el r e d per e d arte e· l d E a · r s d n ata A r i r e P i s av J mo · o o S a s ado l t o a r d c u a o B H T a x i l l o é c F o R a: í · r o e p l a G · tiem s e l a u R o l i u
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-9Editorial -10Caleidoscopio: Todos somos piratas -14Time out: El arte de perder el tiempo Más grande siempre es mejor DIY La columna del Boroto: Carta a Ronnie Nader Challenge accepted -36Close Up: Javier Andrade -42Arte: El Huilo y uno Una crónica chimba: Rocola Bacalao -58Galería: Félix Hurtado -70Uncover: Crónica de un país atravesado Piel de cartón -80Street Style -84Recomendados: Para piratear y copiar
Pr C es C RÉ i d at D e a S C nt lin IT am D eba a O a Ej G S ila ire sti Ro ec óm ct án C C sa ut e or N or am lía iv z a G r r a al ila Va e v n á Es Se C zq e e z ba or ue Ed cud ral r C s z a t D iá l M ito ero or av n Es o re id N cu re ra ct V R or e B a d n Se a rón eda arz rvá ero o cc al ez D bas Or ic i lo to a ir ti ec án gr Ne ón Jo to N hn áfi ir rd a ny D ca a r C av e vá G at A A ez id av le al rt G x i in D e l a u T a Sa o is ne tie F K e o l n o Er u ño s to rr ne lcz tiag sa g r ez ( st ar J o M af V. o ( os C é ía C N é or xi F C ra F A arl ew Bo d co Se arm nci éli lex ín Y ro ero ) b e sc x M (P or to C asti n L o A Hu ad erú k) ol án u lm rt ri ) Re C ab S cía e ad d G la o P So u o á P id o m A a c ci sta z C rad nch aez a i l u o b al v Th er n n or ez M o Q es ica rus eB to es P c e e ig Va ui ú l i d l ó a b Ap z ia zh n M pi lica y s pl que e- z an R s A w ag uiz N -C si J w e u s e e w. le ten nny Blo w Y enc r t s gg or a e P c Av Ilu L’ e k es alie Eje esá .R str ca cu nt rs rm em ac lie tiv ez ió a ig n io Ma r Is g.co a de C r s u C m po es +5 en y re zo 2 ue rt un c 93 a Av sp ad 01 #3 .S o pr L a 7 E :F 2 c ol 1-2 3 od ’es é 81 ua an 9 c l uc al i to ier x H 4 2 dor o 49 ur de M ta Sa ag do ge az i
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In ine t’l
Editorial Podríamos pensar que ya no queda nada por hacer en este momento en el que se han roto las fronteras físicas del mundo y la realidad se ha convertido en un tejido de hipervínculos (y cada uno de ellos en una posibilidad inagotable de información) que permiten a nuestra mirada hacer increíbles recorridos y recoger fragmentos de lo que se acomode a nuestros gustos e intereses. Parecería que ya todo está inventado, escrito, fotografiado, dibujado, etc. Y si a algún entusiasta le quedaran dudas, bastaría con que lo googlee para saber a ciencia cierta que alguien más se le anticipó. Parecería que lo original es imposible y que no queda espacio para la creación; pero no. En esta edición damos testimonio de aquello mostrando la obra de artistas que han encontrado su voz en medio de la búsqueda, de la transformación y de la combinación; un cineasta que reconstruye una ciudad a través de su memoria, un escritor que reinventa el lenguaje y lo actualiza, un fotógrafo que retoma los orígenes y los lleva más allá, una editorial que reivindica iniciativas pasadas, y más. Hay quienes dicen que la creación llega cuando se encuentran nuevas formas de mirar y aferrarse al mundo. Nosotros creemos que es verdad.
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Todos somos piratas El fiscal acusador se acerca desafiante al estrado. Estoy sola con la mano derecha levantada (aunque soy zurda), he jurado no mentir, en otras palabras estoy perdida. La pregunta se dispara en el aire, ¡pide números!, intento recordar, contar con los dedos, el juez me mira impaciente; el jurado, la gente, mi mamá, mi abogado esperan una respuesta inteligente, y yo me olvidé de lo que ensayamos antes de entrar a la corte y lo peor es que soy pésima mintiendo… opto por decir la verdad: “no sé, muchos”, es mi respuesta temblorosa y tímida, el fiscal hecha una carcajada, se acerca para que mire el triunfo en sus ojos, luego se dirige a la audiencia y grita: “7559 canciones, 650 álbumes, 128 películas y 88 libros, creo que muchos no es el adjetivo indicado para describir la situación”, el juez da un golpe sonoro con su maso, miro a la gente mientras me sacan de la sala, lo último que sé es que estoy en una celda con fans de reggaetón. Más o menos así iba mi pesadilla cuando me enteré sobre la ley SOPA. Si algo es cierto es esto, soy una ladrona, una pirata empedernida desde mi primer MP3 copiado de los Strokes, mi cuenta en Soulseek, hasta las canciones de descarga ilegal que ahora escucho; pero no nos adelantemos aún. PIRATA SIEMPRE SER Alguien decía que nada de lo que se ha dicho es gratuito, es cierto, cada palabra lleva consigo además de su significado inmediato, la carga emocional, cultural e histórica con la que se ha emitido. Teniendo esto en mente el término piratería resulta especialmente curioso, el diccionario lo define como “práctica de saqueo organizado o bandolerismo marítimo”, pero está más ampliamente usado para referirse a la gente que
como yo, comparte y copia contenido protegido bajo las leyes de Derecho de Autor. Se oye algo mal, pero antes de sumergirnos en más juicios de valor sólo quiero preguntarte querido lector, ¿qué tienes en tu ipod? Antes de avergonzarte, recuerda lo divertido que es ser pirata (nunca falta el ron), así que bienvenido al club de los maleantes. Reconocidos críticos de las leyes del Derecho de Autor han criticado el uso de la palabra piratería, L'escalier // 11
por su exagerada significación, que no busca más que criminalizar a los usuarios quienes más que lucrar con el contenido pirateado buscan acceder o compartir material cultural con el mundo y es ahí donde nos topamos con la primera paradoja del sistema jurídico, ¿es justo, adecuado o ético lucrar permanentemente con la cultura, la ciencia o la tecnología?, pregunto esto porque dentro de los parámetros legales reproducir un cuento magnífico que esté protegido bajo los Derechos de Autor en tu blog se considera robo. Si este es el panorama me declaro una pirata cultural orgullosa y combatiente. EL MARCO LEGAL El famoso Copyright que vemos detrás de nuestros discos originales, ese que pide “no mates la música” (cuando debería pedir “no mates la industria”), fue originalmente ideado para proteger a los artistas, intelectuales, creadores e inventores de la competencia en desventaja con la copia y permitir que lucren y decidan quién y cómo distribuía o disponía de su trabajo durante un tiempo prudencial, antes de que este pase a manos del dominio público para enriquecer los conocimientos y la cultura humana. Las primeras leyes de Copyright o Derechos de Autor, limitaban a 28 años los privilegios del autor sobre sus creaciones. La idea era simple, después de eso cada obra o descubrimiento pasaba a manos del dominio público para que nuevos artistas o científicos pudieran construir nuevos productos culturales o conocimiento sobre lo anteriormente creado. Es así como Disney pudo disponer del afamado libro de Lewis Carroll, Alicia en el País de las Maravillas para crear su versión animada, pues para la época ya había salido del domino de su autor (o herederos) y formaba parte del dominio público. Se oye bien ¿no?, ahora démosle un vistazo a los límites propuestos actualmente por las leyes de Copyright, una obra no podrá ser parte del dominio público hasta que termine la vida del autor, más 70 años después de su fallecimiento. Es ahí cuando nos topamos con otra grieta en sistema, pues qué creador podría beneficiarse de su trabajo después de su muerte, después de todo como bien dice G. C. P. Grey en su video 12 // L'escalier
Copyright, por siempre menos un año, “la muerte es el punto en el que literalmente nadie en todo el universo puede pedirte que escribas algo más, estás muerto y qué importa si tu trabajo está protegido bajo las leyes del Copyright, pues los verdaderos beneficiarios de las leyes de derecho de autor no son los autores o la sociedad, sino las compañías”, quienes se benefician extensamente del trabajo creativo de intelectuales y artistas después de su muerte, y seamos realistas, su objetivo no es promover el conocimiento, ni la cultura, sino lucrar con ella, ahí es donde la piratería bajo los exagerados parámetros del sistema, más que un delito aparece como un derecho. LAS BASES DE LA CREACIÓN O LA CULTURA DEL REMIX El Internet es una red mundial conectada, ideada para el intercambio masivo de conocimientos y cultura, conocida como la bahía de los piratas informáticos, que además se ha convertido en el sinónimo de dominio público. Una idea, una foto, una canción es copiada, compartida y transformada un centenar de veces en tan solo segundos. Pensemos por un momento en la divertida idea de los Memes: Yao ming, Fuck Yeah o Forever Alone han sido copiados, transformados y combinados incontables veces, dando origen a viñetas mucho más divertidas que las originales. Esa justo es la base de la creatividad, la copia, transformación y combinación de elementos ya existentes en la cultura, en palabras de Kirby Ferguson, creador de Everything is a Remix “nuestras nuevas ideas evolucionaron de las anteriores, pero nuestro sistema jurídico no reconoce la naturaleza derivativa de la creatividad”, es entonces cuando el término piratería y su criminalización se apoderan, no sólo de quienes comparten cultura, sino de quienes la crean. En 2004 el DJ Danger Mouse concibió su obra The Grey Album, un disco que combinaba pistas de audio de The White Album de The Beatles con la pista de voz de The Black Album de Jay-Z, dando resultado un interesantísimo remix altamente alabado por la crítica, en el que la combinación de ambos elementos en la subjetividad de
Danger Mouse dieron como resultado una obra tan original que era imposible considerarla una copia o un apropiamiento desleal de las obras originales. Aun así los dueños de los derechos de autor de las canciones de los Beatles no permitieron que este álbum viera la luz, a no ser que el entonces humilde DJ pagara la cuantiosa suma por los derechos. Y no olvidemos a la infame compañía Bridgeport Music, que posee una biblioteca de samples protegidos bajo las leyes de Copyright, dedicada exclusivamente a demandar para hacer dinero y estos son sólo un par de ejemplos que demuestran que la ley está hecha para beneficiar al mercado y a las compañías en lugar de a los autores y a la sociedad. Bajo el actual marco legal hacer clásicos como los primeros hits del Hip-Hop que recurría a samples y remixes es imposiblemente caro. ORIGINAL O NO Mientras el término piratería impide la creación y criminaliza la diseminación cultural y el beneficio social, nosotros los consumidores nos estrellamos de frente con un dilema ético, original o no. El escenario latinoamericano es singular, según estadísticas, el 66% del material adquirido es pirata, Ecuador ocupa los primeros lugares en los rankings de piratería con un 95% de material pirata en música, pero sobre todo en audiovisuales. Las consecuencias: la incipiente industria musical y cinematográfica en los países en desarrollo no pasa de ser un proyecto, porque si es cierto que los Strokes pueden disfrutar de sus millones sin que la piratería les afecte en absoluto, las pequeñas bandas emergentes enfrentan un escenario diferente, pero no del todo desalentador. Desde el lanzamiento de Napster en 1999 y el nacimiento del formato MP3, la manera de consumir música ha cambiado radicalmente; los discos, casetes y vinilos fueron reemplazados en menos de una década por reproductores de MP3, dejando la deliciosa experiencia física de un vinil rotando sobre una torna mesa o el olor a nuevo en el manual de un CD original para los verdaderos fanáticos; propiciando por otro lado la piratería, pero también eliminando a los intermediarios entre el músico y el consumidor,
generando espacios de distribución gratuita como Spotify, Bandcamp o Grooveshark, donde lo primordial es la difusión, pero sobre todo la inevitable transición ha generado plataformas que permiten que artistas emergentes lleguen donde nunca antes. Por otro lado la industria musical y cinematográfica ha encontrado un salvavidas en los espectáculos en vivo y las ganancias en taquilla y el renacimiento de vinyl, es otra muestra de que el formato físico es a su vez irremplazable. Aun así la ley no es siempre la misma y algunos países han modificado las severas penalizaciones con respecto a los derechos de autor, en Suiza la descarga de material protegido por Copyright es legal; por otro lado Ecuador contempla excepciones que hacen posible el amparo de artistas y creadores nacionales, mientras permite la piratería callejera bajo el consentimiento del Estado. Finalmente, si el dilema es original o no, todos somos piratas, algunos por convicción y otros por necesidad, pues parte de las razones por las que la piratería callejera es legal en latitud cero es porque mucho del material cultural y científico resulta inaccesible para los países en desarrollo, sobre todo dentro de la lógica de un sistema defectuoso que busca beneficiar a la industria en lugar de la sociedad, y si la piratería es necesaria para democratizar la cultura, el conocimiento y el arte: “yo jo, yo jo, pirata siempre ser”.
