DIRECCIÓN GENERAL Patricio Vinueza
GERENCIA Ing. Josue Vinueza F.
DESARROLLADO POR EQUIPO PEDAGÓGICO ACADEMIA EDITORES PROPUESTA PEDAGÓGICA Y EDICIÓN DE CONTENIDOS Dra. Hilda María Pedraza
CORRECCIÓN DE ESTILO Dra. Hilda María Pedraza hildapedraza27@gmail.com
DISEÑO EDITORIAL MAKE Comunicación Efectiva info@321make.com (593−2) 6014961
DISEÑO DE PORTADA Dis. Francisco Velásquez O.
ILUSTRACIÓN Ing. Marcelo Lapo M. Dis. Juan Bolaños E. Dis. Andres Pavón C. Dis. Francisco Velásquez O.
© ACADEMIA EDITORES, 2014 ISBN: XXX−XXXX−XXX−XX−X Registro de Autor: XXXXXX ACADEMIA EDITORES (593−2) 2414522 ventas@academiaeditores.com Ecuador
Presentación Este texto presenta historias fabulosas cargadas de humor, aventura y ternura que conducen al lector a explorar mundos fantásticos y reales, a convertirse en coprotagonista, probando sensaciones de cada uno de los personajes, involucrándose con la trama o imaginándose distintos finales. Cuentos, fábulas, leyendas, poesías y demás muestras literarias, desde los clásicos hasta los contemporáneos, motivan a querer leer, a buscar saber, a conocerse y relacionarse con su entorno, además de desarrollar su sentido crítico. Incentivar el hábito por la lectura en los chicos y chicas es un gran estímulo a la imaginación, creatividad, capacidad verbal y crecimiento emocional e intelectual. Debemos proteger el espacio que posee la literatura en los planes educativos. Son ideales los textos cortos, con lenguaje sencillo, graciosos personajes y tramas divertidas, que aparte de disfrutar de las historias, el lector aumenta sus conocimientos y recibe un enorme valor formativo. Te invito a que inicies tu “Plan Lector” a partir de este texto y que sea una alternativa de diversión y placer.
La Autora
Índice La ronda del zapatero
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Adivinanzas y retahílas
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La zorra y la cigüeña
12
El traje nuevo del Emperador
18
El gusano de seda
26
Sopa de piedras
32
La zorra y las uvas
40
Los sueños del sapo
46
El zorro y el cuervo
54
El flautista de Hamelín
60
Una historia
66
El rey de la selva
70
La plaza tiene una torre
76
Adivinanzas y trabalenguas
77
La leyenda del murciélago
82
El labrador y el águila
88
El zapatero y los duendes
94
La mochila
100
La paloma y la lechuza
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Destreza con criterio de desempeño: Desarrollar
cortos.
la pronunciación y entonación a través de poemas
Tipi tape, tipi tape, tipi tape, tipitón, tipi tape, zapa - zapa, zapatero remendón. Tipi tape, todo el día, todo el año tipitón; tipi tape, macha macha, machacando en tu rincón. Tipi tape, en tu banqueta, tipi tape, tipitón, tipitón con tu martillo, macha macha, machacón. ¡Ay tus suelas!, zapa zapa, zapatero remendón, ¡ay tus suelas!, tipi tape, duran menos que el cartón. Tipi tape, tipi tape, tipi tape, tipitón... Germán Berdiales
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Destreza con criterio de desempeño: Desarrollar la pronunciación y entonación a través de retahílas.
En la ciudad de Pamplona hay una plaza, en la plaza una esquina, en la esquina una casa en la casa una sala en la sala una estera en la estera una jaula en la jaula un loro. Loro en jaula jaula en estera estera en sala sala en casa casa en esquina esquina en plaza plaza en Pamplona. Popular
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• Une la adivinanza con el dibujo.
