móviles, que han propiciado su expansión rápida y vertiginosa por todo el sistema educativo, tanto en la educación formal como la no formal. De allí que, para León (2004) la incorporación de las TE en la práctica pedagógica se trata de: …apoyarse en las herramientas de la tecnología de la información y comunicación, para mejorar la calidad del trabajo académico y la producción de conocimiento y para que los profesionales, al igual que los estudiantes, se conviertan en sujetos activos, creadores de su propio conocimiento en la sociedad del siglo XXI. (p. 5).

En consecuencia, del planteamiento anterior se deduce que las herramientas tecnológicas son un recurso educativo para el desarrollo de conocimiento tanto en estudiantes como en docentes para la adquisición de nuevos aprendizajes, pues cada vez es más apremiante la necesidad de contar con propuestas innovadoras que contribuyan a los procesos formativos para mejorar la calidad del servicio educativo y renovar los contenidos

que

den

respuesta

al

necesidad

del

momento

sobre

alfabetización digital. De esta manera, han surgido nuevas tecnologías y medios en la educación que aportan herramientas valiosas para implementar proyectos, emprender cambios e innovaciones que repercuten en la formación, tanto de docentes como de estudiantes.

Por ello, emprender mejoras curriculares implica considerar el tema de tecnologías educativas, y para esto se requiere conocer el contexto en donde se desean implementar las Tecnologías de Información y Comunicación (TIC). Es indispensable identificar las características y competencias tanto del contexto como de los estudiantes (usuarios y beneficiarios de la tecnología); reconocer aquellos recursos y materiales educativos existentes y

necesarios que repercuten en la calidad de la educación; y conocer su utilidad en el proceso de enseñanza-aprendizaje. Por lo que es necesario dotar a los profesores de competencias que les permitan determinar criterios y factores para seleccionar estrategias didácticas y tecnologías educativas apropiadas para contribuir a este proceso de enseñanza-aprendizaje, y al mismo tiempo cuidar y aprovechar el contexto y beneficiar a los usuarios Por lo anterior, contar con propuestas tecnológicas en el aula de clase permite transmitir el aprendizaje de una manera más eficaz, brindando un nuevo clima más innovador y de mayor impacto en estudiantes y docentes.

Para esto es indispensable capacitar al docente, dotar las Instituciones Educativas de herramientas con las cuales se pueda emprender la enseñanza, de la misma forma no se debe descuidar el contexto en el que se encuentra cada Institución para así brindar los recursos apropiados y respectivos, puesto que son de mucha importancia a la hora de emplear las herramientas en el campo educativo.

Sin embargo, en ocasiones se concibe la innovación en el aula de clase es como algo que impacte o que permita dar a conocer un tema de una manera fascinante y es por esto que se pierde tiempo pensando en qué novedad aplicar, de allí la importancia que revisten los aportes teóricos realizados por Galvis (1994) al expresar que se deben considerar simultáneamente tres dimensiones cuando se trata de innovar en educación: (1) el conocimiento y compromiso con la innovación, por parte del usuario potencial; (2) el análisis de variables críticas ligadas a la innovación misma y al usuario potencial de ésta y (3) las estrategias que son viables de poner en práctica para propiciar el cambio. (p. 7) Lo cual quiere decir que, la tecnología por sí sola no genera efectos, depende de la persona que le da el verdadero uso y del conocimiento previo que esta debe poseer, de esta manera, la tecnología es importante siempre y cuando se la de un adecuado uso, pues cuando se habla de innovar no se pensar únicamente en tecnología, porque desde un punto de vista más

amplio, innovar es el arte de planificar pedagógicamente el aprendizaje deseado. En este orden de ideas, Galvis (1994) afirma que: La innovación no necesariamente comienza con la disposición de tecnología informática. Esta puede estar o no disponible en un comienzo, pero su comprensión y la de su potencial para apoyar el proceso educativo por parte de los educadores, son los primeros estadios en el proceso de una posible innovación educativa. Una vez exista claridad sobre lo que se desea y conviene hacer con apoyo de informática, se está a punto para iniciar la innovación en los fines, en los procesos, en los medios o en todas estas dimensiones. (p. 32) Se evidencia entonces, la existencia de tales estadios en el campo educativo, sin embargo existen diferencias significativas entre instituciones que ya han recorrido un camino innovando con apoyo de la informática y las que no. Estas diferencias no se perciben sólo en términos de disponibilidad de equipo y de software, sino principalmente se refieren a políticas institucionales relativas a entrenamiento de profesores y a disponibilidad de recursos para innovar con informática, dedicación de profesores, acceso a literatura, disponibilidad de asesoría, entre otros.

Finalmente,

es

importante

reflexionar

en

el

hecho

educativo

fundamentado en la tecnología, pues un sistema que quiera planificar, organizar, dirigir y controlar acciones que promuevan la iniciativa de incluir en sus áreas de formación la TE no es solamente debe fundamentar sus esfuerzos en la dotación de equipos tecnológicos de punta, sino debe ir más allá, pues para el éxito necesariamente todos los esfuerzos deben basarse en el conocimiento profundo de los recursos más valiosos del sistema educativo, los docentes y sus estudiantes para capacitarlos profundamente, pues desde este punto se estaría incorporando de forma eficiente y eficaz el uso de la Tecnología Educativa en el proceso formativo de las futuras generaciones.

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