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ilustraci贸n por Imsopale
El arte de perder el tiempo por Alex Tolosa
Me encuentro escribiendo este texto a un día del cierre de edición de la revista y no crean haya estado procrastinando, todo fue parte de un experimento científico. La realidad es que tengo la hipótesis de que trabajo mejor bajo presión. Para quienes no sepan, procrastinar no solo es el nombre de un disco de Amy Winehouse, procrastinar es el arte de perder el tiempo y dejar todo para último momento, como aquella vez que tenías que estudiar para ese examen importantísimo de trigonometría pero en lugar de leer tus apuntes decidiste que era el momento idóneo para hacer un maratón de películas de Harry Potter y Star Wars; querido lector, eso se llama procrastinar. Y procrastinar es un arte porque hasta los sujetos con la más nula imaginación suelen ingeniárselas para buscar formas creativas de cómo perder el tiempo. Por ejemplo, cuando éramos pequeños, mi hermano odiaba tener que leer sus lecciones para aprendérselas, hacía de todo con tal de no estudiar, hasta se ofrecía para lavar el coche y limpiar el jardín. Un día descubrimos que podíamos usar la radio como grabadora, a mí no me pareció la gran cosa pero para él fue como descubrir una mina de oro, siempre quiso ser artista/cantante, y descubrir que la radio podía grabar fue como estar un paso más cerca de su sueño. Ya tenía la radio, ya sabía que quería cantar pero no tenía tema alguno para hacerlo, pensaba que hacer “covers” no era “cool” así que decidió usar sus lecciones de la escuela para cantar pero en versión rap. Sin darse cuenta, se aprendió sus lecciones y, aunque no logró ganar un grammy, logró finalizar el curso escolar con buenas notas. Dejar las cosas para después no siempre es tan malo, a veces nos hace sentir seguros de que necesitamos hacerlas, como un primo que tenía que ir a hacer los papeleos fiscales de su empresa
pero en lugar de hacerlo decidía que era más importante ir al cine, ver el partido, o lavar el auto hasta que un día le llegó un citatorio en el que le decían que si no hacía su papeleo, se quedaba sin empresa, sin dinero y sin auto. Obviamente después de tan severa llamada de atención ya no hubo nada más importante que ir y hacer el dichoso papeleo del demonio. Como ya se habrán dado cuenta, mi objetivo no es hablarles pestes de la procrastinación, por el contrario, pienso que todos deberían cultivar esta cualidad de la manera más sana que puedan. Procrastinar es un hábito humano muy arraigado y difícil de remover, es como respirar o parpadear, incluso me atrevo a decir que tratar de no procrastinar es anti-natural. Procrastinar nos permite ser creativos, ingeniosos y nos abre la puerta a hacer cosas que no hubiéramos hecho antes, muchos grandes inventos se lograron procrastinando, ahora no recuerdo ninguno pero seguramente habrá alguno. Así que la próxima vez que tengas que escribir un texto para una revista o estudiar para un examen repítete a ti mismo “trabajo mejor bajo presión” y deja las cosas para después. Es más, ni termines de leer este texto, mejor ordena tu cuarto, lee un libro, ve una película mala, vuelve a ver esa película mala para reafirmar lo mala que era, entra a Tumblr, juega buscaminas, arma un rompecabezas o qué sé yo, seguro tú eres más creativo. Te invito a procrastinar de la manera más atenta y creativa. L'escalier // 15
Más grande siempre es mejor Lo digital llegó para quedarse, sino pregúntale al reloj de tu microondas o a tu celular. Ese impulso de innovación extraño e imparable que hace que la palabra obsoleto no requiera otra definición que un NOKIA 1100 o Windows Vista. Aun así, los efectos secundarios son inevitables y no podemos negar que de repente las tareas más simples requieren de los aparatos más complejos. Ya no nos basta un lápiz y papel, ahora necesitamos hardwares como computadoras, tablets o celulares que contienen softwares diseñados para que podamos darnos el gusto extraño de escribir usando comic sans. El asunto con la fotografía es aún más complejo, porque aunque una cámara se ha vuelto absolutamente accesible gracias a la tecnología, durante su transición al mundo digital, la simplicidad de la teoría y lo delicioso del proceso se perdió detrás de la pantallita led y esos interminables botones, filtros y tuercas. Hacer una foto requiere sólo de un botón y eso de los rollos de 35mm o un cuarto oscuro se oye demasiado primitivo o hipster como para detenerse a preguntarse ¿cómo es posible una foto?, estoy muy segura que muchos no comprenderán la teoría detrás de todos los ajustes que tiene una cámara, pero es ciertamente más fácil de entender que programar el modo manual de una cámara profesional. Y como no hay nada más divertido que volver a las raíces y complicarse un poco cuando todo 16 // L'escalier
resulta fácil, Ian Ruther, decidió volver a los orígenes de la fotografía de 1800 y construirse una cámara gigante en un camión, porque de hecho hacer una cámara no es tan complicado como Canon o Sony nos quieren hacer creer (una cámara casera puede costar alrededor de cinco dólares, pero eso es otra historia). El Camera Truck funciona con el mismo principio de una cámara estenopéica, que tan solo requiere un agujerito por el que se introduce luz a una caja hermética, la que al caer sobre la pared opuesta proyecta una imagen invertida del objetivo al que estemos apuntando. Es casi tan sencillo como hacerle un agujerito a una caja de fósforos, la única diferencia al Camera Truck de una cámara casera son sus lentes incorporados que ayudan a adquirir imágenes nítidas y, por supuesto, su tamaño 3000 veces mayor y sus resultados igual de grandes.
Aun así, el espíritu del Camera Truck no es su dimensión, ni lo simple de hacer un agujerito a un camión, esta cámara fue concebida con el propósito de reivindicar el proceso fotográfico, lo divertido y fascinante de los desaciertos, ese pensar dos veces antes de disparar porque no hay un botón de borrado, lo emocionante de la incertidumbre que nos quitó la pantallita posterior y el clásico: “déjame ver como salió”. Pero sobre todo, el adiós a la inmediatez que ha hecho de la fotografía algo tan cotidiano como abrir una puerta. El Camera Truck busca devolverle a la fotografía su espíritu lúdico en el proceso que implica hacer una foto, como bien dijo Ian Ruther, “Si fuera tan fácil, no sería divertido”, porque lo complicado está en obtener una foto, pues cuando decíamos que Ian volvió a 1800, no era únicamente por la cámara, sino por el proceso de revelado que implica bañar con químicos fotosensibles grandes placas de aluminio, procedimiento conocido como colidión húmedo, claro que otros entusiastas de las cámaras gigantes como Shaun Irving usan grandes rollos de película que miden 100 x 30cms. Suena algo complicado y costoso, porque es así, pero tener tu propia cámara estenopéica (de proporciones normales) no lo es, así que te invitamos a probar lo divertido de la fotografía analógica con nuestro DIY.
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Hágalo usted mismo: Cámara Esteneopéica por Santiago Cordero
Allá por 1979, la revista checa "El ABC de jóvenes técnicos y científicos naturales" publicó por primera vez la plantilla recortable de una cámara de papel, mejor conocida como Dirkon. Sus creadores, Martin Pilný, Mirek Kolář y Richard Vyškovský, concibieron la plantilla como una manera barata y creativa de permitir el acceso total a la tecnología fotográfica. Ahora nosotros la ponemos a tu alcance y te invitamos a disfrutar de una experiencia alternativa a la inmediatez de lo digital. Vas a necesitar: Una cartulina de marfil lisa (procura que sea opaca), pegamento, una lata de aluminio, cinta aislante (debe ser negra), tijeras, una cuchilla, una aguja de coser (lo más fina posible), clips, cinta adhesiva transparente, un marcador negro y dos carretes fotográficos de 35mm, uno nuevo y otro vacío con un poco de película sobresaliente (1cm como mínimo).
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1. Primero, imprime la plantilla en un papel rígido que le otrogue fortaleza a la cámara. Recuerda que esta faena requiere mucha paciencia, pero no te espantes; apodérate de las tijeras y manos a la obra. Puedes encontrar la plantilla aquí: http://goo.gl/NYlRq
2. Después de recortar y armar las piezas de la plantilla, podrás ensamblarlas como indica el gráfico. Pero no te apures, antes de unirlas debes ultimar algunos detalles. L'escalier // 23
3. Corta un pedazo de la lata de aluminio, debe tener la misma dimensión que la circunferencia en la parte frontal de la cámara (número 7). Pinta de negro la parte trasera para evitar reflejos. En el centro de la lámina de aluminio presiona suavemente con la aguja y gira levemente con los dedos para que el agujero sea lo mas limpio posible. Debes conseguir un agujero pequeñísimo (0,2mm) y sin escamas. Cuanto más pequeño sea, más nítidas serán las imágenes. Puedes pegar la circunferencia en la parte frontal o posterior del lente, pero intenta siempre asegurarla con cinta aislante para evitar que la luz entre a la cámara.
4. Las partes 1, 2, 3, 10 y 23 son fundamentales, por lo que deben estar protegidas de la luz. Te sugerimos que las cubras con cinta aislante para evitar reflejos. 24 // L'escalier
5. Inserta el clip en la parte superior del carrete vacío de tal manera que puedas rebobinar la película y colócala en la parte izquierda posterior de la cámara. Asegúrate de dejar el cm de película sobrante. Después, toma el carrete nuevo y recorta el principio de la película (en línea recta) para que puedas adherirla con cinta adhesiva normal (transparente) al centímetro sobrante del otro carrete. No debes sobreponer las superficies al unirlas.
6. Finalmente, coloca la tapa posterior de la cámara y asegúrala con un poco de cinta aislante que evite que la luz ingrese al interior. ¡Y ya está tu propia cámara de papel! Para obtener los mejores resultados, recuerda usarla solo en días soleados y exponer la película a la luz por tan solo 2 segundos. Cuando acabes con el carrete, deberás ser cuidadoso a la hora de retirarlo para que puedas seguir usando la cámara tantas veces como quieras. Si aún no te animas, mira lo fácil que es en: http://youtu.be/THY0uhMAGps L'escalier // 25
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Carta a Ronnie Nader La columna del Boroto Estimadísimo Señor Nader. El otro día, como quien me daba una vuelta por el Internet para ver si es que lo del 21 de diciembre sí había pasado en algún otro lado, y como quien trataba de ver unas fotos de guambras alhajas en el Google Earth (no ha habido como, el zoom no coge) me topo con que con esto de que las carreteras son una maravilla, el programa espacial se ha embalado, que usted se ha convertido en el primer ecuatoriano en vestirse de astronauta fuera de época de inocentes y sobrio, me pongo a pensar que ya es horita de que nos pongamos las pilas y empecemos a darnos cuenta de nuestro potencial como exploradores del vasto universo. Sr. Nader, quiero que se dé cuenta que el programa espacial ecuatoriano se ve beneficiado por una serie de factores socioculturales y de ubicación geográfica dignos de ser envidiados por las grandes potencias espaciales. Estamos más cerca del espacio que ningún otro país (o me va a negar que se gastaría menos gasolina si lanzamos las naves desde el Cotopaxi, ahí nomás fíjese, ya le ahorré como 3000 metros de viaje). Tenemos una historia larguísima de viajes exitosos bajo condiciones inferiores a las ideales que superan a los de la NASA de largo (¿los del Apollo 13 hicieron un filtro de aire con cinta ploma y tubos? Yo conozco gente que con un pasaporte falso se hizo casa de 3 pisos en Girón). Sino fíjese, cuántos gringos han estado en la Luna y cuántos ecuatorianos están en Murcia. ¿Los gringos están orgullosos de que pudieron aterrizar una sonda en Marte? Eso no es nada, nosotros instalamos varias canchas de Ecuavoley en el Central Park hace rato. Un programa espacial ecuatoriano, en donde podamos aplicar nuestra creatividad local a las investigaciones en el espacio, porque seamos sinceros, eso de ver cómo las plantas crecen en el espacio no me parece el mejor uso de tanta tecnología, y es por eso que propongo, Sr. Nader, los siguientes cinco objetivos científicos a ser perseguidos por el grupo de chasquinautas (sí Sr. Nader, chasquinautas se han de llamar, porque al espacio hay que llegar en tambitos) que formarán parte de la primera misión de investigación fuera del planeta: 1) Mezclar trago en el espacio y sin funda, para determinar si es que ya porque estamos en gravedad cero el cuba libre con Trópico Seco es más decente o sigue siendo igual de fiero. Esta actividad nos permitirá además determinar dinámicas de fluidos que no se pueden realizar en condiciones L'escalier // 27
normales, comprobar hipótesis sobre el comportamiento de los líquidos en gravedad cero y principalmente, cómo mismo se siente una borrachera cuando el piso es techo y el techo es pared, pero de verdad. 2) Comprobar la teoría de que las pilas se cargan dejándoles al filo de la ventana, habiendo eliminado la variable de la presencia de la atmósfera. Para este fin se realizará una colecta de pilas de calefón a nivel nacional. Si el experimento fracasa, podemos aprovechar la oportunidad para determinar los efectos del agua helada en la espalda, y de paso ver si es cierto eso de que “in space no one can hear you scream” because the water is freezing Sr. Nader. 3) Enviar a Roberto Bonafón a Marte, para que sea el primer ser humano en poner pie sobre la superficie del gigante rojo, y determinar si en la total ausencia de amarillo sigue hablando del Barcelona. Se aprovechará la oportunidad para que expertos lingüistas del país traten de descifrar lo que Bonafón dirá, porque si es capaz de inspirarse como se inspira con un corner, lo que diga pisando el polvo marciano ha de ser una maravilla digna de estudio. 4) La NASA ha realizado estudios complejos y videos alajos sobre el comportamiento del agua en gravedad cero, bonitos, pero propongo estudiar los efectos de la maicena, la carioca y el dulce de higos en un grupo de científicos encerrados en un módulo aislado del resto de la nave. Observaciones informales realizadas en ambientes controlados han demostrado que no importa el lugar, la hora ni quien esté presente, a la voz del carnaval todo el mundo se levanta. Se recomienda cubrir los equipos al interior de la nave con plástico. En el Coral Centro venden rollos grandes. 5) Llevar al elenco completo de Combate, incluido presentadores y equipo de producción, a la estación espacial para la filmación de un programa especial. Cerrar la estación con candado desde afuera. Botar la llave. Regresar al planeta. Esto no es tanto una misión científica, sino más bien humanitaria. Créame, estaríamos haciéndole un bien a todo lo que tiene vocales. Habiendo expresado mis humildes opiniones y sugerencias, le invito a hacerme caso por lo menos en cuatro de ellas, y le pido que me prometa que en honor a nuestra identidad cultural, cuando la primera nave despegue hacia el cielo azul, la película que se muestre a bordo sea una de las clásicas de Jackie Chan o Charles Bronson. Un abrazo muy afectuoso, con la gravedad del caso. José Boroto.
