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XVI- Fundadores de la congregación en Rosario
Fundadores de la congregación en Rosario XVI
El día 16 de diciembre de 1909, los Padres José Brescia y Severino Ranaldi junto al Hermano Juan Kemmerer, se instalan en la casa alquilada de la calle Catamarca 1459, dando así inicio a la presencia de la primera comunidad de misioneros redentoristas en la ciudad de Rosario. A continuación se comparte una breve reseña de sus vidas con aportes y tomados de las crónicas de la comunidad religiosa.
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Padre José Brescia
El Padre José Brescia nació el 5 de agosto de 1856 en Cogorno, diócesis de Chiavari, provincia de Génova, Italia. A los 13 años de edad es admitido en el seminario de Chiavari. El 11 de junio de 1881 es ordenado sacerdote en la catedral de Génova por Monseñor Magnasco. Debido a la enfermedad de tuberculosis por indicación médica busca otro clima y otros aires. El 3 de enero de 1883 deja Génova en el vapor Sud-América, con destino a Buenos Aires. Durante su primer tiempo en Buenos Aires, fue alojado en el colegio de los padres salesianos en Almagro.
Estando alojado en el colegio recibe el nombramiento de capellán de las Hermanas del Huerto en Temperley. Estando de capellán en Temperley, conoció a los misioneros redentoristas, particularmente al Padre Grisar, a quien por su trato amable, el Padre José Brescia eligió como su confesor. La cercanía con los misioneros redentoristas le llevó al Padre José Brescia a madurar el deseo de ingresar en la congregación del Ssmo. Redentor. A principios de febrero de 1889, fue admitido en nuestra congregación y enviado al noviciado en Nava del Rey, España, donde llegó el 20 de marzo. Inicia su noviciado con once compañeros. El 21 de abril de 1889 recibe el hábito de la congregación y en abril de 1890 profesó los votos religiosos. Regresa de Italia el 1ero. de junio de 1890 a Montevideo, donde queda por cinco años incorporado a la comunidad redentorista.
En 1895 se traslada a Buenos Aires, para permanecer en la comunidad redentorista hasta marzo de 1896, cuando es transferido a Salta, donde participa de misiones populares, tanto en esa provincia como en Santa Fe y Santiago del Estero. A partir de 1898 (2 de junio), será durante 12 años sucesivamente, el superior de cuatro comunidades redentoristas: dos períodos de tres años en Salta (1898 a 1901 y 1904 a 1907), Buenos Aires (1901 a 1904) y Montevideo (1907 a 1909). En el año 1909, cuando se trataba de llevar a la práctica un proyecto deseado durante años, realizar una fundación en la ciudad de Rosario, se lo nombra como responsable del proyecto y se lo designa superior de la nueva comunidad. El 29 de octubre deja Montevideo y se traslada a Rosario.
Hacia fines de noviembre llega su compañero de comunidad, el Padre Severino Ranaldi. Ambos son alojados en la casa parroquial de la iglesia La Matriz (actual catedral) por su párroco, el Padre Nicolás Grenón. El 12 de julio, mientras celebraba la eucaristía en la capilla de las Hermanas del Huerto, tiene un ACV isquémico, el cual le dejó sin movilidad el brazo y la pierna izquierda. El 20 de octubre de 1912, al recibirse los nuevos nombramientos, el Padre José Brescia queda liberado de este servicio, y asume como superior de la comunidad el Padre Matías Meier. Luego de un tiempo de recuperación, el Padre José Brescia retoma la predicación de ejercicios espirituales, triduos, novenas, misiones y otros trabajos pastorales. En el mes de junio de 1918, predicó la Novena del Sagrado Corazón, en Arroyo Seco (Santa Fe). A fines de julio, tuvo una inflamación de garganta que lo llevó a hablar y a tragar alimentos con gran dificultad. Luego de estudios realizados, el Dr. Vila le transmitió al Padre José, el 14 de septiembre, el diagnóstico de cáncer de garganta que finalmente le tomará otro órgano vital como el hígado. Con los días, presenta una mejoría que hizo, por momentos, pensar en una curación. La misma se la adjudican al Siervo de Dios Jenaro María
Sarnelli, cuya causa de beatificación se encontraba en curso en Roma.
