A mi Lama Raíz S.S. Kalu Rinpoche, por su pronto renacimiento.
Su Santidad Kyabje Kalu Rinpoche, tuvo como único objetivo el dedicar su vida a todos los seres, ayudándoles con sus enseñanzas a descubrir el camino que conduce a la felicidad permanente. En esta conferencia que impartió, sobre la Paz Mundial, nos hacer ver que para lograrla, uno no debe luchar por cambiar su entorno, sino que tiene que transformarse primero a si mismo, por medio del Amor y la Compasión hacia todos los seres y desarrollar la comprensión de la verdadera naturaleza de su mente. Pues es sólo de esta manera como podrá verdaderamente contribuir a la paz y armonía en el mundo.
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En recuerdo de JesĂşs Armenteros ya que gracias a ĂŠl muchos seres se introdujeron en los diferentes caminos espirituales.
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Estoy muy contento de estar en España, un país donde hay muchas personas con un gran potencial espiritual y de encontrarme aquí reunido con todos vosotros. Voy a presentarme un poco. Primero, en 1957, fui a Bután, un pequeño reino que se encuentra entre el Tibet e India, para hacerme cargo de un pequeño monasterio que me había sido confiado. Después, la situación en el Tibet tomó tal cariz que no pude ya regresar a mi país. Continué dando enseñanzas e instrucciones en Bután e India y en 1970 vine por primera vez a Occidente. Hasta ahora he realizado cinco viajes a Occidente el de esteaño es el sexto. En el transcurso de estos viajes he dado numerosas instrucciones referentes al Dharma. Existen ahora en los países occidentales numerosas personas que tienen gran interés por la tradición Budista, que la practican y han tomado votos monásticos. Hace ahora 2.815 años que el Budismo apareció sobre la tierra y 1.985 que surgió el cristianismo. Estas dos tradiciones espirituales son las más antiguas del planeta y entre ellas encontramos elementos muy similares: la fe en la realidad última, cualquiera que sea el nombre que le demos a ésta, que es extremadamente importante; el amor por todos los seres, el deseo de ayudar a los demás, la paciencia, la generosidad, virtudes muy importantes tanto para el Cristianismo como para el Budismo. El Cristianismo es una base para que se desarrolle el Budismo. Prepara un terreno favorable para su práctica. Por otra parte, en los países occidentales actualmente todo el mundo estudia, desarrolla su inteligencia y ello es un factor importante para comprender el Budismo, para entender fácilmente cuál es el punto de partida, el camino y la meta. Cuando fui invitado a venir a Occidente por personas que me ayudan económicamente y escuchan mis enseñanzas, pedí consejo sobre la conveniencia de realizar este viaje a dos personas que son las máximas autoridades del Budismo Tibetano, a S.S. el Dalai Lama y S.S. Karmapa. Ambos me estimularon a llevar a cabo el viaje pensando que sería 5
beneficioso para numerosas personas. Uno de los primeros países que visité fue Italia y en Roma me entrevisté con Su Santidad Pablo VI, quien insistió mucho en la difícil situación de nuestra época y me estimuló a que diese enseñanzas a fin de que la paz y la felicidad pueda establecerse en la tierra. Permanecí tres días en el Vaticano, donde visité sus diferentes monumentos. Creo que gracias al estimulo y consejo de estas personas. Por todos los lugares donde he ido, he podido ayudar a numerosos seres. Se dice que en nuestra actual era cósmica, en este kalpa, deben manifestarse mil Budas. Cuatro ya se han manifestado. El primero se llamaba Korwa Chik, que significa destrucción del mundo ordinario. El segundo se llamaba Bendo, color de oro. El tercero, Desum, el protegido por la luz y el cuarto fue Sakyamuni, que nació, hace ahora, 2.815 años. En el futuro el Buda que se manifestará será Maitreya que significa el amor., quedando todavía 994 Budas por venir. Las enseñanzas legadas por el Buda Sakyamuni. Actualmente vivas, se conocen con el nombre de enseñanzas interiores. ¿Por qué se llaman así? Porque es una doctrina, una ciencia que tiene por objetivo ayudar a socorrer a nuestra mente, que está en el interior respecto al cuerpo. Esta ciencia aspira a hacer alcanzar la felicidad y la paz espiritual a los seres. Como me comentó Pablo VI cuando estuve con él, en nuestros días hay un cierto peligro de una tercera guerra mundial. Por lo que es extremadamente importante intentar que la mente de los seres encuentre la paz y la felicidad interior y esta guerra pueda ser evitada. La verdadera causa de todo conflicto, de toda guerra es la mente. Donde no hay mente no hay conflictos. No veréis nunca a las piedras., a los guijarros, a la materia inerte comenzar a luchar. Si no tuviésemos mente, nuestros cuerpos inertes no pelearían. La mente es la causa, la raíz de los conflictos. ¿Por qué la mente puede producir tales conflictos? Porque en ella hay ciertas negatividades como el odio, el deseo, la envidia, etc... que impiden la paz y la felicidad. Existe una enorme cantidad de 6
