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El agua y su uso, parte importante del patrimonio del municipio

ESTEFANÍA NIÑO co tanto local como provincial merecedora de ser mantenida en buen estado de conservación.

LEÓN El municipio de Villaquilambre ha sido dibujado por las presas que, desde tiempos antiguos que se remontan al siglo X lo han atravesado. Han sido el eje vertebrador, y es que el necesario aprovechamiento de sus aguas, supuso el sustento para gran parte de la población que por aquella época habitaba esta zona a la orilla del río Torío. Un papel clave para el desarrollo de este municipio que incluso se manifiesta en su escudo a través de las cuatro presas: Presa de San Isidro, Presa Vieja, Presa Blanca y Presa Redondal.

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La importancia del agua y del riego también han supuesto que den su apellido a tres pueblos del municipio, concretamente Villaobispo, Villamoros y Villarrodrigo ‘de las regueras’.

CINCO PRESAS

En la actualidad discurren por el término municipal de Villaquilambre cinco presas denominadas; San Isidro, Redondal, Villamoros, Vieja y Blanca.

El aprovechamiento de sus aguas supuso el sustento para gran parte de la población

El agua y su uso son, por tanto, parte del patrimonio inmaterial del municipio. Por ello, el pasado verano, el Ayuntamiento de Villaquilambre suscribía un acuerdo con la Asociación Consejo de la Cuenca del Torio para la conservación y el mantenimiento de los cauces históricos de riego del municipio.

Valor Hist Rico

El riego dio apellido a Villaobispo, Villamoros y Villarrodrigo ‘de las regueras’

Todas ellas suman una extensión aproximada de más de 30 kilómetros a través de los cuales corre el agua necesaria para regar la plataforma central de este municipio. Asimismo, es importante recalcar que el valor histórico de estas presas de origen medieval, unido a la importancia que tienen desde el punto de vista ambiental, ya que su construcción determinó en buena medida el desarrollo económico y el paisaje de la zona, hace que sean elementos que deben ser protegidos, siendo preciso adoptar las medidas necesarias para garantizar su no afección por la urbanización de los sectores de ampliación de suelo urbano considerados en el Plan General de Villaquilambre.

DE AGUA Y VIDA

Ambas instituciones ponían entonces sobre la mesa la necesidad de conservar y restaurar bienes de valor histórico del municipio de Villaquilambre, que, sin formar parte de los declarados Bienes de Interés Cultural (BIC) y, por lo tanto, sin gozar de la protección y beneficios que a tal condición reconoce la legislación vigente, ni estar incluidos en el Inventario General de Bienes Muebles integrantes del Patrimonio Histórico Español, constituyen, no obstante, una importante parcela del patrimonio históri-

Más de treinta kilómetros se encargan de dirigir el paso tranquilo del agua por el municipio a lo largo de las diferentes presas, que fueron concebidas por parientes de reyes a uso de abades y frailes y finalmente reglamentadas por sindicatos, siempre el agua, siempre la vida.

Si hablamos de agua en este valle, hablamos de molinos y moliendas de maquilas, de celemines, de trigos, cebadas y centenos que vinieron a este valle a parir harinas entre las muelas movidas por el agua.

Hoy día si hablamos de agua, nos viene a la cabeza agua embotellada, pantanos, riegos por aspersión, tecnología punta, agua 4.0., pero el agua a pesar de estos avances no ha perdido su esencia: la vida. Allá por don- de pasa deja un rastro de vida, a los cultivos que crecen sanos y fuertes, al ganado que come su yerba fresca y al ser humano que sin ella, se secaría cual espiga en otoño.

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