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Conversando con BELINDA TATO Y JOSÉ LUIS VALLEJOS Ecosistema Urbano

COnvERSanDO COn

BELInDatatO y jOSé LuIS vaLLEjO

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Ecosistema Urbano

Bt Belinda Tato jLv José Luis Vallejo Pm Paula Monroy

Pm ¡Es un placer conocerlos! Aunque sea aquí por Skype [risas]. José Luis me contó por correo que ustedes están viviendo entre Madrid y Boston, ¿no? Es interesante pensar cómo ustedes —como “ciudadanos en tránsito”— perciben su cotidiano. ¿Cómo es la rutina de ambos —tanto en el ámbito personal como profesional— viviendo entre ciudades tan diferentes entre sí?

Bt En Madrid todo nuestro tiempo es para la oficina, mientras que en Boston estamos ocupados en gran medida con experiencias académicas. Ambas situaciones se dan en contextos urbanos muy distintos. La ciudad de Madrid es muy amable, muy caminable, incluso en verano, cuando hace mucho calor y casi todo sucede en la calle. La experiencia de Boston es distinta —en realidad residimos y trabajamos en Cambridge, en torno al campus histórico de Harvard, que es una comunidad más pequeña, fundamentalmente académica y un poco atípica—, porque estamos en una burbuja dentro de otra burbuja. Es un lugar muy internacional, donde a veces se te olvida que estás en ee.uu. Cambridge alberga instituciones universitarias como Harvard y mit [Massachusetts Institute of Technology], y por ello hay mucha más intensidad en el interior de los edificios. En cambio, en Madrid, el peso y la intensidad que tiene el espacio público como motor de vida es, desde mi punto de vista, algo muy emocionante de la ciudad.

jLv Yo añadiría que para hablar de esa experiencia que mencionas de “ciudadanos en tránsito”, es interesante fijarse en la dualidad que estáis introduciendo en el discurso de la Bienal [xxi Bienal de Arquitectura y Urbanismo de Chile], aquello que te “construye” como persona y lo que te construye como profesional. Normalmente, las Bienales se enfocan exclusivamente hacia lo profesional pero vuestra visión, da la impresión que tiene que ver un poco más con sentirse primero ciudadano y luego ponerse el sombrero del profesional que trabaja con la ciudad, ¿no?

Pm Exacto…

jLv Quizá una de las cosas que más critico de la educación que reciben los arquitectos y arquitectas, es que te separa de la sociedad. Una vez que nosotros acabamos esa etapa de formación volvimos a la ciudad, a reconciliarnos con nuestra parte ciudadana y nos enfrentamos a los prejuicios de una educación que nos produjo un cierto extrañamiento. Al mismo tiempo fuimos descubriendo, como profesionales, el espacio público como el lugar de la cotidianeidad, de las relaciones sociales; cualidades que siempre intentamos introducir y trabajar en

todos nuestros proyectos. Nosotros hemos crecido como ciudadanos fundamentalmente en Madrid, y el descubrimiento de Boston ha sido más desde el punto de vista profesional. Es por ello que llevamos la idea del espacio público como escenario para la vida en nuestro adn ciudadano.

Pm El hecho de que ustedes estén entre una ciudad súper latina como Madrid y otra como Boston, con otro paradigma, imagino que hace que el desarrollo de sus proyectos se vea afectado, de cierta manera, por esa especie de “promiscuidad” en habitar diferentes sociedades, ¿no? ¿Qué desafíos ven ustedes al enfrentarse a entornos tan diferentes en términos de su relación con la política, la economía y la sociedad?

jLv Nuestra oficina está dividida entre España y ee.uu., pero en los últimos años también hemos estado trabajando mucho en Latinoamérica. Hoy, da un poco igual dónde esté tu oficina o dónde vivas, porque es probable que el trabajo esté en un tercer lugar. Tal vez no sea tan relevante la proximidad física para trabajar con todo lo relacionado a explorar las posibilidades de interacción social en entornos urbanos. Tanto Madrid como muchas ciudades de América Latina son lugares que viven con intensidad la calle. Esto se da a un nivel de interacción mucho menor, por ejemplo, en lugares como Noruega —donde estuvimos trabajando recientemente—, donde muchos de los debates que tuvimos tenían que ver con los prejuicios que hay entre norte y sur [de Europa]: si unos profesionales que venían del sur iban a ser capaces de interpretar las singularidades culturales de países nórdicos, ¿no? Ahí surgió el tema de que, para el ser humano, la necesidad del contacto social ¡es muy alta! Puede ser que haya un porcentaje más bajo en determinadas culturas, pero yo no creo que sea posible vivir completamente aislado y no considerar la interacción social como un elemento fundamental para trabajar en espacios públicos.