personas en este planeta que están azotados por un tipo de negatividad llamada oscuridad de espíritu, opacidad mental. Son personas que no tienen ninguna visión espiritual. No creen en la existencia de vidas pasadas, que después de esta vida hay otra, no creen que existan actos que sean virtuosos y otros que no lo son, no comprenden que los actos virtuosos acarreen un tipo de resultados y los no virtuosos otros diferentes. Esta actitud de espíritu es la gran causa de los conflictos entre los países. Muchos hombres están afligidos por el deseo y la posesividad. Vemos que unos tienen unas cosas y en otros países no y las desean. Esta es una de las causas de que se produzcan conflictos, de que se turbe la paz del mundo. Muchas personas tienen también un gran orgullo, envidia, odio. Estas son también causas de numerosos conflictos, lo que turba la paz del mundo. Si todas estas negatividades de la mente desapareciesen. Todo conflicto internacional, toda guerra, seria imposible. Y la forma de hacerlas desaparecer son precisamente las enseñanzas dadas por el Buda. De ellas se dice que son como un elixir que hace desaparecer la negatividad. Si cada persona, individualmente, eliminase su negatividad y estableciese en su mente la paz y la felicidad, el conjunto de las paces y felicidades individuales produciría forzosamente la paz y felicidad del mundo entero. El mejor medio, el superior a los demás, para conseguir la paz es desarrollar en nosotros la Bodhichitta relativa y última. Bodhichitta significa la aspiración de alcanzar la Iluminación para el bien de todos los seres. Para desarrollar la Bodhichitta relativa hay que desarrollar el amor y la compasión. Amor y compasión se desarrollan primero reflexionando sobre lo que han sido para nosotros nuestro padre y nuestra madre en esta vida. Pensar que nuestra madre durante nueve meses y diez días nos ha llevado en su vientre. Después, desde el momento de nuestro nacimiento hasta que pudimos ser independientes, nuestros padres han hecho todo lo necesario para que tuviésemos lo mejor: los mejores cuidados y estudios posibles, etc... Por otra parte, nuestra existencia humana es 7
llamada preciosa porque, a diferencia de otros estados existenciales, nos permite avanzar espiritualmente y es gracias a nuestros padres que poseemos esta existencia humana. Entonces, lo primero, lo fundamental es reconocer la bondad de nuestros padres hacia nosotros. Si reconocemos que así ha sido la bondad de nuestros padres con nosotros, automáticamente sentiremos hacia ellos un gran amor y compasión. A partir de esto, debemos reconocer otra realidad. Como el Buda enseñó, todos los seres del Universo, cualquiera que sean, han sido nuestro padre o nuestra madre en alguna existencia pasada. Todos los seres no han sido sólo una vez o dos nuestro padre o nuestra madre, sino que el Buda afirmó que contar el número de partículas de la tierra que componen nuestro planeta, podrá hacerlo un Buda perfectamente omnisciente. Pero no podría contar cuántas veces un solo ser ha sido nuestro padre o nuestra madre en existencias pasadas. Es un número infinito. Ahora bien, estos seres que han sido nuestros padres y madres, ¿qué es ahora de ellos?, ¿en qué situación existencial se encuentran?. Se cuenta que hace tiempo había en india un yogui, un maestro espiritual llamado Pagpa Katayana con grandes poderes espirituales. Un día que se encontraba cerca de una casa vio que junto a ella había una mujer comiendo un pescado con un niño en brazos. Cuando terminó de comérselo, arrojó la raspa al suelo y un perro que había junto a ella se acercó a comérsela. La señora entonces le dio una patada para que se apartase. El yogui, debido a su poder espiritual, pudo ver cuál era la relación que unía a la señora, al niño, al pescado y al perro. El bebé había sido el peor enemigo de esta señora. Había muerto hacia algunos años y había renacido como hijo suyo. El pescado que se había comido había sido su padre muerto años antes y el perro al que dió la patada, su madre ya muerta. El yogui, a la vista de esto pensó: trata con tanto mimo a su peor enemigo, se come a su padre y da una patada a su madre. ¡Verdaderamente el samsara es extraño y se echó a reír.
