«De la técnica como hábito» Cristina Castagna Curaduría:
Érika Martínez Cuervo - Jorge Lopera
De la técnica como hábito 2 de Agosto - 15 de Septiembre de 2018 Cristina Castagna
Artista Èrika Martínez Cuervo Jorge Lopera Curadores Manuela Velásquez Directora Dirego Chavarria Diseño, diagramación y fotografía Galería Lokkus Arte Contemporáneo Cra 36 #10A - 35 (Edficio La doble Elle) Medellín / Colombia www.lokkus.com 2018
«De la técnica como hábito» Cristina Castagna Curaduría:
Érika Martínez Cuervo - Jorge Lopera
De la técnica como hábito [Más allá del lo que posibilita el mecanismo emerge una cierta forma del pensamiento]
“De la técnica como hábito” resulta de un ejercicio de investigación y curaduría1 en el que había de fondo un interés - y una curiosidad latente por darle una mirada detallada a los procesos gráficos y a las otras formas de hacer de los que se vale Cristina Castagna para realizar sus obras. Bajo ese criterio se pone al descubierto en esta exposición de qué manera el dibujo, la acuarela, el grabado y el video (experimentos con stop motion), aparecen aleatoriamente en su producción como lenguajes esenciales. Así mismo, la exploración de sus archivos y las conversaciones con la artista, evidenciaron el lugar vital que tienen las técnicas de impresión en su cuerpo de obra, resultado consecuente de sus estudios profesionales en diseño y grabado. Fueron entonces estos hallazgos los que motivaron a que su experticia con las técnicas se ubique en esta muestra como el asunto central que detona un pensamiento crítico acerca del trabajo de Castagna. El grupo de obras que presenta “De la técnica como hábito” visibiliza una parte importante de los proyectos que la artista ha desarrollado en la última década, donde la presencia constante del agua (en especial del mar), de elementos naturales, de animales, de la figura humana (sobre todo de infantes) y de objetos cotidianos; ha resultado medular en sus disertaciones. Dispuestas en el espacio, las obras arman un relato al que se puede acceder por diversas vías; sin embargo, Mayday (2012) funciona en este montaje como una imagen matriz que de alguna manera integra el discurso visual que está en juego con la totalidad de las obras. Esta pieza es contenedora de la simbiosis entre el laboratorio técnico y el imaginario emocional que habita en las creaciones de Castagna, además de resultar
una metáfora de su pensamiento existencialista. Vemos en Mayday un barco que se incendia a lo lejos y espera el naufragio, es el registro sutil y brutal de la vida desvaneciéndose. La manera en que Castagna hace del mar una imagen en esta serigrafía, evoca - en sus justas proporciones - las pinturas de incendios sobre el mar del legendario Turner. Castagna captura, con la superposición de planos de color, el tiempo en extinción. La exhibición, impregnada por los avatares de los procesos técnicos, incluye - además del grupo de piezas seleccionado - una “mesa de proceso” con la que podemos hacernos una idea de los experimentos que preceden las obras de Castagna: bocetos, anotaciones, pruebas de artista, planchas de impresión, paletas de color, grafismos, soportes para imprimir, entre otros. La mesa funciona como un dispositivo que hace público lo privado, parte de la alquimia que sucede en el estudio de la artista se hace visible y expande la experiencia estética con la obras dispuestas en la galería; a su vez, complace la mirada fisgona del espectador. Hacer es también pensar. Ver es también imaginar. “La imaginación es ante todo aquello que nos capacita para tender un puente entre los órdenes de realidad más alejados, más heterogéneos”, esta breve reflexión de Walter Benjamin2 con la que el filósofo reafirma su idea de que la única manera de adentrarse en el mundo (“de leer lo nunca escrito”) es a través de un pensamiento en el que las conexiones improbables sean posibles; funciona como preámbulo para los recorridos que activa esta exposición donde precisamente la