Pm Como ciudadana latinoamericana, claramente percibo cierta similitud continental, pero entre cada país y comunidad hay muchas, muchas diferencias. Me he dado cuenta de que los sistemas de trabajo y, más que nada, el tema de las relaciones sociales, es muy diferente aquí [Brasil] en comparación con países del Pacífico. Mucho más allá del idioma, es la forma en cómo te comunicas. Creo que esa es la mayor barrera.

Bt Totalmente…

Pm ¿Cómo enfrentan eso ustedes? ¿Cómo crean esas relaciones de confianza en un contexto tan global?

Bt Tenemos siempre diferentes tipos de proyectos con escalas o alcances muy distintos. No tenemos una “fórmula mágica” que nos permita establecer esa “conexión”. Hemos ido aprendiendo que a veces es importante tener una presencia más estable y ha tenido que desplazarse alguien de la oficina a un determinado lugar para establecerse durante tres o seis meses. A nosotros nos genera rechazo pensar que uno puede aterrizar en un sitio y resolverlo todo sin tener ningún conocimiento previo.

jLv Hay gente que define un método, una receta, o que tiene una determinada “visión” y piensa que vale para aproximarse a cualquier entorno urbano. Nosotros tratamos de generar herramientas muy flexibles que se vayan adaptando a cada contexto y que nos permitan, como mínimo, aprender de

él para aproximarnos a las necesidades de mejora reales de un lugar. Recuerdo una vez que me preguntaron apenas llegué: “Usted, arquitecto, ¿qué visión tiene para nuestra ciudad?” —estábamos trabajando en el desarrollo de un plan sostenible para los próximos 25 años—, y yo: “No tengo ningún plan, ninguna visión ni nada. Lo único que puedo hacer es aprender de esta ciudad”. Es necesario escuchar mucho para luego ser capaz de, junto con la gente, identificar cuáles son las estrategias más relevantes que deberían aplicarse; comenzar un proceso inverso y catalizador de situaciones positivas que muchas veces ya están ahí, pero en realidades desconectadas unas de otras.

Bt Pero al mismo tiempo que tenemos esta desventaja de “no conocer” y no estar impregnados de todo lo “local”, tenemos la frescura de poder ver cosas que, a lo mejor, quien está inmerso todos los días en esa realidad cotidiana no es capaz de ver. Esa combinación de experiencias es interesante. Intentar ver no sólo las restricciones, sino también las posibilidades. Comenzar pensando en “lo que no se puede hacer” nos deja a todos… ¡demolidos! Hay que intentar encontrar los “huecos” y la posibilidad de generar soluciones a partir de ellos. No dejarnos aplastar por la tendencia a que las cosas no se hagan...

Pm Frente a la burocracia…

Bt ¡Claro! Las ciudades cargan consigo sus complejidades burocráticas, y nuestro trabajo es identificar posibilidades incluso en ese contexto.

Pm Y dentro de todas las crisis globales que estamos viviendo: polarizaciones políticas, migraciones, etc. ¿Cómo definirían el concepto de “clase media” madrileña? Bt Nuestras percepciones tienen que ver un poco con la vida propia, por lo tanto, mi lectura es muy personal. Yo creo que España es un país con una clase media muy poblada y donde los extremos son minoritarios. Probablemente, esa percepción la favorece la propia configuración de la ciudad, donde las infraestructuras, la movilidad y los servicios sirven en general por igual a todas las personas. Otra cosa es que, por ejemplo, durante la reciente crisis que sufrió la economía española con especial virulencia, a pesar de que todas las noticias eran devastadoras, realmente cuando uno paseaba por Madrid se daba cuenta de que la gente seguía disfrutando, en su medida, de la ciudad. Mi conclusión es que en esta cultura, cuando la gente tiene menos recursos no deja de salir a la calle a tomarse un café con un amigo A lo mejor no se compra zapatos nuevos, pero el aspecto social es muy importante. La red social y familiar es fundamental, lo que además sirve de amortiguador en momentos difíciles.

Belinda tato Arquitecta de la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de Madrid (etsam) y de la Escuela de Urbanismo y Arquitectura “The Bartlett School” de la University College de Londres. Profesora de Harvard gsd y fundadora, junto a José Luis Vallejo, del estudio de arquitectura Ecosistema Urbano (2000). Con sede en España y ee.uu., el estudio aborda proyectos bajo las premisas de Sociedad, Tecnología y Medioambiente. josé Luis vallejo Arquitecto de la Universidad Politécnica de Madrid (etsam) y de la Escuela de Urbanismo y Arquitectura “The Bartlett School” de la University College de Londres. Profesor de Harvard gsd y fundador, junto a Belinda Tato, del estudio de arquitectura Ecosistema Urbano (2000). Desde entonces, han dirigido talleres, impartido conferencias y enseñado en prestigiosas instituciones educacionales.

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