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NÚMERO 19 • VERANO 10

�Asociación de Amigos del

Castillo de Loarre

Socio 2010 plantas rupícolas Mediodía desde el Cajigar Loarre y el compromiso de Caspe Medioambiente noticias Castillo de Loarre El día del

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LA IGLESIA DE SANTA MARÍA DE VALVERDE


Sumario Introducción

Nº 19- Verano 2010

Anabel Lasheras Presidenta “Ahora, si cabe, me siento todavía más obligado a seguir reflejando en los cuadros los muchos encantos que tiene la fortaleza, desde la visión y la interpretación”. Estas palabras del nuevo socio de honor, Adolfo Lahoza, y su posterior ofrecimiento para colaborar con la revista de la Asociación de Amigos del Castillo de Loarre, ya se hacen realidad en este ejemplar con la nueva sección que iniciamos con él. Como escribimos más adelante el día del socio de este año 2010 estuvo bien acompañado de actos. Hacer coincidir con este día la celebración de la Asamblea, fue un acierto como algunos me co-

La Iglesia de Santa María de Valverde por Antonio García Omedes................................

El día del Socio por Ramón Pérez Lucena.....................................

Plantas rupícolas por Eduardo Viñuales Cobos.....................

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Mediodía desde el Cajigar por Adolfo Lahoza..................................... 13 Loarre y el compromiso de Caspe por José Luis Aramendia........................... 14

mentasteis. Repetiremos. Y por destacar que aunque vamos teniendo relevo generacional, y de hecho abundaron los jóvenes portadores y los todavía más jóvenes acompañantes, tuvimos que echar en falta por un pequeño accidente en la rodilla la presencia de Jesús “de zapatero”, portador del pendón desde hace tantos años. Y si que echamos de menos, y mucho pues no hubo festividad que dejara de acompañarnos y de colaborar desde su gestoría con la lotería de navidad, a Chelao, José María Santolaria, socio desde 1998, que falleció fechas antes. Desde aquí nuestro agradecimiento y pésame a su familia.

HORARIOS DE VISITA AL CASTILLO INVIERNO (1-Nov. - 28 Feb.) De 11 a 17,30 horas. VERANO (16-Jun. - 15 Sep.) Mañana: de 10 a 14 horas. Tarde: de 16 a 20 horas. PRIMAVERA - OTOÑO (1-Mar.-15-Jun. y 16-Sep.-31-Oct.) Mañana: de 10 a 14 horas. Tarde: de 16 a 19 horas. *Los días 25 de diciembre y 1 de enero permanece cerrado

PRECIOS DE ACCESO AL CASTILLO ENTRADA BÁSICA: 3’00 € por persona. REDUCIDAS: Estudiantes, grupos, jubilados: 2’50 € por persona. INFANTIL (de 6 a 16 años): 2’00 € por niño. MINUSVÁLIDOS Y MENORES DE 6 AÑOS: gratuíta.

SUPLEMENTO VISITA GUIADA (OPCIONAL)

Medio ambiente noticias............ 15

ENTRADA BÁSICA: 1’50 € por persona.

Castillo de Loarre por Alejandro Alagón................................ 16

INFANTIL (de 6 a 16 años): 0’50 € por niño.

REDUCIDAS: Estudiantes, grupos, jubilados: 1’00 € por persona. MINUSVÁLIDOS Y MENORES DE 6 AÑOS: gratuíta.

+ Info: www.castillodeloarre.es

Edita: Asociación de Amigos del Castillo de Loarre. Maquetación e impresión: Loher. Redacción: Fundación Castillo de Loarre. Fotografías: Antonio García Omedes. Tel. 974 246 052 - Fax 901 955 311 Email: castillodeloarre@gmail.com - Web: www.castillodeloarre.org La responsabilidad sobre textos e ilustraciones corresponde a sus autores. Publicidad: Loher. Tel. 974 222 216. 1


ESTIMADO VISITANTE // LECTOR:

La Asociación de Amigos del Castillo de Loarre necesita de tu ayuda y colaboración para poder seguir trabajando por el castillo y su entorno. Asociándote podrás recibir información sobre las actividades que se vayan organizando, así como recibir la revista de la Asociación. Pero sobre todo será un modo de colaborar con una actividad cultural y de desarrollo para nuestro entorno. Las personas o entidades interesadas en colaborar económicamente con la Asociación, puede hacer sus ingresos en: Ibercaja de Loarre c.c.: 2085 - 2071 06 03 0090 4886 Para asociarse, rellene por favor esta hoja: nos la puede remitir por correo al Ayuntamiento de Loarre, o dejarla en alguno de los establecimientos abiertos del castillo o de Loarre. Gracias. Nombre......................................................................Apellidos.......................................................................... Localidad......................................................................... CP........................... Provincia.................................... C/.................................................................................... nº.....................................Piso.................................... D.N.I................................. E-mail.................................................. Tel.............................. Móvil........................... Autorizo hasta nueva orden a la Asociación de Amigos del Castillo de Loarre para que carguen en mi cuenta el recibo anual de socio por importe de 10 €

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La inscripción es voluntaria. Su información se incorporará a un fichero con el fin de mantener la relación como socio con usted y a través de nuestra asociación ofrecerle información que pudiera ser de su interés. Si no desea recibirla o quiere rectificar y cancelar sus datos personales, comuníquelo por carta a nuestra dirección, Cabestany 2, 2ºA, 22005 Huesca.