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De todos estos seres que han sido nuestros padres y madres en existencias pasadas, la mayor parte se encuentra ahora en estados de gran sufrimiento llamados infernales donde los seres sufren de un calor o de un frio extremos. Otros han renacido entre una clase de seres que no vemos llamados espíritus ávidos, una especie de fantasmas que sufren enormemente de hambre y de sed. Otros han renacido entre los animales, cuyos sufrimientos todos conocemos: esclavizados, padecer hambre, sed, ser cazados o devorados. Otros han nacido como humanos y entre los humanos hay también grandes sufrimientos, principalmente los del nacimiento, enfermedad, vejez y muerte, y otras dieciséis clases de sufrimiento reconocidas tradicionalmente. Cuando se piensa en todos estos seres. Que han sido nuestros padres y madres y uno se da cuenta de cuales son ahora sus sufrimientos, desarrolla amor y compasión por ellos. Entonces se buscan sin cesar los medios que permitan liberarles del sufrimiento, y establecerles en la felicidad. Cuando, por otra parte, se piensa que todos los seres están afligidos por la ira, aversión, envidia, orgullo, la opacidad mental, etc... y que como consecuencia de estas diferentes negatividades se pelean continuamente y permanecen en continuos conflictos, los cuales son la causa de que en vidas futuras renazcan en mundos de sufrimiento, no podemos hacer otra cosa que pensar en ellos con amor y compasión. Cuando pensamos de esta forma en todos los seres que han sido nuestros padres y nuestras madres en el pasado y más particularmente en los renacidos como humanos, si pensamos que todos sus sufrimientos, todas las negatividades toman la forma de una luz negra que nosotros mismos aspiramos, y se disuelve en nuestro propio corazón y que a consecuencia de ello quedan libres del sufrimiento y establecidos en la felicidad, después pensamos que al espirar enviamos una luz blanca que lleva a estos seres todo lo que de positivo existe en nuestra mente, si hacemos esta práctica imaginativa que se llama tomar sobre si los sufrimientos de los demás y dar la propia felicidad, ciertamente éste será un factor muy importante para que 9
desaparezca el sufrimiento en el mundo y la paz y la felicidad se establezca en la tierra. Se cuenta que en otros tiempos existía una gran guerra entre dioses y semidioses que corresponden a los dioses y titanes de la mitología. Los semidioses estaban a punto de atrapar a Indra, el Señor de los dioses y éste pensó que sólo podría salvarse huyendo. Subido en su magnífico carro de guerra, hostigó a sus caballos, que veloces emprendieron la huida. En plena fuga observó que junto al sendero que había tomado había un gran árbol en cuyas ramas anidaban águilas recién nacidas. Al aproximarse se dio cuenta de que si continuaba en esa dirección golpearía las ramas y la mayor parte de las avecillas que se encontraban en su camino caerían y morirían y experimentó una gran compasión por ellas y pensó: debo hacer un viraje rápido para no golpear el árbol, aunque se destruya el carro, y yo muera, no puedo matar a todos esos seres. Hizo un viraje muy brusco para evitar el árbol y no volcó sino que a consecuencia de la maniobra, carro y caballos giraron sobre sí quedando frente a los enemigos que le perseguían. Los semidioses, al ver venir hacia ellos el carro de Indra a gran velocidad, experimentaron un gran miedo y emprendieron la huida, de forma que finalmente la victoria fue para los dioses. Y ello fue posible por la fuerza de este acto de compasión y amor del dios Indra hacia aquellas avecillas. Cuando se desea desarrollar el amor y la compasión y la motivación de alcanzar la iluminación para el bien de los demás, lo primero que debemos disipar son las negatividades que existen en nuestra propia mente, ya sean la agresividad, el deseo, la envidia, etc. y de esta forma alcanzar uno mismo la paz interior. Esta paz hay que establecerla primero con uno mismo, y después de establecida, en segundo lugar, hay que crearla con los que están más cerca de nosotros, nuestra familia. Hay que evitar la envidia, la ira, etc... hacia todos aquellos con los que convivimos. Si somos padres debemos tener mucho amor hacia nuestros hijos y si somos hijos debemos escuchar todo lo que nos dicen nuestros padres. 10
Hay un tercer nivel en el que debemos instituir la paz, y es a nivel de las relaciones internacionales. Que los países más favorecidos ayuden siempre a los menos favorecidos, y que no haya nunca un mal sentimiento de un país hacia otro. Obrando así, la paz se establecería en toda la Tierra. Todo esto que acabo de Bodhichitta relativa. Pero Bodhichitta última o absoluta. la paz mundial, ya que nos realmente nuestra mente.