imaginación es la que nos permite ver y entrever las obras de Castagna. El sentido de cada pieza que acá se muestra se revitaliza por las relaciones (o puentes, en términos de Benjamin) que se generan cuando observamos más allá de las literalidades que contiene cada imagen. Castagna nos enfrenta con esos “órdenes más alejados” y su maestría con las técnicas empleadas acentúa ese enfrentamiento; es decir, las operaciones previas que tuvieron lugar en su estudio constituyen el carácter expresivo y dramático de las obras. Por lo dicho anteriormente, esta exhibición hace un elogio a la técnica como elemento fundamental en la producción de
Castagna y enuncia su importancia en el contexto artístico contemporáneo - el de la técnica - no solo por su valor procesual-material sino por sus alcances estético-conceptuales. Es precisamente ese conocimiento de los medios (que por demás implica el hábito3) el que le ha facilitado ahondar en las ideas que sus obras contienen, sus series de imágenes -que se van armando como secuencias anacrónicas - construyen narrativas críticas acerca de la existencia humana. Sus tratamientos técnicos y premisas conceptuales erigen un lenguaje donde lo siniestro cobra presencia, esa “inquientante extrañeza” a la que se refería Freud (unheimlich en alemán o unncany en la traducción al inglés de Rosalind Krauss) aparece cuando se observan varias de las obras de Castagna. Prueba de ello, por ejemplo, son los dibujos que conforman Juego de niños (2009), el grabado Manada (2015) o la perturbadora Guaca (2016); en los tres casos algo que ha sucedido o está por suceder no aparece allí, es la “imaginación” la que incita a ver más allá del fragmento que tenemos en frente; como señala la historiadora del arte Martha Langford en un ensayo sobre la ambivalencia que encarnan los cuentos infantiles: “hay esperanzas y temores sobre el futuro (y el pasado) atrapados en estas imágenes. Contemplarlas hace girar la llave dorada que da acceso a posibilidades todavía no imaginadas”. También acontece en su producción más reciente, Ataos (2018) y Por la borda (2018) un fenómeno surrealista en el que objetos domésticos han sido desplazados de su contexto. Ambas series surgen de la observación de los acarreos improvisados que hacen parte del paisaje urbano y en los que la artista se inspira para construir una poética de la pérdida y de eso íntimo – que salió a la luz (a la calle) - y debía mantenerse oculto (siguiendo con Freud). En Ataos, cosas amarradas arman una especie de bulto y flotan en el vacío; mientras que en Por la borda enseres solitarios se están hundiendo en el agua. Los actos decididos de hacer flotar y de hundir, nos remiten de nuevo al naufragio, a la partida agónica a la que Castagna vuelve una y otra vez. Resulta pertinente anotar que el efecto visual que se logra en Por la borda, es producto de haber sumergido los dibujos en una mezcla líquida que deshizo hasta cierto punto las figuras representadas.
Es consecuente entonces decir - luego de los enunciados anteriores - que la potencia del lenguaje visual de Castagna está dada por su trabajo de pensamiento a través del hacer, son sus ensayos y repeticiones durante los procesos que exige cada técnica, los que invaden de carácter sus imágenes. Los riesgos con el color, el cuidado de la luz y la sombra, el juego con los contrastes por saturación, el uso de las tintas y los químicos apropiados, la yuxtaposición de planos, la precisión a la hora de imprimir, las pruebas para lograr las líneas rústicas de sus grabados, la sutileza del trazo con el lápiz, entre otras; son los actos creativos de los que Castagna se apropia para decirnos cosas sobre el arte, pero también sobre lo absurdo que caracteriza a la vida misma. En sus propias palabras: “hacer me permite pensar, hay una forma en la que se elaboran las cosas, hay una manera como yo hago las cosas (…) todo parte de experiencias personales, no hay otra manera de que mis obras resulten ser lo que son”.