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Nº 19- Verano 2010

La grande pincelada del pequeño detalle del alma del Castillo

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isfruté de la fortuna de departir con José Luis Aramendía y Adolfo Lahoza Dieste la mañana de gloria. El primero, como este escribano suscribiente aunque con total seguridad con mayores merecimientos, agradecido por la sempiterna gentileza de la consideración como socio de honor. El segundo, sin duda emocionado tras su nombramiento colofón de todo el recorrido espiritual del arqueta de San Demetrio, la Santa Misa con el entrañable sermón del Mosén y el acto más auténtico que protocolario presidido por nuestra apreciada presidenta, Anabel Lasheras. Sumar al majestuoso e incomparable arte monumental de nuestro querido Castillo la maravillosa plasmación pictórica de las emociones y sentimientos de una persona que rezuma humanidad y sabiduría como es Adolfo Lahoza constituye, como mínimo, una expresión de la sensibilidad inherente a las decenas de socios de una organización cuyo único interés estriba en salvaguardar y mejorar la principal identidad histórica de esta tierra que es el Alto Aragón. Con Adolfo Lahoza Dieste, que ha guiado sus pasos en sentido inverso a este firmante por causas profesionales, he encontrado en breves pero intensas conversaciones un punto común de pasión por el sentimiento altoaragonés y, particularmente, por Loarre. Adolfo ha encauzado su virtuosismo con los pinceles y las pinturas hacia la simbiosis hermosa con la naturaleza, vocación que eternamente ha compartido ora con sus alumnos ora con los espectadores erigidos en partícipes de su gran obra. Su irrenunciable curiosidad ha derivado en todo un universo de detalles artísticos del Castillo de Loarre, en el que se ha imbuido para manifestar la belleza íntima de los detalles de cada piedra y de cada recoleto rincón o, en su caso, la altivez genuina de la magna fortaleza oscense. El elenco de socios de honor ha crecido en número, en calidad y, sobre todo, en autenticidad, porque el ojo de Adolfo Lahoza y su consecuente creación contribuyen a manifestar su irresistible atractivo. Es la grande pincelada del pequeño detalle del alma del Castillo.

Javier García Antón Javier García Antón es director adjunto de Diario del Alto Aragón

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La Iglesia de Santa María de Valverde

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l recinto religioso-militar de Loarre muestra una sucesión de estilos edificatorios perfectamente ensamblados que le confieren apariencia de obra planteada globalmente desde un principio. Pero, cuando se recorren sus dependencias prestando atención tanto a los volúmenes arquitectónicos como a los elementos básicos con que se edificaron y, por supuesto, a la decoración escultórica de algunas zonas, saltan a la vista las diferentes fases que a lo largo del tiempo han cuajado en esta obra sin par. (Imágenes 1 a 3)

Imagen 1: Vista general del primer recinto desde el norte.

Imagen 2: Detalle de la sucesión de formas edificatorias en un paramento del lado norte.

Una de las formas más sencillas de juzgar la cronología de las zonas que recorremos es fijarnos en las unidades básicas con que se edificaron. Las piedras trabajadas que componen cada estructura nos darán una pista bastante aproximada respecto al momento al que pertenecen (Imagen 2). Así en las zonas más antiguas, correspondientes al primer castillo lombardo, vamos a hallar sillarejo trabajado a maza de modo muy sencillo y con formato alargado, de más del doble de longitud que de altura (unos 25 x 10 cm). Ese aparejo apunta hacia un momento cronológico en torno a 1030, correspondiente a la edificación de Sancho III el Mayor, que debía de de estar acabada en 1033, pues ya los documentos citan a Lope Sánchez como tenente a fecha de 8 de enero de ese año.

La siguiente forma de trabajar la piedra corresponde a la época de Ramiro I, tras un paréntesis documental entre 1035 y 1042, probablemente debido a un abandono o a una reconquista musulmana propiciada por la muerte de Sancho III. Ya bajo reinado de Ramiro I se reconquista la plaza y este es el momento de su remodelación, que coincide con la nueva documentación de tenentes: Fortún Álvarez (1042-1050) o Lope Garcés (1054-1064). Sus materiales elementales son sillares de mayor altura, alrededor de 20 cm, trabajados no ya a maza sino a tallante o pico.

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La gran ampliación de Sancho Ramírez, más allá de 1071, puede reconocerse por sus sillares perfectamente trabajados y ajustados, así como por la existencia de abundantes marcas de cantería (Imagen 3).


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El abanico cronológico de todo este proceso, iniciado durante el reinado de Sancho III el Mayor con la probable edificación de una mota fortificada de materiales lígneos y tierra hasta la conclusión de la obra y su abandono por parte de la comunidad de canónigos de San Agustín, relacionado con la edificación del castillo de Montearagón y la ulterior conquista de Huesca, abarca las fechas extremas de 1020 y 1096. Hago esta revisión preliminar para encuadrar correctamente la primitiva iglesia del recinto lombardo de la fortaleza, puesta bajo la advocación de Santa María de Valverde, y en la que, a pesar de su aparente hechura unitaria, hallamos signos de diversas fases constructivas (Imagen 7). Imagen 3: Las dos iglesias desde el sur.