explicar es lo que se llama la existe otro aspecto llamado Esta puede contribuir también a ayuda a comprender cómo es
¿En qué consiste el conocimiento de nuestra propia mente? Todos nosotros pensamos en líneas generales: yo soy, yo tengo una mente, yo existo, tengo ciertas cualidades y sin duda poseo muchos conocimientos. Pero aparte de esto nunca observamos qué es esta mente, no la conocemos y no conocerla es relativamente peligroso. El cuerpo no es la mente, la palabra tampoco lo es. Nuestra mente es quien experimenta toda clase de fenómenos mentales, por ejemplo, cuando pensamos: soy feliz, me siento desgraciado, estoy encolerizado, soy envidioso, etc... Todo esto es la mente. Nuestra mente esencialmente es vacío, pero hay que comprender bien lo que significa esta palabra. Vació significa que la mente no es una cosa, que no es algo limitado. No se puede decir que la mente tiene tal forma, tal color, tal volumen o está hecha de tal sustancia. Pero la mente no solamente es vació, además de esa vacuidad existe una dinámica propia en la vacuidad que se expresa como lo que se llama luminosidad. De la misma forma que en esta habitación, en la que hay espacio vació, existe una luminosidad que permite ver las cosas claramente, igualmente la luminosidad de la mente es lo que permite que aparezcan en ella todas las cosas con claridad. En nuestra mente podemos Hacer aparecer el cielo, la luna, las estrellas, nuestra casa, cualquier cosa en la que pensemos. Esto es la luminosidad de la mente. Además de vacuidad y luminosidad existe en la mente un tercer aspecto llamado conocimiento discriminativo. 11
Suponiendo que penséis en el cielo con el sol y la luna, si veis el sol lo reconoceréis y pensáis: este es el sol, si veis la luna pensáis: ésta es la luna. Si aparece un hombre en vuestra mente reconocéis que es un hombre. Esta es la tercera cualidad de la mente y se conoce con el nombre de conocimiento o conocimiento discriminativo. A eso que en esencia es vacuidad, se manifiesta como luminosidad y funciona como conocimiento discriminativo se le conoce con el nombre de mente que todos poseemos. No es suficiente con conocer las características de la mente, hay que tener por lo menos una cierta experiencia en sus tres aspectos. La mente, como dije, primero es vacío. Es como una base de no manifestación primordial. El vacío, el espacio no tiene limites; de la misma forma el vacío de la mente tampoco los tiene. Para experimentar un poco esto ahora dejad reposar vuestra mente durante algunos minutos en un estado de vacuidad que no es un estado de inconsciencia sino un estado donde la mente no produce nada, un estado sin límites… Donde quiera que exista vacuidad de la mente existe también su facultad de luminosidad. Hay pues en nuestra mente un poder infinito de manifestación. Si ahora pensamos en un cierto lugar de España, en el mar o en Francia, seremos capaces de hacer nacer en nuestra mente la imagen de estos tres lugares. Tratemos ahora de hacerlo durante unos instantes… Pero no solamente existe esta ¡luminosidad que hace que aparezcan imágenes en nuestra mente sino que además existe el hecho de que podamos identificarlas. Decimos: esto es el mar, esto es una ciudad, esto tal monumento de tal ciudad, etc... Esta facultad de identificación es el conocimiento discriminativo. El tercer aspecto de la mente. En nuestro estado ordinario no reconocemos esta facultad infinita de nuestra mente. Ahí donde simplemente hay vacuidad infinita pensamos que hay un yo, muy limitado, una pequeña entidad que apenas ocupa espacio. Ahí donde solamente hay luminosidad de la mente creemos que hay objetos existentes realmente, lo que llamamos lo otro y por eso experimentamos el 12
mundo entero en términos de dualidad en términos de yo y lo otro, yo y lo demás. A partir de esta dualidad surgen las diferentes negatividades de la mente: la ira, la envidia, la avaricia, la posesividad, etc. Si en nuestra mente aparece un objeto deseable, nos sentimos felices, encontramos la experiencia agradable, pero si examinamos las cosas más de cerca veremos que el objeto, el sentimiento agradable y quien lo experimenta, no es otra cosa que nuestra mente que es fundamentalmente vacuidad, luminosidad y conocimiento discriminativo. Habitualmente cuando surge en nuestra mente un pensamiento de deseo estamos convencidos de que se trata de algo real, de hecho, sólo es nuestra mente; y pensando que se trata de algo real, ponemos en marcha un proceso para obtener lo que deseamos. Si, por el contrario, reconocemos que este deseo no tiene una realidad en sí, que no es sino una producción de nuestra propia mente y que nuestra mente es fundamentalmente vacuidad infinita, el deseo se disolverá en la vacuidad y no resultará un problema. A veces puede surgir en nuestra mente un objeto que creara ira, aversión. Fundamentalmente el objeto de la ira, de la aversión no existe fuera de nuestra mente, fuera de la vacuidad, luminosidad y conocimiento de nuestra mente. Habitualmente no pensamos así. Si un pensamiento que produce ira nace en nuestra mente, pensamos que esa ira es algo real y por tanto obramos en consecuencia, de modo que la ira puede conducirnos a matar a otra persona, por ejemplo. Por el contrario, si reconocemos que esa ira no existe sino en nuestra mente, que no existe fuera de ella, esta ira se disolverá en la vacuidad de nuestra mente y ahí donde habla ira sólo habrá paz de espíritu. Se trate de un conflicto con nosotros mismos, con los seres cercanos, nuestra familia o entre naciones, todos estos conflictos proceden únicamente de nuestras negatividades: la ira, la envidia, etc... de nuestra propia mente. Si reconocemos que todas estas negatividades no son sino mente, que es fundamentalmente vacío, desaparecerán con toda su fuerza y la 13