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Challenge Accepted Quien diga que en la cotidianidad no hay espacio para el arte y la creatividad se equivoca. Los más de cuarenta participantes del Plasticine Challenge organizado por El Subte de la Chuna, PeCe, Zero Gravity Toilet y L'escalier Magazine, encontraron tiempo durante 30 días para plasmar su visión del mundo en una figura de plastilina diaria, a partir de una lista propuesta que contenía desde formas simples, hasta conceptos y emociones más elaborados. El 8 de Marzo se realizó la premiación a las 30 figuras más imaginativas, con las que se planea realizar un cortometraje en stopmotion. Les dejamos con algunas de las favoritas de nuestro staff.
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f. Catalina Kulczar
Javier Andrade En una edición anterior hablábamos de lo alentador que luce el panorama del cine en el país, del crecimiento de la industria y de un momento que consideramos como un punto de partida de cosas importantes. Sí, planteamos una rápida pero panorámica mirada de aquel cine del que es mejor comentar (Si no sabe de qué hablamos no se sienta mal, aún puede revisar nuestro Issue #2 en la web). Pero, en lugar de saciar nuestra sed cinematográfica, el artículo despertó una gran curiosidad sobre una de las figuras responsables de esta estética renovadora en nuestro cine: Javier Andrade. A pocos les resultará desconocido el nombre de este amigable portovejense de 34 años que ha desatado un fenómeno mediático a partir del estreno de su primer largo de ficción Mejor no hablar (de ciertas cosas). Parte de la atención que ha suscitado su obra responde a que Andrade ha logrado entender la necesidad cada vez más presente en los ecuatorianos de verse retratados a sí mismos en un cine alejado de los géneros que hacen de la pobreza y la miseria humana un espectáculo rentable, y reconocerse en filmes más íntimos, con personajes libres e historias lúcidas y honestas. Así es la propuesta de Javier, un director que sabe escucharse y por eso filma sobre lo que conoce y le interesa. Además de Mejor no hablar (de ciertas cosas), el director tiene a su haber dos documentales, uno sobre la banda venezolana
Los Amigos Invisibles, titulado La Casa del Ritmo, y el segundo llamado Canción de Toquilla, además de cortometrajes y publicidades. Dejaremos que sus obras hablen por sí mismas y lo demás nos lo cuente el realizador en la siguiente entrevista. ENTREVISTA Hola Javier ¿podrías presentarte para nuestros lectores? Soy Javier Andrade, soy de Portoviejo, escribo y dirijo películas. Hago esto porque soy inútil para todo lo demás. Últimamente se habla mucho de un "nuevo cine ecuatoriano" ¿Qué sería esto para ti? No sé si hay suficiente cine ecuatoriano todavía L'escalier // 37
para dividirlo en “nuevo” y “viejo”. Creo que en los últimos años las películas hablan más de personas y menos de representaciones del Ecuador y eso me gusta mucho. Tal vez eso sea lo “nuevo”. ¿Sería este momento la época de oro del cine ecuatoriano o más bien el comienzo de algo? Me parece que es muy pronto para hablar de una época de oro, más bien es el comienzo de una producción continua, diversa y de mucho cine de autor. En ese sentido, estamos en un momento increíble para el cine del Ecuador. ¿Cuál es para ti la mejor película ecuatoriana de todos los tiempos? ¿Y la peor? La mejor es Ratas, ratones y rateros de Sebastián Cordero porque fue el principio de muchas cosas, pero principalmente por que metió gente a las salas y los hizo creer que el cine ecuatoriano podía tener calidad; por otro lado, muchos de los involucrados en Ratas terminaron convirtiéndose en directores. En ese sentido, este filme es al cine ecuatoriano tan importante como el primer disco de Velvet Underground para el rock americano. La peor es una en la que trabajé de asistente de producción hace como 12 años y que no salió 38 // L'escalier
nunca en salas ni se terminó así que no daré el nombre. Los dejo picados. Si estuvieras atrapado en una isla desierta y pudieras elegir a un cineasta ecuatoriano a que te acompañe. ¿Quién sería? Ninguno, le pediría a mi novia que me acompañe. En una isla desierta quisiera más sexo y risas que cine. ¿Qué dice Es mejor no hablar de ciertas cosas sobre el Ecuador? Tendrán que verla para averiguarlo, se estrena en Cuenca el 22 de Marzo . Has dicho muchas veces que el país debería ser más honesto y esconder menos. ¿Qué otras verdades quisieras destapar con tu cine? Las que salgan de las historias que me interese contar. Lo importante para mí es narrar, contar historias en lenguaje cinematográfico. En esas historias generalmente y de manera inconsciente pero inevitable se filtran cosas que no me gustan de la sociedad y mi cine se vuelve una forma de catarsis para cosas que me molestan o que siento injustas. Mi interés no es hablar de verdades, pero es simplemente inevitable. Se ha dicho que el nuevo cine nacional (Sin
otoño sin primavera y Es mejor no hablar) se ha convertido en el mejor medio de difusión de la música ecuatoriana. ¿Qué opinas de esto? ¡Ojalá sea cierto! Lo que traté de hacer en el caso de Mejor no hablar (de ciertas cosas) era usar la música como una herramienta de comunicación de la psicología de los personajes, de su vida interna. En el caso del personaje de Luis era evidente ya que es músico y todo lo que hace en su vida es para la música, pero con los otros personajes quería hacerlo también. Hablar del eterno amor adolescente de Paco y Lucía usando un tema de Biorn Borg; de la historia familiar de los Chávez (la familia de Paco, el protagonista) utilizando Pesares de Julio Jaramillo, hasta usar Te voy a matar del Retorno de Exxon Valdez en mi momento favorito de la película que es cuando Paco decide abandonar su trabajo y empezar una nueva vida con nefastas consecuencias. Todos los subtextos de estas escenas se comunican al espectador a través de la música, en vez de diálogo, manteniendo y reforzando la idea de narrar visualmente y crear una experiencia absolutamente cinematográfica.
"El poder usar música nacional y rock nacional en particular es un lujo, tenemos grandes bandas, cada una muy particular y eso crea una paleta sonora ideal para usar en una película."
El poder usar música nacional y rock nacional en particular es un lujo, tenemos grandes bandas, cada una muy particular y eso crea una paleta sonora ideal para usar en una película. L'escalier // 39
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¿Él es Simón? ¿Tú eres Simón? ¿Ella es Simón? ¿Quién mismo es Simón? Háblanos un poco sobre el origen de Los Propios y el fenómeno que han desatado. Los Propios era la banda de Luis, el personaje coprotagonista de mi película. Y la banda salió del proceso de convertir a Víctor Araúz en Luis. Víctor no era músico ni tenía mucho conocimiento del punk, pero era el mejor actor posible para el personaje. Entonces decidimos rodearlo de músicos (los chicos de la banda Los Propios en la película, Luis Peralta y Sergio Rodríguez son músicos de trayectoria en Portoviejo) y poner un director musical para que trabaje con él, ese director musical fue Sebastián Game, un gran amigo y uno de mis músicos ecuatorianos favoritos. Entonces lo que pasó es que Víctor hizo una experiencia de “método”, en la que vivió en Portoviejo unas semanas y ensayaba todo el tiempo con su banda e iba aprendiendo manierismos y vivencias de Sebastián. También iba descubriendo a los ídolos de Luis: Sex Pistols, The Clash, Wire, etc., e ir incorporándolos a su personaje. De todo esto salió la canción Simón, un día llegó Víctor y me la cantó y a mí me pareció increíblemente estúpida y absurda, y por ende perfecta para el personaje. Así que de ahí en adelante se la incorporó en el guión y en la secuencia de concierto de la película. Ahora Los Propios tocan de verdad (tocaron en nuestras premieres en Quito, Guayaquil, Portoviejo y han dado algunos conciertos más). Para mi sorpresa son muy buenos en vivo. ¿Qué film ya existente te gustaría haber realizado? Beware of a holy whore de Rainer Werner Fassbinder. Vimos en Cuenca La casa del Ritmo en una proyección al aire libre, entre amigos y tomando un par de tragos. Fue una fiesta. Cuéntanos de la experiencia de trabajar con Los Amigos Invisibles. La casa del ritmo viene de una idea de mi amigo y productor Juan Miguel Marín. Juan Miguel vive
en Nueva York y conoce desde algunos años a Los Amigos, y también quería trabajar conmigo en algún proyecto. Así que cuando se enteró de que los amigos cumplían 20 años decidió que había que hacer un documental y contar su historia y me propuso dirigirlo. Para mí fue una oportunidad increíble porque siempre he querido hacer una película-concierto en la onda de Stop Making Sense, The Last Waltz o Loud Quiet Loud, y qué mejor banda para hacerlo que Los Amigos Invisibles que son tan increíbles en vivo. Ellos son como sus canciones, muy divertidos, pícaros e irreverentes. Fueron muy cálidos en sus entrevistas y su historia es entretenida, profunda e inspiradora. La casa del ritmo se estrenará en Ecuador en salas este año también, así que espero la vayan a ver para que la fiesta continúe. Veamos si podemos crear el argumento para tu próxima película. Fill the blanks "Había una vez un anciano que todas las mañanas bailaba. Un día mientras caminaba vio que sus párpados se caían. En ese momento llegó su hermano y lo abrazó. Pasaron los años pero el anciano nunca volvió a dormir." ¿Tienes algún proyecto en mente? ¿Tendremos Javier Andrade para rato? Varios, unos en Ecuador, otros en Estados Unidos. Pero soy supersticioso y no me gusta hablar de nada hasta que se concrete así que eso es todo lo que puedo decir. ¿Algo que no te hemos preguntado y quisieras contarnos? Me gusta mucho el mote sucio. Finalmente, recomienda algo para nuestros lectores. Cualquier cosa que pienses que merece ser conocida Una película que más gente debe ver: Rois et Reine de Arnaud Desplechin. Un disco que más gente debe escuchar: Trompe le monde de Pixies. Un Libro que más gente debe leer: La Tumba de José Agustín. L'escalier // 41
f. Ernesto Carlín
El Huilo y uno Entre poesía y poema hay una distancia abismal, como lo hay entre la montaña y el escultor Entre la eternidad y el tren. Entre el viento y el pez Entre el dogma y el pájaro. Entre el árbol y la culpabilidad Entre el soliloquio de Hamlet y el esperma solitario (de “Kekosaserá”) Uno lo lee y dice ¡Vaya!. Luego cierra los labios, o los entreabre para murmurar las palabras que asoman a los ojos. Uno es un ecuatoriano promedio, y como cualquier otro ecuatoriano promedio (esto es: clase media, colegio público, bielas en fin de semana y desayuno ocasional) se sorprende. Repite las palabras desconocidas con asombro y se maravilla de un idioma recién descubierto. Uno guarda el libro y mira a través de la ventana correspondiente sintiendo cualquier cosa, pero sintiendo algo. Uno vuelve a sacar el libro de entre los cuadernos y las calculadoras y vuelve a repetirse, así en voz baja: “entre el árbol y la culpabilidad” y por alguna razón no descrita en los libros de texto, el suelo ya no es el mismo. Ni es el mismo bus ni
el paisaje tantas veces recorrido es el mismo. De pronto surgen detalles imprevistos. La marca que deja el vaho en los cristales toma formas inverosímiles, el vaivén de las ruedas se siente como de marea, los árboles más lejanos del paisaje parecen agitarse, llamándonos. Uno no tiene alternativas. Rápidamente inspecciona el sitio más solitario, el más ideal de la ruta y le dice al conductor que allí lo deje, que ya después uno verá como regresa. Y entonces uno baja del bus, se encomienda al azar para cruzar una autopista de seis carriles desprovista de pasos peatonales y, con el libro apretado contra el brazo, corre hasta que el ruido quede lejos. Hasta que lo único que pueda escucharse sean los propios latidos y uno que otro pájaro cantando a prudencial distancia.