Pudo predicar en diciembre ejercicios espirituales a las Hermanas de la Inmaculada Concepción en San Jorge (Santa Fe) y a las hermanas del Huerto en Pergamino (Buenos Aires). Los superiores desde Roma lo nombran, hacia fines de mayo de 1919, una vez más superior de la comunidad rosarina. El Padre José Brescia consciente del deterioro de su salud y de la gravedad de su estado, acepta el nombramiento, y designa al Padre Severino Ranaldi como su vicario (ministro) para que, en su nombre, llevara adelante la comunidad religiosa. El 30 de julio por la mañana, en presencia de la comunidad reunida en su cuarto, renueva sus votos religiosos en manos del Padre Severino. A las 16.00 h deja de proferir palabras, a las 18.00 h pasa a un estado de semi inconsciencia, y fallece a las 20.00 h, mientras en la iglesia se rezaba la Novena de San Alfonso. Finalizada la celebración, el Padre Severino Ranaldi avisó del fallecimiento del Padre José Brescia a quienes se encontraban en la capilla.
La noticia se propagó con rapidez por la ciudad y causó en todos los que la recibían un hondo pesar, ya que el Padre José Brescia era muy querido y estimado. El día siguiente, a partir de las 9.00 h, se celebraron los funerales en la capilla, muy concurrida de fieles y sacerdotes. A las 16.00 h se realizó la inhumación de sus restos mortales en el cementerio La Piedad. Muchas fueron las misas que se celebraron, por parte de comunidades religiosas, sacerdotes, o asociaciones parroquiales: un testimonio elocuente del profundo afecto y sincero aprecio tenido hacia él. Se destacan en el Padre José su humildad, sencillez y simplicidad; su capacidad de escucha y discernimiento, su buen trato, sus atinadas reflexiones, su bondad y su benignidad, al igual que su buen juicio y su afabilidad con todos242 .
242 Crónica, Tomo I, Op. Cit., pp. 133-134
Padre Severino Ranaldi
El Padre Severino Ranaldi nació en Isola Liri, provincia de Roma, el 27 de diciembre de 1879, y se sintió llamado desde muy joven a la vida religiosa, por lo cual ingresó en 1892 en la Escuela Apostólica de los Padres Redentoristas en Scifelli. Después de hacer un año de noviciado en Roma y seis de estudio en Cortona, recibe de manos de Monseñor Miguel Baldetti la ordenación sacerdotal el 4 de diciembre de 1904. Llegado al país en el año 1909 por mandato de sus superiores, se dedicó de lleno con verdadero celo apostólico y redentorista a la gran obra de las misiones populares, predicando la Palabra de Dios en las diversas poblaciones de nuestro país, como las provincias de Santa Fe, Córdoba, Tucumán y Buenos Aires, las que recorrió con verdadera abnegación ganando, por sus virtudes, por su labor incansable y por su bondad, muchos corazones para Dios. Acompañado de dotes de gobierno, ocupó el cargo de rector de las casas de la Congregación de Buenos Aires, Tucumán y Rosario, en donde la muerte le sorprende en plena actividad de su ministerio sacerdotal.
Por sus cualidades personales de virtud e índole de carácter, supo granjearse en todas partes el aprecio y el cariño de cuantos lo trataron, por eso todas las personas que lo conocieron experimentaron momentos de tristeza al enterarse de su muerte. Falleció repentinamente el 9 de octubre de 1936 como consecuencia de un derrame cerebral. Una importante exteriorización de profundo pesar por el vacío que el llorado Padre Severino Ranaldi deja entre sus numerosas relaciones se puso de manifiesto en la capilla ardiente, donde acudieron prontamente los numerosos amigos con que cuenta la congregación de Ssmo. Redentor, para presentar a los misioneros redentoristas sus sinceras condolencias por tan sensible pérdida.