La iglesia de Santa María de Valverde ocupa el lado sureste del primer recinto fortificado (Imagen 1). En ese momento su lado sur continuaba en altura la muralla y formaba parte de la misma (Imágenes 5 y 6); su poco prominente ábside apuntaba al este con su vano central exento; el muro norte, que contenía la portada, formaba parte del perímetro del patio de armas, y su hastial de poniente era medianil con una desaparecida torre situada justo tras este templo y de la que restan el lienzo sur y un vano. Del primer templo lombardo edificado en tiempos de Sancho III el Mayor solo se puede asegurar que nos ha llegado íntegra su portada, cuya cronología es atestiguada por la rotunda dobladura lombarda que orla su medio punto. Además de poder verificar la época de esa portada, también es lógico afirmar que la planta de la iglesia corresponde con la del templo inicial por motivos obvios:

Imagen 7: Vista norte del templo desde el interior del recinto primitivo.

Imagen 5: Unión entre ambas iglesias en su lado sur.

Imagen 6: Continuidad de muralla sur e iglesia lombarda.

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Imagen 8: Portada original y dobladura lombarda (detalle).

sus límites coinciden con la muralla; el ábside o la torre a los pies no pueden haber estado en otra situación que la actual (Imagen 8). La iglesia es de reducidas dimensiones (12,5 x 5 m.), como corresponde a las exiguas necesidades de la pequeña guarnición que debía de vigilar la Sotonera desde esta enriscada posición.

Imagen 4: Detalle de plantas a partir de Pons Sorolla.

La portada abre a los pies del muro norte y, como ya he dicho, nos muestra bien a las claras su procedencia. Sus estrechas dovelas y los sillarejos de la base del muro, así como la dobladura lombarda que enmarca su medio punto a base de sillarejos dispuestos de modo tangente al exterior de las dovelas, no dejan lugar a dudas (Imagen 7). Los muros sur y norte evidencian, respecto a sus materiales, una hechura propia de la fase edificatoria encuadrable en el reinado de Ramiro I; más concretamente en la época de reedificación llevada a cabo bajo el mandato de su tenente Fortún Álvarez (1042-1050). Podemos advertir que los dos pares de vanos de sus muros laterales no poseen dobladura lombarda. Son de dobles derrames y arcos de medio punto capialzados. Estos muros se ensamblan con el cilindro absidal de modo sencillo, acoplando nave y ábside sin necesidad de presbiterio (Imagen 9). La contemplación del muro sur nos aporta algunos datos más: En planta es de mayor anchura que el muro norte, por cuanto que es continuación del perímetro fortificado, y, si lo observamos en fotos de aproximación, vemos que bajo el nivel del piso del templo el aparejo es sin duda lombardo, muy uniforme (Imágenes 6 y 4). Hoy apenas podemos adivinar la cabecera de este templo, por cuanto que la gran iglesia correspondiente a la 6

Imagen 9: Interior del templo hacia la cabecera.

ampliación del recinto llevada a cabo durante el reinado de Sancho Ramírez la ocultó casi por completo. Podemos intuir el arranque de un poco señalado cilindro absidal desde el exterior del castillo (Imagen 5), así como el ángulo noreste de su cabecera sobresaliendo levemente al interior de la citada iglesia.


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Imagen 11: Interior del templo hacia los pies.

Imagen 10: Detalle del ábside.

Ambas iglesias presentan, como es preceptivo en este momento, su cabecera dirigida a oriente, al sol que se alza del inframundo cada día como recuerdo del ciclo muerteresurrección. Ese es uno de los motivos por los que la cabecera del templo lombardo fue ocultada por la nave del templo de Sancho Ramírez (Imagen 4). Es reseñable el hecho de que no se dejó sin iluminación el ábside de esta pequeña iglesia. A pesar de quedar inmerso en la nueva obra, se dispuso una abertura sesgada desde el muro sur de la iglesia de San Pedro hasta el oculto vano de la iglesia lombarda, al cual sigue llegando la luz del exterior. La bóveda del templo es también fruto de un momento posterior a su primera edificación. Probablemente fuera volteada en tiempos de Ramiro I. Es de suponer que en origen se cubriera con techumbre de madera a dos aguas. En definitiva, un pequeño pero delicioso templo que ha quedado eclipsado por la grandiosidad de la iglesia propiciada por el gran rey Sancho Ramírez. A pesar de ello, merece la pena visitarlo conociendo su antiguo origen e imaginando por un momento los sencillos y arcaicos ritos que en él se debieron de ejecutar tanto en momentos preliminares a las batallas como en tiempos de sosiego. Lugar de afirmación de la Fe y de los ideales de la pequeña guarnición de un discreto castillo en la frontera de un pequeño reino que esperaba su momento para ocupar su lugar en la historia.