Solo entonces uno puede saberse totalmente emancipado. Ese ejercicio delicioso y libertario, del que no se sabe ni cuánto habrá de durar, ni si la adrenalina que lo provocó se convertirá luego en la angustia de verse solo y perdido. Ese precio mínimo debe ser pagado para que, inmediatamente, el brazo se relaje y de a poco uno recuerde por qué el suelo cambió y el vaivén se sentía como de olas y los árboles parecían dar la bienvenida. Es posible que uno encuentre cierto temblor marginal en la punta de los dedos cuando, una vez que hemos encontrado el sitio propicio, nos sentamos y abrimos el libro en la página señalada y nos abocamos a leerlo, a ratos en voz alta, a ratos en silencio, pero sin que exista en el mundo una fuerza capaz de abstraernos, en esos momentos, de cualquier otra realidad que no sea la narrada por los ojos. Un libro. Un buen libro tiene esa ventaja inmensa: crea mundos dentro del mundo conocido. Márgenes posibles de una realidad escondida. Magníficas descripciones, apologías o acusaciones de esa inconmensurable República Verbal que habitamos a ciegas, al menos hasta que alguien llega a golpearnos la imaginación y el recuerdo y pasa lo que pasa: que uno tiene forzosa pero plácidamente que posponer clases y reuniones, trastrocar rutinas o arruinar viajes porque un libro, que tal vez sea ese libro llegó a nuestras manos y despierta, adentro de uno, ese mandato silencioso y firme de leerlo hasta el final. Inevitablemente, si la experiencia valió la pena, si el libro en cuestión no solo entretuvo sino que, además, nos permitió conocer algo que no sabíamos de la vida o de nosotros mismos, uno ya no queda conforme con solo terminarlo. Una sed recién descubierta se instala en algún corredor secreto entre los ojos y la garganta, y ya no hay redención posible. Conocer la obra y un poco la vida de quien sea capaz de provocarle eso, todo eso, a uno, se convierte de pronto en una necesidad vital.
proponérselo. Intuyo que quienes la alcanzan, en el fondo ignoran las revoluciones que pueden llegar a provocar en el interior de la gente que los lee. En mi caso, un libro me marcó a los 18 años, cuando era un jovencísimo aspirante a escritor que, por azares de la burocracia existencial, estudiaba Mecánica Automotriz en una Universidad Privada. El libro se llama Esmog y su autor es Huilo Ruales Hualca, tiene 66 años y es de Ibarra aunque resida en París. Nunca lo he conocido en persona. Nunca he estrechado sus manos ni he visto de frente sus ojos. Ignoro sus gustos o aficiones. Ignoro su personalidad y sus taras, pero, pese a no saber casi nada de él, lo trataría con la familiaridad con la que uno trata a sus vecinos. ¿Cómo más podría tratarlo? Si no es un desconocido; si gracias a su obra, y sin que él lo sepa, el Huilo y uno ya forman una sociedad lectora.
Contactamos con Huilo para hacerle saber de este articulo y pedirle que nos permita publicar e ilustrar dos de sus cuentos cortos favoritos. Él, como intuyendo la cercanía de nuestro equipo con sus letras, nos respondió como si nos conociera de toda la vida y aceptó encantado. Cuando le preguntamos por qué había elegido enviarnos Perro sin dueño y Muá suele llorar sentada, nos dijo que le parecía que podría gustarles a los lectores de cualquier confín al que lleguen, y por otras razones que prefería reservarse y que esperaba sean encontradas por quienes los lean. Nosotros tenemos nuestras hipótesis, no teman decirnos las suyas. !Disfruten!
No todos los autores logran tal empresa, la mayoría ni siquiera se propone tal empresa y unos pocos la consiguen sin siquiera L'escalier // 43
Perro Sindueño ilustrado por Alex Madrid
E
l Perro Sindueño ladra funerariamente cada vez que un avión atraviesa el cielo. Hoy es domingo. La ciudad está vacía. Todos han huido del sol, salvo los Niños Grises que no conocen el tiempo. Los Niños Grises que brotan o desaparecen por las alcantarillas. El Perro Sindueño es de color blanco sucio y vive en la esquina, atado a una cuerda invisible. La cuerda le alcanza para deambular por los basureros de dos o tres manzanas. La Negra Cuidadora de Autos usa gorra, chaqueta militar y una vara de madera. Todo es sucio en esta esquina: la ropa de la negra, el perro, el bar colombiano en donde no entra nadie. Tampoco sale nadie, como si el hueco de la puerta fuera más bien una pintura, un trompe l’oeil. El Perro Sindueño se ovilla en una ranura de sombra y duerme. Desconoce el sentido del trabajo. Le importa una nada los chillidos de los asaltados por los Niños Grises. Ni siquiera el ulular de las ambulancias o los balazos lo conmueven. Sólo el hambre lo despierta. O los aviones. Cuando brama un avión el Perro Sindueño se pone de pie, apunta el hocico al cielo como un francotirador y aúlla fino. Un aullido largo y lastimero, como si recordara a su amo que lo dejó atado en la esquina. No se diga cuando llega el 24 de mayo que es fiesta nacional. En ese día, el cielo se mancha de aviones de guerra que hacen piruetas en honor de la patria. El Perro Sindueño,
en consecuencia, se vuelve loco. Apunta el hocico a cada avión y aúlla a todos en una ráfaga que no termina sino cuando los aviones desaparecen tragados por su propio humo. Entonces, el Perro Sindueño, sin tener tiempo a ovillarse, se pega al suelo y exánime se duerme como muerto. Hoy es domingo. El sol se multiplica en las vitrinas, en el piso mugriento que parece de oro. La Negra maldice el sol y la vida porque no hay autos. A causa del sol no hay nadie. Nadie, aparte de un distante par de Niños Grises tirados bajo un árbol. Aparte del Perro Sindueño y una esquelética perra. La Negra, con una iracundia desidiosa, golpea a los perros. Perro y perra intentan desatarse pero no logran, se quejan. Un airbus 380 irrumpe en el cielo. El Perro Sindueño por vez primera no aúlla. Solo pierde la erección y se desata de la perra. La perra esquelética se aleja bamboleando sus tetas que casi rozan el suelo hirviente. La Negra Cuidadora de Autos y el Perro Sindueño se quedan en la esquina. En la ranura de sombra. Uno al lado del otro.
ilustrado por Félix Hurtado
C
on las rodillas rascando las orejas. Cada una de sus lágrimas equivale a un globo de carnaval lleno de agua, de tal manera que en varios minutos está totalmente empapada. En vano intenta cubrirse los ojos mientras llora, pues la fuerza hidráulica de sus lágrimas es superior a la presión de sus manos por cuyos intersticios su llanto chorrea de forma muy aguacera. Naturalmente cabe distinguir entre llanto y llanto. Verbigracia, aquel ocasionado por indignación, es un llanto ordinario, casi seco y más importancia tiene la forma de su boca: el labio inferior empuja al otro hacia arriba y éste se frunce de manera infantilmente encantadora. Me encanta verla llorar así. Pero cuando un dardo venenoso se clava en el centro de su sensibilidad el dique salta en mil pedazos y viene la inundación. En ese caso, su boca casi no se concierne con el llanto, salvo para esbozar una luna menguante con las puntas hacia abajo. Anoche le dije que era absurdo soñar con un
hijo nuestro. Sería tu hijo y mi nieto, le dije. Al principio soltó una carcajada, pero como vio que yo no me reía en absoluto se sentó en la alfombra, puso las rodillas al pie de sus orejas perfectas y empezó el aguacero. No hubo manera de consolarla. Y la casa empezaba a inundarse. Los muebles más livianos empezaron a titubear. Stop Muá, que vamos a terminar damnificados. Pero sus lágrimas eran cada vez más voluminosas. No se me ocurrió otra cosa que levantarla como si extrajera de aguas submarinas una efigie y llevarla hacia la cama. Casi nos ahogamos en su llanto y en el acto amatorio, posiblemente el más frenético y húmedo del mundo en ese mismo instante. Colofón: jamás nos hemos reído tanto como cuando, más tarde, con baldes, tinajas y trapeadores, sacamos el llanto de Muá y lo encauzamos por los desaguaderos municipales.
Una crónica chimba fotografías por Francisco Almeida
Quito es una ciudad que en los primeros meses del año tiene una condición climática rara, por decir lo menos: clima inversamente proporcional. Si durante febrero y marzo llueve en la carita de dios, tenga usted la seguridad de que el sol brillará con esplendor a pocos kilómetros en la costa ecuatoriana, algo que en tiempos de carnaval es una tentación a menudo irresistible. El día de la entrevista con la Rocola Bacalao coincidía con la fecha que elegí para unas merecidas vacaciones playeras, y el clima enfurecido de la capital garantizaba, al menos para mí, un sol radiante en Manabí, la provincia elegida. 18h00 era la hora ideal para salir de Quito rumbo a la Costa. 15h30 la hora original del encuentro con la banda. 00:39 del día siguiente fue, finalmente la hora en que terminó la entrevista. En medio, una historia por lo menos divertida que decidimos publicar como si de una crónica policiaca se tratase. Día 1. 23h00. Terminal Terrestre de Azogues. Bitácora del Reportero. Espero por el bus que me llevará a Quito. En él tengo que encontrarme con la gente de Zero Gravity Toilet, una productora amiga que me acompañará a la entrevista documentándolo todo. Antes de viajar visito a mis abuelos, por
aquello de las buenas vibras y la comida excesiva. Mi abuela insiste en mandarme un paraguas. No sé qué tenga que ver con la historia pero sospecho que será importante. Día 2. 08h00. Terminal Terrestre del Ejido. Bitácora del Reportero El viaje ha sido tranquilo, he conocido a mis compañeros. Quedamos en encontrarnos para la entrevista a las 15h30 en el edificio del Ministerio de Agricultura para esperar a la banda. Aparentemente el plan original de que nos lleven a su estudio en Cumbayá se cancela. Iremos a otra parte. Eso significa que los viáticos para taxis pueden reorientarse hacia otros gastos… unas cervezas con la banda quizá… Día 2. 15h30. Ministerio de Agricultura. Bitácora del Reportero Llego al punto de reunión preguntándome L'escalier // 49
cómo demonios le hacen las abuelas para ser tan clarividentes. El paraguas que me obligó a llevar me ha salvado de la pulmonía en el trayecto que he hecho a pie bajo una lluvia digna del sol que estará haciendo en Same. La banda todavía no llega. De Cuenca nos indican que serán dos los músicos que nos encontrarán. José Fabara y Miguel Sevilla. Por suerte a ambos se los reconocería con facilidad en esta lluvia. Sus señas particulares (Altos, flacos y cabezones) son poco recurrentes entre las decenas de funcionarios públicos que entran y salen presurosos del edificio. Día 2 17h00. Ministerio de Agricultura. Bitácora del Reportero La banda no llega, nos volvemos a comunicar con Cuenca y parece que ha habido una confusión. Los músicos ya no están donde pensábamos y la entrevista se tiene que trasladar a la noche. Decidimos con el equipo de producción encontrarnos, hasta eso, con otros amigos de la capital en la zona de la Mariscal. Los viáticos previstos para taxis servirían para un propósito más noble: hidratar la espera del equipo. Día 2 23h30. Bar del cine OchoyMedio. Bitácora del Reportero Luego de una larga espera hemos terminado 50 // L'escalier
coincidiendo en la misma mesa más de 7 personas, entre los chicos de la productora y amigos comunes. La hora de la entrevista se ha ido aplazando hasta este momento. Nos encontramos a 4 cuadras de la casa de José Fabara quien probablemente se encuentra ya dormido porque no contesta las llamadas. Impunemente caminaremos hacia su casa, cerveza en mano, para por fin poder preguntarle primicias sobre la más reciente producción de la banda más chimba del país, de la que además soy seguidor. La lluvia es pertinaz y el paraguas no alcanza para todos, no importa. Luego de equivocarnos con la dirección como buenos foráneos finalmente damos con la numeración indicada. Una y otra vez tocamos el timbre. Nadie contesta. Nada pasa. Parece que definitivamente tendremos que tirar la toalla. De pronto un auto se acerca. Día 3 00h30. Casa de José Fabara. Bitácora del Reportero En el auto venía Miguel Sevilla y otros dos amigos. Paradójicamente el habernos perdido con la dirección hizo que lleguemos a la misma hora que Miguel, ya que él tenía solamente que dejar unos cables para que Fabara los llevase a Macas, donde al día siguiente la banda se presentaría en el Upano Fest. Nueve horas más tarde y en condiciones totalmente distintas a las pensadas
originalmente, por fin la entrevista tiene lugar. Todo es buen ambiente, tal vez la ofrenda de cervezas surtió efecto. La conversación es amistosa y divertida. Chévere toparse con músicos que llevan más de una década en los escenarios y siguen tan frescos como siempre. Afuera llueve todavía. ¡Qué bien!, la playa estará deliciosa. ENTREVISTA ¿Qué significa para ustedes la Rocola Bacalao? José Fabara: Rocola es un elemento bastante importante, es un canal que me permite hacer cosas que no puedo en mi vida cotidiana, digamos que es como un mundo paralelo, un desfogue. La Rocola va a cumplir catorce años, estoy casi trece, un poco más de un tercio de mi vida en esta experiencia que me ha permitido crecer, conocer gente y lugares viajando a través de la música. Miguel Sevilla: Rocola es experimentar. La instrumentación e ideología de la banda, el hecho de que puedas tomar cualquier género, es lo que la convierte en un lugar para intentar lo que sea. Obtenemos resultados que no pensarías que pueden venir de este formato. Para mí es el lugar para divertir musicalmente, eso es lo más importante.