Celebración de los 50 años de profesión religiosa del Hermano Juan Kemmerer (1951)
El sepelio de sus restos mortales se efectuaron en el cementerio de La Piedad de esta ciudad de Rosario, previa misa de cuerpo presente en el templo parroquial, que fue oficiada de pontifical por el obispo diocesano Monseñor Antonio Caggiano y a la que asistió el clero secular, representaciones de comunidades religiosas y fieles en general, que llenaban las amplias naves del templo. Antes de la inhumación de los restos mortales, el joven Santiago Velázquez habló en nombre de la Junta Parroquial de la Acción Católica, pronunciando una sentida oración fúnebre, llena de nobles sentimientos de circunstancia, esperanza y honda gratitud, que arrancó más de una lágrima. El Padre Severino Ranaldi fue un virtuoso, entusiasta y celoso sacerdote243 .
Hermano Juan Kemmerer
Nació el 25 de febrero de 1878 en la colonia de Schuk, provincia del Volga (Rusia). Profesó en la congregación el 2 de julio de 1901. Falleció el 22 de septiembre de 1956 en Rosario. Fue el primer hermano con el que contó la comunidad de misioneros redentoristas en la ciudad de Rosario. Llegó a esta ciudad el 16 de diciembre de 1909 proveniente de Buenos Aires. Permaneció en esta comunidad rosarina casi 47 años. Brindó los servicios en la atención de la secretaría, fue sacristán y dio aportes en la economía doméstica de la comunidad religiosa. En el mes de mayo de 1956 se le diagnostica insuficiencia cardíaca. Estuvo internado del 8 al 21 en el Hospital Freyre. Al regresar a la comunidad, tuvo una leve mejoría, pero su cuadro clínico comenzó a agravarse, y tiene que ser nuevamente internado el 12 de junio. Al volver a la comunidad deja de realizar los servicios que venía llevando a cabo. Seguidamente, comenzó a dedicar por completo su tiempo a profundizar en su espiritualidad. Participaba de la eucaristía diaria, rezaba el Vía Crucis y repetía visitas al oratorio de la comunidad religiosa varias veces al día.
El 22 de septiembre estuvo más animado que otros días. Conversó en el almuerzo y expresó que “estaba dispuesto a entregar su vida al Señor y que lo supieran disculpar si alguna vez había sido algo brusco ya que no había sido su intención serlo”, se lo vio bien durante la tarde. A las 16.00 h se dirigió al oratorio y quiso confesarse. Ese sábado fue día de confirmaciones en la parroquia y quien confirmó fue el cardenal Caggiano que conocía muy bien al Hermano Juan. Antes de retirarse de la casa de la comunidad religiosa quiso saludarlo en su habitación y lo encontró algo agitado. Después de dialogar y bendecir al Hermano, le comentó al Padre rector José Parodi su preocupación por el estado de salud en que lo había visto, ante lo cual se llamó al doctor Farah, amigo de la comunidad y del Hermano Juan. El doctor observa la complejidad del cuadro y le coloca algunos inyectables. El Padre Juan Lammersdorf le administra la extremaunción con bendición papal. A las 21.10 h y rodeado de sus hermanos redentoristas, fallece en paz el Hermano Juan el 22 de septiembre de 1956. Los hombres y los jóvenes, que en ese horario suelen encontrarse en la parroquia para diversas actividades, brindaron su ayuda con gran aprecio para todo lo que necesitó ese triste momento: dispusieron la capilla ardiente en el despacho parroquial, arreglaron la iglesia y despacharon telegramas.
El día domingo se realizó el velatorio con la participación de muchos fieles que acudieron a despedir los restos mortales del Hermano Juan Kemmerer, quien supo ganarse el afecto de todos. Con la asistencia de los Padres Valentín Lenz, rector de Bella Vista, Guillermo Herlitzius, rector de Las Victorias y el Hermano Arnoldo Körfer, que llegaron durante la madrugada a la ciudad de Rosario, se realiza el lunes 24 de septiembre la misa de cuerpo presente. Sus restos se trasladan al cementerio de los misioneros redentoristas en Manuel Ocampo, provincia de Buenos Aires244 .
243 Crónica de la Comunidad de Rosario. Tomo V, pp. 43-45. 244 Crónica Tomo VII, Op Cit., pp.34 a 37-