Ese momento llegó, trabajado, buscado y propiciado por el rey Sancho Ramírez, hijo de Ramiro I y nieto de Sancho III el Mayor. Rey que, en acertadas palabras de Domingo Buesa, fue “un revolucionario” que supo hacer grande a su pequeño reino colocándolo al servicio del Papa de Roma y rompiendo con el tradicional oficialismo hispanovisigodo de los reinos peninsulares. Todo Loarre transpira su revolución; desde la advocación petrina de su gran iglesia a la instauración del nuevo rito oficial romano, pasando por la gran escultura francesa que nos llega gracias a la apertura de su reino a Europa. Esos cambios dejaron huellas también en las piedras de sus iglesias, remodeladas a lo largo del tiempo dejando atrás las formas tradicionales, superadas por el gran arte románico internacional. Recordadlo en la siguiente visita. Sentid su obra. Puede ser que todavía podamos adivinar sus pasos por estas estancias, intuir sus inquietudes y congojas mientras escribía sin saberlo las más bellas páginas de nuestra historia como reino.  IMÁGENES 1- Vista general del primer recinto desde el norte 2- Detalle de la sucesión de formas edificatorias en un paramento del lado norte 3- Las dos iglesias desde el sur 4- Detalle de plantas a partir de Pons Sorolla 5- Unión entre ambas iglesias en su lado sur 6- Continuidad de muralla sur e iglesia lombarda 7-Vista norte del templo desde el interior del recinto primitivo 8- Portada original y dobladura lombarda (detalle) 9- Interior del templo hacia la cabecera 10- Detalle del ábside y su vano iluminado 11- Interior del templo hacia los pies PORTADA: Interior del templo hacia la cabecera

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El día del Socio 2010

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a celebración del día del socio ha estado muy bien acompañada de actos en este año 2010. Desde el 14 de mayo y durante un mes se tuvo la exposición de la obra del pintor Adolfo Lahoza en relación al castillo en la galería de arte S’Art de Huesca. El mismo día 16, domingo, se celebró la tradicional ascensión al castillo portando las reliquias de San Demetrio y el pendón, asistimos a la misa en la iglesia de San Pedro del castillo, se nombró al nuevo socio de honor, tuvo lugar la Asamblea General Ordinaria de la Asociación tras la comida de hermandad y cerramos el día, gracias a la colaboración de la fundación FIDAH, con el concierto de un octeto de violonchelos. El pintor aragonés Adolfo Lahoza recibió la distinción como Socio de Honor en un emotivo acto que tuvo lugar en la Iglesia de San Pedro de la fortaleza. El Vicepresidente Antonio García Omedes y la Presidenta, Anabel Lasheras, entregaron la maqueta del Castillo de Loarre al nuevo Socio de Honor, que se suma al elenco entre los que figuran el pintor José Beulas, el prestigioso abogado Juan Antonio Cremades, el director de las Universidades Salesianas Carlos Garulo, el economista Manuel Pizarro, el catedrático y romanista José Luis Aramendía y el periodista Javier García Antón. Estos dos últimos nos acompañaron y con el nuevo socio posaron ante el castillo. Anabel Lasheras glosó la figura de Adolfo Lahoza, cuya vinculación con la provincia de Huesca viene por vía materna en Ortilla y un terreno que adquirieron en Riglos, donde su progenitor se entregaba a su pasión por la apicultura. Adolfo Lahoza buscó fuentes de inspiración artística en el Prepirineo y el Pirineo aragonés cuando ya era estudiante de Bellas Artes. Tomó el camino, que sigue, de erigirse en pintor de la naturaleza. En su primera visita a Loarre, quedó encandilado por el pueblo, por sus gentes y por su entorno. Como aseguró Anabel Lasheras, “Loarre forma parte de su vida y ésta y su obra pictórica no se pueden entender sin este pueblo y su entorno”. Acompañado por su mujer y por sus hijos, Adolfo Lahoza pronunció un breve y emotivo discurso en el que se manifestó “orgulloso de que esta institución” haya decidido reconocer, entre otros, a artistas que se dedican “a dibujar el Castillo de Loarre que tantas veces he pintado y que tanto quiero”. 8

Entrega de la maqueta del Castillo de Loarre.

Foto de tres Socios de Honor.

SUBIDA AL CASTILLO La jornada se había iniciado a las 10 de la mañana con la concentración en la iglesia Parroquial de Loarre y la subida en romería hasta el castillo con las Reliquias de San Demetrio y el Pendón Procesional portado por miembros de la Asociación. En las imágenes salida de Loarre, ya en el castillo a la espera de la Misa con un fuerte viento, de vuelta a Loarre y las jóvenes promesas que ya empiezan a subir también con los mayores.


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Jóvenes promesas. Inicio de la subida al castillo.

Gente agrupada en el castillo a la espera de la misa

ASAMBLEA Una mañana soleada y espléndida, con las vistas de La Hoya muy verdes y que tuvo su continuidad en la comida de hermandad en el Camping de Loarre y la celebración de la Asamblea General Ordinaria de la Asociación, en la que, entre otras cuestiones, se abordó la planificación de actividades para los próximos meses. Durante la Asamblea se aprobaron las cuentas del ejercicio 2009 y el vicepresidente aprovechó para en su calidad de representante también de los Amigos del Románico hacer entrega a la presidenta de la asociación el Crismón de AdR. una bonita representación, como muestra del hermanamiento de las dos asociaciones. En la foto aparecen también dos de los fundadores y miembros de la Junta, José Antonio Santolaria y Tere Jaime.

Antonio entrega a Anabel el crismón de AdR.

Detalle de la representación del crismón AdR.

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El día 16, se celebró la tradicional ascensión al castillo portando las reliquias de San Demetrio y el pendón.”

CONCIERTO La jornada concluyó con el concierto en la Iglesia Parroquial de Loarre por parte del Octeto de Violonchelos del Conservatorio Superior de Música de Aragón. Los jóvenes músicos, dirigidos por el catedrático David Apellániz, interpretaron todo un recital ante un centenar de asistentes. Una vez más, hemos de agradecer a la fundación FIDAH su colaboración.

