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MICHAEL CRICHTON: «Es muy difícil predecir los cambios climáticos» El escritor norteamericano –creador de la serie «Urgencias» y autor de «Parque Jurásico», «Acoso» o «Twister»– visitó recientemente Barcelona y nos habló sobre el medio ambiente
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on tan sólo coger una pluma, comentar entre amigos o vecinos que en los Michael Crichton es capaz de últimos años han ido desapareciendo las estaprovocar un cataclismo en el ciones intermedias, que acusamos más los mundo literario, como así lo cambios climáticos... ¿Hay que preocuparse atestiguan los más de 150 millones de li- realmente por estas observaciones? bros vendidos hasta la fecha. Sus ideas MICHAEL CRICHTON: El clima está camson tan revolucionarias que Hollywood biando en todas partes, pero también es no duda en rascarse el bolsillo y entregar- cierto que la gente tiene muy mala mele 30 millones de dólares por cada guión moria y olvida rápidamente lo que sucerealizado. Sus vivencias, lejos de anclar- de. Cada vez que llega diciembre la gente le en el pasado, son el látigo ideal con el comenta: «Cuidado, que vienen las lluque azota las conciencias más conserva- vias»; al siguiente año vuelven a decir lo doras y reaccionarias, así que cualquier mismo y así sucesivamente hasta que alcomentario o pequeña observación que guien exclama: «¡Oh, Dios!, nunca ha realiza, altera las creencias existentes llovido de esta manera», y yo les conteshasta ese momento. Algo parecido es lo que ha «NO PERTEcausado con su último libro, NEZCO A «Estado de miedo» (Ed. Plaza & Janés), publicado recientemenNINGÚN te en nuestro país. Através de un PARTIDO trepidante «thriller», Crichton POLÍTICO, ME se cuestiona la existencia del caPARECEN lentamiento global de la tierra y TERRIBLES» denuncia la existencia de organizaciones dispuestas a manipular datos y provocar catástrofes para to: »¿Pero de qué habláis, si cada año suconseguir sus fines. Mientras su quinta cede lo mismo?». El gran problema es mujer, Sheri, se dedicó a pasear por Bar- que creemos lo que se nos dice, los cientícelona y comprarse los últimos diseños, ficos y los políticos se gastan millones de Michael, que mide más de 2 metros de al- dólares en aportar datos que no son satistura, se relajó en la habitación de su hotel factorios porque se basan en creencias para charlar con nosotros. Toda una odi- firmes. Cualquier predicción en el futusea, ya que su agenda, después de la de ro, especialmente la de los cambios cliSteven Spielberg, es una de las más re- máticos, es más difícil de lo que la sociepletas del mundo. dad occidental se imagina. Hay que tener bien claro que los postulados de la cienPRONTO: En numerosas ocasiones, solemos
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cia son siempre provisionales y que, a veces, ésta no merece credibilidad.
P.: Ponga algunos ejemplos. M.C.: En los años 50, se decía que el océa-
no se calentaría tanto que derretiría los polos; en los 70, se comentaba que llegaría una nueva época glaciar mucho más peligrosa que una guerra nuclear, que un millón de personas moriría de hambre o que en el año 2000 llegaríamos a 12.000 millones de habitantes. Si nada de todo esto se cumplió y se creó un miedo específico en aquel momento, ¿por qué creer ahora que el planeta se está calentando por culpa del hombre? Ysi fuera así, ¿qué podríamos hacer para ayudar a quienes nos sucederán dentro de varias generaciones?
Cobra 30 millones de dólares por cada guión P.: En los últimos años,cada vez que llega el verano en España nos echamos a temblar porque hay decenas de incendios, con lo fácil que sería poner un remedio,obedecer ciertas normas... M.C.: Es una muy buena pregunta y, la
verdad, no sé por qué no se hace hincapié en la prevención. Sin embargo, los bosques también necesitan de los incendios. Los árboles más grandes de California no se pueden reproducir sin fuego porque sus semillas son tan duras que sólo eclosionan en situaciones de quema. P.: Hace poco, alguien dijo que George Busch no sólo es una amenaza para la paz mundial y
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GRANDES ÉXITOS EN CINE Y TELEVISIÓN
el estudio quiso enviar aviones y barcos para rescatarles, tenían todo el dinero del mundo para salvar a Spielberg y su equipo, pero no pudieron hacerlo. Por tanto, queda claro que, ante un gran desastre físico, has de cuidar de ti mismo. P.: Cuando escribe un libro, ¿piensa en su adaptación al cine? M.C.: Cuando estoy escribiendo, sólo
pienso en escribir. De lo contrario, gastaría un montón de energía formulándome preguntas que a lo mejor carecerían de sentido. La escritura es un proceso intelectual muy interesante porque la única explicación te la debes a ti mismo. Sin embargo, en una película, siempre te has de poner de acuerdo con el grupo y dar un sinfín de explicaciones.
