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LOURDES CASTRO CERÓN
HOJAS SUELTAS
REGISTROS DE UNA EXPEDICIÓN POR EL CÍRCULO POLAR ÁRTICO
Hay que aprender […], a no buscar el camino más corto, a dejarse guiar por los acontecimientos, a dirigirse a calles inaccesibles en las que sea posible «tropezar» y, ojalá, detenerse a hablar con las personas que encontramos, o saber detenerse olvidándonos de proseguir: saber alcanzar el andar sin intención, el andar indeterminado. FRANCESCO CARERI Walkscapes. El andar como práctica estética
Longyearbyen 3. IV. 2022
De Oslo a Tromsø. Es mi último transbordo, en un aeropuerto que destila la esencia y el aspecto de lo remoto. Aquí, una conversación deliciosa (e inesperada) con un militar norteamericano que pasó una temporada en la base de Rota (Cádiz). Va a Longyearbyen para hacer un reportaje de fotografía. De Tromsø a Longyearbyen, por encima del mar de Barents, de Noruega y de Groenlandia. El avión se abre camino entre las nubes, se despoja de ellas y aparece un tapiz de montañas blancas: Svalbard. Son montañas de otro mundo. Ya estoy aquí. LOS PROYECTOS La expedición empieza el día 6; tengo dos días para conocer Longyearbyen, aclimatarme y preparar mi material de trabajo. Me he traído óleo. Es la primera vez que voy a utilizar óleo haciendo un recorrido de estas características. Este invierno me construí una caja para transportar la pintura procurando que se adecuara a las circunstancias y al clima ártico. Desde Madrid hice gestiones para asegurarme de que aquí —en Longyearbyen— puedo comprar esencia de trementina. Mañana voy a buscarla. En el programa participamos 26 personas. Durante la residencia vamos a desarrollar la primera fase de trabajo de nuestros proyectos. Todos tenemos en común que tomamos la atmósfera del Ártico como punto de partida, como objeto de estudio. Cada uno de nosotros pertenece a una disciplina; los enfoques serán diferentes. Hay fotografía, vídeo, instalación, música, arquitectura, teatro, literatura, psicología, geología, biología, sociología y pintura.
TEMA DE ESTUDIO Voy a estudiar la atmósfera del Ártico (desde la mirada de la pintura). Voy a analizar los atributos del territorio, sus cualidades y propiedades: aquello que con gura la atmósfera del lugar. Cuando digo atmósfera no me re ero solo al mundo físico, también al ambiente del sitio y a su dimensión espiritual. Me interesa lo que veo y lo que hay aunque no lo vea: el ruido, el silencio, el tiempo… Es la primera vez que hago un recorrido en barco. Es la primera vez que trabajo en un barco un tiempo prolongado. Mi aproximación al territorio será en barco. El barco navega despacio; el barco no es rme. Quiero analizar este movimiento cíclico, lento y constante. Ver desde el mar; pintar en el mismo mar: con su balanceo, su irregularidad y su agitación. Quiero escuchar cómo cruje el hielo y cómo clama el mar. Cómo se raja, cómo golpea, cómo rompe, moja, salpica y arrastra. Cómo se impone y cómo sugiere. Tengo la certeza de que el territorio ártico no es monótono ni está vacío. Hay un universo in nito en su aparente repetición. Hay que recorrerlo, navegarlo, estar en él y escuchar su timbre. La atmósfera ártica es el objeto de mi estudio.
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El barco y el hielo, mi espacio de trabajo: mi taller.
LONGYEARBYEN 78°13′00″N 15°38′00″E Las casas recorren la orilla del ordo y miran hacia el monte. Es arquitectura noruega. Color y madera. Entre las casas y las montañas hay estructuras que recuerdan la intensa actividad minera de otra época. Las tuberías están en la super cie, al descubierto, porque el suelo permanece congelado todo el año (permafrost). Las personas que viven en Longyearbyen hablan del día y de la noche; de un día que dura meses y una noche que también dura meses. He conocido a Gabriela (Méjico), lleva 3 años aquí. Me ha contado que, con frecuencia, se hace más duro el día que la noche. Que la luz intensa y penetrante —que ya empieza a despuntar— te persigue, que abruma, que es difícil deshacerse de ella. Los habitantes de Longyearbyen saben que vivir aquí tiene una exigencia, pero también reciben mucho. Hay una centro universitario —The University Centre in Svalbard (UNIS)— vinculado a la Universidad de Oslo y a la de Tromsø.
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Los estudiantes van y vienen a su facultad en bicicleta, entre bloques de nieve, mirando siempre hacia las montañas.
Los renos pasean (tranquilos) por la ciudad.
Mar, montaña, ya estoy aquí. Os vi anochecer y amanecer. Os vi abrigaros con esta nieve. No sé qué decir. Hablad vosotros. Vengo a escuchar.
El frío quema los pies, rompe las manos. Estoy trabajando en la orilla. He encontrado una caseta con la puerta abierta. Dentro hay una mesa desvencijada. Me he puesto a pintar encima de esta mesa. La caseta me proteje del viento. Algunos compañeros llegan mañana.
