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había un jardinero, la cocinera, bueno, ya sabes, había gente trabajando en casa… También recuerdo que había barras en mis ventanas, pero, realmente, tuve una infancia sin problemas. P.: ¿Qué es lo que más le divertía hacer junto a su padre? M.C.: Hacíamos muchas co-
sas juntos porque era tremendamente familiar. Lo mejor de todo eran las barbacoas de los domingos, también me enseñó a montar en bicicleta, a esquiar, a bucear, etc.
«Con el tiempo, perdoné a Patricia Neal»
Recuerdos imborrables A pesar de ser hija de una gran estrella, María dice que su padre siempre quiso que tuviera una infancia normal y él mismo le enseñó a ir en bicicleta, esquiar o bucear.
MARÍA COOPER: «Mi padre era de gustos sencillos y muy familiar»
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Hablamos con la hija del mítico actor cuando se cumplen 50 años de la muerte de Gary Cooper
ary Cooper falleció de cáncer el 13 de mayo de 1961, seis días después de cumplir 60 años. Con motivo del 50º aniversario de su muerte, su única hija, María Cooper Janis, me recibió en su apartamento de Park Avenue, en Nueva York, donde hablamos del protagonista de inolvidables títulos como «El manantial» (1949), «Solo ante el peligro» (1952) o «Veracruz» (1954). PRONTO: ¿Cómo recuerda a su padre? MARÍA COOPER: A pesar de ser
una gran estrella, siempre fue una persona muy normal y con gustos sencillos. Tenía un gran sentido del humor y de la justicia, respetaba a todo el mundo y era un caballero. No le importaba si estaba frente a la reina de Inglaterra o ante el
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chico que arreglaba las bicicletas, porque trataba a todo el mundo por igual. P.: Su infancia debió ser idílica: vivía en una gran mansión, sus amigos eran hijos de las grandes estrellas de Hollywood… M.C.: Mi padre quería que
fuera una niña normal y me obligaba a limpiar mi habita-
ción, hacer las camas o fregar los platos... Lo mejor de todo es que tenía una relación mucho más cercana con mi padre que cualquiera de mis amigos con el suyo. P.: Se habló de que usted dormía con guardaespaldas por temor a que fuera secuestrada... M.C.: No me acuerdo, sé que
María está casasa con un prestigioso pianista y juntos han escrito un libro.
P.: Junto a John Wayne, fue uno de los grandes héroes americanos, ¿fue muy duro para él soportar tal presión? M.C.: No. Tenemos un dicho
en inglés que dice que si no te gusta el fuego, sal de la cocina y Gary siempre adoró y trató bien a sus fans. Llevaba con orgullo ser un referente.
P.: Uno de los momentos más difíciles de su vida fue cuando sus padres se separaron tras el romance que Gary tuvo con Patricia Neal durante el rodaje de «El manantial». Ella se quedó embarazada, tuvo que abortar… M.C.: Fue durísimo. Pat y yo
no nos hablamos durante años, pero cuando sufrió una apoplejía le escribí una carta, nos encontramos, tomamos el té, me contó que su marido la había abandonado para irse con su mejor amiga… Creo que en la vida es muy importante el perdón y nos perdonamos. María nunca ha querido ser actriz, es una magnífica pintora, custodia los recuerdos de su padre y está casada con uno de los mejores pianistas del mundo, Byron Janis, al que ha ayudado a escribir sus memorias, «Chopin and Beyond: My Extraordinary Life in Music and the Paranormal». En ellas, el músico explica su relación con los fenómenos paranormales y su lucha contra la artritis psoriásica, que a punto estuvo de costarle su carrera. TEXTO: LUIS FERNANDO ROMO FOTOS: L.F. ROMO Y MARÍA COOPER