1 Esta exposición se realizó con base en la investigación y curaduría de Jorge Lopera y la autora de estas líneas. Lopera complementa este texto de sala con un ensayo que contextualiza la obra de Cristina Castagna en el escenario local y donde además se hacen referencias fundamentales al desarrollo de las artes gráficas en Medellín. Cabe anotar que Castagna estudió grabado en el Taller La Estampa (Medellín, 2005-2009) con la maestra Ángela Restrepo y que dicha experiencia marca de forma definitiva sus procesos de pensamiento y creación. 2 Esta frase de Walter Benjamin aparece en su texto “Sobre la facultad mimética” (1933) donde explora la experiencia de la imitación durante la infancia y donde aparece la idea de la repetición como acción determinante en la experiencia humana. En sus disertaciones, la imaginación es uno de sus intereses medulares y es la facultad que permite crear relaciones que permiten ver más allá de lo evidente. 3 Hábito:del latín habitus. Modo especial de proceder o conducirse adquirido por repetición de actos iguales o semejantes. [RAE. Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española]
Texto por Érika Martínez Cuervo
Cristina C
De la memoria el naufragio
“Todo pasado en su mayor claridad es irrecuperab siempre se recae en la deformación o en la transfo aquello que no podremos recuperar”. Wilson Pérez
Castagna
o, de la tĂŠcnica el proceso
ble, todo intento de atesorarlo es un vano estĂmulo; ormaciĂłn. Tal vez toda presencia sea la memoria de
Texto por Jorge Lopera
Pensar las historias del arte en Medellín. Esta parece ser una tarea en la que, casi siempre, salen a flote ausencias mientras narrativas canónicas prevalecen y dejan al margen otros relatos posibles. Uno de ellos tiene que ver, sin lugar a dudas, con la producción gráfica. No podría desconocerse que en el ámbito local ha existido un trabajo ininterrumpido de artistas cercanos a lenguajes como el dibujo, la acuarela, la serigrafía o el grabado y pese a que en las líneas que siguen difícilmente intentaremos aclarar el panorama sobre la historia de la gráfica en Medellín (esa labor, ardua por demás, deberá corresponder a un texto más extenso), sí buscaremos acercarnos a un trabajo que hoy opera bajo las lógicas de producción visual convencionales, esto es, desde las técnicas gráficas. Tales operaciones ya nos sitúan en los terrenos de la sospecha ante los ojos del arte contemporáneo, que suele exigir apuestas discursivas de cierta complejidad sobre la ejecución técnica y material de la obra, y que al menos desde la neovanguardia de la década de 1960 encontró estrategias de representación que aún hoy continúan desbordándose. Nosotros, no obstante, centraremos la lectura justamente en esa superficie inestable con el interés de poner en perspectiva el lugar que ocupa la técnica en el arte hoy. Con una década de trabajo, una formación en diseño gráfico en la Colegiatura Colombiana y estudios de grabado y dibujo con artistas como Ángela Restrepo y Óscar Jaramillo, Cristina Castagna ha encontrado en la producción gráfica un lugar para enunciar, mediante ideas sutiles y sencillas (y no por ello carentes de profundidad), reflexiones que a veces tocan la política, otras veces las edades geológicas y los ciclos de la naturaleza, el conflicto y la violencia, o las referencias autobiográficas. La aguda certeza de la muerte y la lucha contra la fragilidad de la memoria son, en cualquiera de los casos, uno de los puntos de partida. Castagna es un claro ejemplo de la influencia que el diseño y el pensamiento proyectual han tenido en artistas formados entre la década de 1980 y la primera del 2000. Aunque estos cruces disciplinares tienen sus antecedentes en la denominada “generación urbana” que, como se sabe, estuvo conformada por muchos artistas-arquitectos que dieron origen a
las carreras de Artes Plásticas de la Universidad Nacional y de Diseño en la Universidad Pontificia Bolivariana en los setenta, las potencialidades para comprender la historia del arte local en clave de las relaciones con el diseño aún constituyen un lugar de enunciación sugerente. En la obra de Cristina Castagna las imágenes son producto de situaciones cotidianas, comunes a todos los seres humanos: la muerte, el recuerdo, la niñez, el juego; todas ellas experiencias primarias de la existencia. Su fuerza visual ya es suficiente, con ella basta. Dibujos, acuarelas, grabados, serigrafías, logrados de manera implacable y en múltiples formatos, exponen la naturaleza misma de la obra: el uso de la técnica sirve como una estrategia para estimular el pensamiento. Situar el proceso intelectual en el desarrollo material de las obras es uno de los rasgos constitutivos y quizás compartidos del arte con el ejercicio proyectual del diseño. La búsqueda de soluciones a través de múltiples posibilidades, la exploración de conceptos y su concreción material, la repetición, la diagramación, la teoría de la imagen o el estudio de la forma, son de antemano anclajes metodológicos para comprender la obra de Castagna. Quienes conocen la formación en la disciplina del diseño sabrán que los modelos pedagógicos encuentran siempre en la escuela Bauhaus, en el