En un cuarto me arrinconan sin acordarse de mí, pero me van a buscar cuando tienen que subir. Llevo secretos a voces corriendo por esos mundos y sin que nadie los oiga los doy en unos segundos. Con tan solo cuatro cuerdas, que un arco pone en acción esta caja melodiosa te alegrará el corazón. Tengo dientes y no muerdo desenredo con cuidado, caminos abro en tu pelo, ya sea liso o sea rizado.
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Destreza con criterio de desempeño: Desarrollar
la pronunciación y entonación a través de trabalenguas.
La gallina pinta Tengo una gallina pinta, piririnca, piriranca, con sus pollitos pintos, piririncos, pirirancos. Si ella no fuese pinta, piririnca, piriranca, no criaría los pollitos pintos, piririncos, pirirancos.
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C
ada día, cuando doña Zorra se encontraba con su nueva vecina, la Cigüeña, la saludaba cortésmente.
Pasado un tiempo las dos se hicieron muy amigas. Un día doña Zorra, para celebrar su amistad, invitó a comer a la Cigüeña. La recibió con gran entusiasmo y la hizo pasar al comedor. Tras charlar un rato se dispusieron a comer. Pero doña Zorra era muy aficionada a las bromas y se propuso gastarle una a su invitada. Preparó una exquisita sopa de mariscos y la sirvió en dos platos llanos. La pobre Cigüeña, con su largo pico no podía comer un alimento tan líquido. Tras una hora de grandes esfuerzos, desistió y se quedó sin comer. Mientras doña Zorra, entre risitas, se tomaba el caldo con grandes lametones. La Cigüeña, que no era tonta, disimuló su enojo. Y al despedirse dio las gracias a su amiga, recordándole que estaba invitada a comer a su casa. Al día siguiente, doña Zorra, con un hambre atroz, se presentó a la
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hora de comer en casa de su vecina. Al entrar sintió un agradable olorcillo que le hizo la boca agua. Pero el contento duro poco, porque el exquisito guiso estaba en el fondo de un jarro de largo y estrecho cuello, al que fácilmente llegaba la Cigüeña con su largo pico, pero no el corto hocico de la Zorra. Claro está, doña Zorra se quedó sin probar bocado. Y con el rabo entre las piernas y el estómago vacío, se despidió de la Cigüeña, mientras oía una vocecita interior que le decía: −“El que la hace, la paga”.
Esopo
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Taller de comprensión lectora Destreza con criterio de desempeño: Disfrutar de la fábula a través de las actitudes de los personajes.
• Copia textualmente el pasaje del texto que corresponde a la ilustración.
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• Un diálogo es una conversación entre dos o más personajes. Escribe parte del diálogo que sostuvieron la zorra y la cigüeña.
• Dibuja según el texto:
Al entrar la zorra, sintió un agradable olorcillo, que le hizo la boca agua. Pero el contento duró poco porque el exquisito guiso estaba en el fondo de un jarro de largo y estrecho cuello.
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• Completa el diagrama de Venn con términos que identifiquen a cada uno de los personajes. Zorra
Cigüeña
• Subraya la moraleja o enseñanza más apropiada para esta fábula. Justifica tu respuesta.
− A palabras necias, oídos sordos. − El que la hace, la paga. − A buen hambre no hay pan duro.
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H
ace muchos años vivía un Emperador que no pensaba más que en estrenar trajes. No se preocupaba de nadie y solo iba al teatro o a pasear en su carroza por el parque para estrenar su ropa nueva. Tenía un traje para cada hora del día, todos diferentes, y se decía de él que siempre estaba en el cuarto ropero. En su ciudad vivía mucha gente y cada día le visitaban sastres para hacerle trajes.
