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Bromatología
La ONU lanza el Año Internacional de las Legumbres: protagonismo para frijoles, lentejas y garbanzos
Las legumbres son cultivos alimentarios importantes para la seguridad alimentaria de buena parte de la población, sobre todo en América Latina, África y Asia. Han sido parte esencial de la alimentación humana y sin embargo, su valor nutricional en general no es reconocido y con frecuencia resultan infravaloradas. Las legumbres pueden contribuir de manera significativa a abordar las cuestiones del hambre, la seguridad alimentaria, la malnutrición, los desafíos medioambientales y la salud humana.
Potencial sin explotar
Las legumbres forman parte de la cultura alimentaria y de la dieta básica en buena parte de las regiones del mundo y son un ingrediente clave en muchos platos nacionales y regionales tradicionales, como el falafel, el dahl y los frijoles cocidos. Hay cientos de variedades de legumbres cultivadas en todo el mundo. Entre las más populares figuran todas las variedades de frijoles secos, como las alubias, habas de Lima y frijolillos. Son una alternativa asequible a las proteínas de origen animal –con un coste más elevado- y por tanto ideales para mejorar la dieta en las zonas más pobres del mundo. La proteína procedente de la leche, por ejemplo, resulta cinco veces más cara que la que obtenida de las legumbres.
Beneficios para la salud Ricas en micronutrientes, aminoácidos y vitaminas del grupo B. Bajas en grasas y ricas en nutrientes y fibra soluble. Son excelentes para controlar el colesterol y la salud digestiva, y su alto contenido de hierro y zinc las convierte en un alimento poderoso para combatir la anemia en las mujeres y los niños. Son un alimento básico en la ayuda alimentaria de emergencia y al no contener gluten, también son adecuadas para los pacientes celíacos. Beneficios para los animales y el medio ambiente
Mejora la salud del ganado y promueve suelos sanos y la biodiversidad. Los residuos de los cultivos de legumbres pueden usarse como forraje para aumentar la concentración de nitrógeno en la dieta, mejorando la salud y el crecimiento de los animales. Pueden mejorar la fertilidad del suelo. Las legumbres tienen también gran potencial para la adaptación al cambio climático, ya que permiten a los agricultores seleccionar nuevas variedades y ajustar su producción a las cambiantes condiciones climáticas. Puede ayudar a reducir la erosión del suelo y a combatir las plagas y enfermedades.
Los últimos Años internacionales se han dedicado a los suelos, la agricultura familiar y la quinua.
Ing. Diego Armando Freire