Fotografía del concierto.

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EXPOSICIÓN EN LA GALERÍA S’ART La inauguración de la exposición el día 14 de mayo fue a cargo del viceconsejero de Turismo del Gobierno de Aragón, Javier Callizo. Colaboraron en la misma el departamento de Industria, Comercio y Turismo, y La Caixa. Adolfo Lahoza expuso durante un mes, parte de su obra donde el Castillo de Loarre es elemento central de una pintura natural, fresca, creativa y pulcra. Tanto la exposición como el nombramiento de socio de honor tuvo su repercusión en los medios de comunicación, desde el Diario de Noticias de Navarra hasta el Diario del Alto Aragón. 


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Plantas rupícolas

Las plantas amigas de las rocas poseen estomas que se cierran durante el día -evitando una pérdida de agua considerable durante la transpiración en horas de insolación- o disponen de hojas rígidas, correosas, crasas y suculentas.

Zapatitos de la virgen (Srcocapnos enneaphylla).

En la sierra de Loarre, colgando de las paredes de los mallos de Riglos y en buena parte del Pirineo Aragonés vamos a encontrar unas curiosas plantas que prefieren habitar en el medio rocoso. Son las llamadas “plantas rupícolas”, especies botánicas que hincan sus raíces en la piedra, suspendidas en el vacío, agarradas directamente sobre el suelo mineral de la montaña. Muchas de ellas son endémicas de la cordillera y todas han ocupado un nicho ecológico difícil de colonizar para el resto de la vida vegetal. El Prepirineo de Huesca, donde se encuentra el castillo de Loarre no es, precisamente, una tierra llana, plana. Estas bellas y agrestes sierras presentan un relieve accidentado de pendientes laderas, cañones, barrancos, precipicios y cortados rocosos verticales donde, pese al aspecto general descarnado de la piedra, habitan ciertos animales y plantas que han logrado con éxito hacer de estos medios casi inaccesibles su mejor casa. Los roquedos pirenaicos y prepirenaicos son el hábitat natural de un buen número de plantas especializadas en vivir colgando del vacío, desafiando las leyes de la gravedad. Es el caso de las especies pertenecientes a los géneros Petrocoptis o Saxifraga, denominaciones que en griego y en latín vienen a decir “que rompen, que cortan la roca”. Al igual que sucede en los desiertos, se trata de vegetales dotados de sorprendentes adaptaciones para prosperar en un medio hostil en el que tan apenas hay agua y sometidos a grandes oscilaciones térmicas, pues estos paredones se calientan muy rápido por la acción del sol y se enfrían bruscamente al caer la noche. Para ello estas especies vivas

Las plantas rupícolas son, así mismo, seres vivos que aferran sus raíces directamente en la roca madre, aprovechando cualquier grieta o fisura, sin tan apenas suelo ni tierra nutritiva, ocupando repisas o, más difícil todavía, creciendo en la concavidad de una pared extraplomada. La naturaleza les ha dotado de otras estrategias propias para que sus semillas no se pierdan en el espacio aéreo y así logren alcanzar los rincones rocosos más inverosímiles. Algunas de ellas, como la Petrocoptis pseudoviscosa –que sólo crece en el congosto del Ventamillo- o la Borderea chouardii –exclusiva del congosto de Sopeira- poseen semillas con pelillos que en contacto con el agua rezumante de las paredes se hidratan y adquieren un tacto especialmente viscoso con el fin de adherirse a la roca y no caer vacío abajo. Otras, como la Androsace cylindrica, una vez que han echado flores y han sido fecundadas, al fructificar, giran sus tallos hacia la pared -como si hubiera un tropismo- y así garantizan que la dispersión de las semillas alcance el lugar deseado para germinar. En otras ocasiones la ayuda viene de la mano de invertebrados como las hormigas, encargadas de depositar las semillas en las grietas de una pared rocosa. En otras ocasiones el secreto de la adaptación de las plantas rupícolas está en la raíz de las cosas, oculto. Dicen que al mal tiempo buena cara. Y al mal suelo, parecen decir, larga raíz. Por eso si miráramos debajo de esas diminutas especies que no alcanzan visiblemente más que unos escasos centímetros, veríamos que disponen de una superficie radicular que puede ser de más de un metro cuadrado, lo que en estos suelos pedregosos y pobres permite recoger agua y sustancias minerales en un radio muy amplio. Pero, claro, este hábitat tan complicado también tiene por supuesto sus ventajas para la vida: seguridad ante los depredadores herbívoros, abrigo frente a las inclemencias climáticas, y protección ante otros factores adversos. Además, los naturalistas les prestan a estas comunidades biológicas una atención especial, pues saben que allí está “escrita” buena parte de la historia geobotánica de los Pirineos. Los científicos explican que muchas de estas especies son reliquias supervivientes del efecto demoledor 11


de las glaciaciones: las masas de hielo cubrieron entonces buena parte de estas montañas, y sólo sobrevivieron las plantas encaramadas o refugiadas en los altos crestones rocosos. Hoy, allí, gracias a su aislamiento en pequeñas poblaciones, los estudiosos de la flora han determinado la existencia de numerosos endemismos, es decir, especies con una distribución mundial restringida sólo a la propia cordillera pirenaica o a pequeñas regiones de ésta.