Un día, se presentaron en palacio dos granujas que se hicieron pasar por tejedores. Dijeron que sabían tejer la tela más fina que existía. En verdad, no habían cosido nunca, pero engañaron al Emperador contándole que toda la ropa que hicieran con esa tela solo podrían verla las buenas personas. Para todos los que no hicieran su trabajo y para los que fuesen antipáticos la ropa sería invisible. −¡Qué telas más maravillosas! dijo el Emperador−. ¡Ordenaré que todos los habitantes del reino se hagan vestidos de este tejido mágico. Así podré descubrir a los que no trabajen bien o a los que sean antipáticos! Y... ¡También yo me encargaré un vestido de esa tela! Y pagó un montón de dinero a los ladronzuelos para que se pusiesen a trabajar inmediatamente. Estos fingieron tejer a toda prisa, pero no era cierto. Imitaban los movimientos de los sastres, para hacer creer en palacio que estaban trabajando. “¡Me gustaría saber si estos tejedores avanzan en su tarea!”, pensó el Emperador. Pero no se atrevía a visitar a los tejedores, porque todos
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los que fuesen antipáticos o no supiesen hacer su trabajo no verían el traje, y por si acaso él no lo veía, no quería ir. Entonces, envió al Primer Ministro y, cuando este entró en la habitación para ver cómo iba el traje del Emperador, pensó: “¡No veo nada!”, pero, claro, no podía decirlo por si pensaban que era antipático o no trabajaba bien. −Bien, Señor, ¿qué decía de esta tela? −preguntaron los bribones. −¡Oh, es preciosa! ¡Encantadora! ¡Qué dibujo más elegante! ¡Qué vivos colores! −Nos gusta oírle hablar así contestaron los bribones−. A su Majestad le va a gustar. Cuando llegó a palacio le contó al Emperador lo bonito que era el traje. El rey envió a otra persona del reino para que le diera otra opinión, pero pasó lo mismo: −¿Verdad que es una hermosa tela? −preguntaron los granujas. Pero él pensó: “¿Es posible? ¡Yo no veo nada! Si lo digo pensarán que no trabajo bien o que soy antipático”. Por eso contestó: −¡Es preciosa! Días más tarde, los bribones llevaron el traje invisible al Emperador. Cuando este lo vio, pensó no veo nada, absolutamente nada:
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¿Seré antipático? ¿No seré buen Emperador. Pero no podía decir eso y comentó: −¡Es hermosísimo! Todos sus acompañantes aconsejaron al Emperador que lo estrenara. Nadie veía nada, pero todos decían: −¡Es prodigioso! ¡Qué bonito! Los dos granujas le ayudaron a ponerse el traje y salió desfilando desnudo ante todos los habitantes del reino. Todos le veían sin ropa, pero comentaban: −¡Qué hermoso el traje del Emperador! Solamente una niña que le vio desfilar fue capaz de decir la verdad: −¡Pero si no lleva nada! Y los demás empezaron a correr la voz. −¡Una niña inocente dice que no lleva nada! −Está desnudo ¡ja, ja, ja! ¿Es que no se da cuenta? Y el Emperador, que estaba muy disgustado porque pensaba que tenían razón, pensó que tenía que aguantar hasta que acabase todo el desfile. Y siguió adelante más estirado que nunca, mientras los ladrones escapaban hacia las montañas con un saco de oro cada uno.
Hans Christian Anderson
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Taller de comprensión lectora Destreza con criterio de desempeño: Narrar oralmente el cuento y recrearlo a través de ilustraciones.
• Una descripción es una explicación detallada y ordenada de las características de una persona, animal u objeto. Describe al Emperador y dibújalo en el recuadro.
• ¿Cómo engañaron los granujas al Emperador?
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• Completa la rueda de atributos con términos que identifiquen el carácter del Emperador.
Emperador
• Escribe una oración utilizando dos de estos términos.
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• Escribe el comentario que hizo la niña sobre el traje del Emperador.
• ¿Qué prendas debería llevar puestas el Emperador? Escribe sus nombres en los recuadros.
• Escoge dos de estos términos y haz una oración.
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• Cambia el final del cuento, acompáñalo de una ilustración.
