Charlene of Mónaco Pronto mag Aug'10

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JOSÉ MOTA: triste separación a los 5 años de su boda Nº 1996 7-8-2010 P.V.P. Canarias 1,15 € Portugal 1,15 € IVA incluido.

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LAS VACACIONES DE LAS FAMILIAS REALES EUROPEAS

SARA CARBONERO:

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LA DESCONOCIDA VIDA DE CHARLENE, LA FUTURA ESPOSA DE ALBERTO DE MÓNACO

• Jugaba al fútbol de jovencita • Le gustaría que se casara en la iglesia de su pueblo • Aparte de Iker, sólo tuvo otro novio

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MICHELLE OBAMA: VACACIONES CON SU HIJA PEQUEÑA EN ESPAÑA

su verdadera historia, contada por su madre

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LA DESCONOCIDA VIDA DE CHARLENE, la futura esposa de Alberto de Mónaco Su padre es empresario y su madre, ex buceadora, tiene dos hermanos y lleva cuatro años preparándose para ser la nueva Grace Kelly

S

iento una inmensa alegría y emoción. Soy consciente de que se trata de un momento muy importante para la población monegasca. Haré todo lo posible para cumplir las expectativas». Así se expresó, cortés y contenida, Charlene Wittstock, poco después de convertirse en la prometida oficial de Alberto II de Mónaco que, hasta ese momento, había hecho gala de ser el soltero de oro más veterano de la realeza europea. Desde la muerte de Grace Kelly en 1982, los monegascos han estado esperando a una digna sucesora. Y después de tantos años de quinielas, escándalos, rumores y conquistas sentimentales, Charlene ha sido la elegida. Al igual que su-

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cedió en su momento con otras plebeyas reconvertidas en princesas modernas –Letizia Ortiz en España, Máxima Zorreguieta en Holanda o MetteMarit en Noruega– poco se sabe de esta atractiva rubia de pasado hasta ahora inmaculado. Todas tienen en común el haberse convertido en un «lifting» para las monarquías que, hasta hace algunos años, se cimentaban sobre roídas y anquilosadas reglas.

Tiene sangre pirata, igual que el clan Grimaldi Charlene Lynette Wittstock nació el 25 de enero de 1978 en Bulawayo, la segunda ciudad más importante de Rhodesia, antigua colonia británica

que en la actualidad recibe el nombre de Zimbabwe. Es la primogénita de un matrimonio de clase media formado por Michael, vinculado al negocio de ordenadores, y Lynette, una atractiva ex buceadora de alto nivel con la que también tiene dos hijos varones, Gareth, de 31 años, y Sean, de 27. A pesar de que expertos en genealogía del palacio de los Grimaldi están estudiando los antecedentes de la futura princesa, de momento hemos averiguado que los Wittstock estaban asentados en el siglo XIX en Macklemburgo-Pomerania, uno de los 16 estados federados de Alemania. En 1861, varios de sus ancestros decidieron embarcar desde Hamburgo a Sudáfrica con la intención de

hacerse ricos trabajando en las minas de diamantes, pero sus intentos resultaron en vano. La ambición y osadía de los Wittstock venía dada por las peripecias de un pariente lejano llamado Klaus Störtebecker, uno de los piratas alemanes más famosos del siglo XIV, que


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GUAPA, DEPORTISTA Y SOLIDARIA. Charlene ha trabajado como modelo (izq.), tiene premios internacionales de natación (dcha., con sus compañeras del 4x100), da clases a niños y participa en actos solidarios con su prometido.

se convirtió en una leyenda. Este pequeño hecho histórico les ha hecho gracia a los Grimaldi, ya que en los orígenes de su apellido hay también piratas genoveses y comerciantes que se hicieron con el control de lo que hoy es Mónaco. A sus 32 años, la ex nadadora siempre ha hecho gala de una gran discreción y hasta la fecha ha respetado un protocolo que le impedía asistir a celebraciones tan importantes como la de Santa Devota, patrona del principado, o la fiesta nacional de Mónaco, al no formar oficialmente parte de la Familia Real.