Cuando tocaron en la capital de los bravos cañaris en el 2004, si no estoy mal fue en el apogeo del Deportivo Azogues. Recuerdo que la ciudad nunca había tenido en un solo escenario a tantos músicos, la tendencia por banda era de 4 o 5 y de pronto aparece un bus del que salen más de 7 integrantes, ¿cómo es convivir con tantos músicos? José Fabara: ¡Es un relajo! (risas). Con el staff viajamos 12 o 13 personas y siempre falta organización. Nos hemos puteado varias veces, pero nos esforzamos para que la cosa tenga lógica, para que la interacción funcione, para que una gira no se vuelva un caos y no sea una pérdida de tiempo y dinero absoluta. Pero hay de todo, por ejemplo, en su momento Mocarata y Paolo eran muy impuntuales, desde ahí empezamos un sistema de multas en los ensayos. Miguel Sevilla: Tenemos un pizarrón en el estudio de Cumbayá en el que se marcan las multas y las faltas, tiene un corazón de acero el pizarrón, cualquier problema, habla con el pizarrón (risas). La verdad es que sí ha funcionado y hay menos lío que antes. ¿Cómo fue el proceso de composición para nuevo disco? Miguel Sevilla: Hemos intentado miles de maneras de componer. Antes componían Iván y L'escalier // 51
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Paolo, por su cuenta o juntos y después hacían propuestas a la banda. Una época, tratamos de componer como banda y no funcionó. Ahora, todos los miembros de la banda tienen oportunidad para componer, proponer y producir. Para el último disco durante la preproducción hubo temas de 5 o 6 personas. Uno compone, trabaja el tema como maqueta y lo propone cuando está a un nivel presentable, es difícil presentar algo que no está avanzado porque hay tantos músicos que se vuelve un caos. Así que la banda monta las maquetas y todos opinan y aportan, en ese proceso cambian mucho los temas. Por otro lado, hemos compuesto mucho más de lo que grabamos, por ejemplo, para el último disco, habían más de 20 canciones candidatas. ¿Cuánto tiempo ha pasado desde que decidieron sacar un nuevo disco? Miguel Sevilla: Empezamos en agosto de 2011, pero las ideas ya estaban desde muchísimo antes. Cuando terminamos la gira de 2008, nos reunimos con Paolo e Iván y dijimos “Tenemos que componer y pensar en el siguiente disco”, pero nos tardamos, porque muchas veces era o girar o hacer el disco y después pasó lo de Shadow, que salió de las canchas o Paolo, que estaba en Barcelona. José Fabara: Hubo un bache de casi dos años, en el que queríamos componer y sacar cosas nuevas, pero las circunstancias no daban, los dos compositores principales Paolo e Iván no estaban y nos dedicamos a tocar . Fue en agosto de 2011 cuando dijimos: “Ok, ¿quién tiene temas?”. Desde agosto empezamos lo que iba a ser el nuevo disco, luego hicimos un viaje a la playa para montar los primeros temas y finalmente, a inicios de 2012, se juntó Shadow, presentó algunas canciones y ahí agarró fuerza la idea del nuevo disco. En su momento teníamos un montón de canciones de donde escoger, ha sido un proceso grupal, por eso es un disco distinto a los anteriores. Si pudieran definir al nuevo disco en una sola frase ¿Cuál sería? José Fabara: Maduro, podría ser un término. Emo podría ser otro término.
Miguel Sevilla: No tengo idea, porque ha cambiado bastante el formato, el centro de este disco es la rotación de instrumentos, es un sonido completamente diferente de una canción a otra, mucho más que en Infierno, ahora hay temas que tienen acordeón, guitarra de palo y contrabajo. José Fabara: Ahora necesitamos una consola de 50 canales para tocar. En lugar de reducir recursos tenemos más y más, no es muy minimalista que digamos. ¿Ustedes dirían que el disco tiende más a los gases nobles o a los metales pesados? José Fabara: A los gases nobles sin duda. Miguel Sevilla: ¡Bien dicho! (risas). ¿Cuál es su canción favorita del disco que viene? José Fabara: No sé, después de todo, le voy agarrando cariño a todo el disco, me gusta mucho Canción un poco larga. Miguel Sevilla: Panecillo se llama, fue rebautizada. Yo tengo que esperar a oír los temas en vivo, a mí me gusta cómo suena Kingston Town y Guayaquil City. José Fabara: Kingston es un reggae psicodélico. ¿Háblennos de las anécdotas de producción y grabación más amenas del nuevo disco? Miguel Sevilla: ¡Shadow casi incendia el estudio! (risas), pateó una lámpara y se cayó, Nacho todavía quiere cobrarle. José Fabara: Pensábamos producir este disco con un tipo inglés, pero no logramos conseguir el dinero y hubo un cambio de planes, ahí Miguel tomó la batuta en producción. Creo que fue bastante bueno cómo se dieron las cosas, Miguel es mucho más cercano a los compositores. Es un disco bastante nuestro, se nota una gran diferencia desde Mi primer compat diss, en el sonido, arreglos y letras. Ha sido muy bacán sentir la experiencia que hemos ganado con los años y plasmarla en el disco es rico. Miguel Sevilla: También Quito ha cambiado mucho en términos de estudio desde nuestra experiencia con Infierno, por lo que hicimos cosas que no se podían antes, para mí sí suena mejor que nuestros trabajos anteriores.
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¿En este disco ustedes mismo se encargaban de la producción? Miguel Sevilla: Sí, además mezclamos en México y masterizamos en Los Ángeles, pero la preproducción y la grabación la hicimos aquí. ¿Cómo ha evolucionado su postura con respecto a la forma de compartir la música? José Fabara: Lo importante para nosotros es que más gente puede escuchar lo que hacemos, sería bueno tener un ingreso mayor con la venta de discos, pero la realidad es distinta y si es que alguien quiere gastar en el disco y aportar a la banda bacán, pero la música se difunde de distintas maneras, pirata o no. Siempre ha habido piratería, copiábamos casetes, ahora hay internet. Para nosotros lo más importante es la relación directa con el público en vivo, que más gente conozca lo que estamos haciendo y pueda
" Si no hubiera piratería tendríamos más ingresos, pero la piratería es importante porque difunde mejor esta propuesta no tan comercial, que no puede sonar fácilmente en la radio o la tv, entonces si es que nuestra música se difunde de manera más under y llega a más gente, es mejor para nosotros."
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ir a un concierto y que mejor si ya se sabe las canciones y conoce nuestra música. Con este disco esperamos vender la mayor cantidad posible y recuperar algo del dinero que se invirtió, pero a la final nos favorece más que mas gente conozca lo nuevo de la Rocola. Si no hubiera piratería tendríamos más ingresos, pero la piratería es importante porque difunde mejor esta propuesta no tan comercial, que no puede sonar fácilmente en la radio o la tv, entonces si es que nuestra música se difunde de manera más under y llega a más gente, es mejor para nosotros. ¿Qué opinan del panorama nacional actual, de las bandas que surgen de pronto, las que solo tienen trascendencia local y desaparecen?, desde la perspectiva de una banda cuya trayectoria viene desde 99 ¿cuál creen que es la clave para durar? Miguel Sevilla: Una banda no es un buen negocio y gran parte de la responsabilidad la tiene la piratería, es lo que hace que sea muy difícil, el factor económico es un asunto muy relevante. El 90% de las bandas siguen por la pasión que tienen por la música, pero eso también tiene un límite y es muy difícil que no lo encuentren. En nuestro caso, lo que nos ha permitido perdurar es nuestra organización, que ha permitido que la banda pueda continuar a pesar de quienes se han marchado para hacer algo distinto de su vida. Es una manera de sortear un poco ese lío, cuánto nos va a durar, esa es otra pregunta, pero es un buen sistema. José Fabara: Sabemos que no vamos a ganar con la banda, lo hacemos porque nos gusta, es amor al arte. Nos encantaría dedicarnos del todo a la música, estar componiendo, grabando y girando, pero no se puede, hacer música no es la razón principal de nuestra vida, creo que algunas bandas han estado buscando eso y tal vez están buscando eso con una fórmula no comercial y aquí eso es imposible. Miguel Sevilla: Y son bandas buenísimas, pero todo medio es difícil, tal vez en un medio más amigable que el ecuatoriano podrían perdurar, porque no es un asunto de talento, ni de falta de camello, sino que es un medio terrorífico.
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¿Cuál ha sido su mejor presentación en vivo, la que más recuerden? José Fabara: En Bélgica en el Festival Pole Pole Beach tocamos antes de los Skatalites en un escenario gigantesco en la playa, frente a un público que no nos había visto nunca, no sabían quiénes éramos, pero poco a poco interesamos a la gente, hasta que estaba repleto, la gente disfrutaba y nosotros también, fue un concierto muy bacán. Recuerdo otro concierto, de los chiquitos que dimos en Barcelona, en el que llegaba mucha gente, eran conciertos en festivales callejeros, varias bandas se ubicaban a lo largo de la Barceloneta, entonces cada cierto espacio había una banda tocando. Concentramos gente que estaba pasando, gente de distintas partes del mundo, eso sí, bastantes ecuatorianos, después del concierto la gente nos decía que fue como haber ido a Ecuador una hora, como que les llevamos en un viaje musical y sentir eso con la gente ecuatoriana, gente que no había vuelto al Ecuador en 10 años fue una cosa bien linda y emotiva. Miguel Sevilla: Berlín estuvo increíble porqué habían muchas personas, pero especialmente porque entre esas dos mil o tres mil habían miles de ecuatorianos, habían banderas de Ecuador y gente con camisetas de la selección, era como un partido de futbol, se veía medio amarillo, como cuando ves la tribuna (risas). Hamburgo también estuvo increíble tocamos en la plaza central, era como tocar en San Francisco. Fue un concierto muy grande, en el que nos fue muy bien. Sucedió casi al final de la gira, fue un cierre delicioso para una gira increíble. José Fabara: Los Quito Fest también han sido muy bacanes, en 2012 me encantó ver a toda esa gente que fue a ver a la Rocola, que se quedó hasta el final para vernos. En 2006, fue mi primer Quito Fest y que bestia, ¡la energía de la gente fue increíble!, todos saltaban. También me gusta tocar en Guayaquil, la gente es prendida, hay mucha energía. En nuestros últimos toques en el Diva Nicotina, que es un lugar pequeño, la gente estaba tan cerca, entonces se sentía muchísima energía. Para mí lo más bacán de la Rocola es tocar en vivo, estar en el escenario, con la gente, es una impresión bacansísima.