movimiento Arts & Crafts y en los modelos norteamericanos posteriores a la Segunda Guerra Mundial, referencias que implican comportamientos y procesos, métodos y formas de pensamiento, debates y discusión crítica, en una esfera que puede tocar los territorios del arte o apartarse de ellos con cierta prisa. El caso de Medellín no es ajeno a estos referentes y resulta más que interesante ver los desplazamientos que diseñadores formados principalmente en la UPB y en la Colegiatura Colombiana han tenido hacia el campo artístico. Además del contacto con los artistas mencionados más arriba, figuras como Adolfo Bernal y Diego Mesa (un nombre que aún es poco mencionado en la historia local del diseño y que podría ubicarse también en cercanías con la historia del arte) fueron influencias capitales para Castagna. El delgado y a veces difuso borde entre las artes, los oficios y el diseño es, también, el que
da lugar a obras como la que nos ocupa en estas líneas. Los supuestos teóricos y pedagógicos tanto de la Bauhaus a través de personajes como Johannes Itten, Walter Gropius o László Moholy-Nagy, como del Arts & Crafts mediante la figura de William Morris, incentivaron desde el comienzo las búsquedas por integrar el hacer a la vida misma. No es extraño que en esta lógica de trabajo se muevan muchos de los artistas-diseñadores. ¿Qué comportamiento exige la técnica? Si lo pensamos detenidamente, probar, ensayar, toparse con una anomalía y volver a comenzar. No hay escape al ejercicio repetitivo, al menos mientras el proceso no haya arribado al lugar de destino: la obra final, terminada y al margen de los errores. Practicar la vida de este modo siempre parece contraponerse a los discursos que a borbotones y sin tregua brotan del arte contemporáneo. Los que persisten en las técnicas gráficas, en una actitud casi meditativa al interior del taller, son vistos con cierta ligereza y las afirmaciones sobre un agotamiento impiden ver el rasgo vital que aún subyace en este tipo de producción artística y visual. La técnica moldea el hábito y define el comportamiento del artista. Con el comportamiento nos referimos a los métodos y los modos procedimentales. Persistir en la técnica, volverla hábito, es entonces un ejercicio de resistencia ante las dinámicas veloces y tecnológicas del mundo contemporáneo. Ni democráticas ni autoritarias como sucedió durante la primera mitad del siglo XX, ni sociales ni políticas como se les reclamó durante las décadas posteriores, más bien con un carácter subjetivo y cercano a la historia del arte en su sentido más convencional, las técnicas usadas por Cristina Castagna se muestran de manera atemporal. No así sus imágenes, ellas son vigentes y responden a nuestro presente. Las técnicas análogas, subvaloradas en el arte contemporáneo, encarnan un interés siempre teleológico: lo que importa es alcanzar la impecabilidad y concretar la pieza final con una maestría inusitada. Pese a que la repetición y la reproductibilidad son inherentes a técnicas como la serigrafía y el grabado, el interés de la artista se sitúa más bien en una repetición que guarda cercanía con el ejercicio proyectual del diseño. La búsqueda reiterativa de soluciones para la imagen
parece dejar de lado el interés en llevar a cabo una producción seriada de bajo costo. Lo que parece importar en este punto es la calidad de la imagen, bien desde su materialidad, bien desde su dimensión visual. No es gratuito que la obra de Castagna recurra en la mayoría de los casos a series en las que varias piezas hilvanan una narrativa sobre un mismo tema. Es difícil encontrar en su cuerpo de trabajo una imagen sola y aislada, por lo general nos topamos ante una sumatoria de piezas, ante un sistema de imágenes múltiples. Ahora bien. Sería inútil intentar una única forma de hacer una lectura de su trabajo. Por ello, proponer un sistema relacional de imágenes quizás sea más consecuente. Cabe decir que las pocas producciones textuales sobre la obra de la artista han tenido puntos de contacto, principalmente, con la literatura. Pascual Gaviria e Ignacio Piedrahita, el primero periodista y el segundo geólogo, han colaborado con Castagna en diferentes proyectos expositivos, dándole a las piezas un horizonte de lectura que recurre más al relato literario que a la crítica o a la teoría. Las posibilidades que han ofrecido los textos de Gaviria y Piedrahita dan lugar a un campo de operaciones en el que problemas como la écfrasis y la descripción de imágenes a través de textos tienen un lugar preponderante, quizás el de mayor potencial para la producción gráfica en el arte contemporáneo. Las relaciones entre el texto y la imagen han mantenido su vigencia a lo largo de la historia del arte occidental. Desde la poesía de Homero hasta el arte conceptual de la segunda mitad del siglo XX, las representaciones verbales y visuales han sostenido un lazo constante. Pese a que las prácticas artísticas contemporáneas suelen distanciarse de técnicas análogas, la gráfica continúa desplegando imágenes susceptibles de ser narradas. Lo siguiente será un intento, breve por demás, de visualizar ese sistema relacional de imágenes que hacen parte de la exhibición.