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U
n gusano blanco vivía en la morera; lo llamaban gusano de seda. Le gustaba las hojas, por glotón. En poquito tiempo se hizo mayor. Con su fina seda tejió un capullo y al hacerlo sonrió con orgullo. Cuando terminó, estaba cansado; dentro del capullo se quedó acostado. Después de un tiempo de haber dormido, en una mariposa se había convertido. Extendió sus alas, se desperezó y como mariposa el vuelo emprendió. Llegó la hora de poner los huevos, así la historia empezará de nuevo. De ellos nacerán otros gusanitos que comerán morera y harán capullos de seda. Autor desconocido
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Taller de comprensión lectora Destreza con criterio de desempeño: Identificar
la transformación del personaje a través de ilustraciones.
• Copia textualmente los versos que corresponden a la ilustración.
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• ¿Qué es una morera?
• ¿Por qué lo llamaban gusano de seda?
• ¿Qué tiempo gastó en convertirse en mariposa?
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โ ข Pinta la ilustraciรณn y describe el proceso que sufriรณ el gusano de seda.
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• Describe el personaje en el que se transformó el gusano de seda.
• ¿Cómo termina la historia del gusano de seda?
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H
ubo una vez, hace muchísimos años, un país que acababa de pasar por una guerra muy dura. Como ya es sabido, la guerra trae consigo rencores, envidias, muchos problemas, muertos y mucha hambre. La gente no puede sembrar, ni cosechar, no hay harina, ni pan.
Cuando este país acabó la guerra y estaba destrozado, llegó a un pueblecito un soldado agotado, harapiento y muerto de hambre. Era muy alto y delgado. Hambriento llegó a una casa, llamó a la puerta y cuando vio a la dueña dijo: −Señora, ¿no tiene un pedazo de pan para un soldado que viene muerto de hambre de la guerra? La mujer le mira de arriba abajo y le responde: −Pero, ¿estás loco? ¿No sabes que no hay pan, que no tenemos nada? ¡Cómo te atreves! Y a golpes y a patadas, lo sacó fuera de la casa. Pobre soldado. Prueba fortuna en una y otra casa, haciendo la misma petición y recibiendo a cambio, peor respuesta y peor trato.
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El soldado ya casi desfallecido, no se dio por vencido. Cruzó el pueblo y llegó al lavadero público. Halló unas cuantas muchachas y les dijo: −Muchachas, ¿nunca han probado la sopa de piedras que hago? Ellas se burlaron de él diciendo: −¿Una sopa de piedras? No hay duda que estás loco. Pero había unos niños que estaban espiando y se acercaron al soldado cuando se iba decepcionado. −Soldado, ¿le podemos ayudar?− Le preguntaron. −Claro que sí. Necesito una olla muy grande, un puñado de piedras, agua y leña para hacer fuego. Rápidamente los niños fueron a buscar lo que el soldado había pedido. Encienden el fuego, ponen la olla, la llenan de agua y echan las piedras. El agua comenzó a hervir. −¿Podemos probar la sopa?− Le preguntaron con impaciencia los niños. −Calma, calma. El soldado la probó y dijo: −¡Qué buena!, pero le falta un poco de sal.
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−En mi casa tengo sal−dijo un niño. Y salió corriendo por ella. La trajo y el soldado la echó entre la olla. Al poco tiempo volvió a probarla y dijo: −¡Qué rica! Pero le falta un poco de zanahoria. Un niño, que se llamaba Luis, fue a su casa a buscar zanahorias y las trajo enseguida. En un momento, los niños fueron trayendo otros alimentos: papas, arroz y hasta presas de pollo. La olla se llenó. El soldado la revolvió varias veces. De nuevo la probó y dijo: −Vayan, avisen al pueblo que vengan a comer. Hay para todos. ¡Qué traigan platos y cucharas! Repartió la sopa. Hubo para todos los del pueblo que, avergonzados, reconocieron que, si bien era cierto que no tenían pan, juntos podían tener comida para todos. Y, desde aquel día, gracias al soldado hambriento, aprendieron a compartir lo que tenían.
