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LA CUARTA ERRE

agua, un recurso que es patrimonio de todos y como tal su uso debe ser optimizado.

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Un Gran Legado

Dos ríos hermanos en el sur de León, que además de dejar prosperidad en todas sus zonas a su paso, con el paso del tiempo han dejado un importante legado histórico de ingeniería hidráulica tanto en el Esla como en el Cea que perviven al paso del tiempo y que se han convertido en buena parte del patrimonio que atesoran los pueblos sureños de León.

Diferentes puentes centenarios que son ya señas características al recorrer el sur leonés, cuya imagen queda imborrable en la retina para cualquiera que los atraviese. Pero retrocediendo al pasado, una ingente relevancia tuvo el pasado molinero del sur de León, aunque desgraciadamente es un patrimonio que ha pagado más el paso del tiempo.

Muestra de ellos es que durante muchos siglos, la margen derecha del río Esla, desde aguas arriba de Valencia de Don Juan hasta el histórico puente de Castrogonzalo (Zamora), ha sido una zona propicia para la extracción de agua del mencionado río y su aprovechamiento para dar movimiento a artefactos y con fines irrigadores.

Fue posiblemente a partir de mediados del siglo XVIII cuando nació la idea de crear un canal moderno derivado del río Esla que sirviese para irrigar los terrenos de la extensa y rica vega, también para mover máquinas de batanes y molinas, así como para facilitar el transporte entre las llanuras leonesas y zamoranas, ricas en producción cerealista, hortícola y vinícola.

Entre los diferentes molinos por la zona, destacaba el de Baeza (Villamañán), el de Toral de los Guzmanes, el de Algadefe, el de Villamandos, el de Villaquejida o el de Cimanes de la Vega. Un patrimonio en parte olvidado, pero que bien merece ser puestos en valor los restos de los que quedan para poner en valor la importancia del agua para la zona durante el pasado, así como para preservarla bien en el presente y de cara al futuro.

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