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Enrique y María, con sus tres hijos y los protagonistas del filme, durante el estreno en Toronto (Canadá).
LA HISTORIA REAL de la familia española superviviente del tsunami del 2004 Su dramática experiencia ha sido llevada al cine por Juan Antonio Bayona en la película «Lo imposible»
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ecuerdo la imagen de mis hijos, a los que ya se había tragado la ola. La misma ola que, por fortuna, vino después a buscarme a mí», afirma con voz entrecortada María Belón. Esta madrileña, que actualmente tiene 47 años, se encontraba pasando las vacaciones de Navidad del 2004 junto a su marido, Enrique Álvarez, de 50, y sus tres hijos, Lucas (18), Tomás (16) y Simón (13), cuando se convirtieron en protagonistas contra su voluntad de uno de los mayores desastres climáticos de los últimos tiempos. Aquella mañana, todo parecía transcurrir con normalidad. María se estaba dando una ducha a pocos metros de la piscina, donde su familia se bañaba. De repente, un sonido atronador les dejó sin aliento. La pesadilla acababa de empezar. A 700 metros de distancia, un grueso muro de agua de unos 8 metros de altura engulló todo el complejo turístico. Incluida
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Fotograma en el que Naomi Watts (María Belón) le promete a su hijo mayor que van a salir con vida.
ella y su familia. María fue la primera en emerger del agua y, a continuación, lo hizo su primogénito, que no dejaba de gritar: «¡Nos vamos a morir. Mamá, nos vamos a morir!». Antes de que el agua les volviera a arrastrar, María le prometió a Lucas: «Tú y yo no nos vamos a morir».
«Quiero presentarles a tres héroes: mis hijos» Cuando pudo sacar la cabeza del agua, el panorama que vio era desolador. Como la muerte en vida. Miraba a su alrededor y sólo veía caos y destrucción. Ni rastro del resto de su familia. Sin saberlo, a varios centenares de metros, su marido se agarraba a un árbol, pensando también que era el único superviviente de la familia. La fuerza del mar le arrebató a sus dos hijos pequeños, a los que había conseguido abrazar mientras huía de una ola gigante. Pero volvió a recuperarlos.
Tras las debidas operaciones de rescate y una búsqueda insaciable, el azar hizo que los cinco miembros de la familia se reencontraran en el mismo hospital. La pesadilla de María aún se prolongó a lo largo de 18 operaciones quirúrgicas que lograron salvarle una de las piernas. Volvieron a Japón, donde Quique trabajaba como ejecutivo para la multinacional Gillette, y allí recibieron toda la ayuda que necesitaron. Seis meses después de la tragedia, vivieron un momento muy especial cuando los Príncipes de Asturias ofrecieron una recepción a la colonia española japonesa formada por unas 1.500 personas. Allí, Felipe y Letizia se enteraron de la odisea de los Álvarez-Belón, les felicitaron y María, con orgullo, les dijo: «Quiero presentarles a tres héroes: mis hijos». Las cicatrices de la memoria aún están presentes. Sus ojos llorosos son como pequeños fotogramas que reflejan sin ta-
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Algunas de las escenas de «Lo imposible», rodadas en Tailandia y en la Ciudad de la Luz (Alicante).
NAOMI WATTS Y EWAN MCGREGOR DAN VIDA A ESTE MATRIMONIO Y PADRES DE TRES HIJOS QUE PASABAN LAS NAVIDADES EN TAILANDIA pujos el horror vivido. En ellos, el dolor, la esperanza, el coraje y la impotencia se pelean en su interior por ver quién resulta vencedor. Los Álvarez Belón se convirtieron en la única familia española superviviente de este desastre y sus vivencias se reflejan en «Lo imposible», la nueva película de Juan Antonio Bayona que se estrena el 11 de octubre en toda España. En esta historia, cuya realidad supera con creces la ficción, Naomi Watts y Ewan McGregor dan vida al matrimonio español. María no desea ser una estrella. No quiere hablar con periodistas. Su único anhelo es el de proteger la esencia de su familia. Pero, sin quererlo, se ha convertido en el alma mater de este relato cinematográfico. Durante sus meses de recuperación en varios hospitales, una de las muchas cosas que le ayudó a calmar su dolor fue la música. Pasado el tiempo, mientras escuchaba a la periodista Gemma Nierga
en su programa «La Ventana», de la Cadena Ser, decidió llamar para dar las gracias. Acababa de oír a Luz Casal, que durante su convalecencia se había convertido en un bálsamo ante tanto calvario. Y ahí fue cuando confesó que era una de las supervivientes de la catástrofe. Unos meses después, el 26 de diciembre del 2007, Nierga habló con ella durante 40 minutos y, de nuevo, el destino quiso que la productora Belén Atienza escuchara esta conmovedora historia mientras conducía su coche.