Líquenes, coronas de rey y orejas de oso

ningún pudor ni humildad: tras varias primaveras de lento y continuado crecimiento llega un año en el que del centro de la planta se despliega un largo tallo central de donde brotan hasta más de doscientas florecillas blancas. A veces, el ramo es tan denso y pesado que cuelga doblado sobre las paredes, asomado espectacularmente a la caída del precipicio. Otras plantas muy representativas son las ya citadas del género Petrocoptis, la mayor parte de ellas endémicas de zonas geográficas muy concretas. Entre las seis especies pirenaicas se encuentran la P. montserratii que habita en los Mallos de Riglos y Santa Orosia, y la P. guarensis, exclusiva de los cañones de la Sierra de Guara. Un endemismo rupícola que no se puede pasar por alto es la popular oreja de oso (Ramonda myconi), especie que lleva el nombre del ilustre pirineísta Ramond de Carbonnières, y que se le considera un “fósil viviente” al ser una planta propia de cuando un clima tropical dominó los Pirineos durante la Era Terciaria. Sus hojas peludas y flores moradas -que recuerdan a las de la casera violeta africana- aparecen en peñascos calizos muy sombríos y húmedos, así como en el interior de los bosques frescos.

Corona de rey o col de borrega (Sxifraga longifolia).

Las primeras formas de vida de colonización del roquedo desnudo corresponde a los musgos y los líquenes, mitad hongo y mitad alga, capaces de obtener su alimento sólo del polvo del aire y de las precipitaciones. Pero sin duda hay otras plantas vasculares, con flores, mucho más características del mundo rupícola pirenaico. La corona de rey (Saxifraga longifolia) constituye uno de estos bellos seres vegetales que viven en los farallones soleados de la sierra de Loarre, aprovechando las más mínimas fisuras. Su roseta basal de hojas alargadas sólo florece una vez en su vida. Sin embargo, cuando le toca su hora, lo hace sin

Los botánicos explican que todas estas plantas rupícolas, relegadas a vivir en sitios tan difíciles debido una feroz competencia vegetal por un espacio mejor, son en verdad formas de vida muy antiguas y, por tanto, interesantes. Muchas de estas pobres plantas condenadas a crecer en un mal piso son únicas y exclusivas de los Pirineos, y su simple presencia nos ofrece gran información sobre la historia de los paisajes naturales. Se trata, además, de una biodiversidad rara y especializada frente a la adversidad... por eso sólo ellas han sido capaces de vivir allí, en la roca, por los siglos de los siglos. 

Textos y fotos: Eduardo Viñuales Cobos. Escritor y naturalista.

Hospedería de Loarre Plaza Miguel Moya, 7 – 22809 Loarre (Huesca) • Tel.: 974 38 27 06 - Fax: 974 38 27 13 www.hospederiadeloarre.com • info@hospederiadeloarre.com

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Nº 19- Verano 2010

Mediodía desde el Cajigar

Al contemplar el paisaje desde el camino del Cajicar, antes de entrar en las sombras de las encinas, la visión que ofrece la naturaleza en ese lugar resulta, como en tantos otros sitios, vibrante, estimuladora, transmisora de grandes mensajes. Es como si al mirar, y observar la totalidad inmensa, se percibiera una sensación en la que se despertasen todos los sentidos y se abrieran de par en par las ventanas del alma. En ese momento, mirando hacia el infinito, el esplendor divino de la luz y de la forma empieza a narrar visiones inimaginables que hacen olvidar todo lo cotidiano que rodea a la vida diaria. Quedas como traspuesto entre un plano y otro, pasas a sentir un éxtasis en la consciencia durante un periodo de tiempo no medible. Después se necesita reposo y quietud visual para asimilarlo y grabarlo

en la mente. Con estas vivencias, y tras un tiempo de reflexión, empiezas a sentir deseos imparables de pintar y narrar estas sensaciones. La realización de una composición, de una interpretación personal y única de lo vivido y de lo soñado apuntala los cimientos para transmitir el mensaje, el carácter y la personalidad propia del paisaje. Esto, junto con los valores de la luz y del color propios del entorno, conforman los contenidos básicos de la expresividad plástica que, unidos al poder creativo, plasman la mejor realización de la obra artística, aquella que muestra que, bajo el duro calor del mediodía estival del prepirineo, existe la belleza de una sierra salpicada por un castillo. 