¿Cuándo tocan en Cuenca? José Fabara: Es jodido armar toques en otras ciudades. Desde hace algún tiempo tratamos de evitar hacer presentaciones gratuitas, eso le hace mucho mal al movimiento, no a la Rocola, nosotros no queremos forrarnos de dinero, sino al movimiento en general. A Cuenca no hemos podido ir, es complicado porque gana el que alquila el sonido, el dueño del local, el transporte, el hotel, la comida, ¡todo el mundo menos nosotros! (risas). En Cuenca es difícil conseguir un buen sonido a precio razonable y muchos de los lugares son chiquitos y a nosotros nos gusta tocar en un lugar apropiado donde la gente pueda pogear, bailar y saltar. Yo estoy tratando de armar una gira nacional para presentar el nuevo disco, ojala después de abril, mayo o julio estemos por Cuenca. ¿Con que artista les gustaría tocar? José Fabara: Bob Marley o Manú Chao Miguel Sevilla: ¿Bob Marley? (risas). Moncagata te diría Paul McCartney creo. José Fabara: Zach de la Rocha Miguel Sevilla: Tocando cumbia (risas). José Fabara: Sólo tocamos cumbia (risas). ¿Tienen alguna recomendación a los lectores de L’escalier? José Fabara: Yo les recomiendo que hagan lo que les dé la gana con su vida y sean felices con eso. No se amarguen haciendo “lo que hay que hacer”. La vida es para disfrutarla, entonces hagan lo que quieran sin joder al resto y disfruten haciéndolo. Para recomendación musical: Escuchen Squirrel nut zippers, es una influencia importante de la Rocola. Es una banda de Carolina del Norte, Estados Unidos, es increíble. Miguel Sevilla: Da Pawn y Muun, son muy buenos. José Fabara: Hay miles de bandas nacionales buenas.
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Félix Hurtado Félix Hurtado, ilustrador conocido como “Mrmasbrain”, vive y crea en Guayaquil. Él despliega en su gráfica gran audacia en las formas y colores. Sus ilustraciones van desde el figurativismo hasta el desarrollo de personajes de caricatura; no se encasilla en un estilo en particular porque prefiere canalizar sus energías en el potente mensaje de sus ilustraciones. Encuentra en esta práctica la oportunidad de comunicar cualquier idea que exista en este planeta, abordando diversas técnicas con la misión suprema de crear sensaciones. Actualmente trabaja en su propio estudio de diseño e ilustración y es co-fundador de la comunidad Ilustradores Ecuatorianos.
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Crónica de un país atravesado* * Es el año 2053. Un período histórico marcado por la especulación y la manipulación histórica (como cualquier período en cualquier momento de la historia). Un equipo de recicladores se encuentra con este texto. Al principio no lo entienden. Lo llevan a su casa. Preguntan a sus padres por los nombres y colores mencionados. Finalmente lo comprenden. Es una crónica del pasado. Un testimonio anónimo de alguien que vivió la legendaria historia política del Ecuador de principios de siglo, sobre la que tantas versiones encontradas tienen los historiadores. Las autoridades deciden publicarla. Total, es solamente otro punto de vista de lo que allí pasó. En el 2013 el Ecuador era un país atravesado por una línea invisible. Un ave de rapiña era su símbolo patrio y se cuenta que ni el Che Guevara, ni Neil Armstrong ni el Papa Juan Pablo II, que pisaron dichas tierras, se quedaron mucho tiempo. Tal vez porque costaba un poco adaptarse a las costumbres de sus pueblos. Porque eso sí, si algo caracterizó a esta República Diminuta era su precoz tendencia de ser como el vecino alrevesado del barrio. Todo lo que pasaba alrededor del Ecuador se replicaba casa adentro, pero distinto. Al revés. Como el espejo que responde con la otra mano: Si en el siglo XIX y XX las jóvenes repúblicas sudamericanas se peleaban entre sí, Ecuador se peleaba internamente; si a inicios del s. XX el resto de Latinoamérica seguía pensando que masculina es la ciencia y masculino el poder, en Ecuador se graduaba y resultaba electa concejala
Matilde Hidalgo; si en Argentina Perón flirteaba con el nacionalismo, en Ecuador Velasco prometía churrascos; si en las dictaduras del cono sur se robaba mucho y se mataba más, en las dictaduras militares ecuatorianas se encontró petróleo, y aunque mataron a gente como todo milico que llega al poder, el petróleo fue tan buen negocio para esa generación que muchos años después las familias ecuatorianas de clase media recordarían sin rencores a la década del 70; si en los ochentas y noventas nuestros vecinos del norte y del sur se masacraban en guerras internas entre el terrorismo de los estados y el terrorismo de los radicales y de los narcotraficantes, en el Ecuador se asistía indiscretamente a la inauguración del neoliberalismo en democracia: Privatizando buena parte del sector público y, sobre todo, creando un abismo tan grande entre los gobernantes y los gobernados que llegó un punto en que los políticos y los banqueros, L'escalier // 73
literalmente, quebraron al país y la gente ni se enteró, o se enteró tarde. Tan tarde se enteraba que tres veces eligió presidente, y tres veces lo tumbó, problemas de comunicación quizá. Un cronista de la época escribió: “Ecuador es el país más ingobernable de América Latina”. El dichoso cronista trabajaba en la OEA y alguien le habrá escuchado y le hizo eco. De pronto todo el mundo empezó a usar la palabrita. Había otras necesidades, más urgentes, más importantes, pero el tema de la gobernabilidad se puso de moda. Se pedía, casi se exigía una alternativa política que garantice estabilidad. Finalmente, apoyado por fuerzas numerosas y variopintas, llegó a la presidencia un tipo de mas bien nula experiencia en el sector público que al inicio despertó la simpatía de casi todos, y que luego de 6 años siguió despertando la simpatía de casi todos, pero casi. De a poco asomaron o crecieron grupos que no estaban de acuerdo con él ni con sus ideas o posturas. Eso que hasta hace pocos años había sido una necesidad, de pronto se había convertido en un problema: ya no era un tema de ingobernabilidad sino su casi opuesto, demasiado poder para gobernar. Había nacido El Verdecismo, de la mano de su líder, El Rafa. Con el tiempo, algunos pocos de sus seguidores terminarían por convencerse de que el artículo era nombre propio y por ello se enfurecían cuando un despistado se refería al líder como “un” Rafa, no; era “el” Rafa. En realidad esta especie de guardia pretoriana existía, pero era mucho menos influyente, dogmática y fundamentalista de lo que sobre ella publicaron los diarios con los que Don Rafa, perdón, El Rafa se peleó incorregiblemente por motivos que este informe no puede detallar sin duplicar su volumen. Basta con decir que en su segunda reelección, el Rafa y su Verdecismo barrieron en votos y patearon, una vez más, el tablero electoral. Las acusaciones de intolerancia, hiperpresidencialismo, anti-ecologismo, poca radicalidad en temas energéticos y productivos o un conservadurismo medio conventual eran, en algunos casos reales y en otras exageraciones. Pero poca mella hicieron en una población que simplemente votó por quien logró aquello que antes parecía imposible: gobernar al menos un 74 // L'escalier
período completo. Algo bueno habrá hecho, algo de pobreza habrá reducido, algún servicio básico habrá mejorado, pero a la mayoría de analistas y catedráticos se les escapó el dato, ya que los únicos argumentos que aducían para tan aplastantes victorias eran los del borreguismo, el miedo y la millonaria propaganda. Fiel a la historia de contradicciones que ha acompañado al país de la línea imaginaria, tratar de entender el Verdecismo es una tarea complicada y no-lineal, porque el Verdecismo no se hallaba solo, a ratos parecía, pero no. La jungla cromática de la política en Ecuador luego de las trascendentales elecciones del 2013 constaba, a saber de los siguientes matices: Los que iban del amarillo chillón, pasando por el oliva militar y cualquier combinación posible de dichos colores con el rojo sangre de patriotas: En este barrio se hallaba lo que ya los analistas de la época conocían como la derecha boba. Y no por sus votantes, vaya Dios a saber en que andaba pensando esa buena gente, sino por sus líderes, quienes luego de numerosos análisis posteriores, realizados por reputados científicos sociales y afamados neurólogos y expertos en el área de la psicología, terminaron con graves diagnósticos de sociopatías leves y graves, afecciones del tracto intestinal y lóbulos prefrontales un poco atrofiados, además de presentar muchos de ellos una glándula suprarrenal desmedidamente grande que les llevaba a niveles de adrenalina intolerables para un ser humano racional, y consecuentemente cometían actos y decían frases que sólo pueden explicarse en un organismo afectado por una sobrecarga adrenal. El llamado “Síndrome Congreso Nacional” como fue conocido años mas tarde (de manera extraoficial a dicha enfermedad también se la conoció como el “Síndrome Pegarte no Puedo” pero por obvias razones políticas se prefiere el uso de la primera acepción). Aunque a decir verdad, esto del exceso de adrenalina era un mal común a casi todos los colores del espectro político. Líderes memorables de este rincón cromático fueron: Don Buca, histórico fundador del
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populismo a la guayaca; El León, de quien se dijo durante décadas que fue, hasta casi su muerte, el verdadero dueño de la República y el responsable directo de un régimen que persiguió y desapareció más gente que todos los milicos juntos; El loco, que fue enemigo del León, pero enemigos del mismo bando, y un tipo tan limitado como carismático que años después de su mandato hubo quienes todavía lo idolatraban en una especie de misticismo sarcástico kitsch. También formaron parte de este grupo: El Coronel, que cambiaba de ideas como de uniforme; El bigotón, que terminó por embellecer la zona pelucona de Guayaquil mientras las parejas eran prohibidas de besarse en su propio malecón o El Bananito, un simpático y bobalicón empresario que cinco veces quiso comprar la presidencia y cinco veces falló. Y por eso se lo recuerda como un árbol más del paisaje y no como el magnate, dueño de tierras donde trabajaban niños, que realmente fue. Casi en el ocaso de los partidos tradicionales que dichos colores abanderaban, apareció un banquero que en su bandera juntó la gama electoral de las derechas y se proclamó su líder. Lo malo es que además de político, como ya dije, era banquero. Y como la gente de la república de la línea imaginaria es complicada pero no tan amnésica, cuando vio que la única alternativa al Verdecismo era la de un tipo cuyas dos únicas profesiones eran las de banquero y político, y que para colmo de males pertenecía a la extrema derecha confesional del Opus Dei, decidió darle la espalda, aunque no del todo, porque con el tiempo se convirtió en la figura visible de una oposición de derecha reciclada y aburrida cuya principal vocación práctica consistía en mantenerse medio atenta a lo que dijese el Verdecismo, para inmediatamente afirmar lo contrario. Un poco más al centro de la escala cromática estaban lo que un avezado politólogo: Don Ilich de Jesús Jarrín Saadi, catedrático de la reputada FLACSON (Facultad Limitada a las Ciencias Sociales y No Sociales) definió como los partidos pupo. Por aquello de estar en el centro, y medio a la derecha, no porque sólo sirvan para rascarse. Aquí uno podía encontrar varios matices del
azul, del naranja y de colores indefinidos, híbridos teñidos de tantas gamas que mareaban de entrada un poco. A diferencia de la pátina derechosa, acá uno podía encontrar grandes diferencias. Estaban, por ejemplo, quienes en su momento militaron en la llamada “Naranja Mecánica”. Dulce color de reminiscencia tropical que dominó con discurso de izquierda y economía de derecha al Ecuador durante buena parte de los 90 y que aún en los primeros años del nuevo milenio logró mantenerse como una fuerza relativamente importante pero que, con la aparición del Verdecismo, perdió toda su popularidad llegando al extremo de apoyar al banquero en un viraje ideológico tan radical que su fundador, don Borgia (como el papa español), terminó retirándose a una hacienda para escribir sus nostálgicas memorias, que terminaron abarcando 3 exageradamente gruesos tomos que solo unos pocos leyeron (en la mencionada FLACSON sigue siendo un libro de cabecera) y para esperar pacientemente que, al igual que ocurrió con la protagonista del film Good Bye Lenin, alguien entre corriendo a su habitación para convencerle de que solo fue un mal sueño. Al otro lado del pupo. Es decir en la misma zona coloreada pero con un discurso diferente se encontraban los dandis de la nueva derecha. Uno de ellos, tal vez el más relevante, fue un joven economista liberal, analista económico y aficionado a la fotografía, que se perfiló por unos meses como la gran sorpresa electoral de la centro derecha. Su estrategia fue apostar a la juventud y a la renovación como garantía de calidad (una estrategia tan trillada como explotable) y tan bien le fue, que en sus primeras elecciones presidenciales terminó quinto. Solo por detrás del Verdecismo, del banquero, del coronel y del nulo, que no es mucho, pero es bastante para alguien cuya campaña se desarrolló sobre todo en las redes sociales y sin casi propuestas interesantes, de ahí el cariñoso apodo con el que se le conocería en adelante al mencionado economista: El meme Rodas. Finalmente, en un extraño vuelco visual, el resto de la paleta política en la República de la línea L'escalier // 77