De nadadora de élite a Su Alteza Serenísima A medida que Alberto iba siendo más consciente de que Charlene era la mujer de su vida, la fue introduciendo en los círculos más selectos del país asistiendo junto con ella al glamuroso Baile de la Rosa o la Gran Gala de la Cruz Roja. En esos actos, la prensa y los invitados intuyeron en ella un cierto estilo que recordaba a la malograda Grace. «Es un honor que me comparen con ella porque lo hizo muy bien y fue un ejemplo

De su familia, sólo conocemos a su hermano Gareth (izq.). Tiene buena relación con sus «cuñadas».

para los monegascos», afirma la ex nadadora. Tras asistir como pareja oficiosa a la boda de Victoria de Suecia con Daniel Westling, el palacio de los Grimaldi envió un comunicado el pasado 23 de junio donde se anunciaba el compromiso oficial del soberano con Charlene. Tras hacerse público el compromiso, consciente del duro papel que le espera a su futura esposa, el soberano declaró en una entrevista exclusiva al diario francés «Nice Matin»: «Deseo que Charlene, que ama Mónaco, entienda todas las particularidades de la vida de mi país para integrarse completamente y que la población la reciba con benevolencia y que aprecie su cultura y la nueva visión que ella puede aportar». Aunque no es dado a profundizar en la personalidad de su prometida, Alberto II destacó entonces que ésta se encuen-

tra «construida sobre la base de los valores del deporte». La cuenta atrás ya ha empezado para los preparativos de una boda de cuento de hadas que se celebrará el 9 de julio del 2011 en la catedral de San Nicolás, aunque un día antes se oficiará una ceremonia civil en palacio. A partir de ese momento, ella ostentará no sólo el título de Su Alteza Serenísima, sino que además recibirá los títulos de marquesa de Baux, duquesa de Valentina, condesa Carlades, baronesa de Saint Lo y 111 veces dama. A pesar de que se conocieron en unos campeonatos de natación en Mónaco hace 10 años, la pareja no hizo pública su relación hasta que salieron a la luz unas fotos de ambos en los Juegos Olímpicos de invierno de Turín, en el 2006. Desde entonces, Charlene ha estado preparándose para el gran papel de su vida. Ha estu-

diado historia monegasca, está perfeccionando el francés y dando clases de monegasco, una lengua próxima al dialecto genovés. Y, gracias a Serge Lamblin, jefe de Protocolo del Principado y chambelán de Alberto II, y a Virginia Gallio, dama de honor de Carolina, está aprendiendo todo lo relacionado con el protocolo. Además, ha tenido que abandonar su religión protestante para abrazar el catolicismo, para lo que ha asistido a clases de catequesis, tal y como exige la constitución de Mónaco. Como ella misma acaba de hacer público, «durante cuatro años he aprendido todo sobre el Principado. Aprecio sus particularidades, sus tradiciones y su historia».

Su madre sólo tiene un año más que Alberto II Desde su más tierna infancia, Charlene fue una niña muy espabilada y curiosa que hacía todo lo que podía por ayudar a los demás y satisfacer sus propios sueños. Su madre, que tan sólo tiene 53 años, uno más que su futuro yerno, asegura que «desde que tiene uso de razón ha sido una mujer muy decidida que afronta sus obligaciones con gran dedicación. Sé que la gente piensa que ser una princesa es muy glamuroso, pero eso no va con mi hija. Ella es sencilla, terrenal y tiene la 31


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cabeza muy bien amueblada». Durante el tiempo en el que se afianzaba su relación con Alberto y, en los momentos en los que sonaban campanas de boda, la ex nadadora habló lo justo para decir que «sé quién soy y de dónde provengo. Mi padre trabaja en márketing y mi madre es profesora de natación. Crecí en una familia de clase media y de una forma muy sencilla junto a mis hermanos pequeños. Estamos muy cerca los unos de los otros, mis padres nos han educado con los mismos valores que el deporte nos ha dado. Y esto nos ha proporcionado un buen equilibrio».

Ha tenido otras parejas, todos ellos, deportistas Siempre ha sido una joven pragmática, con los pies pegados al suelo, emprendedora, luchadora y de una gran sencillez. Debido a sus constantes entrenamientos, Charlene no tenía tiempo para ir de tiendas y lucir modelitos sexys como sus amigas, pero una vez que empezó a frecuentar los ambientes de Montecarlo, su gusto por el vestir se afinó hasta tal punto que Giorgio Armani se ha convertido en su referente de moda. «Me identifico con su estilo sobrio, elegante y sofisticado. Su equipo sabe perfectamente lo que me sienta bien porque en cualquier ocasión me gusta ser natural». Una decisión que Grace, sin duda, habría aprobado.