paz y la felicidad podrán establecerse de manera universal. Reconocer la vacuidad de una emoción negativa se dice que es como echar agua fría sobre agua hirviendo; inmediatamente deja de hervir y se enfría. El Buda en su tiempo dio 84.000 enseñanzas diferentes pero la raíz de todas ellas van dirigidas a tratar de abandonar las negatividades de nuestra mente transformándolas o bien liberándose de ellas por un simple reconocimiento de su naturaleza. El funcionamiento actual de nuestra mente es condicionado, limitado, es decir, impuro. Cuando se revela en toda su pureza total este funcionamiento se describe en la forma de los Tres Cuerpos de un ser iluminado, un Buda. La vacuidad de la mente corresponde al llamado Cuerpo Absoluto, el Dharmakaya. La luminosidad de la mente corresponde al Cuerpo de Gloria, que es un cuerpo de luz que se manifiesta a los seres de nivel espiritual muy elevado, que por tanto no podemos verlo y que se llama Sambhogakaya. Existe un tercer cuerpo que puede tomar un ser iluminado, es el Cuerpo de Manifestación que puede ser, por ejemplo, un cuerpo humano con el que se puede comunicar y se llama en sánscrito Nirmanakaya. Finalmente existe un cuarto cuerpo llamado Svabhavikakaya. El Cuerpo de Esencia, el que significa que los Tres Cuerpos anteriores no son entidades separadas sino que son una misma y única unidad esencial. A la totalidad de la mente perfectamente pura se le llama consciencia primordial fundamental o consciencia no dual fundamental. Esta consciencia, que es como el agua pura, está presente en nuestra mente y es por este hecho que tenemos la posibilidad de alcanzar el estado de Iluminación última. El estado de Buda. Podemos preguntarnos por que si poseemos esta consciencia primordial fundamental pura en si misma, nuestra mente es impura, por que no funciona a nivel de esta consciencia primordial. No sucede así primero porque no reconocemos nuestra propia mente, porque la mente no se reconoce a si misma. No reconoce su verdadera naturaleza, igual que en un agua pura puede haber lodo, suciedad que enturbie su 14
aspecto. Este no reconocerse la mente a si misma se llama el velo de la ignorancia, el primero que recubre, que oscurece la mente. Puede uno preguntarse cómo es posible tal ignorancia, cómo es que la mente no puede verse a si misma. Pensemos que desde que nacimos tenemos ojos y que sin embargo no podemos ver con ellos nuestra propia cara; nuestros propios ojos no pueden verse tampoco a si mismos, de la misma forma que la mente en nuestro estado actual no es capaz e percibirse a si misma. ¿Cuál es el problema que entraña esta ignorancia fundamental? Como hemos visto antes el problema radica en que donde únicamente hay vacuidad pensamos que únicamente hay un yo realmente existente. Allí donde únicamente hay luminosidad pensamos que hay objetos exteriores realmente existentes, bien sean formas, sonidos, olores, etc...; todo lo que percibimos como objetos exteriores en esencia sólo es la luminosidad de la mente, y percibiendo así, experimentamos el mundo en términos duales, en términos de yo y lo otro, yo y los demás. A esto es a lo que se le llama el segundo velo que recubre, que oscurece la mente, el velo de la tendencia fundamental dualista. Del hecho de que experimentemos el mundo en términos dualistas nace por una parte la atracción o deseo y por otra la aversión o la ira y en tercer lugar la oscuridad mental. De estas tres negatividades fundamentales surgen otras tres: la avaricia, la envidia y el orgullo, y si seguimos la progresión llegamos a un total de 84.000 negatividades que son el tercer gran velo que cubre nuestra mente, el velo de las negatividades. Después, estando nuestra mente sujeta a este conjunto de negatividades, es decir, estando cubierta, oscurecida por el tercer velo de las negatividades. Nos lleva a realizar un gran número de actos negativos. Estos actos negativos tienen como fruto hacernos renacer en condiciones de gran sufrimiento, en los llamados estados inferiores: los infiernos, entre los espíritus ávidos o los animales. 15
Esta mente impura que es como el lodo que enturbia el agua, es a lo que se llama consciencia ordinaria fundamental, o consciencia dual fundamental y es la que ahora está presente en nosotros. La consciencia primordial fundamental, la consciencia pura no dual fundamental no se expresa así, sino en conexión con diversas causas y circunstancias, se manifiesta en forma de fe, compasión, generosidad, deseo de ayudar a los demás, etc... Cuando esta consciencia se expresa. Obrando así, impulsados por estas diferentes cualidades., los actos que realizamos son en sí las causas que nos conducen a renacer en los mundos superiores, ya sea el de los dioses, semidioses o en el de los hombres. La práctica del Dharma, tiene por objeto hacer desaparecer la consciencia ordinaria impura y hacer florecer la consciencia primordial pura. El objetivo pues de la práctica espiritual debe ir dirigido primero a actuar de manera que consigamos purificarnos de los cuatro velos:
- El velo de la ignorancia. - El velo de la tendencia dualista. - El velo de las negatividades. - El velo de los actos en general.