imaginaria dependía, había formado parte o apoyaba al Verdecismo. De ninguna manera ello descalificaba a dichos colores y movimientos, pero los condicionaba terriblemente. Uno de sus representantes más significativos: El Tío Beto, un individuo jovial e inteligente, intentó plantarle cara al Verdecismo aliándose con un sector del movimiento indígena y con un sector de la izquierda más izquierdosa (o al menos así se autodefinían). Pese a la inicial expectativa y pese a haber sido un candidato tan conocido como el mismísimo líder del Verdecismo, al tío Beto no le fue bien, no le fue nada bien, tan mal le fue que pronto corrió el rumor de que ni siquiera sus coidearios votaron por él, porque, para variar, la histórica unidad que siempre ha caracterizado a las izquierdas volvió a dar una muestra de su solidez: Alcanzaron el 3% de la votación y hasta 6 escaños en la asamblea. Lo cual era bueno para los elegidos pero terriblemente revelador para la alianza: sólo entraron candidatos indígenas, a los de la izquierda izquierdísima los votaron pocos. Pasó de ser un movimiento que logró controlar, en su momento, al mayor sindicato público del país a un partido que, en alianza, apenas logró superar el 10% de la votación en dos provincias. “Algo tendrán que ver las bondades garroteroideológicas de su historia” apuntó el historiador y politólogo Ho Chi Minchala, pero nadie le prestó demasiada atención. Compartiendo espectro ideológico pero bastante lejos de sus prácticas políticas se encontraban los Rotura: Un grupo de jóvenes y no tan jóvenes que, sin ser ni pretender ser nunca un partido de masas, tuvieron el coraje de incursionar solitos en la política nacional luego de haber sido parte del Verdecismo y cuyo discurso hablaba de una izquierda moderna y democrática pero que incorporó, para el asombro de muchos, a un general a sus filas, héroe de guerra en una mano, y ex alcalde anaranjado en la otra, o sea milico y político de la vieja guardia, por mucho que los militantes insistían en que dicho General encajaba idealmente con lo que su partido representaba la gente no terminó de creérselo y ninguno de sus candidatos logró una curul en la asamblea. Hubo quienes vieron en la cercanía del general y en la naturaleza de 78 // L'escalier
su campaña (una propaganda innovadora en términos estéticos pero pensada para lectores de Orwell y melómanos que gusten del blues, pero no mucho más), señas de identidad de una Socialdemocracia moderna y liberal y la verdad es que en el fondo no. Pero importa poco, ya que más allá del matiz ideológico fallaron en su apuesta comunicacional. Pese a que su lista contó con la primera candidata transexual de Latinoamérica, relativamente desaparecieron del mapa político. Aunque no del todo, porque, para ser honestos, su candidato presidencial era genuino e interesante. “Un partido que despierta simpatía, que ahora debe despertar empatía” señalaría el mencionado Ilich en un artículo. Colores más, colores menos, ese era la paleta política del Ecuador a inicios del 2013. Una descarga de clorofila que inundaba al resto de colores, ya sea oscureciéndolos o matizándolos. Un líder que compartía el discurso y las frases de históricos dirigentes de la izquierda continental pero de quien se podía esperar cualquier cosa. Desde una renegociación histórica de la deuda externa hasta un acaparamiento de la función judicial; desde una reducción histórica de la desigualdad a una apuesta testaruda por los recursos no renovables; desde un posicionamiento histórico del Ecuador en el mapa mundial a una política interna de seguridad cuestionable, por decir lo menos, y ridícula en algunos casos como el de los dirigentes sociales y opositores acusados de terrorismo. Ecuador seguía siendo una interrogante pendiente. No pocos la quisieron descifrar y fallaron discretamente, pero luego del 2013 algo quedó claro: para bien y para mal, para desesperación de los demócratas más sensibles y regocijo de los seguidores más entusiastas el Presidente y su partido habían logrado, por segunda vez, el poder total. Mucha agua corrió bajo los puentes en los años que han pasado desde aquel febrero de elecciones. Habrá quien diga que nos fue mejor, mucho mejor o peor. Yo digo que nos ha ido como hemos decidido que nos vaya. Y que si queremos que nos vaya mejor, bien haríamos en comenzar investigando un poco donde inició todo.
Piel de cartón Son los momentos de crisis los que detonan la creatividad como pulsión motora y de cura. Este fue el caso de Eloísa Editorial Cartonera, una iniciativa nacida de la descomposición social, que ha hecho eco en Latinoamérica y amenaza con expandirse a todo el mundo. Como es sabido, a partir del 2001 Argentina sufrió un colapso tanto económico, como social y político en el que millones de personas perdieron sus ahorros y sufrieron las consecuencias de una rápida precarización del estado de bienestar. En consecuencia, las expresiones artísticas y culturales iban en picada. En el caso de las editoriales el aumento del precio del papel, entre otros inconvenientes, puso en riesgo de extinción a la lectura y escritura; fue entonces cuando un grupo de escritores y artistas, con Washington Cucurto (Santiago Vega), Fabián Casas y Javier Barilaro a la cabeza, reaccionó e ideó una alternativa para enfrentar las
dificultades que atravesaba el mundo de las letras: elaborar libros artesanales con el cartón que se recogía en las calles, una opción diferente a la tradicional avidez de lucro editorial, en la que el libro se transformaba en una obra de arte total, desde la portada diseñada por varios artistas, hasta los textos de diferentes escritores jóvenes y consagrados (gente como Ricardo Piglia y José Emilio Pacheco cedieron sus textos a Eloísa). A partir de la experiencia de “la editorial más colorinche del mundo”, como la llaman sus miembros, países como Bolivia, Perú, Chile, Paraguay, México, Ecuador y algunos otros, han L'escalier // 79
elegido al cartón, material usualmente destinado a una corta vida de envoltorio, como a la piel que envuelve las palabras de una variedad de voces que se levantan sin necesidad de públicos sofisticados ni anfitriones de lujo. Ninacuro Cartonera La historia de la Editorial Ninacuro Cartonera es un poco diferente. El primero de Octubre del 2012, la Casa de la Cultura Núcleo del Azuay organizó un taller de escritura creativa dirigido por el gran poeta ecuatoriano Roy Sigüenza. A través de las letras, un grupo de 6 jóvenes de los asistentes, de distintas procedencias, edades e ideologías, consolidó una entrañable relación que trascendió a los límites del taller. Esta familia, como ellos mismo se identifican, tocó algunas puertas para buscar apoyo para la publicación de sus textos pero nadie les dio una respuesta satisfactoria. Aunque hubiera sido más simple dejar el proyecto en stand by y dedicarse nuevamente a sus vidas o esperar a que la ayuda toque a sus 80 // L'escalier
puertas, se empecinaron en sacar a la luz sus creaciones. Allí surgió la idea: Mario Ramos, parte del grupo, llegó un día a contar sobre la apasionante Editorial Eloísa; entonces, el recién formado colectivo conmovido por la belleza de aquella estética de la imperfección, se identificó fuertemente con el carácter independiente de la cartonera y decidió hacer uso de su creatividad y los recursos disponibles para crear una. Lograron que empresas les donen su cartón en lugar de tirarlo; convocaron a artistas amigos para que contribuyan a que las portadas de los libros sean únicas, irrepetibles y hechas con materiales totalmente amigables con la naturaleza; encontraron un lugar donde hacer oír sus voces, poco a poco fueron entendiendo que su desafío ya no era sólo literario sino también artístico, ecológico y social. Eran una familia y tenían un proyecto, lo que les faltaba era el nombre. Después de largas discusiones, Juansa, otro de los miembros, mencionó la palabra “Ninacuro” que significa
luciérnaga en quechua y al resto le emocionó la idea pues todos confiaban en que su propósito iluminaría el panorama cultural de la ciudad. Y así fue, el lanzamiento de la editorial realizado el 31 de enero reunió a una importante cantidad de personas a quienes el origen fresco, creativo e independiente de Ninacuro, convocó fuertemente. Los personajes detrás de Ninacuro Cartonera (según ellos mismos) Jorge Torres (Jimi Subhro) Nació hace 26 años gritando su nombre. De pequeño gustaba de jugar fútbol (hasta ahora) y escaparse de la casa con cualquier pretexto. En el colegio estuvo un poco desubicado, fueron sus primeros síntomas del despertar. La universidad fue la mejor experiencia de su vida porque conoció a uno de sus amores, la poesía. Poeta de cartón, fotógrafo aprendiz, forastero de los bosques, la calle es su mochila y lleva la locura en forma de ojos de pez alrededor de su muñeca derecha. Gabriela Espinoza Licenciada en comunicación social y Secretaria de Prensa y Propaganda de la Juventud Comunista del Ecuador. Productora de videos, proyectos en radio, títeres, etc. Autora del blog ajusticiandoconlosmartillos.blogspot.com y de artículos en diferentes revistas. Le gusta diseñar afiches, la fotografía, leer, escribir y viajar. Mamá del pequeño copo de nieve. Mario Gonzalo Ramos Pareja Hijo de un hogar conservador fue reprochado por su atracción hacia la calle, sus padres le llenaron de libros para que se mantuviera lejos de las tentaciones del Suburbio Oeste, barrio donde creció en Guayaquil. Su principal fuente de inspiración, el erotismo y la cosmovisión que se ejerce sobre las sábanas. Ávido lector de literatura latinoamericana, mochilero ocasional, sabe hacer maduro con queso, bailar salsa y merengue además sabe cómo sacarle la carne completa de la pata gorda al cangrejo. Isabel Aguilar
¿Yo? Yo he vivido cuarto de siglo, de los cuales llevo una década desnudándome para papeles y lápices. Trabajo en un bar ubicado al frente de una iglesia, (y por ahora no pido más inspiración que esa). Aunque es imposible negar que la idea de tener el cartoncito responsable que me llame “licenciada”, me quita el sueño casi a diario. Los Ninacuros somos una gran familia, de esas que sabes que no podrían ser disfuncionales ni aunque quisieran. Juan Salvador Velecela Chacón (Juansa) Nace en la ciudad de Cuenca el 15 de diciembre de 1995. Desde muy pequeño presentó una marcada afición a la lectura, de esa inclinación nació el amor a la oratoria cosechando algunos éxitos, entre ellos la declamación del poema La Niña de Guatemala del escritor cubano José Martí ante el auditorio de la Casa de la Cultura Núcleo del Cañar en presencia de Aleida Guevara, hija del Che. Tiene como pasatiempo aprender idiomas. Cristina Flores (Martina Gorkis) Viajera del olvido. Recolectora de historias, busca el canto poético de los rincones olvidados, lectora asidua de novelas policiales, amante del cine y el teatro, partidaria de la explotación intelectual infantil, desde los 12 años supo que la literatura es la mejor aliada del ser humano, y le apasiona siempre hablar sobre el impacto causado en su corta existencia, promotora del intercambio de los programas de televisión por la lectura de un buen libro. Los miembros de Ninacuro hacen su apuesta por una literatura más periférica y honesta que no necesita validación, por una estética de lo inacabado y lo orgánico, por un circuito de distribución más inmediato, masivo y justo. Tal vez por eso su primera edición se agotó el día de su lanzamiento y ahora estén trabajando en la reedición de ese pequeño libro de los seis poetas. Lo importante es que prometen cada vez más y para su segunda edición (también en construcción) esperan ampliarse a otros géneros literarios e incluir más expresiones artísticas con la colaboración de cualquiera que crea en el proyecto tanto como ellos. Estaremos pendientes. L'escalier // 81
Christian L贸pez, 28 Asesor de Modas y Creativo "Boho Chic" L'escalier // 83
Lu Páez, 23 Estudiante de Diseño Gráfico "Chompa Pulchunga"
Maria Laura Guerrero, 24 Estudiante de Arquitectura "Flash Back"
s o d a d n e m r o a c i e p R o C o r a e t a r i P Para
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ilustraci贸n por Lu Paez
R A H C U C S PARA E
Lonerism (2012) Tame Impala Mientras escuchaba el álbum IV de Led Zeppelin, nostálgico pensaba que nunca más escucharía una banda así tan extraordinaria y clásica como esa. Cuando llegó Lonerism a mis oídos supe enseguida que estaba equivocado. Sin duda, este es un disco profundamente marcado por la influencia de los 60 y 70; incluso me atrevería a hablar de un White Album actual. Su sonido nos transporta directamente a esa época, sin embargo, sería injusto dejar de resaltar la cantidad de innovación de Lonerism, lo que convierte a la banda en una de las más frescas y renovadas de la escena actual. Sin más que decir, les invitamos a tomar el reproductor de vinilos, subir el volumen y dejarse llevar por esos 50 minutos de rock y psicodelia. Es un álbum para disfrutar solo o acompañado, con un whisky on the rocks.