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Charlene ha tenido que aprender a vestir con estilo y a llevar tacones. Ahora, es una de las musas de Armani.

Este gran cambio en la forma de vestir le hace mucha gracia a su madre, Lynette: «En los últimos años ha tenido que aprender a ir con tacones y conseguir su propio estilo». Esa humildad y saber hacer fueron suficientes para encandilar a algunos de los hombres de su vida, como el nadador sueco Lars Frölander (19992000); el jugador de rugby sudafricano André Snyman, cuya ruptura le afectó muchísimo (2002-2003); el nadador francés Robin Francis o el italiano Massimiliano Rosolino. De todas estas relaciones aprendió lo bueno y lo malo del amor y jamás ninguno de ellos ha hablado mal de Charlene. Lejos quedan ya aquellos tiempos en los que la joven, a fuerza de tesón y sacrificio, llegó a convertirse en una de las nadadoras más conocidas de su país. Con tan sólo 10 años su familia se mudó a Sudáfrica, concretamente a Benoni, –ciu-

Su primera aparición pública juntos fue en los JJOO de Turín, en el 2006 (izq.). El pasado 28 de julio estuvieron en Barcelona, animando a los atletas monegascos. 32

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dad en la que nació la actriz Charlize Theron–, donde estudió primaria en la escuela Tom Newby. Su afición por la natación la llevó a mudarse siendo una adolescente a Durban, donde fichó por el equipo de los Seagulls y, posteriormente, por el Tuks Swimmnig Club de la Universidad de Pretoria.

Su próximo reto: darle un heredero al príncipe Entre sus logros deportivos hay que destacar una quinta posición en los Juegos Olímpicos del 2000 celebrados en Sidney como miembro del equipo de relevos 4x100 y la sexta posición en el Campeonato Mundial de natación en piscina corta en los 200 m espalda en el 2002. Cinco años después, revalidó su título de Campeona de Sudáfrica en los 50 m espalda. Una lesión en el hombro y su preparación en secreto co-

mo princesa le impidieron participar en los Juegos Olímpicos de Pekín 2008. Al igual que le ocurrió a Grace Kelly en el cine, Charlene ha tenido que dejar para siempre su trabajo para dedicarse en cuerpo y alma a Mónaco: «A Alberto y a mí nos une la pasión por el deporte, una disciplina que nos ayuda a conocernos mejor. Nos gusta estar rodeados de gente, saber lo que ocurre en el mundo y ayudar a los demás». De hecho, en cuanto se case, gran parte de su tiempo lo dedicará a las obras benéficas creadas y respaldadas por Grace Kelly, especialmente las enfocadas a los niños. Pero ella quiere ir más lejos y, sin olvidar sus raíces, seguirá colaborando con la Fundación Nelson Mandela. «Admiro a Mandela por su valentía y su sentido de la libertad y la justicia. Él ha cambiado el curso de la historia y con su sufrimiento nos ha enseñado que todo es posible de conseguir», ha declarado a Nice-Matin. Siempre ha sido una persona de gran corazón y, desde su adolescencia, ayudaba a discapacitados a aprender a nadar e impartía conferencias de superación personal. Con 32 años, 1,77metros de altura y 63 kilos de peso, Charlene Wittstock es la candidata perfecta para ocupar ese hueco que dejó Grace Kelly en el corazón de los monegascos. Ahora sólo habrá que esperar a que les dé un heredero al trono ya que, aunque Alberto es padre de dos hijos –Jazmin Grace, de 18 años, y Alexandre Eric, de 7–, ambos nacidos como consecuencia de relaciones extramatrimoniales, tienen derecho a usar el apellido Grimaldi y heredar parte de una fortuna cifrada en 2.400 millones de euros, pero carecen de derechos sucesorios. Las leyes de este Principado establecen que asumirán el trono los «descendientes directos y legítimos», es decir, los nacidos de un matrimonio civil y católico. De ahí que, hasta ahora, los herederos sean sus sobrinos Andrea, Carlota y Pierre. TEXTO: JACQUELINE HOLM / FOTOS: AGENCIAS Y J. COTRINA/EL PERIÓDICO


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