Cuando nos hemos purificado completamente de estos velos, a eso se le llama en Tibetano “Sang”. Por otro lado, cuando estos velos son eliminados, la consciencia pura primordial fundamental y todas las cualidades que existen en ella se expanden totalmente. Expandir en Tibetano se dice “Gye”, y las dos sílabas reunidas: Sanggye, forman una palabra que significa en Tibetano Buda. Así pues, si traducimos literalmente esta palabra deberemos entender: totalmente purificado y totalmente expandido. 16
Un ser que ha alcanzado este estado último, el estado de Buda, posee cualidades que no se pueden encontrar en ningún otro ser. Se dice que el Cuerpo de un Buda posee ciento doce cualidades, su palabra sesenta cualidades y su mente treinta y dos cualidades que no pueden encontrarse en ningún otro ser. En las existencias pasadas hemos cometido actos cuya calidad es muy variada. Los hay positivos y negativos entremezclados. El conjunto de estos actos se dice que es como una semilla en nuestra mente y ahora en esta vida esta semilla se actualiza, germina. El cuerpo que ahora tenemos es el fruto de los actos pasados. Es por esto que se le llama cuerpo de plena madurez del karma; fundamentalmente no es otra cosa que un producto de nuestra propia mente. Cuando soñamos aparecemos en nuestro sueño con un cierto cuerpo y experimentamos los sucesos con una cierta mente; además aparecen diferentes objetos. Todo esto no es sino producción de nuestra mente y el cuerpo que tenemos en nuestro sueño es llamado cuerpo de tendencias inconscientes. Llegará un momento en que moriremos y después, pasado cierto tiempo, renaceremos otra vez. Entre el momento de la muerte y el del renacimiento experimentaremos también un cierto mundo que es producto de nuestra mente, como el de los sueños. Un mundo que entonces tomaremos por real pero que no lo es más que el del sueño. Este mundo se experimenta con un cuerpo que entonces tendremos llamado cuerpo mental. Sucede que continuamente tomamos uno y otro de los tres cuerpos mencionados:
- El cuerpo de plena madurez del karma. - El cuerpo de las tendencias inconscientes del sueño. - El cuerpo mental del estado intermedio entre dos existencias. - Estos tres cuerpos son la base de nuestras experiencias del ciclo de las existencias continuas. 17
Nuestra mente que fundamentalmente es vacuidad, luminosidad y conocimiento, existe de manera impura hasta que alcancemos la Iluminación, es decir hasta que se haya vuelto totalmente pura. La mente, el espíritu, no es algo discontinuo que puede tener un nacimiento y un fin; la mente es infinita, eterna. ¿Por qué? Por la simple razón de que la mente es vació y el vació en la vida significa que tiene las mismas cualidades que el espacio. No se puede decir que el espacio haya nacido tal día y que morirá tal otro; de la misma manera, la mente, el espíritu no nace y no muere, es eterna. Nuestra vida humana es algo relativamente limitado, puede ser que vivamos setenta, ochenta o cien años, en el mejor de los casos, lo que es extremadamente raro; y para este número de años relativamente escasos que vamos a pasar en esta tierra queremos encontrar la mayor felicidad posible, lo que es completamente legítimo. Ahora bien, si pensamos que después de esta vida nos esperan un gran número de otras vidas hasta que alcancemos la Iluminación cuya duración en total con respecto a la vida actual es mucho mayor, comprenderemos que es aún mucho más importante que nos aseguremos la felicidad, condiciones de vida dichosas, para estas vidas futuras y es el Dharma el camino espiritual quien tiene por objetivo principal asegurar unas condiciones felices para las vidas futuras y hacernos avanzar hacia la Iluminación. No tenemos la posibilidad de decir yo no moriré, viviré eternamente; tampoco podemos afirmar: cuando haya muerto escogeré buenas condiciones para mis próximas existencias; no tenemos esa capacidad, ese control sobre nuestros renacimientos futuros. Por eso resulta muy importante crear ahora las condiciones que hagan que las existencias futuras sean felices. Estas condiciones son: purificar cuanto podamos nuestra mente y reunir en ella todo lo que de positivo existe. Esto nos conducirá a renacer en los mundos superiores. Por otra parte hay que renunciar a todos los actos negativos como matar, robar, etc..., lo que traería como consecuencia hacernos renacer en los mundos inferiores. Cuando se practica el Dharma es muy Importante saber 18
primero cuales son los actos positivos, cuales son sus frutos, sus consecuencias; cuales son los actos negativos, cuales son sus frutos y cual es la progresión espiritual. Por esta razón existen centros de Dharma en diferentes ciudades. Por ejemplo, en esta ciudad existe un centro budista que se llama Ser Chö Ling que significa el jardín de las enseñanzas de oro. En este centro hay un Lama preparado para dar todas estas enseñanzas. Mediante estas enseñanzas podemos meditar, obtener un cierto control sobre nuestra mente; podemos caminar por el sendero que nos conducirá al estado de Buda, la iluminación. En los países de Occidente he fundado setenta y cinco centros de Dharma en los que he depositado Lamas para que den enseñanzas e instrucciones para la meditación, además he fundado