Sobre estás líneas, una escena de «Parque Jurásico», dirigida por Steven Spielberg. Al lado, «Twister» y la serie televisiva «Urgencias», en la que Crichton plasmó sus vivencias como estudiante de la Harvard Medical School. Abajo, Demi Moore y Michael Douglas en «Acosado».
«A mi hija le inculco que se cuestione todo lo que le rodea» P.: Usted es el artífice de «Urgencias», una de las series de mayor éxito en las últimas décadas. ¿En qué se inspiró para crearla? M.C.: Principalmente, en mi época como
los derechos humanos, sino también para la creciente salud del medio ambiente. ¿Está de acuerdo con esta cita? M.C.: No, no lo estoy, porque es una afir-
mación de tipo político. Si analizamos cuidadosamente las gestiones llevadas a cabo por Bush padre o hijo, o por Clinton, la diferencia principal radica en la retórica, porque lo que hacen es casi lo mismo. Para mí, no existe ninguna diferencia entre un republicano y un demócrata, no pertenezco a ningún partido, me parece que ambos son igual de terribles.
«Durante el rodaje de “Parque Jurásico” hubo un gran huracán» P.: ¿Cómo ve usted las últimas grandes tragedias como el tsunami del Pacífico o el huracán Katrina? M.C.: El tsunami del pasado mes de di-
ciembre fue algo tremendo, nada que ver con el calentamiento global del planeta, ya que fue el resultado de un terremoto gigantesco que hizo que toda la isla de Sumatra se moviera. Con respecto al Katrina, cada cuatro días se produce uno de estos fenómenos en algún lugar del mundo. Este huracán no ha sido ni el más importante ni el más grave de la historia, por lo que sería de idiotas afirmar que se debe a un cambio climático. La gente hace este tipo de afirmaciones y no existen las evidencias. No podemos hacer nada por controlar la naturaleza ya que nunca estará en manos del hombre, por lo tanto, la única alternativa que tenemos es huir.
P.: Aquí nos preguntábamos que cómo era posible que el país más poderoso del mundo no fuera capaz de salvar a su gente, se especuló con que el gobierno es racista, que no les ayudaba porque eran pobres... M.C.: Aquí hay dos cuestiones a tener en
cuenta. Por un lado, cada estado es independiente y en casos de emergencia han de pedir ayuda federal al gobierno. Pero ésta tarda mucho, así que, si eres listo, la solución está en pedir ayuda 48 horas antes. Pero el problema de Nueva Orleáns es su alto nivel de corrupción, por lo que el gobierno federal fue muy prudente a la hora de introducirse y tomar las riendas. En segundo lugar, hay que tener en cuenta que, ante una situación de gran desastre, el individuo está solo. Cuando pasé mi niñez en Nueva York, los huracanes llegaban hasta la ciudad –hoy rara vez sucede– y pensaba: «¡Qué bien, dos días sin ir al colegio!». Pero, cuando los árboles caían, nos quedábamos sin agua y electricidad, y teníamos que hacer aprovisionamiento de víveres... no te quedaba más remedio que cuidar de ti mismo. Tenías que programar anticipadamente tu bienestar y no esperar a que alguien viniera a ayudarte porque quizás no llegaría nunca. El ser humano siempre vive en un estado permanente de miedo y ansiedad ante lo que pueda pasar. Recuerdo que estábamos rodando «Parque Jurásico» en Hawai y se produjo un gran huracán. Yo me fui de la isla, pero el resto del equipo se quedó porque resulta muy caro detener un rodaje. Quedaron incomunicados,
estudiante en la Harvard Medical School. Fui testigo de diferentes situaciones en las salas de urgencias mientras realizaba algunas prácticas, así que me limité a escribir lo que había visto. No nos esperábamos el éxito tan grande de la serie en el mundo, pero creo que se debe a la gran frescura que transmite y al ambiente tan realista de trabajo. P.: ¿Cuáles son sus principales temores? M.C.: (Risas). Tan sencillo como morir
atropellado por un conductor borracho.
P.: ¿Nunca pierde el sentido del humor? M.C.: Jamás. Es una de las cosas más ma-
ravillosas que tenemos.
P.: ¿Dónde radica su gran poder de seducción para atraer a millones de lectores, especialmente a mujeres y niños? M.C.: Cuando era pequeño, no me gusta-
ba leer, pero mis padres me obligaban a hacerlo. El día que decidí empezar a escribir, comencé a estudiar aquellos libros, qué tenían para que la trama evolucionara rápidamente, cómo conseguían atraerme, analicé la dimensión de las frases, su estructura... Pero también es cierto que siempre empiezo un libro autoformulándome una pregunta que intento responder a lo largo del relato. Esto interesa al público porque les hablo de tú a tú. P.: ¿Qué valores le transmite a su hija? M.C.: Es una chiquilla muy independien-
te, pero le intento inculcar que se cuestione todo lo que le rodea y que aprenda por sí misma. Especialmente, en la era de internet. Además, también le digo que tiene que aprender lo que el profesor piensa y decirle lo que quiere escuchar (sonríe). TEXTO: LUIS FERNANDO ROMO FOTOS: ALBERT URIACH Y ARCHIVO
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