Me duelen los pies y las manos. Hace demasiado frío para pensar. No puedo sostener los pinceles. No puedo pensar. Pinto sin pensar.
Cómo se pinta esta montaña. Cómo se habla de ella. Cómo se pinta el mar. Un lazo de terciopelo al pie del monte. Azul índigo. Cobalto oscuro. Verde esmeralda. A veces negro. Cómo se pinta el mar agitado. Trazo recio de pintura oscura. Cómo se pinta la convivencia del mar y la montaña. Cómo se pinta el viento frío, gélido. No se ve, se escucha, estremece, tumba, empuja. Cómo se pinta el viento, el timbre gélido, la montaña vasta, el mar de terciopelo.
Montaña impasible, sin frío ni viento. Montaña vasta, solemne, quieta, blanca, virgen, radiante, luminosa. No sé qué decir. Habla tú. Vengo a escuchar.
El viento empuja, zarandea y tumba. Viento atroz. Levanta nubes de nieve. Levanta el agua del mar.
CONTRATIEMPO El barco no llega a tiempo al muelle de Longyearbyen. La expedición saldrá desde Tromsø. El director del programa nos ha escrito un correo. Los que estamos aquí debemos tomar un avión y regresar a Tromsø. Los que vienen de camino pararán allí. Esta mañana he conocido a Pat y a Seth. Pat (Gibraltar) es profesora en Central Saint Martins (Londres), la escuela donde se han formado diseñadores cruciales para la historia. Seth es fotógrafo (Minesota); ama las montañas. Estamos preocupados. Ahora no podemos entender qué está pasando con nuestro programa. Recuerdo a Careri. «Hay que aprender […], a no buscar el camino más corto, a dejarse guiar por los acontecimientos, a dirigirse a calles inaccesibles en las que sea posible «tropezar».» Volver a Tromsø no es un tropiezo, seguro que no. Recuerdo a Barry Lopez. «Es preciso disponer de tiempo para alejarse del avión que a diario entra y sale del Ártico como un proyectil.» ¿Acaso no esto una oportunidad para llegar al Ártico lentamente? Para conocer de verdad el mar que abraza estas montañas. Para comprender la dimensión del espacio, del tiempo. Para mirar con detenimiento. Para aprender a esperar.
Tromsø 6. IV. 2022
Media tarde. En el muelle, olor a mar. Gaviotas y mástiles. Los cabos golpean el mástil. El graznido de las gaviotas y el ruido los cabos, desbordan mi emoción. Nuestro velero se llama Antigua. 3 mástiles. Eslora: 49 m. Manga: 7,3 m. Calado: 3,2 m Ya estamos todos. Saludamos a la tripulación. El capitán del barco ha dado órdenes: hasta que mejore el tiempo navegaremos por el norte de Noruega; de momento hay que esperar. Y cuando el viento lo permita cruzaremos el mar de Barents, para alcanzar la costa de la isla Spitsbergen (en Svalbard). Se distribuyen los camarotes. Mi compañera, Sandra, es una artista alemana; hace fotografía, vídeo y performance. El capitán trabaja con tres marineros. El cocinero tiene dos ayudantes. Sarah es la subdirectora del programa, Marius, Sergei y Thomas forman su equipo. La vida del barco se organiza en torno a los horarios de las comidas; al terminar, siempre habrá una breve reunión para organizar el día y comunicar noticias. Anochece tarde. El barco rebosa ilusión, emoción, ganas; y preocupación contenida. ¿Por qué no estamos en Svalbard? «Hay que aprender […], a no buscar el camino más corto, a dejarse guiar por los acontecimientos.»
Salimos del puerto de Tromsø. El barco se balancea. Hacia dónde.
Ruido de mar. Y viento. Y frío. El barco se balancea. Verde oscuro. Azul profundo. Casi negro. El timbre seco del mástil no cesa. Ruido continuo. Movimiento continuo. Montaña. Nieve. Mar oscura. Timbre seco.
Hacia dónde. La mirada se pierde en el horizonte. Trabajamos. Casi no hablamos. El principio de una expedición (siempre) es una cadena de preguntas.
Calma profunda. Silencio absoluto. Noche sin anochecer. Blanco. Azul. Violeta. Gris oscuro. Opaco. Gris verde. Gris negro. Plata. Atmósfera imponente. Noche sin anochecer. Calma profunda. Silencio, casi absoluto.
ARCHIPIÉLAGO SVALBARD
NORDAUSTLANDET OCÉANO ÁRTICO
SPITSBERGEN
BARENTSØYA Longyearbyen
EDGEØYA
MAR DE GROENLANDIA
MAR DE BARENTS
ARCHIPIÉLAGO SVALBARD Longyearbyen
SPITSBERGEN
MAR DE GROENLANDIA
MAR DE BARENTS
Lyngen
Tromsø
MAR DE NORUEGA
NORUEGA
PROGRAMA DE RESIDENCIA ARTÍSTICA Y CIENTÍFICA
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Colores para Artistas desde 1887
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