EJERCICIOS DE AGRIMENSURA JOHN MARIO ORTIZ EDUARDO RAMÍREZ VILLAMIZAR
Ejercicios de Agrimensura 11 de septiembre a 13 de nomviembre del 2021 John Mario Ortíz Eduardo Ramírez Villamizar Artistas Nicolás Gómez Echeverri Curador Manuela Velásquez Directora Erika Sosa Restrepo Subdirectora Felipe García Fotografías Taller Casa Falsa Montaje David Agudelo Restrepo Diagramación Proyecto ganador de la Convocatoria de Fomento y Estímulos para el Arte y la Cultura 2021, Secretaría de Cultura Ciudadana de Medellín. Galería Lokkus Arte Contemporáneo Cra 36 #10A - 35 (Edificio La Doble Elle) Medellín / Colombia www.lokkus.com Galería Nueveochenta Corporación Eduardo Ramírez Villamizar
EJERCICIOS DE AGRIMENSURA JOHN MARIO ORTIZ - EDUARDO RAMÍREZ VILLAMIZAR
Curaduría Nicolás Gómez Echeverri
“[...] la curiosidad que impulsa a científicos y artistas a comprender su universo acompaña al ser humano en todos los tiempos”. Nicolás Gómez Echeverri
Todos los espacios y lugares conocidos han sido susceptibles a la medición, a la cuantificación de sus propiedades, dimensiones y magnitudes. Todas las superficies que habitamos y transitamos, todos los espacios ocupados por construcciones y estructuras humanas han sido puestos al régimen de los números. Seguramente, donde veamos calles, carreteras, caminos, puentes, cableados, veredas, casas, locales o edificios, han sido terrenos
sido terrenos previamente estudiados por la agrimensura. Esta disciplina aplica de medición para la delimitación y el registro de propiedad territorial; ha sido fundamental para el avance de nuestra colonización de la superficie terrestre y la conformación de nuestros paisajes. Esta muestra reúne trabajos recientes de John Mario Ortiz (Medellín, 1973), en diálogo con algunos dibujos y bocetos de Eduardo Ramírez Villamizar
(Pamplona, 1922-2004). Los trabajos exhibidos, pero también el grueso de la obra de ambos y sus líneas de abordaje técnico y conceptual, coinciden en su fascinación por los fundamentos geométricos y matemáticos aplicados a objetos y lugares de nuestro mundo inmanente. Mediante diversas técnicas y formatos, John Mario Ortiz reconoce y juega con los códigos y sistemas gráficos de representación de la arquitectura y el urbanismo y de la geografía y la cartografía, como lenguajes que influyen en nuestra comprensión occidental del universo, la tierra, la naturaleza o la ciudad. Su trabajo perpetúa el legado que, a lo largo del siglo XX en Latinoamérica, artistas impulsores de la abstracción geométrica dejaron como recurso de exploración visual e intelectual. Algunos de ellos, como Eduardo Ramírez Villamizar en Colombia, pusieron en evidencia las leyes geométricas ―de proporciones, modulaciones y escalas exactas― que subyacen a seres vivos, cosas y espacios. Sus dibujos, anotaciones y bocetos muestran el proceso de estudio y reconfiguración visual de objetos domésticos y estructuras de la naturaleza sobre planos cartesianos. Realizaba estos trabajos como preparación de sus obras en pintura o escultura, o por el simple gozo de ahondar en las formas de copas y jarrones o en su vasta colección de caracoles. La narrativa del arte contemporáneo se plantea desde el quiebre con sus referentes de la modernidad, pero la posible genealogía de dos vectores históricos comprueba que son limitadas las categorías que separan pasado y presente, y que la curiosidad que impulsa a científicos y artistas a comprender su universo acompaña al ser humano en todos los tiempos. John Mario Ortiz realiza delicados dibujos con cáñamo sobre piedras recogidas en las calles de Medellín. Son trazos lineares de coordenadas polares, paralelos y meridianos, líneas geodésicas o rutas, que aluden a los diseños y diagramas de la cartografía y la agrimensura. Las piedras son colocadas sobre soportes metálicos cuyo diseño está inspirado en los teodolitos, que son instrumentos de observación y nivelación utilizados comúnmente en esta disciplina. Pese a la connotación rígida e impositiva del referente racional, el artista propone estos trazados como gestos lúdicos, que podrían hallar sistemas lógicos entre formas que no