varios centros de retiro de tres años y tres meses, que es un retiro tradicional en el Budismo Tibetano, en el que se aborda de forma muy profunda las enseñanzas y la meditación. Existen ya cierto número de personas de Occidente que han realizado este retiro de tres años y otras que en número considerable están realizándolo actualmente. Existe el proyecto de hacer uno de estos centros de retiro en España, que de poderse llevar a término seria extremadamente beneficioso. Yo soy anciano, tengo ochenta y cuatro años y lo que deseo hacer simplemente es ayudar a los seres en toda la medida que pueda con el conocimiento que tengo del Dharma. Ahora bien, el Dharma es extremadamente amplio y profundo y no tenemos ahora tiempo de abordar todos sus aspectos, por eso lo más provechoso será que vosotros mismos me planteéis aquello que deseéis conocer y yo me esforzaré en responderos. PREGUNTA: ¿ Qué se puede hacer concretamente por las personas que sufren mucho, por ejemplo los etíopes y otros? ¿Harán los Budistas como los cristianos, es decir, ayudarles, crear hospitales y ofrecerles todo lo que necesitan para vivir? RESPUESTA: Todos los seres, en este caso, todos los hombres recogen en esta vida los frutos de sus acciones anteriores, de su karma. Si en esta vida se tiene mucho sufrimiento, si por ejemplo no se tiene nada para comer, si se es extremadamente pobre, es el fruto de un mal karma del pasado; 19
en existencias pasadas se han realizado actos muy negativos que ahora maduran adoptando esta forma de sufrimiento. Pero esto no significa, en absoluto, que no haya que ayudar a estos seres, al contrario, nuestro deber es ayudarles generosamente. Los cristianos practican la generosidad de manera muy extensa por todo el planeta, donde hay sufrimientos envían alimentos, ropas, medicamentos, etc..., los que es algo admirable y completamente bueno. La generosidad es una de las virtudes principales enseñadas por el Buda y si los Budistas pueden hacer estos donativos materiales de la misma manera que lo hacen los cristianos, ello es extremadamente bueno pero en el caso particular de los Budistas Tibetanos no se encuentran ahora en situación de poder hacer estos donativos económicos. Como ustedes saben, a consecuencia también de un mal karma pasado, el Tibet ha experimentado una situación extremadamente difícil, hace veinte años el Tibet era casi como un infierno o como entre los espíritus ávidos. Los Budistas, los Tibetanos en particular, en este momento disponen de muy pocos bienes materiales y poco pueden hacer por otras personas que se encuentren en situaciones difíciles. Pero si poco pueden ayudar con bienes materiales pueden ayudar al menos con sus deseos, con sus oraciones, con el tipo de meditación que antes expliqué: tomar sobre uno mismo los sufrimientos de los demás y esto es también beneficioso para todos los que sufren. Actualmente poseemos una situación existencial extremadamente buena. Es decir, hemos nacido humanos. Si podemos dar todo su valor, todo su sentido a esta existencia humana realizaremos algo verdaderamente grande. Para darle su valor a esta existencia humana lo que podemos hacer es tomar Refugio en las Tres Joyas. Estas Tres Joyas son: el iluminado Total, el Buda; las enseñanzas dadas por este ser, el Dharma y la comunidad de los seres que habiendo practicado estas enseñanzas han alcanzado un cierto grado de santidad, lo que se llama la Sangha. Se dice que si tomamos refugio en las Tres Joyas obtendremos un beneficio extremadamente grande. Primero encontraremos la protección contra los sufrimientos de este mundo: el dolor, el miedo, las angustias, en esta vida y en las 20
futuras. En segundo lugar, se dice que las Tres Joyas nos conceden protección en las vidas futuras porque no nos implicaremos en falsos caminos espirituales. En tercer lugar, las Tres Joyas nos conducen últimamente hasta nuestra propia Liberación. También se dice que el hecho de tomar los votos de Refugio no suponen ningún peligro porque se considera que todas las tradiciones espirituales auténticas de este planeta tienen como única meta ayudar a los seres, por tanto, todas ellas son buenas. Si se ha tomado Refugio ello no quiere decir que a partir de entonces hay que rechazar las demás tradiciones espirituales. Si uno tiene fe en otra tradición religiosa, puede conservarse esa fe, mejor dicho, continuar practicando esa otra religión. Tomar Refugio tampoco implica en absoluto que deba uno abandonar su trabajo o su actividad cotidiana. No existe ninguna contraindicación, ni ningún riesgo en tomar Refugio. Por todas partes donde he ido, mi principal actividad para el bien de los seres es dar este Refugio. Todos los seres, como hemos dicho, han sido nuestros padres y madres y por lo tanto hacia todos ellos debemos desarrollar un gran amor y compasión. Me siento muy feliz de que hayáis venido aquí y que hayamos creado un vínculo espiritual entre nosotros. Yo ya soy muy anciano y lo único que deseo es poderos ayudar; voy a hacer muchas plegarias para que podáis obtener la felicidad tanto material como espiritual. Ahora finalizaremos con una oración en la que ofreceremos a todos los seres los beneficios que hayamos podido obtener con la enseñanza de esta tarde.
