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Introducción

Día 1 Tipos de literatura bíblica

Esta primera semana será un tanto diferente a las que siguen en el resto del libro. Estudiaremos algunos aspectos más técnicos, por decirlo de alguna manera. Tal vez puedas imaginar que estamos juntas en un aula. Vamos a aprender sobre literatura en la Biblia y también sobre interpretación. Esta semana sentará las bases para poder estudiar toda la riqueza que encontraremos en las palabras del Salmo 103. Te invito a tomar un marcador para destacar aquello que consideres importante o tal vez nuevo. Si hay alguna palabra que no entiendes, busca ayuda en un diccionario. Y, aunque el libro tiene espacio para las preguntas y respuestas, me parece buena idea tener una libreta para apuntes. Entonces, ¿lista? Comencemos.

Aunque tal vez el oyente no pueda nombrarlo, cuando escucha una ópera, una balada o un bolero, sabe que, como obras musicales, son

completamente diferentes. Es así porque pertenecen a géneros distintos, cada uno con sus características. Lo mismo sucede en la literatura. Sabemos que una novela y un poema se diferencian entre sí. Cada uno reúne las características de su género. La Biblia es un libro, o un conjunto de libros, y encierra entre sus páginas diferentes géneros. El texto bíblico incluye narrativa histórica, poesía, profecía, epístolas, parábolas, literatura sapiencial y apocalíptica, entre otros. Leer cada libro según su género es clave para llegar a una interpretación fiel del texto. La Real Academia Española define género como «cada una de las distintas categorías o clases en que se pueden ordenar las obras según rasgos comunes de forma y de contenido». El lector, incluso si no tiene un amplio conocimiento de los géneros literarios, puede identi‑ ficar la diferencia entre los textos a simple vista. Por ejemplo, sabemos que estamos en presencia de poesía con tan solo mirar la manera en que el texto está escrito, usando versos y no párrafos, como se hace en la prosa. Cuando, al comenzar un libro, encontramos frases como «había una vez», eso nos indica que lo que sigue es una histo‑ ria de ficción, con personajes y situaciones imaginarios. Si visitamos un restaurante, sabemos que el texto que nos entregan no tiene otro propósito que informarnos acerca del menú. La Biblia, como ya dijimos, presenta diversos géneros literarios. Algunos resultan fáciles de identificar; otros requieren un conocimiento más especializado del tema. El género literario más común en las Escritu‑ ras es la narrativa histórica, ya que abarca aproximadamente el 60 % de su contenido. La narrativa histórica, a diferencia de la ficción, se encarga de informarnos hechos ocurridos en un determinado período o momento de la historia. Su autor nos narra o cuenta lo sucedido. Sin embargo, en el caso de este género en la Escritura, encontramos características un tanto diferentes a lo que podríamos leer en un libro de historia. Una de estas características es la inclusión de otros géneros

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