responden a una regularidad geométrica. Las rocas fueron obtenidas en rutinas personales durante el tiempo de confinamiento y en el que, de muchas maneras, lo más elemental y cotidiano se hizo más valioso. Mediante las líneas, esquemas y divisiones que el artista les añade a las piedras, también las rescata de su condición anodina y las convierte “en sucedáneos distorsionados del planeta tierra”. Y es que, finalmente, éstas son trozos de nuestro planeta que, en su constante proceso de meteorización, se erosionan con la fricción, el viento y el agua para hacerse polvo y acumularse de nuevo en la superficie en un constante ciclo que dura eras. Pueden contener en sí mismas toda la información de un tiempo antiquísimo, y que acumula la materia requerida para conformar el suelo del futuro. Querer abarcarlas mediante juegos y simulaciones matemáticas que pretenden darles sentido, pareciera un impulso urgente para detener su rumbo a la descomposición, como si del mismo planeta tierra se tratara. Históricamente, la cartografía se valió
de la pintura para representar las cualidades de los lugares ―su fauna y flora, orografía, clima o hasta la existencia de seres fantásticos. Los cambios tecnológicos propiciaron cambios en esta disciplina, y ya en el Renacimiento las brújulas, escuadras y cuadrantes permitieron graficar las rutas marinas con mejor precisión, a la vez que se ampliaba el conocimiento del globo terráqueo que requería de su proyección en mapas de plano bidimensional. Los primeros mapamundis integraban el mundo conocido dentro de una retícula en formato rectangular y plano. Sin embargo, falseaban las dimensiones de los territorios cercanos a los polos, haciéndolos ver más grandes de lo que en realidad en comparación con los del trópico, y por lo que se convirtieron en importantes instrumentos de imposición colonial. Como las demás piezas en sala, se hace manifiesto el reconocimiento y permanencia de la retícula como espacio de representación, además de integrar un sistema binario matemático cuyo método y cálculo puede abordar nuestro planeta. Nicolás Gómez Echeverri Curador
Esta exposición fue realizada con el apoyo de Galería Nueveochenta y la Corporación Eduardo Ramírez Villamizar.
Ejercicios de agrimensura (Orbes) John Mario Ortiz Cáñamo sobre piedras y trípode en acero inoxidable Dimensiones variables 2021
Caracol Eduardo Ramírez Villamizar
Rectángulo de oro Eduardo Ramírez Villamizar
Lápiz sobre papel 52 x 42 cm (con marco) ca1980
Lápiz sobre papel 52 x 42 cm (con marco) ca1980
Caracol Eduardo Ramírez Villamizar Metal pintado 1980
Copa con fruta Eduardo Ramírez Villamizar Lápiz y tinta sobre papel 52 x 42 cm 1952 Imagen cortesía de Nueveochenta
Copa Eduardo Ramírez Villamizar Lápiz sobre papel 40 x 35 cm (con marco) 1951 (París) Imagen cortesía de Nueveochenta
Sin título Eduardo Ramírez Villamizar Lápiz sobre papel 40 x 35 cm (con marco) 1954 (París) Imagen cortesía de Nueveochenta