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Twins (2012) Ty Segall por Sebastián Sánchez Twins es un álbum de garage-punk-lo-fi de exquisita calidad, del joven músico Ty Segall, proveniente se San Francisco, California. Sus doce melodías están llenas de contrastes, son capaces de ponerte a llorar o invitarte a tomar una guitarra invisible y simular que eres el músico interpretando sus canciones (yo toco Ghost con mi air-guitar, sin dudas, la mejor del disco). Y es que el prolífico Ty creó un álbum digno de reconocimiento y cariño, sobre todo cuando lo escuchas de principio a fin. Todas las canciones son extraordinarias pero hay cuatro que amenazan con volvernos locos: The Hill, You’re the Doctor, Ghost (¡UFFFFF!) y There Is No Tomorrow la canción que cierra el disco y se lleva todos los aplausos. Como casi siempre sucede con las películas buenas, el joven Ty nos deja llorando, con ganas de más.
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f. Francisco Almeida
Gases Nobles & Metales Pesados (2013) RoCola Bacalao ¡Volvió la banda más divertida del Ecuador!, después de una larga ausencia tras el mítico Infierno, con el que lograron un lugarcito en los 10 más pedidos de MTV Latinoamérica, por allá en 2007 (en aquellas épocas remotas en las que los videos musicales todavía eran parte de la programación), además del siempre apreciado reconocimiento de la Rolling Stone Latinoamérica, que ubicó a Infierno como uno de los 50 mejores discos del 2007 y a RoCola como una de las mejores bandas de la región. Después de las interminables giras por las lejanas Europas, regresan renovados y trayendo su esperado material Gases Nobles & Metales Pesados, que sin dejar de lado su característico humor permite entrever un proyecto más maduro y singular. Con la producción de Miguel Sevilla, Gases Nobles & Metales Pesados es un álbum de trece impecables y divertidos tracks, un remix que combina y transforma la estética de la cumbia, el reggae, la salsa, el merengue y el rock con divertidas, irreverentes y astutas letras que te harán bailar y mover la cabeza, las caderas; bueno hasta las uñas. Empezando con Patas Rojas, un energético track instrumental, el nuevo material de la RoCola se pone algo pesado (como su nombre lo sugiere) sin dejar de lado su característica diversidad instrumental en El panecillo o Madre Rusia, para luego deleitarnos con una infaltable y divertida cumbia, hasta llegar a lo que bien podría ser el clímax del disco en la genial Guayaquil City, que está plagada de joyitas líricas, dignas de ser coreadas a todo pulmón, en un nuevo material que no escatima el humor (como lo prueba el hilarante Kingston Town), Gases Nobles & Metales Pesados no decepciona en absoluto.
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PARA VER
Silver Linings Playbook (2012) David O Russel Puede que el último trabajo del polémico David O’Russell haya tenido más aceptación que su extraña I Heart Huckabees de 2004, pero no se engañen, este film no es un cliché taquillero, Silver Linings Playbook es mucho más (y sus ocho nominaciones al Óscar no son gratuitas). En su nueva entrega, la que le ha valido un abrumador reconocimiento por parte de la crítica, O’Russell retrata a Pat Solitano, un maestro desempleado que regresa a vivir con sus padres después de una estadía de ocho meses en una clínica psiquiátrica (en la que además se le han diagnosticado desórdenes bipolares). Pat intenta demostrar a todos que la estadía dictaminada por la corte después de un intenso episodio de violencia cuando literalmente medio mata a golpes al amante de su mujer, le ha cambiado, convirtiéndolo en un hombre inexplicablemente positivo. Pat tiene una sola misión recuperar a su esposa, quien le ha puesto una orden de alejamiento. Durante los subibajas de su enfermedad y sus evidentes intentos por mantener la estabilidad conocerá a Tiffany, una reciente viuda con problemas similares. Este “feel good” film es más que un remix de la novela de Matthew Quick, resulta una transformación que no solo que aporta en su estética, sino que nos ofrece una cuidadosa realización técnica que haciendo uso de planos cercanos nos permiten experimentar a primera vista los estragos de las enfermedades psicológicas, cuando O’Russell nos presenta dos anti-héroes desadaptados, que están muy lejos del prototípico protagonista hollywoodense. Pat y Tiffany (protagonizados por Bradley Cooper y Jennifer Lawrence) son molestamente sinceros, extraños, explosivos e inestables, aun así no se puede evitar empatizar con ellos y sus problemas, y es este justamente uno de los encantos que hace de esta película una joya.
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Submarine (2010) Richard Ayoade En la era del remix la adaptación es el recurso favorito de Hollywood, desde Harry Potter hasta Fight Club, el 75% de la producción cinematográfica es un remix, a veces bueno y en su mayoría cuestionable, (aunque eso solo lo sepan los pocos lectores y los críticos). Cuando el mediático Richard Ayoade hizo su esperado debut en 2010 nos encontramos con Submarine, un virtuoso remix de la célebre novela de Joe Dunthrone. Y pesar de lo arriesgado que resulta una adaptación, Ayoade logró esquivar el abismo de un posible fracaso cuando nos encontramos con una obra que se lleva no sólo los méritos de la historia que creó Dunthrone, sino que trasciende y emociona gracias al contenido estético concebido por Ayoade para materializar el mundo de Oliver Tate, un adolescente que lucha por mantener el equilibrio entre sus deberes como el novio perfecto, mientras hace un esfuerzo por rescatar a sus padres de una posible separación cuando un antiguo amor maternal reaparece. Pero no se dejen engañar por esta breve sinopsis, Submarine no es otra historia de amor adolescente. Haciendo uso de una atinada narración en primera persona (la que por cierto recuerda mucho a la versión literaria) Ayoade, nos permite experimentar esos primeros roces con el peso de la existencia y el amor, todo desde la subjetividad principiante pero profunda de su protagonista. Con Alex Turner como el encargado de musicalizar este film, con canciones de evidente carga poética, Submarine resulta un retrato plagado de ternura desde la singular perspectiva de un joven ligeramente desadaptado e introvertido pero sumamente perspicaz.
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También la Lluvia (2011) Icíar Bollaín Gael García Bernal es un tipo tan encantador que cuando el Instituto Cervantes organizó un concurso entre celebridades de la literatura y de las artes hispanohablantes, para que propusieran la palabra más hermosa del idioma ganó la suya: Querétaro. Una palabra más bien fea pero que, descrita por García Bernal, terminó siendo más convincente para los internautas que “Sentimiento” “Flamenco” o “Alegría”, palabras propuestas por gente tan dispar como Shakira o Vargas Llosa. Alguien que pueda convencerte de que Querétaro es una palabra linda sin duda es un excelente actor, pero en También la Lluvia Gael García (Sebastián) hace algo más: ceder protagonismo e insertarse perfectamente en una historia donde no lleva el peso dramático, rol que recae en la magistral figura de Luis Tosar (Costa). Ya metidos en la historia, el film trata sobre un joven director de cine (García) que junto a su productor (Tosar) vive obsesionado con realizar una película que describa con fidelidad el encuentro entre los conquistadores españoles comandados por Cristóbal Colón y los nativos de las islas caribeñas comandados por Hatuey, personaje en Cuba y en otros países de Centroamérica es considerado héroe nacional. Para ahorrar costos de producción el equipo decide filmar en las zonas selváticas, cercanas a la ciudad de Cochabamba, Bolívia, lugar en el que se vivía la “Guerra del Agua”, un enfrentamiento real entre el gobierno y los sectores populares y campesinos a raíz de la exagerada política de privatizaciones. En el film este enfrentamiento termina siendo la excusa narrativa para conectar la historia pasada con la presente. Iciair Bollaín, directora madrileña se aventura en esta producción a encontrar paralelismos entre la salvaje forma colonial del despojo alrededor del oro y las modernas pero igualmente salvajes formas de privatización alrededor del agua. Una película aguda, bien escrita, excelentemente montada y soberbiamente dirigida. 92 // L'escalier
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R E E L A R A P
durante 50 años del taller de pescaditos dorados que el coronel Buendía instaló junto a su casa.
Estrella Distante Roberto Bolaño Anagrama - 1996
Alguien dijo alguna vez que a los autores grandes se los debe medir por sus obras menores; en la medida en que una obra menor se acerque a la maestría, se puede hablar, así mismo, de un autor menor o mayor. ¿Qué hubiese sido del Gabo si las novelas y cuentos previos y posteriores a Cien Años de Soledad no hubiesen tenido inscritas ya en su ADN la belleza narrativa y la fuerza simbólica que alcanzan, en la crónica de Macondo, niveles industriales? El riesgo, saludable riesgo, es ya no poder escapar de ese mundo recién descubierto, como le terminó pasando al mismo García Márquez, prisionero 94 // L'escalier
Roberto Bolaño es un caso similar pero distinto. Como buena parte de su generación literaria también quiso practicar el parricidio, en México fundó el movimiento de los infrarrealistas (junto con Mario Santiago Papasquiaro, el mejor poeta post-beat) que desafió al establishment literario mexicano de la época, y hasta estuvo a punto de liarse a golpes con el mismísimo Octavio Paz. Ese Bolaño contestatario terminaría publicando pocos años después Estrella Distante, un libro diminuto, casi un epílogo del libro del cual éste se desprende: La literatura Nazi en América Latina, obra con la que despertaría el interés de la crítica. Estrella Distante, sin embargo, pese a ser la culminación de una obra previa, es también otro. Como si en Macondo a alguien se le hubiese ocurrido espiar la casa de cualquier vecino anónimo, como si en la casa de este vecino se viviese como en Bogotá y no como en Aracataca. Así de genial es Bolaño, capaz de hacer exactamente lo mismo que hicieron los mayores que criticaba (un universo simbólico único y extenso, pero infranqueable) y aun así reinventarse. Se ha dicho y con razón que Bolaño no es un autor fácil, Estrella Distante tampoco lo es. Tal vez por eso apenas a la muerte del chileno muchas de sus obras menos conocidas o “menores” fueron reimpresas y alcanzaron nuevos mercados entre ellos el nuestro, tan a la deriva en materia de industria editorial que es posible encontrar sitios en donde te entregan el Diario del Chavo del Ocho cuando preguntas por obras de Bolaño. Estrella Distante marcó el inicio del “Mito Bolaño”, dos años después aparecería Los Detectives Salvajes la novela más innovadora desde Rayuela de Cortázar que en 2007 fue incluida entre las 100 mejores de los últimos 25 años. No era la única obra del autor, 2666 figuraba también en la lista. Estrella Distante en realidad es una excusa, lean cuanto puedan de Bolaño.
derecha norteamericana, cristiana, ecuménica y en general de los poderes establecidos, pero también la admiración de jóvenes progresistas, liberales y librepensadores, que vieron en él a un heredero de la desgastada pero aún vigente escuela británica de la sátira y la ironía.
Cartas a un Joven Disidente Christopher Hitchens Anagrama - 2003
Christopher Hitchens vivió como escribió: sin tapujos y siempre al borde. Con su intelecto e impresionante capacidad analítica como única arma, este inglés de mirada inquieta y humor profundo, se enfrentó en su momento con verdaderos molinos de viento, gigantes intocables a quienes nadie en su sano juicio se hubiese atrevido a cuestionar públicamente. Gente de la fama y el recorrido de Henry Kissinger o de la Madre Teresa de Calcuta, ambos premios Nobel de la Paz, a quienes el inglés acusó al primero de genocida y mentiroso, y a la segunda de tartufa y falsa. Esto le granjeó el odio de la
En Cartas a un joven Disidente, este exquisito ensayista hace acopio de toda una vida militando en la defensa de sus ideas, para esbozar un epistolario con un interlocutor imaginario que va desentrañando las posturas del autor respecto a temas tan esenciales como la guerra, Dios, la felicidad, la vida, la libertad y la muerte. Rescata lo mejor de la evolución humana, la capacidad de razonar como única estrategia real para sobrevivir como especie, superando las taras sociales, económicas y políticas heredadas de nuestra cultura religiosa judeo-cristiana y que han sido, en última instancia, las responsables de las peores atrocidades que el ser humano ha cometido. Reivindica el valor de la imaginación y de la libertad creativa en una sociedad cada vez más robotizada y conformista. Recupera el sentido original de muchas de las teorías emancipadoras y de lucha social que con el tiempo terminaron resultando peores que el capitalismo; desde Emile Zola hasta Vaclav Havel; desde Rosa Luxemburgo hasta Slavoj Zizek; desde Aldoux Huxley hasta George Konrad. El libro también es un inventario de autores disidentes, gente que se cuidó de lo irracional por seductor haya sido; que rehuyó de lo “trascendente” y de todo aquello que invitase a la subordinación o al aniquilamiento; gente que nunca fue simplemente espectadora de la iniquidad o de la estupidez. Hay quien diría que este libro es una verdadera biblia, si no fuese porque sus lectores habituales, al igual que su autor, desconfían de todo tipo de texto sagrado. Pero no, no es una biblia, este libro está escrito para ser devorado, criticado, contradicho, alimentado, vivido. Como una biblia, pero al revés.
L'escalier // 95