MAYDAY, MAYDAY, MAYDAY La señal, usada tres veces, no se limita únicamente al mensaje de quienes en apuro solicitan auxilio: si se pronuncia de este modo el peligro es más que inminente. Entonces, el llamado de urgencia sucumbe ante sus más catastróficas posibilidades. Como en otras de las obras de la artista, el naufragio (a veces físico, a veces emocional, a veces existencial, pero en cualquier caso humano y cercano a las situaciones más siniestras) vuelve a aparecer como una imagen probable. Distante, en el horizonte, un pequeño barco se hunde en medio de las llamas, mientras el rastro del combustible y la nube negra se extienden notoriamente. No se ve, al menos, ningún barco que venga al rescate. Del naufragio habrá que salvarse en principio por sí mismo, ¿y luego? Ya lo dijo el filósofo alemán Peter Sloterdijk: ¿no son las esperanzas frustadas ocasiones para nuevos intentos?
Mayday Mayday Mayday Serigrafía sobre papel 35 * 50 cm (50 * 70 cm) 2012 Edición de 45
Juego de niños En el año 2009 y bajo el título Juego de niños lo siniestro aparece sutilmente ante la inocencia. Una serie de 30 acuarelas, de 30 X 30 cm cada una, muestra imágenes de niños que sostienen en sus manos distintos objetos. Algunos con un helado, otros con globos, otros con juguetes, otros sin nada y tapándose los oídos. Mientras el cuerpo y el rostro son definidos por la precisión del dibujo, y la postura de los infantes bien pudiera hacer parte de una fotografía tomada de un álbum familiar, el lugar del objeto está vacío. Si la mirada no se deja engañar y la atención no es ingenua las armas de fuego saltan a la vista. Así, la imagen tiene un doble movimiento. De un lado la ausencia, paradójicamente, señala la presencia que tienen el conflicto y la violencia en la población infantil del país; de otro, la serie vista en su conjunto hilvana una narrativa en la que el juego sucede en intervalos: quienes sostienen las armas, quienes parecen dispararlas, quienes se tapan los oídos.
De la serie Juego de niĂąos Dibujo sobre papel 20 * 40 cm 2009
De la serie Juego de niĂąos Dibujo sobre papel 20 * 40 cm 2009
De la serie Juego de niĂąos Dibujo sobre papel 20 * 40 cm 2009
Insondable y otras derivas En su extensión, insondable, el mar viene una y otra vez a la producción gráfica de Cristina Castagna. En una quietud muchas veces apacible o en movimientos tempestuosos sobre corrientes turbulentas, escenario de naufragios y pérdidas, lugar en donde lo siniestro se desvanece ante la inocencia, la superficie del agua difícilmente deja ver las profundidades del lecho marino. El mar que nos ofrece la artista, más que el lecho marino, lo que no nos deja ver son las profundidades de la vida misma: el lugar del inconsciente, la muerte, la duración de la vida frente a las edades geológicas, el fracaso y las tragedias más humanas. Obras como MSNM (Metros sobre el nivel del mar) (2010), MAYDAY, MAYDAY, MAYDAY (2013), Insondable (2014) o Creciente (2015) podrían situarse en este tipo de trabajos.