JOHN MARIO ORTIZ (Medellín, 1973) Magíster en Artes Visuales de la Universidad Nacional de Medellín, con estudios de arte en el Instituto Superior de Arte de la Habana. Ha realizado varias exposiciones individuales entre las que figuran: Plan Maestro, en la Casa Museo Pedro Nel Gómez, 2019 y en la Sala U Arte Contemporáneo de la Universidad Nacional de Medellín, 2018; Espacio Inflacionario, galería Lokkus Arte Contemporáneo, Medellín; Mapas Edificables, galería BETA, Bogotá, 2015; Especulante – Programa ALBO, Museo de Arte Moderno de Medellín MAMM, 2012, entre otras. Su trabajo ha sido incluido en exposiciones colectivas nacionales e internacionales como: Círculo y cuadrado, galería Espacio Continuo, Bogotá, 2021; 16 Salón Regional de Artistas, Centro Colombo Americano, Pereira; Universo Holográfico, Museo La Tertulia, Cali, 2017; De lo Espiritual en el Arte, Obertura, Museo de Arte Moderno de Medellín, 2016; 10º Bienal de Mercosur, Porto Alegre, Brasil, 2015; El Mundo era Plano, Ahora es Redondo y Será un Holograma, Bildmuseet, Umeå, Suecia y Museo de Arte Moderno de Guadalajara, México, 2015; La Vorágine, Arte Contemporáneo Colombiano, galería OMR, México D. F. 2015; Mutis Mutare, Matadero, Madrid, 2015; 43 Salón (Inter) Nacional de Artistas, Museo de Antioquia, Medellín, 2013; Nodos de la Emergencia - Pabellón Artecámara - Artbo, Centro Corferias, Bogotá, 2012. Ha realizado residencias internacionales en Matadero, Madrid, “El Ranchito Colombia”, 2015 y en el Zentrum für Kunst und Urbanistik, ZK/U – Berlín, 2016.
EDUARDO RAMÍREZ VILLAMIZAR (Pamplona, 1922 - 2004) Es reconocido como uno de los principales referentes de la abstracción geométrica en Latinoamérica. Estudió Arquitectura y Bellas Artes en la Universidad Nacional de Colombia. Al comienzo de su carrera en los años 40 incursionó en la pintura figurativa, cercana al expresionismo y el surrealismo. A partir de los años 50 y luego de un viaje a París, se adentró en la pintura abstracta de planos geométricos de color que sintetizan espacios y estructuras, muchas de ellas provenientes del estudio del arte precolombino y de la síntesis de objetos y elementos de la naturaleza. Su acercamiento a la escultura se dio en los años 60, con piezas totalmente blancas que resaltan el aspecto compositivo del acoplamiento de planos y la limitación de vacíos. En los años 80 viajó a Machu Pichu (Perú), cuando dio un giro fundamental en la materialidad y referencias de todas sus posteriores creaciones con el uso de láminas oxidadas de hierro y acero. Su obra hace parte de las principales colecciones públicas y privadas en Colombia y de diversas instituciones internacionales como el Museo de Arte Moderno de Nueva York. Fue merecedor del Premio Guggenheim Internacional. Obtuvo el Primer Premio en el Salón de Artistas Colombianos en 1959, 1962, 1964 y 1966.
NICOLAS GÓMEZ ECHEVERRI (1922-2004)
Artista, curador e historiador de arte, egresado de Arte de la Universidad de los Andes (Bogotá) y la Maestría en Investigación en Historia del Arte de Goldsmiths University (Londres). Actualmente, y desde 2018, se desempeña como Director Ejecutivo del MAC (Lima, Perú). Entre 2014 y 2018 trabajó como curador y jefe de curaduría en la Unidad de Artes del Banco de la República (Bogotá). Ha participado en proyectos de curaduría con las colecciones permanentes del Museo Nacional (Bogotá) y el Museo La Tertulia (Cali). Ha sido docente en Bogotá y Lima y regularmente publica ensayos y artículos históricos y críticos sobre arte latinoamericano moderno y contemporáneo. Como artista, ha exhibido individualmente en el Museo de Arte de Pereira, ProArtes (Cali), Galería Lokkus Arte Contemporáneo (Medellín), Galería DoceCeroCero (Bogotá), Galería Valenzuela Klenner (Bogotá), entre otros.
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