Marcia Brown
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Taller de comprensión lectora Destreza con criterio de desempeño: Identificar
“la solidaridad” como el tema central del cuento.
• Describe la ilustración y subraya el pasaje en el texto.
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• Escribe cómo prepararon la sopa de piedras.
• ¿Cómo se prepara el plato de la ilustración?
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• Completa la constelación de palabras con términos que identifiquen el carácter de los niños.
• Escribe una oración utilizando dos de estos términos.
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• ¿Qué consejos les darías a tus compañeros para que compartan lo que tienen?
• Escribe tres enseñanzas que te haya dejado la lectura.
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L
a vieja zorra estaba decepcionada. Durante todo el día había merodeado tristemente por los densos bosques y subido y bajado a las colinas, pero... ¿de qué le había servido?
No hallaba un solo bocado; ni siquiera un ratón de campo. Cuando lo pensaba -y se estaba sintiendo tan vacía por dentro que casi no podía pensar en otra cosa-, llegó a la conclusión de que nunca había tenido más hambre en su vida. Además, sentía sed..., una sed terrible. Su garganta estaba reseca. En ese estado de ánimo dio la vuelta a un muro de piedra y se encontró con algo que le pareció casi un milagro. Allí frente a ella, había un viñedo lleno de racimos de frescas y deliciosas uvas, que solo esperaban que las comiesen. Eran grandes y jugosas e impregnaban el aire con su fragancia. Lo que la zorra no sabía es que los racimos de uvas estaban mucho más altos de lo que ella imaginaba. Entonces buscó un medio para alcanzarlos. Saltó, saltó, pero sus dedos no conseguían ni tocarlos. Había muchas uvas, pero la zorra no podía alcanzarlas. Tomó carrera y saltó otra vez, pero el salto quedó corto. Aún así, la zorra no se dio por vencida. Tomó carrera otra vez y volvió a saltar y nada. Las uvas parecían estar cada vez más altas y lejanas.
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Cansada por el esfuerzo y sintiéndose imposibilitada de conseguir alcanzar las uvas, la zorra se convenció de que era inútil repetir el intento. Las uvas estaban demasiado altas y la zorra sintió una profunda frustración. Agotada y resignada, la zorra decidió renunciar a las uvas. Cuando la zorra se disponía a regresar al bosque se dio cuenta de que un pájaro que volaba por allí, había observado toda la escena y se sintió avergonzada. Creyendo que había hecho un papel ridículo para conseguir alcanzar las uvas, la zorra se dirigió al pájaro y le dijo: -Yo hubiera conseguido alcanzar las uvas si ellas estuvieran maduras. Pero cuando me di cuenta que estaban aún verdes, he preferido desistir de alcanzarlas. Las uvas verdes no son un buen alimento para un paladar tan refinado como el mío. Y fue así que la zorra siguió su camino, intentando convencese de que no fue por su falta de esfuerzo que ella no había comido aquellas riquísimas uvas. Y sí porque estaban verdes. -¡Ja, ja! -dijo el cuervo, que había estado observando la escena desde una rama próxima- ¡Si te dieran un racimo, veríamos si en verdad las uvas te parecían verdes! Esopo
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Taller de comprensión lectora Destreza con criterio de desempeño: Recrear
lo mágico de la fábula a través de sus personajes.
• Copia textualmente la escena de la ilustración.
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• Completa la rueda de atributos con las características que representan al personaje principal.
• Escribe una oración utilizando dos de estos términos.
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• ¿Qué le dijo la zorra al pájaro para disculparse de su actuación?
• ¿Qué argumentó el cuervo que lo había visto todo?
• ¿Qué opinión te merece la siguiente moraleja? “Nunca traslades la culpa a los demás de lo que no eres capaz de alcanzar”.
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