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León, el lugar ideal para la pesca de la trucha

RODRIGO PRADO NÚÑEZ

LEÓN. Esla, Porma, Órbigo, Luna, Sil, Omaña, Bernesga, Ería, Burbia… la lista es interminable, son muchos kilómetros de corrientes de aguas trucheras donde presentar nuestros señuelos y tentar esas truchas salvajes que estos ríos atesoran.

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León es, a buen seguro, la provincia de España con más ríos trucheros y con más afluencia de pescadores de todo el mundo. Muchos nacen en la cordillera Cantábrica como tributarios del Duero, que es el más caudaloso de la península ibérica, otros pertenecen a la cuenca Miño-Sil para bañar el Bierzo y también tenemos ríos que vierten sus aguas al mar Cantábrico dibujando paisajes increíbles como los Beyos o la Garganta del Cares. Todos ellos han sido esenciales en la vida y supervivencia de León. Pero también puedes pescar en lagos, lagunas y embalses como el de Ria- ño que, dentro de los muchos embalses que hay en León, es el más grande en cuanto a su capacidad se refiere y es que en su máxima capacidad puede albergar 651 hectómetros cúbicos de agua en sus 2.186 hectáreas de superficie. Territorio rodeado de cumbres de más de 2.000 m. de altitud ofrece al pescador numerosos arroyos de agua de nieves y truchas salvajes.

León, allá por finales de los años sesenta del siglo pasado, fue descubierto por pescadores de todas par- tes del mundo que venían y vienen a pescar las truchas autóctonas de los extraordinarios ríos de nuestra provincia. Ríos de aguas frías y limpias que conforman un autentico paraíso acuático donde los pescadores en- cuentra todo lo necesario para disfrutar de su afición. La pesca en nuestra provincia es un referente para todo pescador de salmónidos, pero hay que fomentar y poner más atención a nuestros ríos como un recurso turístico en el ámbito rural, al que se debe de potenciar y promocionar. Es un recur- so económico esencial para León y hay que hacer un esfuerzo importante para que el turismo de pesca no se pierda y vaya en aumento. El turismo rural debe fortalecerse entre las familias para disfrutar juntos de actividades en plena naturaleza genuinas e interesantes.

A parte de sus maravillosos ríos, León cuenta con infinidad de increíbles parajes donde disfrutar de la naturaleza gracias a la pesca y esto es lo más gratificante que pueden encontrar los amantes de la naturaleza, disfrutar de ella pescando. Creo desde siempre que las jornadas de pesca en estos paraísos son un regalo de la vida, por tanto, debemos disfrutarlas y también agradecerlas. Y no estoy haciendo alusión a nada prodigioso, sino, simplemente, al goce y respeto por la naturaleza.

Pero León no es solo la pesca, paisaje y vegetación. Esas grandes montañas que nos observan en nuestro devenir por el río, las historias que recorren las orillas, sus puentes milenarios, las cuevas, las cascadas, las ermitas, los hoteles y las casas rurales. Los pescadores bien sabemos que es casi imposible encontrar un bar o restaurante donde se desayune o almuerce mal. Con pan, cecina y vino bien se anda el camino.

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