Adolfo Lahoza 13


Loarre y el Compromiso de Caspe El 31 de mayo de 1.410, murió el rey de Aragón Martín I “El Humano” sin dejar sucesión y sin nombrar sucesor al trono de la Corona Aragonesa. Ante el problema que se presentaba, representantes de los países que la formaban acordaron nombrar nuevos compromisarios; tres por el reino de Aragón, tres por el reino de Valencia y otros tres por el condado de Barcelona. Estos nueve jurados, deberían decidir cuál de los pretendientes debería asumir la Corona. Los pretendientes fueron éstos: Fadrique de Luna, conde de Luna, hijo bastardo de Martín I “El Joven”, nieto por tanto de Martín I “El Humano”, posteriormente legitimado por el papa Benedicto XIII, también familia de los Luna. Jaime II de Urgel, conde de Urgel, biznieto de Alfonso IV de Aragón, casado con Isabel, hija de Pedro “El Ceremonioso”. Alfonso de Aragón y Foix, conde de Denia y Ribagorza, marques de Villena y Duque de Gandía, que murió antes de la reunión de Caspe. Luis de Anjou, duque de Calabria, nieto de Juan I de Aragón. Juan de Prades, conde de Prades, hermano del anteriormente citado duque de Gandía y, Fernando de Trastamara, apodado “El de Antequera” por su intervención en la conquista de la villa andaluza, nieto de Pedro IV de Aragón. De todos ellos era posiblemente, según mi opinión, el que más probabilidades tenía, Jaime II de Urgel, conde de Urgel, que contaba con el apoyo incondicional de Antón de Luna, de fuerte carácter, que cometió el error de matar al arzobispo de Zaragoza, García Fernández de Heredia, al que previamente citó a una reunión en un lugar próximo a la Almunia de Doña Godina, reunión a la que incomprensiblemente, conociendo el violento carácter del conde acudió desarmado. Al verse ambos personajes, se saludaron afectuosamente y montados en sus caballos, comenzaron la conversación. Antón de Luna intentó atraer al arzobispo a la causa de Jaime de Urgel, contestándole el arzobispo, “que mientras él viviese nunca sería rey de Aragón el conde de Urgel”. Montó en cólera Antón de Luna contestando al arzobispo que “Jaime de Urgel sería rey de Aragón con el arzobispo vivo o con el arzobispo muerto”. A lo que García Fernández de Heredia respondió que “muerto, puede que sí, pero vivo, jamás Jaime de Urgel sería rey de Aragón”. Antón de Luna le dio un golpe en la cara y sacando la espada le hirió con ella en la cabeza. Cuando el arzobispo cayó al suelo, el resto de los amigos del conde lo remataron con espadas y lanzas. Este triste acontecimiento desagradó profundamente al

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papa Luna, Benedicto XIII, que aconsejado por Vicente Ferrer, compromisario por Valencia, pasó a defender definitivamente la candidatura del pretendiente castellano Fernando de Antequera que finalmente el 28 de junio de 1.412 salió elegido, e introdujo en Aragón la dinastía castellana de los Trastamara. Jaime de Urgel no aceptó el resultado del Compromiso de Caspe, revelándse contra él, haciéndose fuerte en la ciudad de Balaguer, mientras su incondicional apoyo en Aragón, Antón de Luna lo hacía en el castillo de Loarre. Violante de Luna, sobrina del papa Benedicto XIII, y abadesa del monasterio de Trasobares, tomó parte en la rebelión de su primo y acudió a Loarre para apoyar su causa contra el elegido Fernando, llegando a tener un hijo con él. Enterado el papa Benedicto XIII, reaccionó excomulgando a su sobrina Violante de Luna, ordenando arrasar y quemar el convento de Trasobares, excepto su iglesia, y distribuyendo a las monjas entre las ciudades de Calatayud y Zaragoza. Antón de Luna se dedicó a contratar soldados mercenarios por Francia e Inglaterra para apoyar la pretensión de Jaime de Urgel, causa de que sus ausencias de Loarre fueran frecuentes, durante las que la enérgica Violante de Luna asumía la dirección y control del castillo. Fernando I de Antequera, ya rey de Aragón, comenzó a recuperar los castillos de los partidarios de Jaime, siendo Balaguer el primero en rendirse a las tropas de Aragón y Castilla, manteniendo solo el castillo de Loarre su fidelidad al pretendiente aragonés. Finalmente Loarre se entregó a las fuerzas de Fernando I, siendo la última fortaleza en hacerlo y la última acción militar en la que intervino. Antón de Luna se fugó a Francia y Doña Violante fue hecha prisionera en su propio castillo, bajo la custodia de Pedro de Urrea. No debió de ser su prisión muy dura, pues según algunos historiadores afirman, era frecuente=ver a los amantes primos pasear por Ayerbe, motivo por el que fue posteriormente encerrada en el castillo de Sora, cerca de Ejea de los Caballeros, bajo la custodia de Pedro de Lacasta, por considerarlo el rey más seguro, de donde se fugo con una identidad falsa y finalmente indultada por el rey, atendiendo una petición de su tío Benedicto XIII. El hecho de que esta fuese la última intervención importante de Loarre en acciones militares, nos ha permitido conservar un castillo autentico del siglo XII, quizá el único de Europa.

José Luís Aramendía


Nº 19- Verano 2010

Medio ambiente - noticias

¿Para qué queremos la biodiversidad? Los humanos no podemos olvidar que todas nuestras actividades se apoyan en los recursos biológicos. Somos parte de la Naturaleza y dependemos de ella.

Año Internacional de la Diversidad Biológica El año 2010 ha sido declarado por la Asamblea General de las Naciones Unidas como el Año Internacional de la Diversidad Biológica debido a la preocupante pérdida de biodiversidad que sufre nuestro planeta. La biodiversidad es la variedad de toda forma de vida y procesos naturales sobre la tierra. El Convenio sobre la Diversidad Biológica (CDB) la define como la variabilidad entre organismos vivos, incluida la diversidad genética, de especies y ecosistemas. A pesar de los importantes servicios que la biodiversidad provee –recursos para alimentación, agua o materia prima, entre otros-, ésta se encuentra amenazada por diferentes causas, entre las que destaca la intervención del propio ser humano, que ha provocado que éste hecho natural sea mucho más rápido. Las tasas de extinción de especies son actualmente entre cien y mil veces mayores. 

