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Administrar el tiempo en ASPO tiene que ver con lo que investigues
Chantal Claudia Arduini Amaya, estudiante de posgrado, nos habla de su ingreso a los proyectos de investigación y la injerencia del ASPO en esta actividad.
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:: Por Pablo Gonzalez y Milagros Segovia
Claudia Chantal de 24 años, es Licenciada en Comunicación Social por la Universidad Nacional de Quilmes. Actualmente, es docente en la Universidad Nacional Guillermo Brown y cursa su doctorado en Comunicación en la UNLP.
¿En qué proyectos de investigación participás actualmente y qué te inspiró a unirte?
Actualmente estoy en dos proyectos de investigación. Por un lado, en el “Observatorio de ficción televisiva en la TV Pública y plataformas on demand estatales” (YouTube, TV pública, Contrar y Cinear) que dirige Alejandra Nicolosi, donde estoy desde noviembre de 2016. Durante el segundo cuatrimestre de ese año había cursado el Taller de Prácticas y Lenguajes en Comunicación que ella imparte y al finalizar la cursada me preguntó si yo quería formar parte de ese Observatorio. Me preparó una serie de documentos para empaparme de lo que trata el proyecto, tuvimos unas reuniones y ahí me incorporé. Además, por otro lado, desde 2018 estoy en otro proyecto que forma parte del Programa dirigido por Martín Becerra y Guillermo Mastrini. Dentro de ese Programa estoy en el Observatorio de medios, proyecto dirigido por Natalia Aruguete.
¿El ASPO causó retrocesos en tus estudios y en el proyecto de investigación? ¿Cuáles?
Yo creo que el retroceso fundamental que causa esta coyuntura recae en las entrevistas y encuentros. En investigación tenes que hablar con las fuentes de primera mano, entonces cuando hay “normalidad”, uno se dirige primero a la persona vía redes, hablas por teléfono y luego la vas a ver. Por ejemplo, el año pasado hice contacto con una productora argentina, la fui a ver e hice la entrevista. Luego, quedé en volver a contactar y el problema es que ahora no nos podemos reunir. Pensé en hacer una video reunión o quizás un contacto vía WhatsApp y al principio tuve el sí, pero después la agenda de mi contacto estaba muy ocupada, por lo que prefirió que le mandara las preguntas. Es hasta el día de hoy que no tengo las respuestas. Ahora bien, si esto hubiese sido en presencialidad, yo tengo la posibilidad de coordinar un horario y lugar, lo cual es mucho más sencillo de concretar. Los retrocesos se traducen en que ahora con las plataformas virtuales las reuniones se posponen y al final los encuentros tienden a transformarse en nada.