Insondable
Video toma Ăşnica 2:40 minutos 2014
Insondable
Acuarela sobre papel 12 piezas, 18 * 18 cm c/u 2014
Insondable
Acuarela sobre papel 12 piezas, 18 * 18 cm c/u 2014
De la serie Guaca Con motivo de la exposición Gloria y dinero, organizada en la Galería de la Oficina en el año 2013, la artista propuso una imagen en gran formato para abordar un fenómeno común en Colombia. Con el uso de tinta sobre papel periódico el dibujo mostraba el rastro de algo que había sido enterrado y que había dejado la superficie de la tierra con una marca leve pero ineludible. Las “guacas” o “entierros”, como se les conoce en el lenguaje cotidiano, han estado presentes en nuestra historia y han dado lugar a mitos, rumores, ficciones, estudios científicos o declaraciones patrimoniales. No obstante, esta obra amplia la reflexión sobre el cruce entre la tierra, la economía, el conflicto y la violencia en el país. Desde entierros indígenas u objetos de valor de casas antiguas hasta fosas comunes, la tierra levantada y el vacío entre la manigua siempre indican la posibilidad de algo oculto aún por descubrir. La tierra, luego de que se saca, difícilmente vuelve a quedar igual.
Guaca # 6
Tinta sobre papel 150 * 130 cm 2016
Guaca # 8
Tinta sobre papel 259 * 117 cm 2016
de la serie Guaca (detalle)
Tinta sobre papel 2016
De la serie Ataos Acuarela sobre papel 65 * 50 cm 2018
De la serie Ataos Acuarela sobre papel 65 * 50 cm 2018
De la serie Ataos Acuarela sobre papel 65 * 50 cm 2018
De la serie Ataos Acuarela sobre papel 65 * 50 cm 2018
De la serie Ataos Acuarela sobre papel 65 * 50 cm 2018
De la serie Ataos Acuarela sobre papel 65 * 50 cm 2018
De la serie Por la borda Acuarela sobre papel 65 * 50 cm 2018
De la serie Por la borda Acuarela sobre papel 65 * 50 cm 2018
De la serie Por la borda Acuarela sobre papel 65 * 50 cm 2018
De la serie Por la borda Acuarela sobre papel 65 * 50 cm 2018
De la serie Por la borda Acuarela sobre papel 65 * 50 cm 2018
De la serie Por la borda Acuarela sobre papel 65 * 50 cm 2018
DD/MM/AA Dibujo sobre papel 30 * 40 cm 2009
DD/MM/AA Dibujo sobre papel 30 * 40 cm 2009
Manada Dibujo sobre papel 20 * 20 cm 2009
Manada (detalle) Dibujo sobre papel 20 * 20 cm 2009
Ejercicio # 2
Acuarela sobre papel 55 * 75 cm 2014
Piedra sobre piedra
Acuarela y lรกpiz sobre papel 57 * 43 cm 2013
Cristina Castagna Artista concentrada en el trabajo con técnicas de impresión, acuerela y dibujo. Estudió Diseño gráfico en La Colegiatura Colombiana de Diseño (1998), realizó cursos especializados en dibujo en la Universidad Nacional (Medellín) y con el maestro Óscar Jaramillo; hace parte del grupo de artistas que se formaron en grabado en el emblemático Taller La estampa dirigido por la maestra Ángela Restrepo. Dentro de sus exposiciones individuales más recientes se destacan: Insondable, Galería Oliver Debré - Alianza Francesa Medellín (2014) y en Galería de La Oficina (2009); Colectivas: - 2017 - Medellín una historia colombiana en el marco de año París- Colombia Museo de Antioquia y Les Abattoirs, Tolusse-Francia); - 2017- Patio de esculturas (2017) – Museo de Arte Moderno de Medellín; - 2016 - Zonas Grises: Matices de la urbe en la era global (2016) Museo de Antioquia - Medellín - 2016 - Nuevos talentos en el Arte - Cámara de Comercio de Medellín (2016); - 2015 - 15 Salón Regional de Artistas Zona Centro Occidente (2015); Imago Mundi en la Bienal de Venecia Fondazione Giorgio Cini (2015)- Venecia Italia -2014 - Tiempo suplementario (2014) - Galería de la Oficina - Medellín - 2013 - Gloria y Dinero (2013) - Galería de la oficina - Medellín - 2011 - LIGHTWORKS 2011 (BIENAL) - Grimsby, Reino Unido. - 2008 - 29ª Mini print Internacional de Cadaqués (2008) - Cadaqués (España). - 2008 - Kochi Internacional Triennal Exhibition of prints (2008) - Kochi, Japón. - 2012 - Umbral – Eafit (2012).
Lokkus Arte Contemporรกneo Carrera 36 #10A - 35 Edificio La doble Elle Medellin / Colombia www.lokkus.com 2018