El 80% de la población del Tercer Mundo depende para sobrevivir de medios naturales, animales y plantas silvestres. Por tanto, las especies vivas, abundantes o no, las podemos necesitar, de manera directa o indirecta, para la obtención de materias primas y alimentos, para conseguir compuestos medicinales, para contener o evitar plagas, para depurar el aire, para oxigenar el agua, para mantener y crear los suelos, para fijar nutrientes esenciales como el nitrógeno, para polinizar las plantas, para absorber partículas contaminantes o para regular el clima. En definitiva, debemos proteger lo que nos protege. 

Una pérdida irreparable Cien milenios tienen que transcurrir para la creación de una nueva especie viva. Los estudiosos de la biodiversidad han catalogado y descrito un millón y medio de especies. La mitad de ellas son insectos. Pero todavía desconocemos a la mayor parte de la fauna y la flora que comparte con nosotros la Tierra. El volumen total de la biodiversidad se estima entre cinco y cien millones de especies. Miles de ellas se extinguen antes de que ni tan siquiera sean identificadas.  15


Castillo de Loarre Loarre: Villa, está a quatro leguas de la ciudad de Huesca, con buenos muros y famoso castillo, de los más fuertes de España. Tesoro de la lengua castellana o española (Sebastián de Covarrubias Orozco) Nada puede vencer el carácter tan áspero de las viejas montañas, su vertical bravura curtida en los inviernos más hambrientos de nieve, en la embestida seca, la tozudez del cierzo, en el hielo que incordia, desordena las luces, en la caligrafía oscura de los líquenes. ¿Puede el hombre domar la furia del peñasco? ¿Y puede desafiar las leyes del olvido, que borran la ambición de los grandes ejércitos? ¿Y puede coronar esa inmensa columna de piedra con sus torres, buscando la atalaya más oportuna para vigilar al contrario? Sancho Ramírez quiso convertir un pináculo de roca en su utopía, asomarse al abismo, ser el dueño de un mundo de agrestes paisajes que se arrodillan junto a las viejas llanuras de vides y olivos, quiso alcanzar la cima, emular a la águilas, asustar al rival con su demostración de poder en la altura, a pesar del relámpago, con la audacia más sólida del maestro cantero que envaina las paredes en los muros de roca viva, logrando un mestizaje de riscos y sillares, de almenas y oraciones, corazas y cogullas, sotanas y lorigas. El castillo se yergue abrazado al vacío, con sus hombros robustos y su grito secreto tiñendo el horizonte de curiosos matices y sus entrañas lóbregas que esconden la memoria de sucios calabozos y el vuelo de los buitres que atraviesan páramos y las crestas más finas. Es un lugar angosto, cosido a los breñales, que se asoma en la oscura maleza de los siglos, de paredes macizas y un grosor considerable, un paraje que guarda la nostalgia de monjes, de fornidos guerreros que un día galoparon buscando la conquista de nuevos territorios El rey sintió la lluvia de caballos cubriendo la llanura de polvo, y cercó las murallas de Huesca con decisión señalando los puntos más débiles del lienzo, a merced del arquero, de la afilada flecha que mordió la armadura y derrotó al monarca en un charco de sangre Pero sus descendientes no sentían afecto por ese gran castillo decidieron cambiar su lugar de residencia, evitar los inviernos tan crudos, el inhóspito clima, la lejanía, su abrupta situación, y prefirieron otro sitio, la fortaleza de Montearagón. Loarre entró en un tiempo de abandono, sufriendo prolongados periodos de letargo, orgulloso de su historia, refugio de algunos bandoleros, custodiando una joya, esa asombrosa bóveda que acogió los rebaños de ovejas en las épocas más duras y difíciles, salvándolas del frio. Sancho Ramírez sigue recorriendo las tierras que antaño fueron suyas, aquellas que pisaron varios rinocerontes lanudos, paquidermos, o la tribu prehistórica que excavó en una roca su singular necrópolis o el director de cine que enseña a los actores el mundo de los sueños.

Alejandro Alagón Huesca. 2009 16

Alejandro Alagón Ramón es un escritor oscense, licenciado en Filología Hispánica por la Universidad de Zaragoza. Ha publicado el pliego de poemas DAÑOS COLATERALES (Instituto de Estudios Altoaragones) 2006 y el cuento UN NUEVO HORIZONTE (Ayuntamiento de Huesca) 2009. El año pasado ganó los Certámenes de Poesía de Boca de Huérgano (León) y Alfambra (Teruel), obtuvo un accésit en el Mario Ángel Marrodán y quedó finalista en el Concurso de Relatos “O Fogaril” con el cuento Los Dibujos de la Cárcel de Broto. Este poema dedicado al Castillo de Loarre está incluido en un poemario de 120 composiciones que lleva por título El viejo lamento de la campana. Es un libro inédito que tiene como fuente de inspiración principal la Leyenda de la Campana de Huesca, las vidas de Ramiro II EL Monje y Sancho Ramírez, los escenarios vinculados al Reino de Aragón y el cuadro La Leyenda del Rey Monje obra de José Casado del Alisal. La idea de escribir este libro surgió debido a su interés por la leyenda y por los sucesos históricos de ese periodo, que a menudo divulga en su labor de Informador Turístico. Le atrae la relación que existe entre la literatura y el turismo, como aliados para difundir la historia y tradiciones de nuestro territorio.


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