«Desde la distancia todo es más llevadero» Automáticamente, habló con Bayona, resacoso aún de su éxito con «El orfanato», y ambos decidieron poner cara y ojos a la tragedia. María les pidió tiempo para reflexionar y, cuando les dio el permiso, puso una condición: quería super-
visar cada uno de los detalles de la filmación, así que se convirtió en la autora del argumento. Durante todo este proceso, las únicas declaraciones que María ha hecho a los periodistas han sido a los del Grupo Prisa –La cadena Ser y «El País Semanal»– porque les está agradecidos y quiso cumplir con su palabra. María se ha convertido en la portavoz de la familia. Todavía hay dolor en su interior: «El tiempo no cura nada, el tiempo es vida, la vida lo cura todo. El tiempo es un bálsamo y desde la distancia todo es más llevadero, todo está más anestesiado». Este proceso le permitió regresar a Tailandia, donde se rodaron los exteriores de «Lo imposible» y fue testigo también del rodaje en los estudios de la Ciudad de la Luz (Alicante), donde se ha filmado gran parte de la película. En ese lugar se instaló un tanque de 12 millones de litros de agua, el más grande del mundo junto con otro que hay en Es67
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tados Unidos, que simuló María (izqlas aguas y olas del océano da.) con Bayona y Ewan Índico. El rodaje duró 25 MacGregor semanas y en la cinta tamen San bién intervienen Marta Sebastián. Etura y Geraldine Chaplin. La película ya huele a Oscar, sobre todo para el joven actor inglés Tom Holland, que encarna al primogénito.
«Contar historias de otra mucha gente que también sufrió» Tras su aparición durante la presentación oficial de la película en el Festival de Cine de Toronto, junto a toda su familia, costó mucho convencer a María para que acudiera a San Sebastián. Allí admitió que «lo único que quiero es compartir una experiencia. Volví de allí con un aprendizaje muy difícil. Aprendí que la vida es eso, un tsunami tras otro. Algunos son más duros, claro. Pero tampoco me he tomado la película como una terapia. En todo momento, lo que he visto ha sido un respeto enorme hacia mi historia. Y lo que les pedí es que todo esto fuera la excusa para contar las historias de otra mucha gente que también sufrió». Todavía hoy, cuando María se va a la cama y apaga la luz sigue imaginándose que está bajo la ola. Poco a poco va supe-
rando sus miedos, incluso ya se atreve a nadar en el mar. Le ha costado, pero lo ha logrado. Aquella tragedia le hizo valorar lo importante y descargar la pesada mochila que muchos llevamos a nuestras espaldas: «No eres nada, no eres nadie. El tsunami me llenó de agua y me vació de todo lo demás». Desde su casa de Madrid, María aún se acuerda de los muertos, de los desaparecidos, de los hijos que perdieron a sus padres… Tiene dolor y desea que la película sea un homenaje a todos los que ya no están. En el fondo de su corazón siente
Imanol Arias: «Me encantaría casarme con Irene»
El actor asegura que jamás había estado tan enamorado como ahora. 68
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que aún sigue en deuda «con cada una de las personas que me consolaron, que me ayudaron, que me empujaron. Una deuda que nunca voy a poder devolver y en la que prefiero no pensar porque es una carga muy grande». Una vez que la película se estrene en todo el mundo, los Álvarez Belón desean volver a ser una familia normal que, al igual que el resto, irá superando los pequeños tsunamis que depara la fragilidad de la vida. TEXTO: LUIS FERNANDO ROMO FOTOS: AGENCIAS Y APACHES ENTERTAINMENT
o hay más que verle la cara para saber que el protagonista de «Cuéntame cómo pasó» está viviendo un gran momento, tanto en lo profesional como en lo personal. Y, aunque es poco dado a hablar de su vida íntima, Imanol Arias hizo una excepción para participar en el programa de radio que presenta y dirige Luján Argüelles, a quien le confesó, con una enorme sonrisa: «Estoy totalmente enamorado. No tengo ningún problema en decirlo. Creo que no he estado así de enamorado nunca». Una afirmación que sorprende habida cuenta de que el leonés, de 56 años, se casó siendo muy joven con la también actriz Socorro Anadón y, posteriormente, convivió 25 años con Pastora Vega, con quien comparte dos hijos: Jon, de 25 años, y Daniel, de 11 años de edad.
La mujer que le quita el sueño a Imanol en estos momentos no es otra que la diseñadora Irene Meritxell, una guapa morena 21 años menor que él y con quien Arias ha admitido que «me encantaría casarme» aunque, eso sí, no de forma inmediata.
Carlitos es como su tercer hijo En cuanto a su futuro juntos, Imanol ha adelantado que no entra en sus planes con Irene tener más hijos. Quizá porque, como siempre dice, en «Cuéntame...» ya encontró al tercero: Ricardo Gómez, su hijo Carlitos en la pequeña pantalla. «Forma parte de mi vida y de mi familia –matiza el alter ego de Antonio Alcántara–. Uno tiene hijos que no son naturales». TEXTO: MARCELO ORTIZ FOTO: QUINTAS/FESTVAL