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Si quieres contribuir a la paz y a la felicidad del mundo… 1° Busca en tí mismo la fuerza del propósito, la fe en la propia regeneración. Tu divinidad te espera. Esfuérzate en hallarla y actualizarla. 2° Practica en todo momento la religión universal del bien sin distinción de creencias, de clases, de partidos, de intereses, de nacionalidades, de razas, de reinos de la naturaleza. 3° Relega a olvido tus faltas y limitaciones pasadas, para renacer con renovados estímulos a una vida mejor. Entonces, tácitamente. Serás merecedor de la invisible ayuda. 4° Practica la simpatía y adquiere el hábito del contento a través de todas las circunstancias. Decídete a realizar el leve esfuerzo de prescindir de los pequeños defectos. Lucha con todas tus fuerzas contra la depresión, contra la tristeza, contra el tedio, contra el mal humor. Combate los métodos dominantes de acritud y grosería e imponte la condición de ser siempre y con todo el mundo amable. 5° Procura dar todas las facilidades posibles a los demás. Ayúdalos a descubrir su camino más noble y a seguirlo. Haz de la generosidad de pensamiento y acción, tu ley silenciosa. 6° Proponte firmemente no censurar a nadie, ni aún de pensamiento. ¿Qué sabemos de las verdaderas causas de los actos ajenos? Esfuérzate, por el contrario, en comprender. 7° Adopta una divisa solar de alegría, a todas horas. Entonces, la luz oculta que guía al mundo te la incrementará y te 'sorprenderán a ti mismo los resultados.
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8° Procura no auto-exaltarte ni auto-compadecerte. O sea, no pensar demasiado en ti mismo, si no es con el fin de perfeccionarte. 9° Invoca la armonía como fórmula de salud integral, de equilibrio el cuerpo y del espíritu. Porque la armonía es la ley suprema del Universo. 10° Irradia con humildad tu mensaje viviente de belleza, de espiritualidad y de paz, en un mundo atormentado, materializado, desorientado. El necesita de tu eficaz contribución. Ofrécesela. Ofrécele tu mente positivizada, tu cuerpo puro, tu aura armoniosa, tu contentamiento irradiante, tu fe sin limites en la bondad de la vida y en las leyes que conducen a un alto fin, la evolución humana.
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La Aspiración Del Comité Internacional De Traducción Budista Para el beneficio de todos los seres cuyo número llena el espacio Cada uno en algún momento mi madre Y especialmente, por toda la humanidad de este mundo Yo dedico el desarrollo de esta aspiración Puedan todos llegar a conocer, en sus propias lenguas, las enseñanzas de los Iluminados Los cuales encarnan las palabras de Buda y su realización Y puedan todos desarrollar la extraordinaria sabiduría Que es el conocimiento del ciclo de las existencias y la transcendencia del sufrimiento. Gracias a esto, pueda la oscuridad del olvido y de la ignorancia ser vencida Y basado en el estudio, la meditación y la acción Puedan todos realizar lo que es significativo para ellos y los demás Y así llegar a realizar la perfecta Iluminación. Ahora que he desarrollado la aspiración para el Perfecto Despertar La fuerza de mi intención no disminuirá Hasta que yo haya realizado este objetivo Lamas, Budas y Bodhisattvas, dar testimonio de esto Y como yo he hecho este compromiso ¡Pensad en mí como vuestro hijo! Inspiradnos a todos nosotros de manera que la brillantez de la sabiduría procedente del estudio, la reflexión y la meditación Pueda brillar en las mentes de todos Y de esta manera lo que es beneficioso para las enseñanzas Budistas y para toda la humanidad Pueda aparecer a lo largo de la infinidad del espacio - Kalu Rinpoche 24